Claude Monet (París, 1840 – Giverny, 1926) Segundo hijo del matrimonio formado por Adolphe Monet y Louise Justin Aubrée Monet, Claude nació en París el 14 de noviembre de 1840. Por motivos económicos su familia se traslada a El Havre, donde pasa su niñez y donde conoce a Eugène Boudin, que le anima a pintar paisajes al aire libre. En 1859 se traslada a París para completar su formación, asistiendo a la Académie Suisse; tras una estancia en Argelia, donde hizo el servicio militar, y una breve permanencia en El Havre, regresa a la capital francesa. Es en la década de 1860 cuando coincide con Jongkind en Bretaña y con Bazille, Sisley, Renoir y Cézanne en el taller de Charles Gleyre. En 1870 contrae matrimonio con Camille Doncieux, modelo de su famoso El almuerzo campestre. Al estallar la Guerra Franco-Prusiana, al igual que Pissarro, viaja a Londres. Tras la contienda se instala en Argenteuil, en 1878 en Vétheuil y en 1883 en Giverny. En 1872 pinta su célebre cuadro Impresión. Amanecer que, dos años más tarde, se expuso en la primera muestra impresionista y por cuyo título el crítico Louis Leroy dio nombre al grupo. En los años 1890 prospera económicamente, compra la casa que tenía alquilada en Giverny y un terreno colindante, con el que amplía el jardín con un estanque de nenúfares y construye nuevas dependencias para pintar. Desde 1888 empieza a trabajar en series; a la primera, dedicada a los almiares, le siguieron otras con diferentes motivos como la catedral de Ruán, el Támesis, Venecia y los Nenúfares, asunto que continuará hasta su muerte. En todas ellas experimentó con la luz en distintos momentos del día. Entre 1899 y 1901 pasa los inviernos trabajando en Londres pintando in situ -desde la ventana del Hotel Savoy donde se alojaba- sus famosas vistas del Támesis. Sin embargo, Monet reelabora casi todas estas pinturas en su estudio, pues lo que le interesaba no era tanto la exactitud topográfica como el estudio de las condiciones atmosféricas. A raíz de su exposición en 1904, el crítico George Lecompte afirmó que nunca “alcanzó una sutileza tan vaporosa, un poder de abstracción y de síntesis tan grande.” Los últimos veinte años de su vida los pasaría ya sin moverse prácticamente de su casa en Giverny. Monet sufre de cataratas, de las que fue finalmente operado en 1923. Comienza entonces un periodo de trabajo intenso. En una carta a su amigo André Barbier, fechada en julio, Monet se excusa por no poder recibirle porque “tengo que estar libre a las diez de la mañana para reanudar el trabajo. Esta es para mí una alegría inigualada. Desde su visita anterior mi vista ha mejorado enormemente. Trabajo como nunca y estoy muy contento con lo que hago. Si mis lentes fueran aún mejores, lo único que pediría sería llegar hasta los cien años”. Por desgracia no fue así y, el 5 de diciembre de 1926, el pintor muere en su casa de Giverny. El 8 de diciembre se oficiaron las exequias fúnebres, en la intimidad, siguiendo la voluntad del pintor. Pocos meses después, el Estado inaugura, en L’Orangerie des Tuileries, un montaje con los grandes lienzos del ciclo decorativo Nenúfares que el pintor había donado en 1918 y que fueron instalados según las directrices del artista; ahí permanecieron prácticamente olvidados durante décadas.