Monet (París 1840 - Giverny 1926) Pincelada y gesto Impresión, sol naciente • Del título de este cuadro se generalizó la palabra impresionismo para todos estos pintores que en torno a 1870 tenían características comunes. En un paisaje gris perteneciente a un triste puerto comercial destaca con fuerza un sol anaranjado en el momento del amanecer. Grúas, barcos y chimeneas son monocromáticos porque este sol aún no ha iluminado los objetos y por eso parecen del mismo tono grisáceo. Pinceladas sueltas que no permiten apreciar nada a corta distancia pero que configuran la escena perfectamente a mayor distancia de observación. Impresión, sol naciente En 1890 Monet compró la residencia de Giverny en la que vivía desde siete años atrás, y comienza a proyectar un estanque en su gran jardín. En el jardín de Monet en Giverny el estanque tiene un puente de estilo japonés y en el agua proliferan los nenúfares, que serán el tema predominante de su pintura prácticamente hasta su muerte en 1926. Monet pinta con movimientos rítmicos y dinámicos. «Estos paisajes de agua y de reflejos me obsesionan. Todo esto está más allá de mis fuerzas de viejo, pero quiero representar lo que siento» Claude Monet Como el mismo Monet reconoce, su interés por los nenúfares de su jardín llega a ser obsesivo. Estaba muy orgulloso de su jardín, del que llegó a afirmar que era su mejor obra maestra. Desarrolla una caligrafía gestual con la que expresa tanto las sensaciones que captan sus ojos como sus sentimientos. En algunas de sus pinceladas agitadas podemos apreciar un componente expresivo y emocional. La pincelada de Monet es ideal para aprender a liberar la mano, a penetrar en los tonos y colores de lo que vemos y a conocer cómo se influencian los colores entre si.