220-109052 - Superintendencia de Sociedades

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OFICIO 220-109052 DEL 13 DE AGOSTO DE 2015
Ref: ALGUNOS ASPECTOS DE LA NEGOCIACIÓN DE ACCIONES EN UNA SAS
Me refiero a su escrito radicado con el No. 2015-01-299875 el 6 de julio de 2015,
mediante el cual, previa una serie de consideraciones, solicita se le aclare si el cesionario
del 100% de las acciones en una SAS, representante legal y único accionista, debe
asumir todas las obligaciones causadas en el tiempo ante terceros.
Aunque es sabido, no está demás advertir que este Despacho con fundamento en el
artículo 28 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo, sustituido por la Ley 1755 del 30 de junio de 2015 emite lo conceptos de
carácter general y en abstracto a que haya lugar, con motivo de las consultas que le son
formuladas sobre las materias de su competencia, mas no es la instancia para resolver,
pronunciarse ni definir situaciones internas de sociedades cuyos antecedentes se
desconocen, razón por la cual sus respuestas no tienen carácter vinculante ni
comprometen su responsabilidad.
En segundo lugar, que según Sentencia C-1641 del 29 de noviembre de 2000, M.P
Alejandro Martínez Caballero, no le es dable a la Entidad como autoridad administrativa
intervenir en asuntos que haya de conocer en ejercicio de facultades jurisdiccionales o
administrativas, en relación con los cuales se debe pronunciar como juez en las instancias
procesales a que haya lugar.
La anterior advertencia es preciso efectuarla, toda vez que en su consulta se infiere un
posible conflicto societario entre el accionista único actual (cesionario) y los anteriores
(cedentes) que seguramente será necesario ventilar ante las instancias a que haya lugar,
por lo cual este pronunciamiento no responderá de manera puntual el interrogante
formulado y, por el contrario, a título meramente ilustrativo, se harán las siguientes
precisiones conceptuales a saber:
DERECHOS Y OBLIGACIONES INHERENTES A LA NEGOCIACIÓN DE ACCIONES
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 403 del Código de Comercio, las acciones
son libremente negociables salvo las excepciones allí consagradas. Quiere ello significar
que quien adquiere las acciones de una sociedad asume los derechos y obligaciones
inherentes a ellas.
Tenemos entonces que una vez efectuada la negociación de las acciones, es necesario
que dicha operación se inscriba en el libro de registro de accionistas que lleva la
compañía, el cual debe encontrarse debidamente inscrito en el registro mercantil de la
Cámara de Comercio correspondiente. (Artículo 28 del Código de Comercio, modificado
por el artículo 175 del Decreto 019 de 2012)
Así pues, frente a terceros y a la misma sociedad, el cesionario de las acciones puede ser
considerado accionista del ente jurídico en cuestión, sólo a partir del momento en que se
efectué dicha inscripción.
Efectuada dicha precisión, es necesario señalar que en materia de obligaciones y
responsabilidades, la legislación mercantil colombiana reconoce la existencia de las
sociedades comerciales como personas jurídicas dotadas de personalidad a fin de que
puedan contraer obligaciones y adquirir derechos. Es así como el artículo 98 del Código
de Comercio, expresamente dispone que "La sociedad, una vez constituida legalmente,
forma una persona jurídica distinta de los socios individualmente considerados", con
capacidad para ejecutar todos los actos y contratos relacionados, directa e
indirectamente, con el objeto social que es lo que determina su capacidad -art. 99 ibídem-.
RESPONSABILIDAD DE LOS ACCIONISTAS EN UNA SAS
El artículo 1 de la Ley 1258 de 2008, preceptúa: “La sociedad por acciones simplificada
podrá constituirse por una o varias personas naturales o jurídicas, quienes sólo serán
responsables hasta el monto de sus respectivos aportes.
Salvo lo previsto en el artículo 42 de la presente ley, el o los accionistas no serán
responsables por las obligaciones laborales, tributarias o de cualquier otra naturaleza en
que incurra la sociedad…”
A su vez, sobre el régimen de responsabilidad de los accionistas en una SAS esta entidad
ha tenido oportunidad de pronunciarse. Basta traer a colación el Oficio 220-052766 del 01
de Mayo de 2011, algunos de cuyos apartes se extraen a continuación:
“(…)
“4. Régimen de responsabilidad de socios / Desestimación de la personalidad
Jurídica. De su simple lectura se desprende el alcance de la disposición contenida en el
artículo 1º de la Ley 1258, cuando de manera categórica advierte que “el o los accionistas,
no serán responsables por las obligaciones laborales, tributarias o de cualquier naturaleza
en que incurra la sociedad”, excepción hecha del supuesto que el artículo 42 ibidem
consagra y, de acuerdo con el cual procederá la desestimación de la personalidad
jurídica, cuando se den los presupuestos legales en él contemplados.
“Sin mayor esfuerzo se desprende entonces que amén del beneficio de la separación
patrimonial que les es característico, la responsabilidad de los socios en las sociedades
de este tipo, se encuentra legalmente limitada al monto de sus aportes. No obstante, el
descorrimiento del velo corporativo a que pueda haber lugar en los términos de la norma
invocada, supone la inaplicación de ese beneficio y por ende, la asunción de la
responsabilidad por parte de los socios cuando así sea declarado. En esa medida la
extensión de la responsabilidad se dará siempre que se utilice la persona jurídica para
defraudar a los asociados y a los terceros en general, y dentro de ella bien pueden
predicarse responsabilidades laborales y fiscales.
“En el Oficio 220-009297 del 24 de enero de 2011, este Despacho manifestó:
“A ese respecto es dable precisar que efectivamente, la disposición legal invocada
contempla la acción de la DESESTIMACIÓN DE LA PERSONALIDAD JURÍDICA de la
compañía, para aquellos casos en que se cometan en nombre de la sociedad por
acciones simplificada actos defraudatorios, en los términos que la misma indica, el que
por demás constituye como el artículo 1o de la misma Ley indica, el único evento en el
que el o los accionistas responden por obligaciones de orden laborales, tributarias o de
cualquier naturaleza adquiridas por la sociedad.
“El proceso que para ese fin se tramita es el Verbal como expresamente advierte la citada
norma y de él le corresponde conocer a la SUPERINTENDENCIA DE SOCIEDADES, en
los términos y condiciones que establece el Código de Procedimiento Civil, teniendo en
cuenta además lo previsto por la LEY 1395 de 2010, circunstancia que determina que no
hay lugar a practicar medidas preventivas de ninguna índole, pues éstas como tal no son
propias en general del proceso, ni la Ley 1258 del 2008 las consagró de manera especial
para este evento…”
En consecuencia, es dable concluir que cuando se trata de una SAS, esta responde por
las obligaciones adquiridas en desarrollo de su objeto social y los accionistas se
comprometen hasta el monto de sus aportes, salvo que la sociedad se haya constituido
con fines defraudatorios, como fue señalado anteriormente.
Situación diferente es la de los administradores, para quienes el ordenamiento jurídico
consagra que responderán solidaria e ilimitadamente, por los perjuicios que por dolo o
culpa ocasionen a la sociedad, asociados y terceros (art. 200 C. de Co., modificado por el
artículo 24 de la Ley 222 de 1995).
Así lo dispone el artículo 27 de la Ley 1258 de 2008, al señalar:
“Las reglas relativas a la responsabilidad de administradores contenidas en la Ley 222 de
1995, les serán aplicables tanto al representante legal de la sociedad por acciones
simplificada como a su junta directiva y demás órganos de administración, si los hubiere.
“PARÁGRAFO. Las personas naturales o jurídicas que, sin ser administradores de una
sociedad por acciones simplificada, se inmiscuyan en una actividad positiva de gestión,
administración o dirección de la sociedad, incurrirán en las mismas responsabilidades y
sanciones aplicables a los administradores.
En los anteriores términos se ha dado respuesta a su solicitud no sin antes advertirle que
el alcance de este concepto se circunscribe a lo previsto en el artículo 28 del CCA.
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