Demasiado grandes para ser tan chicos

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EL LITORAL
www.ellitoral.com
MARTES, 12 DE NOVIEMBRE DE 2013
PRODUCCIÓN EL LITORAL ARGENTINO ®
“20.000 BESOS”
Demasiado grandes
para ser tan chicos
ROSA GRONDA
[email protected]
S
ebastián de Caro además
de cineasta es actor y
guionista, también conductor radial y televisivo. Con
38 años, es autor de varias realizaciones independientes y con
“Veinte mil besos” incursiona
en la comedia romántica, más
abierta a las expectativas de un
cine menos elitista, con actuaciones, diálogos y situaciones de
las recientes comedias románticas norteamericanas, protagonizadas por eternos perdedores en
el terreno sentimental.
Por un lado, podría decirse
que esta película cuenta la historia de Juan, un treintañero que
está aburrido con su vida actual
y la mejor forma que encuentra
para cambiarla es regresando
hacia atrás, a un tiempo donde la vida era más parecida a
un juego sin complicaciones
laborales ni afectivas. La nueva
situación lo lleva a reencontrarse con ex amigos que también
están pasando por situaciones
parecidas, con lo que “Veinte
mil besos” tiene mucho de satírico retrato generacional.
Abrumado por una rutina
de trabajo oficinesco y pareja
cama adentro, el protagonista,
un día se separa sin planes a futuro, dispuesto a dejarse fluir en el
río de una libertad recuperada,
trasladándose en skate de un lado
a otro, recobrando amistades y
juguetes de colección perdidos en
el tiempo. Así descubre a Luciana
(Carla Quevedo) que no se parece
a él en nada y sin proponerselo se
va enamorando de ella.
CON DISCRETO ENCANTO
La comedia sintoniza con
algunos comportamientos, sentimientos, obsesiones y códigos de
su tiempo y lugar. Se amplifican
las dudas, angustias y contradicciones con bastante humor ingenioso y oscuro. Igualmente -y en
todo sentido- “20.000 besos” es
una película muy lúdica, donde
el director pareciera también
estar jugando y el entretenimiento principal es estar siempre a la
búsqueda del amor, que generalmente escapa o se malogra.
Aunque al film parece faltarle
un remate más contundente, no
deja de ser entretenido por su
galería de personajes que despiertan empatía y ternura en
el público, con actuaciones tan
naturales y espontáneas que no
parecen filmadas. Otro mérito es
un peculiar sentido del humor
con marca de autor, una comicidad fina que se burla de sí misma
y de lo que sale mal.
Una particularidad del film
es su buscado universo vintage,
abundan las autorreferencias
hacia videojuegos, músicos y
películas. Hay homenajes a personajes favoritos como el Sylvester Stallone de “Rocky” o Jim
Morrison; también a los personajes de ciencia ficción de “Star
Wars” o “Volver al futuro”.
Como en “Los amores imaginarios” del joven director canadiense Xavier Dolan-Tadros
existe una visión ombliguista
del mundo, pero a diferencia
de la temática gay, estos chicos
reafirman su masculinidad en
una permanente búsqueda de
lo femenino. Por algo las seductoras boquitas pintadas de los
créditos son un ícono del film,
que anticipa desde su estética
y banda sonora, que el tema es
la búsqueda del amor de una
mujer, siempre inestable y volátil como un enjambre de mariposas o de besos.
¿MIRADA DE GÉNERO?
Las mujeres están omnipresentes en las fantasías y pesadillas masculinas. Tienen un
papel bastante lateral cuando
BUENA
“20.000 BESOS”
(Argentina, 2013).
Dirección: Sebastián De Caro.
Guión: Sebastián Rotstein.
Fotografía: Mariano Suárez.
Música: Cosmo. Edición:
Andrés Tambornino. Elenco:
Walter Cornás, Gastón Pauls,
Carla Quevedo, Alan Sabbagh,
Alberto Rojas Apel, Eduardo
Blanco, Clemente Cancela,
Laura Azcurra y Laura Cymer.
Duración: 92 minutos.
Calificación: apta para mayores
de 13 años.
Se exhibe en Cinemark.
son vistas como objetivo de
cacería, para lo cual Juan es el
referente de sus amigos para
ser consultado por su capacidad
de inventar situaciones que les
permitan conseguir chicas.
Pero si bien el relato está
situado desde la mirada masculina y sus códigos, se problematiza la mirada sobre la mujer,
cuando el protagonista termina
enamorándose de Luciana (Carla Quevedo), una compañera de
trabajo que es de alguna mane-
Divertida comedia, con
mucho de retrato generacional
y de mirada sobre el amor en
el nuevo milenio, que expone
las aventuras y desventuras de
un grupo de treintañeros que
se niegan a madurar y darse
cuenta de la edad que poseen.
FOTO: AEROPLANO CINE
ra su opuesto y lo cierto es que
el género femenino despierta
admiración e intimida a todos,
cuando aparecen en escena Las
Hadas de Banfield (el grupete
presentado por Carla) y también
la notable humorista, especie de
frontwoman todoterreno interpretada por Laura Cymer, quien
los define como “niños encerrados en cuerpos de adultos”.
La narración transita entre el
intento de desestructurar estereotipos mientras hilvana una
historia simple pero con varias
aristas interesantes, donde se
acumulan diálogos supuestamente ingeniosos, con una
visión que no le escapa a la sinceridad ni a la emoción más allá
de la pose cínica y canchera.
En la película, hay bastante de borrador, de ensayo no
completo, intuyéndose algo
que pudo ser y al final no fue.
Por momentos, el film avanza a
los tropezones hasta decidirse
a trascender de ser una “peli”
hecha “entre” y “para” amigos.
“20.000 besos” crece cuando
parece importar, y se confiesa,
lo que parece ser un sentimiento de verdadero amor. También
es disfrutable el aporte de una
banda sonora efectiva, donde
suenan temas pop del grupo
Cosmo con regusto naif y azucarado.
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