HORACIO [Segundo borrador] Conserva, oh Delio, el alma generosa Siempre serena en las desgracias: sea Tu gozo en tus festines no excesivo moderado. Tú, Delio, has de morir. De morir tienes Vivas alegre, en plática sabrosa Con el Falerno rico, o vivas triste. Bien conoces el plácido retiro Donde altos pinos y castaños blancos Por darte sombra, enlazan sus ramajes— Y donde los hilillos retozones Del arroyuelo, juegan: ve que lleven Vino, y perfumes, y las bellas rosas ¡Ay! que tan poco duran: tu riqueza Tu edad te lo permiten, y las sombrías Blancas hilanderas. Deja alegre Estos parques inmensos, esta casa Que ayer compraste; deja la alquería Que el Tíber baña; frutos de herederos! Rico, o pobre, Tú, Delio, has de morir. Morimos todos: En fatídica urna nuestra suerte Hierve mientras vivimos, y al fin rompe Tarde o temprano, al paso nos conduce De la barca, y al ___ destierro!— [Ms. en CEM]