Texto Prof. Zalazar - Psicología y Epistemología Genética

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La teoría de la equilibración.
Un modelo explicativo del desarrollo cognitivo.
Lic. Diana Fernández Zalazar
“…como comenta A. Béjin, que el sistema cognoscitivo
“no será lo que el entorno hace de él: será
lo que él hace de aquello que el entorno hace de él”.
Esta es con bastante exactitud mi posición.
Jean Piaget
Del libro de Homenaje a Jean Piaget en sus ochenta años.
Las nociones de equilibrio y equilibración han sido tratadas por Piaget en distintos momentos
de su obra, esto lo ha llevado a importantes variaciones en el modelo explicativo y a la vez a
nuevas conceptualizaciones a partir de los aportes que iban surgiendo de sus
investigaciones1. Es así como abandona el modelo probabilístico y se orienta hacia una idea
de equilibración como autorregulación, que marca una continuidad entre lo biológico y lo
cognitivo, a la vez que la separa del instinto cuando describe el ciclo cognitivo como un
sistema que en la búsqueda de su cierre se abre siempre hacia nuevos posibles.
Trataremos aquí el modelo que Piaget desarrolla en su libro “La Equilibración de las
estructuras cognoscitivas”, teniendo en cuenta también sus aportes posteriores y
centrándonos en los conceptos nodales que planea en su exposición como son: el de las
diferentes formas de equilibrio, la razón de los desequilibrios, y el mecanismo causal de las
equilibraciones y las reequilibraciones.
En principio tendremos una primera aproximación descriptiva caracterizada por el
mecanismo de conservación mutua, para luego pasar a un análisis funcional en donde se va
a precisar el “cómo” del proceso, para ello Piaget introduce la necesariedad funcional de las
negaciones y deduce a partir de allí el mecanismo de la equilibración a través del análisis de
las regulaciones y las compensaciones.
El objetivo de la obra “La equilibración de las estructuras cognoscitivas” es la de explicar el
desarrollo y la formacion de los conocimientos recurriendo al proceso central de la
equilibracion, entendido éste como estados en los que se articulan equilibrios aproximados,
desequilibrios y reequilibraciones. Esta secuencia es la que va a dar cuenta de un equilibrio
móvil y en constante superación, siendo por lo tanto un proceso y no un estado. Además
Piaget agrega: “La intención de una teoría que trata de explicar el desarrollo de las
estructuras cognitivas mediante la equilibración es evidentemente explicar la
reversibilidad final de las operaciones lógico-matemáticas (inversión y reciprocidad)
mediante mecanismos que no las presuponen desde el comienzo, pero que conducen
a ellas mediante etapas sucesivas, haciendo de ella un resultado necesario de las
construcciones psicogenéticas al tiempo que conservan un estatuto terminal de
norma intemporal y general.”2
Por lo tanto tenemos la conceptualización del equilibrio como un proceso, en tanto el
equilibrio no es un punto de llegada que supone un cierre final concebido de forma estática y
1
Por ejemplo la influencia de los trabajos acerca de la contradicción y luego la línea teórica que sigue la investigación
sobre los procesos funcionales y la microgénesis.
2
La equilibración de las estructuras cognitivas. Piaget J. Ed. Siglo XXI, España, 1978
permanente, sino que por el contrario, el nivel de mayor superación se caracteriza por un
equilibrio más estable en tanto más móvil, es decir, reversible. La noción de equilibrio queda
así ligada a la de reversibilidad y también a la de autorregulación. En este sentido dirá:
“…el progreso de los conocimientos no se debe a una programación hereditaria
innata, ni a una acumulación de experiencias empíricas, sino que es el resultado de
una autorregulación, a la que podemos llamar equilibración”3
Esta última cita nos remite a la tésis central de su teoría, en donde el conocimiento
procede de la acción, entendida ésta como la interacción entre el sujeto y el objeto, y que
se desarrolla mediante un proceso constructivo. Es decir, que no existen ni estructuras a
priori (independientes de la experiencia) innatas, ni se origina en las percepciones, como ya
tratara en su escrito “El mito del origen sensorial de los conocimientos científicos”4. Por el
contrario el modelo dialéctico que plantea implica la idea de construcción en donde en cada
estadío se realizará una coordinación nueva de los elementos que en el estadio precedente
constituían una unidad pero que en el siguiente se hallan diferenciados, es decir, que el
proceso va hacia una mayor diferenciación (descentramiento) y coordinación de lo que se
diferencia. Esta idea de que en cada estadío aparece una nueva coordinación de los
elementos que provienen del estadío anterior es otra manera de decir que toda génesis
proviene de una estructura y que toda estructura tiene una génesis, ya que las nuevas
coordinaciones y la reorganización en un plano o nivel superior suponen la integración de
aquello que ha sido estructura en el nivel precedente, pasando así a ser sub-estructura o
sub-sistema, según el caso, de la nueva organización. Es en este movimiento dialéctico en
donde podemos situar la apertura y el cierre del ciclo cognitivo.
El concepto de ciclo cognitivo, nos remite al modelo de un sistema dinámico capaz de
sostener intercambios con el medio (abierto), a la vez que mantiene el orden funcional y
estructural (cerrado). Por lo tanto lo que caracteriza al ciclo cognitivo, su apertura y su cierre,
es una forma no lineal.
Piaget esquematiza este ciclo de la manera siguiente:
(AxA') → (BxB'') → ( C2xC') → ... → (ZxZ') → (AxA') →, etc.
En donde A, B, C son las partes constitutivas de un ciclo y A´, B´, C´, los elementos del
entorno necesarios para su alimentación. Es por ello que es cerrado en tanto ciclo que
comienza y retorna (ZxZ') → (AxA'), a la vez que mantiene su apertura para alimentarse con
los elementos con los que entra en relación con el medio.
Por ejemplo si partimos de los reflejos (como esquemas de asimilación iniciales e innatos) y
tomamos el caso de la succión, veremos cómo a partir del nacimiento y luego de unos días
por el ejercicio funcional y la interacción con el objeto (en este caso el pecho), el esquema
se va afianzando y ajustando permitiendo que el niño encuentre cada vez con mayor
facilidad el pezón. Es decir, que el ciclo permite que el esquema al ser alimentado en este
caso en las distintas situaciones por el elemento pecho, genere un circuito en el que los
trayectos se irán ampliando a la vez que afianzádose permitiendo la asimilación del objeto y
la acomodación del esquema según las particularidades del mismo. Es así que cuando las
3
4
Epistemología genética y equilibración. Piaget J., Inhelder B., García R., Voneche J. Ed. Fundamentos, España, 1981.
Psicología y epistemología, Cap. IV, Piaget J. Ed. Ariel, España, 1979.
fronteras del esquema se vean rápidamente desbordadas por el contacto con otros objetos
(mano, biberón, sábana, etc.) se producirá un nuevo acomodamiento del esquema, lo que
implicará su diferenciación sin que por ello se pierda la continuidad del ciclo. Por ejemplo se
extenderá a la succión del pulgar sin que se pierda la capacidad relativa a la succión del
pecho y sin que quede afectada la continuidad funcional del esquema.
Por lo tanto, el sistema cognitivo se caracteriza por un orden cíclico que a la vez involucra
jerarquías, subsistemas (por ej. los instrumentos cognitivos que le permiten al sujeto
clasificar, seriar, establecer medidas, etc.) enlazados también por conexiones cíclicas con
relaciones de interdependencia, lo que lleva a poner en primer plano la idea de conservación
mutua, que prevalece para sostener la continuidad funcional del todo.
La conservación se va a dar en distintos niveles, entre los esquemas y los objetos, entre los
subsistemas entre sí y entre los subsistemas y la totalidad de la organización. Siendo la
acción la que introduce la posibilidad de superación de lo instintivo en tanto que en el
proceso de asimiliación y acomodación de los esquemas, signado por los distintos
momentos del proceso de equilibración, se irá produciendo la ampliación del medio, vía
diferenciación y coordinación de los esquemas, aumentando así los poderes originarios del
organismo. El eje de esta construcción se orienta desde el egocentrismo al
descentramiento, esto implica cada vez mayores distancias en el espacio y el tiempo con la
consiguiente construcción de trayectos de mayor complejidad, lo que permite gradualmente
el alejamiento de lo concreto en una progresión que culmina con la instauración del universo
de lo posible sobre lo real, es decir, la liberación del pensamiento con respecto al mundo
concreto.
Piaget va a enunciar dos postulados:
1) Todo esquema de asimilación tiende a alimentarse incorporando
elementos exteriores a él y compatibles con su naturaleza.
2) Todo esquema de asimilación se encuentra obligado a acomodarse
a los elementos que asimila, modificándose según sus
particularidades, sin perder continuidad ni sus anteriores poderes de
asimilación.
Y además afirma la necesidad de un equilibrio entre la asimilación y la acomodación dando
lugar preponderante a la continuidad del ciclo cognitivo. Es decir, que aquí tenemos el
equilibrio conceptualizado en un nivel descriptivo y caracterizado por el mecanismo de las
conservaciones mutuas.
Los ciclos epistémicos se basan entonces en dos procesos fundamentales: la asimilación y
la acomodación que son las invariantes que se presentan en las tres formas de interacción
del sistema:
•
•
•
entre el sujeto y el objeto
entre los subsistemas entre sí
entre los subsistemas y la totalidad
Se mantiene la conservación mútua en estos tres niveles, en donde para el primer caso, si
bien el objeto es necesario siempre para el desarrollo de una acción, es la acción la que
confiere significación a ese objeto, por lo que se implican y conservan mutuamente. Lo
mismo sucede con las interacciones entre los subsistemas, un ejemplo de ello lo tenemos
cuando sucede la coordinación oculo-manual, en donde se deben asimilar y acomodar los
esquemas de manera recíproca a favor de la conservación mutua y la posibilidad de operar
conjuntamente sobre el mismo objeto, y finalmente en relación a la totalidad tenemos que la
integración en un todo refiere a la asimilición así como la diferenciación va a hacer
necesarias las acomodaciones.
Respecto del equilibrio, éste se presentará también como los tres tipos de equilibraciones
posibles según los tres niveles de interacción precedentes. Es decir:
•
•
•
equilibración entre la asimilación de los objetos a esquemas de
acción y la acomodación de los esquemas a los objetos
equilibración en las interacciones entre los subsistemas
equilibración progresiva de la diferenciación y la integración
En relación a la equilibración entre los subsistemas tenemos la particularidad de que dichos
subsistemas suelen construirse a velocidades diferentes, lo que conlleva a desfazajes
temporales y a desequilibrios que deben ser compensados para lograr la reequilibración y la
coordinación de los mismos.
Tenemos entonces un equilibrio dinámico, cuyo proceso sigue la secuencia equilibrio,
desequilibrio, reequilibrio, pero hasta ahora caracterizado desde el punto de vista
descriptivo, pasaremos ahora a situar la razón de los desequilibrios y al análisis funcional del
proceso.
La razón de los desequilibrios.
“…los desequilibrios de partida son un hecho, como la búsqueda de coherencia es
otro (que la lógica expresa de un modo normativo), queda por explicar el paso de los
primeros a la segunda, lo cual es la tarea propia de la teoría de la equilibración.”5
Los desequilibrios desempeñan una función desencadenadora de la acción que busca la
superación del estado y por lo tanto es un motor o una motivación que cuando da lugar a
reequilibraciones superadoras pasa a formar parte del proceso de desarrollo del
conocimiento. Pero no en todos los casos sucede que los desequilibrios desembocan en una
mejora o en la reequilibración, es decir que la fuente del progreso cognitivo se funda en la
reequilibración en tanto superadora. Por otra parte los desequilibrios y contradicciones
capaces de generar un conflicto cognitivo son mucho más frecuentes en los niveles iniciales
del desarrollo (niveles preoperatorios), y esto se halla directamente ligado a las
circunstancias psicogenéticas o históricas y no tanto al nivel de complejidad de los
problemas a los que se encuentra expuesto el sujeto.
A partir de los estudios sobre la contradicción es que Piaget va a responder desde sus
observaciones afirmando que se trata de un desajuste entre las afirmaciones y negaciones,
es decir, entre los caracteres positivos de los objetos, de las acciones o de las operaciones
en desmedro de las negaciones que se construyen de un modo secundario. El motivo es que
nos centramos en las afirmaciones dado que éstas están presentes y al alcance desde el
punto de vista perceptivo, y en cambio la ausencia de un objeto (equivalente de su negación)
se construye en función de previsiones, y de la coordinación de acciones que superan
5
Op. cit. (2).
ampliamente el nivel perceptivo. Las conceptualizaciones también se inician a partir de la
organización de los caracteres positivos, mientras que la negación va a depender también
de comprobaciones derivadas, previsiones y construcciones.
Por ejemplo en una clasificación para que funcione la inclusión jerárquica, se hace necesario
el ajuste entre las negaciones y las afirmaciones del siguiente modo:
A + A´ = B y B + B´ = C ….., etc.
donde están involucrados tanto los aspectos positivos como las negaciones ya que:
A´ = B . (no -A)
y
A = B . (no –A´)
La asimetría entre las afirmaciones y negaciones es el motivo y la razón sistemática de los
desequilibrios, produciendo desajustes en las interacciones entre el sujeto y los objetos,
entre los subsistemas y entre la totalidad y las partes.
Para deducir el mecanismo funcional de la equilibración entonces pasaremos al análisis de
las regulaciones y compensaciones.
El mecanismo de la equilibración: regulaciones y compensaciones.
Las regulaciones son sistemas de feedback o bucles que permiten la modificación de la
acción a partir del resultado o efecto producido por la misma. Es decir, que funcionan en un
proceso de retroalimentación (concepto tomado de la cibernética), teniendo éste una
estructura circular, en el que el efecto producido por la acción ingresa nuevamente como
información en vistas a que el sistema se autorregule para el mantenimiento del equilibrio.
Un ejemplo claro de este tipo de mecanismo se puede observar en las reacciones circulares
(primarias, secundarias, terciarias) del período sensoriomotor. Por ejemplo, cuando ya se
observa una coordinación entre la visión y la prensión, (subestadío III del sensoriomotor) y el
niño toca o tira por azar de un cordón que está suspendido sobre su cuna y dicha acción
desencadena el movimiento de los juguetes que se hallan a él ligado o el sonido de
sonajeros, el espectáculo desencadenado al resultar de su interés lo impulsará a la
repetición de la acción ya no por azar. Es decir, que nuevamente tirará del cordón,
retroalimentando el circuito a partir del efecto producido por la primera acción. Las
regulaciones además funcionan como un sistema de control diferenciándose en dos tipos:
retroalimentaciones positivas y retroalimentaciones negativas. Las retroalimentaciones
positivas implican un refuerzo en la acción, mientras que las negativas suponen una acción
correctiva. Siempre se tiene que corroborar que, para que sea considerada una
regulación como tal se debe comprobar una modificación de la acción y no una mera
repetición. Por ejemplo, en el caso de las reacciones circulares terciarias cuando el niño
está intentando aprender algo por ensayo y error y al realizar una acción se equivoca
(aplicando un esquema cuyo efecto resulta en una previsión falsa en relación al objetivo que
se propone), por ejemplo estira su brazo sobre la mesa para poder obtener un objeto de su
interés y fracasa en el intento. Esto se constituirá en un estímulo que lo llevará a ir probando
repetidamente en sucesivos ensayos hasta lograr el ajuste adecuado en función del objetivo.
Por lo que la repetición de la acción involucrará además cambios correctivos y/o refuerzos
respecto del o los esquemas aplicados inicialmente con vistas al logro de dicho objetivo
(mayor estiramiento de su cuerpo sobre la mesa, tomar y tirar del mantel para acercar el
objeto). Entonces tenemos que entender que cuando decimos corrección y refuerzo nos
estamos refiriendo a la modificación del esquema (acomodación) y a la posibilidad de añadir
trayectos (bucles) cuyo resultado será el de estabilizar la acción.
De todos modos tanto las regulaciones positivas como las negativas funcionan de
manera complementaria, por ejemplo la estabilización de un hábito requiere de
retroalimentaciones positivas pero a la vez supone tanteos y acomodaciones propios de las
retroalimentaciones negativas.
Estos dos tipos de regulaciones funcionan además en relación a las perturbaciones y
específicamente respecto del tipo de perturbación de que se trate. Aquí cabe definir el
término perturbación como todo aquello que constituye un obstáculo para una
asimilación, existiendo dos grandes clases o tipos de perturbaciones: las que se
corresponden con las resistencias del objeto, obstáculo para las asimilaciones recíprocas
de esquemas o subsistemas y las lagunas. Las del primer tipo suelen aparecer como
errores o fracasos por ej. cuando en las tomas de conservación de sustancia (experiencia
con la bolita de plastilina) el niño no puede dar aún respuestas conservadoras pero
comienza a ser conciente del error cuando se intensifican las condiciones de la deformación
(estiramiento y adelgazamiento extremo de la bolita) que le permite reintegrar las relaciones
que había descuidado (más largo pero menos ancho); y gracias al mecanismo regulatorio
intuitivo va a establecer una corrección por reacción contra la exageración de un aspecto
perceptivo. Allí el sujeto deberá acomodar su esquema por retroalimentación negativa
(corrección del argumento más largo más cantidad por más largo pero menos ancho o más
angosto) comenzando a articular las dos relaciones en un comienzo de manera sucesiva
para luego pasar a considerarlas simultáneamente por coordinación de ambos puntos de
vista. Es decir que este proceso va a desembocar en la reversibilidad. Por lo tanto las
regulaciones y compensaciones regulatorias son las que preparan el camino a la
reversibilidad. Veremos luego la relación entre regulación negativa y compensación.
El otro tipo de desequilibrio (las lagunas), se refiere a los casos en los que la información es
incompleta o insuficiente para la alimentación de un esquema, haciéndose necesaria dicha
información para la consecución de la acción o la resolución de un problema. Esto quiere
decir que la ausencia o déficit debe ser detectado como tal y convertirse en un problema que
motive la búsqueda o prolongamiento de la actividad asimiladora. En este caso el modo de
lograr el reequilibrio es mediante regulaciones o retroalimentaciones positivas que
funcionarán rellenando el vacío o déficit de que se trate. Por lo tanto las lagunas y
retroalimentaciones positivas se referirán siempre a un esquema ya activado pero con
alimentación insuficiente para su funcionamiento.
Pero en ambos casos hay que tener en cuenta que no toda perturbación desemboca en
una regulación ya que hay perturbaciones que lejos de motivar un movimiento hacia la
reequilibración funcionan interrumpiendo la acción o dirigiendo la actividad hacia otro
destino. Por ello es que si bien toda regulación es una reacción a una perturbación, no
toda perturbación desemboca en una regulación.
Veremos ahora la relación de la regulación con las compensaciones. Tenemos que toda
regulación hace que intervengan en su ciclo dos procesos en sentido contrario: retroactivo
(va del resultado de la acción a su repetición) y proactivo (conduce a una corrección o
refuerzo). Estos dos movimientos no son todavía operaciones (directas o inversas) debido a
que funcionan por trayectos diferentes (bucles) aunque en su orientación uno se
corresponda con la negación del otro, pero sí se los puede considerar preparatorios de la
reversibilidad. Así como no toda perturbación desemboca en una regulación podemos decir
que sólo en algunos casos las regulaciones desembocan en compensaciones. Pero
comencemos por definir el término compensación:
“Si denominamos compensación a una acción de sentido contrario a un efecto dado
que tiende, por lo tanto, a anularlo o a neutralizarlo, es evidente que las retroalimentaciones
negativas desempeñan tal función en cuanto instrumentos de corrección.”6
En la cita queda claramente explicitado cuando las regulaciones desembocan en una
compensación y el tipo de regulación de que se trata. Tenemos entonces que una
compensación resultará en una acción inversa o correctiva que compense las
perturbaciones mediante negaciones parciales o completas (por ej. en las conductas
motrices cuando uno anda en bicicleta y tiene que inclinarse en las curvas porque la posición
demasiado vertical hace peligrar el equilibrio está realizando una compensación completa, o
cuando se hace necesaria la diferenciación de un esquema en subesquemas con las
negaciones parciales que ello requiere).
Entonces tenemos que las regulaciones mediante retroalimentaciones negativas
desembocará siempre en una compensación. Por otra parte Piaget define dos clases de
compensaciones: las que consisten en anular la perturbación, que son las
compensaciones por inversión, y las que diferencian el esquema para acomodarlo al
elemento perturbador, que son las compensaciones por reciprocidad. Como se puede
observar estamos utilizando terminología y definiciones afines al concepto de reversibilidad y
cabe aquí recordar el objetivo que Piaget se plantea con esta obra y que citáramos al
comienzo de este artículo en donde se propone explicar el desarrollo de las estructuras
cognitivas mediante el proceso de equilibración y para ello va a explicar la reversibilidad final
de las operaciones, por inversión y por reciprocidad, a través de mecanismos que no las
presuponen desde un comienzo pero que conducen a ellas. Es decir, que estos mecanismos
regulatorios y compensatorios preparan para la reversibilidad a la vez que son mecanismos
formadores en tanto constructivos y conservadores. Aquí vale recordar el concepto de
conservación mútua y como juegan las implicaciones mutuas de las negaciones y
afirmaciones, de los procesos proactivos y retroactivos, ligados a la idea de construcción
posibilitada también por los mecanismos regulatorios y compensatorios.
Por otra parte las regulaciones se pueden clasificar también según sus contenidos, ya sea
que regulen un observable (abstracción empírica), en un proceso de conceptualización
(adaptación de una forma a un contenido material) por ej. cuando abstraigo el elemento azul
de un conjunto de objetos de distintos colores y realizo una clasificación según los objetos
posean o no esta propiedad. Continuando con el desarrollo se producirá la construcción de
nuevas formas sobre estas de primer grado, lo que conduce al mecanismo de regulación de
regulaciones que guarda una estrecha relación con el mecanismo de la abstracción
reflexionante que trataremos más adelante. Es decir, que se regula sobre lo regulado y el
proceso va terminar con la autoorganización regulatoria del sistema.
Piaget va a plantear además, que las leyes de la totalidad del sistema cognitivo van a
prevalecer por sobre las propiedades cambiantes de sus componentes por lo que va a
proponer al todo como el gran regulador interno o termostato que impondrá normas a las
regulaciones parciales sometiéndolas a favor de la conservación de la totalidad. También
dirá que las regulaciones culminan en una equilibración maximizadora, que supera el
estado inicial o de equilibración simple, estabilizando la acción inicial pero agregando nuevos
6
La equilibración de las estructuras cognitivas, Cap. I, pag. 30. Piaget J. Ed. Siglo XXI, España, 1978
circuitos retroactivos y proactivos, lo que lleva a un mayor afianzamiento y aumenta el poder
de las negaciones lo cual constituye también un progreso constructivo.
Ahora pasaremos entonces a tratar el tema de la equilibración maximizadora.
La equilibración maximizadora.
Como decíamos en un comienzo el proceso de la equilibración cognitiva nunca tiene un
punto detención y supone niveles de superación y no sólo de reestablecimiento del
equilibrio. Es aquí donde podremos hablar de una equilibración maximizadora que se
orientan hacia un equilibrio mejor, en tanto es capaz de anticipar e integrar un mayor número
de compensaciones virtuales. Es decir, de procesos de transformaciones donde lo virtual se
refiere a las acción o actividad internalizada.
La actividad maximizadora queda plasmada de dos maneras:
a) Cuando la mejora es el resultado de las regulaciones compensatorias.
b) Cuando las novedades se obtienen mediante la abstracción reflexiva surgidas a partir
del mismo mecanismo de estas regulaciones.
Cabe aclarar que sólo mencionaremos algunos ejemplos al respecto.
a) Al añadirse transformaciones en el sistema por efecto de las regulaciones se pueden
observar ciertas mejoras en relación al campo referencial de un esquema, esto por
ejemplo sucede cuando la noción operatoria de peso se considera no sólo según la
presión que ejerce sino también en relación a la posición en un sistema de referencia.
Este caso se puede observar con facilidad con el juego infantil del sube y baja, en
donde el niño cuando advierte la posibilidad de modificar la dinámica del juego
cambiando de posición, más cerca o lejos de los extremos o del eje central, percibe
claramente la diferencia del peso según las distintas posiciones y no sólo en función
de la presión ejercida hacia abajo por su propio cuerpo.
Otro caso también se da cuando aumentan las mejoras en la comprensión, es decir,
cuando se produce un nivel de mayor diferenciación de un esquema en subesquemas
lo que permite una mayor precisión en los encajes operatorios con la consecuente
asimilación de elementos que pasan a formar subclases. Esto sucede por ejemplo en
los casos en donde un objeto que era dejado de lado como inclasificable para una
determinada estructura clasificatoria, pasa a ser clasificable gracias al mayor ajuste y
diferenciación de los esquemas en subesquemas, formando así parte de una
subclase que no estaba prevista en el esquema clasificatorio inicial.
b) Para el segundo caso donde las mejoras de la equilibración se extraen de la
estructura misma de las regulaciones, podemos mencionar como paradigmático el
proceso de la abstracción reflexiva.
La abstracción reflexiva, que Piaget la menciona como equivalente de la regulación de
regulaciones, es un proceso que está constituido por dos momentos indisociables:
1) un proceso de reflexión
2) un producto de la reflexión
El proceso implica una proyección o reflejamiento en un nivel superior de lo que fue
extraido de un nivel precedente y el producto se refiere a una reorganización cognitiva
de lo que fue transferido en el sentido de una reconstrucción. Por ejemplo el grupo de
las cuatro transformaciones INCR es el resultado del reflejamiento de las dos
reversibilidades (inversa y recíproca) del estadío operatorio concreto, pero que se ven
reorganizadas y reestructuradas en esta nueva estructura de conjunto. Es decir, en el
estadío previo constituían dos formas operatorias pero que funcionaban de manera
independiente, pero al ser proyectadas y reorganizadas en una nueva estructura de
conjunto se convierten en un producto de la reflexión en el grupo cuaternario.
Para terminar veremos las tres conductas principales en cuanto a las relaciones entre las
modificaciones y las compensaciones:
Conductas tipo alfa: cuando la compensación tiende a la negación o anulación de la
perturbación. Aquí podemos observar dos situaciones:
1) Cuando la perturbación es considerada fuerte desde el punto de vista del
sujeto, éste la anulará o eliminará. Por ejemplo cuando deja de lado un
elemento en una clasificación porque lo considera inclasificable.
2) Cuando la perturbación se encuentra próxima al punto de equilibrio realizará
modificaciones de sentido inverso a la perturbación. En el estadío
sensoriomotor por ejemplo, cuando se produce una asimilación recíproca de
esquemas (coordinación de la visión y la prensión en el caso de un objeto que
es mirado y a la vez tocado), y a partir de la intersección de estos esquemas es
que se puede observar una laguna cada vez que uno de ellos es activado sin el
otro, por ejemplo cuando es visto pero no puede ser alcanzado. En este caso
el alejamiento constituirá una perturbación que será compensada con un
movimiento de sentido contrario a la distancia establecida por ese alejamiento.
Este tipo de conductas son parcialmente compensadoras y el equilibrio que
resulta de ellas sigue siendo muy inestable.
Conductas tipo beta: integra al elemento perturbador, no anula ni rechaza el elemento como
en el caso anterior (conductas alfa) y se aboca a una reorganización modificando el sistema
por desplazamiento de equilibrio hasta asimilar la perturbación. El tipo de compensación en
juego es la recíproca, haciendo que el elemento perturbador se convierte en una variación
en el interior del sistema gracias a las nuevas relaciones que unirán dicho elemento a los
que ya estaban organizados. Es decir que integra o interioriza las perturbaciones
transformándolas en variaciones internas del sistema. Un ejemplo de ello es cuando por este
mecanismo se introducen solidaridades del tipo recíproco entre el alargamiento y el
adelgazamiento del
bastón de plastilina y su inversa,
entre el acortamiento y
ensanchamiento del diámetro.
Las compensaciones son aún parciales pero resultan de un nivel superior a las de las
conductas alfa, pues si bien prolongan en un sentido las anulaciones de las alfa mediante
una modificación de dirección opuesta, la diferencia es que la modificación no anula la que
introduce el objeto perturbador sino que modifica el esquema de asimilación para
acomodarlo al objeto y seguir su dirección. Es decir, integración por acomodación del
esquema.
Conductas tipo gama: anticipa las posibles variaciones, por lo que las perturbaciones
pierden su carácter perturbador debido a que son previsibles y deducibles, es decir, son
anticipadas como transformaciones virtuales del sistema. El ejemplo clásico es el de las
estructuras lógico-matemáticas, en donde se integran las transformaciones que puedan ser
inferidas. Estas transformaciones implican de todos modos el juego de las compensaciones,
sólo que cada transformación o puede ser completamente anulada por su inversa o
invertida por su recíproca, formando parte de un sistema en que todas las acciones o
transformaciones son solidarias. Por lo tanto el sentido de la compensación es el de una
simetría inherente a la organización misma, simetría entre las afirmaciones y negaciones,
que invoucra la totalidad del sistema. La compensación es completa y se corresponde con
los trabajos virtuales y el cierre de la estructura elimina toda contradicción que emane del
exterior o del interior.
Tenemos un progreso sistemático de la primera a la tercera de las conductas, subrayando
que se trata de fases y no de estadíos que se encuentran de una forma bastante regular en
los distintos períodos. En todos los niveles encontramos compensaciones pero su significado
se modifica en función de que caracterizan grados de equilibrio muy diferente. Equilibrio
inestable y de campo restringido en el caso de la primera reacción, desplazamientos de
equilibrio y reorganización en el segundo, y equilibrio móvil pero estable en el tercer caso.
Esto es solidario con el mecanismo regulatorio, ya sea de anticipaciones o de retroacciones,
que se pone en juego respecto de cada tipo de conducta. En el primer caso hay una
ausencia de retroacciones y anticipaciones que serían las que posibilitarían integrar las
perturbaciones al sistema, por lo que funciona entonces la anulación o el desplazamiento de
los efectos de la perturbación. Para el segundo caso los procesos retroactivos permiten
retoques, acomodamientos parciales o reorganizaciones más completas, hasta llegar a
neutralizar la perturbación. Aquí está en juego la posibilidad de utilizar información con
posibilidades anticipatorias combinada con la nueva información aportada a partir de las
reestructuraciones retroactivas. Y en el último caso las anticipaciones y retroacciones están
presentes por las composiciones operatorias directas e inversas.
Piaget pone a las perturbaciones y a los mecanismos y conductas hasta aquí expuestos,
formando parte del proceso fundamental de la equilibración, en donde vuelve a situar su
objetivo y dice:
“Esta incorporación de los factores inicialmente perturbadores que acaban por formar
parte de los sistemas, así como la interiorización de las compensaciones hasta sus
generalizaciones en oposiciones inversas, no deben ser traducidas solamente en
términos de diferenciaciones e integraciones, a lo que abocan a fin de cuentas: su
significado más inmediato es el de contribuir al proceso formal fundamental de la
equilibración: la construcción de las negaciones, en correspondencia con las
afirmaciones o, dicho de otro modo, la reversibilidad de las operaciones.” 7
Entonces tenemos que este movimiento que va hacia un mayor descentramiento, donde las
perturbaciones son el motor o elemento desencadenante que pone en marcha los
mecanismos compensatorios que llevan hacia el reequilibrio, concluye invariablemente en la
construcción de la reversibilidad. Esta noción es central en su teoría, en tanto permite operar
mediante compensaciones virtuales (es decir, interiorizadas) y transformaciones simultáneas
en una estructura de operaciones interdependientes (nivel formal, grupo INCR), donde en el
7
La equilibración de las estructuras cognitivas, Cap. II, pag. 79. Piaget J. Ed. Siglo XXI, España, 1978
nivel de pensamiento se abre la posibilidad de poder trabajar con hipótesis y proposiciones.
Esto conlleva a un mayor campo de desarrollo ya que estos instrumentos cognitivos
permiten el manejo de un mayor número de variables (combinatoria) y de posibilidades
sobre lo real, es decir de pensamiento hipotético deductivo.
El ciclo del conocimiento, de los descubrimientos y de las novedades es entonces
enmarcado en un proceso dialéctico donde la equilibración siempre termina siendo
maximizadora, desarrollándose hacia una contínua superación y estabilización,
conservando a la vez los mecanismos funcionales y de aspectos estructurales, en pos del
mantenimiento del equilibrio del sistema y de su supervivencia.
Se puede observar aquí nuevamente el pensamiento dialéctico que atraviesa toda su obra y
que se sintetiza en el siguiente párrafo en alusión a los conceptos tratados hasta aquí:
“…lo propio de las equilibraciones cognitivas consiste en que los contrarios no
solamente se atraen como dos cargas eléctricas de sentidos diferentes, sino que se
engendran mutuamente, lo cual supone un ciclo cerrado susceptible de ampliarse y
de enriquecerse al tiempo que conserva su forma de ciclo, pero explica también el
carácter indisociable de las construcciones y de las compensaciones, porque es
preciso que haya simultáneamente producción y conservación para que el todo
conserve a la vez las partes y viceversa en cada modificación”.8
Hasta aquí hemos hecho un recorrido sobre los conceptos centrales del modelo de la
equilibración, del cual presentaremos para finalizar una esquematización gráfica.
8
La equilibración de las estructuras cognitivas, Cap. I, pag. 47. Piaget J. Ed. Siglo XXI, España, 1978
Esquema del proceso de equilibración:
PERTURBACIONES
EQUILIBRIO
DESEQUILIBRIO
lagunas
REEQUILIBRIO
EQUILIBRACION
MAYORANTE
resistencias al
esquema asimilador
REGULACIONES
retroalimentación
positiva (relleno)
retroalimentación
negativa (correctiva)
COMPENSACIONES
inversión - reciprocidad
REVERSIBILIDAD
REGULACION DE
REGULACIONES
ABSTRACCION
REFLEXIONANTE
Bibliografía.
La equilibración de las estructuras cognitivas. Problema central del desarrollo. Piaget J. Ed.
Siglo XXI, España, 1978.
Investigaciones sobre la contradicción. Piaget J y col. Ed. Siglo XXI, España, 1978.
Psicología y epistemología. Piaget J. Ed. Ariel, España, 1979.
Epistemología genética y equilibración. Piaget J., Inhelder B., García R., Voneche J.
Ed. Fundamentos, España, 1981.
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