Registro No. 198302 Localización: Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta VI, Julio de 1997 Página: 418 Tesis: XV.1o.10 L Tesis Aislada Materia(s): laboral PRUEBA CONFESIONAL A CARGO DE PERSONA MORAL. REQUISITOS PARA SU OFRECIMIENTO (MATERIA LABORAL). De lo expuesto en la jurisprudencia "PRUEBA CONFESIONAL A CARGO DE PERSONA MORAL, DESAHOGO DE LA.", que aparece publicada en la página 266 del Tomo V, Materia del Trabajo, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, se puede sostener que en los juicios laborales, la prueba confesional ofrecida a cargo de las personas morales puede ser desahogada en dos formas: la primera, a que se refiere al artículo 786 de la Ley Federal del Trabajo, por conducto de su representante legal, constituyendo así la regla general, es decir, puede ser desahogada indistintamente por el administrador, a quien corresponde su representación por disposición del artículo 10 de la Ley General de Sociedades Mercantiles, por el mandatario con cláusula especial para articular y absolver posiciones, a quien el mismo artículo 10 autoriza para que pueda ser nombrado para representar así a la sociedad, o bien, por cualquier director, administrador o cualquier persona que ejerza funciones de dirección o administración en la empresa o establecimiento, toda vez que a estos últimos el artículo 11 de la Ley Federal del Trabajo les confiere el carácter de representantes del patrón para efectos de la relación laboral. La segunda forma en que puede ser desahogada la prueba confesional ofrecida a cargo de una persona moral, es en términos del artículo 787 de la Ley Federal del Trabajo, siendo ésta la excepción, pues conforme al precepto anotado, se permite citar a absolver posiciones personalmente a un director, administrador o gerente y, en general, a una persona que ejerza funciones de dirección y administración en la empresa o establecimiento, así como a los miembros de la directiva de los sindicatos, cuando los hechos que dieron origen al conflicto les sean propios, y se les hayan atribuido en la demanda o contestación, o bien, que por razón de sus funciones les deban ser conocidos; pero para que el articulante pueda justificar la exigencia de que sea precisamente una de esas personas, individualmente consideradas, la que comparezca a absolver las posiciones, aquél deberá justificar su pretensión con la intervención o el conocimiento directo de los hechos que a esa persona atribuya, o el que se pueda presumir que conoce por razón de su función, pero no es válido que el articulante, arbitrariamente, establezca la exigencia de que se niegue a la persona moral que comparezca a través de cualquiera de sus representantes a que aluden los artículos 11 de la Ley Federal del Trabajo y 10 de la Ley General de Sociedades Mercantiles, o del apoderado que le autorizan tanto este último precepto como el artículo 692 de la ley laboral, máxime que el apoderado designado para ello (sic), la jurisprudencia de la Suprema Corte que antes se citó, concluye que también es un representante legal de la persona moral; luego, compartiendo el criterio del Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, intitulado "CONFESIONAL. SOCIEDADES ANÓNIMAS.", que sostuvo al resolver el amparo 617/72, bajo la ponencia del entonces Magistrado Guillermo Guzmán Orozco, aplicado por analogía a la materia laboral, Volumen 50 del Semanario Judicial de la Federación, Séptima Época, Sexta Parte, página 24, cabe establecer que la exigencia de no permitir apoderado para el desahogo de la confesional, sin apoyarse en el artículo 787 de la Ley Federal del Trabajo, iría en grave perjuicio de algunas personas morales, cuando, por ejemplo, tengan múltiples negocios en diversas localidades y un administrador único y varios gerentes generales, pues sería, se insiste, infundadamente perjudicial para la marcha de la administración que el presidente del consejo de administración o el administrador único tuviesen que estar acudiendo a absolver posiciones en distintos tribunales, si los litigios de la empresa lo exigieran. En consecuencia, únicamente se puede admitir la confesional a cargo de la persona moral por conducto de representante y no de simple apoderado, cuando se haga el ofrecimiento en términos del artículo 787 de la Ley Federal del Trabajo, esto es, por haber tenido aquél participación directa en los hechos base de la demanda o porque se pueda presumir que los conoció por razón de su función. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO QUINTO CIRCUITO. Amparo directo 98/97. Armomex, S.A. de C.V. 28 de abril de 1997. Unanimidad de votos. Ponente: Pedro Fernando Reyes Colín. Secretario: Rubén David Aguilar Santibáñez.