A LA IMAGEN DE DIOS. El hombre no fue creado igual a Dios, sino «a su imagen». Esto implica que, en todo aspecto, el hombre reflejaba a su Creador. — Espiritual Deuteronomio 6:5 = Corazón 1ª de Tesalonicenses 5:23 = Espíritu — Intelectual Deuteronomio 6:5 = Alma 1ª de Tesalonicenses 5:23 = Alma — Física Deuteronomio 6:5 = Fuerza 1ª de Tesalonicenses 5:23 = Cuerpo Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo (tres personas en una). El hombre fue creado ‘Ish (varón) e ‘Ishsah (varona), pero fueron uno solo: Adán (Génesis 5:2; 2:23-24). B LA CAÍDA Y SUS CONSECUENCIAS. Génesis 3:7. Vieron su desnudez y quisieron arreglar su problema sin consultar con Dios. Génesis 3:8-10. Se escondieron porque tuvieron miedo de encontrase con su Creador. Génesis 3:12-13. Echaron la culpa a otro (e indirectamente a Dios mismo). Génesis 3:16. La mujer daría a luz con dolor; hubo cambios en la relación de pareja. Génesis 3:17-19. La naturaleza misma cambió; el hombre trabajaría con esfuerzo y dolor y, al fin, moriría. C ENEMISTAD Y EXPIACIÓN. El pecado puso enemistad entre Dios y el hombre. Pero Dios desvió esa enemistad hacia Satanás y abrió una vía de salvación para el hombre: la expiación. Jesús, en la cruz, expió (pago por) el pecado de cada ser humano. Éste fue el plan ideado por Dios para restaurar lo que el pecado había destruido. Jesús recibió el castigo que merecen nuestros pecados. Los requisitos de la Ley fueron satisfechos y, a través de la confesión y el arrepentimiento, el pecado del hombre es perdonado. 1ª de Juan 1:9. D RESTAURACIÓN EN JESÚS. Para restaurar la imagen de Dios, Cristo tiene que ser «formado» en nosotros (Gálatas 4:19). Aunque esta restauración solo será completa en la Segunda Venida, ahora podemos ser transformados poco a poco a su imagen. 2ª de Corintios 3:18. E EL PAPEL RESTAURADOR DE LA IGLESIA. Por su conocimiento anticipado, Dios nos ha elegido para ser perdonados y restaurados. De esta forma, recibimos de Jesús «vida en abundancia» (Juan 10:10). Al igual que los amigos del paralítico que fue descendido del techo (Marcos 2:1-12), la iglesia es llamada a participar con Cristo en llevar a las personas a una restauración física, mental y espiritual de la imagen de Dios en ellos.