TABLA 9.3. ASPECTOS DEL DISEÑO DE LAS GPC QUE SE DEBEN CONSIDERAR PARA MINIMIZAR LAS BARRERAS INTERNAS EN LA IMPLEMENTACIÓN DE LAS GPC SOBRE COMORBILIDAD Definición precisa del alcance de la GPC y de sus usuarios finales. Indicar claramente el enfoque elegido para la comorbilidad (figura 9.1) Capacidad de representación de todos los interesados en el problema objeto de la GPC Cuidar la selección y protagonismo de las diferentes especialidades y sociedades científicas, de los pacientes y de las asociaciones de pacientes y de los cuidadores. Rigor y transparencia en la elaboración Aportar información sobre la consideración de la comorbilidad y la polifarmacia en la priorización de los desenlaces, en la búsqueda, selección y evaluación de la evidencia Recomendaciones elaboradas a partir de las mejores evidencias científicas disponibles, reconociendo las situaciones de incertidumbre. Indicar las áreas especiales de incertidumbre, sobre todo las basadas en evidencia de menor calidad y análisis de subgrupos. Formulación de las recomendaciones de forma precisa, evitando ambigüedades y con enunciados específicos que faciliten la utilización por el clínico. Matizar las recomendaciones por subgrupos o gradientes de riesgo, señalando el peso de la carga de enfermedad y las preferencias de los pacientes. Formato amigable de la GPC, con herramientas prácticas para su aplicación. Proporcionar herramientas prácticas sobre escalas pronósticas, ayudas a la toma de decisiones y vademécum específico con precauciones, interacciones y contraindicaciones. ELABORACIÓN DE GUÍAS DE PRÁCTICA CLÍNICA EN EL SISTEMA NACIONAL DE SALUD. ACTUALIZACIÓN DEL MANUAL METODOLÓGICO