REGLA DEL CASO CONCRETO Una EPS vulnera la dignidad

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REPORTE JURISPRUDENCIAL
ESTRELLA MÓRRIGAN VS. COOMEVA EPS
Mujer de 25 años Vs. Entidad Prestadora de Salud
M.P. MARÍA VICTORIA CALLE CORREA
Sentencia T-310-2010
derecho a la salud. El procedimiento fue recetado por su médico
tratante, y luego negado por el Comité Técnico Científico por
considerar que se trataba de un servicio que estaba fuera del plan de
servicios (del Plan Obligatorio de Salud, POS)
TEMAS
-Derecho a la salud sexual y reproductiva
- Derecho a la vida digna
-Derechos de la mujer
HECHOS
Una joven de 25 años, presentó acción de tutela contra Coomeva
EPS, entidad a la que está afiliada en calidad de cotizante, por
considerar que al no haberle garantizado la práctica del servicio
ordenado por su médico tratante (ninfoplastia) para atender su
problema de salud (hipertrofia de labios menores), se le violó su
DILEMA CONSTITUCIONAL
¿Una EPS vulnera derechos fundamentales de una mujer al negarle
la práctica de un tratamiento quirúrgico del cual puede depender su
salud sexual y, eventualmente, su salud reproductiva, argumentando
que no requiere dicho servicio porque no afecta su vida y su salud?
REGLA DEL CASO CONCRETO
Una EPS vulnera la dignidad personal y los derechos fundamentales de una mujer al
negarle la práctica del tratamiento quirúrgico (ninfoplastia) que puede favorecer su
salud sexual y, eventualmente, su salud reproductiva, cuando ha considerado que no requiere
dicho servicio porque no afecta su vida y su salud. Lo anterior, teniendo en cuenta que:
i)
ii)
Cuando la intervención de carácter ‘plástico’ es claramente ‘reconstructiva’ o necesaria
para garantizar la integridad personal, el acceso al servicio en cuestión sí debe ser
garantizado por la entidad correspondiente, pudiendo ser ordenado por el juez de tutela
ante su incumplimiento.
Bajo el orden constitucional vigente, cuando una mujer solicita un servicio médico del cual
puede depender su salud sexual y, eventualmente, su salud reproductiva, la protecc ión
constitucional supone una valoración y análisis específico de esta dimensión de la salud,
cualquiera sea su orientación sexual.
JUSTIFICACIÓN
« (…) cuando la intervención de carácter ‘plástico’ es claramente
‘reconstructiva’ o necesaria para garantizar la integridad personal,
el acceso al servicio en cuestión sí debe ser garantizado por la
entidad correspondiente, pudiendo ser ordenado por el juez de
tutela ante su incumplimiento.
(…). El derecho a la salud sexual no sólo se ha protegido cuando
está en juego directamente, sino en aquellos casos en los que
puede estar en claro riesgo o amenaza, indirectamente.
(…)La Corte ha tutelado el derecho a la salud, en su ámbito
reproductivo y en su ámbito sexual, incluso en aquellos casos en
que la situación está consumada como, por ejemplo, cuando se
impide a una menor (13 años) violada, interrumpir el embarazo.
(…)Cabe resaltar que una de las dimensiones que se garantiza
dentro de la salud sexual, específicamente considerada, es la
posibilidad de tener una vida sexual activa y placentera. La acción
de tutela también se ha ocupado de garantizar el acceso a los
servicios de salud que permitan asegurar el goce efectivo del
derecho en esta dimensión.
La protección del derecho a la salud sexual femenina, por
razones culturales, puede ser desconocido judicial o
médicamente, por subvalorar factores fisiológicos y psicológicos,
que puedan afectar a las mujeres en el disfrute de su vida sexual.
La existencia de corrientes de pensamiento tradicionales que
llegaban incluso a cuestionar el derecho de las mujeres a disfrutar
libremente de su sexualidad, demanda de los operarios del
sistema de salud, y de los jueces constitucionales, una especial
protección en aquellos casos en que ésta pueda estar en riesgo.
En otras palabras, bajo el orden constitucional vigente, cuando
una mujer solicita un servicio médico del cual puede depender su
salud sexual y, eventualmente, su salud reproductiva, la
protección constitucional supone una valoración y análisis
específico de esta dimensión de la salud, cualquiera sea su
orientación sexual.
En el presente caso, la Sala constata que las evaluaciones
llevadas a cabo por el médico tratante y avaladas por el Comité
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ESTRELLA MÓRRIGAN VS. COOMEVA EPS
Mujer de 25 años Vs. Entidad Prestadora de Salud
M.P. MARÍA VICTORIA CALLE CORREA
Sentencia T-310-2010
Técnico Científico no permiten establecer, con claridad, si el
problema de la accionante es una cuestión que afecta
gravemente su salud, considerando de forma especial la salud
reproductiva y, también, la salud sexual de la accionante. (…)»
ÓRDENES CONCRETAS
Concede el amparo. Ordena a la EPS Coomeva que tome las
medidas adecuadas y necesarias para que se evalúe el impacto que
tiene en la salud, en especial la salud reproductiva y la salud sexual,
la hipertrofia de labios menores que padece Estrella Mórrigan. En
caso de que la afección sea grave (un impacto considerable, no
meramente estético), se deberá autorizar la práctica de la cirugía a la
accionante.
MARCO NORMATIVO
Derecho a la salud sexual: El derecho a la salud sexual no sólo se
ha protegido cuando está en juego directamente, sino en aquellos
casos en los que puede estar en claro riesgo o amenaza,
indirectamente. . Cabe resaltar que una de las dimensiones que se
garantiza dentro de la salud sexual, específicamente considerada, es
la posibilidad de tener una vida sexual activa y placentera. La acción
de tutela también se ha ocupado de garantizar el acceso a los
servicios de salud que permitan asegurar el goce efectivo del
derecho en esta dimensión. T-209 de 2008
Derecho a la salud Reproductiva: La Corte ha tutelado el derecho a
la salud, en su ámbito reproductivo y en su ámbito sexual, incluso en
aquellos casos en que la situación está consumada como, por
ejemplo, cuando se impide a una menor (13 años) violada,
interrumpir el embarazo.
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