Conocer el mercado y la manera cómo aprovecharlo, no es simplemente saber vender. Como lo dije anteriormente, es una ciencia y como tal requiere de conocimientos especializados que exigen un entrenamiento. Romper el paradigma rural de “producir lo que a mí me gusta”, es una pieza clave en el cambio mental que tanto pregonamos en las Reglas de Oro. Debe renunciarse a “creer conocer el mercado” por el simple hecho de que se “sobrevive” con la agricultura. Esto, obliga al campesino a poner vitales decisiones en manos de expertos. No soy famoso por ser el inventor del agua tibia, pero sí, por saber aprovecharla. El mercadeo agropecuario me permite tomar decisiones sobre qué producto debo producir (perdón la redundancia), a qué precio debo venderlo, qué tipo de envase utilizar, dónde y cuál es mi competencia, cómo distribuirlo, etc. Eso, me diferencia de miles de campesinos que toman decisiones sin información que las sustente. Sé que pensarán que esa información se aplica solo para las grandes empresas, pero justamente ese es el error generalizado en todo el sector. Tanto los pequeños como los medianos emprendedores agropecuarios, deben disponer de esta información de modo previo al arranque de su proyecto, para así evitar o al menos disminuir los riesgos inherentes de su negocio. La soberbia de creer conocer al cliente y sus gustos, ha hecho que cientos de empresarios agropecuarios inicien proyectos que lastimosamente resultan habitantes habituales del pueblo llamado Fracaso. Solo hay un jefe: el Cliente. Y él puede despedir a todo el mundo en la compañía, Desde el presidente para abajo, Simplemente gastando su dinero en otra parte. SAM WALTON Con algunos ejemplos intentaré explicar lo vital del agromarketing: Elegir si vamos a ser una empresa agrícola o ganadera. Es una toma de decisiones basada en marketing. Lo es también decidir si vamos a ser productores de maíz, trigo, papa. O si vamos a producir ganado de leche, de carne o de doble servicio. Para esto se requiere establecer el tamaño de los mercados actual y potencial; el tipo de inversiones en que incurriremos, evaluando nuestra situación empresarial inicial, y muchos más detalles. Otro ejemplo está en decidir si vamos o no a comercializar nuestros productos con marca registrada. Si nuestro producto es trigo, por ejemplo, y nuestro cliente es la industria harinera, resulta un tanto “inútil” ponerle una marca. Cosa contraria pasa si nuestro cliente es el consumidor final. 109 Los campesinos en buena parte, producen en base a la tradición, sin analizar las posibilidades de variantes en su esquema productivo comercial. Por ello, encontramos personas que siguen produciendo el mismo cultivo, el mismo hectareaje, en el mismo lote de terreno, con las mismas prácticas culturales (de cultivo), durante décadas. Lo que prácticamente los ha sumido en un estado de pauperización. Hace unos meses atrás, tuve un encuentro con un agricultor de estos. - Lo que le propongo – le dije – es que produzca alcachofa para mi empresa. Su media de hectárea de terreno, le servirá para hacerlo. Nuestra empresa está juntando a pequeños productores para el proyecto. Sus vecinos ya trabajan con nosotros. No, gracias. No sé ni que es la…alcachofa – me dijo Asista a las reuniones que tenemos los sábados y allí le explicaremos mejor. No gracias. Yo sigo con mis cultivos. Aquí vivieron mis padres y esto es lo único que tengo, no puedo arriesgarlo todo. No arriesga nada. Nosotros seríamos sus socios, le entregamos la semilla, le enseñamos a producir y le compramos la producción. Ya le dije que no, gracias. Yo aquí siembro mi maicito, mi alfalfa. Con eso comemos en la casa, y le damos de comer a las gallinas y a los cuyes. Nada nos falta. Cuánto tiempo lleva sembrando lo mismo? Desde que era muy niño. Claro que antes se cosechaba más. Ahora las cosas están mal. Cuando las personas asumen que nada les falta, nos damos cuenta que se trata de personas que solo “esperan su muerte física”. Se condenan a seguir produciendo lo mismo y lo mismo, y lo más grave sin tener en cuenta el cuidado de su suelo, lo que genera cada vez menores rendimientos y más pobreza. La “mala educación” rural tiene efectos devastadores en la economía familiar de los campesinos, debido a las malas prácticas empresariales. El agromarketing en el Ecuador, parece una “ciencia oculta”. El desconocimiento de esta ciencia se observa incluso a nivel de los centros de investigación que deberían ser los llamados a generar tendencias productivas. Desde mi humilde opinión se promueve equivocadamente la explotación de rubros tradicionales que “nadie consume”. Si bien es importante rescatar productos agrícolas que están en peligro de extinción, el esfuerzo debería estar compensado por mejores precios. Pero el consumidor ni siquiera conoce el producto, mucho menos va a “comprarlo”. Este es un claro ejemplo de “producir lo que a alguien le gusta” (en este caso un investigador científico) y no lo que el mercado exige. Algún momento, llegué a visitar a otro campesino en la serranía ecuatoriana. Lo hago porque me gusta mantener contacto directo con mis posibles socios. - Y qué produce – le pregunté Estoy sembrando mashua ( un tubérculo andino) 110 - Y qué tal es el precio del saco de mashua?. Bajo, pero el ingeniero del ministerio nos dijo que debemos cultivar esto. Le ayudan a buscar mercados o clientes para la venta? No, que va. Lo único que nos entregan es la semilla y nos explican cómo manejar el cultivo. Eso es un crimen solapado. Porque quienes producen estos rubros en peligro de extinción, no son los grandes agroempresarios que podrían dedicar una porción de sus tierras a ese “rescate cultural”. No. Más bien son los pequeños agricultores, los minifundistas casi siempre, a quienes se les incluye en la propuesta. Con el “sabio” criterio de que los pobres deben producir alimentos, no se toma en cuenta que nadie o muy pocos quieren comprar ese tipo de productos. Y como nadie los compra, el pobre debe consumirlos, allí se justifica el autosustento. Terminan consumiendo esos productos porque no existen clientes que los consuma. Así se mejora la dieta del agricultor, dirá el experto del proyecto. Una lógica muy interesante del “genio” que creó la iniciativa. Habrá que primero descubrir si realmente ese producto en extinción, posee las propiedades alimenticias que se cree, o si posee algún principio activo para algún medicamento, o cualquier característica especial que lo convierta en un producto atractivo para el mercado. Luego y con campañas promocionales bien estructuradas posicionar este concepto entre los consumidores, antes de hacer que los pequeños agricultores se arriesguen a cultivarlos. Ellos salvan de la extinción a los productos ancestrales, y quién salva de la extinción a esas familias?. La “buena educación” rural les mostrará a los campesinos la manera cómo son víctimas de prácticas de mercado no tan justas. Su ignorancia los vuelve susceptibles. Y son ignorantes, porque nadie se preocupa de “enseñarles” mercadotecnia. Una práctica común en el campo, es recibir a técnicos “promotores” de casas comerciales. Generalmente son impulsadores de ventas sobre todo de semillas y agroquímicos. En el ejemplo que les explicaré, juega sin duda la falta de ética empresarial. Los campesinos son convencidos de dejar de usar la semilla que reservan de sus cosechas. Les motivan a cambiar a la semilla de la empresa, que les ofrece mejores y más rápidos rendimientos; así como una mayor resistencia al ataque de plagas y enfermedades. Eso es obviamente una ventaja competitiva. Pero sin embargo, las empresas se reservan información como la de que esa semilla resulta estéril, es decir, que no puede aprovecharse en nuevos ciclos de siembra. Las empresas modifican genéticamente ese material para que el campesino esté obligado a comprar nuevamente la semilla a la empresa. El mercado es así de brutal. Y el desconocimiento de ese comportamiento empresarial, por parte de los campesinos los vuelve débiles y a veces indefensos. 111 DÉCIMA QUINTA REGLA DE ORO ¡TOMA DECISIONES! LAS ACCIONES SON LA MUESTRA DE QUE TOMAS DECISIONES "Jamás dejes que las dudas paralicen tus acciones. Toma siempre todas las decisiones que necesites tomar, incluso sin tener la seguridad o certeza de que estás decidiendo correctamente." Paulo Coelho __________________________________________________________________________ - En el siglo donde el hombre envia naves espaciales a lo más profundo del espacio exterior, muchos campesinos ecuatorianos aún permanecen estáticos y en espera de que alguien de fuera de su territorio les traiga las soluciones a sus problemas. Son como personas que están esperando alguna invasión alienígena. Se niegan a tomar las riendas de su vida, que los incapacita para la toma de decisiones. No comprenden que solo de ellos depende tomar la opción del cambio o de la “muerte en vida” a la que parecen resignados. Son nuestras decisiones las que muestran Lo que podemos llegar a ser. Mucho más que nuestras habilidades. JOANNE K. ROWLING Seguramente habrán vivido muchos fracasos, y por ello han optado por renunciar a su libertad natural de tomar las riendas de su vida, a cambio de permanecer sin exigencias. No importa que sea rodeada de pobreza y limitaciones, eso es lo que menos importa. Lo que realmente importa es no confrontar a la vida, porque suficientes golpes le ha propinado. Al renunciar a la toma de decisiones, está renunciando a la posibilidad cierta de poder alcanzar el éxito y la felicidad. Y que conste que digo, posibilidad. Porque como hemos visto el fracaso es un pueblo que está marcado en todo mapa y que todos visitamos en algún momento de la vida. Es importante que la toma de decisiones sobre todo las importantes, sea un acto razonado y aceptado por nuestro cerebro. Siempre con la pregunta: Qué espero conseguir con esta decisión?. Para ello debe elegirse una meta que se ajuste a los valores de la persona que decide. Reflexiona con lentitud, Pero ejecuta rápidamente sus decisiones. ISÓCRATES 112 Para tomar la decisión adecuada se debe averiguar cuáles son las acciones conducentes hacia la meta perseguida. Se hace necesario en todos los casos, siempre analizar varias alternativas de acción, y de manera pormenorizada. En este sentido es importante fomentar la creatividad para expandir la búsqueda de alternativas. Con cada alternativa, intentemos predecir el futuro, y adivinar los resultados de cada acción. La elección debe también medir el riesgo que conllevan las opciones creadas. Mientras más educados estemos , esta predicción o visión del futuro será más ajustada a la realidad. Como hemos visto con anterioridad, a la alternativa final escogida debe sumarse la acción, porque de otra manera, será simplemente un ejercicio escrito o pensado, sobre buenas intenciones. Si he aprendido algo es que las agroempresas deben ser manejadas por especialistas. Por ello la más importante decisión que tomé fue escoger gerentes para cada proyecto. Ellos son quienes en base a su experiencia toman decisiones a diario. Si yo quisiese manejar todas las empresas como único gerente, seguramente ya habría creado un caos. Y no por falta de conocimiento, sino por falta de tiempo y de concentración en los detalles rutinarios. Muchas de esas decisiones intrascendentes suelen generar crisis mayores, de no ser tratadas adecuadamente. La toma de decisiones obliga que haya un equipo permanente en cada proyecto atento a los detalles rutinarios, puesto que algunas tienen que ver con el flujo de dinero o con el funcionamiento de una maquinaria estratégicamente importante. Si las decisiones intrascendentes son relevantes en el proceso empresarial, hay otras que son supremamente más urgentes. Esas que son decisiones críticas o complejas, son el campo de juego de los gerentes. Y para ello están preparados. Son éstas, las que no pueden esalir mal. Recordemos que cada campesino es el gerente de su empresa y por tanto, debe capacitarse en las artes complejas del manejo de un negocio. En el mundo actual, el campesino debe aprender a tomar decisiones de una manera más rápida pero razonada, dado que las situaciones se suceden a una velocidad a la que normalmente no está habituado. Y para ello es fundamental la recopilación de información confiable de modo permanente, solo allí podría intentar suponer resultados futuros de una situación determinada. El campesino y todo el sector agropecuario carece de este tipo de información. Por ello se suceden con demasiada frecuencia: sobreproducciones o déficits de producción con tremendos impactos en la economía rural. Fueron decisiones tomadas erradamente, las que produjeron esa sobreproducción de leche, o esa baja de producción de arroz. Estos procesos que provocan el temido fracaso del sector agropecuario, han generado en la mente de muchos campesinos la llamada “decidofobia”, es decir, el miedo a tomar decisiones equivocadas. El miedo al fracaso, en otras palabras. 113 Y lo hace porque la mente de los campesinos no está preparada para manejar la incertidumbre. Ha sido educada para que las decisiones representen soluciones certeras. Pero esas soluciones no siempre resultan certeras y positivas. Las agroempresas conllevan un nivel de riesgo que siempre debe considerarse. Se niegan además a buscar otras soluciones posibles. Lo más preocupante es que esas soluciones según los campesinos deben provenir de otras personas. Es decir, rehuyen de su responsabilidad en la toma de decisiones. El ser humano es capaz de tomar decisiones Basándose en sus valores. La facultad de elegir rumbo de nuestra vida Nos permite reinventarnos a nosotros mismos, Cambiar nuestro futuro e influir con fuerza En el resto de la creación. STEPHEN COVEY El acto consciente de tomar la decisión de aceptar y vivir bajo las Reglas de Oro es libre y voluntario. El camino al éxito está construido de decisiones. Unas buenas, otras malas. Unas acertadas, otras equivocadas. Temer a las decisiones, nos condena a la inmovilidad. Y el crecimiento económico individual y familiar no tiene absolutamente nada que ver con la falta de movilidad. Lo que quiero con estas Reglas de Oro, es mostrarles el camino que requiere de inicio, la simple toma de una decisión: Aceptar el reto del cambio. No debemos permanecer inmóviles ni siquiera cuando buscamos soluciones a una situación, porque éstas no llegarán a nuestras manos por “generación expontánea”. No reaccionemos como lo hacen los niños cuando llegan a la tienda de caramelos y se paralizan el momento de elegir una golosina y permanecen “indecisos”. Hay que estar claros que muchas decisiones para ser consideradas correctas, no siempre van ajustadas a “lo que queremos hacer”, sino a “lo que se debe hacer”. Las decisiones son parte inevitable de las actividades humanas. En algunas situaciones, la actitud correcta de quienes toman las decisiones debe ser ver los problemas como una forma de aprovechar las oportunidades y no simplemente de resolverlos. Además usted puede tomar la mayoría de sus decisiones en base a experiencias anteriores, a un pequeño análisis y a su sentido común. Pero cuando enfrenta problemas en los que una decisión equivocada podría tener efectos negativos a largo plazo y conducir a errores más graves, las pequeñas decisiones se vuelven importantes. La autoestima es un factor importante en la toma de decisiones acertadas. Existen algunas personas a las que cualquiera las puede presionar con facilidad para que realicen determinadas cosas. Resulta fácil decirles lo que tienen que hacer porque tienen muy baja autoestima. Cuando uno tiene baja la autoestima, lo pueden convencer para hacer casi cualquier cosa, ya que uno depende demasiado de los consejos de los demás. 114