la intangibilidad cualitativa de la legítima

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PRÁCTICA NOTARIAL
LA INTANGIBILIDAD CUALITATIVA
DE LA LEGÍTIMA
RAFAEL RODRÍGUEZ DOMÍNGUEZ
Abogado – Oficial de Notaría - Madrid
Análisis de la validez de las cláusulas compensatorias de la legítima “Cautela Socini”.
3º El viudo o viuda en la forma y medida
que establece este Código.”
Entendemos por intangibilidad cualitativa de la legítima la necesidad de dejar la porción de bienes que corresponde a la legítima
en cada uno de los supuestos imperativos de
las normas para los legitimarios, también conocido como el mínimo intangible que hay
que reservar a los legitimarios.
Una vez determinados los legitimarios, la
siguiente operación es calcular el quantum de
la legítima, para determinar la porción o
cuota que le corresponde a cada legitimario.
El sistema legitimario adoptado en nuestro derecho común es la legítima como “pars
bonorum”, que consiste en una porción de
bienes de la herencia que le confiere al legitimario la condición de partícipe en la comunidad hereditaria, hasta que se realice la aceptación o partición de la herencia. Pero según
la teoría, los bienes tienen que ser de la herencia y la legítima debe recibirse libre de cargas y gravámenes de cualquier tipo.
El art. 806 del CC, nos define la legítima,
al disponer “La legítima es la porción de bienes de que el testador no puede disponer por
haberla reservado la ley a determinados herederos forzosos.”
La Ley indica en su artículo 807 CC quiénes son los herederos forzosos, que debemos
entender como legitimarios:
“1º Los hijos y descendientes respecto de
sus padres y ascendientes.
2º A falta de los anteriores, los padres y
ascendientes respecto de sus hijos y descendientes.
Para el cálculo de la legítima dispone el
art. 818 CC, “Para fijar la legítima se atenderá
al valor de los bienes que quedaren a la muerte del testador, con deducción de las deudas y
cargas, sin comprender entre ellas las impuestas en el testamento.
Al valor líquido de los bienes hereditarios se agregará el de las donaciones colacionables.”
Luego, una vez obtenida la masa hereditaria total, obtenemos el cálculo de las legítimas en función de la condición del legitimario, a saber, hijos y descendientes, padres y
ascendientes; y el viudo o viuda.
La primera quiebra de la intangibilidad
cualitativa la encontramos en el art. 841 CC,
que nos indica que el testador o el contador
partidor autorizado expresamente por el testador puede adjudicar bienes a los hijos o descendientes, ordenando que se pague en metálico la porción de los demás legitimarios
Además de la quiebra de la intangibilidad
cualitativa citada anteriormente del art. 841
CC, correspondiente al pago en metálico de la
legítima, en el derecho común se están llevando a cabo reformas que producen una inter-
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pretación más flexible de la intangibilidad
cualitativa y una quiebra de la misma.
Entre ellas, destacamos la Ley 41/2003,
de 18 de noviembre, de protección patrimonial de las personas con discapacidad y de
modificación del Código Civil, de la Ley de
Enjuiciamiento Civil y de la Normativa
Tributaria que, con esta finalidad, entre
otros, modifica el párrafo 2º del art. 813 CC.
Se produce una limitación al legitimario de
recibir su legitima en nuda propiedad, modificándose el art. 808 CC, para introducir
“Cuando alguno de los hijos o descendientes
haya sido judicialmente incapacitado, el testador podrá establecer una sustitución fideicomisaria sobre el tercio de legítima estricta,
siendo fiduciarios los hijos o descendientes
judicialmente incapacitados y fideicomisarios
los coherederos forzosos.”
Asimismo, el art. 813 CC, establece:
En las normas imperativas relativas a la legítima en nuestro Código Civil, según PUIG
BRUTAU, entre otras, quedarán englobados
los actos radicalmente prohibidos, como son
los de renuncia anticipada y gravamen de la
legítima.
a) Renuncia anticipada
El art. 816 CC, dispone “Toda renuncia o
transacción sobre la legítima futura entre el
que la debe y sus herederos forzosos es nula,
y éstos podrán reclamarla cuando muera
aquél; pero deberán traer a colación lo que
hubiesen recibido por la renuncia o transacción.”
Luego, toda renuncia o transacción que
sobre la legítima futura se realice, según dispone el art. 816 CC, es nula. No obstante, la
renuncia y transacción que se realice por los
legitimarios y herederos una vez fallecido el
causante son válidas.
“El testador no podrá privar a los herederos de su legitima sino en los casos expresamente determinados por la Ley.
Dice el art. 992 CC, “Pueden aceptar o repudiar una herencia todos los que tienen la
libre disposición de sus bienes. …”
Tampoco podrá imponer sobre ella gravamen, ni condición, ni sustitución de ninguna
especie, salvo lo dispuesto en cuanto al usufructo de viudo y lo establecido en el artículo
808 respecto de los hijos o descendientes judicialmente incapacitados.”
Por consiguiente, la renuncia futura de
los herederos forzosos se encuentra afectada
de una nulidad absoluta, entre otros autores
RIVAS MARTINEZ1, nos indica que la doctrina
mayoritaria española considera que la renuncia o transacción anticipada estará afectada
de una nulidad absoluta, apreciable de oficio
o a instancia de cualquiera, imprescriptible y
que no necesita declaración judicial.
Estas normas son de derecho imperativo
o necesario, de ius cogens. Nuestro ordenamiento jurídico establece estas medidas protectoras de los derechos de los legitimarios,
a las que la doctrina denomina “intangibilidad cualitativa y cuantitativa de la legítima”, siendo en consecuencia la legítima inviolable e indisponible en sentido cualitativo
y cuantitativo.
1
Al ser nulas tanto la renuncia como la
transacción, se deben ambas considerar como
no existentes, y por tanto el mismo heredero
y renunciante puede reclamar la legítima al
tiempo de morir el testador como si no hubiese renunciado.
Derecho de Sucesiones, Común y Foral, Tomo II, Segunda Edición, DYKINSON, página 222.
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b) Gravamen de la legítima.
Entre los actos de gravamen sobre la legítima, la doctrina distingue:
tangibilidad cualitativa y cuantitativa de la
legítima.
b.2.- Y actos de gravamen dejando opción
al legitimario.
b.1.- Actos de gravamen.
Entre los actos de gravamen sobre la legítima, destacamos los siguientes:
El contenido en el art. 808 CC, en el que
se permite que el testador podrá establecer
una sustitución fideicomisaria sobre el tercio
de legítima estricta, siendo fiduciarios los hijos
o descendientes judicialmente incapacitados y
fideicomisarios los coherederos forzosos.
El párrafo 2º del artículo 813 CC, dispone,
“Tampoco podrá imponer sobre ella gravamen, ni condición, ni sustitución de ninguna
especie, salvo lo dispuesto en cuanto al usufructo de viudo y lo establecido en el artículo
808 respecto de los hijos o descendientes judicialmente incapacitados.”.
El supuesto del usufructo del cónyuge
viudo cuando concurre con descendientes. El
art. 834 CC establece que grave el tercio destinado a mejora.
Y el supuesto del art. 837 CC, “No existiendo descendientes, pero sí ascendientes, el
cónyuge sobreviviente tendrá derecho al usufructo de la mitad de la herencia.”, no estableciendo el Código sobre qué parte debe recaer el usufructo del cónyuge viudo cuando
concurre con la legítima de los ascendientes,
que en el caso es de una tercera parte.
Estos actos de gravamen y el pago en
metálico de la legítima previsto en el art
841 del CC son actos permitidos por la Ley,
pero que vienen a ser una quiebra de la in-
2
Entre los actos de gravamen dejando
la opción al legitimario, destacamos el
usufructo universal y vitalicio a favor del
cónyuge, denominado cautela Socini, (llamado así por haber sido emitido un dictamen por el jurisconsulto Mariano Socini
Gualdense).
La cautela Socini consiste en que el testador dispone en una cláusula que lega el usufructo universal y vitalicio de toda su herencia
a su cónyuge y la nuda propiedad de toda su
herencia a sus hijos, por partes iguales, disponiendo que, para el caso de que alguno de
sus hijos no respetase la voluntad del testador, quedará estrictamente legitimario, acreciendo su parte a los que la respeten, y si fuesen todos los que no quisieren dar
cumplimiento a la voluntad del testador, lega
a su cónyuge la cuota legal usufructuaria y
además el tercio de libre disposición en pleno
dominio.
La cláusula anterior seria inaplicable para
el supuesto en que sólo exista un hijo, o sin
son varios no lo aceptasen expresamente.
El usufructo universal se suele indicar
para el supuesto del cónyuge viudo, pero
nada impide que se pueda indicar para cualquier otra persona que no sea el cónyuge,
porque el art. 820 CC no lo distingue.
Para ROCA SASTRE, esta cautela Socini
o Gualdense “es una cláusula licita, admitida por el uso y por la generalidad de la doctrina.” 2
ROCA SASTRE, Anotaciones al Derecho de Sucesiones de Kipp, II, Barcelona, 1951, p. 318
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PUIG BRUTAU, considera “contra la validez ha sido alegado que no puede ser licita
la condición que pone al legitimario en el
trance de escoger entre su legitima libre
pero estricta o la mayor porción que el testador le atribuye afectada por un gravamen.
Estiman algunos que debería considerarse
como una condición contraria a la Ley y por
no puesta, es decir, que nada perjudicaría al
heredero o legatario, según el art. 792 de
nuestro Código.3 Contra este argumento, VALLET indica que si al testador no le es licito
gravar la legítima del hijo, “en cambio, no es
en modo alguno ilícito que su hijo acepte,
por la razón que sea, cualquier gravamen
sobre su legítima”.4
Otros autores consideran la cautela Socini
como un medio o artificio en fraude de ley,
para poder sortear la norma de la intangibilidad cualitativa de la legítima, que produce
una sanción a un legitimario que quiere hacer
uso de su derecho.
La cautela Socini encuentra su respaldo
legal en el art. 820.3 CC, que dice, “Si la
manda consiste en un usufructo o renta vitalicia, cuyo valor se tenga por superior a la parte
disponible, los herederos forzosos podrán escoger entre cumplir la disposición testamentaria o entregar al legatario la parte de la herencia de que podía disponer libremente el
testador.”
Algunos autores consideran la razón de la
solución legal del art. 820.3 CC, en la dificul-
tad de apreciar el valor real del usufructo, ya
que depende de la duración de la vida del beneficiario, por lo que no es posible conocer su
valor, pudiendo no ser superior al tercio de
libre disposición.
La mayoría de la doctrina en la interpretación del art. 820.3º CC considera que se trata
de una opción que se le ofrece a los legitimarios cuando la legítima se encuentre afectada
por el gravamen, ya que la misma puede afectar a la legítima por su valor (dependiendo de
la vida del usufructuario), pero no en su extensión por ser nudo propietarios.
Según BERMEJO PUMAR, para el testador el artículo 820.3º es de derecho necesario, debe respetar la legítima. Pero repetimos, en nuestra opinión, no es de derecho
necesario para los herederos forzosos que no
están obligados a entregar algo a cambio de
la reducción por lesión si no es clara en este
sentido la voluntad del testador. En los supuestos del párrafo 3º del artículo 820, la opción necesita expresarse, es necesario el ofrecimiento expreso de la cuota libre a favor del
legatario.”5
Por consiguiente la doctrina mayoritaria
acepta la validez de la cautela Socini, y encuentra su apoyo legal en el art. 820.3 CC citado anteriormente. Siendo una práctica habitual en los despachos notariales la redacción
de los testamentos con cláusulas que contienen la cautela Socini.
3
PUIG BRUTAU, Fundamentos de Derecho Civil, Tomo V, Volumen III, ED. BOSCH, 1964, página 164.
4
VALLET, Perspectiva histórica de las cautelas, testamentarias de opción compensatoria de la legítima. Discurso leído
el día 27 de mayo de 1963 con motivo de ingreso del autor en la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, página 39.
5
MARIA MERCEDES BERMEJO PUMAR, INSTITUCIONES DE DERECHO PRIVADO, ED. THOMSON CIVITAS, TOMO V,
Volumen III, 2005, página 194
30
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