3b. Sitúa en el mapa, en su lugar correspondiente, las principales unidades morfoestructurales del relieve español. Indica la era geológica a la que pertenece cada una y el tipo de relieve característico. Era geológica a la que pertenecen las principales unidades morfoestructurales y relieve característico: – Zócalo de la Meseta. Era primaria: afloramiento del zócalo paleozoico al eliminar la erosión la capa de sedimentos terciarios que lo recubría. Penillanuras. – Cuencas sedimentarias interiores de la Meseta. Sectores del zócalo de la Meseta hundidos en la era terciaria. Relieve: páramos sobre las calizas; campiñas sobre las arcillas; y cuestas entre ambos. – Sierras interiores de la Meseta. Sectores del zócalo paleozoico de la Mesta rejuvenecidos en la era terciaria. Relieve granítico: en las zonas más altas aristas y canchales; en las zonas medias, relieve ondulado, tores y berrocales; y en las zonas plegadas de diferente dureza, relieve apalachense. – Rebordes montañosos de la Meseta. Sectores del zócalo rejuvenecidos: relieve silíceo. Materiales depositados por el mar en el borde de la Meseta en la era secundaria plegados en la Terciaria: relieve cárstico y jurásico. – Depresiones exteriores de la Meseta. Era terciaria. Relieve cárstico y arcilloso. – Cordilleras exteriores de la Meseta. Era terciaria. Relieve cárstico y jurásico. 3c. Localiza en un mapa las siguientes sierras y explica las características del sistema montañoso al que pertenecen (origen y materiales que lo constituyen): Picos de Europa, Moncayo, Montserrat, Cazorla y Gredos. – Picos de Europa: pertenecen al sector oeste de la Cordillera Cantábrica, el Macizo Asturiano, un área de materiales paleozoicos que formaba parte del zócalo de la Meseta y rejuveneció en la orogénesis alpina. En su extremo oriental existe un gran afloramiento de calizas primarias, que constituye los Picos de Europa, donde se encuentran las mayores alturas de la cordillera (Torre de Cerredo, Peña Vieja y el Naranjo de Bulnes). – Moncayo: forma parte del Sistema Ibérico, una cordillera intermedia, formada en su mayor parte por materiales secundarios calizos depositados por el mar en el borde oriental del zócalo de la Meseta, que se plegaron en la orogénesis alpina. Los materiales paleozoicos solo existen en algunos sectores donde la cobertera sedimentaria depositada sobre el zócalo era menos potente y permitió el afloramiento de bloques del zócalo rejuvenecidos. Además, existen materiales terciarios en la fosa de Calatayud que separa las dos ramas en que se divide el Sistema Ibérico desde el sureste de Soria. – Montserrat: se localiza en la Cordillera Costero-Catalana. Esta es en realidad una transformación de la zona oriental de los Pirineos, de los que se separa mediante fallas, que han dado lugar a una región volcánica. La mitad norte de la cordillera está formada por materiales paleozoicos, restos del viejo macizo herciniano Catalano-Balear levantados en la orogénesis alpina. La mitad sur está constituida por terrenos calizos secundarios plegados en la orogénesis alpina. – Cazorla es una sierra de la Cordillera Subbética, formada por materiales secundarios depositados por el mar en la fosa bética. Estos eran alternativamente duros (calizas) y blandos (margas), por lo que, al plegarse por el acercamiento de la placa africana a la ibérica, se originaron despegues y corrimientos de materiales, que dieron lugar a mantos de corrimiento y cabalgamientos, es decir, a desplazamientos horizontales de materiales de sur a norte a distancias considerables de su lugar de origen, que quedaron superpuestos sobre el roquedo autóctono. – Gredos: se localiza en el Sistema Central, formado en la era terciaria cuando como consecuencia de la orogénesis alpina, el zócalo de la Meseta experimentó fracturas y fallas que elevaron algunos bloques. Su roquedo es primario (granito, pizarra, neis). 5. Indica las unidades morfoestructurales que atraviesa la línea A-B del mapa, expresando para cada una de ellas, el origen de su roquedo y su tipo de relieve. Entre los puntos A y B se suceden las siguientes unidades del relieve: – Pirineos. Constan de tres partes. La zona axial, de roquedo paleozoico, corresponde al antiguo macizo herciniano de Aquitania rejuvenecido en la orogénesis alpina. Está formado por materiales paleozoicos y tiene formas abruptas y altitudes elevadas. Los prepirineos se formaron a partir del plegamiento en la era terciaria de los materiales secundarios depositados por el mar en la fosa pirenaica. Son de formas más suaves y menos altos que el Pirineo axial. La roca principal es la caliza y existen ejemplos de modelado cárstico. La depresión media es una larga y estrecha depresión, de materiales margosos que separa las sierras interiores y exteriores prepirenaicas. – Depresión del Ebro. Es una fosa prealpina de forma triangular que, tras la orogénesis terciaria, quedó entre los Pirineos, la Cordillera Costero-Catalana y el Sistema Ibérico. La depresión estuvo primero ocupada por el mar, pero luego se cerró, transformándose en un gran lago hasta finales de la era terciaria, cuando el Ebro se abrió paso a través de la Cordillera Costero-Catalana hasta el mar. Por ello tiene depósitos marinos y continentales, gruesos en los rebordes montañosos o somontanos (conglomerados), donde la erosión ha formado mallos y hoyas; y más finos en el centro de la depresión (areniscas, margas, yesos, calizas y sales), donde se han constituido mesas o planas sobre los estratos duros y badlands en los materiales más blandos. – Sistema Ibérico. Es una cordillera intermedia, formada en su mayor parte por materiales secundarios calizos depositados por el mar en el borde oriental del zócalo de la Meseta, que se plegaron en la orogénesis alpina. Los materiales paleozoicos solo existen en algunos sectores donde la cobertera sedimentaria depositada sobre el zócalo era menos potente y permitió el afloramiento de bloques del zócalo rejuvenecidos en la orogénesis alpina. El Sistema Ibérico cuenta también con materiales terciarios en la fosa de Calatayud, que lo divide en dos ramas a partir del sureste de Soria. – Submeseta sur. Es una cuenca sedimentaria, formada en la era terciaria cuando la orogénesis alpina provocó el hundimiento de algunos bloques de la Meseta que se rellenaron después con sedimentos terciarios. Los materiales son de diferente dureza, arenas, arcillas, yesos, margas y calizas. Las formas del relieve predominantes son los páramos (superficies estructurales planas y elevadas coronadas por estratos calizos); campiñas (llanuras bajas suavemente onduladas recorridas por ríos en los lugares donde los páramos han sido erosionados) y cuestas (zonas inclinadas entre los páramos y las campiñas). – Montes de Toledo. Surgieron en la era terciaria por la rotura y levantamiento de un bloque de la Meseta. El roquedo es paleozoico y las cumbres suaves y aplanadas, dado que se trata de una superficie de erosión elevada. – Sierra Morena. Surgió en la era terciaria como un brusco escalón flexionado y fallado en muchos puntos que separa la Meseta del valle del Guadalquivir. Se debió a los empujes producidos desde el sur sobre el zócalo de la Meseta al formarse las Cordilleras Béticas. El roquedo es paleozoico y las cumbres suaves y redondeadas. – Depresión del Guadalquivir. Se formó en la orogénesis de la era terciaria paralelamente a las Cordilleras Béticas. Primero estuvo ocupada por el mar, luego se convirtió en un lago litoral y más tarde, por colmatación, en marismas pantanosas. Se rellenó con arcillas, calizas y margas marinas. El predominio de los materiales arcillosos da lugar a campiñas suavemente onduladas. Cuando surgen los mantos de caliza se forman mesas y cerros testigo o alcores.