gh_06_02_08_Plantas a la carta - EEZ

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Pub:X08FEB 06G R AN AD A Secc:ActualPág:07-AC TU AL-Zaidín Edi:G R AN AD A
07/02/2006 18:04h O perador:igarcia
Granada Hoy actual ?
miércoles 8-2-06
Ciencia en lo cotidiano
por la Estación Experimental del Zaidín (EEZ-CSIC)
TÉCNICAS. La clonación de plantas viene de antiguo. En la Holanda del siglo XVII se desarrolló un próspero
negocio de tulipanes ‘clonados’, pero la fecundación ‘in vitro’ en vegetales sólo se consiguió en 1991
Plantas
a la carta
■ Cuando oímos hablar de reproducción asistida o de clonación, enseguida pensamos en humanos o
animales pero muy pocos nos acordamos de las plantas. ¿Cómo se reproducen este grupo de seres vivos?
¿Es posible una reproducción asistida? ¿Pueden clonarse?. En vista de
la escasa polémica que suscita la
aplicación de estas técnicas en plantas, ¿tienen alguna repercusión en
nuestra vida cotidiana?
La reproducción de las plantas
puede ser sexual o asexual. En la
primera se forman en la flor las células reproductoras masculinas
(granos de polen) y femeninas
(óvulos), que se fundirán dentro del
INTERÉS
La fecundación ‘in vitro’
tiene grandes
repercusiones para la
agricultura al conseguir
‘plantas a la carta’
ovario para dar lugar al embrión y al
endospermo, constituyendo juntos
la semilla. Cuando ésta germina, el
endospermo sirve de fuente de alimento a la nueva plantita en desarrollo. En la reproducción asexual
esa fusión no tiene lugar y en la mayor parte de los casos no se producen semillas.
Todos tenemos alguna experiencia de reproducción asexual en vegetales y sabemos que podemos obtener plantas tan espectaculares como las originales cultivando sus esquejes (geranios, begonias…), bulbos (tulipanes, gladiolos…) o estolones (cintas, fresas…), etcétera. Si
consideramos que clonar significa
obtener individuos a partir de una
parte de otro, de modo que los individuos clonados sean idénticos al
original, podemos decir que casi todos hemos clonado plantas. Además, tomando como ejemplo el comercio con bulbos de tulipanes en
la Holanda del siglo XVII, se puede
afirmar que uno de los primeros
ejemplos de amplia repercusión de
la clonación vegetal en la vida del
ser humano llegó con la burbuja especulativa que se creó en torno a este comercio en aquella época. Muchas familias invirtieron grandes
capitales en bulbos, arruinándose
cuando fue evidente lo inadecuados que resultaban como objeto de
especulación.
Además, las plantas tienen otros
sistemas no sexuales de propagarse. En el laboratorio pueden conseguirse embriones que no son el resultado de la fusión de células re-
G R AN AD A
¡3
CREACIÓN
Cultivo de
granos de polen donde se
está induciendo la
formación de embriones
para seleccionar nuevas
variedades de cereales. Los
numerosos núcleos con
fluorescencia azul indican
el éxito de la técnica.
¡5Plantas de
’ IN VITRO ’
orquídeas obtenidas
mediante cultivo ‘in vitro’
de tejidos somáticos
¡4multicolor
C OLO R Balcón
resultado del intercambio
de esquejes de geranios.
productoras; para obtenerlos se cultivan sólo granos de polen equivalentes a los espermatozoides de mamíferos o alternativamente óvulos
vegetales. Otra opción es el cultivo
de células de raíz, hoja o tallo.
Estos dos tipos de embriogénesis
van teniendo una aplicación creciente, tanto en la propagación y
mantenimiento de plantas de importancia económica como en la selección de los caracteres hereditarios más interesantes. Los embriones pueden conservarse constituyendo las llamadas ‘semillas artificiales’; se llaman así tanto a los embriones deshidratados como a los
que se obtienen en el laboratorio
dentro de un gel con material nutritivo que imita al endospermo natural. Así se propagan orquídeas y
otras plantas cuyas semillas no germinan fácilmente, consiguiéndose
además que estén libres de enfermedades; mediante el cultivo de
granos de polen, se han creado nuevas variedades de cereales.
¿Podemos intervenir también en
la reproducción sexual de los vegetales? Hay plantas, como la palmera
datilera, en las que ya se ha hecho
desde antiguo. Las palmeras presentan flores masculinas y femeninas en plantas distintas. En principio no hay problema para su reproducción porque el polen de una flor
masculina puede ser suficiente para
fecundar un centenar de palmeras
femeninas cercanas. Se tienen datos de que en Irak hace ya 5.000
años se empezaron a atar flores
masculinas en las femeninas para
mejorar su producción. En la actualidad esta práctica se sigue usando
con la ventaja de un mayor conocimiento sobre los ciclos de maduración de las células reproductoras y
así puede seleccionarse el mejor
momento de la polinización e, incluso, las palmeras que resultan
mejores agentes polinizadores o
mejores sementales, si usamos el símil con animales.
Además, las células reproductoras de las plantas, igual que las de
los animales, se pueden aislar y fusionándolas se ha conseguido su fecundación en el laboratorio o in vitro. En los años sesenta se obtuvo el
primer animal –un conejo– por este
tipo de fecundación; el primer bebé
probeta, Louise Brown, vio la luz en
1978, pero en plantas no ha sido posible tener éxito con esta técnica
hasta el año 1991. A pesar de este retraso, y de la menor polémica que
estos avances puedan generar, es
clara la repercusión que en la agricultura y en definitiva en nuestras
vidas pueden tener las técnicas in
vitro para crear plantas a la carta.
AUTORA
Adela Olmedilla
Adela Olmedilla trabaja en la
Estación Experimental del
Zaidín (CSIC) en el grupo de
Biología reproductiva de
plantas. En los últimos años
ha dedicado su esfuerzo a la
inducción de embriogénesis
gamética a partir del cultivo
del polen en distintos cereales
y de embriogénesis somática
en distintas especies incluidas
las orquídeas.
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