NIÑOS ASESINADOS Imagen tomada en la base de las montañas de Sinjar. Son niños yazidíes que han escapado del terror. “Siento los sollozos interminables de los niños. Sus lágrimas es lo que más me afecta. Son miradas que reflejan todo el horror padecido” (Juan Luis Ney Sotomayor desde Iraq, médico catalán especializado en cirugía de guerra) Parroquia Inmaculada Concepción Monte Grande EL TESTIMONIO DE UN MÉDICO El siguiente es el testimonio de Juan Luis Ney Sotomayor, un médico catalán especializado en cirugía de guerra, actualmente desempeñándose en la ciudad de Erbil, capital administrativa del estado autónomo del Kurdistán iraquí. Se calcula que más de medio millón de personas han huido por el terror yihadista y solamente en Erbil hay unos cien mil refugiados. Y no se ve el final. Con 46 años y más de 10 destinos en misiones humanitarias, creía haberlo visto todo y nos relata su asombro y dolor por lo que está viviendo. No puedo cerrar los ojos ante la barbarie. Forma parte de mi trabajo. Aparece delante de mí todos los días. … Veo miles de cuerpos quebrados por el dolor. Escucho cientos de relatos, a cada cual más cruel, del sufrimiento vivido. Siento los sollozos interminables de los niños. Sus lágrimas es lo que más me afecta. Son miradas que reflejan todo el horror padecido. Por la noche cuando duermo, no son pesadillas lo que me desvela, sino las llamadas de los responsables del gobierno autónomo del Kurdistán avisándome de la llegada de nuevos refugiados, o del traslado urgente de heridos a un hospital víctimas de un atentado o de nuevas acciones de guerra. Y la aparición constante de grupos de niños solos. Los niños y la guerra, un binomio que va unido y que, desgraciadamente, ya había vivido. Pero nunca de una manera tan cruel como ahora. Es un genocidio medieval. El terror por el terror. Lo más duro ha sido recoger niños heridos después de un ataque yihadista contra una columna de refugiados, y no poder trasladarlos a todos. Es una sensación de impotencia brutal. Me gustaría salvarlos a todos. Llevarlos a España. Apartarles de este horror. No puedo. Los hay de todas las edades: recién nacidos, lactantes, niños pequeños y adolescentes. Lo que más me duele es no poder atenderlos como necesitan. Juan relata que en todas las ciudades que caen en manos de los yihadistas del Estado Islámico (EI) “han tenido lugar las más horribles matanzas: degollamientos públicos, fusilamientos masivos, crucifixión de infieles, enterramiento de mujeres y niños vivos. Lo más espantoso que uno pueda imaginar ha sido superado por la realidad. Testigos directos me han relatado como la ciudad de Mosul está repleta de cabezas cortadas colgadas del tendido eléctrico.” Primero les tocó el turno a los cristianos (con ellos se inauguró la masacre), pero luego huyeron los turcomanos, los yazidíes, que ya estaban señalados, vinieron poco después pero, como en el famoso verso de Bertolt Brecht, incluso los que no esperaban verse afectados por la persecución, chiítas y moderados sunitas, también han salido corriendo al convertirse en objetivo señalado por los más extremistas. Y a los crímenes de guerra les ha seguido la catástrofe humanitaria. Centenares de miles de personas perdidas en el desierto sin víveres, sin agua, andando descalzos, soportando temperaturas de 55º C. No se sabe la cantidad de personas que han muerto así. Seguramente las más débiles: ancianos, mujeres, enfermos, niños y los que tenían menos alimentos. Muchas de estas columnas de refugiados han sido atacadas con fuego de artillería por las milicias del EI. La dinámica que han impuesto los terroristas del EI consiste en un ataque sistemático y sin distinciones contra la población civil. Esta es la verdadera situación que vivimos. Sin dramatismos ni exageraciones. Aunque revisten sus acciones como parte de la guerra santa para instaurar un nuevo Califato, la realidad es que usan la religión como instrumento del terror. No es una guerra contra los cristianos, ni tampoco una entre sunitas y chiítas. Es una guerra del terrorismo internacional contra todos. Son especialmente crueles. Atacan hospitales, ejecutan familias enteras. Realizan crímenes masivos que filman y distribuyen por las redes. La propaganda de sus horrores les hace más fuertes. Fuente: www.elmundo.es | 17/08/2014 NIÑOS DECAPITADOS Y CRUCIFICADOS Los yihadistas de Estado Islámico (EI) continúan sembrando el pánico y el terror entre los cristianos de Irak. “En Mosul el EI decapita sistemáticamente a los niños, poniendo sus cabezas encima de palos y cada vez más niños están siendo decapitados. Sus madres son violadas y asesinadas y están colgando a sus padres”, explican desde el Patriarcado Caldeo en Irak. Por otra parte, el vicario británico Cannon White denunció que los terroristas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) decapitaron a cuatro niños cristianos en un enclave cercano a Bagdad, donde el hombre está destinado. El lugar fue tomado por asalto por el grupo extremista musulmán, que inició una feroz cacería religiosa. Uno de los pocos líderes cristianos que aún quedan en Irak, White fue asignado por el arzobispo de Canterbury, pero obligado a dejar Bagdad por el peligro que representa la cercanía con que se mueven los extremistas musulmanes. “Las cosas están mal en Bagdad. Hay bombas y tiroteos y nuestra gente es asesinada. Mucha de nuestra gente ha huido de Níneve, su hogar tradicional”, señaló White en una entrevista concedida a medios británicos. “Era un lugar seguro, pero luego, un día... ISIS. Ellos vinieron y acosaron a todos. Mataron a un gran número de personas, cortan a sus niños en pedazos, les sacan la cabeza. Es tan triste lo que pasa”, repasa el religioso. La pesadilla vivida por los cristianos en Irak es total. Sus fieles están siendo perseguidos en cada enclave que es tomado por asalto por los terroristas islámicos. White continúa el crudo relato: “Vinieron (los extremistas de ISIS) y hablaron con un hombre. Uno de los cristianos que hay en el lugar. ‘Diga las palabras para convertirse al islam o matamos a todos sus hijos’”. “Estaba desesperado y dijo las palabras. Y luego me llamó y me dijo: ‘Padre, dije las palabras, ¿significa que Jesús no me quiere más?’. Le respondí: ‘Jesús todavía te ama, él siempre te amará’”. Esas fueron las oraciones que trató de encontrar White para poner freno a la desesperación del hombre. Sin embargo, más sangrienta fue la suerte que corrieron cuatro niños menores de 15 años, quienes no quisieron «decir las palabras». White relató: “El Estado Islámico les ordenó a los niños que dijeran las palabras para seguir a Mahoma. Cuatro de los chicos, todos menores de 15 años, dijeron: ‘No, amamos a Jesús, siempre amamos a Jesús, siempre seguimos a Jesús, Jesús siempre estuvo con nosotros’. Ellos (los terroristas) insistieron: ‘Digan las palabras’. ‘No, no podemos’. Les cortaron la cabeza a todos. ¿Cómo respondes a eso? Sólo lloras”. Unos días atrás, un terrorista del Estado Islámico reconoció en una entrevista que su grupo decapita pequeños enfrente de sus padres por no convertirse al islam. Se trata de Abu Abdullah, guardaespaldas de Saddam Jamal, uno de los líderes de la banda en Siria. Fuentes: lainformacion.com | 08/08/2014 ― www.zenit.org | 05/02/2015 La ONU denuncia las atrocidades cometidas por el Estado Islámico El informe del Comité de la ONU sobre los Derechos de la Infancia denunció en un informe los crímenes cometidos por el grupo terrorista del Estado Islámico (ISIS), contra niños y adolescentes en Irak y Siria, especialmente cristianos y yazidíes, quienes son crucificados o vendidos como esclavos sexuales. El informe señala que los niños son enterrados con vida y los pocos que escapan del exterminio son convertidos en soldados o usados como escudos humanos para proteger sus estructuras de los ataques de la coalición liderada por Estados Unidos. Además, según informó el diario de la Conferencia Episcopal Italiana, Avvenire, existirían vídeos circulando por Internet que demostrarían el uso de niños con problemas mentales como kamikazes. Los niños chiitas y sunitas tampoco escapan de los ataques de ISIS. “Estamos profundamente preocupados por la tortura y el asesinato de estos niños, especialmente de aquellos que pertenecen a las minorías”, ha declarado a la agencia Reuters una de los 18 miembros de la comisión de la ONU que redactó el informe, Renate Winter. En agosto de 2014, cuando ya los medios de prensa denunciaban el genocidio iniciado por el Estado Islámico, el Papa Francisco envió una carta al Secretario General de la Organización de la ONU, Ban Ki-moon, pidiendo a la comunidad internacional hacer todo lo posible para frenar las masacres de cristianos y demás minorías en Irak. “Pongo ante usted las lágrimas, los sufrimientos y los gritos desesperados de los Cristianos y de las otras minorías religiosas de la amada tierra de Irak”, expresó el Santo Padre. Fuente: www.aciprensa.com | 05/02/2015