INFLUENCIA DE LAS CLASES DE EDUCACIÓN FÍSICA EN LA

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INFLUENCIA DE LAS CLASES DE EDUCACIÓN FÍSICA EN LA HIGIENE
POSTURAL
INTRODUCCIÓN
La higiene postural es una terapia que generalmente está infravalorada por
errores de concepto en un amplio colectivo de profesionales.
Es bastante frecuente que simplifiquemos todo lo referente a la higiene
postural, a los consejos para la adquisición del mobiliario, sin tener en cuenta en
demasía las necesidades específicas de cada sujeto.
Los niños en edades comprendidas entre 6 y 14 años, son los alumnos
adecuados para asimilar una serie de conceptos sobre el cuidado y la higiene corporal
de su cuerpo, y para convertir estos, en hábitos de conducta saludable. El centro
docente presenta un contexto favorable para intervenir en la prevención y promoción
de la salud, ya que es el lugar donde mayor tiempo pasan los jóvenes y en constante
interrelación con el grupo de iguales, además es un espacio de saber donde la figura
del profesor, juega un papel de autoridad y paternidad.
Debemos el profesorado como agente educador, proporcionar a los escolares
información básica sobre los hábitos posturales correctos e incorrectos, y sobre todo
su importancia en su organismo.
Desde el área de Educación Física voy a dar unos conceptos, unas pautas de
actuación y consejos para evitar esa mala higiene postural en nuestro alumnado, que
serán una herramienta muy útil para la comunidad docente en su conjunto, para los
propios alumnos/as y sus familiares, pues el tener una mala higiene postural en estas
edades sólo va a acarrearle en un futuro patologías y problemas de espalda que le
afectarán en su día a día en la salud y su vida laboral.
CONCEPTOS
Voy a empezar definiendo una serie de conceptos que aunque todos sabemos
lo que significan, muchas veces no somos capaces de transmitírselo a nuestro
alumnado.
Higiene postural : Son las medidas o normas que podemos adoptar para el
aprendizaje correcto de las actividades o hábitos posturales que el individuo adquiere
durante su vida, así como las medidas que faciliten la reeducación de actitudes o
hábitos posturales adquiridos previamente de manera incorrecta.
La postura y los hábitos posturales dependen fundamentalmente de la función
neuropsicomotriz, es necesario que el sistema nervioso y el aparato locomotor no
sufran deficiencias.
Se compone de dos tipos de factores diferenciados:
Los hábitos posturales, inscritos en nuestro esquema corporal (son internos y
dinámicos).
Los factores externos o ayudas, como son el mobiliario o los espacios
(estáticos).
Postura correcta: La que no sobrecarga la columna ni a ningún otro elemento
del aparato locomotor. Dentro de ella lo más recomendado es emplear el término de
postura armónica, para referirnos a la postura más cercana a la postura correcta que
cada persona puede conseguir, según sus posibilidades individuales en cada
momento y etapa de su vida.
La actitud postura: Es el conjunto de gestos o posiciones que hacen que las
posturas sean correctas o viciosas, dándonos una visión del individuo armónica o
disarmónica, pero siempre dinámica. Su adquisición se Inicia desde el momento del
nacimiento de una manera dinámica, pudiendo variar a lo largo de su vida.
ADQUISICIÓN DE HÁBITOS POSTURALES
Los hábitos y actitudes hay que educarlos desde que nacemos, en el primer
año de vida es cuando el niño/a acumulará sus primeras experiencias vitales para el
desarrollo del equilibrio y esquema corporal.
Lactancia
Es muy importante las posiciones que el bebé adopte en la cuna, así como el
mobiliario utilizado y la distribución de la habitación. Un ejemplo sería la situación de la
cuna en la habitación; la ventana y la puerta son elementos fijos en el espacio, pero
muy importantes, ya que por ellos se introducirán muchos estímulos visuales y
auditivos que marcan las primeras bases sobre las que montará su esquema corporal;
por lo tanto el niño debe ser cambiado de postura con frecuencia para que inicie un
desarrollo simétrico, tanto en su percepción como en su musculatura.
Primera infancia
Tendremos en cuenta la manera de aprender a comer, el mobiliario que
adaptemos en su habitación, la temperatura ambiente, el calzado, etc.
El niño pasará progresivamente del decúbito a la sedentación, a la
bipedestación y finalmente al movimiento. Conforme se acerque a la edad escolar la
postura de sentado ira tomando mayor importancia.
La edad escolar
En esta etapa se efectuarán los aprendizajes de hábitos posturales correctos
con la participación activa y consciente del niño/a, pero sin descuidar los factores
descritos anteriormente.
En esta etapa es donde la Educación Física, bien orientada, ejerce una
influencia muy beneficiosa. Pero por desgracia a veces no es todo lo provechosa que
debiera debido a que el profesorado presenta una incompleta preparación. Esta
situación, no sólo suele inutilizarla, sino que incluso puede servir para introducir o
fomentar errores y vicios en el esquema corporal del niño.
Para un correcto aprendizaje del niño/a utilizaremos el juego y basándonos en
su alta capacidad de imitación; gradualmente se podrá introducir prácticas deportivas,
siempre en forma de juego donde trabajemos los correctos hábitos posturales.
En esta etapa, hay una serie de peligros importantes destacando entre otros:
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La disminución de la cantidad de movimientos.
Mantenimiento de sedentaciones prolongadas durante el horario
escolar. Inicio de sufrir fatiga física y psíquica en el alumnado.
Dificultad en la adecuación del mobiliario.
Imitación de hábitos familiares viciosos.
Sesiones intensivas delante del televisor.
REEDUCACIÓN DE HÁBITOS POSTURALES VICIOSOS
Los hábitos y actitudes viciosas pueden aparecer por alteraciones patológicas
congénitas o adquiridas y por aprendizajes incorrectos.
La reeducación es esencialmente psicomotriz. Para reeducar es preciso
percibir y a veces flexibilizar, tonificar, enderezare y como objetivo final automatizar en
el esquema corporal la actitud más armónica que podamos conseguir.
Precisa en su reeducación un tratamiento individualizado, ya que a veces, los
consejos posturales no suelen conseguir el objetivo propuesto, sino que pueden
agudizar el defecto que queríamos mejorar.
Los consejos repetidos hasta la saciedad como “ponte derecho”, “siéntate
bien”, así como la amenaza de colocarle al niño un corsé o imponerle prácticas
deportivas, pueden agravar la mala actitud postural o negativizar su actitud psicológica
ante su problema.
Antes de enseñar y reeducar al niño/a hay que valorar cuales son las causas y
dificultades que hicieron que adquiriera una actitud viciosa, pues sino será muy difícil
lograr su reeducación.
Protocolo de reeducación del alumno/a
• Percepción del defecto por parte del alumnado en cuestión.
• Ejercicios para mejorar el balance muscular y articular (estiramientos y
tonificación muscular).
• Disociación de las sinergias preexistentes, independientemente
movimientos segmentarios.
de los
• Educación perceptiva del equilibrio y mejora de su esquema corporal.
• Automatización de la nueva actitud correcta, incorporándola a los gestos
estáticos y dinámicos de su vida diaria.
Aplicación práctica del docente de Educación Física
El reconocimiento del aparato locomotor del escolar es la primera medida,
imprescindible para poder analizar la existencia de las desalineaciones en
bipedestación y/o sedentación.
Para la percepción del defecto por parte del alumno/a y de su familia, es
preciso dialogar con ellos; es necesario mostrarle sus incorrectas posturas habituales.
Lo ideal es poder emplear un espejo para que ellos/as visualicen esas posturas
incorrectas y enseñarles cual sería la adecuada. Que ellos visualicen su mala postura
es imprescindible para la correcta aplicación de la higiene postural.
No podemos pasar a la siguiente fase reeducativa si no ha percibido su
postura y deduce y/o siente el porqué es incorrecta. Nos será también de gran utilidad
el uso de esquemas, dibujos y libros para que valla conociendo las correctas
posturas en las tres situaciones de acostado, sentado y de pie.
Podemos ya enseñarle que existen otras posiciones relajadas y cómodas con amplios
límites, más armónicas que producen sensaciones positivas y que pueden ser
mantenidas en el tiempo sin exigirles mayor esfuerzo del que hasta ahora realizaban
para mantener sus «malas posturas.
Una última fase sería que trate de integrar las posturas correctas en su
esquema motor. Le decimos que cierre los ojos y “sienta” estas nuevas posturas, para
que posteriormente compruebe si las sigue adoptando correctamente gracias a la
ayuda del espejo, para que finalmente con práctica logre integrarlas en su nuevo
patrón postural.
Es de suma importancia que las sensaciones que acompañan a las nuevas
posturas no ocasionen tensión ni incomodidad, ya que mientras no logremos asociar
comodidad con postura correcta, no lograremos corregir un mal hábito postural.
INFLUENCIA DE LA EDUCACIÓN FÍSICA EN LA HIGIENE POSTURAL
1ª Puede mejorar significativamente la frecuencia y gravedad de las dos
alteraciones más prevalentes del aparato locomotor en edad escolar, mediante un
adecuado programa de extensibilidad isquiosural y mejora postural, tanto en
enseñanza primaria como secundaria.
2ª Existe una clara mejora de la disposición dinámica de las regiones torácica y
lumbar tras la actuación sobre el esquema corporal dinámico, lo que corrobora la gran
importancia que el esquema corporal posee en el tratamiento de las desalineaciones
del raquis, por lo que, actuando adecuadamente en estas edades de desarrollo de la
columna vertebral se puede reducir el número y estructuración de las cifosis. Por el
contrario, con actitudes no intervencionistas, la tendencia natural es hacia el
agravamiento.
3ª. Existe una mejora en los hábitos sedentes, estas posiciones, pueden
deberse a una transferencia de la postura adquirida en los ejercicios durante las clases
de educación física.
EJERCICIOS A PODER REALIZAR EN LAS CLASES DE EDUCACIÓN
FÍSICA EN LA MEJORA DE LA HIGIENE POSTURAL
Podemos hacer en las clases una serie de ejercicios básicos que los podemos
introducir bien en el calentamiento o en la vuelta a la calma de la sesión, estos nos van
a ayudar a ganar flexibilidad, potenciación, corregir la estática defectuosa y eliminar
las molestias.
-
Los ejercicios deben de adaptarse a cada persona y patología.
Aumentar las repeticiones y la resistencia de forma progresiva.
Realizar los ejercicios de forma lenta y sin forzar a que aparezca el dolor.
Deben de coordinarse con ejercicios respiratorios.
Cervicales
-
Flexión anterior, llevar la barbilla en contacto con el esternón.
Inclinación, sin elevar el hombro contrario y mirando al frente, llevar la oreja
al hombro contrario.
Rotación, mirando al frente, girar alternativamente la cabeza a cada lado.
Intentar crecer, tratando de separa la cabeza del cuerpo, bajando los
hombros.
Isométricos sin movimiento, manteniendo la contracción 5 segundos:
a. Mano en la frente, apretar y descansar.
b. Mano en el lateral de la cara, no permitir la rotación.
c. Mano en el lateral de la cara, no permitir la inclinación.
Cérvico-dorsales
-
Elevación de hombros, lentamente subimos los hombros, mantenemos
unos segundos y bajamos.
Rotación de hombros lentamente.
Aproximación de omóplatos, llevar los hombros atrás, mantener unos
segundos y descansar.
Dorso-lumbar
-
Estiramiento axial, pies separados, con los brazos arriba intentar crecer.
Inclinación lateral, desde la misma posición anterior, llevamos los brazos
hacia un lado.
Inclinación anterior, desde la misma posición, llevamos los brazos hacia
delante.
A continuación voy a desarrollar actividades que pretenden ampliar los
recursos de trabajo dirigidos hacia la reeducación y educación de la actitud postural;
aportando así una mayor motivación a través de la variación de estímulos, a la vez que
abrimos un abanico de posibilidades motrices.
Educación y trabajo respiratorio
Algunas de las tareas que se pueden proponer son las siguientes:
1. Ejercicios de movilidad diafragmática.
2. Práctica de diferentes tipos de respiración: diafragmática, abdominal, clavicular.
3. Trabajar ritmos respiratorios que requieran determinadas actividades o
deportes: natación, expresiones de ira, rabia, tranquilidad.
4. Técnicas de respiración, yoga, el pranayama algunos de los ejercicios más
destacados, consisten en un "juego" de inspiración y espiración a través del
orificio derecho e izquierdo de la nariz tapándolos alternativamente y en
diferentes tiempos y combinaciones.
5. En el trabajo activo se debe insistir en las fases respiratorias y su mejor
momento. La inspiración acompaña a los movimientos de alargamiento y fases
de reposo en la ejecución de los ejercicios; la espiración, como trabajo activo,
acompaña a la fase de esfuerzo del ejercicio, ya que obliga a contraer los
músculos abdominales.
Trabajo de equilibrio
A través de los ejercicios de equilibrio se busca la integración postural correcta
en el esquema corporal. En la práctica de este trabajo interviene la estimulación de las
sensaciones propioceptivas, las cuales favorecen la apertura de vías informativas a
cerca de las posiciones adoptadas, muchas de ellas en desuso
Algunas de las propuestas de trabajo son las siguientes:
1. Reduciendo la base de sustentación. Por ejemplo, sentado en un balón
mantener el tronco recto.
2. Elevando el centro de gravedad y reduciendo la base de sustentación. Por
ejemplo en una barra de equilibrio experimentar diferentes posiciones
modificando los apoyos, flexionando el tronco,...etc.
3. Podemos aumentar el nivel perceptivo corporal en los ejercicios anteriores,
suprimiendo el sentido de la vista.
Actividades acuáticas
El cuerpo humano en el agua está sometido a una serie de leyes particulares
(empuje hidrostático de Arquímedes, presión hidrostática, resistencia del agua,...) que
hacen de él un ámbito especialmente rico para el trabajo de educación postural.
Influencia del agua sobre el sistema sensorial:
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Estimulación exteroceptiva. Receptores Táctiles: La estimulación de los
receptores táctiles refuerzan la percepción de la piel y permiten una mejor
apreciación del esquema corporal. Receptores Visuales, se ven alterados
cuando el sujeto mira debajo del agua o al fondo de la piscina.
Sensibilidad propioceptiva. Los receptores vestibulares y de los músculos,
tendones y articulaciones nos informan sobre la posición relativa de los
segmentos corporales y sobre la velocidad del movimiento y la acción en sí.
Los receptores propioceptivos son solicitados de forma diferente permitiendo
así una reprogramación neuromuscular. La percepción del esquema corporal
es más constante debido a la búsqueda del equilibrio y la coordinación de los
movimientos en el agua.
El agua va a proporcionar un nuevo sistema de representación, por ello las
informaciones propioceptivas esencialmente subjetivas en el universo acuático
deberán estar asociadas a las informaciones exteroceptivas, antes de ser utilizadas de
forma inconsciente.
INSTRUMENTOS DE AYUDA EN LA REEDUCACIÓN
Como complemento de la prevención, educación y reeducación son muy
importantes. Pasamos a describir los más utilizados:
a) La cama y las almohadas
Al estar acostado tiene que prestar atención a las posturas que adopta y a las
características del colchón y la almohada.
El somier junto con el colchón, deben dar firmeza, para que al acostarse eviten
su hundimiento. Deben ser lo suficientemente amplios a lo ancho y largo, de forma que
no conduzcan a decúbitos encogidos.
Respecto a la dureza del colchón, es un error el pensar que dormir en
superficie dura va a corregir deformidades de la espalda (tipo escoliosis o cifosis).
Posturas al estar acostado:
Al estar acostado es mejor situarse boca arriba. Dormir boca abajo no es
recomendable, pues al hacerlo se suele modificar la curvatura de la columna
lumbar (lordosis lumbar) y, para poder respirar, debe mantener el cuello girado
durante varias horas generando una tensión asimétrica de su musculatura. Si
no puede dormir en otra postura, debería intentar hacerlo ligeramente de
costado. Si, por ejemplo, se girase hacia el lado izquierdo, deberá flexionar la
cadera y la rodilla derecha, aún manteniendo estirada la izquierda, y procurar
girar los hombros y adaptar la forma de la almohada a su cabeza de modo que
la postura relativa del cuello en relación a la columna dorsal fuese lo mas
parecido posible a la que forman al estar de pie.
A). Decúbito supino o dorsal
En esta posición al dormir, la lordosis cervical puede disminuirse con el uso de
una delgada almohada, aunque puede dormirse sin almohada. Su uso sí será obligado
para aquellos niños/as que tengan marcadas cifosis dorsales, dependiendo su
espesor del grado de convexidad de la curvatura (a mayor curvatura, mayor altura de
la almohada).
La lordosis lumbar se reduce flexionando las rodillas y las caderas. Esta
posición ocasiona una menor tensión del músculo psoas (flexor de la cadera).
Este efecto se puede conseguir mediante el uso de una almohada debajo de
las rodillas. Este detalle es aconsejable en los niños con molestias de espalda o con
hábitos lordóticos o cifolordóticos.
B). Decúbito lateral
En esta postura, la almohada es siempre aconsejable para evitar que se
establezca una tensión asimétrica de la musculatura lateral del cuello. Si la almohada
es excesivamente alta puede provocar el mismo efecto indeseable, pero en el lado
contralateral.
La tensión de la zona lumbar puede disminuirse estirando la pierna que esté en
contacto con el colchón y doblando la otra.
C). Decúbito prono o ventral
Habría que evitar que el niño/a llegue a adquirirla como hábito, ya que es la
menos aconsejable para su reposo nocturno.
b) El suelo
Es un buen sustituto de la silla o del sofá para los juegos que precisen de
posturas no fijas. Es muy utilizado por los escolares y adolescentes para ver la
televisión o escuchar música, adoptando posiciones de decúbito prono que disminuye
el grado de cifosis dorsal, por lo que es beneficiosa, y por tanto aconsejable, para los
escolares que presenten hábitos cifóticos (cargado de espaldas) o cifosis en fase de
estructuración.
A pesar de esto,
estáticos.
no es aconsejable para el estudio, ni para los juegos
La sedentación prolongada precisa de un apoyo para la espalda. Cuando se
mantiene de forma prolongada en el suelo, sin apoyo en la espalda y durante su
desarrollo, va a favorecer la aparición de curvaturas anormales raquídeas del plano
sagital.
c) Las sillas
Deben ser firmes, que no se hundan, pero evitando una dureza excesiva.
La silla debe sujetar la espalda en la misma postura en la que la columna esta
al estar de pie, es decir, respetando las curvaturas normales.
Es imprescindible que tenga respaldo para la zona lumbar, cuya altura no debe
sobrepasar la del ángulo inferior de las escápulas. Sólo los asientos de descanso
podrán tener el respaldo más alto al tener un apoyo para reposar la cabeza, aunque
no son propios ni aconsejables a estas edades.
La forma del respaldo debe de tener una ligera curva que protruya hacia la
zona lumbar, dejando un espacio libre para la zona glútea, de forma que coloca la
pelvis en un adecuado equilibrio y a la columna lumbar en ligera lordosis, que es una
postura correcta. Un respaldo de altura variable facilita que una misma silla se ajuste a
distintas espaldas.
Respecto a la altura de la silla de trabajo depende de las características
antropométricas, la más recomendada sería que la cadera se disponga sobre el
ángulo recto, al igual que la rodilla (las rodillas deben estar al mismo nivel o por
encima de las caderas) y la planta del pie, el cual debe apoyarse completamente en el
suelo.
La distancia del respaldo al borde anterior del asiento nunca debe sobrepasar
más de 2/3 de la longitud del muslo, de forma que permita la flexión de las rodillas
hasta los 45°.
Cuando estas condiciones no se cumplen, suele provocar dos posibles
situaciones: la más frecuente, que se aleje el niño del respaldo, con lo que perdemos
el efecto protector de éste sobre la columna o que se siente al fondo con las rodillas
semiextendidas, modificándose la posición de la pelvis e invirtiéndose la lordosis
lumbar, (esto sucede cuando los niños/as se sientan en sillas de adultos sin las
debidas modificaciones).
No es preciso que la silla para estudio lleve reposabrazos, ya que la mayoría
de las veces dificulta el acoplamiento con la mesa.
El resto de características que deben reunir los asientos son:
-
Debe ser amplio de forma que permita cambios en la posición de
sentado.
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Se recomienda que tenga una inclinación del asiento sobre los 5°
con mayor elevación en la parte anterior, de forma que ayuda a
contactar la zona lumbar con el respaldo.
- Exista una relación inversa entre altura del asiento y su profundidad.
- La tapicería debe ser porosa y áspera para facilitar la ventilación y
fijación.
Un apoyo lumbar disminuye la tensión de la zona dorsal, aconsejándose
colocar estos apoyos en los niños/as con molestias en la zona dorsal.
También es beneficioso el uso del apoyo lumbar en niños/as con hábitos
cifóticos lumbares y con acortamiento de los músculos posteriores del muslo o
isquiosurales.
d) La mesa
Suelen ser de muy variadas respecto a sus dimensiones y estilos, pero
generalmente son fijas cuando lo ideal es que permitan dos tipos de movimientos: su
regulación en altura y la inclinación del tablero.
La altura de la mesa estándar de 70 a 75 cm, es excesiva para los niños/as
con una talla aún baja, ya que para permitir un ángulo aproximadamente recto en
cadera, rodilla y pies, la silla debe ser bastante baja, quedando la mesa
excesivamente alta
. Al contrario sucede con los adolescentes con talla alta o muy alta, que si
adaptan correctamente la silla, la mesa les queda excesivamente baja para su
distancia de acomodación.
La correcta altura del tablero de la mesa debe fijarse de tal forma que permita
apoyar cómodamente los antebrazos sobre la mesa, la espalda está apoyada sobre el
respaldo, el pecho en contacto con el tablero y pueda leer sin cansarse la vista. Esto
se obtiene cuando la altura de la mesa queda aproximadamente debajo del pecho,
aunque ha de ajustarse en cada caso particular.
La inclinación del tablero es aconsejable para disminuir la cifosis dorsal y la
cervical, al igual que sucede con el uso del atril para la lectura de libros.
La altura de la mesa deberá estar en relación a la actividad a realizar. Debe
ser diferente para estudiar o escribir que para realizar manualidades, jugar o escribir al
ordenador que precisa de una menor altura.
Otro accesorio bastante importante y que apenas se usa es el reposapiés, el
cual puede sustituir la ausencia de regulación de la altura de la mesa en los niños
pequeños. Sitúa al tobillo a una leve flexión dorsal y disminuye la flexión de la rodilla,
lo que produce una menor tensión del tendón de Aquiles y de los músculos flexores de
la rodilla, facilitando la correcta posición de la pelvis y de la columna.
e) Trabajo con el ordenador
La pantalla tiene que poderse orientar e inclinar. Debe situarla a unos 45 cms.
de distancia, frente a los ojos (no a izquierda ni derecha) y a su altura, o ligeramente
por debajo. El teclado debe estar bajo, para no levantar los hombros, o debe poder
apoyar los antebrazos en la mesa. La elevación del teclado sobre la mesa no debe
superar los 25º. Si es posible, la iluminación debe ser natural, y en todo caso se deben
evitar los reflejos en la pantalla. Las muñecas y los antebrazos deben estar rectos y
alineados con el teclado, con el codo flexionado a 90º. Puede utilizar también un
reposa manos de al menos 10 cm. de profundidad para reducir la tensión estática. Si
usa prolongadamente el ratón, alterne cada cierto tiempo la mano con la que lo
maneja. Coloque en un radio de 75 cms. los objetos que utilice frecuentemente, como
el teléfono y el teclado, y a más distancia los que utilice menos a menudo, como las
unidades de almacenamiento o la impresora. Así cambiará de posición cada cierto
tiempo.
f) Los sofás
Los sofás por su diseño suelen ser el lugar t ideal para adoptar y fijar malas
posturas, es preferible que el sofá sea suficientemente firme, así como hay que
enseñarles a mantener la postura armónica, ayudándose de algún cojín en donde
recostar la espalda y otro colocado debajo de las rodillas para mantenerlas
flexionadas.
g) La iluminación
Es importante aprovechar al máximo la luz solar, por eso recordemos que lo
mejor es recibir la iluminación por la izquierda en los diestros y la derecha en los
zurdos.
En muchas ocasiones emplean luz artificial, cuya intensidad debe ser la
correcta y su altura deber estar bien calculada para que ilumine toda la zona de
trabajo, evitando zonas de sombras que provoquen que el niño/a adopte posturas
forzadas.
h) El calzado
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Las principales características que ha de tener el calzado durante el
crecimiento son:
Rígido y resistente contrafuerte, pero que no inmovilice el tobillo.
Antepié flexible para permitir una buena funcionalidad de las
articulaciones metatarsofalángicas.
Que sea holgado para favorecer el desarrollo armónico de los dedos y
que permita la transpiración.
El calzado del escolar debe ser adecuado para las actividades que en cada
momento realice.
Si en poco tiempo desgasta la suela anormalmente, exige un estudio de los
pies (disposición de la bóveda plantar y del calcáneo y huella plantar) en
bipedestación.
Vigilar el calzado del escolar es una buena medida en la higiene postural, ya
que difícilmente se puede mantener una actitud postural correcta cuando la base que
la sustenta no lo es.
i) La cartera
Debemos enseñarles a transportar las cargas de la forma más beneficiosa
posible, a pesar de saber que cuando estas son excesivas siempre serán nocivas,
desequilibrando al organismo y obligando a que adopten actitudes viciosas para su
transporte.
La forma aconsejable de portar los libros es utilizando una cartera tipo mochila
o bandolera, esta debe ser cómoda, de anchos tirantes y que la usen correctamente,
repartiendo el peso entre sus dos hombros. Si utiliza la bandolera, es aconsejable que
la lleve siempre cruzada y se acostumbre a alternar el lado de apoyo.
La cartera tipo mochila nos parece muy adecuada porque lleva los hombros
hacia atrás corrigiendo la curvatura alta de la espalda.
El problema es cuando llevan un peso excesivo al recomendado, ocasionando
un desequilibrio, que lo compensa cargándose más de hombros. Hay que llevar sólo
el peso del material que vamos a utilizar.
A veces por el exceso de carga que deben portar, la única forma aconsejable
sería que la mochila la transportáramos como un carrito tipo supermercado o de bebé
y nunca el tipo mochila con ruedas tan de moda actualmente.
CONCLUSIONES
• La higiene postural es una herramienta terapéutica de gran eficacia para
prevenir, armonizar o corregir hábitos posturales in correctos, en nuestro alumnado.
• En el niño/a, la imitación y la repetición son el método ideal de aprendizaje. La
familia, la escuela y los medios de comunicación marcan patrones de aprendizaje.
• La familia que mantiene hábitos incorrectos con vicios posturales, difícilmente
podrán enseñar al niño.
• La exploración sistemática del aparato locomotor y de su psicomotricidad es
imprescindible para valorar y tratar una actitud incorrecta.
• Las posiciones habituales que mantenemos durante el reposo nocturno y que
se adquieren en los primeros años de la infancia, tienen una gran importancia, ya que
pasamos en esta posición al menos un tercio de nuestra vida.
• Es preciso tener presente que no es tan importante que el alumno/a tenga un
mobiliario ideal como saber adaptar el que tiene.
• Enseñar al niño las adaptaciones del mobiliario una vez que percibe cuáles
son sus defectos y cuáles son los hábitos posturales que debe conseguir, es la
manera de utilizar la higiene postural de manera correcta.
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http://www.espalda.org/
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