PAU Filosofía junio 2009 La Rioja

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Historia de la Filosofía
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Historia de la Filosofía
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LA RIOJA
CONVOCATORIA JUNIO 2009
SOLUCIÓN DE LA PRUEBA DE ACCESO
AUTOR:
Francisco Ríos Pedraza
Opción A
 Resumen del contenido y definición de términos.
En este texto, Aristóteles pone en relación tres parejas
de conceptos fundamentales en su filosofía (materia y
forma; potencia y acto o entelequia; y cuerpo y alma),
con el fin de explicar la conexión que existe entre estos
dos últimos. A su juicio, esta conexión es diferente de la
que otros antes que él han expuesto motivo por el cual
está especialmente interesado en explicar este asunto.
Según Aristóteles, el cuerpo es material y en él reside la
potencialidad del ser vivo. El alma, por su parte, es la que
da forma al cuerpo, haciendo que se actualice la potencia que reside en él. Este es el modo que tiene Aristóteles de concebir esa relación. De aquí extrae algunas conclusiones importantes:
쐌 El alma es algo distinto del cuerpo, aunque relacionado con él. Por tanto, se equivocan los que identifican y
confunden el alma con el cuerpo, como los atomistas,
para quienes las almas son también átomos.
쐌 El alma no puede existir sin el cuerpo, puesto que su
razón de ser es justamente la de ser el acto, la entelequia de un cuerpo. Por tanto, están en un error quienes, como Platón, afirman la posibilidad de una existencia separada del alma respecto del cuerpo.
쐌 La función del alma consiste en actualizar la vida que
existe en potencia en un determinado cuerpo. Por
ello, a cada cuerpo le corresponde un tipo de alma.
Las almas no son almas en abstracto, sino para un
determinado tipo de cuerpo. De aquí podemos concluir que caen en un error quienes, como los pitagóricos, afirman que las almas transmigran de unos cuerpos a otros, incluso de distintas especies.
Definición de términos:
Entidad
Es todo aquello que posee ser. Puesto que, según Aristóteles, el ser se puede decir de distintas formas, existen
distintos tipos de entidades. De todas ellas la principal
es la sustancia.
Forma
Es lo que provee la esencia a una sustancia, haciendo
que sea aquello que es. La forma es el principio universal que existe incorporado en cada sustancia particular.
Materia
Es aquello de lo que está hecha una sustancia. La materia es el principio de individuación de la esencia. Al
incorporarse la forma o esencia en la materia, el resultado es una sustancia particular. Aristóteles distingue
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entre materia prima (carente de toda forma) y materia
segunda.
Potencia
Es el no-ser relativo a un determinado ser. Es decir, la
potencia es todo aquello que un ser no es, pero que
puede llegar a ser si experimenta una serie de cambios
posibles.
Entelequia
Es el acto final puro de un ser. Para Aristóteles, todo
cambio que experimenta un ser tiene una finalidad, un
objetivo a alcanzar al final del proceso. Entelequia es justamente esa finalidad, es el ser una vez que ha completado el proceso y alcanzado el objetivo.
Compuesto
Aristóteles afirma que todo ser natural es un compuesto
de materia y forma o, desde otro punto de vista, de acto
y potencia. Esta composición se da en el seno mismo del
ser natural. Materia y forma o acto y potencia no existen
por separado en la realidad, sino que es el pensamiento
el que los distingue.
Alma
Es la forma sustancial de los seres vivos y la que actualiza la potencia vital que reside en el cuerpo. De acuerdo
con esto, no solo los seres humanos poseen alma. Aristóteles distingue tres tipos de alma acordes con las tres
formas diferentes de seres vivos que existen: vegetativa,
sensitiva o animal y racional o humana.
Cuerpo
Es el componente material de los seres vivos. En él se
encuentra la potencia vital que es actualizada por el
alma.
 Teoría aristotélica sobre el hombre.
Aristóteles define al ser humano como animal racional.
Esta definición incluye al ser humano entre los seres
naturales y, por tanto, compuestos de materia y forma.
Esa composición, en el caso de los seres vivos —y el ser
humano lo es—, adquiere la connotación de ser una
composición entre cuerpo y alma. El cuerpo es la materia y el alma es la forma del ser vivo. Todos los seres vivos
tienen alma, pero no todas las almas son del mismo tipo.
El alma humana es un alma racional que permite a
quien la posee realizar todas las actividades propias de
los vegetales (alimentarse, crecer, reproducirse, etc.), las
de los animales (sentir, desplazarse…) y, además, otra
serie de actividades propias y específicas del ser humano que corresponden con su naturaleza racional. Entre
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estas actividades exclusivas del ser humano se encuentran la de ser capaz de un conocimiento racional de la
realidad y la de convivir con otros seres humanos integrándose en sociedades organizadas políticamente.
Como ya se ha expuesto anteriormente, la unión del
alma con el cuerpo no es una unión accidental y prescindible; muy al contrario, se trata de una unión sustancial, de modo que no pueden existir independientemente el uno del otro y solo en nuestro pensamiento
podemos concebirlos de modo separado.
Entre las actividades específicas del ser humano está el
conocimiento racional. Aristóteles distingue tres tipos o
grados de conocimiento humano:
쐌 Empeiría. Es la experiencia concebida como un saber
que se adquiere por familiaridad con las cosas y que
nos permite aplicar el conocimiento adquirido a cada
caso concreto.
쐌 Tékhne. Es el saber práctico que nos permite hacer
cosas, realizar productos fruto de nuestra capacidad
para manipular objetos de un determinado modo.
쐌 Sophía. Es la sabiduría, el saber de las cosas por sus
primeros principios y sus primeras causas. La ciencia
como forma superior del conocimiento humano consiste precisamente en este tipo de saber de los primeros principios.
La otra actividad específica del ser humano es la que le
faculta para vivir en sociedad. Aristóteles dirá que el ser
humano es un ser social por naturaleza. Los seres humanos no son individuos aislados; el hombre, para ser verdaderamente humano, necesita formar parte de una
comunidad humana. La existencia misma del Estado no
es fruto de un acuerdo que pudo no haberse suscrito,
como defendían los sofistas; la naturaleza humana exige
su existencia. El fin que persigue el ser humano por
naturaleza es su propio bien, y para ello ordena su conducta racionalmente; pero para alcanzar ese bien propio
necesita unirse a otros seres humanos, constituyendo
así una organización política que persigue el bien
común. Este bien común no es otra cosa que la suma de
los bienes individuales de todos y cada uno de los integrantes de la sociedad.
 Contexto cultural en que vivió Aristóteles.
Aristóteles vivió en el siglo IV a. C. y fue discípulo de Platón y maestro de Alejandro Magno. La relación que
mantuvo con Platón le llevó a oponerse al individualismo, relativismo y escepticismo de los sofistas. Frente a
ellos, defendió el carácter natural de la sociabilidad
humana y la existencia de verdades y valores universales asequibles al conocimiento humano. Sin embargo, se
apartó de su maestro en lo que se refiere a la defensa
que hizo este último de la existencia separada de esas
verdades y valores universales (Ideas platónicas). Aristóteles rechazó la existencia de entidades universales
separadas y afirmó que tales entidades existen solo
incorporados en las realidades singulares, que son las
únicas que existen de modo separado.
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CONVOCATORIA JUNIO 2009
La relación de Aristóteles con su discípulo Alejandro
Magno le permitió realizar investigaciones biológicas a
partir de los ejemplares vivos que el conquistador le
proporcionaba fruto de sus expediciones. Sin embargo,
la cercanía al poderoso no siempre le reportó beneficios,
y Aristóteles sintió en varias ocasiones que su vida corría
peligro por su relación con el emperador. El afán expansionista de este hizo que los macedonios no gozaran de
la simpatía de los griegos, y Aristóteles era un macedonio que vivía entre griegos y que, además, tenía una
relación especial con el líder de todos ellos.
 Relación de la doctrina aristotélica sobre el hombre con
otro planteamiento antropológico.
La antropología aristotélica se encuentra muy cercana a
la platónica, como no podía ser de otro modo, tratándose de maestro y discípulo. Precisamente por ello resulta
asequible señalar con precisión los puntos de coincidencia y divergencia entre ambos filósofos en lo que se
refiere a su teoría sobre el ser humano.
Platón, como Aristóteles, concebía al ser humano compuesto de cuerpo y alma. Pero a diferencia de este último, Platón sí admitía la posibilidad de la existencia del
alma separada del cuerpo. Es más, para Platón la unión
del alma con el cuerpo es fruto de un accidente, y el
alma en su estado natural se encuentra separada del
cuerpo y habitando en un mundo distinto del natural.
Por otra parte, y siguiendo con la teoría sobre el alma de
ambos autores, Platón sostenía que solo el ser humano
poseía alma, mientras que Aristóteles afirmaba que todo
ser vivo está dotado con una. La diferencia estriba en
que para Aristóteles el alma es aquello que da vida al
cuerpo, lo que da forma a la materia convirtiéndola en
un viviente concreto, y sin embargo para Platón el alma
es el principio del conocimiento racional. Dado que solo
los seres humanos poseen este tipo de conocimiento, es
lógico que Platón considerara que la posesión de alma
es algo exclusivo de los seres humanos.
Ambos autores coinciden en considerar la racionalidad
como una característica distintiva y esencial del ser
humano, pero difieren en el modo de concebir en qué
consiste y cómo se alcanza el conocimiento racional.
Para Aristóteles, el conocimiento arranca de la experiencia sensible y llega al universal mediante la abstracción.
En cambio, Platón considera que el conocimiento sensible no nos conduce al saber, sino solo a la opinión, que
es mudable y falible. La verdadera ciencia solo se alcanza, según Platón, por medio del conocimiento intelectual que prescinde de los datos de los sentidos y se
orienta directamente hacia las entidades universales,
subsistentes y separadas de los objetos del mundo sensible.
Por último, en cuanto a la vida en sociedad de los seres
humanos, tanto Platón como Aristóteles coinciden en el
carácter natural de la sociabilidad humana, así como en
la función que ha de desempeñar la sociedad en la consecución de la felicidad de quienes habitan en ella. Las
diferencias en este caso son menores que en lo referenHistoria de la Filosofía
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te al alma o al conocimiento humano y tienen que ver
con la organización concreta que es preferible en una
sociedad y sobre el mejor sistema de gobierno para
lograr los fines que la sociedad debe proponerse.
 Ensayo breve sobre algún problema en relación con la
concepción del hombre.
A grandes rasgos, las concepciones del ser humano que
se han defendido a lo largo de la historia pueden clasificarse en dos grandes grupos. De una parte estaría la
opción espiritualista, defendida entre otros por los pitagóricos, Platón y el cristianismo; de la otra tendríamos
las propuestas materialistas del atomismo, Marx, Nietzsche, Freud y Sartre entre otros.
En este texto, Aristóteles nos ofrece una tercera vía que
puede considerarse equidistante de ambas. Con los
espiritualistas coincide Aristóteles al afirmar que en el
ser humano hay algo fundamental que no puede reducirse a lo puramente material. Sin embargo, cuando los
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espiritualistas afirman la posibilidad de una existencia
separada de esa parte no material del ser humano, Aristóteles disiente de ellos y se acerca a los materialistas. El
materialismo se opone a la idea de la existencia de una
realidad sobrenatural y trascendente a la materia. Aristóteles parece estar de acuerdo con el materialismo al
concebir el alma como un constituyente fundamental
de la naturaleza humana, negando la posibilidad de una
existencia separada de la materia. De cualquier modo,
no podemos considerar a Aristóteles un materialista
más, puesto que el alma, tal como él la describe, es algo
distinto de lo puramente material.
En este sentido puede considerarse que la propuesta
aristotélica es extremadamente original, ya que no es
equiparable a ninguna otra. La concepción del ser
humano de Aristóteles no admite ser encuadrada en
ninguna de las dos grandes líneas antagonistas de la
antropología filosófica —materialismo y espiritualismo— que atraviesan toda la historia de la Filosofía.
Opción B
 Resumen del contenido y definición de términos.
En este texto, Kant propone llevar a cabo un cambio de
método en la metafísica que le permita avanzar de
modo similar a como han hecho recientemente la matemática y la ciencia natural. Este cambio metodológico
consiste en invertir el modo en que concebimos cómo
se produce el conocimiento: en lugar de dar por sentado que es el sujeto el que ha de adaptarse al objeto para
conocerlo, contemplemos la posibilidad de que sea el
objeto el que se adapta al modo de conocer del sujeto.
Si fuese cierta esta posibilidad, cualquier saber que
alcanzáramos sobre nuestro modo de conocer sería un
saber previo a la experiencia y aplicable a todo conocimiento posterior; es decir, sería un conocimiento a priori,
universal y necesario. Estas tres son precisamente las
características que se exigen a un conocimiento para
que pueda ser catalogado como verdaderamente científico.
Definición de términos:
Matemática
Es una disciplina de conocimiento que ha alcanzado la
categoría de ciencia. Kant divide la matemática en aritmética y geometría, y cada una de ellas nos proporciona
conocimiento científico. Esto es así porque la geometría
estudia las propiedades del espacio y la aritmética estudia las propiedades del tiempo. De acuerdo con Kant,
espacio y tiempo son formas a priori de nuestra sensibilidad y, por ello, los juicios que hace la matemática sobre
estas dos dimensiones de la realidad son sintéticos a
priori; es decir, amplían nuestro conocimiento a la vez
que son universales y necesarios.
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Ciencia natural
Esta es la otra disciplina que, junto con la matemática,
ha alcanzado la categoría de ciencia. Los logros científicos de esta disciplina son más recientes y se deben,
sobre todo, a Newton. Así como la matemática produce
conocimiento científico por formular juicios sobre las
formas a priori de nuestra sensibilidad, la ciencia natural
logra el mismo objetivo al formular juicios referidos a
nuestros conceptos puros o categorías. Al ser estos conceptos a priori, cualquier juicio que formulemos sobre
ellos será universal y necesario.
Revolución
Con este término se refiere Kant en el texto al cambio
brusco producido en un corto período de tiempo relativo a nuestro conocimiento de la naturaleza. Durante
siglos ese conocimiento ha parecido estar estancado y,
sin embargo, en apenas ciento cincuenta años (los que
van desde la publicación de la obra de Copérnico a la de
Newton) se han logrado más avances que en los dos mil
años anteriores.
Método
Es un procedimiento sistemático constituido por una
serie de pasos definidos previamente y que nos permite
alcanzar un determinado objetivo. Durante toda la Edad
Moderna los filósofos estuvieron muy interesados en el
estudio del método de conocimiento. Pensaban que ahí
estaba la clave para que unas disciplinas, a diferencia de
otras, alcanzaran rigor suficiente como para ser consideradas científicas.
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Metafísica
Kant utiliza este concepto con dos significados. En un
sentido, la metafísica es la disciplina que se ocupa del
conocimiento de las entidades que están más allá de la
física. Estas entidades serían tres: Dios, el alma humana y
el mundo concebido como totalidad de los fenómenos.
Kant llega a la conclusión de que la metafísica así concebida es un empeño estéril; no es posible que alcance
rigor científico. En un segundo sentido, la metafísica se
encarga del estudio de las posibilidades y límites de
nuestro conocimiento de la realidad. Esta es justamente
la forma en la que Kant desarrolla la metafísica y en la
que le augura un largo y exitoso futuro.
Objeto
Es el correlato del sujeto en el conocimiento. Todo conocimiento requiere de un sujeto que conozca y de un
objeto conocido. Con su filosofía, Kant va a invertir el
modo de entender la relación que existe entre estos dos
elementos del conocimiento. El cambio es de tal calibre
que el propio Kant lo compara con la revolución llevada
a cabo por Copérnico al sustituir el geocentrismo por el
heliocentrismo. Como se ha expuesto anteriormente,
según Kant, en el conocimiento no es el sujeto el que se
adapta al objeto para conocerlo, sino que es el objeto el
que sufre una adaptación para poder ser conocido por
el sujeto.
A priori
Significa literalmente «anterior a» y en el caso de la filosofía kantiana se refiere a la experiencia. Así que a priori
significa aquí «anterior a la experiencia». Se opone al término a posteriori, que significa «posterior a la experiencia». En la filosofía kantiana este concepto es fundamental, porque parte del presupuesto según el cual un
conocimiento, para ser científico ha de ser universal y,
por otra parte, nada que provenga de la experiencia será
verdaderamente universal. Por tanto, todo conocimiento
científico debe basarse en algo previo a la experiencia;
es decir, a priori.
Conceptos
Las impresiones múltiples y diversas que nos llegan a
través de la sensibilidad son ordenadas y unificadas gracias a los conceptos. Nuestro entendimiento posee dos
tipos de conceptos: empíricos y puros. Los conceptos
empíricos son construidos por el entendimiento por un
procedimiento de abstracción a partir de lo captado en
la experiencia sensible. Los conceptos puros o categorías, en cambio, son a priori, se encuentran en nuestro
entendimiento desde siempre y son las formas generales que este tiene de ordenar lo dado en la experiencia.
Conocimiento
Es la aprehensión que alguien realiza de una determinada realidad. En el conocimiento siempre intervienen dos
elementos o factores: el sujeto, que es quien conoce; y el
objeto, que es lo conocido. Como se ha expuesto con
anterioridad, tradicionalmente se ha creído que al cono© Oxford University Press España, S. A.
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cer, el sujeto se adapta al objeto para de ese modo apropiárselo, cognoscitivamente hablando. Kant, en un giro
radicalmente novedoso, afirma que es el objeto el que
se adapta a las estructuras cognoscitivas del sujeto para
así poder ser conocido.
 Concepción del conocimiento de Kant.
Para Kant, el conocimiento es un proceso en el que
intervienen tres facultades humanas:
쐌 Sensibilidad. El primer paso consiste en la captación
de una impresión sensible. Esa impresión es ordenada
en el espacio y en el tiempo por la sensibilidad.
쐌 Entendimiento. El conocimiento no consiste solo en
percibir, sino que tenemos que comprender lo percibido. Esta labor la realiza el entendimiento aplicando
las categorías o conceptos puros y posteriormente los
conceptos empíricos a lo percibido por nuestra sensibilidad. Los conceptos suponen un avance respecto a
las percepciones en cuanto a elaboración del conocimiento. Sin embargo, nuestra capacidad cognoscitiva
no se para ahí; de hecho, no solemos usar los conceptos de modo aislado, sino que los empleamos formando parte de juicios. Nuestro entendimiento es la
facultad de los conceptos, pero es también la facultad
de los juicios, la facultad con la que juzgamos lo percibido.
쐌 Razón. Es la facultad que usamos para encadenar juicios formando razonamientos que nos llevan desde
unos juicios que actúan como premisas hasta un juicio que es la conclusión. Al mismo tiempo, buscamos
los fundamentos en los que se basan nuestras premisas. Por ello podemos decir que nuestra razón nos
hace progresar en el conocimiento en dos direcciones contrapuestas: hacia las conclusiones de los razonamientos y hacia los principios en los que se basan
nuestras premisas.
En la búsqueda de principios nuestra razón emprende un camino que puede conducir finalmente a principios muy generales que estén más allá de cualquier
experiencia posible. Kant nos advierte del peligro de
rebasar los límites de la experiencia. Cuando hacemos eso, cometemos errores porque todo el armazón
de nuestro conocimiento, las categorías y las formas a
priori de la sensibilidad están dispuestas para ordenar lo dado en la experiencia, y cuando las empleamos más allá de ella, estamos haciendo un uso para
el que no están preparadas.
 Contexto cultural en que vivió Kant.
Kant vivió entre 1724 y 1804, por tanto, su madurez
abarcó la segunda mitad del siglo XVIII; es decir, el período de máximo apogeo de la Ilustración. Kant vivió lejos
de Francia, el epicentro de este movimiento cultural,
pero estuvo profundamente influido por él. En su Prusia
natal, el conflicto político entre la burguesía floreciente
y los defensores del absolutismo monárquico no tuvo la
virulencia del caso francés. A ello contribuyó de manera
decisiva el hecho de que el monarca, Federico II el GranHistoria de la Filosofía
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de, fuese un entusiasta seguidor de las doctrinas de la
Ilustración y un destacado representante del despotismo ilustrado. No obstante, Kant no se libró de los efectos de la censura presente en un sistema político poco
tolerante. A la muerte de Federico II ascendió al poder
Federico Guillermo II, quien conminó a Kant a reconsiderar sus afirmaciones relativas a la religión. Kant, por
medio de un escrito, se comprometió a no volver a
expresar en público opiniones sobre religión.
Uno de las principales ideas que inspiraron el movimiento ilustrado fue la supremacía de la razón frente a
otros valores culturales como la tradición o la autoridad.
Esta confianza en la razón se extendía tanto al terreno
del conocimiento teórico de la realidad como al de la
transformación social con el fin de lograr una sociedad
más justa. Kant compartió esta actitud hacia la razón y
asumió la tarea de llevar a cabo una revisión crítica de la
misma con el objetivo de ponerla a punto para que desempeñara bien el papel esencial que le corresponde.
La tarea que Kant se planteó es muy ambiciosa, puesto
que abarca todos los órdenes en los que la razón despliega su actividad. El análisis que realizó del uso teórico
de la razón le puso en relación con las dos grandes propuestas epistemológicas de la modernidad: el racionalismo y el empirismo. La solución kantiana se puede considerar equidistante de ambas respuestas al problema del
conocimiento. Por una parte, a diferencia del racionalismo, Kant considera que la experiencia sensible juega un
papel esencial en el conocimiento. Por otro lado, Kant se
distancia igualmente del empirismo al sostener que
nuestra razón posee ideas cuyo origen no se encuentra
en la experiencia y que resultan esenciales para ordenar
lo percibido por nuestros sentidos.
En cuanto al uso práctico de la razón, el resultado de la
revisión crítica kantiana le colocó en una posición
opuesta a la que había sostenido Hume. Para Kant los
principios morales, para ser válidos, han de ser universales y solo la razón es capaz de lograr esa universalidad
de los principios de la moralidad. Para Hume, en cambio,
el fundamento de nuestros juicios morales se encuentra
en los sentimientos, y no en la razón.
 Relación de la concepción del conocimiento de Kant
con otro planteamiento gnoseológico.
La posición filosófica de Kant en relación con el conocimiento está a medio camino entre el racionalismo y el
empirismo. Con cada una de estas dos corrientes de
pensamiento comparte algo, pero al mismo tiempo se
distancia de cada una de ellas para aproximarse a la
otra. Kant afirmó que todo conocimiento comienza con la
experiencia, pero no depende exclusivamente de ella. Esta
afirmación puede servirnos de referencia para comprender cómo consigue Kant situarse entre el racionalismo y
el empirismo.
La primera parte de la tesis kantiana —todo conocimiento comienza con la experiencia— le aproxima abierta-
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mente al empirismo. La epistemología de Locke y de
Hume se había caracterizado por afirmar que el origen y
el valor de nuestros conocimientos dependen de la
experiencia y Kant, según podemos deducir de esa primera parte de su tesis, suscribiría plenamente tal afirmación. Sin embargo, la segunda parte —pero no depende
exclusivamente de ella— nos hace albergar dudas. Kant
sostiene que en nuestro conocimiento intervienen factores como las categorías o las formas a priori de la sensibilidad (espacio y tiempo), que son decisivos, pero que
no provienen de la experiencia, puesto que son a priori.
Aquí Kant se aparta claramente del empirismo.
La existencia de elementos a priori en el conocimiento
acerca a Kant a posiciones racionalistas. Las ideas innatas desempeñan un papel fundamental en nuestro
conocimiento de la realidad, según Descartes, y estas,
desde luego, son a priori. Sin embargo, Kant, a diferencia
de Descartes, limita el uso que podemos hacer de los
elementos a priori a lo dado en la experiencia. El racionalismo cartesiano afirma que a partir de las ideas innatas, y recurriendo únicamente a ellas, podemos construir
un conocimiento completo de la realidad. Kant, sin
embargo, rechaza la posibilidad de conseguir conocimientos válidos si se emplean las categorías para otra
cosa que no sea ordenar lo dado en la experiencia.
En definitiva, podemos concluir afirmando, como decíamos al principio, que la teoría del conocimiento de Kant
logra un difícil equilibrio en el recurso a la experiencia y
a los elementos a priori, lo que le mantiene equidistante
del racionalismo y del empirismo.
 Ensayo breve en relación con el conocimiento.
Kant resuelve el problema del conflicto entre racionalismo y empirismo, pero su giro copernicano tiene el coste
de poner un límite muy estrecho a nuestro conocimiento. Si es el objeto el que se adapta al sujeto para ser
conocido, entonces nuestro conocimiento no alcanza a
la verdadera realidad tal como ella es. Esto lo explica
Kant diferenciando entre dos ámbitos:
쐌 Fenómeno. Es la realidad una vez que ya ha sido
encajada en los moldes que la hacen cognoscible
para el sujeto.
쐌 Noúmeno. Es la realidad tal como ella antes de que
sufra ningún tipo de adaptación para poder ser conocida. Kant afirma que el noúmeno nos resulta incognoscible, hasta el punto de que ni siquiera podemos
decir en qué consiste.
La conclusión de la teoría kantiana del conocimiento
resulta, a fin de cuentas, bastante frustrante, puesto que
en cierta forma traiciona el objetivo de toda teoría del
conocimiento. Cuando se elabora una reflexión sobre
nuestro conocimiento de la realidad, se espera que se
nos diga cómo conocemos la realidad. No parece aceptable que al final de una reflexión sobre nuestro conocimiento se nos diga que, en verdad, no podemos conocer
la realidad tal cual es.
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