LA PRIMERA SEMANA DE VIDA DEL POLLO

Anuncio
LA PRIMERA SEMANA
DE VIDA
DEL POLLO
PRODUCCIÓN
DE
CARNE
LA PRIMERA SEMANA DE VIDA DEL POLLO
Alberto VILLA
•
Jornadas Prof. de Avicultura. Córdoba,
15-19 Jun. 2009
Los primeros días de vida en el pollo son un factor
clave para el buen desarrollo de una manada, debido a
que en este periodo el animal va a experimentar una serie
de cambios metabólicos, fisiológicos y ambientales que
van a marcar hasta qué punto va a poder expresar todo
su potencial genético.
Durante la fase embrionaria el pollito es un animal
poiquilotermo, es decir, no regula adecuadamente su
temperatura corporal y depende de la del medio ambiente para mantener la suya. Tras el nacimiento, gradualmente van transformándose en animales homeotermos,
alcanzando esta característica sobre los 4-5 días de vida.
En el caso de pollitos provenientes de reproductoras más
jóvenes esto puede ocurrir 1 o 2 días más tarde.
La zona de neutralidad térmica de los pollitos es muy
estrecha, por lo que es fundamental proporcionarles una
temperatura adecuada en los primeros días ya que su temperatura corporal depende enteramente de las condiciones
que les demos y su capacidad de realizar ajustes de comportamiento y fisiología para adaptarse es muy limitada.
En esta fase se produce también el paso de una
alimentación de base lipídica —endógena— hacia el uso
de hidratos de carbono y proteínas —exógena—. El conseguir que los pollitos coman y beban lo más pronto
posible permite estimular el metabolismo del animal,
con la consiguiente buena reabsorción del saco vitelino
residual, lo que repercutirá en un buen desarrollo de los
sistemas digestivo e inmunitario, por la reabsorción de
los anticuerpos maternales presentes en la yema.
El conseguir depende de garantizar al animal unas
buenas condiciones ambientales —temperatura, humedad, ventilación, intensidad lumínica— y un reparto
uniforme y en número adecuado de los sistemas de agua
y comida que faciliten la iniciación al consumo.
Nuestros objetivos durante esta primera semana son:
- una alta viabilidad (99%)
- un peso del ave de 4 a 4,5 veces superior al del
primer día
- una buena uniformidad (80-90%)
- una completa reabsorción del saco vitelino
Preparación de la nave
La preparación de la nave abarca desde que se sacan
los pollos de una manada hasta que entran los de la
siguiente. Dando por sentado que se ha hecho un buen
trabajo de desinfección, desinsectación y desratización,
que asegure un buen nivel sanitario, nos centraremos en
la preparación como tal.
Lo primero a abordar es la preparación de la cama.
Como actualmente encontramos unas naves con suelo
de hormigón y otras de tierra, diremos que estas últimas
van a impedir una buena limpieza y desinfección, con
una posible persistencia de problemas patológicos de
una manda a otra, aparte de generar unas irregularidades en el terreno que pueden provocar desigualdades en
las alturas de los bebederos y comederos a lo largo de la
nave. En cambio, los suelos de hormigón presentan como
inconvenientes su poca absorción de agua y una temperatura más fría, pero permiten una mejor limpieza y
desinfección y proporcionan uniformidad en el piso.
A la hora de estudiar la clase de cama a emplear,
analizaremos primero las condiciones que queremos en ella:
- buen aislamiento
- buena capacidad de absorción
- ausencia de patógenos y producto tóxico
- comodidad para el pollo
- no ser pulverulenta
- bajo coste y disponibilidad en la zona
Los materiales más utilizados en España son:
- Viruta de madera: con gran poder absorbente y
aislante
SELECCIONES AVÍCOLAS • MARZO 2010 •
Pág. 7
LA PRIMERA SEMANA DE VIDA DEL POLLO
- Paja picada: con menos capacidad absorbente y
aislante y puede acarrear problemas por la presencia
de microorganismos.
- Cascarilla de arroz: con buena capacidad de absorción y aislamiento.
Estos dos últimos materiales son muy utilizadas en
zonas en las que hay alto cultivo de cereal y arroz,
respectivamente, proporcionando una cama con un
menor coste de los portes.
La utilización de una cama con buena capacidad
aislante, junto con un buen precalentamiento del local
va a permitir aislar a los pollitos de la temperatura más
fría del suelo de la nave, evitando unas pérdidas de calor
que derivarán en una disminución de resultados productivos y en un aumento de la mortalidad.
Para ello debemos colocar una altura de cama de
unos 5-10 cm, según el material, de 3-5 Kg/m2 en el caso
de viruta de madera y paja picada, lo que puede variar
según la época del año. Un reparto homogéneo de la
cama es fundamental para mantener una igualdad de
altura en los materiales.
Además, la cama debe estar seca y sin polvo. Si está
húmeda, la sensación térmica del pollo será inferior a la
temperatura que nosotros registramos, debido a un aumento de la conductividad del material, mientras que
una cama demasiado pulverulenta puede derivar en
problemas respiratorios posteriores.
Es recomendable el tratamiento de la cama con desinfectantes o fungicidas si tenemos dudas de su calidad.
Una vez acondicionada la cama, debe realizarse la
preparación y comprobación de los comederos, bebederos, calefacción y ventilación. Las sondas deben colocarse a la altura de los pollitos y en el centro del local.
Precalentamiento de la nave
El precalentamiento de la nave es fundamental,
debiendo tener claro que lo que queremos es calentar el
suelo hasta unos 28-30 ºC y que la temperatura ambiente a nivel del pollito sea de unos 31-34ºC, lo que obliga
a poner en marcha la calefacción 24-48 horas antes de
la entrada de los pollitos, dependiendo la época del año.
En las naves avícolas nos vamos a encontrar dos tipos
de calefacción:
- Con temperatura focal: el calor es emitido por
radiación infrarroja mediante campanas o pantallas de
gas. Esta calefacción calienta una zona concreta del
suelo, creando distintas temperaturas en el mismo, lo
que permite al pollito elegir la zona que quiere. Con esta
calefacción evitamos tener que calentar todo el volumen de la nave ya que sólo se caldea a nivel del suelo.
Al realizar la combustión dentro de la nave a partir de gas
Pág. 8 • SELECCIONES AVÍCOLAS • MARZO 2010
propano, se incorpora humedad al ambiente y se consume el oxígeno del interior. Su colocación debe ser uniforme por toda la nave y dependerá de la potencia de las
mismas y de la anchura de la nave.
Tabla 1. Temperaturas aconsejadas con
calefacción focal
Edad de los
pollitos, días
Temperatura bajo
la criadora, ºC
Temperatura
ambiente, ºC
0-3
4-7
8-14
35
33
30
29
27
26
- Con temperatura ambiental: Se calienta todo el
volumen de la nave con lo que el gasto es mayor que en
el caso anterior, acentuándose esto en naves mal aisladas ya que el calor se absorbe en los techos y paredes. El
reparto de calor no es uniforme y hay diferencias de
temperatura. Además produce un calor muy seco, pudiendo ser problemático en los arranques por falta de
humedad. La colocación de los aparatos se limita a pocos
puntos, lo que simplifica la instalación. Utiliza muchos
tipos de combustibles: propano, gasóleo, leña, orujo, etc.
Tabla 2. Temperaturas aconsejadas con
calefacción ambiental
Edad de los pollitos, días Temperatura ambiente, ºC
0-3
4-7
8-14
33-30
30-29
29-27
En general, tomaremos como necesidades caloríficas
que deben proporcionar con los sistemas de calefacción
unas 90 Kcal/m2 de superficie de la nave o su equivalente
de unas 5 Kcal/pollito.
Alojamiento de los pollitos
Una vez llegados los pollitos, debemos realizar su
descarga lo más rápida posible, debido a que se han
transportado con una alta densidad en las cajas y con un
ambiente muy cargado en cuanto a temperatura, humedad y ventilación. Una demora en la descarga puede
provocar que aumente la temperatura en las cajas, con
el consiguiente riesgo de haber más pollos deshidratados
y, en consecuencia, más mortalidad.
El reparto por la zona de cría debe ser lo más cuidadoso
y homogéneo posible y lo más próximo a los puntos de
comida y bebida.
LA PRIMERA SEMANA DE VIDA DEL POLLO
Siempre hay que comprobar el aspecto y vitalidad de
los pollitos que se reciben. Además del pesaje de unas
cuantas bandejas, se puede valorar la uniformidad del
lote. Es muy recomendable ver el estado de los ombligos,
comprobar la temperatura de las patas, el estado del
plumón, posibles deshidrataciones, malformaciones,
tarsos y picos enrojecidos, etc. Un pollito de calidad debe
estar activo, presentar un plumón seco, ojos grandes y
brillantes, patas cerosas al tacto y tener un ombligo
completamente cerrado.
Una vez que los pollitos ya han sido alojados, comprobar que los bebederos están a la altura adecuada y ajustar
la temperatura adecuada.
Temperatura
El pollito puede sufrir pérdidas de calor por:
- Radiación a través del aire, mediante ondas, de un
cuerpo más caliente a otro más frío. Un buen aislamiento permitirá reducir esta pérdida con las paredes
y yacija.
- Conducción, por contacto físico de un cuerpo
caliente hacia uno frío. En el pollito esta pérdida es
muy importante a través de las patas, al entrar en
contacto con una cama más fría que él.
- Convección pues el pollo calienta el aire que le
rodea y éste se eleva, dejando sitio otra vez al aire frío.
Con mayor velocidad del aire esta pérdida aumenta.
- Evaporación: es el calor perdido por la respiración y
las deyecciones.
Las 3 primeras vías se engloban en lo denominado
como “calor sensible”, y la cuarta como “calor latente”.
Cuando los pollitos llegan presentan una temperatura rectal de 39ºC, la cual aumentará hasta 40-41ºC en
unas horas. Si los hemos alojado con una deficiente
temperatura ambiental van a tener sensación de frío, lo
que provoca que se postren y se acurruquen en grupos
para intentar disminuir la superficie de pérdida de calor
con el ambiente que les rodea.
Si además hemos realizado un mal precalentamiento
de la nave, el suelo estará frío, lo que se ocasionará una
pérdida de calor del pollito hacia el mismo, por conducción, reduciendo gravemente su temperatura corporal.
Incluso con buenas temperaturas ambientales, si la cama
está fría las pérdidas de calor del animal serán importantes, y por tanto, el arranque no será el adecuado.
En algunas ocasiones es frecuente ver a los pollos
dentro de las bandejas de primera edad para evitar
contactos con suelos fríos y húmedos. El stress térmico
por frío en el pollo se da por debajo de 28ºC de temperatura
ambiente, provocando en pocas horas un descenso
marcado de su temperatura corporal.
Tabla 3. Efecto del precalentamiento de
la instalación sobre ciertas variables
productivas de los pollos (*)
Tiempo de Temperatura
precalentade la
miento, horas
cama, ºC
2
18
18
26
% de
patas
frías
% de
buches
llenos
90
2
65
96
Mortalidad
en 1ª
semana, &
2,5
0,6
(*) Cedó,
Los pollitos que están tumbados no consumen agua
ni pienso, lo que retrasa el proceso de reabsorción de la
yema residual, con una disminución del estimulo de
desarrollo de los sistemas digestivo e inmunitario y una
predisposición a tener procesos patológicos y metabólicos posteriores (ascitis y muerte súbita).
Todos estos acontecimientos derivados de una bajada de la temperatura corporal van a acarrear una disminución en el peso de los 7 días y, por consiguiente, en el
peso final de mercado y un aumento de la conversión
alimenticia y de la mortalidad en la primera semana.
Por el contrario, cuando hay una temperatura excesiva los pollitos empiezan a jadear o incluso pueden
aparecer parados y aletargados. El stress térmico por alta
temperatura aparece a partir de 36ºC, mientras que la
temperatura letal es de 45ºC.
Como muestran la figuras adjuntas, la distribución
de los pollitos bajo la zona de influencia de la calefacción
permite tener una idea de la temperatura que realmente
sienten.
Humedad
Un factor que tenemos que tener muy en cuenta es
la humedad de la nave. La humedad relativa deseada
Fig. 1. Temperatura interna de los pollitos alojados con distintas temperaturas ambientales (Le Menec, 1987)
SELECCIONES AVÍCOLAS • MARZO 2010 •
Pág. 9
LA PRIMERA SEMANA DE VIDA DEL POLLO
(1) distribuidos de forma regular, gracias
a una correcta y uniforme distribución de
la temperatura; (2) agrupados bajo el calefactor por baja temperatura; (3) alejados
del calefactor por exceso de temperatura;
(4) agrupados en una zona determinada
protegiéndose de una corriente de aire
(flecha azul).
Fig. 2. Reparto de los pollitos bajo una calefacción local
(García Martín, 2008)
para estos primeros días la situamos entre 55-70%. La
humedad modifica la sensación térmica que tiene el
pollito.
Con una alta humedad relativa – más del 80% - el
pollito pierde efectividad en el jadeo, por lo que la
temperatura de confort debe reducirse ya que el animal
está sintiendo calor. Además este exceso de humedad
puede repercutir en la cama, empeorándola.
Tabla 4. Temperatura ambiental
requerida según la humedad relativa
Edad, días
0
3
6
9
50
33
32
31
29,7
Humedad relativa, %
60
70
30,5
28,6
29,5
27,6
28,5
26,6
27,5
25,6
80
27
26
25
24
Fig. 3. Reparto de los pollitos en la nave con calefacciones de
tipo ambiental
Pág. 10 • SELECCIONES AVÍCOLAS • MARZO 2010
Por el contrario, con una humedad muy baja —menos
del 40 %—, el animal necesitará algo más de temperatura
para su confort térmico, notará sequedad, y aparecerá
somnoliento y con los ojos cerrados, pudiendo acabar en
una deshidratación. Por eso en algunas entradas de
pollos con muy baja humedad relativa es aconsejable
subirla con el accionamiento manual de los sistemas de
boquillas nebulizadoras.
Ventilación
Otro factor que puede modificar la sensación térmica
de los animales es la ventilación. Esta es necesaria para
poder eliminar los gases nocivos y los excesos de humedad y polvo que se producen dentro de la nave, así como
para aportar el oxígeno necesario. Los pollitos son muy
delicados frente a concentraciones altas de amoniaco,
aunque sean en cortos periodos de tiempo. Además,
debemos tener en cuenta que si tenemos los calefactores
con la combustión dentro de la nave se está consumiendo el oxígeno y estamos aportando gases nocivos al aire,
por lo que es necesaria una ventilación mínima, incluso
antes de que hayan llegado los animales.
El nivel mínimo de ventilación la podríamos marcar
entre 0,16-0,4 m3/ave/hora, dependiendo de la temperatura exterior y de la calidad del aire.
Tabla 5. Temperatura de sensación, según
la velocidad del aire
Temperatura de Velocidad Temperatura
la nave, ºC
del aire, m/s sentida, ºC
30
30
30
30
30
0,1
0,2
0,3
0,4
0,5
30
28
26
25
24
Diferencia,
ºC
0
-2
-4
-5
-6
Al ventilar, si no estamos dirigiendo el aire como
debemos, este puede estar creando una corriente a la
altura de los pollos, provocando que la sensación térmica
de estos sea bastante inferior a la que muestran los
termómetros. Por eso, tenemos que orientar a ventilación siempre hacia arriba para que el aire frío no caiga
sobre el pollo y evitar las entradas parásitas que generen
corrientes no deseadas. Trabajando con una buena depresión —25 a 40 pascal— se evitan estas caídas de aire
sobre los pollos. La velocidad del aire a la altura del pollito
deben ser inferiores a 0,1 m/s.
LA PRIMERA SEMANA DE VIDA DEL POLLO
Comederos y bebederos
Lo más importante en el arranque de los pollitos,
además de la temperatura, es proporcionarles un acceso
a la comida y bebida lo más fácil y rápido posible.
A nivel de comederos hay que procurar que haya
muchos puntos de comida, que estén repartidos
homogéneamente y que el pienso sea muy accesible
para el pollito.
Pensando en esto, para los 2-3 primeros días es
recomendable poner debajo de cada línea de bebederos
una tira de papel de 1 m de ancho a lo largo de la zona
de arranque —en una nave de 12 m, con 4 líneas, esto
supone cubrir un 25% del suelo— y echar sobre la misma
unos 65 g de pienso por pollito. El ruido del papel al ser
pisado por los pollitos va a servir de reclamo a otros,
consiguiendo que acudan a una zona muy acotada en la
que tienen el pienso y el agua muy accesible.
Además de los comederos de
la nave —se recomienda un plato
de 33 cm de diámetro por cada
60-70 aves y una tolva de 38 cm
de diámetro por cada 70 aves—,
debemos suplementar con 8
bandejas o tolvas de primera edad
por cada 1.000 pollitos para que
se alimenten con más facilidad
en los primeros días.
Debemos procurar separar
estas bandejas o tolvas de los
puntos más fríos de la nave, como pueden ser los zócalos
de las paredes o puertas, sobre todo en granjas con un mal
aislamiento a este nivel, para que los pollitos no se
acerquen a zonas frías y húmedas en las que su buen
arranque pueda comprometerse. En algunas naves, incluso, se pueden colocar unas pequeñas separaciones que
impidan a los animales acercarse a las paredes a lo largo
de la nave, evitando estos puntos los primeros días.
El rellenado de estas bandejas 2-3 veces al día los
primeros días estimula mucho el comportamiento de los
pollitos. Es imprescindible que el animal siempre encuentre comida en los puntos de alimento.
A partir del cuarto-quinto día el animal debe empezar
a comer paulatinamente en los comederos automáticos.
Los comederos automáticos que tenemos en la nave
deben estar llenos de pienso. En ocasiones estos comederos tienen mucha altura de borde y el pienso está muy
profundo para un fácil acceso del pollito, por lo que éste no
come si no se mete en él, siendo interesante el rellenado
manual de los platos hasta el borde y enterrar un poquito
el comedero en la cama para facilitar su acceso.
En cuanto a los bebederos, la premisa va a ser la
misma que con los comederos, que el acceso a ellos sea
rápido y fácil. El manejo variará según el tipo de bebedero
que tengamos.
En las líneas de bebederos de tetina, los 3 primeros
días de vida debemos disponer estas a la altura del ojo de
las aves y posteriormente ir subiéndolas para que éstas
se estire para beber, formando su espalda un ángulo de
45º con el suelo, teniendo siempre las patas bien apoyadas en él. Es indispensable ajustar la presión del agua en
la línea, según recomiende su fabricante y el caudal que
necesitan los pollos en cada momento. Para ello, es
recomendable tener reguladores de presión para asegurarse que es la misma a lo largo de toda la nave. Lo ideal
es que todas las tetinas tengan una gotita de agua
colgando para llamar a atención del pollito. A su vez, en
tetinas con recogedor conviene llenar de agua cada
cazoleta.
Si empleamos bebederos de campana, su altura debe
ser la del lomo de las aves, y estar lo más llenos que se
pueda, a unos 0,5 cm del borde y disminuir progresivamente hasta 1,25 cm cuando
tengan 7 días, proporcionando
0,6 cm de contorno por pollo.
Estos bebederos son más sucios
que los anteriores y están expuestos a mayor contaminación.
El agua de bebida debe tener
una calidad fisico-química y
microbiológica demostrada mediante los análisis pertinentes.
El tratamiento del agua con
higienizantes garantizará un
mayor control de su calidad microbiológica.
Es muy importante el llevar un control del consumo
diario de agua por parte de los pollos, así como verificar
el funcionamiento de los productos higienizantes y
realizar una limpieza con bastante frecuencia de los
circuitos de los sistemas cerrados, así como de los
mismos bebederos, en el caso de los de campana.
La temperatura ideal del agua es de unos 20ºC, por
lo que es interesante rellenar las líneas unas horas antes
de entrar los pollitos a fin de evita que esté muy fría, sobre
todo en invierno, lo que provocaría una reducción del
consumo y problemas digestivos.
Las necesidades por ave son:
- en bebederos de tetina, 8 unidades por cada 100
pollos
- en bebederos de campana, uno por cada 100 pollos
En las naves en las que se hace “pollera” —en ésta,
no pasar de 35-40 pollitos/m2—, hay que tener en cuenta
que las necesidades por pollo van a ser las mismas, o sea
que, a menos superficie, es fundamental el aporte de
material adicional de bebederos y comederos en su justa
proporción.
SELECCIONES AVÍCOLAS • MARZO 2010 •
Pág. 11
LA PRIMERA SEMANA DE VIDA DEL POLLO
En cuanto se pueda, conviene dar toda la nave a los
pollos, ya que un exceso de días en la pollera puede
implicar la aparición de desigualdades y un empeoramiento de la cama de esta zona.
Iluminación
Los pollitos son animales que durante los primeros
días van a necesitar una alta intensidad de luz para poder
estimularles hacia el consumo del pienso y agua y, por
tanto, para un buen desarrollo digestivo e inmune. Es
recomendable una intensidad lumínica entre 30-60 lux
a la altura del pollito y que ésta sea uniforme por toda la
nave. En caso de no poder garantizar esta intensidad
deberemos aportar puntos de luz adicionales.
A partir de la semana de vida la intensidad puede ser
reducida a 5-10 lux.
En esta primera semana suele proporcionarse luz las
primeras 24 horas del primer día, para quitar una hora el
resto de la primera semana. Dependiendo del programa
de luz empleado, se proporcionará más o menos horas de
oscuridad a partir de los 3-4 días.
Evaluación del manejo durante la
primera semana
A las 6-10 horas de entrar los pollitos ya podemos ir
valorando el estado de la manada. El animal ha tenido
tiempo suficiente de encontrar la comida y bebida y de
buscar su zona de confort térmico en la nave. A simple
vista el animal debe estar uniformemente repartido por
la nave y con una buena actividad.
Para comprobar que la temperatura proporcionada
ha sido la adecuada podemos realizar un test de patas a
100 pollos de distintas ubicaciones del local. Lo adecuado es que en este periodo de tiempo el 85% muestren las
patas calientes.
A su vez podemos tocarles el buche para calcular el
porcentaje de animales que lo tienen lleno. Su contenido
del buche debe ser redondo y con una textura pastosa,
lo que indicará que el animal ha comido y bebido, a
diferencia de aquellos otros buches que están duros, en
pollitos que no han bebido agua. A estas alturas el 85%
de los animales deben presentar el buche lleno. Realizando otra medición a las 24 horas debemos encontrar
que el porcentaje sea del 95%, siendo a partir de estas
horas del 100%, como se muestra en la tabla 6.
Además de estos muestreos, durante las primeras
horas del pollito en la granja es imprescindible un registro
de la temperatura y humedad que se tiene en la nave, así
como el consumo de agua de los animales.
Pág. 12 • SELECCIONES AVÍCOLAS • MARZO 2010
Tabla 6. Objetivos de llenado de buches
para un buen arranque.
Muestreo, horas
post-alojamiento
2
12
24
48
60
% de buches llenos
75
85
95
100
100
Otra verificación de un buen arranque es calcular la
uniformidad del lote a los 7 días de vida para expresar la
variación del tamaño de las aves. Tomando unas muestras de pesaje individual de 100 pollos, hay que contar
el porcentaje de ellos que entran en un rango del 10%
hacia arriba y hacia abajo del peso promedio. Un lote con
buena uniformidad estará por encima del 80%. Si se
realizamos un mal arranque se encontrará una manada
con alta variabilidad en los pesos, que tendrán unos
grandes problemas de desigualdad en el matadero.
El peso a los 7 días de vida también da una valoración
de la calidad del arranque. El animal debe haber
incrementado su peso corporal en 4-4,5 veces. Se ha
demostrado que, bajo unas condiciones de manejo adecuadas, por cada 10 g de peso que se ganan a los 7 días,
se obtiene un incremento de 40-60 g a los 35 días.
La mortalidad durante estos 7 días debe estar alrededor del 1%. La curva de mortalidad normal alcanza su
pico de bajas sobre el 3º-4º día, en el que empiezan a morir
los pollos que no han podido acceder a la alimentación
y fallecen al agotar las reservas vitelinas. De esto, no hace
falta deducir que cuanto peor sean las condiciones de
recepción de los animales, mayor será el pico de bajas que
se producirá y, en consecuencia, unas bajas de primera
semana por encima de lo normal.
Conclusión
Una buena recepción de los pollitos es fundamental
para que estos puedan desarrollar perfectamente sus
sistemas termorregulador, digestivo e inmunitario.
El control de la temperatura ambiental y de la cama,
junto con unas buenas condiciones de humedad, ventilación e iluminación, así como un estímulo rápido del
consumo de pienso y agua va a permitir que el pollito
pueda cumplir con un buen desarrollo de estos sistemas,
lo que se reflejará en una mejoría sanitaria de la manada
y de los resultados productivos.
Descargar