Precisiones sobre los tipos penales de guerra en el código penal colombiano Andrés Hernando Luna Osorio Revista Facetas Penales, n.° 94, Leyer, Bogotá, julio, 2010, ps. 7-39 PRECISIONES SOBRE LOS TIPOS PENALES DE GUERRA EN EL CÓDIGO PENAL COLOMBIANO Andrés Hernando Luna Osorio* INTRODUCCIÓN Los crímenes de guerra eran una carencia en la legislación penal anterior al Código Penal de 2000. No hace mucho tiempo se recomendaba a los actores del conflicto en Colombia: “i) Respetar todas las obligaciones que les incumben con arreglo al derecho internacional humanitario, en particular la neutralidad militar intrínseca de los civiles, y abstenerse de ejercer presiones sobre ellos1. La tipificación de los crímenes de guerra son un cumplimiento de compromisos internacionales adquiridos desde la mitad del siglo XX por el Estado colombiano, ya que los instrumentos ratificados no operan de manera autoejecutiva (self-executing) sino que necesitan el concurso con el legislador colombiano (non self-executing). Un crimen de guerra es una grave violación de las leyes y usos aplicables en los conflictos armados (también conocido como derecho internacional humanitario). A diferencia de los crímenes de lesa humanidad, los crímenes de guerra no tienen obligación de cumplir con los requisitos de “ataque generalizado o sistemático”. Un acto aislado puede constituir un crimen de guerra. La peculiaridad de las leyes de la guerra consiste en la brecha existente entre las violaciones de las normas básicas de la humanidad en los campos de batalla y el contenido de los manuales militares2. El derecho internacional humanitario es el cuerpo de normas y principios utilizados para salvar vidas y aliviar el sufrimiento durante los conflictos armados3. Se denominan “infracciones graves” al DIH las conductas ilícitas cometidas por los participantes en un conflicto armado internacional, y se denominan “viola* Abogado egresado de la Universidad Santo Tomás Seccional Bucaramanga, donde se desempeña como docente e investigador. Con estudios de maestría en ciencias penales y criminológicas de la Universidad Externado de Colombia, estancia académica y de investigación bajo la dirección del Prof. Dr. RUDOLF RENGIER en la Universidad de Konstanz. Se ha desempeñado como juez penal con función de conocimiento y juez de ejecución de penas y medidas de seguridad. [[email protected]]. 1 Consejo de Derechos Humanos. Informe presentado por el Representante del Secretario General sobre los derechos humanos de los desplazados internos, Sr. Walter Balín, A/HRC/4/38/Add.3, párr. 76. 2 EVE LA HAYE, War crimes in internal armed conflicts, Cambridge University Press, Cambridge, 2008, p. 73. 3 M. HOFFMAN, Drawing on custom: future prospects for international humanitarian law, Harvard International Review, vol. 20, Nº. 3, 1998, pp. 58-63. ciones graves” al DIH las conductas ilícitas ocurridas en un conflicto armado interno4. En la tipificación de las conductas punibles en el Código Penal colombiano dicha distinción no tiene relevancia alguna, ya que se agruparon las dos formas de quebrantamiento el DIH. A. Bien jurídico protegido De manera categórica el conocido teórico APONTE CARDONA señala que: En Colombia, la característica fundamental de un derecho penal de enemigo, es la existencia de grandes conflictos sociales y políticos. El punto de partida es una sociedad extremadamente conflictiva. Pero no se trata de cualquier conflicto; se trata, particularmente, de un conflicto armado interno. De un conflicto que tiene características similares, desde el punto de vista fáctico, a una guerra civil, y que el país vive desde hace más de cincuenta años y en grandes extensiones de su territorio. No se trata de una guerra civil convencional, en la que están definidos con claridad los actores o enemigos; se trata, al contrario, de un conflicto armado degradado, oscuro y difuso, en el cual se mezclan muchos actores, guerrillas, paramilitares, narcotraficantes, entre tantos. Es un conflicto armado despolitizado, desideologizado, pero que se vive como confrontación armada por apropiaciones territoriales. No son simples acciones terroristas, éstas también acompañan al conflicto colombiano; son verdaderos enfrentamientos militares con actores que buscan mantener presencia territorial en territorios apartados de las grandes capitales y que, por tradición, han sido abandonados por el Estado5. Según RAMELLI ARTEAGA “existe un elenco variopinto de bienes jurídicos tutelados por las normas penales [que integran el título II del C.P.]”, el fin último de las disposiciones es brindarle una protección siquiera mínima al ser humano en situaciones de extrema anormalidad [como es el desarrollo de un conflicto armado] y por ende se busca proteger aquellos derechos que, en tanto que emanación de la dignidad humana, suelen correr grave peligro en casos de conflicto armado, sea internacional o interno. Hacemos 4 H. BARRETO ARDILA, Globalización del DIH. Penalización de infracciones y violaciones graves al DIH en el derecho interno colombiano, RDPC, vol. 21, fasc. 67, Universidad Externado de Colombia, 1999, p. 102. 5 A. APONTE CARDONA, La guerra y el derecho: Dinámica cotidiana del poder de definición, Revista de Derecho Público, N.º 21, Universidad de los Andes, Bogotá, 2007 (circa). Una visión crítica desde la filosofía del Derecho en: G. M. GALLEGO GARCÍA y N. FERNÁNDEZ SOLA. Guerra y desaparición forzada en Colombia, Estudios de Derecho, Universidad de Antioquia, Medellín, año LXIV -segunda época-, vol. LXI, n.º 138, junio de 2004. 8 FACETAS PENALES Normalmente al explicar el marco normativo del derecho de la guerra se enlistan comúnmente instrumentos internacionales sobre derechos humanos8 (los propios de los delitos de lesa humanidad) y, paso seguido, se sigue con la enumeración de los propiamente referidos al derecho internacional humanitario. Pues bien, al respecto sostendremos lo siguiente: Por razones metodológicas, dejamos de lado las consideraciones, los instrumentos sobre derechos humanos, los cuales quedarían reservados para los crímenes contra la humanidad. Y, por razones estrictamente jurídicas manifestamos que, conforme al principio de lex specialis, las normas que dirigen los conflictos armados son las de derecho internacional humanitario, y con ellas bastan. Así, en este aspecto, seguimos una posición similar de la Corte Internacional de Justicia9. Por otro lado, ponemos a consideración la siguiente tabla donde se relacionan los diversos instrumentos internacionales que fundamentan, explican, complementan, desarrollan e interpretan todos los tipos peA. RAMELLI ARTEAGA, Personas y bienes protegidos por el derecho internacional humanitario, aa. vv. Lecciones de Derecho Penal. Parte Especial, 1ª ed., 3ª reimp., Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2006, p. 690. 7 R. CRYER, H. FRIMAN, D. ROBINSON y E. WILMSHURST, An introduction to international criminal law and procedure, Cambridge University Press, Cambridge, 2007, p. 224. 8 J. C. PRÍAS BERNAL. Código Penal, Colección Excelencia Jurídica, Lex Base. 2007; en la explicación a los arts. 135 y cc. Igualmente: Corte Constitucional, sentencia C-148/05 del 22.02.2005, VI., 3.3.2.1. 9 ICJ. Advisory Opinion on the Legality of the Threat or Use of Nuclear Weapons, 08.07.1996, párr. 24-25; de igual forma: ICJ. Advisory Opinion on Legal Consequences of the Construction of a Wall in the Occupied, Palestinian Territory, 09.07.2004, párr. 102, 105. En este mismo sentido: Ministerio de Defensa Nacional. Política Integral de DDHH y DIH, par. 19, Bogotá, 2008; citado en: comando general de las fuerzas militares. Manual de derecho operacional, manual FF.MM 3-41 público, 1ª ed., 2009, (aprobado mediante Disposición 056 del 07.12.2009), pp. 82. 6 1. Tabla de instrumentos internacionales sobre DIH en Colombia Marco general CONVENIO Derecho de Ginebra B. Perspectiva desde el derecho internacional nales que hacen relaciones a los crímenes de guerra (ya que aquellas conductas son tipos en blanco). Derecho de la Haya alusión a los derechos a la vida, a la integridad personal, al debido proceso, así como a diversas libertades públicas (individual, de locomoción y sexual)6. Al evaluar los crímenes de guerra es importante considerar las situaciones caóticas que se enfrentan en los conflictos armados y las estrategias y tácticas militares. En la guerra, las partes en contienda están autorizadas a aplicar la fuerza para vencer a sus enemigos de la manera más rápida y eficientemente y con tan pocas pérdidas como sea posible, en consecuencia, la destrucción y la muerte pueden ocurrir en el conflicto lícitamente, en la mayor de las veces. Los errores pueden ocurrir, con consecuencias trágicas, sin que sean necesariamente equivalentes a crímenes de guerra. Los soldados y comandantes que operan en circunstancias de fatiga y estrés, en el caos de la guerra y con el miedo constante de la muerte tienen derecho a normas claras y prácticas7. IV Convención relativa a las leyes y costumbres de la guerra terrestre, que incluye el reglamento relativo a las leyes y costumbres de la guerra terrestre (1907) Reglamento relativo a las leyes y costumbres de la guerra terrestre (1907) Convención sobre los deberes y derechos de los Estados en casos de luchas civiles (1928) I Convenio de Ginebra para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las Fuerzas Armadas en campaña (1949) II Convenio de Ginebra para Aliviar la Suerte que Corren los Heridos, los Enfermos y los Náufragos de las Fuerzas Armadas en el Mar (1949) III Convenio de Ginebra relativo al trato debido a los prisioneros de guerra (1949) IV Convenio de Ginebra relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra (1949) LEY SENT. CONST. ABREVIATURA Derecho Int. Consuetudinario IV Convención de la Haya de 1907 Derecho Int. Consuetudinario Ley 17 de 1930 R-IV Convención de la Haya de 1907 Convención sobre Luchas Civiles de 1928 Ley 5ª de 1960 CG I Ley 5ª de 1960 CG II Ley 5ª de 1960 CG III Ley 5ª de 1960 CG IV Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales (1977) Art. 58 trans. Const. (Por proyecto de ley aprob. en 1º y 2º debate por la H. Cám. de Repres.) | C-574/92 PACG I Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional (1977) Ley 171/94| C-225/95 PACG II Convención Internacional Contra la Toma de Rehenes (1979) Ley 837 de 2003 | C-405/04 Convención sobre Toma de Rehenes Convenio sobre la Protección de las Instituciones Artísticas y Científicas y de los Monumentos Históricos (1935) Ley 36 de 1936 Pacto Roerich Convención para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado (1954) Ley 340 de 1996 | C-467/97 Reglamento para la aplicación de la Convención para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado (1954) Ley 340 de 1996 | C-467/97 Protocolo para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado (1954) Ley 340 de 1996 | C-467/97 Segundo Protocolo de la Convención de La Haya de 1954 para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado (1999) Convención sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, la exportación y la transferencia de propiedad ilícita de bienes culturales (1970) Ley 1130 de 2007 | C-812/07 Ley 63 de 1986 Convención para la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural (1972) Ley 45 de 1983 Convenio de Unidroit sobre los Bienes Culturales Robados o Exportados Ilícitamente (1995) Ley 1304 de 2009 Anexo al Convenio de Unidroit sobre los Bienes Culturales Robados o Exportados Ilícitamente (1995) Ley 1304 de 2009 Convención para la Protección de Bienes Culturales R-Convención para la Protección de Bienes Culturales P I-Convención para la Protección de Bienes Culturales P II-Convención para la Protección de Bienes Culturales Convención contra la Transferencia de Bienes Culturales Convención para la Protección del Patrimonio Cultural Convención sobre Bienes Culturales Robados A-Convención sobre Bienes Culturales Robados DOCTRINA 9 Protocolo relativo a la prohibición del empleo en la guerra de gases asfixiantes, tóxicos o similares, y de medios bacteriológicos (1925) Convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas (Biológicas), y toxínicas y sobre su destrucción (1972) Se reglamenta el ejercicio de la profesión de bacteriología, se dicta el Código de Bioética y otras disposiciones Convención sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados (1980) Enmienda al artículo 1º de la Convención sobre prohibiciones o restricciones del empleo de ciertas armas convencionales que puedan considerarse excesivamente nocivas o de efectos indiscriminados (2001) LEY SENT. CONST. ABREVIATURA CONVENIO LEY SENT. CONST. ABREVIATURA Ley 10 de 1980 Protocolo de Ginebra de 1925. Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares(1968) Ley 114 de 1985 Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares Ley 10 de 1980 Convención sobre Armas Biotoxínicas Convención sobre la protección física de los materiales nucleares (Junto con su Anexo I, y su Anexo II) (1980) Ley 728 de 2001 | C-673/02 Convención sobre la Protección Física de los Materiales Nucleares Convención sobre asistencia en caso de accidente nuclear o emergencia radiológica (1986) Ley 766 de 2002 | C-254/03 Convención sobre Accidentes Nucleares Convención sobre la pronta notificación de accidentes nucleares (1986) Ley 702 de 2001 | C-536/02 Convención sobre Notificación de Accidentes Nucleares Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares (Junto al Protocolo al Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, que contiene el Anexo 1 y el Anexo 2) (1996) Ley 660 de 2001 | C-287/02 Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares Ley 841 de 2003 Ley 469 de 1998| C-156/99 Ley 1072/06 | C534/08 Protocolo I. Sobre fragmentos no localizables (1980) Ley 469 de 1998| C-156/99 Protocolo II. Sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas, armas trampa y otros artefactos (junto con su anexo) (1996) Ley 469 de 1998| C-156/99 Protocolo III. Sobre prohibiciones o restricciones del empleo de armas incendiarias (1980) Ley 469 de 1998| C-156/99 Protocolo Adicional, considerado como IV, sobre armas láser cegadoras (1995) Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción (1997) Se dictan normas para dar cumplimiento a la Convención sobre la Prohibición del Empleo, Almacenamiento, Producción y Transferencia de minas antipersonal y sobre su destrucción y se fijan disposiciones con el fin de erradicar en Colombia el uso de las minas antipersonal Convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción, el almacenamiento y el empleo de armas químicas y sobre su destrucción (junto al anexo sobre sustancia químicas y, al anexo sobre la aplicación y la verificación) (1993) Tratado por el que se prohíbe los ensayos con armas nucleares en la atmósfera, el espacio ultraterrestre y debajo del agua (1963) Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina “Tratado de Tlatelolco” (Junto a sus: PA II y PA II) (1967) Acuerdo entre la República de Colombia y el Organismo Internacional de Energía Atómica para la aplicación de salvaguardias en relación con el Tratado para la proscripción de las armas nucleares en la América Latina (1979) Enmiendas al Tratado de Tlatelolco (1990, 1991 y 1992) Protocolo adicional al Acuerdo entre la República de Colombia y el Organismo Internacional de Energía Atómica para la aplicación de salvaguardias en relación con el tratado para la proscripción de las armas nucleares en la América Latina (2005) Ley 469 de 1998| C-156/99 Ley 554 de 2000 | C-991/00 Convención sobre Armas Convencionales E-Convención sobre Armas Convencionales Se dictan normas prohibitivas en materia ambiental, referentes a los residuos y desechos peligrosos y se dictan otras disposiciones Convenio para prevenir y sancionar los actos de terrorismo configurados en delitos contra las personas y la extorsión conexa cuando estos tengan trascendencia internacional (1971) P I- Sobre fragmentos no localizables P II- Sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas P III- Sobre prohibiciones de armas incendiarias P IV- Sobre armas láser cegadoras Convenio sobre la Marcación de Explosivos Plásticos para los fines de detección (junto a su Anexo técnico) (1991) Convención Interamericana contra la fabricación y el tráfico ilícitos de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados (1997) Convenio Internacional para la Represión de los Atentados Terroristas Cometidos con Bombas (1997) Convención sobre Minas Antipersonales Ley 759 de 2002 Ley 525 de 1999 | C-328/00 Ley 6ª de 1969 Convención sobre Armas Químicas Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares Ley 45 de 1971 Tratado de Tlatelolco Ley 47 de 1982 Acuerdo sobre salvaguardias al Tratado de Tlatelolco Ley 303 de 1996 | C-176/97 E-Tratado de Tlatelolco Ley 1156 de 2007 | C-799/08 P- Acuerdo sobre salvaguardias al Tratado de Tlatelolco Derecho Penal Internacional CONVENIO Ley 1252 de 2008 Ley 195 de 1995 | C-186/96 Convenio sobre Actos de Terrorismo Ley 1077 de 2006 | C-121/08 Convenio sobre Marcación de Explosivos Ley 737 de 2002 | C-764/02 Ley 804 de 2003 | C-1055/03 Convención contra la Fabricación de Armas de Fuego Convenio sobre Terrorismo con Bombas Convenio sobre Financiación del Terrorismo Convenio interamericana sobre Terrorismo Convenio Internacional para la Represión de la Financiación del Terrorismo (1999) Ley 808 de 2003 | C-037/04 Convención Interamericana contra el Terrorismo (2002) Ley 1108 de 2006 | C-537/08 Se dictan normas para la prevención, detección, investigación y sanción de la financiación del terrorismo Ley 1121 de 2006 Convención sobre la Seguridad del Personal de las Naciones Unidas y el Personal Asociado (1994) Ley 877 de 2004 | C-863/04 Convención sobre Seguridad de Personal Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (1998) Ley 742 de 2002 | C-578/02 ERCPI Reglas de procedimiento y prueba de la Corte Penal Internacional (2002) Ley 1268 de 2008 | C-801/09 Elementos de los crímenes de la Corte Penal Internacional (2002) Ley 1268 de 2008 | C-801/09 EC-ERCPI Acuerdo sobre los Privilegios e Inmunidades de la Corte Penal Internacional” (2002) Ley 1180 de 2007 | C-1156/08 Acuerdo de inmunidades del ERCPI RPP-ERCPI C. Perspectiva constitucional La noción de crimen de guerra guarda una estrecha relación con los medios y métodos de combate, vale decir, con las armas elegidas por los combatientes, la 10 manera como éstas se emplean y contra quiénes se hace, las tácticas y estrategias seleccionadas para atacar al enemigo o a quienes se consideran sus partidarios. De allí que los autores de estas atrocidades sean los combatientes. Las víctimas, en la mayoría de los casos, serán entonces los miembros de la población civil, aunque, se insiste, la noción de crimen de guerra abarca a los combatientes como sujetos pasivos, en determinadas y precisas circunstancias. Conviene de igual manera señalar que el concepto de autor de un crimen de guerra comprende asimismo a los superiores jerárquicos, bien sea porque directamente ordenaron la comisión del acto o debido a que gracias a su omisión de control y vigilancia, sus subalternos pudieron perpetrar el delito. Los crímenes de guerra son entonces violaciones a las normas sobre conducción de las hostilidades, a las leyes y costumbres de la guerra, inspiradas, en palabras de Mangas Martín, “en los principios jurídico-humanitarios como el principio de humanidad o de respeto a la persona humana y su conservación, el principio de proporcionalidad, el principio de prohibición de males superfluos o el principio de limitación de los medios para herir al enemigo10. D. Generalidades (conducta en general) Aquí se hallan aquellas instituciones comunes a todos los crímenes de guerra. Valga señalar que este punto es el de mayor desarrollo por la doctrina, con mayor atención, inclusive, que a los crímenes en sí mismo considerados. En nuestro parecer, la doctrina colombiana está en deuda de ofrecer estudios profundos sobre las conductas en especial, distinto a sólo enunciar si son tipos pluriofensivos, tipos en blanco, los sujetos, la clase de verbo rector, etc., lo cual es evidente y simplista. 1. Aspecto externo a. Principios Un tema frecuente al estudiar los crímenes de guerra son los principios que los orientan. Ciertamente son importantes como una forma de sintetizar los institutos que gobiernan el estudio de los mismos; podemos concebirlos como un trabajo de inducción ya que “se pasa de una particularidad a una generalidad”, aunque, ello no sucedió así de manera histórica y ordenada, sino que fue una creación moderna al estudiar las diversas costumbres del derecho internacional. 10 Corte Constitucional, sent. C-1076/02, 05.12.2002, (II., 6., e., 2.4.2.). Según la Cte. Const, en sentencia C-533/08, may. 28, (V., 9.5.) conductas como la devastación, saqueo, requisición arbitraria, requisición con omisión de formalidades, exacción y contribuciones ilegales, “genuinamente” pueden tener “relación directa con los actos propios de servicio militar y policial”. FACETAS PENALES Ahora, cada principio se acomoda de manera perfecta con la división de crímenes en especial que aquí exponemos, e ilumina su interpretación. Podemos denominarlos principios rectores de los crímenes de guerra. Los principios resultantes pueden resumirse en diferentes maneras, pero los elementos clave incluyen11: aa. Principio de “protección” a los no combatientes Los no combatientes deben estar a salvo de las diversas formas de daño, esta categoría incluye no solo a los civiles, sino también los ex combatientes, como a los prisioneros de guerra y a los combatientes fuera de combate (hors de combat) porque están heridos, enfermos, náufragos o se han rendido12. Es ampliamente aceptado que no solo los soldados sino civiles pueden cometer crímenes de guerra13. ab. Principio de “distinción” Los combatientes deben distinguir entre objetivos militares y la población civil, y sólo atacar objetivos militares. Todas las personas involucradas en un conflicto armado deben distinguir entre las personas que participan directamente en las hostilidades, es decir, los combatientes y las personas que no pueden ser atacados o no tomar parte directa en las hostilidades. La distinción se compone de dos elementos: Los combatientes deben distinguirse de la población civil, y que los civiles no deben ser objeto de ataque14. El TEDH ha mostrado su rechazo por el principio de distinción, en atención a que los objetivos militares, así como los métodos de guerra, no se pueden distinguir en disturbios y guerras civiles lo cual es un grave error15. ac. Principio de “necesidad militar” En lo que se refiere, los objetivos militares se limitan a aquellos objetos que por su naturaleza, ubicación, finalidad o uso contribuyan eficazmente a la acción militar y cuya destrucción total o parcial, captura o de neutralización, en las circunstancias imperantes en el momento, ofrezcan una ventaja militar definida. El 11 R. CRYER, H. FRIMAN, D. ROBINSON y E. WILMSHURST, An introduction to international criminal law and procedure, Cambridge University Press, Cambridge, 2007, p. 223. 12 R. CRYER, H. FRIMAN, D. ROBINSON y E. WILMSHURST, An introduction to international criminal law and procedure, Cambridge University Press, Cambridge, 2007, p. 223. 13 EVE LA HAYE, War crimes in internal armed conflicts, Cambridge University Press, Cambridge, 2008, p. 115. 14 E. CRAWFORD, Blurring the lines between international and non-international armed conflicts--the evolution of customary international law applicable in internal armed conflicts”, Australian International Law Journal, Vol. 15, 2008, pp. 29 y ss. 15 W. ABRESCH, A Human Rights Law of Internal Armed Conflict: The European Court of Human Rights in Chechnya, The European Journal of International Law, vol. 16, n.º 4, 2005, p. 767. DOCTRINA principio de necesidad militar incluye una prohibición de la destrucción y la devastación no justificada por necesidades militares16. ad. Principio de “proporcionalidad” (en el ataque) En el ataque a los objetivos militares, los combatientes deben tomar medidas para evitar o reducir al mínimo los daños colaterales a los civiles y abstenerse de ataques que podrían causar daños excesivos a los civiles. El ataque significa que las partes en un conflicto armado tienen expresamente prohibido lanzar un ataque que puede esperarse que produzca la pérdida de vidas civiles, heridas a civiles, daños a bienes de carácter civil, o una combinación de ellas, que serían excesivos en relación con la ventaja militar concreta y directa prevista17. ae. Principio de prohibición de “ataques indiscriminados” Es una prohibición expresa de lanzar ataques indiscriminados que afectan a la población civil, teniendo conocimiento de que tal ataque causará una excesiva pérdida de vidas o lesiones a civiles; así podemos encontrar el bombardeo intencionado de la población civil; que el objetivo destinado a objetivos militares en el aire debe ser legítimo y debe ser identificable; que el ataque a los objetivos militares legítimos debe llevarse a cabo de tal manera que la población civil no sea bombardeadas por negligencia18. af. Principio de prohibición de “causar sufrimientos innecesarios” Hace relación a la disminución de la crueldad empleada entre los combatientes y la protección de los civiles y los fuera de combate. El concepto encuentra su expresión en las disposiciones de la ley del conflicto armado que indica que “en cualquier conflicto armado, el derecho de las partes en conflicto a elegir los métodos o medios de guerra no es ilimitado” y que “se prohíbe el empleo de armas, proyectiles, y materiales y métodos de guerra de tal índole que causen males superfluos o sufrimientos innecesarios”19,20. b. Conflicto armado (clasificaciones) El conflicto es internacional cuando es interestatal, en cambio, es no internacional o interno cuando conE. CRAWFORD, Blurring the lines between…, op. cit., pp. 29 y ss. Ibídem. 18 E. CRAWFORD, Blurring the lines between international and non-international armed conflicts--The evolution of customary international law applicable in internal armed conflicts, Australian International Law Journal, Vol. 15, 2008, pp. 29 y ss. 19 E. CRAWFORD, Blurring the lines between international and non-international armed conflicts--the evolution of customary international law applicable in internal armed conflicts, Australian International Law Journal, Vol. 15, 2008, pp. 29 y ss. 20 R. CRYER, H. FRIMAN, D. ROBINSON y E. WILMSHURST. An introduction to international criminal law and procedure, Cambridge University Press, Cambridge, 2007, p. 223. 16 17 11 tiene sólo intereses estatales, “[e]n nuestro país se ha reconocido políticamente la existencia de un conflicto armado interno de proporciones considerables”21. El conflicto armado “comporta un enfrentamiento armado de carácter militar, regular o irregular, colectivo, determinado en tiempo y espacio, con el propósito de someter al contrario”22. Desde las convenciones de ginebra no se ofrece una definición de conflicto armado, luego, a partir de las menciones al conflicto armado (para nuestros intereses el no internacional) se tienen sólo los elementos de los mismos. ¿Puede llevarse a cabo un conflicto armado interno en territorio de un Estado diferente? El conflicto armado debe desarrollarse en el territorio de una parte contratante, básicamente, tal condición remite a que por lo general el conflicto armado interno se lleva a cabo con exclusividad en el interior de las fronteras de un Estado, pero, la competencia territorial (rationae loci) del CPCG II no varía por el hecho de que los grupos armados organizados o las Fuerzas Armadas disidentes partan de un territorio extranjero o tengan allí su base de operaciones. Con la anterior manifestación podremos dar solución a la controversia acerca de si en el caso de la “Operación Fenix”23 (donde fuera abatido el jefe guerrillero -alias- Raul Reyes) se daba aplicación a las reglas de guerra donde la respuesta es positiva, además de que su clasificación es de conflicto armado interno, y no internacional, ya que ninguna fuerza o grupo ecuatoriano tuvo incidencia directa con el enfrentamiento armado. Presentaremos a continuación los requisitos para configurar un conflicto armado, prescindiendo de varios otros requisitos antiguos24 y modernos25, por no tener cabida en el ordenamiento penal colombiano: Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal, sentencia 15.02.2006, exp. 21330. Ibídem. 23 Así en: [www.mindefensa.gov.co]. 24 “Otros criterios más exigentes para establecer la existencia de un conflicto armado han sido invocados con frecuencia por algunos sectores de la doctrina, pero la jurisprudencia internacional ha descartado expresamente que se trate de requisitos necesarios para clasificar una determinada situación en esta categoría. Así, se ha sugerido que es necesario (a) que haya un reconocimiento explícito de los grupos enfrentados como insurgentes o como beligerantes, (b) que la disputa haya ingresado a la agenda del Consejo de Seguridad o la Asamblea General de las Naciones Unidas, (c) la existencia de una organización semi-estatal a nivel de los grupos armados que enfrentan a las autoridades de jure, o (d) el ejercicio de autoridad estatal de facto sobre determinadas porciones del territorio por los grupos armados en cuestión”: Corte Constitucional, sentencia C-291/07, 25.04.2007 (III. D. 1.1.). 25 Conocimiento de la naturaleza del conflicto armado, la violación de la regla implica responsabilidad individual criminal, el conocimiento del status de los objetivos de las conductas específicas, etc. Así, a partir del TPIY y el TPIR: G. BOAS, J. L. BISCHOFF y N. L. REID, Elements of crimes under international law. international criminal law practitioner library series, vol. II, Cambridge University Press, Cambridge, 2009. 21 22 12 FACETAS PENALES ba. Requisitos del conflicto armado interno según el art. 3º (1) de los CG y el art. 1º (1) pacg ii Artículo 3º (1) común a los CG Artículo 1º (1) PACG II En caso de conflicto armado que no sea de índole internacional y que surja en el territorio de una de las Altas Partes Contratantes, cada una de las partes en conflicto tendrá la obligación de aplicar, como mínimo, las siguientes disposiciones: 1) Las personas que no participen directamente en las hostilidades, incluidos los miembros de las Fuerzas Armadas que hayan depuesto las armas… serán, en todas las circunstancias, tratadas con humanidad... El presente Protocolo… se aplicará a todos los conflictos armados [no internacionales]… que se desarrollen en el territorio de una Alta Parte contratante entre sus Fuerzas Armadas y Fuerzas Armadas disidentes o grupos armados organizados que, bajo la dirección de un mando responsable, ejerzan sobre una parte de dicho territorio un control tal que les permita realizar operaciones militares sostenidas y concertadas y aplicar el presente Protocolo. Mando responsable No significa que deba haber un sistema jerárquico de organización militar semejante a las Fuerzas Armadas regulares, se trata de una organización suficiente para concebir y realizar operaciones militares sostenidas y concertadas e imponer una disciplina en nombre de una autoridad de hecho o de facto26. Se busca establecer una frontera entre situaciones de disturbios internos durante los cuales pueden surgir espontáneamente líderes populares, pero que no ejercen un verdadero mando sobre los amotinados. Al organizarse el grupo se distribuyen las tareas, se fijan responsabilidades individuales, se establece una jerarquía que puede llegar a ser totalmente vertical, así se adopta una estructura similar a la castrense27. Control sobre parte del territorio Señala la doctrina que debe consistir en una parte “importante” del territorio para mantener operaciones militares, basta con que se establezca la existencia del conflicto en una región integrada por cierto municipios, lo cual no implica que exista un conflicto armado en cada una de las municipalidades28. No obstante, en la mayoría de los casos modernos (de conflictos de baja intensidad) el control sobre una región no suele ser ni absoluto ni estable, por lo cual, este requisito tiende a ser anacrónico, ambiguo a veces muy difícil de constatar por el terreno y los pocos casos de ocurrencia son excepcionales29. 26 O. OSPITIA GARZÓN, Crímenes de guerra y conflicto armado interno, rdpc, Nº. 81, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, p. 127. 27 A. RAMELLI ARTEAGA, La Constitución colombiana…, op. cit., p. 68. 28 O. OSPITIA GARZÓN, Ibídem, pp. 127-128. 29 A. RAMELLI ARTEAGA, La Constitución colombiana y el derecho internacional humanitario, 2ª ed. (2003), reimp., Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2005, p. 69. Realiza operaciones militares “sostenidas” y “concertadas” Sostenido debe entenderse como lo contrario a lo “esporádico”. “Concertar” significa pactar, ajustar, tratar, acordar algo, se trata pues de operaciones militares concebidas y preparadas por grupos armados organizados30. Son concertadas a partir del momento en que responden a la ejecución de un plan acordado con cierta antelación por los miembros de un grupo organizado. Las tensiones internas y los disturbios internos están excluidos del ámbito de aplicación del DIH, tales como motines, revueltas, actos esporádicos y aislados de violencia y otros semejantes como vandalismo callejero, quema de vehículos, ataque a edificios público31. El CG y el PACG II no deja por fuera: Las confrontaciones entre dos o más grupos armados organizados, controladores del territorio, que no involucren fuerzas del gobierno. Es decir, los casos de guerras de guerrillas subterráneas, esporádicas y no permanentes tampoco están cubiertas32. En la práctica resulta difícil determinar el cumplimiento de las (rigurosas) condiciones establecidas en el art. 1º del PACG II33,34. ¿Es necesario el reconocimiento de beligerancia como requisito para la aplicación de los CG y del PACG II? No es necesario. La antigua institución de la beligerancia es el acto de un gobierno o de un Estado extranjero en el cual se le otorga a una parte contendiente en un conflicto civil el derecho a hacer la guerra, con las consecuencias que esto comporta (relaciones diplomáticas para intercambios económicos, suscripción de empréstitos internacionales, personalidad jurídica funcional). La beligerancia se reconoce cuando son tales las proporciones del conflicto que existe el riesgo de dar origen a un nuevo Estado35. No obstante lo anterior, el respeto de las normas mínimas de guerra no pueden depender de un acto político de la naturaleza de la beligerancia. Lo anterior no quiere decir (ni suponer) que el reconocimiento de beligerancia haya desaparecido. ¿Es necesaria la calificación de conflicto armado para que operen las reglas del DIH, y en este caso, cuál es la autoridad encargada de ello? O. OSPITIA GARZÓN. Ibídem, p. 127. O. OSPITIA GARZÓN. Ibídem, pp. 127-128. 32 O. OSPITIA GARZÓN. Ibídem, p. 128. 33 O. OSPITIA GARZÓN. Ibídem, p. 129. 34 A. RAMELLI ARTEAGA, La Constitución colombiana y el derecho internacional humanitario, 2ª ed. (2003), reimp., Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2005, p. 61. 35 Así en: A. RAMELLI ARTEAGA, La Constitución colombiana y el derecho internacional humanitario, 2ª ed. (2003), reimp., Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2005, pp. 56-60. 30 31 DOCTRINA Ha de tenerse por descontado el reconocimiento estatal de la existencia de un conflicto armado no internacional y la expresa previsión legislativa acerca de la naturaleza de los grupos de autodefensa como uno de sus actores, sin que lo último les otorgue algún estatus especial”36. Es un “supuesto errado que… aplicación [de las normas de DIH] implica una especie de reconocimiento de legitimidad a favor de la organización armada ilegal que hace parte del conflicto”… “tal postura llevaría al equívoco de estimar que sólo ha de reconocerse la existencia del conflicto armado no internacional cuando el accionar de los bandos enfrentados tiene apoyo en causas altruistas”37. Valga recordar cómo en una oportunidad el Tribunal Superior de Bogotá38 respondía al argumento que como el Gobierno Nacional ha negado la existencia de un conflicto armado interno, y ha reiterado que lo que se viene presentando desde hace varios años en Colombia es una “amenaza terrorista”, no puede un funcionario judicial, en una clara extralimitación de sus funciones, entrar a calificar la naturaleza del conflicto colombiano, pues ello es competencia exclusiva de los órganos encargados de formular la política estatal de seguridad nacional: “El Ius Gens, o Derecho de Gentes, o Derecho de las Naciones, o Derecho entre las Naciones, o Derecho Internacional, que se ha dado en llamar Ius Cogens y forma el núcleo del Derecho Internacional Humanitario, está muy cercano al difuso pero distinguible concepto de Ius Natural en su variante de derecho racional. Por ello incluye y maneja conceptos que pueden no estar perfectamente definidos con criterio de autoridad o que no se han elevado a la forma de derecho positivo, pero que racionalmente son perfectamente comprensibles para el común de las gentes, y con mayor razón para los letrados. “En ese contexto la palabra conflicto es percibida como lo contrario a consenso. A su vez conflicto armado es radicalmente diferenciable de la mayoría de los conflictos que tienen lugar en toda sociedad, como planteamiento de diferencias de opinión o toma de posiciones frente a determinadas opciones o intereses que se espera resolver mediante el diálogo, la mediación, la conciliación, la transacción o la adjudicación de derechos por la jurisdicción. “Conflicto armado es la expresión de la irracionalidad, el regreso a la forma primitiva -exclusiva de los humanos- de imponer unos intereses sobre otros por medio de la fuerza bruta acrecentada mediante prótesis o extensiones de la estricta capacidad física individual, que son las armas, la renuncia a los métodos civilizados de exposición e intercambio de ideas y propuestas de solución a los problemas que necesariamente surgen y surgirán siempre en el devenir social. 36 CSJ, Cas. Penal, sentencia, 27.01.2010, exp. 29573. Citando: Radicación 32022, auto del 21 de septiembre de 2009. 37 CSJ, Cas. Penal, sentencia, 27.01.2010, exp. 29573. Citando: Radicación 32022, auto del 21 de septiembre de 2009. 38 TS de Bogotá. Sala Penal, sentencia del 27.11.09, exp. 1300131070012005000 4701, (consid.: 5.2.). 13 “Ese conflicto armado es interno cuando no involucra como partes a dos o más Estados, sujetos de derecho internacional. Desde el punto de vista iusnaturalista racional no importa si el conflicto armado se presenta porque el Estado está enfrentado a facciones del mismo Estado, o a grupos rebeldes que tienen origen en sus intereses en contra del Estado, o por grupos armados que se enfrentan entre sí sin confrontar al Estado, o incluso si uno de esos grupos armados pretende defender al Estado, o refundarlo, porque lo considera débil o insuficiente para la defensa del orden jurídico vigente: en todos esos casos hay conflicto armado interno en su acepción ontológica, en su simple existencia real. “Paralelamente se ha construido un concepto político de conflicto armado interno del que se predican y se derivan o se pretende derivar características, connotaciones, compromisos, consecuencias para entre las partes y para con los organismos multilaterales o internacionales. Pero es eso y nada más: una construcción convencional, un giro gramatical-político, un episteme que puede coexistir con el sentido natural y obvio de las palabras tomadas en su conjunto como conflicto armado interno. “En suma, en Colombia hay un conflicto armado interno en curso, en cuyo desarrollo un grupo de personas ha asumido unas conductas que se oponen abiertamente a principios básicos de humanidad y por ello se subsumen en los tipos especiales que la ley colombiana ha adoptado en respeto al Derecho Internacional Humanitario, como los que se han declarado en la sentencia apelada. No prospera el cuestionamiento de la defensa”. Pues bien, compartimos dicha apreciación. Agregamos lo siguiente: Podemos pensar en los diversos actores que pueden ofrecer una calificación del conflicto armado como la rama judicial, la rama legislativa y el concierto internacional, del análisis de las diversas sentencias, leyes, comunicados, dictámenes, convenios, etc., es claro señalar que para dichas partes el conflicto es evidente. Los problemas se presentan en la rama ejecutiva que tiende a negar dicha situación y mejor denominarla actos terroristas, no obstante esto es propio de la política de cada Estado la cual debe estar al margen de las normas de DIH. bb. Requisitos del conflicto armado interno según el art. 89 (2) (f) ercpi Art. ERCPI 8 (2) (f) … conflictos armados que no son de índole internacional y, por consiguiente, no se aplica a las situaciones de tensiones internas y de disturbios interiores, tales como los motines, los actos esporádicos y aislados de violencia u otros actos análogos. Se aplica a los conflictos armados que tienen lugar en el territorio de un Estado cuando existe un conflicto armado prolongado entre las autoridades gubernamentales y grupos armados organizados o entre tales grupos Podemos señalar que las posibilidades que ofrece la norma son conflictos entre autoridades gubernamentales v. grupos armados y grupos armados v. grupos armados. 14 - Organizados Frente al criterio de organización, el TPIY explicó que los criterios que orientan el análisis se pueden reagrupar en cinco tipos, sin que sea ésta una lista taxativa: -La estructura de mando del grupo armado, donde es necesario tener en cuenta elementos como “la presencia de una estructura de mando a través del establecimiento de un mando responsable o de un alto mando que esté dirigido a dar órdenes, la difusión de regulaciones internas, la organización del armamento, la autorización de llevar a cabo acciones militares etc...”. -La capacidad de llevar a cabo operaciones, la capacidad de comando y control, de difundir órdenes y de controlar una parte del territorio. -La capacidad logística, donde es necesario analizar elementos como el reclutamiento de nuevos integrantes, el proveer cierto tipo de entrenamiento, la organización y el suministro de armamento, y el uso de uniformes. -El sistema de control interno o disciplinario. -La capacidad de negociar, lo que no quiere decir que si no detentan esa capacidad o voluntad, deberá excluirse per se su carácter de organizados39. La CSJ recordaba la “existencia de grupos armados organizados que bajo la forma de aparatos militares irregulares, llevan a cabo operaciones de esa misma naturaleza disputándose el control territorial de vastas zonas del país”40 como un modus operandi en el conflicto colombiano. Prolongados (intensos) “La intensidad se mide por factores como ‘la seriedad de los ataques y su incremento, la propagación de los enfrentamientos en un territorio y en un período de tiempo determinado, el incremento en el pie de fuerza de las Fuerzas Militares de un país, la movilización y distribución de armamento […]’”41. El ERCPI adopta una postura que, está más acorde con las situaciones conflictivas contemporáneas que afectan internamente a algunos Estados42. La doctrina indica que conforme al art. 53 de la Convención de 39 TPIY. The Prosecutor v. Ljube Boskoski y Johan Tarculovski. Judgment, IT-0482-T, 10.07.2008, párr. 177; citado en: comando general de las Fuerzas Militares. Manual de derecho operacional, manual FF.MM 3-41 público, 1ª ed., 2009, (aprobado mediante Disposición 056 del 07.12.2009), pp. 36. 40 CSJ, Cas. Penal, sentencia, 27.01.2010, exp. 29573. 41 TPIY. The Prosecutor v. Ljube Boskoski y Johan Tarculovski. Judgment, IT-04-82T, 10.07.2008, párr. 177; citado en: comando general de las Fuerzas Militares. Manual de derecho operacional, manual FF.MM 3-41 público, 1ª ed., 2009, (aprobado mediante Disposición 056 del 07.12.2009), pp. 35. “Así, se pueden mencionar a manera de ejemplo, el tipo de armamento empleado, la utilización de equipos militares como tanques y vehículos, el bloqueo o el asalto a ciudades, la extensión de su destrucción y el número de víctimas resultantes de este tipo de ataques, el número de tropas y unidades desplegadas, la ocupación de un territorio, de ciudades y pueblos, el despliegue de las FFMM a las áreas de crisis y el cierre de carreteras, entre otros”. 42 O. OSPITIA GARZÓN, Ibídem, p. 129. Crítico: A. APONTE CARDONA, Civiles y conflicto armado en la jurisprudencia de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, RDPC, pp. 15-46. FACETAS PENALES Viena43 el ERCPI modificaría el PACG II (por ser norma general y posterior) y deberíamos ceñirnos al texto de éste de más fácil interpretación para los conflictos armados internos; termina señalando que el ERCPI “derogó tácitamente” el CG y el PACG II en lo que a la regulación del concepto de conflicto armado se refiere44. Pues bien, consideramos que este sector de doctrina llevó a los extremos esta problemática y que, dicha posición riñe con el contenido de la sentencia C-578/02, principalmente con la expresa quinta declaración interpretativa realizada por la Corte Constitucional, que claramente indica que el ERCPI sólo tendrá efecto para lo de su competencia45. El tema es complicado dado que se trata de establecer el elemento normativo más importante de todos los tipos penales del título II del C.P. Los principales problemas son, en efecto: Las dificultades probatorias de los requisitos del CG y del PACG II así como el alejamiento de estos instrumentos a la luz de la problemática en Colombia donde, es evidente, que una buena parte de fuertes enfrentamientos se suscitan entre grupos armados al margen de la ley (organizados) pero sin que el Estado tenga relación directa (p.e.: guerrilla, AUC). Consideramos que una solución plausible, que pondere este problema puede encontrarse en las interpretaciones de Tribunales internacionales acerca de dichos tratados. Los pronunciamientos, consientes de la rigidez conceptual, han optado por suavizar los mismos. La decisión más relevante sobre el punto es el caso Tadic donde se plantea que el conflicto se puede plantear Estado vs. Estado, Estado vs. Grupo, o Grupo vs. Grupo, eso sí cada uno con respectiva organización46. Así mismo la autorizada doctrina internacional se inclina por este entendimiento47. La doctrina internacional señala: “Unfortunately, norms governing internal conflict are underdeveloped (the core protections are Common Article 3 to the Geneva Conventions and Additional Protocol II). This is unsurprising, for states naturally resist limits on how they may deal with internal matters, particularly given the unlikelihood that their opponents will play by the rules”48. 43 Así: Ley 32 de 1985, 29.01.1985, “Por medio de la cual se aprueba la ‘Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados’, suscrita en Viena el 23 de mayo de 1969”. 44 O. OSPITIA GARZÓN. Ibídem, p. 130. 45 Se insiste en el “tratamiento desigual para los crímenes de competencia de la CPI y los delitos en Colombia”, en: Corte Constitucional, sent. C-488 de 2009, 22.07.2009, VI., 7.2.2. 46 CFR.: TPIY. Caso Tadic, decisión del 02.10.1995, (párr. 70). 47 G. WERLE, Tratado de derecho penal internacional, M. DEL M. DÍAZ PITA (coord.), Tirant lo Blanch, Valencia, 2005, p. 453. 48 M. SCHMITT, Armed Conflict and Law in This Century, Human Rights: Journal of the Section of Individual Rights & Responsibilities, vol. 30, N.º 1, 2003. DOCTRINA Consideramos que podemos tomar las siguientes conclusiones -que resumen lo dicho hasta ahora- del respetado internacionalista BASSIOUNI49: A Protocol to the Geneva Conventions should be added to eliminate the disparities in protections between all forms of conflicts, and to give combatants willing to abide by IHL the status of lawful combatant and that of POW. This Protocol should address the peculiarities of the new wars and the rights and responsibilities of non-state actors. In addition, the Protocol should address the questions raised in this article and which are reflected in the recommendations which follow. More importantly, it should address issues of education and training for non-state actors. * Governments should drop their reluctance to recognize non-state actors engaged in conflicts of a non-international character by recognizing them as lawful combatants and granting them lawful combatant and POW status when they agree to comply with IHL. * The emergence of new categories of non-state actors who have a supporting role in conflicts of a noninternational character is so far not specifically included in the normative scheme of IHL and is also not covered by the traditional norms of criminal law in many national legal systems should be included in a new Protocol to the Geneva Conventions. * The use of non-state actor surrogates by governments to engage in armed violence with de facto assurances of impunity should be included in the prohibition against mercenarism. * The elimination of double standards reflected in the practice of governments, who consider their violations as legitimate while characterizing the same kind of violations by non-state actors as illegitimate. * IHL norms should be consistently enforced with impartiality against state and non-state actors. El actual marco jurídico no es muy claro respecto a los conflictos armados no internacionales con entidades no estatales que actúan en el marco interestatal. Esa falta de claridad podría afectar negativamente a las víctimas de los conflictos armados50. El TEDH51 ha optado en este sentido a señalar una solución de lege ferenda consistente en reemplazar las diversas clasificaciones de conflicto por unas reglas unificadas para el uso de la fuerza letal, donde se reconociera el derecho a la vida tanto de los civiles como de los combatientes, por medio de un riguroso escrutinio de las 49 Así en: M. CH. BASSIOUNI, The new wars and the crisis of compliance with the law of armed conflict by non-state actors, Journal of Criminal Law and Criminology, vol. 98, n.º 3, 2008, pp. 711 y ss. 50 J. ŽILINSKAS, The concept of armed conflict in international humanitarian law and problems of its applicability in modern armed conflicts”, Jurisprudencija, vol. 2, N.º 104, 2008, p. 100. (Originalmente en Lituano); poniendo en duda la configuración de los requisitos en conflictos como los de Israel y el Líbano. 51 TEDH. Isayeva, Yusupova and Bazayeva v Russia, 57947–49/00, 24.02.2005. 15 planeaciones operacionales y la proporcionalidad de los ataques, evaluando severamente las tácticas de necesidad militar52. No obstante, consideramos que es muy pronto para tomarlas como normas definitorias del conflicto armado, por su reciente creación, ausencia de vinculatoriedad, entre otras varias razones. Por otro lado, la Corte Penal Internacional ha señalado que: Para la configuración de un conflicto armado “ninguna diferencia existe si alguna de las partes niega la situación de guerra, no hace ninguna diferencia cuan larga es la duración del conflicto, o cuántos crímenes se llevaron a cabo, el debido respeto a la personalidad humana no es medido por el número de víctimas”53. bc. Requisitos según la CSJ Según la CSJ el conflicto armado no internacional es una inocultable realidad54. El Estado colombiano ha reconocido por diferentes vías la existencia del conflicto armado no internacional55. Señala que, “en efecto, las expresiones de “combate” y “conflicto armado”, aparecen mencionadas en los fallos como sinónimas, cuando lo cierto es que cada una tiene distinto significado”56. Combate: “comporta una acción militar entre bandos opuestos determinable en tiempo y espacio”57, en cambio, el conflicto armado se desarrolla a través de distintas manifestaciones, una de ellas el combate entre las Fuerzas Armadas que protagonizan las hostilidades, no siendo esa su única forma de materialización. Así, las acciones militares “sostenidas y concertadas” incluyen labores de patrullaje y todas aquéllas dirigidas a ejercer control sobre ciertos sectores de la población o la restricción de su movilización, entre otras, siendo a partir de la constatación de su presencia que puede predicarse precisamente la existencia de un control territorial [control sobre la población y retenes en los caminos]”58. E. Antecedentes normativos Acerca del IV Convenio sobre costumbres de la guerra: Todo parece indicar que Colombia no firmó este convenio en su versión del año 190759. En cambio el 52 W. ABRESCH, A Human Rights Law of Internal Armed Conflict: The European Court of Human Rights in Chechnya, The European Journal of International Law, vol. 16, Nº. 4, 2005, pp. 752, 757, 760 y 764. 53 ICC. Pre-trial Chamber I. Prosecutor v. Thomas Lubanga Dyilo, Decision on the confirmation of charges, 29.01.2007, ICC-01/04-01/06, (párr. 207). 54 CSJ, Cas. Penal, sentencia, 27.01.2010, exp. 29573. 55 CSJ, Cas. Penal, sentencia, 27.01.2010, exp. 29573. Citando: Radicación 32022, auto del 21 de septiembre de 2009. 56 CSJ, Cas. Penal, sentencia, 27.01.2010, exp. 29573. 57 Ibídem. 58 CSJ, Cas. Penal, sentencia, 27.01.2010, exp. 29573. 59 Entrada en rigor: 26.01.1910. 16 FACETAS PENALES Estado colombiano sí había ratificado60 la “Convention (II) with Respect to the Laws and Customs of War on Land and its annex: Regulations concerning the Laws and Customs of War on Land. The Hague, 29 july 1899”61. Colombia participó en la Segunda Conferencia Interamericana celebrada en México entre 1901 y 1902, en la cual se aprobó la adhesión a las Convenciones de la Haya de 189962. El artículo 4º del Convenio de 1907 señala que “La Convención de 1899 sigue en vigor entre las potencias que la firmaron, y que no se ratifica en el presente Convenio” lo que pareciera indicar que Colombia sí tiene vinculación con este tratado. No obstante lo anterior, es difícil arribar a una conclusión certera ya que: a. Desconocemos la ley aprobatoria de aquella convención de 1899, b. Y, así mismo sí existieron reservas a la misma, etc. Por estas razones, preferimos no contar sólo con la “vigencia aprobatoria” de la Convención, sino con su “vigencia como ius gentium” que desde el Tribunal de nüremberg se ha desarrollado. “The rules of land warfare expressed in the convention undoubtedly represented an advance over existing international law at the time of their adoption… but by 1939 these rules… were recognized by all civilized nations, and were regarded as being declaratory of the laws and customs of war…”63. Por otro lado, consideramos relevante señalar algunos documentos guía a los tipos que se consideran crímenes de guerra. Así, tenemos la Directiva Permanente 10 de 2007 la cual reitera las “obligaciones de las Fuerzas Militares como autoridades encargadas de hacer cumplir la ley e impartió instrucciones para evitar homicidios en persona protegida”64. El Manual de derecho operacional, el Decálogo de seguridad con las armas de fuego el cual cuenta con reglas como “Nunca apunte un arma cargada o descargada a objetivos a los cuales no piensa disparar” (3.), “Antes de oprimir el disparador piense cuál será la dirección que seguirá el proyectil” (7.), “No dispare su arma a través de un obstáculo que impida observar qué hay detrás de él” (8.), etc. De la misma manera el noveno principio del adoptado en el Octavo Congreso de las El día 30.01.1907; cfr.: [www.icrc.org]. Entrado en rigor: 04.09.1900. La convención cuenta con 5 artículos y su reglamento con 60 artículos. 62 O. OSPITIA GARZÓN, Crímenes de Guerra y conflicto armado interno, rdpc, Nº. 81, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, p. 122. Así mismo: Fiscalía General de la Nación. Exposición de motivos del proyecto original presentado por la Fiscalía General de la Nación, (orig. 1998), en: J. C. PRÍAS BERNAL. Código Penal, Colección Excelencia Jurídicas Lex Base, 2007. 63 Tribunal Militar Internacional. “Sentencia del Tribunal Militar Internacional dentro del proceso contra los principales criminales de guerra alemanes [GÖRING et al]. del 30.09 al 01.10.1946”, Trial of The Major War Criminals before The International Military Tribunal, Nuremberg 14.11.1945-01.10.1946, vol. 22 (Proceedings 27.08.1946-01.10.1946), p. 497. La serie de 42 volúmenes en [www.loc.gov]. 64 Ministerio de Defensa Nacional. Directiva Permanente 10 de 2007, “Instrucciones para la prevención de homicidios en persona protegida”. Cfr. íd. Directiva Permanente 19 de 2007, 02.11.2007, “Complemento Directiva 10 de 2007”. 60 61 Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, en agosto y septiembre de 1990, que resume: “Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley no emplearán armas de fuego contra las personas salvo en defensa propia o de otras personas, en caso de peligro inminente de muerte o lesiones graves, o con el propósito de evitar la comisión de un delito particularmente grave que entrañe una seria amenaza para la vida, o con el objeto de detener a una persona que represente ese peligro y oponga resistencia a su autoridad, o para impedir su fuga, y sólo en caso de que resulten insuficientes medidas menos extremas para lograr dichos objetivos. En cualquier caso, sólo se podrá hacer uso intencional de armas letales cuando sea estrictamente inevitable para proteger una vida”65. F. Problemas teóricos del régimen de crímenes de guerra en Colombia (toma de posición) A manera de resumen tenemos: 1. ¿Rationae temporis? Existe un conflicto armado internacional cuando se recurre a la fuerza armada entre dos o más Estados. Los conflictos armados no internacionales son enfrentamientos armados prolongados que ocurren entre Fuerzas Armadas gubernamentales y las fuerzas de uno o más grupos armados, o entre estos grupos, que surgen en el territorio de un Estado [Parte en los Convenios de Ginebra]. El enfrentamiento armado debe alcanzar un nivel mínimo de intensidad y las partes que participan en el conflicto deben poseer una organización mínima66. Para tal efecto revísese lo dicho sobre el ERCPI, supra. RAMELLI señala sobre este aspecto que el C.P. no distingue entre conflicto armado internacional e interno, ni entre hostilidades de baja y alta intensidad (art. 3º CG y el PACG), en tal sentido siguiendo la máxima donde el legislador no ha distinguido no le es dable hacerlo al intérprete, concluimos que las normas del título II del C.P. se aplican a toda suerte de enfrentamiento armado67. Por su parte IBÁÑEZ GUZMÁN destaca que la grave situación de orden público de Colombia hace asimilables, para efectos de la conmoción interior, los disturbios y el conflicto no internacional, lo que quiere decir que aparentemente todos podrían terminar siendo crímenes de 65 Consejo de Estado, Secc. 3ª, sentencia, 14.07.2004, exp. 20001-23-31-0001996-3068-01(14902), (IV., 3.). 66 CICR. “¿Cuál es la definición de ‘conflicto armado’ según el derecho internacional humanitario?”, Dictamen del CICR, 2008, p. 6, [www.icrc.org]. 67 A. RAMELLI ARTEAGA, Personas y bienes protegidos por el derecho internacional humanitario, aa. vv. Lecciones de derecho penal. Parte Especial, 1ª ed., 3ª reimp., Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2006, p. 700. DOCTRINA guerra68, aunque termina señalando el autor que no fue afortunada la razón de elaboración de los tipos obedeciendo a la “situación que afronta el país”, ya que con dicho movimiento se contradice el ERCPI que si distingue el crimen internacional del no internacional. Estamos de acuerdo con los doctrinantes colombianos. Si el C.P. decidió unir en su título II una diversidad de tipos penales, de diferente naturaleza, unos de conflicto armado internacional, otros de conflicto armado interno, esto quiere decir que el legislador deseó que dicha discusión académica y normativa (muy importante por cierto en el ámbito internacional) no tuviera lugar, y sí en cambio se aplicaran los diversos tipos, a parte de cualquier consideración. Bien lo dice el art. 27 del Código Civil que cuando el sentido de la ley sea claro, no se desatenderá su tenor literal a pretexto de consultar su espíritu; y es que, de igual forma, desde la exposición de motivos ésta fue la pretensión. Como efectos relevantes tenemos entonces que, las diversas interpretaciones internacionales de las conductas de guerra también serían de recibo, ya que sobre el punto no hubo limitante o condicionamiento al respecto. Un efecto importantísimo del CP es, sin lugar a dudas, establecer un régimen unificado de protección en conflicto armado interno o internacional sin distinción, en el L. II, T. II; anti técnico, pero, con efectos garantistas. 2. ¿Rationae personae? La protección se extiende al plexo de individuos que relaciona el art. 135 CP. 3. ¿Rationae materiae? Las conductas descritas en el L. II, T. II. CP. 17 les pertinentes, y en concreto. No obstante, la sentencia no cierra la posibilidad a que el texto del Estatuto, sus elementos de los crímenes (y sus reglas de procedimiento y prueba) sirvan como fuente de interpretación, como fuente auxiliar (y más aún supletoria). Una razón -limitada- podría ser el artículo de integración del Código Penal (art. 2º) que reza “Las normas y postulados que sobre derechos humanos se encuentren consignados en la Constitución Política, en los tratados y convenios internacionales ratificados por Colombia, harán parte integral de este Código”. Ahora, recordemos cómo las decisiones de la CPI sí podrían ser fuente auxiliar, de conformidad con el artículo 38 (1) (d) del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia que señala que para decidir se pueden aplicar “las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las distintas naciones, como medio auxiliar para la determinación de las reglas de derecho”. Pero, tal vez la razón más importante para destacar la pertinencia del ERPCI sea que en posterior pronunciamiento70, se declaró la inconstitucionalidad de algunas expresiones, principalmente, por el contenido de los EC-ERCPI. G. Tipos legales (conductas específicas) La doctrina colombiana realiza otras divisiones de los crímenes. Así encontramos a RAMELLI ARTEAGA71 que divide los delitos en tres categorías: Comportamientos que afectan gravemente la vida, la integridad y la libertad personal, grave peligro al conglomerado social y afectación grave a los bienes culturales y de culto. No obstante, seguiremos una división sistemática de los diversos crímenes de guerra, siguiendo la organización del ERCPI, así como de importantes doctrinantes como WERLE y CASSESE. Al respecto dígase que al entender cada una de las conductas debe revisarse sus respectivos fundamentos normativos. 4. ¿Código Penal frente al ERCPI? Según RAMELLI ARTEAGA -analizando el contenido de la sentencia C-578/02- los diversos tratamientos diferentes que trae el Estatuto de Roma “tendrán vi1. Crímenes de guerra contra las personas gencia únicamente en el ámbito del tratado internaEstos crímenes deben ser interpretados a partir del cional”69, en interpretación del Acto Legislativo 002 principio de “protección” a los no combatientes y del prinde 2001 (por medio del cual se incorporó el Estatuto cipio de “distinción”. de Roma al ordenamiento jurídico). Lo anterior significa que el contenido del Estatuto de Roma no es a. Homicidio en persona protegida (art. 135 CP) fuente directa aplicable al derecho interno, ni tampoEl fundamento de la conducta se encuentra en: CG co como ley supletoria de remisión de tipos penales I, CG II, CG III y CG IV72, CG III73, CG IV74, PACG I75, en blanco. Esos serían algunos efectos jurídicos pena- Corte Constitucional, sentencia C-291/07, 25.04.2007. A. RAMELLI ARTEAGA, Personas y bienes protegidos por el derecho internacional humanitario, aa. vv. Lecciones de derecho penal. Parte Especial, 1ª ed., 3ª reimp., Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2006, p. 692. 72 Art. 3º (1) (a). 73 Art. 13. 74 Art. 32. 75 Art. 75 (2) (a) (i). 70 A. J. IBÁÑEZ GUZMÁN, Delitos contra las ‘personas y bienes protegidos por el derecho internacional humanitario’ (a propósito de la configuración de los delitos ‘contra la humanidad’), aa. vv. Lecciones de derecho penal, Parte Especial, 1ª ed., 3ª reimp., Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2006, p. 622. 69 A. RAMELLI ARTEAGA, Personas y bienes protegidos por el derecho internacional humanitario, aa. vv. Lecciones de derecho penal, Parte Especial, 1ª ed., 3ª reimp., Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2006, p. 706. (=A la quinta declaración interpretativa realizada por la Corte Constitucional). 68 71 18 FACETAS PENALES PACG II76, Anexo sobre sustancias químicas a la Convención sobre armas químicas77, anexo sobre verificación a la Convención sobre Armas Químicas78, Tratado de Tlatelolco79, P-Acuerdo sobre salvaguardias al Tratado de Tlatelolco80, Convención sobre la Protección Física de los Materiales Nucleares81, Convención sobre Accidentes Nucleares82, ERCPI, EC-ERCPI83. Por regla general sigue la misma dogmática del homicidio simple (103 CP). El crimen de guerra de homicidio se produce cuando es cometido por alguien, por acción u omisión, según las causas de la muerte de una o más personas84. Un punto importante es que no hay necesidad de determinar quiénes son las personas protegidas en virtud de los Convenios de Ginebra85 (es decir, clasificación, individualización, etc.). El autor es consciente de las circunstancias de hecho que establecen protección a la víctima, por lo tanto, no es necesario que el perpetrador haya evaluado y arribado a la conclusión de que la víctima era en realidad una persona amparada por cualquiera de los Convenios de Ginebra86. También se entiende homicidio a la matanza deliberada de las personas protegidas por una fuerza de ataque, así las ejecuciones se produzcan después de que el ataque en general haya terminado y la derrota o el control total de la población objetivo se ha conseguido87. La conducta del acusado debe ser una causa sustancial de la muerte de la víctima88. El fiscal debe demostrar que los actos de asesinato tuvieron lugar en el contexto y se asociaron con un conflicto armado sin carácter internacional89. Las muertes causadas entre combatientes durante las operaciones militares no constituyen conductas típicas, por el solo hecho de que los combatientes no Art. 4º (2) (a). A (2) (a). 78 Parte XI (3) (h). 79 Preámbulo. 80 Ibídem. 81 Art. 7º (1) (a) (d) (e) (i). 82 Art. 1º (1). “la energía nuclear es una herramienta de enorme utilidad para el progreso tecnológico y científico, pero a la vez un arma de destrucción que virtualmente podría acabar con la especie humana” (IV . 5.): Corte Constitucional, sentencia C-254/03, 25.03.2003. 83 Arts. 8º (2) (a) (i), 8 (2) (c) (i)-1. 84 ICC. Pre-trial Chamber I. Prosecutor v. Germain Katanga and Mathieu Ngudjolo Chui, Decision on the confirmation of charges, 30.09.2008, ICC-01/04-01/07, (párr. 287). 85 Ibídem, (párr. 288). 86 Ibídem, (párr. 297). 87 Ibídem, (párr. 294). 88 Ibídem, (párr. 296). 89 Ibídem, (párr. 276). 76 77 son personas protegidas por los CG. Dentro de los modos y circunstancias de muertes comunes se encuentran los homicidios a prisioneros de guerra, sea también por restricción de alimentos o por maltratos que causan la muerte90. La jurisprudencia ha señalado lo siguiente: “la tropa era la obligada a verificar absolutamente todas las posibilidades que se les pudiera presentar pues acababan de salir de una vivienda habitada; con el conocimiento de otras a los alrededores, también, de manera inmediata se había reducido a una persona a quien se le había identificado, lo que llevaba a inferir lógicamente que al igual que estas personas pudiesen haber más campesinos en la zona, pues de las pruebas se deduce fácilmente que estaban sobre tierras cultivadas posiblemente cubiertas por trabajadores y según CONRADO DAVID se les advirtió sobre la presencia de las niñas en el lugar… Por otro lado no se puede desconocer la razón de ser de las Fuerzas Militares en un territorio, que no es otra sino que precisamente velar por la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional, según se dispone en el artículo 217 de nuestra Carta Magna, lo que implica la adopción de las medidas necesarias para la protección de la población civil, más aún tratándose de niños y ancianos y el respeto por los derechos humanos… los soldados faltaron al deber objetivo de cuidado obrando de una manera negligente e imprudente, porque si bien es cierto ellos no buscaban la muerte de la menor, ni representaron como posible que al accionar sus armas hacia la maraña, donde observaron los movimientos, podían estar escondidos integrantes de la población civil”91. “el uso de su arma de dotación fusil galil 7.62, no obedeció al desarrollo de su función, ni a repelar un ataque por parte de grupos al margen de la ley, no obedeció a una circunstancia de rechazo a un extraño que invadía la esfera del servicio, porque no se encontraba en ese instante en desempeño de tal, fue un acontecer aislado, ajeno a cualquiera de las circunstancias vinculantes con el servicio… no basta que el actor sea miembro activo de la Fuerza Pública, ni que efectivamente se halle en ese momento de servicio; además de esto, es indispensable que la conducta esté ligada con la labor militar o policial y se suscite en interrelación o por razón de las funciones desempeñadas… los actos relacionados con el servicio son los inherentes a la actividad policial, principalmente los que tienen que ver con el mantenimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y las libertades públicas, y asegurar que los habitantes del país convivan en paz; en otras palabras no está acreditado el otro elemento de carácter funcional”92. “la presencia de la tropa en el sitio de los hechos, estaba encaminada a la misión de garantizar el orden público en el sector denominado EL OPÓN, y que la muerte de los dos individuos es el resultado de un combate de encuentro, coligiendo que los miembros del Ejército se encontraban en cumplimiento de un deber legal, como autoridades legalmente constituidas de conformidad con el artículo 217 de la Carta Política, accionando sus armas ante la necesidad de 90 Así: G. WERLE, Tratado de derecho penal intenacional, M. del M. DÍAZ PITA (coord.), Tirant lo Blanch, Valencia, 2005, p. 473. 91 Fuerzas Militares de Colombia, Tribunal Superior Militar, sentencia del 14.09.2006, exp. 152636 -EJC -6600-Homicidio Culposo-1446, pp. 8-10. 92 Fuerzas Militares de Colombia, Tribunal Superior Militar, sentencia del 28.01.2008, exp. 153876-9156-XIV-EJC-009, pp. 12-14. DOCTRINA defender un derecho propio o ajeno de la injusta agresión, razón por la cual su conducta se encuentra permitida al haber actuado amparados en causales eximentes de responsabilidad”93. El término ‘combatientes’ utilizado en... [el art. 135.6] , sin importar la acepción que se acoja, no obsta para… [proteger a]… aquellas personas que no toman parte de las hostilidades o que son especialmente protegidas por el Derecho Internacional Humanitario, las cuales… se encuentran amparadas por las distintas categorías de “personas protegidas” [como aparece en el art. 135.8 y parágrafo, como por ejemplo]…., el que si bien participó en las hostilidades ya ha depuesto las armas”94. En el ámbito del derecho penal colombiano no es relevante la discusión acerca de si la conducta es premeditada o no95, ya que dicha institución fue eliminada de nuestro ordenamiento jurídico desde el Código Penal de 1980. b. Lesiones en persona protegida (art. 136 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG I, CG II, CG III Y CG IV96, CG III97, CG IV98, P IV-Sobre armas láser cegadoras99, P I-Sobre fragmentos no localizables100, Anexo sobre sustancias químicas a la Convención sobre armas químicas101, Anexo sobre verificación a la Convención sobre armas químicas102, Tratado de Tlatelolco103, P-Acuerdo sobre salvaguardias al Tratado de Tlatelolco104, Convención sobre la protección física de los materiales nucleares105. c. Actos de barbarie -atacar a persona fuera de combate, no dejar sobrevivientes, rematar heridos o enfermos(art. 145 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG I, CG II, CG III Y CG IV106, CG I107, CG II108, CG III109, CG IV110, 93 Fuerzas Militares de Colombia. Tribunal Superior Militar. Sentencia del 14.05.2008, exp. 154902-7708-548-008-EJC, p. 10. 94 Corte Constitucional, sentencia C-291/07, 25.04.2007, (III. E. 1.). En palabras más escuetas, con la decisión se optó por la integración [del numeral 6] con el numeral 8º de la misma disposición: Salvamento de voto del magistrado J. Araújo Rentería. 95 Por todos: G. BOAS, J. L. BISCHOFF y N. L. Reid. Ibídem, pp. 274-275. 96 Art. 3º (1) (a). 97 Art. 13. 98 Art. 32. 99 Art. 2º. 100 Declaración única. 101 A (2) (a). 102 Parte XI (3) (h). 103 Preámbulo. 104 Ibídem. Art. 7º (1) (a) (d) (e) (i). Arts. 3º (1) (a) (2.). 107 Arts. 7º, 12. 105 106 19 PACG I111, PACG II112, P II-Sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas113, ERCPI, EC-ERCPI114. Esta disposición se basa en el art. 23 c) del R. de la IV Convención de la Haya de 1907. De igual forma en el art. 85.3 del PACG I. Esta prohibición “favorece en último término a ambas partes, ya que si las tropas no pudiesen contraer con la debida protección tras haber depuesto las armas, combatirían a menudo hasta el final”, se entiende deponer las armas cuando no se tiene medios para defenderse y se ha rendido a discreción, cuando se ha dejado de combatir y se ofrecen muestras de intención de cesar en las operaciones militares, en particular por la renuncia al control de las armas, y cuando ya no resiste ser tomada como prisionera por las tropas enemigas115. De igual manera, tenemos a quien se encuentra inconsciente o incapaz de defenderse a causa de heridas o de enfermedad, siempre que se abstenga de todo acto hostil y no trate de evadirse116. d. Tipos penales de maltrato da. Tortura en persona protegida (art. 137 CP)117 El fundamento de la conducta se encuentra en: CG I, CG II, CG III Y CG IV118, CG I119, CG II120, CG III121, CG IV122, PACG I123, PACG II124, CDN125, ERCPI, EC-ERCPI126. La definición (concepto positivo) de tortura de la Convención contra la tortura se encuentra plasmada de manera casi idéntica al tipo penal de tortura como crimen contra la humanidad, siendo solamente relevante Arts. 7º, 12.15, 16, 17, 18. Art. 19. 110 Arts. 16, 17. 111 Arts. 8º (a), 10 (1) (2), 41. 112 Arts. 5º (1) (a ) 7 (1). 113 Arts. 7º (1) (b). 114 Arts. 8º (2) (b) (vi). 115 COTTIER, en TRIFFTERER, Rome Statute, 1999, art. 8º N.º m. 58; citado en: G. WERLE, Tratado de derecho penal internacional, M. del M. DÍAZ PITA (coord.), Tirant lo Blanch, Valencia, 2005, pp. 474-475. 116 Cfr. art. 41 (2) PACG I. 117 Como patrón de conducta de las AUC se encontraba “alegaciones de tolerancia, apoyo o aquiescencia por parte de los agentes del Estado Parte en relación con las actividades de los miembros de grupos paramilitares, denominados “autodefensas”, autores de un gran número de torturas y malos tratos”: Comité contra la tortura. Examen de los informes presentados por los Estados Partes en virtud del artículo 19 de la Convención, CAT/C/CR/31/1, 04.02.2004, párr. 10 (b). 118 Art. 3º (1) (a). 119 Art. 12. 120 Ibídem. 121 Art. 13. 122 Arts. 31, 32. 123 Art. 75 (2) (a) (ii). 124 Art. 4º (2) (a). 125 Art. 39. 126 Arts. 8º (2) (a) (ii)-1, 8 (2) (c) (i)-4º. 108 109 20 que el tipo nacional no exige que el sujeto activo sea cualificado (agente estatal) y solamente prevé esta situación como circunstancia de agravación. En cambio, la tipificación de la tortura en persona protegida como crimen de guerra se diferencia en que no contempla expresamente la posibilidad de que la conducta se comenta con fines distintos a los previstos, no expresa que no se debe entender (concepto negativo) por tortura, no contiene circunstancia de agravación, e igualmente no prevé sujeto activo cualificado. Es importante hace ver cómo los fines de la tortura son un tema de preocupación jurídica. La jurisprudencia señalaba en su momento que “among the possible purposes of torture one must also include that of humiliating the victim, this proposition is warranted by the general spirit of international humanitarian law”127, no obstante lo anterior dicha finalidad no fue incluida en el ERCPI. De otro lado, la jurisprudencia ha entendido que es correcto que el sujeto activo de la conducta no sea necesariamente un agente del Estado ya que esta condición es sólo propia de sistema de los derechos humanos -sobre responsabilidad estatal-128, al contrario del derecho penal internacional -de responsabilidad individual-129. Acerca de la gravedad de la tortura: Hace unos años la Corte Constitución declaró inexequible la expresión “grave” del tipo de tortura en persona protegida en razón a que era clara su contradicción con la declaración contra la tortura, la Convención contra la tortura y la Convención interamericana contra la tortura. De manera más puntual acertaba en que la Convención interamericana contra la tortura “configura el delito de tortura cualquier acto que en los términos y para los fines allí señalados atente contra la autonomía personal, incluso si el mismo no causa sufrimiento o dolor”130. No obstante consideramos que la Corte Constitucional no distinguió los regímenes jurídicos de los crímenes contra la humanidad y los crímenes de guerra. Por un lado tenemos que la tortura en persona protegida necesariamente no es un tipo en blanco que deba complementar su adecuación típica con la variante de la Convención interamericana contra la tortura (art. 2º), sino que esta disposición operaría exclusivamente para el campo de FACETAS PENALES protección de derechos humanos, no así para el derecho penal. Por otro lado la Corte Constitucional trajo como argumento la descripción de tortura en el ERCPI como crimen contra la humanidad131 y no como crimen de guerra132, y, sea como fue, los EC-ERCPI133 para cualquiera de estos crímenes señala “graves” y “grandes” dolores o sufrimientos. Es por esto que es común señalar que “Severe pain or suffering, as required by the definition of the crime of torture”134, de la misma manera el TEDH cuando indica que tortura son los “tratos inhumanos deliberados que causan sufrimientos muy graves y crueles”135. Así que creemos que las intenciones del legislador, por lo menos teóricamente, fueron correctas. La consecuencia de la inconstitucionalidad señalada sería entonces que los métodos anulatorios de la personalidad o que disminuyen capacidad física o mental de que trata la Convención interamericana contra la tortura concursarían con el tipo penal del art. 146 CP, pero, éste al ser especial prevalecería sobre la modalidad convencional, sin que se configure una atipicidad sobreviniente del tipo del art. 146 CP. Señalaba MARSHALL que “the state actor requirement imposed by international human rights law is inconsistent with the application of individual criminal responsibility for international crimes found in international humanitarian law and international criminal law”136. Por esta razón es un logro que el CP logre una definición propia y no por remisión al sistema de derechos humanos. La redacción del tipo sigue muy de cerca el contenido del art. 2º de la Convención contra la Tortura, aunque no incluye en su contenido “métodos tendientes a anular la personalidad de la víctima o a disminuir su capacidad física o mental, aunque no causen dolor físico o angustia psíquica”, lo cual encaja en el tipo penal del art. 146 CP. No existe un consenso acerca de si los motivos señalados (en el tipo y en la Convención contra la Tortura) constituyen una enumeración exhaustiva o no (piénsese por ejemplo en un fin de “humillación”137). Consideramos que una interpretación adecuada es la de Art. 7º (2) (e). Arts. 8º (2) (a) (ii)-1; 8 (2) (c) (i)-4. 133 Así: Arts. 7º (1) (f), 8 (2) (a) (ii)-1 y artículo 8 2) c) i)-4. 134 W. A. SCHABAS, The crime of torture and the international criminal tribunals, Case Western Reserve Journal of International Law, vol. 37, n.º 2/3, 2006, pp. 362363. Igualmente: TPIY. Prosecutor v. Akayesu, caso ICTR-96-4-T, sentencia, 02.09.1998, párr. 681. 135 Con referencias en: J. D. VAN DER VYVER. Torture as a crime under international law, Albany Law Review, vol. 67 N.º 2, 2003, p. 447. 136 J. MARSHALL, Torture Committed by Non-State Actors: The Developing Jurisprudence from the Ad Hoc Tribunals”, Non-State Actors and International Law, vol. 5, 2005, p. 181; citando: Prosecutor v Kvocka, 2 Nov 2001, IT-98-30/1-T; Prosecutor v Naletilic and Martinovic, 31 March 2003, IT-98-34-T; y otros. 137 TPIY. Furundžija, 10.12.1998, párr. 162. 131 132 127 TPIY. Prosecutor v. Furundžija, caso T-95-17/1-T, sentencia, 10.12.1998, párr. 162. Posteriormente en contra: íd. Prosecutor v. Krnojelac, caso IT-97-25-T, sentencia, 15.03.2002. 128 J. D. VAN DER VYVER, Torture as a crime under international law, Albany Law Review, vol. 67 Nº. 2, 2003, p. 438. Concluye de esta manera: R. LORD. The liability of non-state actors for torture in violation of international Humanitarian Law: an assessment of the jurisprudence of the International Criminal Tribunal for the Former Yugoslavia, Melbourne Journal of International Law, vol. 4, n.º 1, 2003, pp. 112-138. 129 Así: TPIY, Prosecutor v. Kunarac, Case No. IT-96-23/1-A, sentencia, 12.06.2002, párr. 148; íd. Prosecutor v. Krnojelac, Case No. IT-97-25-T, parr. 187. De igual forma la redacción de la conducta en el ERCPI. 130 Corte Constitucional, sentencia C-148/05 del 22.02.2005, VI., 4.2. DOCTRINA una enumeración numerus apertus como parece indicar el art. 8º (2) (a) (i) de los EC-ERCPI. Los ya mencionados fines de la tortura no deben necesariamente ser la motivación única o siquiera preponderante del autor, basta con que las haya considerado entre sus móviles al actuar138. La intención del autor del delito de infligir el dolor o el sufrimiento de tales fines en los términos expuestos, constituye una intención específica, que tiene que ser demostrada por el fiscal139. ¿Puede la violación ser tortura?: La profusa jurisprudencia de la CTEIDH140, el TPIR141, el TPIY142 y el TEDH143 indicar que no hay ningún problema en el concurso de dicho delito sexual con la tortura144. db. Tratos inhumanos y degradantes y experimentos biológicos en persona protegida -infligir sufrimientos(art. 146 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG I, CG II, CG III Y CG IV145, CG I146, CG II147, CG III148, CG IV149, PACG I150, Convención sobre armas convencionales151, Convención sobre minas antipersonales152, Tratado de Tlatelolco153, ERCPI, EC-ERCPI154. dc. Tratos inhumanos y degradantes y experimentos biológicos en persona protegida -mutilación como acto médico no conforme a la lex artis- (art. 146 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG I, CG II, CG III Y CG IV155. CG III156, CG IV157, PACG I158, PACG II159, ERCPI, EC-ERCPI160. 138 TPIY. Kunarac et al, 22.02.2001, párr. 486. 139 ICC. Pre-trial Chamber II. Prosecutor v. Jean-Pierre Bemba Gombo, Decision Pursuant to Article 61(7)(a) and (b) of the Rome Statute on the Charges of the Prosecutor Against JEAN-PIERRE BEMBA GOMBO, 15.06.2009, ICC-01/05-01/08, (párr. 294). 140 CTEIDH. Mejia v. Perú. Caso 10.970, 1996. 141 TPIR. Prosecutor v. Akayesu. Caso ICTR-96-4-T, 1998. 142 TPIY. Prosecutor v. Delalic. Caso IT-96-21-T, 1998. 143 TEDH. Aydin v. Turquía, 1997. 144 Cfr., así en este sentido: comité de los derechos del niño. Examen de los informes presentados por los Estados partes con arreglo al artículo 44 de la convención, CRC/C/COL/CO/3, 08.06.2006, párr. 50-51. 145 Art. 3º (1) (a). 146 Art. 12. 147 Ibídem. 148 Art. 13. 149 Art. 32. 150 Art. 11 (1), 11 (2) (c). 151 Preámbulo. 152 Ibídem. 153 Ibídem. 154 Art. 8º (2) (a) (iii). 155 Art. 3º (1) (a). 156 Art. 13. 157 Art. 32. 158 Art. 11 (1), 11 (2) (a), 11 (5), 75 (2) (a) (iv). 159 Art. 4º (2) (a). 160 Arts. 8º (2) (b) (x)-1, 8 (2) (c) (i)-2, 8 (2) (e) (xi)-1. 21 dd. Tratos inhumanos y degradantes y experimentos biológicos en persona protegida -experimentos biológicos, médicos o científicos- (art. 146 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG I, CG II, CG III Y CG IV161, CG I162, CG II163, CG III164, CG IV165, PACG I166, ERCPI, EC-ERCPI167. Juicio contra KARL BRANDT et al. Era acusado de realizar los siguientes experimentos168: the limits of human endurance and existence at extremely high altitudes, treating persons who had been severely chilled or frozen, investigate immunization for and treatment of malaria, Mustard Gas Experiments, l subjects were infected with bacteria such as streptococcus, gas gangrene, and tetanus, The infection was treated with sulfanilamide and other drugs to determine their effectiveness; study bone, muscle, and nerve regeneration, and bone transplantation from one person to another; subjects were deprived of all food and given only chemically processed sea water; investigate the causes of, and inoculations against, epidemic jaundice; develop a method of sterilization which would be suitable for sterilizing millions of people with a minimum of time and effort. These experiments were conducted by means of X-ray, surgery, and various drugs; numerous healthy inmates were deliberately infected with spotted fever virus in order to keep the virus alive; investigate the effect of various poisons upon human beings (the poisons were secretly administered to experimental subjects in their food); test the effect of various pharmaceutical preparations on phosphorus burns. These burns were inflicted on experimental subjects with phosphorus matter taken from incendiary bombs. El Tribunal Militar Internacional169 ofreció diez principios básicos para observar desde los aspectos morales, éticos y legales, que podemos resumir de la siguiente manera: 1. The voluntary consent of the human subject is absolutely essential (181) “before the acceptance of an affirmative decision by the experimental subject there should be made known to him the nature, duration, and purpose of the experiment; the method and means by which it is to be conducted; all inconveniences and hazards reasonably to be expected; and the effects upon his health or person which may possibly come from his participation in the experiment. 2. The experiment should be such as to yieldfruitfulresults or the goodof society, unprocurable by other methods or means of study, and not random and unnecessary in nature. 3. The experiment should be so designed and based on the results of animal experimentation and a knowledge of the natural history of the disease or other problem under study that the anticipated results will justify the performance of the experiment. Art. 3º (1) (a). Art. 12. 163 Ibídem. 164 Art 13. 165 Art. 32. 166 Art. 11 (1), 11 (2) (b). 167 Arts. 8º (2) (a) (ii)-3, 8 (2) (b) (x)-2, 8 (2) (e) (xi)-2. 168 Us Military Tribunal. Trials of war criminals before the Nuernberg Military Tribunals under control Council Law n.º 10, vol. II “The medical case”, “The Milch case”, Nuernberg October 1946-april 1949, pp. 175-178. 169 US Military Tribunal. Trials of war criminals before the Nuernberg Military Tribunals under control Council Law n.º 10, vol. II “The medical case”, “The Milch case”, Nuremberg october 1946-april 1949, pp. 181-182. 161 162 22 FACETAS PENALES 4. The experiment should be so conducted as to avoid all unnecessary physical and mental suffering and injury. 5. No experiment should be conducted where there is an a priori reason to believe that death or disabling injury will occur; except, perhaps, in those experiments where the experimental physicians also serve as subjects. 6. The degree of risk to be taken should never exceed that determined by the humanitarian importance of the problem to be solved by the experiment. 7. Proper preparations should be made and adequate facilities provided to protect the experimental subject against even remote possibilities of injury, disability, or death. 8. The experiment should be conducted only by scientifically qualified persons. The highest degree of skill and care should be required through all stages of the experiment of those who conduct or engage in the experiment. 9. During the course of the experiment the human subject should be at liberty to bring the experiment to an end if he has reached the physical or mental state where continuation of the experiment seems to him to be impossible. 10. During the course of the experiment the scientist in charge must be prepared to terminate the experiment at any stage, if he has probably cause to believe, in the exercise of the good faith, superior skill and careful judgment required of him that a continuation of the experiment is likely to result in injury, disability, or death to the experimental subject. de. Tratos inhumanos y degradantes y experimentos biológicos en persona protegida-prácticas inhumanas o degradantes- (art. 146 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG I, CG II, CG III Y CG IV170, CG I171, CG II172, CG III,173 CG IV174, PACG I175, CDN176, ERCPI, EC-ERCPI177. Desde los protocolos de Ginebra podemos percatarnos de esta descripción de conducta178. Recordemos cómo BOAS et al indica que: Inhuman treatment and cruel treatment also function as subcategories or residual provisions covering a range of potentially criminal conduct, and are characterized by the same specific requirements as in humane acts, the physical perpetrator’s conduct must cause serious mental or physical suffering to the victim or constitute a serious attack on human dignity179. Encontramos que la utilización de escudos humanos es punible así no sobrevenga da- Art. 3º (1) (c). Art. 12. 172 Ibídem. 173 Art. 13. 174 Arts. 31, 32. 175 Art. 11 (2) (c), art. 75 (2) (a) (iii) (b). 176 Art. 39. 177 Arts. 8º (2) (a) (ii)-2, 8 (2) (b) (xxi), 8 (2) (c) (i)-3, 8 (2) (c) (ii). 178 Art. 4º (2) (e.) PACG II. 179 G. BOAS, J. L. BISCHOFF y N. L. REID. Ibídem, p. 272. 170 171 ño físico180. El problema de los escudos humanos voluntarios es bien interesante pero, fuera de este estudio181. Otra forma de trato denigrante es la “detention in deplorable conditions”182, entendida como “continued detention of such persons without provision of food, water, sanitation, and protection of their health and against the dangers of armed conflict”. Otras formas pueden ser: forced incest; burying corpses in latrine pits; leaving infants without care after killing their guardians; and removing fetuses from the womb constituted outrages upon personal dignity183. df. Actos de barbarie -abandonar a heridos y enfermos(art. 145 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG I, CG II, CG III y CG IV184, CG I185, CG II186. e. Violencia sexual ea. Acceso carnal violento en persona protegida (Arts. 138, 140 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG IV187, PACG I188, PACG I, PACG II189, CDN190, ERCPI, ECERCPI191, RPP-ERCIP192. Desde la sociología se señala que “Rather than being an aberration, the use of rape as a weapon of war comes directly out of southern European concepts of sexuality and honor, and without an understanding of these concepts in peacetime culture, wartime behavior is not un- derstandable. It is precisely because the ideology of honor/shame was shared by Croats, Muslims, and Serbs that war rapes became such an effective weapon in the former Yugoslavia”193. Pues bien, señala la doctrina con acierto que the elements of the underlying offence are the same, no matter whether rape is charged as a war crime or as an underly180 TPIY. Prosecutor v. Blaškić, caso n.º IT-95-14-A, sentencia, 29.07.2004, párrs. 653 -664, 669. 181 R. LYALL. Voluntary human shields, direct participation in hostilities and the international humanitarian law obligations of states, Melbourne Journal of International Law, vol. 9, N.º 2, 2008, pp. 313 y ss. 182 TPIY. Prosecutor v. Limaj, Bala and Musliu, caso IT-03-66-T, sentencia, 30.11.2005, párrs. 288-289. 183 G. BOAS, J. L. BISCHOFF y N. L. REID, Ibídem, p. 278. 184 Art. 3º (1) (a) (2.) 185 Arts. 7º, 12. 186 Arts. 7º, 12. 187 Art. 17. 188 Art. 75 (2) (b), 76 (1). 189 Art. 4º (2) (e). 190 Art. 39. 191 Arts. 8º (2) (b) (xxii)-1, 8 (2) (e) (vi)-1. 192 Regla 70 (a) (b) (c) (d), 71. 193 M. B. OLUJIC. Embodiment of Terror: Gendered Violence in Peacetime and Wartime in Croatia and Bosnia-Herzegovina, Medical Anthropology Quarterly, New Series, vol. 12, N.º 1, The Embodiment of Violence, 1998, pp. 45-46. DOCTRINA ing offence of crimes against humanity or genocide194. Así que dichos elementos pueden considerarse como un todo. La Corte Penal Internacional al respecto ha sostenido: A coercive environment does not require physical force. Rather, "[t]hreats, intimidation, extortion and other forms of duress which prey on fear or desperation may constitute coercion, and coercion may be inherent in certain circumstances, such as armed conflict or military presence”195. La violencia sexual en este contexto, toma una forma pocas veces vista en la violencia sexual en tiempos de paz. Además de atentar contra la autonomía sexual de la víctima, que suelen implicar la imposición intencional de daño físico grave y se utiliza para perjudicar no solo a la víctima individual, sino también el colectivo al que pertenece la víctima196. Las características peculiares de los delitos de violencia sexual en virtud del derecho internacional militan a favor de eliminar el consentimiento como causa de ausencia de responsabilidad del crimen... la cuestión del consentimiento por lo tanto debe ser tratado como una defensa afirmativa que pueden ser planteadas por los acusados en casos excepcionales197. El sufrimiento real o duradero no es un elemento esencial del delito198. eb. Acto sexual violento en persona protegida (arts. 139, 140 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG IV199, PACG I200, PACG II201, CDN202, ERCPI, EC-ERCPI203, RPPERCIP204. ec. Prostitución forzada (art. 141 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG IV205, PACG I206, PACG II207, CDN208, ERCPI, EC-ERCPI209. G. BOAS, J. L. BISCHOFF y N. L. REID. Ibídem, p. 280. ICC. Pre-trial Chamber I. Prosecutor v. Germain Katanga and Mathieu Ngudjolo Chui, Decision on the confirmation of charges, 30.09.2008, ICC-01/04-01/07, (párr. 440). 196 W. SCHOMBURG e I. PETERSON, Genuine Consent to Sexual Violence under International Criminal Law, The American Journal of International Law, vol. 101, N.º 1, (Jan., 2007), pp. 138. 197 W. Schomburg e I. Peterson. Ibídem, p. 139. 198 M. ELLIS. Breaking the silence: rape as an international crime, Case Western Reserve Journal of International Law, vol. 38, N.º 2, 2006/2007, p. 238. 199 Art. 17. 200 Art. 75 (2) (b), 76 (1). 201 Art. 4º (2) (e). 202 Art. 39. 203 Arts. 8º (2) (b) (xxii)-6, 8 (2) (e) (vi)-6. 204 Regla 70 (a) (b) (c) (d), 71. 205 Art. 17. 206 Art. 75 (2) (b), 76 (1). 207 Art. 4º (2) (e). 194 195 23 ed. Esclavitud sexual210 (arts. 141 cp) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG IV211, PACG I212, PACG II213, CDN214, ERCPI, EC-ERCPI215. Dice ASKIN con toda autoridad “[s]ometimes sexual violence was used as a weapon of war and humiliation against the enemy group216. La esclavitud sexual abarca situaciones en las que las mujeres y las niñas son obligadas a “matrimonio”, la servidumbre doméstica o de trabajo forzoso que implique la actividad sexual obligatoria, incluida la violación, por sus captores. Las formas de esclavitud sexual puede tornarse, por ejemplo, en “campos de violación” o “matrimonio forzado con soldados” y otras prácticas que implican el tratamiento de mujeres como esclavos217. La esclavitud sexual requiere que el autor haya hecho que esa o esas personas realizaran uno o más actos de naturaleza sexual, además las limitaciones en la autonomía de la víctima, la libertad de circulación y el poderío218. En otras latitudes se preguntan acerca de si los trabajos forzosos son o no una práctica esclavista. En nuestro contexto, afortunadamente contamos con los elementos normativos para señalar que es un trabajo prohibido219. Tenemos que: La Convención de 1926220 fue la culminación de un siglo el desarrollo permanente de las normas contra la esclavitud, la trata de esclavos y Art. 39. Arts. 8º (2) (b) (xxii)-3, 8 (2) (e) (vi)-3. 210 Al respecto se recomienda: The Special Court for Sierra Leona. Prosecutor v. Brima, Kamara and Kanu, Excerpt from the Judgment in the Appeals Chamber, 22.02.2008. 211 Art. 17. 212 Art. 75 (2) (b), 76 (1). 213 Art. 4º (2) (f). 214 Art. 39. 215 Arts. 8º (2) (b) (xxii)-2, 8 (2) (e) (vi)-2. 216 K. D. ASKIN. Comfort women-Shifting shame and stigma from victims to victimizers, International Criminal Law Review, vol. 1 n.º 1/2, 2002, p. 29. 217 ICC. Pre-trial Chamber I. Prosecutor v. Germain Katanga and Mathieu Ngudjolo Chui, Decision on the confirmation of charges, 30.09.2008, ICC-01/04-01/07, (párr. 431). 218 ICC. Pre-trial Chamber I. Prosecutor v. Germain Katanga and Mathieu Ngudjolo Chui, Decision on the confirmation of charges, 30.09.2008, ICC-01/04-01/07, (párr. 432). 219 Al contrario: G. BOAS, J. L. BISCHOFF Y N. L. REID. Ibídem, p. 281. Así en Colombia tenemos el Convenio 29 relativo al trabajo forzoso u obligatorio (1930) [Ley 23 de 1967], Convenio 105 relativo a la Abolición del Trabajo Forzoso (1957) [Ley 54 de 1962], entre otros. Al respecto: CTEIDH. Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas, sentencia de 1º de julio de 2006 Serie C No. 148, párrs. 157-164. Cfr.: tedh. Plenaria. Juzgamiento, Caso de Van Der Mussele v. Belgium, 23.11.1983, 8919/80, (párr. 35). 220 Convención sobre la Esclavitud (1926) [Derecho Internacional Consuetudinario], Convención suplementaria sobre la abolición de la esclavitud, la trata de esclavos y las instituciones y prácticas análogas a la esclavitud (1956) [Derecho Internacional Consuetudinario]. 208 209 24 trabajos forzados221. La definición de la esclavitud erróneamente excluye una de las formas más comunes de la servidumbre impuesta a las mujeres: la servidumbre sexual222. Con la tipificación de la esclavitud sexual se reconoce la naturaleza específica de la forma de esclavitud y se asegura de que se le dará la atención que se merece223. La esclavitud sexual es el estado o condición de una persona sobre la que se ejercen cualquiera o todos los atributos del derecho de propiedad, incluida la disponibilidad sexual mediante la violación u otras formas de violencia sexual224. Implícita en la definición de la esclavitud están las nociones relativas a las limitaciones en la autonomía, la libertad de circulación y el poder de decidir cuestiones relativas a la propia actividad sexual”225. La esclavitud sexual es quizás una de las formas más incomprendidos de violencia sexual. Es una complejidad en un contexto jurídico, exactamente donde termina la violación y la esclavitud sexual comienza es difícil delinear con precisión, porque los dos delitos pueden ocurrir por separado, al mismo tiempo, o de manera consecutiva226. La existencia de múltiples perpetradores no cambia necesariamente la violación en grupo o la violación repetida en esclavitud sexual, y una persona detenida por la violación exclusiva de un solo autor puede ser más indicativa de la esclavitud sexual227. Una actividad que va relacionada -una degradación adicional a las víctimas-, es que a menudo deben proporcionar servicios domésticos cuando sus servicios sexuales no se demandan228. Normativamente hablando tenemos que, respecto de los Estatutos de Nuremberg (1945) y de Tokio (1946), ninguno de ellos contempla expresamente el crimen de esclavitud sexual. Es más, ni siquiera los delitos sexuales son contemplados como infracciones. No obstante tenemos que la “esclavitud” figura como crimen contra la humanidad en ambos Estatutos, los “tratos inhumanos” como crimen contra la humani221 C. M. ARGIBAY, “Sexual Slavery and the "Comfort Women" of World War II”, Berkeley Journal of International Law, vol. 21, N.º 2, 2003, p. 380. 222 C. M. ARGIBAY, Sexual Slavery…, op. cit., p. 385. 223 C. M. ARGIBAY, Sexual Slavery…, op. cit., p. 386. 224 Comisión de derechos humanos. Contemporary forms of slavery (Por: G. J. McDougall), E/CN.4/Sub.2/1998/13, 22.06.1998, párr. 27. 225 Comisión de derechos humanos. Contemporary forms of slavery (Por: G. J. McDougall), E/CN.4/Sub.2/1998/13, 22.06.1998, párr. 29. 226 K. D. ASKIN. “Comfort women-Shifting shame and stigma from victims to victimizers”, International Criminal Law Review, vol. 1 N.º 1/2, 2002, p. 11. 227 K. D. ASKIN. Comfort women…, op. cit., p. 11. 228 K. D. ASKIN. Comfort women-Shifting shame and stigma from victims to victimizers”, International Criminal Law Review, vol. 1 n.º 1/2, 2002, p. 15. Se indica igualmente: “the conditions of detention were horrendous”. FACETAS PENALES dad en el de Tokio y, los “trabajos forzados” como crimen de guerra en el Estatuto de Nuremberg. Respeto a los Estatutos de los Tribunales Ad-hoc de la ONU: Yugoslavia (1991) y Ruanda (1994), en Yugoslavia figura como crímenes contra la humanidad la “reducción a la servidumbre” -art. 5º (c)-, “violaciones” art. 5º (g)- y “otros actos inhumanos -art. 5º (e)-. Por su parte, en Ruanda se contempla como crímenes de lesa humanidad “la esclavitud” -art. 3º (c)-, “violación”, art. 3º (g), “actos inhumanos” -art. 3º (i)-, y como crimen de guerra la “violación, tratos humillantes y ultrajes a la dignidad personal” -art. 4º (e)-. Como conclusión del desarrollo normativo de la posguerra a los años noventa tenemos que: i.) Existe un avance normativo, no específico, pero sí sobre los elementos que configurarían la esclavitud sexual, específicamente en lo que refiere a la violación y a los actos inhumanos dentro del cual a futuro podría encajarse el crimen de esclavitud sexual. ii.) La evidencia de una necesidad de un crimen contextual de esclavitud sexual debido a la existencia de sucesos históricos que así lo ameritaban (p.e.: CAMPOS DE SOLAZ en Tokio). El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (1998), por primera vez en el ámbito internacional, contempla, de manera independiente, autónoma y principal, el crimen de “esclavitud sexual”. Al margen de ello, lo cataloga, bien como crimen contra la humanidad y como crimen de guerra. Las razones parecen ser: i.) que se puede dar tanto en época de conflicto como en época de paz, ii.) Que es una conducta, evidentemente, muy diferente a la violación, a la prostitución forzada, a la esclavitud, al tráfico o trata de personas, y a los actos inhumanos. Es decir, exige contornos claros y diferenciadores que sólo hasta el año 1998 empezaron a tomar protagonismo. Como aspecto comparativo interesante tenemos que en el Estatuto de los Paneles Especiales de TIMOR LESTE (1999)229, los crímenes de que conocen dichos Tribunales (mixtos o de justicia transicional) no se hayan especificado como sí se encontraban en los anteriores Estatutos señalados sino que, se nombra de forma genérica el conocimiento de “crímenes contra la humanidad” y “crímenes sexuales”. En el Estatuto del Tribunal de Sierra Leona (2000) encontramos como crimen contra la humanidad, la esclavitud art. 2º(c), la violación y específicamente la esclavitud sexual art. 2º(g) y por último los tratos inhumanos art. 2º(i). También encontramos como crimen de guerra, la prostitución forzada, violación sexual art. 3º(e). 229 ONU. United Nations Transitional Administration in East Timor. Regulation N.º 2000/11, “on the organization of courts in East Timor”, UNTAET/REG/2000/11, 06.03.2000. Art. 10.1 (c) y (e). DOCTRINA En el Estatuto del Alto Tribunal Iraquí (JT)230,231, se prevén como conductas punibles: (i.) Como crímenes de lesa humanidad: Esclavitud232 -art. 12 (1) (C)-, violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado y cualquier otra de violencia sexual de gravedad comparable -art. 12 (1) (G)- y, otros actos inhumanos de carácter similar que causen grandes sufrimientos, o graves daños en la salud física o psíquica -art. 12 (1) (J)-. (ii.) Como crímenes de guerra: violación, esclavitud sexual, prostitución forzada, embarazo forzado y cualquier otra de violencia sexual de gravedad comparable -art. 13 (2) (V)-.Y, por último, en el Estatuto del Tribunal Especial del Líbano (2007)233, se prevé la persecución de conductas punibles “contra la vida y la integridad personal” de conformidad al Código Penal del Líbano. f. Constreñimiento a apoyo bélico (art. 150 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907234, CG IV235, ERCPI, ECERCPI236. g. Detención ilegal y privación del debido proceso (art. 149 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907237, CG I, CG II, CG III Y CG IV238, CG IV239, PACG I240, ERCPI, EC-ERCPI241. h. Toma de rehenes242 (art. 148 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907243, CG I, CG II, CG III Y CG IV244, CG I245, CG II246, CG III247, CG IV248, PACG I249, PACG Creado por la “Coalition Provisional Authority” (UN. Security Council. Resolution 1483, SC/556, 22.05.2003) y posteriormente reafirmado por el Gobierno Iraquí. 231 Republic of Iraq. Law of the Supreme Iraqi Criminal Tribunal. Resolution No. 10, 14 Ramadan 1426 Hijri, Number (4006) Forty-SeventhYear, 18.10.2005, en Official Gazette of the Republic of Iraq (Al-Waqa’i Al-Iraqiya). 232 El Estatuto define esclavitud como “el ejercicio de una o todas las potestades del derecho de propiedad sobre una persona incluida el ejercicio de tal poder en el curso del tráfico de personas, particularmente en mujeres y niños”: Art. 12 (2) (C). 233 United Nations. Security Council. Resolution 1757 (2007), Adopted by the Security Council at its 5685th meeting, S/RES/1757 (2007), 30.05. 2007: Attachment. Statute of the Special Tribunal for Lebanon. Art. 2 (a). 234 Art. 23 inc. final, art. 45. 235 Art. 51. 236 Arts. 8º (2) (a) (v), 8 (2) (b) (xv). 237 Art. 23 (h). 238 Art. 3º (1) (d). 239 Art. 37, 79-141. 240 Art. 75 (3). 241 Arts. 8 (2) (a) (vi), 8 (2) (a) (vii)-2, 8 (2) (b) (xiv), 8 (2) (c) (iv). 242 Para efectos de equivalencia de acusación en el trámite de extradición, la conducta delitictiva de Hostage taking equivale al secuestro extorsivo y no a toma de rehenes: Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal. Concepto de extradición, 24.11.2004, exp. N.º 22450. 243 Art. 4-20, 31. 244 Art. 3º (1) (b). 230 25 I250, PACG II251, Convención ERCPI, EC-ERCPI254. sobre toma de rehenes252,253, Algunos antecedentes se conocen sobre esta conducta255. La prohibición internacional de la toma de rehenes ha evolucionado en dos dimensiones, no necesariamente complementarias, a saber: por una parte, mediante instrumentos de derecho internacional humanitario; por otra, vinculada con la lucha contra el terrorismo internacional”256. El requisito consistente en que las exigencias para liberar o preservar la seguridad del rehén se dirijan a la otra parte en un conflicto armado no internacional… no se encuentra previsto en las normas consuetudinarias que consagran la definición de los elementos de este crimen de guerra… deja desprotegidos a los rehenes cuyos captores han formulado exigencias, no a la otra parte en el conflicto armado, sino a sujetos distintos a dicha parte los cuales, según se enuncia en los elementos de los crímenes de la Corte Penal Internacional, pueden ser un Estado, una organización internacional, una persona natural o jurídica, o un grupo de personas257. Ahora: En la Convención sobre toma de rehenes “no se incluye la obligatoriedad de conceder la extradición con prescindencia del cumplimiento de los requisitos de orden constitucional o legal previstos por el ordenamiento interno” (3.3.2.)… la Convención sobre toma de rehenes “no hace parte del bloque de constitucionalidad y, por tanto… no puede ser aplicada de preferencia respecto del Código de Procedimiento Penal 245 Art. 28. 246 Arts. 25, 38. 247 Arts. 4º (a) (b) (c), 5, 12, 13, 15 16, 17-125. 248 Art. 34. 249 Art. 44. 250 Art. 75 (2) (c). 251 Art. 4º (2) (c). Art. 1º (1) (2) (a) (b), 2, 3, 4, 12 .13. Al respecto del art. 14 debe señalarse que: “el DIH constituye lex especialis en relación con la Convención y, como tal, es de aplicación prevalente… se excluyen de su aplicación los actos de toma de rehenes de alcance puramente interno”: Ministerio de Relaciones Exteriores. Exposición de motivos de la Ley 837 de 2003. 253 “Esta Convención no ha sido incorporada formalmente al bloque de constitucionalidad mediante un pronunciamiento expreso” de la Corte Constitucional: Corte Constitucional, sentencia C-291/07, 25.04.2007, (III. E. 2.). 254 Arts. 8 (2) (a) (viii), 8 (2) (c) (iii). 252 255 TPIY. Prosecutor v. Kordić and Čerkez, caso IT-95-14/2-T, sentencia, 26.02.2001, párr. 784. 256 Salvamento de voto del magistrado H. A. Sierra Porto a: Corte Constitucional, sentencia C-291/07, 25.04.2007. 257 Corte Constitucional, sentencia C-291/07, 25.04.2007, (III. E. 2.). De igual forma “no necesariamente un conflicto se presenta entre dos partes, pues bien puede ocurrir que haya tres o más facciones enfrentadas”: Salvamento de voto del magistrado J. Araújo Rentería. En contra (con argumentos muy sólidos): Salvamento de voto del magistrado H. A. Sierra Porto. 26 que prohíbe la extradición cuando el delito por el que se solicita no ha sido cometido total o parcialmente en el exterior”258. i. Deportación, expulsión, traslado o desplazamiento forzado de la población civil (art. 159 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG IV259, PACG II260, Convención sobre Minas Antipersonales261, ERCPI, EC-ERCPI262. En buena parte puede revisarse los planteamientos esbozados en contra del desplazamiento forzado como crimen de lesa humanidad. j. Reclutamiento ilícito (art. 162 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: PACG I263, PACG II264, Convenio sobre Peores Formas de Trabajo265, CDN266, PF-CDN (conflicto armado)267, ERCPI, EC-ERCPI268. La ley regula la actividad de reclutamiento ordinario y lícito269, “el ingresar a las filas militares es una circunstancia que contribuye al descubrimiento de valores socialmente enriquecedores que aquilatan y fortalecen su personalidad, como el de acrecentar el sentimiento de solidaridad con las instituciones militares y con la comunidad, en la medida que se convierte en protagonista de la defensa de la sociedad y de la paz”270. No obstante, “en las filas del ejército no pueden existir soldados sin haber sido incorporados previo el trámite de ley”271. El alto índice de reclutamiento de niños y niñas en Colombia refleja tanto las condiciones de vulnerabiliad y abandono en que se encuentra la infancia272. La CPI recordando los trabajos preparatorios del PACG II destaca que “the principle that children should not be recruited into the armed forces and makes clear that this 258 Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal. Concepto de extradición, 04.02.2009, exp. 30561. 259 Arts. 37, 45, 49. 260 Art. 17. 261 Preámbulo. 262 Arts. 8º (2) (a) (vii)-1, 8 (2) (b) (viii), 8 (2) (e) (viii). 263 Art. 77 (2). 264 Art. 4º (3) (c). 265 Art. 3º (a). 266 Arts. 38 (1) (2) (3) (4). 267 Arts. 1º, 2º, 3º, 4º. 268 Arts. 8º (2) (b) (xxvi), 8 (2) (e) (vii). 269 Por medio de la L. 48 de 1993 (mar. 3), “se reglamenta el servicio de Reclutamiento y Movilización”. 270 CSJ, Sala Plena, sentencia de tutela, 01.12.1995, exp. 2742. 271 Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal, sentencia, 24.01.2001, exp. 17080. 272 V. HINESTROZA-ARENAS. Reclutamiento de niños y niñas: fenómeno invisibilizado, crimen manifiesto, Observatorio de Análisis de los Sistemas Internacionales (OASIS), N.º 13, 2007/2008, p. 58. FACETAS PENALES principle also prohibits accepting voluntary enlistment”273. Obsérvese como “conscripting and “enlisting” are two forms of recruitment, “conscripting” being forcible recruitment, while “enlisting” pertains more to voluntary recruitment274. Estamos frente a un delito permanente o continuo y sólo cesa cuando el menor abandona el grupo armado o cuando cumple la mayoría de edad275. No se requiere que los menores “to perform services such as the gathering and transmission of military information, transportation of arms and anmmunition or the provision of supplies”276. No necesariamente debe ser el uso de menores en la participación de hostilidades, sino, inclusive “related activities such as scouting, spying, sobotage and the use of children as decoys, couriers or at military check-points”277. Enlistamiento significa “aceptar a los individuos cuando se ofrecen como voluntarios para unirse a una fuerza o grupo armado”. El acto de alistamiento presupone que la persona en cuestión se ofrece voluntariamente para ser parte de la fuerza armada o grupo. Sin embargo, cuando un niño menor de la edad de 15 años (18 en nuestro ordenamiento) se permite afiliarse voluntariamente a una fuerza armada o grupo, su consentimiento no es una defensa válida278. “The principle of non-recruitment also prohibits accepting voluntary enlistment. Not only can a child not be recruited, or enlist himself, but furthermore he will not be ‘allowed to take part in hostilities’, i.e. to participate in military operations such as gathering information, transmitting orders, transporting ammunition and foodstuffs, or acts of sabotage”279. El Tribunal Constitucional colombiano ha señalado al respecto: “la conducta prohibida por las normas internacionales, de utilización de niños con ocasión de un conflicto armado, esto es, la participación directa o indirecta de los menores en hostilidades o en acciones armadas, aún de 273 CPI. PRE-TRIAL CHAMBER I. The Prosecutor v. Thomas Lubanga Dyilo, Decision on the conformation of charges, ICC-01/04-01/06, 29.01.2007, parr. 244. 274 CPI. PRE-TRIAL CHAMBER I. The Prosecutor v. Thomas Lubanga Dyilo, Decision on the conformation of charges, ICC-01/04-01/06, 29.01.2007, parr. 246. 275 CPI. PRE-TRIAL CHAMBER I. The Prosecutor v. Thomas Lubanga Dyilo, Decision on the conformation of charges, ICC-01/04-01/06, 29.01.2007, parr. 248. 276 CPI. PRE-TRIAL CHAMBER I. The Prosecutor v. Thomas Lubanga Dyilo, Decision on the conformation of charges, ICC-01/04-01/06, 29.01.2007, parr. 260. 277 CPI. PRE-TRIAL CHAMBER I. The Prosecutor v. Thomas Lubanga Dyilo, Decision on the conformation of charges, ICC-01/04-01/06, 29.01.2007, parr. 261. 278 The Special Court for Sierra Leona. Prosecutor v. Moinina Fofana and Allieu Kondewa, Appeals Chamber, 2.05.2008, párr. 140; citado en: S. C. Grover. Prosecuting International Crimes and Human Rights Abuses Committed Against Children. Leading International Court Cases, Springer, Heidelberg, 2010, pp. 353414. La misma posición: CPI. Pre-Trial Chamber I. The Prosecutor v. Thomas Lubanga Dyilo, Decision on the conformation of charges, ICC-01/04-01/06, 29.01.2007, parr. 247. 279 The Special Court for Sierra Leona. Prosecutor v. Moinina Fofana and Allieu Kondewa, Appeals Chamber, 2.05.2008, párr. 143; citado en: Ibídem. DOCTRINA manera voluntaria, encaja perfectamente en las hipótesis previstas en los citados preceptos”280. Debe haber conocimiento por parte del acusado de que el niño es menor de edad y que él o ella pueden ser capacitados para el combate281. Ya que el grupo armado no es una organización militar convencional, el término alistamiento no es restrictivo ni puede ser definido como un proceso formal. “Reclutamiento” es entendido en el sentido amplio que incluye cualquier conducta de aceptar al niño como una parte de la milicia282. La prueba clave para determinar si un acto en cuestión constituye un alistamiento es si el acto “sustancialmente” favorece el proceso de inscripción de un niño y la aceptación en una fuerza armada o grupo283. Acerca del tópico, es necesario resaltar una opinión disidente acerca del acto sustantivo de alistamiento, al respecto se señala que: “The Majority implicitly considers that only one act could constitute enlistment. I disagree with this proposition and find that enlistment may in some circumstances be a process involving several acts which may substantially further the enrolment and acceptance of a child under the age of fifteen into an armed force or group. Religious initiation, military training and the signing of a certificate declaring a child fit for combat may all be acts that substantially further a child’s enlistment. In other circumstances, enlistment may be a very short process and may constitute a single act, such as abducting a child and giving him/her a gun. In certain armed forces or groups there may be no clear record of a child’s enlistment, but there may be several instances of the “use” of a child”284. “the act of carrying looted property that the Majority of the Appeals Chamber finds constituted enlistment, cannot be deemed as conduct accepting a child into an armed group or force”… This act of carrying loot, therefore, could not have constituted enlistment into an armed force or group or the use of a child to participate actively in hostilities because it was done for private purposes”285. k. Omisión de medidas de socorro286 y asistencia humanitaria (art. 152 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907287, PACG I288, PACG II289. Corte Constitucional, sentencia C-240/09 (Comunicado de prensa Nº 16, 01.04.2009). 281 The Special Court for Sierra Leona. Prosecutor v. Moinina Fofana and Allieu Kondewa, Appeals Chamber, 2.05.2008, párr. 141; citado en: Ibídem. 282 The Special Court for Sierra Leona. Prosecutor v. Moinina Fofana and Allieu Kondewa, Appeals Chamber, 2.05.2008, párr. 144; citado en: Ibídem. 283 Partially Dissenting Opinion of H. J. R. Winter, párr. 11, en: The Special Court for Sierra Leona. Prosecutor v. Moinina Fofana and Allieu Kondewa, Appeals Chamber, 2.05.2008; citado en: S. C. Grover. Prosecuting International Crimes and Human Rights Abuses Committed Against Children. Leading International Court Cases, Springer, Heidelberg, 2010, pp. 353-414. 284 Partially Dissenting Opinion of H. J. R. Winter, párr. 12, en: Ibídem. 285 Partially Dissenting Opinion of H. J. R. Winter, párr. 19, en: Ibídem. 286 Cfr.: Corte Constitucional, sentencia SU.1184 del 13 de septiembre de 2001. 280 27 En alguna ocasión señalaba la CSJ: “No obstante, hay ocasiones en que el resultado producido con una conducta activa por antonomasia, es conseguido a través de una omisión, esto es, de un no hacer que produce el resultado típico previsto en la ley (omisión impropia o comisión por omisión), para lo cual se utiliza por regla general la fórmula de las cláusulas de equivalencia o equiparación punitiva entre la acción y la omisión”, en “el comportamiento omisivo del cual se entra a verificar el nexo de evitación, esto es, la conducta esperada que de haber sido realizada, el sujeto habría interrumpido o evitado el resultado”… el punto es “precisar quién debe garantizar su no causación, ora mediante la función de protección o de vigilancia”290. Muy a la par con el anterior punto dogmático tenemos que la posición de garante no se determina per se de la calidad de miembro de la Fuerza Pública, sino que debe existir un nexo de competencia que concrete y sirva de soporte a la obligación de protección institucional prevista en los artículos 217 y 2º de la Carta Política como instrumento de garantía del Estado Social de Derecho respecto de los residentes en el país sin discriminación alguna de lugar, tiempo y modo, sobre todo para proteger el máximo bien jurídico de las personas como es su vida291. En efecto, la jurisprudencia recalcaba cómo en una situación de conflicto “no se hiciera el mínimo intento de constatar aquellos hechos extraordinarios y graves que ya conocían, es decir, les fue insignificante: la neutralización del tráfico fluvial en la región, la incomunicación de la desvalida población en la que ya se producía el secuestro de personas por parte de la numerosa agrupación al margen de la ley, la paralización de la justicia y que se dijera que al parecer Carlos Castaño estaba al frente de esos hechos”292. 2. Omisión de medidas de protección a la población civil (art. 161 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: P IISobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas293. 3. Crímenes de guerra contra la propiedad y otros derechos Estos crímenes deben ser interpretados a partir del principio de “necesidad militar”. Art. 26. Arts. 70, 71. 289 Art. 18. 290 Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal, sentencia, 14.11.2007, exp. 28017. 291 TS Bogotá, Sala Penal, sentencia de apelación, 23.11.2009, exp. 2004-011403, p. 48. 292 TS Bogotá, Sala Penal, sentencia de apelación, 23.11.2009, exp. 2004-011403, p. 51. 293 Arts. 10 (1)-(4). 287 288 28 FACETAS PENALES a. Delitos de enajenación forzosa aa. Despojo en campo de batalla (art. 151 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907294, CG II295, CG III296, CG IV297, PACG I298, PACG II299, Convención para la Protección de Bienes Culturales300, P II-Convención para la Protección de Bienes Culturales301, Convención sobre Bienes Culturales Robados302. En principio la enajenación es permitida en la guerra terrestre303. El derecho humanitario internacional permite la incautación de bienes públicos o privados por las partes en un conflicto armado, bajo ciertas circunstancias limitadas: los impuestos y las cuotas impuestas en el ámbito de las legislaciones existentes, o los pedidos de las necesidades del ejército de ocupación, que serán proporcionales a las fuentes económicas del país. La propiedad privada también puede ser aprovechada si es necesario para la realización de operaciones militares y debe ser devuelta y compensada a la terminación del conflicto304. La propiedad es “apropiada” cuando el autor toma posesión de los recursos a través de la extracción, exportación, venta, y/o cambio de armas u otros suministros”305. La propiedad no requiere ser de un valor monetario determinado306. Art. 47. Art. 18. 296 Ibídem. 297 Art. 33. 298 Art. 14. 299 Arts. 4º (2) (g). 300 Arts. 4º (3). 301 Art. 15 (1) (e). 302 Preámbulo, arts. 3º,4º. 303 Arts. 48-49, 51-53 de la IV Convención de la Haya de 1907. 304 Prosecutor v. Simić, Tadić, y Zarić, caso IT-95-9-T, sentencias 17.10.2003, párr. 100. 305 M. A. LUNDBERG. The plunder of natural resources during war: a war crime, Georgetown Journal of International Law, vol. 39, n.º 3, 2008, p. 509. Personal use would include clear-cut situations where resources were exploited by businesspeople or private individuals for personal economic gain. Private or personal use presumably also includes situations where military members or those working on behalf of the occupying force or under such a force's orders accrue some kind of personal economic or other benefit. [M. A. Lundberg. “The plunder of natural resources during war: a war crime”, Georgetown Journal of International Law, vol. 39, n.º 3, 2008, p. 510.] In comparing plunder to theft, plunder does not as such require a large absolute economic value but does require that the amount taken have "grave" consequences for the victim. The determination of what are "grave" or "serious" consequences depends on the particulars of the alleged victim. Theft of property from someone with very few assets would more likely be considered to have "grave" consequences and thus be labeled pillage, whereas if the same property was taken from someone with greater financial resources it would likely be considered mere theft” [M. A. Lundberg. “The plunder of natural resources during war: a war crime”, Georgetown Journal of International Law, vol. 39, n.º 3, 2008, p. 524]. 306 ICC. PRE-TRIAL CHAMBER II. Prosecutor v. Jean-Pierre Bemba Gombo, Decision Pursuant to Article 61(7)(a) and (b) of the Rome Statute on the Charges of the Prosecutor Against JEAN-PIERRE BEMBA GOMBO, 15.06.2009, ICC-01/05-01/08, (párr. 317). 294 295 Acerca del saqueo como una forma de despojo, se tiene que requiere de dos elementos subjetivos (dolus specialis). En primer lugar, el acto de apropiación física debe llevarse a cabo con la intención de privar al dueño de su propiedad. En segundo lugar, el acto de apropiación física también debe ser realizado con la intención de utilizar los bienes apropiados para el uso personal o privado”307. ab. Exacción o contribuciones arbitrarias (art. 163 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907308. La jurisprudencia internacional se ha ocupado de desarrollar el tema en estos términos: Monetary contributions may be collected only under a written order issued by the commander-in-chief in accordance with the tax rules in force and for every contribution a receipt should be issued309. The requirement of grave consequences for the victims maybe satisfied by proof of confiscation of property of sufficient monetary value in either large-scale, systematic, or organized seizures; or uncoordinated or opportunistic looting by individual physical perpetrators. Sufficient monetary value, in turn, maybe measured individually or collectively310. ac. Destrucción y apropiación de bienes protegidos -apropiación de bienes protegidos- (art. 154 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907311, CG I312, CG II313, CG IV314, Convención para la Protección de Bienes Culturales315, P II-Convención para la Protección de Bienes Culturales316, Convención contra la Transferencia de Bienes Culturales317, Convención sobre Bienes Culturales Robados318, ERCPI, EC-ERCPI319. b. Delitos de destrucción ba. Destrucción y apropiación de bienes protegidos -destrucción de bienes protegidos- (art. 154 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907320, PACG I321, ERCPI, ECERCPI322. 307 ICC. Pre-trial Chamber I. Prosecutor v. Germain Katanga and Mathieu Ngudjolo Chui, Decision on the confirmation of charges, 30.09.2008, ICC-01/04-01/07, (párr. 332). 308 Arts. 48, 49, 50, 51, 52. 309 Prosecutor v. Simić, Tadić, y Zarić, caso n.º IT-95-9-T, sentencias 17.10.2003, párr. 100. 310 G. BOAS, J. L. BISCHOFF Y N. L. REID. Ibídem, p. 280. 311 Arts. 53, 54. 312 Art. 50. 313 Art. 30. 314 Art. 53. 315 Art. 4 (3). 316 Arts. 15 (1) (e). 317 Arts. 3º, 6º, 10, 11, 12-13. 318 Preámbulo, arts. 3º, 4º. 319 Arts. 8º (2) (a) (iv), 8 (2) (b) (xvi), 8 (2) (e) (v), 8 (2) (e) (xii). 320 Art. 23 (g), 53, 54. DOCTRINA Por excepción una potencia ocupante puede destruir bienes cuando sea absolutamente necesario a causa de las operaciones bélicas323. Los bienes en cuestión -ya sea muebles o inmuebles, públicos o privados- debe pertenecer a personas o entidades alineados con la parte adversa324, la disposición no se aplica a la destrucción accidental de bienes de carácter civil durante un ataque dirigido específicamente contra un objetivo militar325. Un bien que normalmente se dedica a fines civiles, se considera como civil y no podrá ser atacado326. La destrucción de un solo edificio, sin embargo se califica como una infracción grave327. Locales comerciales, vehículos, dinero y otros objetos de valor por lo general no son protegidos por los Convenios de Ginebra328. bb. Atentados a la subsistencia y devastación (Art. 160 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907329. La devastación incluye daños totales o parciales a edificios, se requiere demostrar un considerable número de objetos que fueron dañados o destruidos, pero no se requiere la destrucción en su totalidad de una ciudad, pueblo o aldea. Pueden ser algunos ejemplos: Romper las ventanas de tiendas, destruir puertas y ventanas en toda la ciudad, etc.330 bc. Excurso: delitos militares Devastación (art. 174 CPM) El legislador no advirtió que tenía el deber de establecer un régimen severo frente a la devastación u otros delitos contra la población civil… existe un trato desigual por lo siguiente: conductas de mayor entidad, como la devastación (art. 174 C.J.P.M.), que atentan contra valores fundamentales de la Carta, no admiten la detención preventiva, mientras que conductas de menor relevancia sí331. Art. 53. Art. 8º (2) (b) (xiii), 8 (2) (e) (xii). 323 CG IV, art. 53. 324 ICC. PRE-TRIAL CHAMBER I. Prosecutor v. Germain Katanga and Mathieu Ngudjolo Chui, Decision on the confirmation of charges, 30.09.2008, ICC-01/04-01/07, (párr. 310). 325 Ibídem, (párr. 313). 326 Fuerzas Militares De Colombia. Tribunal Superior Militar. Sentencia del 14.09.2006, exp. 152636 -EJC-6600-Homicidio culposo-1446, p. 10. 327 TPIY. Prosecutor v. Kordić y Čerkez, Caso IT-95-14/2-T, sentencia, 26.02.2001, párr. 341. 328 G. Boas, J. L. BISCHOFF y N. L. REID. Ibídem, p. 265. 329 TPIY. Prosecutor v. Strugar, case IT-01-42-T, sentencia 31.01.2005, párr. 293, 297. 330 TPIY. Prosecutor v. Strugar, Case IT-01-42-T, sentencia, 31.01.2005, párr. 293, 297. 331 Salvamento parcial de voto del magistrado E. Montealegre Lynett, a: Corte Constitucional, sentencia C-709/02, 03.09.2002; decisión donde se explica que: “el 321 322 29 4. Empleo de métodos de guerra prohibidos El fundamento de las conductas se encuentra en: RIV Convención de la Haya de 1907332, PACG I333, Convención sobre Armas Convencionales334, Convención sobre Minas Antipersonales335. Estos crímenes deben ser interpretados a partir del principio de “proporcionalidad” (en el ataque) y del principio de prohibición de “ataques indiscriminados”. Así mismo el principio de distinción. Sólo pueden ser considerados como objetivos militares aquellos bienes y personas que, por su naturaleza, ubicación, finalidad o utilización contribuyan eficazmente a la acción militar y cuya destrucción total o parcial, captura o neutralización ofrezcan, en las circunstancias del caso, una clara ventaja militar336.- Un objetivo puede ser atacado por lo que es337, -Un objetivo puede ser atacado por el lugar en el que se encuentra338, -Un objetivo puede ser atacado por los daños que causa o ha causado339, -Un objetivo puede ser atacado por los riesgos del propósito para los cuales puede ser usado340. Ventaja militar: La contribución eficaz a la acción militar que suponga la neutralización de un objetivo militar específico en razón a su naturaleza, ubicación, finalidad o utilización. Toda orden de operaciones o misión táctica debe describir con información de inteligencia: -por qué la destrucción o neutralización del objetivo supone una ventaja militar concreta y directa prevista sobre el enemigo; y, -cuál es el efecto que se pretende conseguir sobre éste. Si al evaluar los objetivos militares (bienes y personas), se concluye que su neutralización no produce ninguna ventaja militar, o que la ventaja militar es muy reducida, se debe reevaluar su selección341. legislador dentro de su órbita de libertad de configuración y atendiendo razones de política criminal y, sin introducir distinciones arbitrarias e irrazonables, puede estimar que existen unos bienes jurídicos de mayor relevancia que otros así la punibilidad sea menor” (VI., 4.2.). 332 Arts. 22, 24, 35. 333 Art. 49. 334 Preámbulo. 335 Ibídem. 336 Comando General de las Fuerzas Militares, Manual de derecho operacional, manual FF.MM 3-41 público, 1ª ed., 2009, (aprobado mediante Disposición 056 del 07.12.2009), pp. 56-57. Parafraseándo el P II-Convención para la Protección de Bienes Culturales art. 1 (f), P II- Sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas art. 2º (6); P III- Sobre prohibiciones de armas incendiarias art. 1º (3), entre muchos otros. 337 Personas que participan directamente en las hostilidades, u objetos como vehículos artillados, armas, aviones y helicópteros de combate entre otros. 338 Puentes, caminos o carreteras que sirvan como ruta principal del enemigo, así como, vehículos o embarcaciones civiles dentro de un campamento de un grupo armado ilegal, entre otros. 339 Vehículos, aviones o embarcaciones civiles cargados con logística para el adversario siempre y cuando sean parte integrante de un acto hostil específico. 340 Satélites de información, aviones comerciales, buques y tramos de autopistas rectos, entre otros. 341 Comando general de las Fuerzas Militares. Manual de derecho operacional, manual FF.MM 3-41 público, 1ª ed., 2009, (aprobado mediante Disposición 056 del 07.12.2009), pp. 57-58. 30 FACETAS PENALES a. Ataques contra la población civil aa. Actos de terrorismo -hacer objeto a la población civil de ataques, represalias- (Art. 144 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG I342, CG II343, PACG I344, CG III345, CG IV346, PACG I347, PACG II348, P II-Sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas349, Convenio sobre marcación de explosivos350, Anexo técnico al Convenio sobre marcación de explosivos351, Convención contra la fabricación de armas de fuego352, Convenio sobre actos de terrorismo353, Convenio sobre terrorismo con Bombas354, ERCPI, ECERCPI355. El ataque a la población civil es embestir o bombardear, por cualquier medio, a ciudades indefensas, aldeas, viviendas o edificios, es dirigir arremetidas violentas en contra de las poblaciones, de los bienes muebles o inmuebles pertenecientes a civiles o bienes civiles356. Entre los factores utilizados para determinar el estado civil son “la ropa, la actividad, edad o sexo de una persona”357. b. Terror sobre la población civil ba. Actos de terrorismo -actos o amenazas para aterrorizar la población civil- (art. 144 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907358, PACG II359, P IISobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas360, Convenio sobre Marcación de Explosivos361, Anexo técnico al Convenio sobre Marcación de ExArt. 46. Art. 47. 344 Art. 20. 345 Art. 13. 346 Art. 33. 347 Arts. 51 (6), 52 (1), 54 (4), 55 (2). 348 Art. 4º (2) (d), 13. 349 Arts. 3º (7). 350 Arts. 1º (1)-(6), 2-4. 351 Parte I y II. 352 Arts. I (1)-(7), II-XIII. 353 Art. 1º, 2º. “Al respecto es necesario hacer ver la imprecisión de la Corte Constitucional cuando interpreta lo siguiente: “es conveniente adoptar normas que desarrollen progresivamente el derecho internacional en lo que atañe a la cooperación internacional en la prevención y sanción de los delitos de lesa humanidad, como el terrorismo”. Corte Constitucional, sentencia C-186/96, 08.05.1996, (V. 3.1.). 354 Preámbulo, arts. 1 (1)-(6), 2 (1)-(3), 4, 5. 355 Arts. 8º (2) (b) (i), 8 (2) (e) (i). 356 Cfr.: G. BOAS, J. L. BISCHOFF y N. L. Reid. Ibídem, p. 285. 357 TPIY. Prosecutor v. Galić, caso n.º IT-98-29-T, sentencia 05.12.2003 para. 50. 358 Arts. 25, 56. 359 Art. 4º (2) (d.). 360 Arts. 13 (7). 361 Arts. 1º (1)-(6), 2-4. 342 343 plosivos362, Convención contra la Fabricación de Armas de Fuego363, Convenio sobre Actos de Terrorismo364, Convenio sobre Terrorismo con Bombas365, ERCPI, EC-ERCPI366. Recientemente desde el Consejo de Derechos Humanos se creó una discusión muy interesante acerca de la tipificación, límites y contenido de las conductas de terrorismo. Así se tiene como en el caso de Turquía se señalaba: “The Special Rapporteur therefore voiced his concern in his discussions about prosecution for acts related to freedom of expression, association and assembly in relation to the notion of terrorism. There are elements both in the Anti-Terror Act and in the Penal Code which may put severe limitations on the legitimate expression of opinions critical of the Government or State institutions, on the forming of organizations for legitimate purposes, and on the freedom of peaceful assembly”367. De igual forma frente a EE.UU. se señalaba: “The Special Rapporteur urges the Government to restrict definitions of “international terrorism”, “domestic terrorism” and “material support to terrorist organizations” in a way that is precise and restricted to the type of conduct identified by the Security Council as conduct to be suppressed in the fight against terrorism”368. Ya entrando en material observamos que “the crime of terror as a violation of the laws or customs of war did not require a particular result in the targeted population”369, the actual infliction of terror on a civilian population is not an element of the underlying offence of terror370, no osbtante dichos actos dejan unas secuelas de grandes traumas y daño psicológico a las víctimas. Al respecto JODOIN anota: Often times used to subdue the civilian population and to deter it from committing Parte I y II. Arts. I (1)-(7), II-XIII. La Convención no está directamente consagrando un delito sino que establece una obligación para los Estados Partes, en el momento de tipificar como punibles las conductas mencionadas en el instrumento internacional, se deberá respetar el principio de legalidad. Cfr: Corte Constitucional, sentencia C764/02, 17.09.2002, (IV, 3.2.). 364 Arts. 1º, 2º. Al respecto es necesario hacer ver la imprecisión de la Corte Constitucional cuando interpreta lo siguiente: “es conveniente adoptar normas que desarrollen progresivamente el derecho internacional en lo que atañe a la cooperación internacional en la prevención y sanción de los delitos de lesa humanidad, como el terrorismo”. Corte Constitucional, sentencia C-186/96, 08.05.1996, (V. 3.1.). 365 Preámbulo, arts. 1 (1)-(6), 2 (1)-(3), 4, 5. 366 Arts. 8º (2) (b) (ii). 367 Consejo de derechos humanos. Informe del relator especial sobre la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo. Misión a Turquía. A/HRC/4/26/Add.2, 16.11.2006, párr. 18. 368 Consejo De Derechos Humanos. Informe del Relator Especial sobre la promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la lucha contra el terrorismo, MARTIN SCHEININ. Misión a los Estados Unidos de América, A/HRC/6/17/Add.3, 22.11.2007, párr. 64. 369 TPIY. Prosecutor v. Galić, caso IT-98-29-T, sentencia, 05.12.2003, párrs. 65, 134 y, 113-129. 370 TPIY. Prosecutor v. Galić, caso IT-98-29-A, sentencia (de apelación), 30.11.2006, párrs. 72, 99, 104. 362 363 DOCTRINA acts of resistance… the impact of this provision is that “authorities or armed forces must adopt other measures, in conformity with human dignity and the rule of law, to ensure public security371. Actos de violencia relacionados con el estado de guerra casi siempre dan lugar a un cierto grado de terror entre la población y, a veces también entre las Fuerzas Armadas. También sucede que los ataques a las Fuerzas Armadas se llevó a cabo a propósito brutalmente con el fin de intimidar a los soldados enemigos y persuadir a los que se rindieran. Éste no es el tipo de terrorismo previsto aquí. Esta disposición está destinada a prohibir los actos de violencia cuya finalidad principal sea aterrorizar a la población civil, sin ofrecer ventaja militar sustancial372. Un acto de violencia cometido contra un objetivo militar legítimo, que dicho sea de paso causa terror entre la población civil, no está prohibido en virtud de la ley de los conflictos armados. La prohibición de “los actos o amenazas de violencia que tienen por objeto principal de sembrar el terror” está dirigida a las conductas intencionales dirigidas específicamente a la difusión del terror y que excluye el terror que no es más que un efecto incidental de los actos de la guerra373. Los actos de terrorismo son más propios de los conflictos de baja intensidad374. Cabe señalar como terrorista al individuo que mediante la ejecución de actos de barbarie con “capacidad suficiente” para infundir en la población o en un sector de ella, estado de zozobra, terror, pavor o pánico, inseguridad, intranquilidad e inestabilidad sociales, pone en peligro la vida, la integridad física o la libertad de las personas, o sus bienes, o los de la comunidad, sojuzgando la voluntad no solo de quienes directamente padecen sus consecuencias, sino también la de “toda la población a la cual van dirigidos sus efectos”375. Podemos señalar el siguiente desarrollo histórico jurisprudencial acerca de un concepto de terrorismo: Señalaba la jurisprudencia que: “Se requiere para la existencia del delito de terrorismo el empleo de medios capaces de causar estragos, ruina, devastación o medios de destrucción colectiva”376, esto es que la 371 S. JODOIN. Terrorism as a War Crime, International Criminal Law Review, vol. 7, Nº. 1, 2007, p. 90. 372 S. JODOIN. Terrorism as a War Crime, International Criminal Law Review, vol. 7, Nº. 1, 2007, pp. 91-92. 373 S. JODOIN. Terrorism as a War Crime, International Criminal Law Review, vol. 7, N.º 1, 2007, p. 92. 374 S. JODOIN. Terrorism as a War Crime, International Criminal Law Review, vol. 7, N.º 1, 2007, p. 112. 375 Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal. Auto, 21.05.2002, exp. 19434. Citando a: íd., Auto, 23.11.2000, exp. 17496. Reiterado: íd., Auto, 11.06.2002, exp. 19441. 376 Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal. 06.09.1989, exp. 4251. 31 “finalidad” la preparación o ejecución de actos clasificables como terroristas, conocida la idoneidad de esos objetos materiales en el logro de su realización”377. En vigencia del Dto. 180/88 se manifestaba que “El terrorismo en cualquiera de sus modalidades, busca menoscabar el poder del Estado, a quien enfrenta directamente en cada una de sus manifestaciones, a través de las múltiples modalidades, que ha desarrollado en su carrera delictiva. Por ello, cualquier comportamiento que únicamente persiga golpear intereses privados, queda excluido de la connotación terrorista”378. Unido a esto se tenía que “la eliminación sistemática de las fuerzas de seguridad del Estado, constituye para la población un acto de terror que siembra en ella un sentimiento constante de inseguridad”379. Resulta imposible asimilar armas a los petardos o “papas explosivas”380, una acción realizada con un fin particular, puede llevar implícito el carácter terrorista”381. El acto terrorismo en este orden de ideas es lesivo del orden público y de la indemnidad ciudadana382. En otro momento se consideraba terrorismo el “miedo intenso que siente la población o un sector de ella, a raíz de las aisladas o frecuentes acciones de individuos, bandas o grupos armados irregulares… utilización de bombas, granadas, cohetes, armas de fuego automáticas o por medio de paquetes o cartas con explosivos ocultos, siempre que dicho uso represente un peligro común o general para las personas… la clase de arma utilizada, el lugar donde se realizó (alejado de los núcleos urbanos o de concentración poblacional) y el deseo de actuar a la sombra, son factores que, sin ser los únicos, en lugar de construir la finalidad terrorista, la desdibujan”383. “Se trata del uso de medios masivos de destrucción, que originan gran conmoción y evidencian crueldad innecesaria en los procedimientos, que conllevan hostilidad, pavor y exposición a daños innecesarios, no solamente para indiscriminadas personas sino para los bienes… tenían conocimiento que eran elementos de destrucción masiva, que podían resultar muertos y heridos, daños a inmuebles y automotores, y generar pavor y zozobra en la población, eran conscientes de todo Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal. 03.12.1992, exp. 6245. Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal. 01.07.1993, exp. 8514. 379 Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal. 22.02.1995, exp. 10064. 380 Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal.16.05.1995, exp. 10494. 381 Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal, auto, 25.06.1996, exp. 11818. Reiterada: íd., Auto, 29.03.2001, exp. 17264. 382 Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal, auto, 12.11.1998, exp. 14852. Reiterada: íd., Auto, 23.08.2000, exp. 16301. 383 Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal, auto, 23.04.1999, exp. 15539. 377 378 32 FACETAS PENALES ello, querían demostrar su poderío bélico frente a las autoridades estatales y la comunidad y, por eso, no se detuvieron, no cambiaron de plan, sino que asumieron esos riesgos… No es posible considerar estos actos como una contienda militar, cuando no hay enfrentamiento y una de las partes supuestamente intervinientes no está constituida por militares o el objetivo no tiene ese carácter”384. El sujeto agente amenaza utilizando artefactos con capacidad para producir daños de considerable magnitud, siempre que las circunstancias temporo-espaciales y modales de realización de la conducta criminal representen peligro común o general para las personas o sus bienes… poder destructivo que, como el terror, no puede ser “medido en unidades de longitud” sino ponderado en su trascendencia social, por la idoneidad para generar peligro común”385. Posteriormente se advertía que “los actos terroristas pueden tener lugar en poblado o en despoblado, no requieren que se ponga en peligro la vida o la integridad de las personas y ni siquiera exigen que el agente actúe con la finalidad de crear o mantener en estado de zozobra a la población o a un sector de ella, bastando que se obtenga ese resultado”386. Causar terror no significa cosa distinta a infundir miedo muy grande e intenso… con un tal comportamiento lo que se busca es sojuzgar la voluntad no solo de quienes directamente padecen sus consecuencias, sino también la de toda la comunidad a la cual van dirigidos sus efectos387. Es importante recavar un caso de la jurisprudencia donde se tuvo que la tenencia de los elementos que integraban el artefacto explosivo no generan, ni provocaron ni mantienen en estado de zozobra a la comunidad cuando la idea criminal no pasa de ser eso388, esto relacionado a que si bien “el terrorismo es un delito de mera conducta”389 debe tener una entidad efectivamente lesiva. De ninguna manera los actos de terrorismo pueden identificarse, explicarse y mucho menos justificarse o entenderse en el marco de un conflicto armado y las formas como éste suele presentarse: el combate entre contrarios390. La definición que hizo el legislador del delito de terrorismo está directamente relacionada con las armas utilizadas y la potencialidad de daño que las mismas puedan causar, en todo caso, sea la Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal, sentencia 06.06.2000, exp. 12853. Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal, auto, 28.09.2000, exp. 17365. 386 Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal, sentencia, 26.02.2001, exp. 12108. 387 Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal, auto, 29.03.2001, exp. 17264. 388 Cfr.: Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal, auto, 08.04.2003, exp. 20696. 389 Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal, sentencia 03.07.2003, exp. 17376. 390 Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal, sentencia 15.02.2006, exp. 21330. 384 385 población o un sector de ella, la que inevitablemente tiene que verse afectada391. El crimen de terrorismo “es pluriofensivo pues afecta o puede llegar a afectar varios bienes jurídicos protegidos por el ordenamiento penal”392. c. Represalias (art. 158 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG I393, CG II394, PACG I395, CG III396, CG IV397, PACG I398, Convención para la Protección de Bienes Culturales399. d. Ataques contra objetos especialmente protegidos y contra personas y cosas que utilicen los signos distintivos de los Convenios de Ginebra da. Destrucción de bienes e instalaciones de carácter sanitario (art. 155 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907400, CG I401, CG II402, CG IV403, PACG I404, PACG II405, ERCPI, EC-ERCPI406. db. Destrucción o utilización ilícita de bienes culturales y de lugares de culto (art. 156 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907407, PACG I408, PACG II409, Pacto Roerich410, Convención para la Protección de Bienes Culturales411, R-Convención para la Protección de Bienes Culturales412, P I-Convención para la ProCorte Suprema de Justicia, Cas. Penal, sentencia 15.02.2006, exp. 21330. Corte Suprema de Justicia, Cas. Penal, sentencia 23.01.2008, exp. 26630. 393 Art. 46. 394 Art. 47. 395 Art. 20. 396 Art. 13. 397 Art. 33. 398 Art. 51 (6), 52 (1), 54 (4), 55 (2). 399 Arts. 4º (4). 400 Art. 27. 401 Arts. 7º, 8º, 9º, 10, 19, 20, 22, 24-26,33-37. 402 Arts. 7º, 8º, 9º, 10, 22, 23, 34, 35, 36, 37, 38, 39. 403 Arts. 17, 18-23. 404 Arts. 8º (c) (i) (ii) (iii) (e)-(k), 12, 13. 405 Arts. 9º, 10, 11. 406 Arts. 8º (2) (b) (ix), 8 (2) (b) (xxiv), 8 (2) (e) (ii). 407 Arts. 27, 56. 408 Art. 53. 409 Art. 16. 410 Arts. 1º, 3º. 411 Arts.1º (a) (b) (c), 2,3,4,5 6, 7 (1) (2), 8 (1)-(6), 9,10,11, 15, 16, 17 (1)-(4). “Esta finalidad de proteger esos bienes culturales surge de una dolorosa constatación histórica, a saber, que estos objetos-que en el fondo materializan valores espirituales esenciales para el ser humano-han sufrido graves daños en los distintos conflictos armados y que, debido al perfeccionamiento de las técnicas de destrucción, se encuentran cada vez más amenazados”: Corte Constitucional, sentencia C-467/97, 25.09.1997, (V. 5.). 412 Arts. 11 (1) (2) (3), 20 (1) (2) (a) (b). 391 392 DOCTRINA 33 vencionales y consuetudinarias de Derecho Internacional Humanitario que protegen los bienes culturales”424. tección de Bienes Culturales413, P II-Convención para la Protección de Bienes Culturales414, Convención contra la Transferencia de Bienes Culturales415, Convención para la Protección del Patrimonio Cultural416, Convención sobre Bienes Culturales Robados417, AConvención sobre Bienes Culturales Robados418. P IISobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas419, ERCPI, EC-ERCPI420. La protección dispensada a nivel convencional y consuetudinario a las instituciones religiosas es autónoma de la protección dada a los bienes culturales; por ello, no es necesario que estas instituciones correspondan al patrimonio cultural de los pueblos o de un pueblo en particular421. En el ya famoso caso Strugar se sostenía que “military necessity can, in certain cases, be a justification for damaging or destroying property”, pero en el caso se observaba que “were no military objectives in the immediate vicinity of the 52 buildings and structures”422. Un corolario necesario de esta regla es la prohibición de usar estos bienes para fines militares, salvo en casos de necesidad militar imperiosa estrictamente definida. La protección de los bienes culturales y religiosos no depende de su identificación con un emblema distintivo. Aunque la Convención de La Haya de 1954 dispone en sus artículos 6º y 16 que los bienes culturales de especial importancia podrán ser identificados con un emblema allí establecido, esta posibilidad no constituye bajo ningún punto de vista una obligación, y el uso del emblema no condiciona la aplicación plena de las salvaguardas convencionales y consuetudinarias provistas por el Derecho Internacional Humanitario423; “la expresión ‘debidamente señalados con los signos convencionales’… no está incluid[a] dentro de las normas con- eb. Destrucción del medio ambiente (art. 164 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: PACG I437, Convención sobre Armas Convencionales438, P III-Sobre prohibiciones de armas incendiarias439, Anexo sobre verificación a la Convención sobre Ar- Arts. I (3). Art. 6º (a) (i) (ii) (b) (c) (d), 7 (a) (b) (c) (d) (i) (ii), 8 (a) (b), 10 (a) (b) (c), 12, 13, 14, 15 (1) (a) (b) (c) (d), 22 (1)-(7). “La protección de los bienes culturales en el escenario de un conflicto armado es una preocupación mundial creciente, especialmente desde que, en la segunda guerra mundial, muchas de las joyas culturales de los países en conflicto fueron destruidas como consecuencia de los ataques militares o desaparecieron tras las sucesivas ocupaciones [cuadros, esculturas, dibujos]… -citando- ‘estos objetos-que en el fondo materializan valores espirituales esenciales para el ser humano’”. Corte Constitucional, sentencia C-812/07, 03.10.2007, (V. 4. b.). 415 Arts. 1º (a)-(n), 4 (a)-(e). 416 Arts. 1º, 2º. 417 Arts. 1º, 2º. 418 a-g (i)-(iv), h-k. 419 Arts. 7º (1) (i). 420 Arts. 8º (2) (b) (ix), 8 (2) (e) (iv). 421 Corte Constitucional, sentencia C-291/07, 25.04.2007, (III. D. 6.1.). 422 TPIY. Prosecutor v. Strugar, Case IT-01-42-T, sentencia 31.01.2005, párr. 328-329. 423 Corte Constitucional, sentencia C-291/07, 25.04.2007, (III. D. 6.1.). Corte Constitucional, sentencia C-291/07, 25.04.2007, (III. E. 3.). Art. 56. 426 Art. 15. 427 Arts. 8 (2) (b) (ix), 8 (2) (e) (iv). 428 Corte Constitucional, sentencia C-291/07, 25.04.2007, (III. D. 6.2.). 429 Corte Constitucional, sentencia C-291/07, 25.04.2007, (III. E. 3.). 430 Art. 23. 431 Art. 51 (4) (5). 432 Art. 4º (2) (d). 433 Arts. 3º (8) (c). 434 Arts. 8º (2) (b) (iv). 435 TPIY. Prosecutor v. Galić, caso IT-98-29-A, sentencia (de apelación), 30.11.2006, párr. 132. 436 By virtue of its characteristics and the firing range in this specific instance, was incapable of hitting specific targets. 437 Art. 35 (3), 55. 438 Preámbulo. 439 Art. 2º (4). 413 414 dc. Ataque contra obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas (art. 157 CP inc. 1º) El fundamento de la conducta se encuentra en: PACG I425, PACG II426, ERCPI, EC-ERCPI427. Los Estados son conscientes del alto riesgo de gravísimos daños incidentales que pueden causar los ataques dirigidos contra obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas, especialmente cuando su liberación pueda causar la pérdida masiva de vidas civiles428. La expresión ‘debidamente señalados con los signos convencionales’… no está incluid[a] dentro de las normas convencionales y consuetudinarias de Derecho Internacional Humanitario que protegen… las obras o instalaciones que contienen fuerzas peligrosas”429. e. Ataques que ocasionan daños colaterales desproporcionados ea. Actos de terrorismo -ataques indiscrimados o excesivos- (art. 144 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG III430, PACG I431, PACG II432, P II-Sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas433, ERCPI, EC-ERCPI434. Para el efecto se considera la naturaleza de las armas utilizadas, a fin de determinar si los elementos de la infracción que se han establecido435 (es el ejemplo de las bombas de racimo o cluster bombs)436. 424 425 34 FACETAS PENALES mas Químicas440, Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares441, Convención sobre Notificación de Accidentes Nucleares442. Colombia no ha firmado ni ratificado la “Convención sobre la prohibición de utilizar técnicas de modificación ambiental con fines militares u otros fines hostiles”443. f. Ataques contra objetivos no militares indefensos fa. Ataque contra obras e instalaciones que contienen fuerzas peligrosas (art. 157 CP inc. 2º) El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907444, CG IV445, PACG I446, PACG II447, P II-Sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas448, ERCPI, EC-ERCPI449. g. Perfidia (art. 143 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907450, CG I451, CG II452. PACG I453, PACG II454, P II-Sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas455, ERCPI, EC-ERCPI456. La Ley 875 de 2004457 tiene como finalidad proteger el emblema, el nombre y el término de la “Cruz Roja”458, proteger las señales distintivas para la identificación de las unidades y los medios de transporte sanitarios459 y, proteger la misión de la Sociedad Nacional de la Cruz Roja Colombiana y de los otros componentes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja o la denominación “Cruz Roja” y de la Media Luna Roja o abuso de la Cruz Blanca, mediante el uso correcto del emParte XI (3) (h). Preámbulo. 442 Preámbulo. “[L]a radiación ionizante generada en los procesos de manipulación nuclear tiene la capacidad de destruir la materia y, por tanto, de afectar negativamente la integridad física de las especies, así como de deteriorar severamente el medio ambiente” (IV. 5.): Corte Constitucional, sentencia C-536/02, 16.072002. 443 Del 10.12.1976, Asamblea General de la ONU, Resolución 31/72. 444 Arts. 25, 27, 56. 445 Art. 53. 446 Art. 54 (2). 447 Art. 14. 448 Art. 3º (7). 449 Arts. 8º (2) (b) (ix), 8 (2) (e) (iv). 450 Art. 23 (f), 32-34. 451 Art. 38-44, 53, 54. 452 Art. 41-45. 453 Art. 6º, art. 8º (l) (m), 37 (1) (2), 38, 39. 454 Art. 12. 455 Arts. 7º (1) (a). 456 Arts. 8 (2) (b) (vii)-1, 8 (2) (b) (vii)-2, 8 (2) (b) (vii)-3, 8 (2) (b) (vii)-4. 457 Ley 875 de 2004 (ene. 2) “por la cual se regula el uso del emblema de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y otros emblemas protegidos por los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 y sus protocolos adicionales”. 458 Ibíd, art. 1º (1). 459 Ibíd, art. 1º (2). 440 441 blema de la Cruz Roja460. También se pone de presente que dicha ley se aplicará integralmente al uso del emblema de la Media Luna Roja, de otros emblemas, signos y señales, así como el término “media luna roja” establecidos en los Convenios de Ginebra de 1949 o en los Protocolos adicionales461. Desde el Ministerio de Defensa Nacional462 se reglamenta dicha ley y se trae que “el personal sanitario y religioso de la Fuerza Pública, tanto en tiempo de paz como en tiempo de conflicto armado, utilizarán el emblema de la Cruz Roja” (art. 3º), de igual forma “En tiempo de conflicto armado o en zona de conflicto armado, el personal sanitario civil autorizado por el Ministerio de la Protección Social, para portar el emblema de la Cruz Roja a título protector podrá emplearlo en brazaletes, petos, chalecos u otras prendas de vestir, siempre procurando que sea lo más visible posible” (art. 7º). Colombia aún no ha ratificado el “Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la aprobación de un signo distintivo adicional (Protocolo III)”463. h. Conducción del combate sin cuartel ha. Actos de barbarie -realizar actos de no dar cuartel(art. 145 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907464, PACG I465, ERCPI, ECERCPI466. “No dar cuartel” significa que todos los prisioneros serán asesinados. La mera declaración de “no dar cuartel” es un delito, ya que viola groseramente el Estatuto de protección de prisioneros (núcleo duro del DIH) y desquicia las reglas humanitarias enviando un mensaje de derogación del ius ad bellum467. i. utilización de (otros) métodos de guerra ilícitos (art. 142 CP) ia. Matar o herir a traición El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907468, ERCPI, EC-ERCPI469. Ibíd, art. 1º (3). Ibíd, art. 1º parágrafo. 462 Ministerio de Defensa. Decreto 138 de 2005 (ene. 25), “por el cual se reglamentan los artículos 5º, 6º, 14 y 18 de la Ley 875 de 2004 y se dictan otras disposiciones”, D.O., año CXL, n.º 45804, 27.01.2005, p. 42. 463 Ginebra, 8 de diciembre de 2005. 464 Art. 23 (d). 465 Art. 40. 466 Arts. 8º (2) (b) (xii), 8 (2) (e) (x). 467 G. P. FLETCHER. “Liberals and romantics at war: the problem of collective guilt”, Yale Law Journal, vol. 111, n.º 7, 2002, p. 1517. 468 Art. 23 (b). 469 Arts. 8 (2) (b) (xi), 8 (2) (e) (ix). 460 461 DOCTRINA ib. Inanición de la población civil El fundamento de la conducta se encuentra en: PACG I470, ERCPI, EC-ERCPI471. ic. Utilización de escudos humanos El fundamento de la conducta se encuentra en: ERCPI, EC-ERCPI472. El problema de los escudos humanos voluntarios es bien interesante pero, fuera de este estudio473. 5. Empleo de medios de guerra ilícitos (art. 142 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: Convención sobre Luchas Civiles de 1928474, CG IV475, PACG I476, Convención sobre armas convencionales477, Convención sobre minas antipersonales478, Convención sobre la protección física de los materiales nucleares479. Estos crímenes deben ser interpretados a partir del principio de prohibición de “causar sufrimientos innecesarios”. a. Empleo de veneno o de armas envenenadas El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907480, Protocolo de Ginebra de 1925481, ERCPI, EC-ERCPI482. Podemos designar veneno a toda “sustancia” que por sus propiedades tóxicas “en el curso normal de los acontecimientos, cause la muerte o un daño grave para la salud por sus propiedades tóxicas”483. Esta definición estricta de veneno tiene las siguientes repercusiones: No quedan comprendidas sustancias que tienen efectos perniciosos sobre el medio ambiente, sobre animales484, las que causan daños a la salud de menor relevancia, los daños pasajeros (gas lacrimógeno), los medios que no actúan por medio de tóxicos sino de modo físico térmico o por irradiación, los efectos venenosos colaterales. Art. 54 (1). Arts. 8º (2) (b) (xxv). 472 Arts. 8º (2) (b) (xxiii). 473 R. LYALL. “Voluntary human shields, direct participation in hostilities and the international humanitarian law obligations of states”, Melbourne Journal of International Law, vol. 9, n.º 2, 2008, pp. 313 y ss. 474 Arts. 1º (a) (b) (c),3. 475 Art. 28. 476 Arts. 35, 36. 477 Preámbulo. 478 Ibídem. 479 Ibídem. 480 Art. 23 (a). 481 Art. 1º. 482 Arts. 8º (2) (b) (xvii). 483 Así: Artículo 8 2) b) xvii) EC-ERCPI. 484 La Convención sobre Armas Químicas en su art. II (2) protege igualmente a los animales. 470 471 35 El Protocolo de Ginebra de 1925 (primera declaración) señala no tóxicos “sino los materiales o dispositivos análogos en la guerra”. La CIJ ha indicado al respecto que estos “términos se han entendido, en la práctica de los Estados, en su sentido ordinario, que abarca las armas cuyo principal, o incluso exclusivo, efecto es envenenar o asfixiar”485. b. Empleo de gases venenosos y medios equivalentes El fundamento de la conducta se encuentra en: Protocolo de Ginebra de 1925486, ERCPI, EC-ERCPI487. c. Empleo de balas prohibidas El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907488, ERCPI, EC-ERCPI489. d. Empleo de armas nucleares El fundamento de la conducta se encuentra en: Convención sobre Armas Biotoxínicas490, Convención sobre Armas Convencionales491, Convención sobre Armas Químicas492, Tratado de Prohibición de Ensayos Nucleares493, Tratado de Tlatelolco494, Acuerdo sobre salvaguardias al Tratado de Tlatelolco495, PAcuerdo sobre salvaguardias al Tratado de Tlatelolco496, Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares497, Convención sobre la Protección Física de los Materiales Nucleares498, Convención sobre Notifi485 CIJ. Reports of judgments, advisory opinions and orders. Legality of the threat or use of nuclear weapons, Opinión consultiva, 08.07.1996, párr. 55. En contra: É. DAVID. La opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia sobre la licitud del empleo de armas nucleares, CICR (trad.), Revista Internacional de la Cruz Roja, n.º 139, pp. 22-36, quien indica que “los trabajos preparatorios del Protocolo de Ginebra no confirman, en absoluto, esta interpretación restrictiva, puesto que nada se menciona al respecto”. 486 Preámbulo y declaración. 487 Arts. 8º (2) (b) (xviii). 488 Art. 23 (d). 489 Arts. 8º (2) (b) (xix). 490 Preámbulo. 491 Ibídem. 492 Ibíd. 493 Art. 1º. 494 Preámbulo, Arts. 1º (1) (b) (2), 5, 17, 18. En relación a la E-Tratado de Tlatelolco: “[E]l llamado “Tratado de Tlatelolco” se inscribe en las tentativas internacionales para evitar la utilización bélica de la energía nuclear debido a sus catastróficas consecuencias” (V. 8.)… “el país se orienta en sus relaciones internacionales por los principios del derecho internacional (CP art. 9º), entre los cuales se destaca la proscripción de la guerra como medio para solucionar las controversias internacionales” (V. 11.): Corte Constitucional, sentencia C-176/97, 10.04.1997. 495 Arts. 1º, 2º, 27, 36. 496 Preámbulo. Art. 2º (A) (vi) (b) (c) 18. “[E]l Protocolo constituye un instrumento que asiste al Estado colombiano en el deber de prevenir el uso indiscriminado de armas nucleares dentro de un ambiente internacional caracterizado por los esfuerzos para impedir toda forma de conflicto bélico” (VI, 4.): Corte Constitucional, sentencia C-799/08, 20.08.2008. 497 Arts. I, II, III. 498 Art. 1º (a) (b), 7 (1) (a) (d) (e) (i) (ii) (f) (g) (2). “la Corte resaltó el vínculo existente entre la prevención de la aplicación nociva de la energía nuclear la cual se traduce en la proliferación de armas de ese tipo y el acrecentamiento de la paz y la 36 cación de Accidentes Nucleares499, Tratado de Prohibición Completa de Ensayos Nucleares500, Ley 1252 de 2008501. Se ha convertido en un tópico señalar aquella opinión consultiva de la CIJ del año 1996 que señala: “el empleo o la amenaza del empleo de armas nucleares viola, en principio, el derecho de los conflictos armados. Sin embargo, añade que no sabe si esos comportamientos serían aún ilícitos en la hipótesis de que se basen en la legítima defensa y sean necesarios para la supervivencia del Estado”502. DAVID503 señala que “la Corte concluye que, en principio, el empleo de armas nucleares es ilegal… armas son “potencialmente de índole catastrófica”, ya que su “poder destructor no puede detenerse ni en el espacio ni en el tiempo… La radiación ionizante puede atentar contra el medio ambiente… la novedad de las armas nucleares no excluye que el derecho internacional humanitario sea aplicable a éstas….”, aunque señala- posteriormente se indica “no ha de perderse de vista el derecho fundamental de todo Estado a la supervivencia y, por lo tanto, el derecho a recurrir a la legítima defensa, de conformidad con el artículo 51 de la Carta”. El autor es enfático en señalar que “si se afirma que un caso de legítima defensa, por más extremado que sea, podría justificar el empleo de armas nucleares, la Corte está haciendo una peligrosa amalgama entre jus ad bellum y jus in bello: sugiere que el respeto del segundo podría estar supeditado a una norma del primero”. Concluye señalando que “la opinión no debería tener alcance alguno. En primer lugar, porque se basa en considerandos cuya índole impugnable acabamos de recordar”… “La Corte “expresa el derecho” en el primer apartado, mientras que en el segundo dice no conocer ese derecho: entonces ese apartado no tiene alcance alguno...”. e. Empleo de armas químicas El fundamento de la conducta se encuentra en: Protocolo de Ginebra de 1925504. Convención sobre Armas Biotoxínicas505, Convención sobre Armas Químiseguridad internacionales, principios acordes con claros mandatos constitucionales” (V., 4.2.1.): Corte Constitucional, sentencia C-673/02, 20.08.2002. 499 Art. 1º (2) (d). 500 Preámbulo, Art. I (1) (2). 501 Art. 3º. 502 CIJ. Reports of judgments, advisory opinions and orders. Legality of the threat or use of nuclear weapons, Opinión consultiva, 08.07.1996, párr. 105 (2) (E). 503 É. DAVID, La opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia sobre la licitud del empleo de armas nucleares, CICR (trad.), Revista Internacional de la Cruz Roja, n.º 139, pp. 22-36. 504 Preámbulo y declaración. 505 Preámbulo, IX. FACETAS PENALES cas506, Anexo sobre sustancia químicas a la Convención sobre Armas Químicas507, Anexo sobre verificación a la Convención sobre Armas Químicas508. El principio de precaución debe guiar la acción de todos los departamentos gubernamentales que se ocupan de los casos de vertimiento ilícito de productos tóxicos o peligrosos y los desechos509. De otro lado tenemos el caso pendiente de Ecuador v. Colombia por el uso del glifosato510 en la CIJ. Claro, aunque el caso no se refiere al uso del glifosato como un arma, la futura decisión sí puede aportar argumentos jurídicos para el estudio de este medio de guerra ilícito. f. Empleo de armas biológicas El fundamento de la conducta se encuentra en: Protocolo de Ginebra de 1925511, Convención sobre Armas Biotoxínicas512, Ley 841 de 2003513. g. Empleo de armas convencionales El fundamento de la conducta se encuentra en: R-IV Convención de la Haya de 1907514, Convención sobre Armas Convencionales515, E-Convención sobre Armas Convencionales516, P I-Sobre fragmentos no localizables517, P II-Sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas518, Anexo al P II-Sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas519, P III-Sobre prohibiciones de armas incendiarias520, P IV-Sobre armas láser cegadoras521, Convenio sobre marcación Arts. I (1) (a)-(d) (2)-(5), II (1)-(12), III (1) (2), VI, VII (1)-(7), X (8) (b). A (1) (a) (b) (i)-(iii) (c) (2) (a) B. 508 Parte I (4), Parte 6 (2) (a) (b) (c) (d), Parte XI (3) (h). 509 Consejo de derechos humanos. Informe del Relator Especial sobre los efectos nocivos para el goce de los derechos humanos del traslado y vertimiento ilícitos de productos y desechos tóxicos y peligrosos, Okechukwu Ibeanu. Misión a Ucrania. A/HRC/7/21/Add.2, 04.03.2008, párr. 54. 510 International court of justice. year 2008, Case Concerning Aerial Herbicide Spraying (Ecuador v. Colombia): “[T[he Republic of Ecuador instituted proceedings against the Republic of Colombia in respect of a dispute concerning “Colombia’s aerial spraying of toxic herbicides at locations near, at and across its border with Ecuador” which “has already caused serious damage to people, to crops, to animals, and to the natural environment on the Ecuadorian side of the frontier”, 30.05.2008. 511 Preámbulo y declaración. 512 Preámbulo, art. I (1) (2), II, III, IV. 513 Arts. 10 (a), 19. 514 Art. 23 (d). 515 Preámbulo. 516 Arts. 1º-7º. “busca entonces extender el campo de aplicación de la Convención y de sus Protocolos I, III, IV, a los conflictos armados no internacionales “ … “no resultaba razonable restringir su ámbito de aplicación y no extenderlos a los conflictos armados no internacionales, pues en ambos escenarios se dan los supuestos de hecho que se pretenden regular mediante tales instrumentos internacionales”: Corte Constitucional, sentencia C-534/08, 28.05.2008, (V. 3.1 y 3.2.). 517 Declaración única. 518 Arts. 1º (1), 2 (1)-(15), 3 (1)-(11), 4, 5 (1)-(6), 6 (1)-(4), 7 (1)-(3). 519 Arts. 1º-4º. 520 Arts. 1º (1)-(5), 2 (1)-(4). 521 Arts. 1º-4º. 506 507 DOCTRINA 37 de explosivos522, Anexo técnico al Convenio sobre marcación de explosivos523, Convención sobre minas antipersonales524, Ley 759 de 2002525, ERCPI, EC-ERCPI526. Colombia aún no ha ratificado la Convención sobre Municiones en Racimo527 (“Convention on cluster munitions”), no obstante, las FFMM por medio de su manual de operaciones relaciona el tratado como un instrumento pertinente del DIH en Colombia. 6. Crímenes de guerra contra operaciones humanitarias Las conductas que aquí serán analizadas deben ser interpretadas a partir del principio de “protección” a los no combatientes. a. Obstaculación de tareas sanitarias y humanitarias (art. 153 CP) El fundamento de la conducta se encuentra en: CG I528, CG II529, CG IV530, PACG I531, PACG II532, P II-Sobre prohibiciones o restricciones del empleo de minas533, Convención sobre Seguridad de Personal534, ERCPI, ECERCPI535. REFERENCIAS Doctrina ABRESCH, A Human Rights Law of Internal Armed Conflict: The European Court of Human Rights in Chechnya”, The European Journal of International Law, vol. 16, N.º 4, 2005. 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Cada año se siembran dos millones de nuevas minas terrestres, mientras que, por ejemplo, en el año de 1995 sólo fueron desactivadas cincuenta mil… el “soldado perfecto”, pues nunca duerme y nunca falla” (VI., 2.2.2.1., b.)… “trasciende cualquier situación de conflicto armado internacional o interno” (VI., 2.2.2.1., b.): Corte Constitucional, sentencia C-991/00, 02.08.2000. 525 Arts. 1º, 14. 526 Arts. 8º (2) (b) (xx). 527 Aprobada, el 30 de mayo de 2008, por la Conferencia Diplomática de Dublín para la adopción de una Convención sobre Municiones en Racimo. Cfr.: [www.clusterconvention.org]. 528 Arts. 7º, 8º, 9º, 10, 19, 20, 22, 24-26, 33-37. 529 Arts. 7º, 8º, 9º, 10. 530 Arts. 17, 18-23. 531 Arts. 5º (3), 6, art. 8º (c) (i) (ii) (iii) e)-(k), 15, 16, 17, 21-31. 532 Arts. 9º, 10, 11. 533 Arts. 12 (1)-(7). 534 Preámbulo, arts. 1º (a)-(e), 9 (1) (2), 19, 20, 21. “[E]n las operaciones de restablecimiento y mantenimiento de la paz y seguridad internacionales pueden participar tanto civiles como militares o policías, y pueden emplearse tanto medios y vehículos militares, como materiales médicos o de atención humanitaria, no relacionada con operaciones militares” (V. 3.2.) Corte Constitucional, sentencia C-863/04, 07.09.2004. 535 Arts. 8º (2) (b) (iii), 8 (2) (e) (iii). 522 523 ASKIN, Comfort women-Shifting shame and stigma from victims to victimizers”, International Criminal Law Review, vol. 1 n.º 1/2, 2002. BARRETO ARDILA, Globalización del DIH. 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