430 FERDINANDO CASADIEGOS CÁCERES Las deudas del difunto se dividían entre los herederos adquirentes de la herencia a prorrata de sus cuotas hereditarias. Se presentaba la collatio bonorum, consistente en el aporte que un descendiente debía llevar a la masa común hereditaria, de lo que hubiera recibido del ascendiente común de todos los herederos en vida de aquél. Se consideraba que en tal caso no había habido otra cosa que una asignación anticipada al futuro heredero, debiendo éste, por tanto, traerlo a colación una vez muerto el causante y adquirida la herencia. b) Acciones a favor del heredero adquirente. Las principales acciones del heredero, una vez adquirida la herencia eran: • La petitio hereditatis (petición de herencia). Tenía lugar a favor del heredero para obtener el reconocimiento de su derecho de herencia y, mediante su reconocimiento, obtener la entrega del caudal hereditario ocupado por quien no era heredero. Era, por así decirlo, una reivindicación de la herencia por el heredero adquirente de ella, que no tenía el caudal hereditario. • La actio familiae erscircundae (acción de división de la herencia). Se encaminaba a obtener la división del caudal hereditario entre los herederos adquirentes de la herencia. Tenía en el derecho romano la particularidad de que el juez, al adjudicar a cada heredero su parte de bienes (adjudicatio), le atribuía la propiedad de ellos, siendo adquiridos por obra de tal adquisición. De ahí que figure tal acto en los medios de adquirir el dominio según el derecho romano. 3.4. TRANSMISIÓN DE LA HERENCIA a) Acrecimiento de los coherederos El derecho de acrecer o acrecimiento entre herederos era el derecho a la porción vacante de un heredero que no podía o no quería adquirir la herencia. El testador había instituido, por ejemplo, a Ticio, Mevio y Sempronio herederos de un tercio de la herencia a cada uno.