Este artículo es una publicación de la Corporación Viva la Ciudadanía Opiniones sobre este artículo escribanos a: [email protected] www.viva.org.co Ni un voto para la guerra…millones de votos diversos para la paz Pedro Santana Rodríguez Presidente Corporación Viva la Ciudadanía Cerrados los dos puntos que dieron origen al levantamiento armado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, su exigencia de un proceso de reforma agraria y su condena al Frente Nacional denunciado como un pacto bipartidista y antidemocrático que cerraba cualquier posibilidad de lucha para el cambio por la vía electoral, las negociaciones que se realizan entre estas guerrillas y el gobierno en La Habana se acercan al punto de no retorno, esto es, a un acuerdo negociado para el cierre de la confrontación armada entre el Estado y esta guerrilla insurgente. Los cuatro puntos que restan de la Agenda no fueron el motivo del levantamiento armado. Los puntos relacionados con los cultivos ilícitos y el narcotráfico son temas y delitos conexos y el tema de las víctimas es parte de un conflicto degradado de más de sesenta años en que las FARC y así deben reconocerlo, ocasionaron daños y muerte a la sociedad civil que registro cientos de miles de personas que fueron víctimas de sus acciones militares. Este tema será difícil pero no fue el motivo del levantamiento armado contra el Estado. Los dos puntos restantes la entrega de armas que debe ser real así como también debe haber un compromiso del Estado con la protección y las garantías de reinserción de los combatientes de las guerrillas a la vida civil así como el punto que se relaciona con los mecanismos de monitoreo y seguimiento al cumplimiento de los acuerdos, son puntos importantes de trámite de una negociación. Por tanto la esencia o el almendrón del conflicto, ya fue negociado. Por supuesto que hay temas como la participación en política de los jefes de la insurgencia y el tratamiento de los delitos de lesa humanidad y los crímenes de guerra deben ser tratados y negociados, en contra de la opinión del Procurador General de la Nación que pone la vara muy alta frente a la guerrilla y pide y exonera a parapolíticos conservadores, afines a sus ideas y en cambio pide a la Fiscal de la Corte Penal Internacional que condene e intervenga en el proceso con las guerrillas. El tema en la coyuntura es complejo. Hay organizaciones y movimientos sociales que respaldan el proceso y que se movilizan para que la sociedad lo respalde. Sin embargo muchos piensan y con argumentos legítimos que la paz es un bien público que requiere el apoyo de la sociedad. Se movilizan y actúan de acuerdo con la convicción que se requiere dar fin por la vía de la negociación a un conflicto degradado que ha dejado como saldo cientos de miles de personas asesinadas, seis millones de desplazados, decenas de mujeres vejadas en su sexualidad, miles de personas lisiadas, y en este empeño cuentan con el respaldo de la Corporación Viva la Ciudadanía que apoya estas iniciativas y está comprometida con estos procesos. Sin embargo el tema es en esta coyuntura un tema político y es el tema como lo hemos venido mencionando desde hace meses un tema electoral. El próximo Congreso de la República será un Congreso Constituyente que resolverá sobre los acuerdos con las guerrillas en La Habana. Hay una extrema derecha que quiere seguir en la guerra. Piensa y actúa en consecuencia. El uribismo del Puro Centro Democrático se opone a la salida negociada al conflicto armado. Quiere ganar unas mayorías en el país para oponerse al acuerdo. El tema es inevitablemente electoral. Por ello ante el guante lanzado no podemos callar. Hay que aceptar el reto. Quisiéramos proponer que conformemos un gran proyecto político para la paz. Una Plenaria para la Paz donde nos movilicemos, no más silencio. Hay un reto político. Lo que propongo es que lo asumamos. Ni un voto para la guerra…millones de votos diversos para la Paz. Desde el centro derecha hasta la izquierda radical. Espero comentarios pero sobre todo compromisos. Edición N° 00380 – Semana del 6 al 12 de Diciembre – 2013