Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. RESÚMENES adecuado control tensional y la utilización de combinaciones de fármacos antihipertensivos para conseguir dicho control. J. Segura Progresión del deterioro cognitivo en pacientes con ictus El objetivo de este estudio fue examinar la progresión de los déficits neuropsicológicos en pacientes con ictus que presentan o no deterioro cognitivo. Se clasificaron los tests neuropsicológicos según los diferentes dominios cognitivos, ajustados en función de la edad y el nivel educativo. Se compararon los cambios en los tests cognitivos entre los distintos grupos de pacientes y se analizaron posibles predictores de cambios cognitivos. Se incluyeron 128 pacientes con un deterioro cognitivo medio de 0,83 (desviación estándar [DE]: 2,2) puntos del test Mini-Mental en comparación con un aumento de 0,76 (1,3) en 78 sujetos controles (p < 0,0001). No se observaron diferencias significativas en el empeoramiento de un índice compuesto de función cognitiva tras corregir para edad y nivel educativo. No obstante, los pacientes con ictus isquémico o accidente isquémico transitorio presentaban un mayor empeoramiento en la memoria verbal y en la función de construcción visual. La ocurrencia de un nuevo ictus (n = 14) aumentó de forma significativa el deterioro cognitivo con un promedio de 2 puntos del test Mini-Mental. La tasa de dicho deterioro mostró una correlación significativa (r = 0,24) con la hiperintensidad de la sustancia blanca. El análisis de regresión mostró que la duración del período educativo era el único factor predictor de cambios cognitivos, mostrando cierta función protectora en aquellos pacientes con un período educativo más largo. En conclusión, los pacientes con enfermedad cerebrovascular presentan un lento empeoramiento de las funciones cognitivas en ausencia de nuevos episodios isquémicos. La recurrencia de complicaciones cerebrovasculares acentúa dicho deterioro cognitivo. El nivel educativo del paciente parece aportar cierto papel protector. Sachdev PS, Brodaty H, Valenzuela MJ, Lorentz LM, Koschera A. Progression of cognitive impairment in stroke patients. Neurology 2004;63:1618-23. Comentario El deterioro cognitivo es común en pacientes con antecedentes de ictus isquémico y es frecuente la presencia de demencia vascular. La mayor parte de los estudios publicados han eva94 luado la función cognitiva en pacientes con ictus a partir de los 3 meses del evento, considerando que dicho período de tiempo es suficiente para que el deterioro cognitivo se estabilice. Son escasos los estudios que han evaluado la función cognitiva en estos pacientes en períodos prolongados de tiempo, y si bien algunos muestran una mejora inicial, la evolución general es un empeoramiento de dicha función cognitiva. La evolución del deterioro cognitivo vascular ha sido recientemente analizada. La mayor parte de los pacientes incluidos en estos estudios presentan una historia previa de ictus o accidente isquémico transitorio. Dichos estudios sugieren que los déficits cognitivos vasculares son progresivos, si bien dichos cambios pueden ser variables según la muestra de pacientes analizados. Aunque los primeros estudios sugerían que las tasas de mortalidad eran más elevadas en pacientes con demencia vascular en comparación con la enfermedad de Alzheimer, la tasa de deterioro cognitivo en la demencia vascular era menor. Cabe destacar el hallazgo de la capacidad protectora de un período educativo prolongado frente a la progresión del deterioro cognitivo en los pacientes con ictus o accidente isquémico transitorio. Existen varias evidencias que identifican el bajo nivel educativo como un auténtico factor de riesgo para la pérdida de memoria progresiva en sujetos de edad avanzada y en pacientes con demencia. Se ha sugerido que dicho nivel educativo podría ser un indicador de la reserva cognitiva que aumenta el margen de posible deterioro antes de que los déficits se hagan clínicamente patentes, o también un índice de la resistencia del tejido cerebral a la lesión orgánica. J. Segura Factores asociados con las diferencias de presión arterial medidas en ambos brazos en la población general El objetivo de este estudio fue comprobar si existe una diferencia natural en las medidas de presión arterial (PA) en ambos brazos e identificar los factores asociados a dichas diferencias. Se analizaron 1.090 individuos incluidos en un programa de revisiones médicas en Ohasama (Japón). La PA se midió de forma simultánea en ambos brazos mediante un dispositivo automático. La diferencia de PA entre ambos brazos fue expresada como la diferencia relativa (PA del brazo derecho [D] menos PA del brazo izquier- Hipertensión 2005;22(2):91-5 00 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 18/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. RESÚMENES do [I]: D-I) y como valor absoluto (|D-I|). Se utilizó el análisis univariable para estudiar la relación entre la diferencia de PA entre ambos brazos y diversos factores. Las características de los sujetos en los que la diferencia absoluta de presión arterial sistólica (PAS) era mayor de 10 mmHg fueron analizadas mediante un análisis de regresión logística múltiple. Las diferencias relativas en la PAS y presión arterial diastólica (PAD) fueron –0,6 ± 6,6 (media ± desviación estándar [DE]) y 1,1 ± 4,7 mmHg, mientras que las diferencias absolutas fueron 4,9 ± 4,4 y 3,7 ± 3,0 mmHg. La diferencia absoluta de PAS se correlacionaba significativamente con la edad, el índice de masa corporal (IMC), el índice tobillo-brazo y la presencia de hipertensión arterial (HTA). Los sujetos con hipertensión, hipercolesteromia, obesidad, hemoglobina glucosilada elevada y bajo índice tobillo-brazo presentaban un incremento significativo e independiente del riesgo de presentar una diferencia absoluta de PA entre ambos brazos superior a 10 mmHg. En conclusión, los resultados de este estudio sugieren la existencia de una considerable diferencia en la medida de PA entre ambos brazos, y que las diferencias más marcadas en la medición de la PAS se asocian con factores de riesgo de arteriosclerosis como la HTA, la hipercolesterolemia, la obesidad, anomalías del metabolismo hidrocarbonado y un bajo índice tobillo-brazo. Kimura A, Hashimoto J, Watabe D, Takahashi H, Ohkubo T, Kikuya M, et al. Patient characteristics and factors associated with inter-arm difference of bloob pressure measurements in a general population in Ohasama, Japan. J Hypertens 2004;22:2277-83. Comentario Según las últimas guías de la Sociedad Europea de Hipertensión y la Sociedad Europea de Cardiología se recomienda que la PA sea medida en ambos brazos en la primera visita y que desde ese momento se utilice siempre para medir la PA el brazo en el que obtienen cifras más elevadas. Algunos estudios han descrito que las diferencias de PA entre ambos brazos se relacionan 00 con procesos asociados como aneurismas, aortitis sifilítica, coartación de aorta o enfermedad de Takayasu. Otros trabajos han descritos diferencias de PA entre ambos brazos en pacientes sin antecedentes de cambios arteriales patológicos, así como en sujetos aparentemente sanos. Además es sabido que la incidencia y la magnitud de dichas diferencias están aumentadas en los pacientes con HTA. La mayor parte de estos estudios analiza grupos de poblaciones o de pacientes con diferentes características y metodologías. Para evaluar de forma fiable las diferencias de PA entre ambos brazos es necesario medir ésta de forma simultánea en los dos brazos. Sin embargo, en algunos de ellos las mediciones se realizaban de forma consecutiva o no protocolizada. En este estudio la prevalencia de una diferencia de PA entre ambos brazos fue menor de la descrita en trabajos previos. Dicha diferencia entre este estudio y los previos puede deberse a la diferente metodología utilizada (medida sincronizada de PA en ambos brazos con dispositivo automático frente a varios esfigmomanómetros y varios observadores) o a la población analizada (población general frente a sujetos atendidos en urgencias). Los hallazgos de este trabajo muestran una posible relación entre los procesos de arteriosclerosis y una mayor diferencia de PA entre ambos brazos. Estos resultados llevan a los autores a recomendar que la medida de PA debería realizarse en ambos brazos de forma rutinaria. De forma específica la presencia de arteriosclerosis latente debe considerarse si la diferencia de PA entre ambos brazos supera los 10 mmHg. Debe tenerse en cuenta que en este estudio la PA no se determina mediante dispositivos intraarteriales, sino con un método indirecto oscilométrico, y que las medidas de PA se realizaron en posición supina en lugar de en sedestación. Además, la mayor parte de los sujetos analizados eran ancianos, por lo que los hallazgos descritos pueden no representar a otros grupos etarios y, por tanto, no pueden generalizarse. J. Segura Hipertensión 2005;22(2):91-5 95