TEMA 3: IMAGINACIÓN Y MEMORIA. 1. LA IMAGINACIÓN 1.1. DISTINCIONES INICIALES Tomemos un ejemplo: si cerramos los ojos cuando estamos contemplando una rosa, nuestra percepción de la flor no desaparece completamente, sino que se convierte para nosotros en una representación de la rosa; mediante la imaginación, se nos muestra una representación o imagen de esa flor. LA IMAGINACIÓN es el proceso psicológico que elabora imágenes en ausencia del objeto representado, y por eso basta leer en el texto la palabra «rosa» para obtener una imagen de la flor en nuestra mente, sin la necesidad de ver una rosa en la realidad. En ocasiones la imaginación aparece definida como equivalente a la fantasía. Sirviéndonos del ejemplo anterior, gracias a la fantasía podremos imaginarnos una flor maravillosa, diferente a las rosas reales, aunque conserve algo que la identifique como flor. Realidad Objeto Resultado Percepción Percibido Percepción Imaginación Imaginado Imagen Imaginar no es sentir, no es percibir. La imaginación se sitúa en un nivel más espiritual y menos orgánico. Por decirlo así, el sujeto que imagina se evade de los condicionamientos de la sensación y de la percepción y proyecta un «mundo nuevo», aunque siempre tenga que apoyarse en el mundo real. 1.2. CONCEPTO DE IMAGEN Consecuentemente, la imagen hay que entenderla corno la reproducción mental del objeto percibido. El objeto percibido por nosotros, cuando estaba presente estimulando nuestros sentidos, vuelve ahora a hacerse presente sin que medie intervención alguna de los sentidos (a veces es necesario desconectar del exterior para producir imágenes). En este sentido, las imágenes son algo irreal, nos liberan del mundo que nos rodea y nos transportan a mundos nuevos con el pensamiento, el juego, el arte, la ensoñación, etc. Solamente cuando el mundo real deja totalmente de interesarnos o también en el sueño y en las alucinaciones, las imágenes irreales pueden tomarse por reales. Como la imaginación opera sobre la base de lo anteriormente percibido. las imágenes son menos vivaces que las percepciones, generalmente presentan un carácter confuso, general y esquemático: imaginamos una casa, pero no podernos contar las ventanas o los cristales que tiene. Con la imaginación elaboramos, por tanto, representaciones, imágenes y fantasías sin la presencia de los objetos reales. Dos son los tipos fundamentales de imaginación: La imaginación reproductora, que se apoya en la realidad de los objetos, es una representación de las percepciones que tenemos de ellos. (imágenes reproductivas) La imaginación creadora o fantasía: como capacidad de evadirse o de ensanchar lo real; es una imaginación más libre, emancipada e intelectualizada de los condicionamientos de la realidad. (imágenes productivas). Como toda imagen es siempre una creación mental, resulta difícil establecer la separación entre unas y otras. No resulta fácil comprender que haya imágenes puras y 1 simplemente reproductivas ya que en todo tipo de imágenes es razonable suponer que interviene siempre algún elemento de composición por parte del sujeto, con lo que, de algún modo, hay ya producción de la imagen. Podemos considerar como IMAGENES PRODUCTIVAS las imágenes simbólicas, fantásticas, oníricas y alucinatorias. a) Las imágenes simbólicas son aquellas que se construyen para expresar un sentimiento o una intuición, como, por ejemplo, sucede con el mito de El carro alado de PLATÓN para explicar su concepción tripartita del alma humana. b) Las imágenes fantásticas son construidas para crear un mundo diferente, como, por ejemplo, sucede con relatos como Alicia en el país de las maravillas o las utopías. c) Las imágenes oníricas son las que acompañan al sueño, que S. FREUD relaciona con los deseos insatisfechos. d) Las imágenes alucinatorias son producidas mediante fenómenos patológicos o artificiales, como, por ejemplo, las producidas por las drogas. Por lo tanto, las piezas con que componemos no son nuevas, la mente no crea fantasmas de la nada, sino que todo es viejo. El trabajo de los creadores consiste en el dominio, la transmutación y el reordenamiento en forma nueva del universo dado. 1.3. LA IMAGINACIÓN Y SUS FUNCIONES También la imaginación nos hace posible rebasar las barreras del aquí y del ahora. Nos permite liberarnos del mundo que nos rodea, transportándonos a mundos nuevos en el juego, en la ensoñación, en el arte, en el pensamiento. Esta liberación del mundo que nos rodea cumple ciertas funciones que apuntamos a continuación. Función compensatoria La imaginación realiza a menudo una función de compensación cuando nuestros deseos y aspiraciones no se satisfacen en la vida real. Esto ocurre en los sueños y también en las ensoñaciones, es decir, cuando soñamos despiertos que hemos alcanzado el éxito, el reconocimiento de los demás, etc. Función lúdica (de los juegos) La imaginación o fantasía desempeña un papel primordial en los juegos de los niños y de los adultos. En relación con los niños se ha planteado a menudo la doble cuestión de por qué juegan los niños y por qué juegan a lo que juegan (guerras o muñecas). Suele interpretarse el juego de los niños como un ensayo o preparación —sobre la base de la imitación de los mayores— para el futuro, para la vida adulta. Ha de subrayarse además el carácter de evasión que tiene el juego frente a la rigidez de las reglas que constriñen nuestra vida y frente a la seriedad que las normas culturales imponen a nuestra existencia. Función creadora Esta función tiene lugar muy especialmente en el ámbito del arte y en el ámbito de los descubrimientos científicos. Cada vez se subraya más la importancia de la imaginación en el progreso de las ciencias: gracias a la imaginación el científico creador es capaz de idear nuevas explicaciones y nuevos experimentos. La labor del artista creador no es tan distinta de la labor del creador científico como a veces parece suponerse: también el artista descubre y nos hace descubrir aspectos de la realidad y de la vida humana que a la mayoría pasan desapercibidos. Función crítica y utópica Las funciones señaladas hasta el momento tienen, todas ellas, algo en común: el rechazo, de una forma o de otra, de las limitaciones e imperfecciones que caracterizan el mundo real, y la propuesta de un mundo 2 alternativo o de una nueva visión del mundo como ocurre con la creación en la ciencia y en el arte. Esta función general de la imaginación podemos denominarla función crítica. La función crítica de la imaginación desempeña, a su vez, un papel importantísimo en el pensamiento político y social. La imaginación en este terreno suele expresarse en forma de utopías (descripciones de sociedades inexistentes, perfectamente organizadas, en las cuales no se dan las lacras e injusticias de la sociedad real). Los efectos de la fantasía utópica pueden ser muy diversos, incluso opuestos. Imaginar situaciones ideales puede convenirse en un mecanismo meramente compensatorio, como las ensoñaciones. En tal caso, puede llevar a que se paralice la acción: puesto que todos los problemas se resuelven imaginativamente y es tan fácil refugiarse en la imaginación, ¿para qué esforzarse en transformar la vida real? La imaginación utópica puede, por el contrario, orientar y estimular la acción sobre el mundo real con vistas a transformarlo. Entre una y otra posibilidad se mueve la función crítico-utópica de la imaginación. 2. LA MEMORIA 2.1. DIFERENCIAS ENTRE IMAGINACIÓN Y MEMORIA La memoria supone un elemento más con respecto a la imaginación reproductora, y este elemento fundamental es el tiempo. Comencemos con un ejemplo: El turista que acude al Casón del Buen Retiro de Madrid y contempla el Guernica de Picazo, mientras está delante del cuadro tiene una percepción del mismo y probablemente reacciona afectivamente, ya sea desde la admiración, desde la extrañeza o desde el desagrado. Si a la salida le preguntamos sobre el cuadro que ha visto nos dirá algunos detalles de acuerdo con la imagen más o menos fiel que se ha tomado del Guernica. Si después de las vacaciones intenta hacer una crónica de sus viajes, necesitará de la memoria y situará entre sus recuerdos la visita al museo. El recuerdo del Guernica estará colocado en el tiempo, en un contexto, y relacionado con otros recuerdos: de los otros visitantes, de los vigilantes y de los objetos que estaban alrededor; también recordará vivencias, es decir, lo que experimentó y sintió al ver el cuadro. Gracias a la memoria, el turista ha almacenado, conservado y reconocido informaciones, imágenes y vivencias localizándolas en el tiempo y en el espacio, organizándolas en un mundo de recuerdos, es decir, en una historia personal. El recuerdo es diferente a la imagen fundamentalmente porque: El recuerdo va acompañado de sentimientos y vivencias, de ahí que se hable también de memoria afectiva. El recuerdo no puede ser modificado por el sujeto. Si el turista entró en el museo, como es natural, por la puerta, no puede modificar su recuerdo como si hubiera entrado por una ventana. El recuerdo va siempre asociado a otros recuerdos e imágenes que forman un conjunto organizado y completo. Por el contrario, las imágenes no necesitan unirse a un estado afectivo, ya que pueden modificarse voluntariamente y presentarse como representaciones individuales. Una característica importante de la memoria es el hecho de unificar el tiempo. Gracias a la memoria somos capaces de orientarnos en el pasado, aprender de él y aspirar a comprender y afrontar el futuro 3 2.2. ¿ CÓMO RECORDAMOS? FASES DEL PROCESO DE LA MEMORIA Un esquema sencillo para comprender el proceso de la memoria es el propuesto por Jarvick (1964) denominado ESQUEMA DE LAS «TRES R»: registro, retención y recuperación. Estas tres fases pueden ser detalladas y ampliadas en un esquema más complejo que incluye los siguientes pasos: Comienza el proceso con la percepción, que puede ser voluntaria o involuntaria. Si se presta atención de forma voluntaria, la percepción será más fuerte y hará posible la fijación de las informaciones en nuestra mente. El segundo paso requiere que la información se codifique, es decir, que quede clasificada y preparada para su almacenamiento y conservación latente. La recuperación de los recuerdos se efectuará por medio de la evocación de las informaciones conservadas; esta evocación puede ser: espontánea, si no nos hemos propuesto reproducirlas; o voluntaria, cuando intentamos recuperar las informaciones consciente y voluntariamente. La recuperación supondrá el reconocimiento de los recuerdos organizados en un todo que tiene sentido; y al mismo tiempo también será posible localizar los recuerdos en un espacio y en un tiempo determinados. A veces no es posible esta localización, y recordamos hechos o informaciones sin poder situarlos en el pasado. 2.3. CLASES DE MEMORIA La memoria admite diferentes clasificaciones. Una de las Clasificaciones de la Memoria mejor desarrolladas proviene del MODELO DE ALMACENAMIENTO Y TRANSFERENCIA de Atkinson y Shiffrin, en el que se distinguen tres memorias: MEMORIA SENSORIAL, que sirve para registrar la información que proviene de los sentidos. Las percepciones desaparecen rápidamente, incluso antes de un segundo, a no ser que se pasen al segundo almacén. MEMORIA A CORTO PLAZO, actúa como una memoria de trabajo inmediato. Tiene una capacidad limitada y es necesario utilizar la repetición para mantenerla, ya que de lo contrario después de un período de entre quince o treinta segundos desaparece. Las informaciones que se mantienen pasan al tercer almacén. MEMORIA A LARGO PLAZO, su misión es ordenar y almacenar la información. Se cree que tiene una capacidad ilimitada. Cuando se recuerdan las informaciones pasan de nuevo a la memoria a corto plazo. Este modelo de funcionamiento es el más aceptado por los investigadores. 4 2.4. ¿POR QUÉ OLVIDAMOS? No nos inquietemos, el olvido es un hecho. Junto a la capacidad de recordar tenemos la capacidad de olvidar. La transcendencia de este fenómeno del olvido hizo afirmar a W. JAMES que la función esencial de la memoria no era el recuerdo, sino el olvido. Si atendemos al proceso selectivo que supone el conocimiento: es mucho más lo que se olvida que lo que se recuerda. El olvido aparece así como la cara negativa de la retención, lo que no somos capaces de retener, se olvida, aunque no es fácil determinar ni lo uno ni lo otro. Con frecuencia nos damos cuenta de que hemos olvidado cosas que creíamos saber y otras veces hay recuerdos que se graban de tal forma que resulta difícil olvidarlos por más que lo intentemos. Los psicólogos también han elaborado técnicas para mejor olvidar. Se entiende por olvido la incapacidad de retener o de actualizar información. El olvido consiste en la imposibilidad de recuperar recuerdos e informaciones almacenadas en nuestra memoria. El olvido es una actividad normal, como ya demostró el primer investigador de la memoria Hermann Ebbinghaus (1885). Los seres humanos olvidamos continuamente multitud de informaciones. Este profesor propuso un gráfico o curva del olvido, que explica cómo al principio el olvido es rápido, pero conforme pasa el tiempo las informaciones se van olvidando más lentamente. Los grados de retención y de olvido van a la par: la medida de uno va pareja a la medida del otro. HERMANN EBBINGHAUS, experimentando consigo mismo, elaboró la curva de retención y olvido. Constató que la memoria sufre un proceso espontáneo de extinción que se intensifica de manera progresiva con el tiempo. Esta curva se elaboró con sílabas sin sentido y mediante simple repetición. Cuando el material tiene sentido y se aprende de manera significativa, se retiene mayor cantidad y se olvida más lentamente. Pongamos un ejemplo: si aprendemos un vocabulario de un idioma y no volvemos a repasarlo pronto olvidaremos el 40 por 100, pero luego el proceso se irá deteniendo y se tardará bastante en olvidarse de todo el vocabulario. Olvidamos de una manera ordenada y de acuerdo con unas reglas. 5 Condicionan el olvido las causas siguientes: Una percepción pobre que provoca una fijación deficiente de las imágenes de las informaciones. No repasar o repetir las informaciones en la memoria a corto plazo. La interferencia de lo almacenado con nuevas informaciones. La represión de los recuerdos desagradables que no nos gusta recuperar. El olvido sirve, por tanto, para evitar millones de recuerdos inútiles o dolorosos. Hay muchas cosas que no podemos retener, pues la memoria es limitada y ocupa lugar. Pero cabe preguntarnos por qué otras cosas que alguna vez retuvimos, luego las olvidamos o cuál es la causa de que olvidemos lo aprendido. Teorías sobre el Olvido: Existen distintas teorías que intentan explicar las causas del olvido. En ocasiones, esas causas provienen de lesiones cerebrales que afectan a estructuras memorísticas, pero en otros casos no están tan claras; de ahí que los psicólogos discrepen sobre la explicación del olvido normal, es decir, el que nos sucede a todos en relación a muchos aprendizajes y vivencias que un día poseímos. Veamos algunas de esas explicaciones: a) TEORÍA DEL DESUSO: según ella, cuanto menos se utiliza la información memorizada mayormente tiende a borrarse y desaparecer. Esta hipótesis es defendida habitualmente por los psicólogos de orientación conductista. Como ya dijimos, éstos interpretan la memoria como una relación especial entre el estímulo y la respuesta. Cuanto más se practique, más fuerte será la conexión y mayor resistencia ofrecerá al olvido. b) TEORÍA DE LA INTERFERENCIA: afirma esencialmente que los nuevos aprendizajes repercuten negativamente en los antiguos, de tal manera que una información nueva tiende a borrar otra información retenida con anterioridad. c) TEORÍAS MOTIVACIONALES Y EMOTIVAS: inspiradas esencialmente en Freud y el Psicoanálisis. Para ellas, el olvido se encuentra íntimamente relacionado con la represión. Es decir, olvidamos aquellos sucesos o aprendizajes que nos resultan desagradables o que poseen connotaciones emocionales negativas para nosotros. Así, el olvido sería como un mecanismo de defensa de nuestro psiquismo con el fin de evitar la ansiedad que nos producen ciertos recuerdos. ENFERMEDADES DE LA MEMORIA: En ocasiones, el olvido obedece a causas fisiológicas, las cuales provocan graves trastornos de la memoria. Así sucede con la llamada demencia senil, que afecta cuanto menos al 1.5% de las personas mayores de 65 años; o con el mal de Alzheimer, que ataca igualmente a personas de avanzada edad. Esta enfermedad, que es incurable hoy en día, actúa gradualmente, comenzando por olvidos ocasionales hasta terminar en una pérdida casi absoluta de la memoria. Las últimas investigaciones relacionan la enfermedad de Alzheimer con la desaparición progresiva en el cerebro de un neurotransmisor llamado acetilcolina. Este descubrimiento abre nuevas vías para posteriores estudios sobre los mecanismos fisiológicos de la memoria. Ciertas lesiones cerebrales producidas por traumatismos o heridas encefálicas pueden 6 producir amnesias (pérdidas totales o parciales de memoria) o afasias (pérdidas totales o parciales del habla o de la comprensión de determinados nombres y vocablos, es decir, de ¡a capacidad de la memoria léxica). La amnesia es un término general que incluye diferentes modalidades de la pérdida o disminución de la memoria. Amnesia anterógrada: no se pueden crear nuevos recuerdos. Amnesia retrógrada: no se pueden recordar informaciones que habían sido fijadas antes del trauma amnésico. Amnesia psicógena: la memoria queda trastornada por hechos emocionales perturbadores. En ocasiones, sin embargo, sucede lo contrario. Debido a ciertas causas fisiológicas se produce una actividad desmesurada de la memoria. Casos de este tipo son: A) HIPERMNESIAS: consisten en recordar imágenes o sucesos completamente olvidados desde hace mucho tiempo. Tales casos suelen suceder a causa de altísimas fiebres, frente a un peligro inminente de muerte, bajo la influencia de hipnosis... B) PARAMNESIAS: la mayoría de las personas las padecen ocasionalmente; consisten en creer que algo que está sucediendo en ese mismo momento ya se ha vivido con anterioridad. Literalmente significan recuerdos falsos. En las terapias psicoanalíticas aparecen con frecuencia: los pacientes inventan falsas historias de su infancia. C) LA ECMNESIA: el pasado vuelve a ser vivido y tomado como presente. Finalmente, diremos que el olvido es un hecho normal y necesario, porque si conserváramos en nuestra memoria todas las experiencias vividas resultaría imposible organizar los recuerdos 2.5. MEMORIA Y APRENDIZAJE De todo lo dicho sobre la imaginación y la memoria podemos deducir algunas reglas que ayudan al aprendizaje. En primer lugar tenemos que saber que recordamos mejor: lo primero y lo último que hemos aprendido, lo que tenemos necesidad de recordar, lo raro y lo espectacular. Otras reglas que hay que tener presente son las siguientes: la repetición facilita el aprendizaje y la retención las informaciones organizadas se retienen y recuperan mejor, la mejor manera de recordar una información es interiorizarla personalizando su significado. En el estudio cotidiano de los temas es conveniente seguir estos Consejos: prestar atención al comenzar la actividad para permitir una fijación correcta del tema que después estudiaremos con detalle; concentrarse en la información más importante y significativa; tomar notas utilizando las propias expresiones sobre lo que se desea aprender; estudiar los temas dividiéndolos en partes lo más grandes posibles según tu capacidad de retención; repasar y dejar pasar un tiempo antes de repasarlo de nuevo; 7 mezclar imágenes verbales y visuales siempre que sea posible; utilizar reglas mnemotécnicas. Mnemotecnia: Una regla mnemotécnica es un recurso para ayudar a la memoria. Muchas personas disponen naturalmente de sistemas para recordar con facilidad, pero aun en el caso de no disponer de una buena memoria es posible aprender reglas, procedimientos, trucos para obtener un mayor rendimiento en el aprendizaje de nuevas informaciones y en su recuperación. Algunas de estas reglas son: El método de los lugares: se piensa en un itinerario, por ejemplo, de casa al colegio, y se van colocando en cada lugar las informaciones que se quieren recordar. Para recuperar lo memorizado basta con dar un paseo mental deteniéndose en cada lugar al que se ha asociado un dato, obteniendo así la lista completa y ordenada de las informaciones que se querían recordar. El método de la palabra percha. Lo que se quiere recordar se asocia a ciertas palabras aprendidas en un orden. El método del encadenamiento narrativo. Se inventa una historia con los elementos que hay que recordar que actúan como protagonistas. 8