los habitadores de la arquitectura

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LOS HABITADORES DE LA ARQUITECTURA
Alfonso RAMIREZ PONCE. UNAM - México
INTRODUCCIÓN
El término habitador (1) no es usual actualmente en nuestro idioma, pues el término empleado es el
de habitante y en el ámbito de nuestra profesión se suele utilizar el de usuario. Se habla de los
usuarios de la arquitectura. Entre este último término y el que proponemos existe una gran distancia.
Los espacios arquitectónicos no los usamos, sino que los habitamos y los vivimos. Y entre las
actividades de usar y habitar hay una diferencia cualitativa. Se usan unos zapatos o un lápiz pero no
los espacios que nos contienen. El uso es irracional, usamos las cosas por costumbre -Ortega y
Gasset-, en cambio el habitar implica una relación profunda, una actividad, un actuar, que es lo que
implica la terminación “OR” en los sustantivos en nuestro idioma. El escribidor o escritor, el que
escribe; el lector, el que lee; el habitador el que vive, el que habita comprometidamente. Nos
apropiamos de nuestros espacios y ellos son nuestro reflejo, "...como el eco que contesta la palabra
que hiere la pared lejana." (2)
LOS TRES ESPACIOS DE LA PRODUCCIÓN ARQUITECTÓNICA
La enorme mayoría de las definiciones que se conocen sobre la arquitectura se refieren al espacio
físico, el que se proyecta y se construye. Recordemos sólo algunas; por ejemplo para Alberti, la
capacidad de imaginar; de concebir para Etienne Boullée; el arte de construir para Viollet le Duc y
Auguste Perret. En otro orden de ideas, estaría la definición lúdica de Le Corbusier, "le jeu savant et
magnifique de les volumes ensemble sous la lumiere." El espacio que se imagina, se concibe, se
materializa en volúmenes bajo la luz, ese material inmaterial de la arquitectura. No hay mención del
espacio precedente, el espacio de la reflexión y el pensamiento, donde se define el qué, por qué y
para qué de la arquitectura. Y tampoco se menciona el espacio habitado como satisfactor de las
necesidades humanas que le dieron origen. Pareciera que el fin del trabajo del arquitecto terminara
con el término del proceso constructivo.
En nuestro planteamiento el proceso de producción de las obras arquitectónicas abarca los tres
espacios ya citados; el de la reflexión y el pensamiento; el que se proyecta y construye y el que se
habita. Bajo estas ideas, podemos plantear una definición que abarque los tres espacios, que tenga
un carácter incluyente:
“La Arquitectura es un pensamiento que se habita”. (3)
Una definición que explicita los espacios olvidados y no menciona, pero deja implícito el necesario
espacio físico pensado y por habitarse.
Esta es una de las razones del por qué nos pareció interesante, la propuesta del Concurso de ideas en
el Centro Histórico de Fort de France. Primero, por la decisión de no hacer ni el proyecto ni la obra
por asignación directa, sino a través de un concurso público y abierto. Y segundo, porque no se parte
de ideas impuestas, sino de la pregunta, ¿Qué debe hacerse? El respeto a la opinión de los demás y la
valoración de la necesidad de la reflexión, muchas veces soslayada y menospreciada, hará surgir sin
duda, conceptos muy importantes, por ejemplo; ¿Qué tipo de arquitectura deberá realizarse?
¿Arquitectura europea o caribeña? ¿Arquitectura francesa o martiniquense? Si el principio y fin de la
arquitectura, como veremos líneas adelante, es el hombre concreto ubicado en un tiempo y lugar e
inmerso en una cultura, ¿Quiénes conocen a suficiencia, sus modos de vida, sus tradiciones, sus
necesidades espaciales? ¿Los arquitectos martiniquenses o los de otras regiones?
LA HABITABILIDAD
Ahora se menciona con frecuencia, -sobre todo en los últimos años-, a la habitabilidad como la
categoría principal que diferencia a los objetos arquitectónicos del resto de los objetos producidos
por el hombre. En México, desde hace 70 años, el arquitecto José Villagrán García (1902-1988)
planteaba en sus clases este importante tema, más o menos un cuarto de siglo antes del filósofo
alemán Heidegger (4) y medio siglo antes del arquitecto noruego Norberg Schulz (5).
"El programa es la suma de las finalidades esenciales o fisonómicas que se refieren al construir
espacialidades aptas para que el hombre viva en ellas, para que las habite." (6)
Imposible por razones de tiempo y espacio, ahondar en la teoría de Villagran, sólo mencionaré, que si
bien las condiciones materiales determinan las ideas y pensamientos, ellas no limitan la profundidad
y la capacidad heurística del pensar en nuestros países.
PAÍSES DESVIADOS DEL DESARROLLO
Como todos sabemos, nos llaman países subdesarrollados o países en vías de desarrollo. Esta es una
frase perversa y dolosa, que hay que desenmascarar porque presupone la esperanza de alcanzar el
desarrollo, a sabiendas de la casi nula posibilidad de lograrlo. Desde que tenemos memoria estamos
"en vías de", sin saber cuando vamos a llegar al supuesto desarrollo. En realidad, somos países
desviados del desarrollo por los propios países desarrollado. Ahora lo somos más que nunca, pues
difícilmente, bajo las actuales circunstancias globalizadoras y neoliberales, impuestas y controladas
por los países industrializados, podremos lograr salir del subdesarrollo. Las razones de esta situación
son muchas, imposibles de relatar en este breve espacio. Sólo mencionaré dos. Los países
desarrollados consumen 9 veces más energía por habitante que nosotros, sólo los Estados Unidos -el
4.5% de la población mundial- consumen casi la tercera parte de los recursos energéticos del planeta.
Gracias a ese hiperconsumo, tienen el nivel de vida, por muchos envidiado. Nosotros no podremos
nunca llegar a tenerlo, no por incapacidad, sino porque dada la apropiación injusta e inequitativa de
los recursos por parte de los países industrializados, no hay recursos suficientes en el planeta para
nuestro desarrollo.
Para tener una idea de lo que significa la cantidad pagada, les diré que alcanzaría para dar vivienda
nueva a ¡¡225 millones de personas!!, un poco menos de la mitad de los latinoamericanos.
Y ustedes se preguntarán, ¿De dónde ha sacado México esa fortuna? Por lo pronto sabemos de
dónde NO ha salido. No ha salido del capital. Tampoco del capital especulativo exento de impuestos.
Citemos tan sólo el caso de la venta del Banco Nacional de México. Se vendió en 12,500 millones de
dólares. Impuestos para el Gobierno, cero pesos, cero centavos. Esa fortuna ha salido de las entrañas
de los trabajadores mexicanos. De sus salarios de hambre, de la falta de viviendas, de escuelas, de
hospitales, en una palabra de su pobreza.
DESARROLLO INSOSTENIBLE
Por eso, ante un sistema económico, injusto e inmoral, depredador de los recursos naturales, resulta
hipócrita oír hablar a organismos como el FMI y el Banco Mundial de un deseable desarrollo
sostenible para nuestros países.
Y si esto es criticable, lo es mucho más, que profesionales latinoamericanos hablen de lo mismo, sin
exponer la menor crítica, -por ignorancia o por posición ideológica-, a un sistema internacional
globalizador, que preconiza un puro crecimiento económico y la búsqueda de la máxima ganancia en
el menor tiempo posible, sin tomar en cuenta los costos sociales y ambientales.
La crítica a fondo de esta situación que con matices, vivimos y sufrimos todos, no sólo los países
tercermundistas, sino también los desarrollados, es materia pendiente en los análisis de los temas
urbanos, ambientales y arquitectónicos.
En este tema como en muchos otros, la visión de los poetas es iluminadora:
"El subdesarrollo agobia, deteriora, extenúa, entristece; lleva hasta cuestionar y dudar de sus logros
reales. Lo cierto es que hay que ser muy tozudo y muy generoso para lidiar con el subdesarrollo, para
vencerlo en cada jornada, para extraer de él un fehaciente motivo de creación y de vida." (7)
Necedad y generosidad para ver nuestra realidad, para superarla, para ubicarnos en nuestro lugar, ni
mejor ni peor que otros. Simplemente el nuestro, el único que tenemos, el que nos pertenece, nos
identifica y al que pertenecemos.
EL HOMBRE PRINCIPIO Y FIN DE LA ARQUITECTURA
El argumento principal que quiero exponer en esta charla, no es de ningún arquitecto, ni de ningún
especialista ligado a la arquitectura. Es de uno de los principales filósofos a lo largo de la historia. Me
refiero a Hegel. En sus Lecciones de Estética, -cuya segunda edición data de hace 160 años-, habla de
la arquitectura y plantea lo siguiente:
"Así en las casas, los templos y los restantes edificios, el momento esencial que aquí interesa es que
tales construcciones son medios que presuponen un fin externo." (8)
Según Hegel las obras arquitectónicas -agregamos las urbanas- no tienen una finalidad en ellas
mismas, su fin está fuera de ellas y ese fin es la satisfacción de las necesidades espaciales de los seres
humanos. Son sólo medios o instrumentos que permiten alcanzar el fin propuesto. Veamos otra cita
en dos traducciones:
"Por un lado se halla el hombre...como el fin esencial, para el cual, la arquitectura proporciona sólo el
medio, el ámbito, el albergue." (9)
"el hombre...como finalidad esencial y otra, lo que le rodea... la envoltura, la arquitectura como
medio..." (10)
Las dos versiones coinciden en lo fundamental. El Hombre es el fin y la Arquitectura el medio. Es un
breve argumento, pero que nos obliga a una larga revisión de nuestra postura hacia los objetos
producto de nuestro hacer. Si son "sólo medios" es por supuesto necesario que sepamos hacerlos de
la mejor manera, pero junto a estos conocimientos necesitamos otros, tan importantes o más, en
torno al hombre concreto para quien son proyectados y construidos. Su fin no es su proyección o su
construcción, como afirman no pocos arquitectos, sino satisfacer las necesidades de sus habitadores.
Esta idea hegeliana la retomarán otros autores, el primero Marx, al afirmar que un vestido es sólo un
vestido cuando nos cobija, antes o después es un pedazo de tela. En palabras de otro poeta
latinoamericano:
"Una casa viene al mundo, no cuando la acaban de edificar, sino cuando empiezan a habitarla." (11)
Las obras arquitectónicas mientras no son habitadas, son conjuntos de materiales, ordenados,
compuestos con determinadas proporciones, colores y texturas. Sólo se convierten en casas,
templos, escuelas cuando llega el hombre y los habita. En México como hemos citado aplican los
conceptos anteriores, cuando menos dos autores, el citado Villagrán y otro arquitecto y filósofo
Alberto T. Arai:
La morada aloja al hombre físico... al hombre biológico...al hombre animado con la sicología que lo
diferencia..." que habita ese vacío, esa oquedad viva y útil (12) y después, al continente material y
edificado que lo envuelve."
"...la arquitectura no es un organismo con vida propia, pues la obra arquitectónica vive en una
constante relación de dependencia respecto al hombre que la habita." (13)
EL ESPACIO INTERNO
De lo anterior, surge la importancia del espacio que el hombre habita, del espacio habitable.
Sabemos que al menos potencialmente todos los espacios son habitables. Incluso los naturales como
un bosque o la cima de una montaña. De aquí, que todos los espacios arquitectónicos son espacios
habitables, pero no todos éstos son arquitectónicos.
Esos espacios que delimitamos y que son contenedores de actividades humanas son también la
concreción de la habitabilidad. En ellos se cumple o no esta categoría arquitectónica. Otro poeta
expresa su importancia de esta manera:
"...toda casa tiene su raíz en la forma interna, en la melodía que devuelve la penetración. En el centro
de toda casa hay una estructura, un árbol, que convierte lo real en sacramental, lo sacramental en
germinativo... Entre el envío de la penetración de la imagen y la melodía de la forma interna
proliferante, el artista cuida una semilla... Es decir, devuelve una forma viviente y una posibilidad
germinativa." (14)
¿Cuál será esa estructura interior, esa forma viviente, esa semilla, esa posibilidad germinativa a la
que alude el poeta? Para nosotros no hay duda; esa semilla es la conservación de nuestra cultura. El
respetar los modos de vida, las tradiciones, las costumbres; en una palabra, la cultura y el procurar
los espacios donde ésta pueda habitar, germinar y desarrollarse; convierten a nuestro hacer en un
hacer socialmente imprescindible.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
De acuerdo con la idea citada de Hegel, tenemos que estudiar al hombre en general, en abstracto y
después al hombre en particular, en concreto, además del estudio sobre la producción de las obras
arquitectónicas.
Este hombre en general, tiene una necesidad de pertenencia (15). De pertenecer a las "verdades
eternas", tiempo, lugar y grupo social.
Nuestra hipótesis es que estas amarras o pieles que nos envuelven, los seres humanos las
transmitimos a los objetos que producimos, en especial, a los objetos arquitectónicos. De allí que las
obras que producimos, tienen que pertenecer a su tiempo, ser modernas; a su lugar, ser locales o
regionales y ser expresión de los valores de los grupos sociales que las producen.
Estos son los principales planteamientos teóricos que sustentan la postura o tendencia regionalista
dentro de nuestro hacer. Regionalidad que se presenta en muchas de los haceres humanos, entre
ellos, por ejemplo, la literatura y sobre todo, la música. Me refiero principalmente a la música
popular, la que conoce y canta la mayoría de la gente. Y que sepamos entre la mayoría de los
compositores musicales no hay discusión acerca del carácter regional de su música.
Cuando se habla de regionalidad en la arquitectura, se piensa en pequeñas obras construidas en
pequeñas poblaciones del tercer mundo.
NOTAS:
1.- El término puede parecer un neologismo pero es todo lo contrario. Es empleado por Cervantes nada menos
que en su obra máxima: "...hay opinión por todos los habitadores del distrito del campo de Montiel [en
referencia a Don Quijote] que fue el más casto enamorado y el más valiente caballero que de muchos años a
esta parte se vio en aquellos contornos.""El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha". Miguel de
Cervantes. Editorial Porrúa. 21ª edición. 1960 p. 12.
2.- Palabras del arquitecto y filósofo mexicano Alberto Teruo Arai (1915- 1959)
3.- Título de la recopilación de artículos publicados en el periódico EL DÍA, coordinada por el autor. Publicación
premiada en la III Bienal Iberoamericana de Arquitectura e Ingeniería Civil, realizada en Santiago de Chile en
octubre pasado.
4.- En su ensayo de 1951, Bauen, Wohen, Denken. (Construir, Habitar, Pensar) Orden de las acciones discutible,
pues el mismo autor menciona que el habitar determina el construir y no a la inversa. Para nosotros -en un
sentido cartesiano- un orden posible podía ser: Pensar, Habitar, Construir. Pienso luego habito y por tal
construyo.
5.- Su libro se titula "Concept of Dwelling"publicado por Electa en Italia en 1984 y la primera edición en inglés
en 1985, por Rizzoli International Publications.
6.- Teoría de la Arquitectura. José Villagrán García. Ed. Ramón Vargas. UNAM. 1988 p.236
7.- Mario Benedetti, escritor y poeta uruguayo
8.- Lecciones de Estética. Traducción: Alberto Llanos (Vorlesungen über die Aesthetik.. 2ª edición 1842) El
sistema de las artes particulares. Ediciones Siglo Veinte. 1985 p. 41
9.- Lecciones de Estética. Traducción: Alberto Llanos (Vorlesungen über die Aesthetik. 2ª edición 1842) El
sistema de las artes particulares. Ediciones Siglo Veinte. 1985 p. 42
10.- Arquitectura. G. W. F. Hegel. Traducción: Alberto Clavería. Ed. Kairós.1981 p.34
11.- César Vallejo retoma la idea original de Marx "un vestido es sólo tal al usarse." y la aplica al concepto de la
casa, expresándola poéticamente. Obra poética completa. Casa de las Américas. 3ª edición. 1975 p.155
12.- Hago referencia al texto de Lao-tzu (antes Lao TSE) el Tao-te-ching. "Arcilla moldeada en una vasija/ nos es
útil en su oquedad/ Puertas y ventanas de una casa/ nos son útiles en su espacio vacío/ así, del ser de las cosas
tenemos; la posesión/ del no ser, la utilidad." Traducción libre de la versión inglesa. (ARP) The Tao of
Architecture. Amos Ih Tiao Chang. Princeton University press. 1981.
13.- La raíz humana de la distribución arquitectónica. Ed. Mexicanas S. A. 1950 p. 11
14.- La cantidad hechizada. José Lezama Lima. Ediciones Júcar. 1974 p.253
15.- "Herder inventó prácticamente la idea de pertenencia... Ser humano significaría ser capaz de sentirse en
casa, en algún lugar con los propios semejantes." "Para él había pocas verdades eternas: tiempo, lugar y vida
social." En "Nacionalismo y Autodeterminación cultural" de Isaiah Berlin. Cuadernos de Marcha (Uruguay) No
71 Mayo 1992 p.4
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