En el Derecho de Sucesiones llamamos legítima a aquella parte de

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LA LEGITIMA EN ARAGON1 LS
En el Derecho de Sucesiones llamamos legítima a aquella parte de
mi patrimonio de la cual no puedo disponer libremente en testamento o en
pacto sucesorio porque la Ley establece que ha de reservarse en favor de
determinadas personas. A estas personas que tienen derecho, porque lo dice
la Ley, a una parte de mi patrimonio cuando yo fallezca se les denomina
legitimarios.
En Aragón sólo son legitimarios los hijos y sus descendientes y
tienen derecho, de acuerdo con la nueva Ley de Sucesiones, a la mitad del
patrimonio del testador. Es decir, en Aragón, una persona que tenga hijos,
al ordenar su sucesión, ha de tener en cuenta que, por Ley, la mitad de su
patrimonio, necesariamente, debe ir destinada a sus descendientes.
Este régimen -legitimarios los descendientes sobre la mitad del
caudal hereditario- varía sustancialmente en otras Comunidades con
Derecho civil propio, pero la especialidad más singular del Derecho
aragonés en materia de legítima consiste en que el testador puede
distribuir desigualmente la legítima entre todos o varios de los
descendientes o bien atribuirla a uno solo. A diferencia de lo que ocurre
en otras Comunidades en las que la legítima se tendría que distribuir a
partes iguales entre los hijos, en Aragón, la legítima se puede distribuir en
la forma que se desee: a partes iguales entre los hijos, dando mas a unos
que a los otros o, incluso, atribuyendo toda la legítima a uno solo de los
hijos. Por esta razón se habla en Aragón de una legítima colectiva pues los
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Arts. 119 a 126 de la Compilación.
hijos en su conjunto tienen derecho a la mitad del patrimonio de los padres
pero individualmente no tienen ningún derecho.
En este caso, a los que no se les deja nada hay que mencionarlos en
el testamento para dejar claro que no ha sido por olvido. Superando una
cierta polémica, en la nueva Ley de Sucesiones se establece que basta con
que estos legitimarios a los que no se les deja nada sean nombrados en
cualquier parte del testamento, previsión que se aplica retroactivamente a
los testamentos otorgados antes de la entrada en vigor de la Ley.
Les he dicho que en Aragón constituye la legítima la mitad del
patrimonio del causante. Para calcular cuál es este patrimonio a los efectos
de la legítima hay que partir del patrimonio que existe al tiempo de
liquidarse la legítima y hay que añadirle el valor de los bienes donados en
vida por el causante. Habrá que estar al valor que tenían estos bienes en el
momento de la donación pero actualizando su importe al tiempo de
liquidación de la legítima. No se computan para calcular la legítima los
gastos de alimentación, educación y asistencia en enfermedades a parientes
ni los gastos de educación de los hijos salvo que fueren extraordinarios.
Una última consideración, si como consecuencia de la libertad del
testador de distribuir la legítima a su arbitrio entre sus descendientes,
alguno de los legitimarios quedase en situación de necesidad, podrá
reclamar de los sucesores del testador lo necesario para su sustento en
proporción a los bienes que hubieran recibido.
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