educar sin castigos ni recompensas. 2ªparte

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MÓDULO 6:
EDUCAR SIN CASTIGOS
NI RECOMPENSAS.
2ªPARTE
Educar sin castigos ni recompensas
ÍNDICE
1
ALTERNATIVAS AL CASTIGO: ................................................................. 3
1.1
Bebes: de 0 a 18 meses: ..................................................................... 3
1.2
De los 18 meses a los 4 años: ............................................................ 4
1.2.1
1.3
De los 5 a los 12 años: ...................................................................... 11
1.3.1
1.4
LAS RABIETAS: ............................................................................ 5
CONFLICTOS DE COMPRTAMIENTOS: .................................... 12
CONSECUENCIAS NATURALES:..................................................... 16
2
PREMIOS Y RECOMPENSAS: ................................................................. 18
3
LAS ALABANZAS: ................................................................................... 21
3.1
EL FEEDBACK:.................................................................................. 21
3.2
LAS ALABANZAS:............................................................................. 22
2
Educar sin castigos ni recompensas
1
ALTERNATIVAS AL CASTIGO:
Antes de nada hay que diferenciar y conocer un poco las etapas del niño,
ya que no es lo mismo un bebé de 18 meses, que un niño de 5 años o un
niño de 12 años, el concepto es el mismo:
No se castiga
Aunque quizás la diferenciación nos ayuda a entender las circunstancias de
desarrollo del niño.
1.1
Bebes: de 0 a 18 meses:
Esta etapa es de vital importancia para el bebé y futuro niño y adulto. Y no
solo en lo que se refiere a la crianza propiamente dicha., sino en cuanto al
desarrollo de su inteligencia emocional, ya que en esta etapa, alrededor de
los 2 primeros años, se graban rutas neurológicas profundas en el sistema
límbico y en otras regionales del celebro donde se representan las
emociones y estas rutas neurológicas determinaran su comportamiento para
toda su vida.
Muchas veces pasa, que la persona en la edad adulta tiene falta de
autoestima o un miedo irracional o alguna cosa que no sabe porque le pasa,
y no tiene ningún recuerdo de qué lo ha podido producir. Seguramente se
deba a algún acontecimiento sucedido en la primera infancia, que aunque
no se tienen recuerdos explícitos, estos quedan grabados en su cerebro.
Una parte importante de nuestra felicidad adulta, se debe a lo que
grabamos en nuestra primera infancia, por lo que es importante que el bebé
se sienta seguro, querido y atendido y solo tenga almacenados buenos
momentos.
Aquí tenemos que tener bien claro que no existe maldad por parte del niño,
a esta edad es difícil que un niño pueda tener maldad. Por lo tanto si el niño
llora, seguramente es que tenga una necesidad no atendida. Esta
necesidad puede ser muy diferente, desde tener hambre, sueño, gases, el
pañal mojado, hasta tener necesidad de un abrazo, de presencia, etc.
3
Educar sin castigos ni recompensas
Pueden ser muchas cosas, pero ante la duda, es importante que atendamos
a nuestro saber e intuición de padres y vayamos buscando y descartando
hasta averiguar que le sucede al bebé.
Por lo tanto el niño:
1. No llora para fastidiar a nadie, sino que llora porque tiene una necesidad
que no está atendida, por ejemplo:
Tiene hambre, sueño.
Le duele algo.
Le irrita el pañal, tiene caca o pipi.
Tiene gases.
Tiene necesidad de contacto físico: brazos, besos, etc.
Se siente solo o desatendido.
Etc.
2. No tira las cosas, para burlarse de nosotros, quizás está jugando y
experimentando.
3. No muerden o pegan, porque sean malos, es la única forma que saben
para expresar algo.
Por lo tanto NO castigamos a los bebés, bajo ningún concepto. Una
alternativa al castigo es prevenir y resolver aquellas necesidades que no
estén atendidas.
1.2
De los 18 meses a los 4 años:
A partir de los 2 años de edad, más o menos, el niño empieza a entender
que es una persona independiente de su madre. Antes de los 2 años, el
niño no sabe diferenciar entre él y su madre y energéticamente forman un
mismo cuerpo.
Laura Gutman, nos cuenta en su libro “La maternidad y el encuentro con su
propia sombra” que los bebés y las madres, sobre todo en los dos primeros
años de vida, están emocionalmente unidos. Por lo que el bebé puede sentir
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todo lo que siente la madre. Y la madre sentir todo lo que siente el bebé.
Bebé y madre son un mismo cuerpo emocional.
En el momento en el que el niño empieza a razonar y empieza a hablar (a
eso de los 18 meses a 2 años), el niño empieza a generar ideas propias y
genera su propia identidad. Empieza a utilizar el “yo” para referirse a sí
mismo.
Esta etapa está señalada por las:
1.2.1 LAS RABIETAS:
Las rabietas no es más que el camino hacia la independencia, es el “No” y
la negación ante todo, ya que con ello el niño afianza su propia identidad,
diferente a la de sus padres y por ello se da el enfrentamiento.
Enfrentamiento de sus propios deseos al de los padres.
Este camino hacia la independencia, le lleva un conflicto emocional enorme,
ya que los padres no entienden que les pasa y se acaban enfadando con él.
Lo cual conlleva al niño a una oleada de sentimientos negativos, ya que
quieren hacer las cosas como ellos quieren y notan el enfado y el rechazo
de las personas que más quieren, sus padres. Y esto es la rabieta.
Las rabietas no son más que el camino hacia la independencia,
es el “No” y la negación ante todo.
Es una etapa dura para los padres, los niños lo cuestionan todo y se oponen
a todo. Los padres no entienden lo que les pasa y además creen que los
niños les toman el pelo, son desobedientes o los quieren engañar. Además
aquí juega en contra las falsas creencias que hay respecto a las rabietas. La
mayoría de estas creencias vienen heredadas por nuestros padres y están
muy instaladas y aceptadas por nuestra sociedad.
Seguramente podemos reconocer algunas de ellas. A continuación
exponemos las más comunes:
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Creencias sobre las rabietas:
1. “Los niños deben hacer y comportarse como le dice sus padres”:
Siempre que el padre entienda la edad del niño y lo que ello significa.
Por lo tanto, no pretendemos que un niño de 2 o 3 años se comporta
como un niño de 8 años en un restaurante. Ya que antes de los 4 años
es difícil, puesto que no tienen aún mecanismos de control, como la
voluntad, etc., que no se logra hasta esta edad e incluso en algunos
niños hasta los 6 años.
2. “Mi niño no comparte los juguetes y montan en rabieta cuando un niño o
un adulto se lo intenta quitar”.
¡Normal! Nosotros tampoco dejamos nuestros juguetes a los niños,
cuantas veces les decimos:
“Suelta eso que es de papá y se podría romper”.
“No cojas eso que es de tu hermana y se va a enfadar si se
rompe”, etc.
Esto es lo que aprenden.
3. “Se debe empezar a acostumbrarse”:
La costumbre no es más que instalar un hábito. Y hasta los 4 años los
niños no están preparados para empezar a adquirir un hábito. Por lo
tanto es fundamental que los padres entiendan que han de ir poco a
poco y no desesperar, porque a estas edades lo que hace el niño no es
por costumbre, sino por jugar o estar y compartir con sus padres.
Por lo tanto si el niño no recoge su habitación a estas edades, es
normal, lo harán cuando lo vean como un juego y no siempre, puesto
que no adquieren hábitos ni costumbres a estas edades.
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Educar sin castigos ni recompensas
¿QUÉ HACEMOS ANTE UNA RABIETA?
Ante todo hay que decir que las rabietas tienen fecha de caducidad, que se
dan a estas edades y que raramente veremos niños de 10 años con
rabietas.
1. Se flexible y evítelas:
Muchos tipos de rabietas se pueden evitar. Los padres tienen mucha
información sobre sus hijos como para poder evitar muchas rabietas,
información sobre gustos, tentaciones, nivel de cansancio, etc. Tenemos
que ser lo suficientemente flexible como para cambiar los planes según
veamos a nuestros hijos.
Ejemplos:
Si tu hijo cuando vais a comprar lo coge todo o se le antoja todas las
chuches que hay cuando se va a pagar y monta en rabieta. Evita en la
medida de los posible ir con él a comprar o evita las cajas más tentativas
de chuches, o puedes pactar previamente algo con él.
Si tu hijo está muy cansado y lo llevamos de visita y se pone
impertinente y se queja por todo y acaba en rabieta, no lo lleves cuando
este así de cansado. Se flexible y cambia el plan, porque si no seguro
que te la va a liar, un niño cansado es como una bomba de relojería.
Si tu hijo se aburre en un restaurante o en una visita, llévale algo para
que se distraiga, unas pinturitas, su juguete favorito.
2. Muéstrele sus sentimientos y tu comprensión ante ellos:
Cuando verbalizamos la emoción que está sintiendo nuestro hijo, además
de sentirse comprendido, pone nombre a eso que le pasa, es una buena
base para su educación emocional.
Además un “te entiendo” a tiempo y verbalizar sus sentimientos, funciona de
maravilla
7
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Ejemplo:
Madre: Estas enfadado, te entiendo, querías seguir viendo los dibujitos.
Madre: Estas triste, te entiendo, querías que papá también viniese con
nosotros.
3. Expresar lo que hay que hacer y sus razones de forma concisa.
Aquí podemos expresar al niño de forma concisa lo que queremos que
haga, por ejemplo, que se vaya a la ducha, que se siente a desayunar, etc.,
o lo que no queremos que haga, por ejemplo, que deje de saltar en el sofá,
etc.
Es importante también explicarle de forma muy breve las razones por lo que
le pide eso, razones lógicas y que estén dentro del entendimiento de su
edad.
Por ejemplo:
Madre: Vamos a la ducha, estas sucio de jugar en el patio.
Madre: Deja de saltar en el sofá, si saltas en el sofá se puede romper,
además se ensucia con tus zapatos, ¿ves?
4. Dar opciones:
Con esto hacemos que el niño elija y sea él el que tome la decisión. Por lo
que el niño reconoce que es él el que ha elegido, por lo tanto siente que se
le respeta su camino hacia la independencia, que es de lo que se trata.
Es muy bueno dar opciones porque así además aprenderá a tomar
decisiones desde bien pequeño (nunca lo hará si solo sigue las ordenes) y
eso ayuda a reforzar su autoestima.
Ejemplo:
Madre: Que prefieres bañarte ahora o bañarte después de ver estos
dibujitos.
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A continuación mostramos una situación sin mostrar comprensión, ni
explicarle nuestras razones ni darle opciones:
Ejemplo:
- Niño: No quiero ir a la ducha.
- Madre: Pues es la hora y hay que ir ¡venga vamos, que es tarde!
- Niño: Pues no quiero y… (rabieta)
- Madre: ¡Venga vamos, que es tarde! O vienes ahora o esta noche no ves
los dibujitos después de cenar.
Ejemplo paso a paso:
Ejemplo:
Niño: no quiero ir a la ducha.
Madre:
- Uhm, te entiendo, ¡ir a la ducha a veces puede ser un rollo!
(Comprensión).
- Pero tú sabes que hoy hay que ir la ducha para quitarnos toda la arena
que llevamos del parque, te acuerdas que en el parque nos hemos llenado
todo de arena, ¿hasta el pelo? (expresa lo que hay que hacer y las
razones).
- Tengo una idea, ¿qué prefieres, bañarte ahora, o después de ver este
episodio de Pepa Pig? (elección).
Si el niño después sigue sin hacerlo, le podemos dar otras opciones.
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Educar sin castigos ni recompensas
Ejemplo:
- Madre: Ya ha terminado el capítulo, vamos a la ducha que está todo
preparado.
- Niño: No me quiero duchar ahora.
- Madre: ¿Quieres que nos llevemos un juguete? o ¿prefieres que mamá te
duche?
Seguro que al final se ducha.
Muchas veces no es más que cogerlo en brazos y llevártelo jugando o
entretenido con algo.
Ejemplo:
- Madre: Ya ha terminado el capítulo (lo coges en brazos) vamos a la ducha.
Y te lo llevas jugando a pilla - pilla, o entretenido con lo que sea.
5. Sostener la rabieta del niño:
Muchas veces pasa que el niño ya ha estallado emocionalmente, se tira al
suelo, llora, etc., aquí lo que tenemos que hacer es sostener la rabieta del
niño, permanecer a su lado, respirar, mantener la calma y esperar que se
calme un poco, no es más que dar un poco de tiempo.
Aquí hay un trabajo de los padres, de tomar conciencia que es lo que le
remueve esa rabieta de su hijo, que es lo que siente por dentro, muchas
veces es incomprensión, otras rabia, frustración, etc. Tomar conciencia de
ello, nos da pistas sobre qué es lo que hacemos cuando nuestro hijo estalla
emocionalmente y nos ayuda a gestionarlas.
Muchas veces las rabietas se producen en la calle, a la salida de la
guardería o del colegio, tenemos prisa, nos avergonzamos, no sabemos qué
hacer y presionamos al niño, lo cual es peor porque la rabieta aumenta.
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Educar sin castigos ni recompensas
Por eso es importante respirar, tranquilizarse uno mismo, entender que esto
es una rabieta y que se le pasará. No nos tiene que importar lo que piensen
los demás. Los que miren por la calle, si son padres lo entenderán y los que
no son padres ya lo entenderán si algún día tienen un hijo. No nos ha de
preocupar lo que piensan los demás, sino tú y tu hijo.
Otras veces tenemos prisa, porque llegamos tarde a trabajar, porque
tenemos que ir a un sitio, etc. Tenemos que tener muy claro que cuando
vamos con niños pequeños no hay un plan trazado y exacto, todo puede
cambiar y tenemos que ser flexible con nosotros y con nuestros planes, hay
que dar tiempo y darnos tiempo. Dar mucho amor, respirar con amor,
sostener la rabieta con amor, que tu hijo te vea tranquilo y amoroso, que no
te sienta enfadado.
Tomar conciencia de que qué es lo que hacemos cuando nuestro
hijo estalla emocionalmente, nos ayuda a gestionarlas.
1.3
De los 5 a los 12 años:
Aquí englobamos 2 etapas:
De los 5 a los 7 años:
Aquí el niño aún puede tener pequeñas rabietas, ya que está aprendiendo a
gestionar sus propias emociones. Empieza a tener los mecanismos de
autocontrol pero aún tiene que aprender a manejarlos. Esta es una etapa
intermedia entre las rabietas y los conflictos derivados de comportamientos
no deseados que puede tener un niño.
De los 8 años a los 12 años:
El niño ya puede gestionar sus emociones y es difícil que se ofusque y que
entre en rabieta por algo.
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A un niño de 9 años le puedes quitar la tele y se puede enfadar y
preguntarnos que estamos haciendo, pero no se pondrá a llorar y a gritar
enrabietado, ya que sabe auto gestionar este tipo de emociones.
Lo que en esta etapa se da mayormente son los conflictos de
comportamientos, es decir, el niño no se comporta en la forma en la que
los padres quieren. Bien no obedecen las normas de la casa o de la escuela
o bien hacen trastadas.
1.3.1 CONFLICTOS DE COMPRTAMIENTOS:
Para resolver estos tipos de conflictos existen varios medios, que van muy
en la línea de las rabietas:
1. Evitarlos o prevenirlos:
Para ello es imprescindible:
1. Que el niño conozca cuales son aquellas normas que para
nosotros son importantes que se cumplan: aquellas que van
alineadas con nuestros valores y explicarles porque motivos queremos
que se cumplan.
2. Que haya una confianza en la naturaleza buena de los niños.
3. Enseñarles por medio del ejemplo, ya lo hemos hablado muchas
veces, los niños son un espejo de lo que nosotros somos, no podemos
pretender que el niño haga una cosa o siga unas normas que no
sigues para ti mismo.
Por ejemplo:
Utilizar el móvil en la comida, no vale que tus contestes a los mensajes
y tu hijo no. No hay coherencia.
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2. Enseñarle una forma de ser útil o entretenerse:
Esto va muy bien, porque así los niños no se aburren.
Por ejemplo.
Si vas con tu hijo a la compra, le puedes hacer una pequeña lista de la
compra para que él se encargue de coger todo lo que dice la lista, si no
sabe leer aún le vas diciendo lo que te tiene que traer.
3. Expresar con energía tus sentimientos o tu desaprobación:
Es importante que el niño sepa que eso que ha hecho lo desapruebas, sin
atacar ni al carácter ni a la identidad del niño, lo que desaprobamos es el
comportamiento.
Ejemplo:
Padre: Estoy furioso porque has cogido mi Tablet y la dejas en cualquier
sitio sin batería y sin cargar.
Profesor: No me gusta cuando no me dejas explicar.
4. Indicarle lo que esperamos de él:
Puede ser que pare de hacer algo, o que haga algo de tal forma.
Ejemplo:
Padre: Estoy furioso porque has cogido mi Tablet y la dejas en cualquier
sitio sin batería y sin cargar (mostrar desaprobación). Espero que la
próxima vez que lo tomes prestado la devuelvas donde estas y con la
betería cargada.
Profesor: No me gusta cuando no me dejas explicar (desaprobación).
Espero que atiendas cuando explico y me cuentes luego que te parece.
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5. Explícale como cumplir lo que esperamos de él de forma
satisfactoria:
Lo que para nosotros es obvio puede que para nuestro hijo no lo sea.
Ejemplo:
Padre: Estaría bien que la dejaras en su sitio y la pusieras a cargar.
Niño: Ahora mismo lo hago, lo siento papá.
Ejemplo:
Profesor: Estate atento y escucha lo que voy a explicar, cuando termine
puedes contarme tus impresiones.
6. Ofrécele elección o que el niño te ofrezca elecciones:
Ejemplo:
Padre: Puedes tomar mi Tablet prestada siempre que la devuelvas
cargada y donde estaba, o puedes renunciar al privilegio de usarla, tú
decides.
Ejemplo:
Profesor: Puedes quedarte a escuchar y atender a la explicación y así
sabrás de lo hablamos, o puedes quedarte callado aquí sentado, pero
sin molestar a los demás.
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7. Emprende alguna acción:
Si después de todo tu hijo o alumno sigue sin atender o hacer caso,
entonces podemos emprender una acción, a veces es necesario que vean
que sus actos tienen consecuencias.
Ejemplo:
- Niño: Papá, ¿dónde está tu Tablet?, he ido a buscarla porque la necesito
para uno trabajo que tengo que hacer del cole y no la encuentro.
- Padre: La tengo cargando en mi despacho, no tiene ninguna batería, así
que ahora no la podrás utilizar. ¿Sabes porque no tiene batería?
- Niño: Si, porque la última vez que la cogí la deje sin batería.
- Papa: Exacto, ahora tendrás que esperar.
Ejemplo:
Profesor: Veo que mi explicación no te interesa y que tampoco quieres
permanecer aquí callado sin molestar a los demás que si están
interesados en escuchar la clase. Si quieres te puedo acompañar a
fuera, o mandar con alguien que si quiera escucharte y así nos deja a
nosotros seguir con lo que nos interesa.
*Aquí la acción depende mucho de la línea pedagógica que lleve el colegio,
pero recordar siempre en NO castigar. Aquí es el niño el que tiene la
responsabilidad.
Todas estas son alternativas al castigo, hay ocasiones en que las podemos
utilizar todas y hay ocasiones en que las podemos utilizar solo unas
cuentas.
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1.4
CONSECUENCIAS NATURALES:
Una cosa son los castigos y otra las consecuencias naturales. Las
consecuencias naturales son aquellas que se desprenden de los hechos
que acometemos. No son castigos.
Por ejemplo:
Si tiras un vaso de agua, la consecuencia natural es que se moje lo que
haya encima de la mesa.
Hay conductas que tienen consecuencias más notorias que otras y es
importante explicar a los niños cuales son las consecuencias naturales que
se derivan de estas conductas.
Ejemplos:
Si pegamos a un niño, la consecuencia es que podemos hacerle daño.
Podemos pedir perdón y saber si el niño está bien.
Si rompemos un cuento, la consecuencia es que no podremos leerlo.
Para que pudiéramos leerlo, el niño podría repararlo.
Si nos dejamos la camiseta fuera de la cesta de la ropa sucia, la
consecuencia es que no se limpie y no la tengas limpia para cuando la
necesites.
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RESUMEN:
PASOS A SEGUIR PARA RESOLVER:
RABIETAS:
1. Se flexible y evítelas.
2. Muéstrele sus sentimientos y tu comprensión ante ellos.
3. Expresar lo que hay que hacer y sus razones de forma concisa.
4. Dar opciones.
5. Sostener la rabieta del niño.
CONFLICTOS DE COMPRTAMIENTOS:
1. Evitarlos o prevenirlos.
2. Enseñar una forma de ser útil o entretenerse.
3. Expresar con energía tus sentimientos o tu desaprobación.
4. Indicarle lo que esperamos de él.
5. Explícale como cumplir lo que esperamos de él de forma satisfactoria.
6. Ofrécele elección o que el niño te ofrezca elecciones.
7. Emprende alguna acción.
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2
PREMIOS Y RECOMPENSAS:
No nos vamos a extender mucho en el tema de las recompensas, ya que el
mecanismo es el mismo que el castigo.
Las recompensas no son eficaces. Solo son eficaces mientras
dure la oportunidad de obtener algo y que además ese algo le
motive.
Por lo tanto son eficaces durante un tiempo determinado y limitado. Y
hacemos que el niño se mueva conforme a una motivación extrínseca y no
intrínseca. No acepta una norma porque la haya entendido como válida o
realiza un determinado comportamiento porque entienda que es la mejor
forma.
El premio o la recompensa, hace que el niño haga algo movido por
el premio, pero en cuanto no haya premio o recompensa lo dejara de
hacer.
Por lo tanto, los premios no ayudan a que los sean niños respetuosos y
cuidadosos, sino que hacen niños manipulables que después serán
manipuladores. Los cuales, solo seguirán una norma o se comportaran de
una determina manera, si después obtienen algo a cambio.
Muchas veces, puede pasar, que los educadores movido por una educación
a base de premios, se encuentran que lo que antes al niño le motivaba
hacer, ahora no le motiva, por lo que han de buscar un premio mayor, o
diferente y así van subiendo de premio. Éste cada vez será mayor o mejor,
hasta que llegue un momento en que no sepan con que premiar o bien no
puedan.
Además con las recompensas o premios enseñamos al niño a que haga un
determinado comportamiento o tenga una determina conducta a cambio de
un premio, pero muchas veces pasa que el niño se da cuenta, entonces
para que esa conducta o comportamiento se vuelva a repetir, se ha de
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Educar sin castigos ni recompensas
premiar también, entonces no enseña al niño las normas del juego, sino que
lo que enseña es que “yo hago algo a cambio de algo”.
Por ejemplo:
“Si te lo comes, te doy un huevo kínder después de comer”.
El niño se lo come todo y le damos el premio. Al día siguiente el niño no
come, le decimos que ha de comérselo, pero el niño no quiere ¿Qué
podemos hacer? ¿Lo castigamos o lo premiamos? Si le damos una
recompensa se lo volverá a comer todo pero movido por el premio. Por lo
tanto no enseñamos al niño a comer lo que está en el plato, si no sólo a que
ese día se lo coma.
Puede pasar que a base de premios el niño adopte una conducta como
rutinaria y finalmente la aprenda, pero esto es realmente más un
adiestramiento que enseñar al niño una norma y no el porqué del valor de
esa norma.
Es como el adiestramiento del delfín, cada vez que salta se le da un
pescado, pero los niños no son delfines, ni monos, ni perros, a los que haya
que adiestrar. Los niños son personas que tienen su propia personalidad, su
propio carácter y temperamento, están aprendiendo las normas del juego, y
hay que ayudarles para que las asimilen. A los niños no se adiestran se
educan.
Las alternativas a las recompensas son muy parecidas a las del castigo:
Alternativas a los premios:
1. Expresamos compresión por los sentimientos del niño.
2. Se le indica lo que tiene que hacer de forma concisa.
3. Le damos opciones que él pueda elegir.
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Ejemplo:
Niño: No quiero comer más, estoy cansado de comer.
Madre: Entiendo que estás cansado de comer. Pero aún te queda la
carne y hay que comérsela para que puedas crecer fuerte. ¿Qué
prefieres comer toda la carne, o comer 3 últimas y un poco de puré?
Niño: Prefiero comer 3 últimas y un yogurt, mi barriga está llena.
Madre: Me parece bien.
Aquí el niño ha dado una opción más que nosotros podemos tomar y así
reforzamos la creatividad del niño.
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Educar sin castigos ni recompensas
3
LAS ALABANZAS:
Antes de hablar de las alabanzas es interesante mencionar el feedback, ya
que nos ayudara a entender mucho mejor el tema de las alabanzas.
3.1
EL FEEDBACK:
Es importante dar feedback al niño, tanto si el feedback es positivo, como
negativo. Ha de saber lo que hace bien y porque lo hace bien, y ha de saber
lo que no hace tan bien y ha de mejorar.
Es importante que el feedback sea dirigido hacia el comportamiento y no
hacia la identidad y sea equilibrado entre la motivación y la información que
se le da.
Tipos de feedback:
1. Existen feedback que están lleno de motivación y con muy escasa
información.
Ejemplo:
Un empleado recibe un bonus y una cantidad determinada de dinero
pero no le dicen porqué.
2. Y existen feedback muy cargados de información, pero con escasa
motivación.
Ejemplo:
Un niño recibe la corrección de su examen con el resultado de aprobado
y ya está.
El feedback tiene que estar equilibrado para que sea efectivo. Equilibrado
entre la información que se le da (la descripción) y la motivación que recibe
(la expresión de nuestros sentimientos, una muestra de agradecimiento).
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Educar sin castigos ni recompensas
3.2
LAS ALABANZAS:
El tema de las alabanzas es un tema un poco delicado, aquí la cuestión no
es si alabanzas Si o alabanzas No, sino en el cómo.
Las alabanzas pueden ser una herramienta muy importante para ayudar al
niño a tener una autoestima sana o todo lo contrario.
Las alabanzas en general y dependiendo de cómo se realicen puede llevar
a la frustración a padres e hijos a la hora de hacerlas y recibirlas.
Los padres ven frustrado su intento de alabar a su hijo y motivarlo, pues
muchas veces cuando le dicen lo bonito o maravilloso que es eso que ha
hecho, se encuentran con un hijo que no les cree, que no siente sincero eso
que le dice sus padres.
Ejemplo:
Niño: Papá mira lo que he hecho!
Padre: Oh, me encanta, es maravilloso!
Niño: ¿Pero te gusta?
Padre: Si, ya te he dicho que me encanta, que es maravilloso!
Niño: ¿Pero qué te parece?
Padre: Bien, me encanta! ¿Qué más quiere que te diga?
Niño: No, no te gusta.
22
Educar sin castigos ni recompensas
Una alabanza mal dada puede:
1. Generar desconfianza hacia la persona que las haga.
Ejemplo: Tu hijo está haciendo los deberes, hace un dibujo rápido para salir del paso,
está cansado y quiere terminar ya, sabe que puede hacer dibujos más bonitos, pero
lo deja así. Pasa su padre, mira el dibujo y le dice: “Es un dibujo excelente, buen
trabajo! “
Aquí puede pensar que su padre le está mintiendo y desconfía de lo que le dice.
2. Producir una negación inmediata.
Ejemplo: Una mamá que siempre va sin arreglar y con coleta, ese día va a la
peluquería, se corta y se peina. Se encuentra a una amiga y le dice: “¡oh, qué guapa
y arregladas vas siempre!”
Aquí puede pensar o bien que lo dice para quedar bien, o bien te puede producir una
negación inmediata: “que va, es solo hoy que vengo de la peluquería”.
3. La alabanza puede resultar amenazadora o auto exigirse.
Ejemplo: Una persona entra en un nuevo trabajo y su jefe de pide un informe, como
es el primero se esfuerza y se lo hace con todo tipo de detalle. Al cabo de un rato se
le acerca y le dice: “excelente informe, haces unos informes excelentes”.
Aquí puede que se siente amenazado y se auto exija que sus próximos informes
tienen que estar a la altura o mejores.
4. Puede hacerle enfocar en sus puntos débiles o crearle tensión o ansiedad.
Por ejemplo: Tu hijo acaba de empezar a jugar a basket y cuando que tira a canasta
no la encesta, ese día vas al entrenamiento a recogerlo y justamente ves como
encesta una pelota. Y le dices, “vaya eres un campeón, ¡tienes un gancho perfecto!”
Aquí la alabanza le puede crear tensión porque él sabe que no suele encestar las
pelotas (punto débil).
23
Educar sin castigos ni recompensas
La alabanza para que resulte útil y efectiva ha de contener una descripción
de lo que ha hecho el niño, no hace falta más. Entonces lo que pasa es que
el niño siente que aprecia lo que ha hecho.
Ejemplo:
Tu hijo te enseña un dibujo que ha hecho en clase.
- Niño: Papá mira lo que he hecho.
- Padre: Oh, me encanta, es un dibujo con un castillo, un árbol, un niño, con
muchos colores. ¡Y sin salirte de la raya!, ¡además has escrito tu nombre
completo!
- Niño: ¡Es que ya se escribir y colorear perfectamente!
El niño siente que aprecian sinceramente eso que ha hecho y es el niño el
que se alaba a sí mismo.
Ejemplo:
Tu hija te ha preparado el desayuno.
- Madre: ¡oh, es maravilloso, has preparado el desayuno tú sola! Has puesto
la mesa completa, has hecho tostadas, has exprimido zumo de naranja, y
además has puesto la mantequilla, leche y cereales, para mí esto es un
gran regalo, estoy emocionada!
Tu hija realmente piensa que te ha gustado, que lo ha hecho genial, y
seguro se siente orgullosa de si misma.
Por lo tanto la forma efectiva de hacer una alabanza es describir lo que ves
y también lo que sientes.
No evaluamos tipo:
Eres un niño bueno.
Eres un gran jugador.
Solo describimos lo que vemos, sus logros.
24
Educar sin castigos ni recompensas
Existe otra forma de alabar que también utiliza la descripción, que es
después de realizar la descripción, podemos añadir una palabra que resuma
la conducta del niño.
Ejemplo:
Un niño ha ordenado toda su habitación.
- Niño: Mamá ya he ordenado toda la habitación, ¡ven a ver!
- Madre: ¡Oh, muy bien, veo que has recogido todos los juguetes en su sitio,
has puesto los cuentos en la estantería, las pinturas las has puesto todas en
el escritorio, y hasta has recogido la alfombra de juego! ¡Guau, eso es tener
iniciativa!
Ejemplo:
Tu hijo llega a la hora estipulada.
- Padre: Me dijiste que vendría a las 20:00 y veo son las 20:00 en punto,
muy bien ¡a eso se le llama puntualidad!
Esta forma de alabar, es una forma sencilla, pero que tiene un efecto
profundo en el niño, incluso muchas veces e¡el niño se llega a alaga solo,
descubre sus puntos fuertes y además se siente orgulloso de sí mismo.
Solo es cuestión de observación, de ver, de escuchar realmente, y después
decir en voz alta lo que ve y siente.
Dos cosas a tener en cuenta a la hora de realizar alabanzas:
1. Las alabanzas tiene que ser adecuada a la edad y al nivel de habilidad de
su hijo.
Ejemplo:
Si le dices a un niño pequeño: “muy bien veo que te has vestido tú solo”
es un gran logro, pero si se lo dices a un niño de 12 años seguro que
incluso se pueda sentir insultado.
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Educar sin castigos ni recompensas
2. Evite alabanzas que hagan referencias a pasadas debilidades o pasados
fracasos:
Ejemplo:
- “Muy bien, veo que ya sabes encestar la pelota!
- “Has ganado el campeonato, muy bien, jamás pensé que lo lograrías!”
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