Uso de la Fuerza Pública - Procuraduría General de Justicia del

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FACTOR PSICOLOGICO EN EL USO LEGÍTIMO DE LA FUERZA.
INDICE.
INTRODUCCIÓN
ANTECEDENTES HISTORICOS
MARCO TEORICO
JUSTIFICACIÓN
OBJETIVO
1.
2.
3.
3.
CARACTERÍSTICAS BIOPSICOSOCIALES DEL INDIVIDUO.
FENÓMENO TIMERICO.
2.1. RESPUESTAS FISIOLÓGICAS, COGNITIVAS Y CONDUCTUALES.
2.2. CONSECUENCIAS FISIOLÓGICAS, COGNITIVAS Y CONDUCTUALES.
ESCALA DEL MIEDO.
ALTERNATIVAS PARA EL CONTROL DE LAS EMOCIONES.
CONCLUSIONES
REFERENCIAS
INTRODUCCIÓN.
Todos los humanos poseemos un instinto de supervivencia, que ante un peligro inminente nos
permite realizar ciertas conductas para salvaguardar la vida.
Para sobrevivir, la naturaleza nos ha dotado de numerosos sistemas de defensa contra las
amenazas externas, desde el sistema inmunitario, que nos protege de enfermedades, hasta los
párpados, que se cierran 20,000 veces al día para repeler la suciedad. El sistema de respuesta ante el
miedo presenta dos variantes: la preocupación a largo plazo y el miedo instantáneo ante una
emergencia
El miedo es un mecanismo diseñado para superar situaciones amenazantes. Hasta ahora se han
creado muy pocos programas organizados para dominar el miedo. Aunque existen incontables
estrategias y libros de autoayuda sobre como controlar el estrés y aliviar presión, creo que
necesitamos concentrarnos en la causa subyacente: el miedo (Clarckson, 2003).
El agente de policía es un ser humano que experimenta todos los sentimientos y emociones que
el resto de las demás personas y posee también un instinto de supervivencia para defenderse de un
peligro inminente, sin embargo, debido a la clase de función que lleva a cabo y al entrenamiento que
debió haber recibido no puede darse el lujo de actuar de igual manera que lo haría un civil. Por lo tanto
se sabe y se ha demostrado que un adecuado entrenamiento y el conocimiento del uso legítimo de la
fuerza ayudaran a que el agente no solo sea menos vulnerable ante los peligros a los que se enfrenta
a diario en la calle y en las intervenciones, sino que también sea menos vulnerable ante las instancias
jurídicas con las que va a trabajar directamente.
Por eso es necesario que el policía conozca y comprenda los principios básicos de la naturaleza
psicológica y fisiológica del proceso del miedo durante una situación de peligro inminente; por un lado
para desempeñarse de la manera más adecuada evitando ser heridos o muertos y por otro lado para
evitar caer en el uso excesivo de la fuerza, lo cual acarrearía consecuencias jurídicas para el agente.
BREVE REFERENCIA HISTÓRICA.
500 años antes de cristo, Sun Zi conocido como Zun Tzu en occidente escribió un libro que lleva
por nombre “El arte de la Guerra” el cual explica el abordaje de de la inteligencia militar. Es también un
tratado acerca de los aspectos psicológicos en la estrategia de la guerra, destacándose entre sus
pensamientos y recomendaciones:
“la verdadera guerra se realiza sobre la mente de los hombres, si se logra ganar esa mente, se
ha ganado esa guerra”.
“someter al enemigo sin librar combate es el colmo de la habilidad”.
“el ingenio, no la fuerza es el que debe regir el curso de las acciones”.
2
(Zun Tzu Pp. 8)
ELEMENTOS FUNDAMENTALES.
Los elementos fundamentales para desarrollar las acciones psicológicas con éxito son dos:
a.
b.
El uso de los principios de la psicología.
La información del servicio de inteligencia.
La separación de estos actores de la defensa resulta contraproducente pues uno depende del
otro, dado que uno facilita la información necesaria para llevar a cabo con éxito sus misiones de acción
psicológica en el sector de la población que se necesita trabajar o en el lado del enemigo que se
necesita ablandar, minimizar o destruir.
El ámbito de las acciones psicológicas es ilimitado dado que abarca un cúmulo de conocimientos
incluyendo a la psicología, sus bases teóricas, sus principios y leyes, que pueden aplicarse a la guerra.
En cuanto a su aplicación es igualmente ilimitada, el único límite que ostenta es la propia
personalidad de quien la desarrolla. No tiene espacio definido, excepto la relimitación que se le desee
dar al dirigirla a un sector determinado de la población u otro blanco como bien puede ser el enemigo.
(Zun Tzu Pp. 11).
MARCO CONCEPTUAL:
SENTIMIENTOS Y EMOCIONES.
Estrés: reacción ante la amenaza y el desafío.
Se define formalmente como una respuesta ante los sucesos que amenazan o ponen en
conflicto a una persona (Feldman, 1999). Por ejemplo una serie acumulativa de pequeños o grandes
acontecimientos.
La vida está repleta de circunstancias y sucesos, conocidos como estímulos estresantes, que
representan amenazas a nuestro bienestar. Incluso los sucesos agradables, pueden producir estrés,
aunque los acontecimientos negativos tienen mayores consecuencias perjudiciales que los positivos
(Sarason, Jonson y Siegel, 1978; Brown y Mc Gill, 1989; en Feldman, 1999).
Todos enfrentamos situaciones de estrés en nuestras vidas. Algunos psicólogos de la salud
consideran que la vida cotidiana conlleva una serie de secuencias repetidas en las que percibimos
amenazas, consideramos formas de afrontarlas y por último nos adaptamos a ellas, con mayor o
menor éxito (Gatchel y Baum, 1983). A pesar que la adaptación suele ser mínima y que se produce sin
darnos cuenta, cuando el estrés es más severo o se prolonga por más tiempo, la adaptación precisa
de un esfuerzo mayor y es posible que origine respuestas fisiológicas y psicológicas que provoquen
problemas de salud (Feldman, 1999).
El estrés puede causar daño en muchas formas y tiene consecuencias biológicas y psicológicas.
El modelo del síndrome de adaptación general: el curso del estrés.
Los efectos del estrés han sido bien ilustrados por un modelo elaborado por Hans Selye, uno de
los principales teóricos del estrés. Este modelo, el síndrome de adaptación general (SAG), afirma que
siempre se produce el mismo conjunto de reacciones fisiológicas ante el estrés, sin importar cuál sea
su causa. Este modelo tiene tres etapas:
ESTIMULO ESTRESANTE



ALARMA Y MOVILIZACIÓN: Enfrentarse al estimulo estresante.
RESISTENCIA: Enfrentar el estrés y resistirse al estímulo estresante.
AGOTAMIENTO: surgen consecuencias negativas del estrés (tales como la enfermedad)
cuando la resistencia no es la adecuada.
La naturaleza de los estímulos estresantes: mi estrés es tu placer.
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El modelo del síndrome de adaptación general es útil para explicar las respuestas de las
personas ante el estrés, pero no es nada específico en cuanto a dilucidar que estímulos provocan
estrés a una determinada persona. Aunque cierto tipo de sucesos como la muerte de un ser querido o
la participación en combate durante una guerra son estímulos estresantes prácticamente universales,
otras situaciones pueden o no ser estresantes para una persona en particular (Fleming, Baum y
Singer, 1984; Lazarus y Cohen, 1977; Affleck, Tennen, Urrows eHiggins, 1994; en Feldman, 1999).
Lo anterior quiere decir que la situación será estresante en función de la percepción del individuo
en particular.
EL FENÓMENO TIMÉRICO.
El conjunto de sentimientos y emociones, que va del miedo a la ansiedad, constituye la escala de
sentimientos timéricos. El término “estados timéricos” (del latín timere, temer) fue acuñado por Le Gall
para abarcar la gama de sentimientos integrada por “la inquietud, el temor, la ansiedad y la angustia”.
Todos estos estados se centran en la experiencia de prever un peligro próximo, bien o mal
determinado. Pero entre ellos existen diferencias sustanciales, no siempre tenidas en cuenta
debidamente.
Los sentimientos y emociones timéricos son el modo habitual de reaccionar a circunstancias de
la vida peligrosas. Toman un desarrollo mucho más fuerte, que no se deja controlar por el sujeto, y un
carácter primario, es decir, independiente de estas circunstancias reales, en los cuadros neuróticos
Los fenómenos timéricos son el modo como el sujeto experimenta la presencia de algún peligro
o riesgo en el mundo real. Los riesgos reales inminentes toman en la vida psíquica la figura de un
sentimiento o una emoción de tipo timérico. La escala afectiva timérica, distribuida desde los estados
de de contenido más concreto hasta los de mayor imprecisión, queda compuesta así: el miedo, el
temor, el terror, el pánico, la inseguridad, la angustia y la ansiedad.
El miedo es el sentimiento psíquico motivado por la proximidad de un peligro concreto en forma
de un objeto o una situación. Tiene el mismo contenido concreto que el peligro que lo ha originado.
El temor es, como el miedo, un sentimiento psíquico de alarma real, que alcanza una
presentación habitual y una extensión general. Se diferencia del miedo en que el elemento
amenazador se halla más desdibujado e impreciso, de tal suerte que el sujeto atemorizado tiene un
conocimiento del motivo de su alarma mucho menos concreto y definido.
El miedo y temor, cuando se vuelven extremos, se convierten en terror. El terror puede definirse
como una intensa emoción de miedo o de temor. Realmente, podría hablarse más de “emoción
terrorífica” que de terror “a secas”.
El terror se manifiesta, a la vez, en el plano somático y en el plano psíquico. En el plano psíquico
toma la configuración de un miedo o un temor sumamente acentuado que produce un impacto
alienante sobre la personalidad y la conciencia. Su cortejo somático está integrado por una conmoción
vegetativa y endocrina.
Las fuertes emociones implican un descenso del nivel del comportamiento y una serie de
trastornos vegetativos, endocrinos y motores.
El termino “emoción “alude a una brusca conmoción o rotura del equilibrio psicofísico, impuesta
por el influjo de un acontecimiento traumatizante. La psicología clásica distinguía el shock emotivo o
emoción elemental, originado por la presencia de un peligro mortal, de la emoción simple, que era una
especie de prolongación de la emoción aguda.
El terror es una de las experiencias emocionales que más propensión tiende a encronizarse. La
cronificación e encronización del terror suele ser la respuesta a una situación de alarma intensa
sostenida, a la repetición de episodios de alarma aguda o la combinación de ambos elementos.
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El pánico es una especie de miedo o temor particularmente intenso que el sujeto no puede
controlar y que carece de contenido concreto, refiriéndose a todo, es decir, a un peligro real o
imaginario, que viene de todas partes. Cuando va acompañado de alteraciones somáticas, de origen
vegetativo, nos encontramos ante un estado mixto de pánico – terror, donde el pánico ocupa la
vertiente psíquica y el terror, la somática. El terror hecho crónico suele salpicarse con episodios de
pánico.
La inseguridad es el sentimiento psíquico que traduce la reacción de alarma psicológica ante un
riesgo poco diferenciado y muy sostenido. Es como un temor prolongado, particularmente inconcreto e
indefinido. En términos coloquiales se nombra al miedo para referirse a los cinco fenómenos afectivos
que acabamos de describir (Alonso, 1994) Capitulo 3
Hay formas de miedo y temor que protegen efectivamente al sujeto, al inducirle a tomar las
medidas oportunas frente al riesgo real que le acosa o le acecha. Pero el miedo intenso o miedo
pánico y el terror son agentes que se vuelven contra el propio sujeto: producen una desorganización
de la personalidad y una pérdida de la lucidez de la conciencia, imponiéndose las pautas de conducta
infantiles y primitivas, en particular los comportamientos de inmovilidad o entrega y de tempestad de
movimientos para huir y defenderse agresivamente, pero siempre con poca coordinación y eficacia
(Alonso, 1994).
LA ESPECTATIVA.
Es un estado de aprehensión emocional el cual puede ser creado o inducido, puede ser producto
del deseo natural de una persona o personas, con respecto a la necesidad de alcanzar algo.
La expectativa como estado emocional captura el proceso de la atención, centrándola en el foco
de interés. Este estado procurará al individuo la satisfacción de sus necesidades emocionales, físicas,
intelectuales, afectivas, de dolor u otros.
LA LEY DEL UMBRAL.
Este principio indica que una respuesta solo se produce o se presenta cuando el estimulo
alcanza a tener un rango, valor o proporción mínima para que pueda vencer una resistencia y evocarla.
Todo estimulo debe tener un mínimo de proporción o cantidad para que sea capaz de producir o
evocar una respuesta determinada. Debe de pasar el Umbral mínimo para que sea capaz de incitar
una respuesta. (Márquez, 2001).
ENFOQUES SOBRE EL MIEDO.
Desde el punto de vista biológico, el miedo es un esquema adaptativo y constituye un
mecanismo de supervivencia surgido para permitir al individuo responder ante situaciones adversas
con rapidez y eficacia. Es en ese sentido, normal y beneficioso para el individuo y para su especie.
Desde el punto de vista neurológico es una forma común de organización del cerebro primario de
los seres vivos y esencialmente consiste en la activación de la amígdala situada en el lóbulo temporal.
Desde el punto de vista psicológico, social y cultural, el miedo puede formar parte del carácter de
la persona o de la organización social. Se puede por tanto aprender a temer objetos o contextos y
también se puede aprender a no temerlos, se relaciona de manera compleja con otros sentimientos y
guarda estrecha relación con los distintos elementos de la cultura.
TERMINOLOGÍA.
Según el diccionario de la Real Academia Española el miedo es “la perturbación angustiosa del
animo por un riesgo o daño real o imaginario”. El vocablo procede del latín metus que significa miedo.
Como todas las emociones admite graduación y así el diccionario ideológico de Julio Casares
establece algunos términos asociados como temor, recelo, aprensión, pánico, canguelo, espanto,
pavor, terror, horror, fobia, susto, alarma, peligro o pánico.
Uno de los primeros testimonios del uso de esta palabra, según el diccionario de autoridades se
encuentra en la obra legislativa conocida como las Siete Partidas (Part. 7 tit. 3.3.1.7):
E de tal miedo e de otro semejante fablan las leyes de nuestro libro cuando dizen que pleito o
postura que home face por miedo non debe valer.-
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Diccionario Ideológico de la Real Academia Española, Ed. Gustavo Gili, 1997 ISBN 84-252-01268.
José Antonio Marina y Marisa López Penas en su Diccionario de los sentimientos analizan las
relaciones que se pueden establecer entre distintos vocablos de un mismo campo semántico
emocional, lo que nos permite conocer su matización y su gradación.
Riesgo (resecare, romper un risco con el casco de una embarcación) y Peligro (de la raíz
indoeuropea per- ir hacia delante, penetrar en algún sitio) son palabras relacionadas con el miedo.
Temor es el miedo a algo que se piensa que ya ha sucedido y aprensión es la aversión a tocar algo.
Canguelo (miedo breve) procede del caló y significa originariamente apestar y se relaciona con el
aflojamiento de esfínteres que produce el miedo. La gradación del miedo en la lengua castellana,
según estos autores, comienza con el miedo intensísimo, el terror y el pavor (este ultimo del
indoeuropeo peu- golpear, de donde procede también espanto). El pánico es el miedo sin fundamento,
colectivo y descontrolado (palabra derivada del nombre del dios Pan y se refiere al miedo a los ruidos
perturbadores de la naturaleza). Existe también un miedo breve y súbito, procedente de una causa
pequeña, el susto (procedente del portugués) y también la alarma (que significa etimológicamente “a
las armas”) (Marina, 1999; pp. 84, 339).
CONSIDERACIONES JURÍDICAS.
En la medida en que el miedo puede restar autonomía decisoria al sujeto llega a ser un eximente
de responsabilidad. El derecho romano estableció en el 79 ad. C. (mediante una innovación jurídica
introducida por un pretor llamado Octavius) la acción “metus causa” (por causa del miedo) como
eximente de responsabilidad. En las Siete Partidas (part. 7 tit. 3.3.1.7) se establece en el derecho
castellano la invalidez de pleitos o declaraciones realizados bajo miedo y el derecho actual determina
que el miedo es causa eximente de responsabilidad criminal. Para el caso del moderno derecho
continental y en concreto para el español por ejemplo, se establece que:
Está exento de responsabilidad criminal (…) el que obre impulsado por miedo insuperable.
(Código Penal Español, Art. 20.6 vigente desde 24 de mayo de 1996)
Lo mismo ocurre en el derecho civil y en el canónico católico, en los que el defecto del
consentimiento por miedo es, por ejemplo, causa de nulidad matrimonial.
Cerezo Mir., Curso de Derecho penal español, tomo III, Pág. 139, Tecnos, ISBN 84-309-3714-5.
EL ESTRÉS EN EL LUGAR DE TRABAJO HOY EN DÍA.
el estrés de trabajo se puede definir como las nocivas reacciones físicas y emocionales que
ocurren cuando las exigencias del trabajo no igualan las capacidades, los recursos o las necesidades
del trabajador. el estrés de trabajo puede llevar a la mala salud y hasta las heridas.
El concepto del estrés de trabajo muchas veces se confunde con el desafió, pero estos
conceptos no son iguales. El desafió nos vigoriza psicológicamente y físicamente y nos motiva
aprender habilidades nuevas y llegar a dominar nuestros trabajos.
Cuando nos encontramos con un desafió, nos sentimos relajados y satisfechos, entonces el
desafió es un ingrediente importante del trabajo sano y productivo. Probablemente a la importancia del
desafió en nuestra vida de trabajo refieren los que dicen “un poco de estrés es bueno”.
CAUSAS DE ESTRÉS EN EL TRABAJO.
Casi todos están de acuerdo que el estrés de trabajo resulta de la interacción del trabajador y las
condiciones de trabajo. Sin embargo las opiniones sobre la importancia de las características del
trabajador frente a la importancia de las condiciones de trabajo como la causa primera del estrés de
trabajo.
Según una corriente de opinión, las diferencias entre características personales como la
personalidad y el estilo de sobrellevar el estrés son más importantes para pronosticar si ciertas
condiciones de trabajo resultarán en el estrés es decir que, lo que podría ser estresante para una
persona podría no serlo para otra.
ESTRÉS DE TRABAJO Y SALUD.
El estrés hace que el cerebro se ponga en guardia. La reacción del cerebro es preparar el cuerpo
para la acción defensiva. El sistema nervioso se despierta y las hormonas se liberan para avivar los
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sentidos, acelerar el pulso, profundizar la respiración y tensar los músculos. Esta respuesta (a veces
llamada de lucha o de huida) es importante porque nos ayuda a defendernos contra situaciones
amenazantes.
Los episodios de estrés que duran poco o están infrecuentes representan poco riesgo. Pero
cuando las situaciones estresantes continúan no resueltas, se queda el cuerpo en un estado constante
de activación, lo que aumenta la tasa del desgaste a los sistemas biológicos. En última instancia,
resulta la fatiga o el daño, y la habilidad del cuerpo de arreglarse y defenderse se puede comprometer
seriamente. Como resultado, aumenta el riesgo de herida o de enfermedad.
Desde hace 20 años, muchos estudios han considerado la relación entre el estrés de trabajo y
una variedad de enfermedades. Alteraciones de humor y de sueño, el estomago descompuesto, dolor
de cabeza, relaciones alteradas con la familia y los amigos son ejemplos de problemas relacionados
con el estrés que se desarrollan rápidamente y se ven comúnmente en estos estudios.
Estas señales tempranas del estrés de trabajo usualmente son fáciles de reconocer. Pero los
efectos del mismo en las enfermedades crónicas son más difíciles de ver porque las enfermedades
crónicas necesitan mucho tiempo para desarrollarse y se pueden influir por muchos factores aparte del
estrés. Sin embargo, la evidencia rápidamente se esta acumulando y sugiere que el estrés tiene un
papel importante en varios tipos de problemas crónicos de la salud, particularmente la enfermedad
cardiovascular, las afecciones músculo esqueléticas, y las afecciones psicológicas.
(http://www.cdc.gov/spanish/niosh/docs/99-101sp.html).
¿QUE ES LA AGRESIVIDAD?
A primera vista, todo el mundo conoce el sentido general de una palabra tan corriente como
“agresividad”. Pero cuando tenemos que dar una explicación precisa todo es confuso. Esta dificultad
afecta también a los diccionarios, cuyas definiciones emplean términos de contornos igualmente
difusos como veremos. Así las palabras agresividad, agresión, violencia, ataque y hostilidad se
emplean a menudo de un modo indiferenciado.
Sin embargo, si la violencia y la agresión son productos de la agresividad, la inversa no es
forzosamente verdadera. Pues la agresividad revela más bien una tendencia que cada uno valora en
función de su subjetividad.
LOS CONCEPTOS.
La palabra agresividad procede del latín agredire que significa “andar hacia”. Tardía en la lengua
francesa fue introducida por el lenguaje periodístico en 1875, siguió a la aparición, en 1973, del término
“agresivo”, empleado en un contexto militar y derivado del término “agresión”, que surgió a finales del
siglo XIV. En tales condiciones ¿Cómo distinguir todos esos términos? En lo que concierne a
“agresión” y “agresor”, su marco es bastante delimitado. Sus connotaciones moral y jurídica atraen
inmediatamente nuestra atención sobre el acto y su responsable. En concreto, existe forzosamente
una victima y un culpable implicados en una relación de agresión. Por el contrario, la palabra
“agresividad” se ha impuesto sin una significación clara.
En nuestra investigación de una definición mas precisa de la agresividad, los diccionarios
podrían proporcionarnos un principio de solución. Pero como ya hemos señalado no es ése
ciertamente el caso. Acerca de pulsion, en francés, el Larousse, por ejemplo, habla de una “tendencia
a atacar” y la palabra tendencia significa “fuerza que orienta a alguien hacia un determinado fin”.
Nombramos entonces una pulsión dado que se trata de una fuerza. Esta ultima noción vuelve a
encontrarse en la definición de la violencia, bajo tres puntos de vista: “fuerza brutal de los seres
animados o cosas. Coacción ejercida sobre una persona mediante la fuerza o la intimidación. Exceso”.
Dado que el lenguaje corriente se pierde en conjeturas, ¿Qué perspectiva ofrece el vocabulario
científico? En las publicaciones anglosajonas, los autores recurren principalmente a los términos
hostility (hostilidad), aggression (agresión) y aggressive behaviour (comportamiento agresivo). En
biología aggressiveness sirve para describir el ataque de los anticuerpos contra un elemento extraño.
En psicología, se utiliza en ocasiones. Por ejemplo, Berkowitz que ha estudiado la agresión con
asiduidad, la emplea para designar tendencias agresivas persistentes o habituales.
En Francia, algunos científicos han propuesto suprimir la palabra agresividad, demasiado
confusa para sustituirla por las locuciones “comportamientos agresivos” o “conductas agresivas”. El
manual alfabético de psiquiatría propone: “la agresividad en el sentido biológico mas fundamental se
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define en el marco de las interacciones entre un ser vivo y su entorno; es la fuerza instintiva (instinto
agresivo) que permite al individuo imponer la satisfacción de sus exigencias territoriales o pulsionales
elementales: si bien los mecanismos mediante los cuales se expresa el acto de agresión se
encuentran ontogenéticamente bien fijados, los elementos desencadenantes son variables; dependen
de las características del entorno y los tipos de frustración de que se trate “ esta versión descansa
pues en la existencia de una “pulsion agresiva endógena” que podría expresarse a través de diferentes
comportamientos. Es por tanto, difícil definir con precisión en que consiste la agresividad. Y se puede
comprobar fácilmente que las controversias han sido y son numerosas.
¿DE DONDE PROCEDE LA AGRESIVIDAD?
Inmediatamente se impone una cuestión central: ¿es innata y o adquirida, la agresividad? O
dicho de otra forma: un individuo ¿es agresivo desde que nace o es la fuerza de las circunstancias la
que lo vuelve agresivo?
Ciertos autores adoptan la primera hipótesis y hablan de “instinto de agresión”. Entre ellos, hay
etólogos, como Konrad Lorenz, que incluye a la agresión entre los cuatro grandes instintos, al lado de
la alimentación, la reproducción y la fuga. Los psicoanalistas, como Sigmund Freud o Melanie Klein,
también forman parte de este grupo, al considerar la agresividad como una fuerza endógena
“pulsional” innata.
Los partidarios de la segunda hipótesis estiman en cambio, que la agresividad vendría dada en
función del contexto y constituiría una respuesta a un determinado entorno que hace intervenir mas o
menos las capacidades cognitivas del sujeto en relación con un aprendizaje previo.
¿SE APRENDE LA AGRESIVIDAD?
La agresividad ¿existe en el bebé?
En las teorías del aprendizaje, la agresividad no es considerada como un instinto o una pulsión:
entonces no sería innata, sino adquirida o aprendida. En cuanto al comportamiento agresivo, no se
muestra ya aquí como esencialmente negativo, en oposición a lo que sostiene la hipótesis de la
frustración-agresión.
Para los defensores de la teoría del aprendizaje, la agresividad formaría parte de los diferentes
comportamientos sociales que el individuo adquiere y que se conservan o actualizan. Su adquisición
se efectuaría por varias vías, por la experiencia directa o la observación. La agresividad seria por tanto,
a la vez el más tenaz y el más fácil de los aprendizajes.
Hablamos también de aprendizaje por la consecuencia de las respuestas, porque se modula en
función del resultado de las acciones. El sujeto elige entre formas de comportamiento eficaces, que
retiene, y formas ineficaces, que desecha. Para efectuar esta elección, o dicho de otra manera, para
apreciar las consecuencias de su comportamiento, el individuo observa primero, en una situación
determinada el efecto producido por su respuesta comportamental. La información así recogida será la
guía de sus posteriores acciones. Si la consecuencia es el castigo evitará en el futro la repetición de
esta acción. Si al contrario obtiene algún beneficio esa respuesta comportamental se verá estimulada:
eso se llama refuerzo.
Abordamos ahora la noción de anticipación. En efecto el ser humano es capaz de prever las
consecuencias de sus respuestas comportamentales. Es decir, puede hacerse una representación
mental de sus consecuencias futuras. Esto interviene en las motivaciones del sujeto.
Tomemos un ejemplo que puede ilustrar este punto. Si esperas que tus compañeros de oficina te
feliciten cuando la emprendas contra uno de ellos (agresión verbal), quizá te sentirás envalentonado a
hacerlo. En todo caso, tu comportamiento se guiará por las consecuencias que eres capaz de prever.
Si al contrario, piensas que semejante comportamiento sólo te creará dificultades, probablemente
renunciarás a él. Imaginemos ahora que optas por la primera hipótesis y que se revela acertada: es
probable entones que las ventajas obtenidas refuercen tu tendencia a implicarte en este tipo de
comportamientos.
EL APRENDIZAJE POR LA OBSERVACIÓN.
Es evidente que si tuviéramos que aprenderlo todo mediante la experiencia, ese aprendizaje
sería largo y laborioso: deberíamos enfrentarnos a un número incalculable de situaciones para estar en
condiciones de integrar todos los comportamientos necesarios. Para ganar tiempo y energías, el ser
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humano observa cómo actúan los demás y se inspira en su ejemplo. La mayoría de los
comportamientos humanos se aprenden pues a partir de la observación, a través de un proceso de
modelado o modeling (entrenamiento).
Para que la observación deje sus huellas, intervienen, los procesos de retención que recurren a
la memoria. Los modelos de respuesta se memorizan por medio de una codificación simbólica en la
que las representaciones visuales y verbales desempeñan un papel preponderante. Un mecanismo de
evocación debe intervenir para que la memoria funcione en el momento requerido. La retención se ve
favorecida cuando el sujeto está expuesto de manera reiterativa a modelos agresivos.
El aprendizaje instrumental y el aprendizaje a través de la observación (entrenamiento) son
complementarios. Efectivamente, cuando se produce un comportamiento siempre es posible
equivocarse, de modo que el sujeto tendrá que efectuar sobre la marcha los ajustes pertinentes,
evaluando las respuestas para corregir los vicios de forma. Además para que esos comportamientos
aprendidos puedan llevarse a la práctica, es necesario todavía que se ponga en acción la motivación
del sujeto. Incluso aquí la evaluación de las consecuencias observadas influirá en la probabilidad de
aparición de tal o cual comportamiento.
BIOLOGÍA DE LA AGRESIVIDAD.
Ya hemos señalado el papel de la experiencia y la vivencia individuales en el funcionamiento
cerebral. Su repercusión es capital en la maduración funcional del cerebro. La amígdala cerebral, en
relación con otras estructuras del sistema límbico se halla particularmente implicada en estos procesos
gracias a los cuales una significación, en particular afectiva, se asocia a una información sensorial, en
relación con las huellas dejadas por la experiencia pasada. Así por ejemplo, la crianza muy precoz de
ratas pequeñas con ratones reduce a un 0 % la proporción de “ratas asesinas” en la edad adulta. A la
inversa, la lesión de la amígdala de ratas pequeñas criadas en esas condiciones eleva a un 70 % la
proporción de las que se revelan como “asesinas” en la edad adulta.
El papel de la experiencia, se ve, por tanto, aquí confirmado. Una vez que la situación
agresógena es percibida e interpretada con referencia a la vivencia anterior, el recurso al
comportamiento agresivo será tanto mas frecuente en la medida en que el individuo pueda asegurar su
valor instrumental. Volvemos a encontrarnos aquí con el proceso de refuerzo. Karli concluye con esto
que esta agresividad que no existía de forma innata, se volvió “rentable” gracias al estímulo de una
estructura cerebral, que vuelve placentera esta experiencia afectiva.
COGNICIONES Y AGRESIVIDAD.
El enfoque cognitivo se interesa por el procesamiento de la información. Los cognitivistas no
proponen una teoría específica de la agresividad, pero subrayan la intervención de procesos centrales
internos que se ponen en funcionamiento entre el estímulo y el comportamiento que el sujeto va a
adoptar como respuesta. La información que procede del exterior es procesada por el cerebro y
provocará una respuesta en el sujeto. Se trata aquí de una función adaptativa más que de una función
reguladora, como sucedía en el caso de las teorías del aprendizaje y en las hipótesis frustraciónagresión.
Como destaca Gabriel Moser, existen dos concepciones que especifican la intervención de los
procesos cognitivos: según la primera sólo se produce en determinadas condiciones; según la
segunda, los procesos cognitivos constituyen la piedra angular en la explicación de los
comportamientos agresivos.
Así se ilustra la tesis según la cual los procesos cognitivos intervienen en ciertas condiciones. El
sujeto los hace entrar en acción para apreciar no solo las situaciones nocivas, sino también la
respuesta agresiva correspondiente. Esto se efectúa en función de un “estado de alerta”, de un nivel
de excitación del organismo que sabe que un estado de excitación intermedio proporcionará las
condiciones optimas para valorar una situación y responder a ella. El sujeto adecuará su respuesta en
función de la valoración que haga de las intenciones de su agresor, no solo sobre el COSTO de su
acción sino también con base a consideraciones morales. Todos estos parámetros determinaran una
respuesta adaptada a la situación en la que el individuo esta implicado.
En cambio, si el nivel de excitación del sistema nervioso simpático es muy bajo o muy alto, no se
produce la intervención de los procesos cognitivos y tienen lugar comportamientos reactivos primarios
y respuestas inadaptadas, como la agresión hostil. Diversos autores han estudiado las interacciones
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entre los comportamientos agresivos y las capacidades cognitivas de un sujeto. Pudieron demostrar
que las dificultades intelectuales precoces predicen comportamientos agresivos, e inversamente, que
el recurso precoz a comportamientos agresivos culmina en un deficiente desarrollo intelectual.
PODER COERCITIVO Y COGNICIONES.
Algunos cognitivistas abandonan el termino “agresión” a cambio de “poder coercitivo”, es decir la
utilización de amenazas o castigos para convencer a la victima de que acceda a una demanda. Por
medio del poder coercitivo, el sujeto pretendería defenderse contra la intrusión del otro, alcanzar metas
exteriores y restablecer la simetría en una situación de interacción.
La agresión no es un comportamiento en si mismo para los cognitivistas. Un poder coercitivo
sólo se convierte en agresión si el observador y la victima lo identifican como intencional y como
transgresor de la norma. Para juzgar la legitimidad de un comportamiento en un contexto interaccional
y social determinado intervienen criterios sociales. Se habla en tal caso de códigos normativos, que
establecerían diferentes grados de equidad y no-equidad con respecto a papeles socialmente
definidos. Es por eso que mostramos una relativa tolerancia frente a la agresividad en determinadas
situaciones como el deporte y ciertas profesiones como la militar, las fuerzas de orden público, etc.
OBJETIVO.
El objetivo primordial es generar una escala del fenómeno timérico, en la que se puedan ubicar
de una manera práctica los procesos adyacentes a las emociones implicadas y los efectos que estas
tienen en las reacciones de los agentes involucrados en una situación de riesgo físico o mortal.
El siguiente trabajo se trata de lo que el policía hace o deja de hacer en una intervención policial;
en una situación cotidiana o en una situación extrema (cuando existe una amenaza física o riesgo de
muerte).
1. CARACTERISTICAS BIOPSICOSOCIALES DEL INDIVIDUO.
Los policías deben sobrevivir a incidentes físicos, pero también deben reducir los “Riesgos
Legales” que puedan llevarles a demandas civiles, acciones disciplinarias e incluso procesos penales.
Para entender como balancear estas dos similitudes contradictorias sobre los conceptos de
supervivencia física y legal, los policías tiene que entender que no esta en una proporción de 50 – 50;
ellos no quieren tener una pelea justa, pues saben que la pueden perder, y un abogado con malas
intenciones puede distorsionar sus acciones y explicaciones.
Los balances y actuaciones propias de los policías son la seguridad y la eficiencia; deben ser
capaces de controlar situaciones, pero no de ponerse en riesgo innecesario o al presunto en riesgo
irrazonable. Deberá usar únicamente la fuerza necesaria para controlar la situación.
Por otro lado, los policías pueden realizar un balance del presunto para determinar que nivel de
fuerza es razonable y necesario para someterle. Los presuntos son en realidad los únicos que dictan
las acciones de los policías.
Para justificar a los policías en el uso de fuerza, estos tienen que recordar la situación de
percepción que tuvieron en el momento del hecho, estas percepciones están basadas en sus
consignas, tales como: conocimientos especiales, entrenamiento formal y la existencia de políticas y
procedimientos institucionales, así como experiencias (prácticas pasadas).
Los policías deben tener una mejor comprensión de cómo y cuándo aplicar las tácticas de
defensa y sus técnicas. Aún más relevante, deben saber cómo defender y cómo usar fuerza cuando
son obligados a hacerlo. (Olvera, 2004)
Según la personalidad, hay individuos mucho más vulnerables que otros a los efectos del terror.
Pero toda resistencia personal tiene un límite. La insensibilidad al terror es algo inédito. La postura de
resistencia al terror se vuelve más firme cuando ha existido una preparación psíquica previa, cuando
se está a la expectativa ante el ataque o simplemente cuando se dispone de una información
orientativa sobre ello (Alonso, 1994)
ENTRENAMIENTO.
10
Para trabajar con el miedo y tener éxito necesitamos emplear tres estrategias consistente y
sincronizadamente:
1.
2.
3.
TOMA DE CONCIENCIA: reconocer y aceptar la sensación de miedo y cómo le afecta a
usted y a su trabajo. Reconocer de donde vienen el temor y admitir que frecuentemente
está relacionado con la defensa de su ego y de su orgullo.
GESTIÓN DEL MIEDO Y LA PRESIÓN: mantener el miedo y la presión a niveles
manejables a través de una buena actitud y el mejor uso de los recursos.
CONCENTRACIÓN: manejar las situaciones de alta presión a través de la concentración y
de las técnicas de canalización.
La gestión del miedo sigue siendo una ciencia joven, pero estamos haciendo importantes
progresos.
La ira se basa en el temor. La mayor parte de la ira, la tensión y el nerviosismo que
experimentamos en la vida es consecuencia del miedo – nuestra reacción ante el peligro – según
Robert E. Thayer, profesor de psicología de la Universidad Estatal de California, en Long Beach.
EL SISTEMA DE EMERGENCIA ANTE EL MIEDO.
El miedo de emergencia, es nuestra reacción automática ante una amenaza repentina, es capaz
de producir pequeños milagros, de salvarnos la vida o de desbaratar cualquier plan.
Por desgracia, a menudo nos negamos los beneficios del sistema de emergencia ante el miedo
porque no sabemos cómo aprovechar sus magníficos poderes. Lamentablemente, estamos
condicionados para pensar que todo lo que tiene que ver con el miedo ha de ser evitado a toda costa.
Lo que tenemos que hacer es mejorar la manera en que manejamos el miedo. Geoff Thompson,
experto en situaciones de crisis dice: “Tenemos que ayudar a la gente a superar sus limitaciones
formándoles acerca del miedo: como reconocerlo, entenderlo y por último, controlarlo y / o convertirlo
en nuestro aliado.
Cuando una amenaza es realmente seria, entonces puede que sintamos náuseas, temblores y
una súbita pérdida de confianza o poder. Por el contrario, si aceptamos bien esta reacción al miedo,
nos sentiremos física y mentalmente fuertes, dotados de un control total de la situación.
En su momento álgido, el sistema de emergencia ante el miedo produce una respuesta conocida
como de lucha o de huida. Entonces se activan todas las alarmas, incluidas hormonas como la
adrenalina (potente como el combustible de los cohetes) y la endorfina (un analgésico más activo que
la morfina). Cuando nos enfrentamos a situaciones de vida o muerte, de lucha o de huida, este sistema
nos ofrece una mayor fuerza, velocidad y concentración para ayudarnos a conservar la vida. Pero
nuestro cuerpo – mente no alcanza su estado más alto de activación ante cualquier amenaza. Si
puntuamos la respuesta del cuerpo – mente en una escala del 1 al 5, la lucha o la huida recibirán un 5,
mientras que una amenaza suave, como una reunión de negocios con un extraño, sólo merecerá un 1.
Claro está que la gente más tensa tenderá a dar respuestas más altas de lo normal ante las mismas
situaciones. Como veremos más adelante, también es posible elevar nuestro umbral de activación para
aprovechar los poderes que ésta otorga.
Algunas de las alarmas cuerpo- mente
Alarma 1:
Alarma 2:
Alarma 3:
Alarma 4:
Alarma 5:
Sistema nervioso de alerta.
Una llamada en plena noche.
Una discusión en el trabajo o en casa.
Una amenaza a nuestro ego o nuestro orgullo durante
una competencia o en el trabajo.
Una amenaza física o una amenaza extrema al ego o a la
autoestima.
Los primeros investigadores acuñaron el término “lucha o huida” porque creían que cuando nos
enfrentamos a una amenaza seria los animales y los seres humanos reaccionamos generalmente
luchando o huyendo. Se descubrió que existía otra manera de lidiar con las amenazas: paralizarse
para hacerse menos visible a los ojos del depredador. A esta reacción se le confunde muchas veces
con el pánico (y a veces sí lo es), pero esta paralización tienen su propia utilidad: nos da la oportunidad
11
de valorar diferentes opciones cuando nos enfrentamos al peligro (Fenómeno de sobresalto). Lucha,
huida y sobresalto.
El autor propone que existe una cuarta respuesta: fingir que se lucha, muchas veces
respondemos a las amenazas fingiendo que vamos a luchar aunque no tengamos la más mínima
intención de hacerlo. (Clarckson 2003 Pp. 24-28)
ESTRÉS: REACCIÓN ANTE LA AMENAZA Y EL DESAFÍO.
Se define formalmente como una respuesta ante los sucesos que amenazan o ponen en
conflicto a una persona (Feldman, 1999). Por ejemplo una serie acumulativa de pequeños o grandes
acontecimientos.
La vida está repleta de circunstancias y sucesos, conocidos como estímulos estresantes, que
representan amenazas a nuestro bienestar. Incluso los sucesos agradables, pueden producir estrés,
aunque los acontecimientos negativos tienen mayores consecuencias perjudiciales que los positivos
(Sarason, Jonson y Siegel, 1978; Brown y Mc Gill, 1989; en Feldman, 1999).
Todos enfrentamos situaciones de estrés en nuestras vidas. Algunos psicólogos de la salud
consideran que la vida cotidiana conlleva una serie de secuencias repetidas en las que percibimos
amenazas, consideramos formas de afrontarlas y por último nos adaptamos a ellas, con mayor o
menor éxito (Gatchel y Baum, 1983). A pesar que la adaptación suele ser mínima y que se produce sin
darnos cuenta, cuando el estrés es más severo o se prolonga por más tiempo, la adaptación precisa
de un esfuerzo mayor y es posible que origine respuestas fisiológicas y psicológicas que provoquen
problemas de salud (Feldman, 1999).
El estrés puede causar daño en muchas formas y tiene consecuencias biológicas y psicológicas.
El modelo del síndrome de adaptación general: el curso del estrés.
Los efectos del estrés han sido bien ilustrados por un modelo elaborado por Hans Selye, uno de
los principales teóricos del estrés. Este modelo, el síndrome de adaptación general (SAG), afirma
que siempre se produce el mismo conjunto de reacciones fisiológicas ante el estrés, sin importar cuál
sea su causa. Este modelo tiene tres etapas:
ESTIMULO ESTRESANTE
 ALARMA Y MOVILIZACIÓN: Enfrentarse al estimulo estresante.
 RESISTENCIA: Enfrentar el estrés y resistirse al estímulo estresante.
 AGOTAMIENTO: surgen consecuencias negativas del estrés (tales como la enfermedad)
cuando la resistencia no es la adecuada.
La naturaleza de los estímulos estresantes: mi estrés es tu placer.
El modelo del síndrome de adaptación general es útil para explicar las respuestas de las
personas ante el estrés, pero no es nada específico en cuanto a dilucidar que estímulos provocan
estrés a una determinada persona. Aunque cierto tipo de sucesos como la muerte de un ser querido o
la participación en combate durante una guerra son estímulos estresantes prácticamente universales,
otras situaciones pueden o no ser estresantes para una persona en particular (Fleming, Baum y
Singer, 1984; Lazarus y Cohen, 1977; Affleck, Tennen, Urrows eHiggins, 1994; en Feldman, 1999;
Cap. 9).
Lo anterior quiere decir que la situación será estresante en función de la percepción del
individuo en particular.
Para nuestro caso en el ambiente policiaco hay varios factores a considerar; entre ellos se
encuentran: muy importante considerar
12
ENTRENAMIENTO
LA PREPARACIÓN MENTAL DEL POLICÍA EN LAS INTERVENCIONES POLICIALES
Mª Dolores Pérez Bravo
Psicóloga del Grupo Táctico Policial GTP – Formación
Colegiada número CM 01017
E-mail: [email protected]
Algunos estudios empíricos han puesto de manifiesto que la emoción más experimentada por los
agentes de policía es el estrés (Pacheco, 2004).
De hecho, el trabajo del policía está fuertemente vinculado al estrés por dos razones
fundamentales:
a.
La mayoría de las veces, el policía desarrolla su profesión y su labor en un entorno
conflictivo y arriesgado, sobre todo, cuando debe actuar o intervenir en situaciones de
seguridad y atención ciudadana. En otras ocasiones, las intervenciones policiales
aparentemente resultan ser inofensivas pero pueden complicarse hasta convertirse en
situaciones críticas y peligrosas.
b.
Por otro lado, las herramientas de trabajo del policía _el arma, la defensa y/o bastón
policial_, generan o añaden un riesgo que puede considerarse como factor de estrés.
Por estas razones, es necesario que el agente de policía reúna una serie de requisitos o
condiciones que le ayuden a enfrentar con éxito cualquier tipo de situación estresante, crítica o
peligrosa que surja o pueda surgir en sus intervenciones policiales.
Estos requisitos hacen referencia a:

Mantener una perfecta condición física;

Disponer de una preparación y formación en tácticas policiales, así como, de una práctica
y un entrenamiento adecuados de las mismas;

Poseer una formación técnica de tiro policial y conocimientos sobre el propio arma,
además, de que ésta sea lo suficientemente eficaz;

Por último, y no por ello menor importante, conseguir una perfecta condición psicológica y
un adecuado control mental sobre situaciones estresantes.
FACTORES DE RIESGO Y FACTORES DE PROTECCIÓN DEL POLICÍA.
Los principales factores de riesgo a los que el agente de policía debe hacer frente en una
situación crítica, que pueda ocurrir en una determinada intervención policial, son las consecuencias y
los efectos que produce, a nivel fisiológico, cognitivo y conductual, la activación corporal producida por
el estrés.
CONSECUENCIAS FISIOLÓGICAS, COGNITIVAS Y CONDUCTUALES.
Consecuencias conductuales: Estilos de afrontamiento inadecuados










Ataque o lucha mediante el uso incontrolado de la fuerza física y una posterior disminución
del rendimiento por el agotamiento y desgaste corporal.
Huída mediante la evitación o negación de la amenaza.
Paralización por el miedo, indefensión, desesperanza, fatalismo, mediante sentimientos
que revelan el verse superado por la amenaza.
Consecuencias cognitivas
Distracción del pensamiento;
Pérdida de la capacidad analítica del pensamiento o “pensamiento bloqueado”.
Pérdida de memoria;
Pensamientos de distracción intrusiva.
Consecuencias físicas
Distorsiones sensoriales, visuales y auditivas: Alteraciones temporales y alteraciones en la
sensibilidad corporal; “Exclusión auditoria” o disminución auditiva; “Efecto túnel” o
13



focalización de la atención, producida por cambios en la agudeza visual y pérdida de la
visión periférica.
Amnea o incapacidad para hablar en los primeros instantes de las situaciones de estrés;
Expresiones faciales de miedo;
Pérdida de las habilidades motoras.
A pesar de ello, el policía cuenta con un potente factor de protección para poder minimizar
dichas consecuencias y efectos: la preparación mental o psicológica ante situaciones de crisis. Esta
preparación mental consiste principalmente en que el policía:
2.
3.
4.
Tenga conocimientos sobre las consecuencias y los efectos que produce el estrés en su
propio cuerpo;
Reconozca y sea consciente de las propias reacciones en una situación de estrés;
Entrene algunas técnicas psicológicas básicas y efectivas que le ayuden a mejorar el
control mental en este tipo de situaciones.
Por tanto, se podría establecer una “pirámide en entrenamiento psicológico del policía” en la que
el agente debe aprender a entrenar las técnicas psicológicas de relajación y respiración, de
visualización e imaginación, y de concentración. De forma que, realizando previamente ejercicios de
relajación y respiración, el policía puede mejorar el control de la propia activación fisiológica producida
en una situación de estrés. Además de que con los ejercicios de visualización, que consisten en
imaginar con el pensamiento las posibles situaciones a las que se puede tener que enfrentar, para
analizar y buscar las mejores soluciones o alternativas para resolverlas, el agente de policía consigue
mejorar la velocidad de reacción e improvisación de respuestas adecuadas y puede adaptarse con
mayor facilidad a situaciones de gran presión psicológica.
Como complemento al entrenamiento de los ejercicios nombrados, cabe destacar la importancia
de conjugarlos con la realización de simulaciones o “role-playing” de situaciones de crisis en las que se
genere un elevado nivel de estrés. De esta forma, se consigue adquirir, de una forma más controlada,
determinadas experiencias reales de afrontamiento al estrés.
Sin embargo, estas simulaciones deben realizarse de forma gradual, de menor a mayor
dificultad, para evitar en el policía un desbordamiento emocional o un posible “trauma” por la
adquisición de algún miedo.
CONCLUSIONES
El agente de policía debe estar preparado psicológicamente para enfrentarse a cualquier
situación de estrés que se produzca en sus intervenciones policiales. De hecho, el policía que cuente
con una adecuada preparación mental estará en una posición más óptima y ventajosa para afrontar el
estrés de la intervención policial que otro agente cuya preparación mental sea inferior o menos
adecuada. Por ello, todo policía debería ser consciente de esta necesidad y debería fomentar su
entrenamiento mental para mejorar su desempeño profesional.
Todas las víctimas de una acción criminal violenta, súbita, inesperada, responden
inicialmente con un pequeño shock acompañado de sensaciones de irrealidad e incredulidad.
Esta primera fase es la fase de negación. Es cuando algunas veces el criminal tiene que insistir
en la seriedad de sus propósitos para imponerse en un ambiente incrédulo.
La negación es una reacción al peligro externo, equivalente al mecanismo de la represión
utilizado frente al peligro interno, representado, por ejemplo, por un poderoso estímulo
instintual. En esta fase se paralizan las defensas del sujeto.
Cuando se trata de una persona amenazada que vive en guardia, la defensa se produce
con mucho mayor celeridad y en una forma más adecuada. Conocemos casos en los que la
salvación de la vida se debió a una reacción muy rápida de huida o de defensa, cimentada
sobre la mentalización previa.
La segunda fase, cuando la negación queda rebasada por imponerse la aplastante
realidad, y la reacción canalizada por el sentido de realidad del sujeto se traduce en una especie
14
de espanto (sentimiento o una emoción timérica, particularmente el miedo, el temor, el terror y
el pánico o el espanto).
Después de un periodo de tiempo que varía mucho según la personalidad de la víctima,
comienza la tercera fase, en la que la conducta está marcada por la depresión traumática, en forma de
apatía y resignación, irratibilidad, insomnio, pesadillas, tendencias a la autoacusación y elaboración de
las incidencias traumáticas mediante producciones de la fantasía. Según el modelo de personalidad
presente, tal conducta puede volverse aún más intensa y dependiente o, por el contrario, diluirse en la
contestación hostil y agresiva (Alonso, 1994) pp. 296.
Finalmente, en la cuarta fase o fase de resolución del conflicto y de la integración psíquica
impera la actitud vigilante y el empleo de las defensas pertinentes para minimizar las consecuencias y
prevenir la posible incidencia de situaciones de victimización. Es muy frecuente entonces entregarse a
revisar los valores y las actitudes mantenidas y experimentar cambios afectivos, que oscilan entre los
sentimientos de rabia e injusticia y la reclamación de reparaciones o de venganza.
ALTERACIONES PSÍQUICAS Y SECUELAS PRODUCIDAS POR EL TERRORISMO.
Sus alteraciones toman formas diversas: reacciones de ansiedad, cuadros confusionales
(conciencia crepuscular u obnubilada), estados paranoides o alucinatorios, trastornos psicosomáticos y
estados depresivos.
Los cuadros de confusión mental suelen recuperarse en el curso de algunas semanas, si bien
con frecuencia dejan entonces paso a trastornos más persistentes como la neurosis traumática, la
alteración de la personalidad o el estado depresivo. Entre los mecanismos más eficaces para afrontar.
El acontecimiento traumático figuran las tendencias al aislamiento y evitación del trauma, para lo cual
resulta conveniente introducirse con la mayor profundidad posible en la situación presente, a la vez
que se pierde conexión con el pasado traumático. Algunos traumatizados psíquicos no son capaces de
recordar los sueños. Otra forma de adaptación más difícil de seguir que la anterior y sólo válida para
una personalidad muy firme y bien integrada, es el afrontamiento del trauma de un modo habitual para
superarlo mediante una especie de conducta contrafóbica.
Entre las victimas del terrorismo los comportamientos más anomalos de todos se producen en
forma de actos suicidas, muchas veces anunciados por fantasías autodestructoras, y manifestaciones
de violencia contra otras personas.
El cuadro psicopatológico más extendido entre las victimas del terrorismo, se aglutina en torno al
núcleo de ansiedad. La víctima se siente totalmente indefensa ante el peligro inminente y con
incapacidad de escapar. Esta ansiedad aguda suele acompañarse de otros síntomas psíquicos
reclutados entre los siguientes: conciencia ofuscada o reducida, conducta de inmovilidad
(sobrecogimiento) o de inquietud (sobresalto), acumulación de temores, disociación del pensamiento y
regresión a la infancia. También son frecuentes algunos de estos síntomas somáticos: astenia,
cefaleas, ruidos de oídos, oscurecimiento visual, temblores, vómitos, descargas diarreicas, polaquiuria
(micciones frecuentes), lipotimia, mareos y crisis sincopal. Pp. 299.
La secuela psíquica que queda con mayor frecuencia en las acciones breves intensas (el abuso
sexual, el atentado y el ataque), es la neurosis traumática, cuadro hoy más conocido como síndrome
del estrés postraumático. Su instauración no guarda proporcionalidad con la intensidad de la reacción
inicial. Se trata de un cuadro psicovegetativo en el que se combinan los trastornos afectivos en forma
de ansiedad, irritabilidad y cambios de humor bruscos e injustificados con temores fóbicos, falta de
concentración, fallos de memoria, síntomas somáticos neurasteniformes (dolores en diferentes partes
del cuerpo, mareos, vértigos, zumbidos de oídos, etc.) y trastornos vegetativos que afectan el sueño
(insomnio, pesadillas), la alimentación (anorexia o bulimia) y la sexualidad (falta de interés o de
capacidad) Pp. 299.
El conflicto psíquico responsable del cuadro clínico se halla reprimido en el inconsciente. A lo
largo del día, el acontecimiento traumático deja notar su presencia en forma de pensamientos,
temores, y fantasmas, algunas veces en una forma inmediata, como si fuera una repetición del trauma,
fenómeno llamado reviviscencia. La gran tensión emocional interna acumulada entorno al trauma
impide en unas ocasiones conciliar el sueño o hacer un sueño continuado.
15
La neurosis traumática se muestra así como un cuadro clínico ansioso en el que domina el tema
traumático, situado en el primer plano de la conciencia y escoltado por una serie de síntomas psíquicos
y somáticos funcionales compartidos con las modalidades de neurosis común.
El sujeto que ha pasado por una vivencia o una situación de temor experimenta una severa
constricción de la personalidad en el 20% de los casos. Se trata de un cambio reductor, sumamente
empobrecedor, en el conjunto de la vida psíquica, y traducido sobre todo en rigidez afectiva,
disociación entre los hechos y las emociones, y tendencia al aislamiento social. El sujeto no suele
advertir su transformación. Los demás si lo advierten y les resulta desagradable. En consecuencia, se
producen problemas sociales y familiares en las relaciones interpersonales, que se extienden desde la
pérdida de amigos hasta la quiebra del vínculo de pareja, y problemas en el trabajo, desde la
insatisfacción hasta la inestabilidad y la degradación laborales.
El rasgo psíquico predominante oscila en unos casos a otros entre el temor a muchas
situaciones y objetos, la desconfianza un tanto paranoide, la irritabilidad con falta de autocontrol y
sobre todo la alexitimia o incapacidad para expresar verbalmente las emociones propias (Alonso,
1994) Pp. 300.
Los rasgos de la personalidad constreñida por un golpe de terror, personalidad postraumática
podríamos decir, se asocian con cierta frecuencia con los síntomas de la neurosis traumática. El
resultado es que el sujeto afecto por este cuadro mixto se vuelve un sufridor más profundo y pertinaz y
una persona más limitada para las relaciones interpersonales, con una vida psíquica continuamente
dominada por la experiencia traumática tanto en los momentos de reflexión como en le curso de la
conversación. El dominio del tema traumático alcanza un grado extremo.
Cuando esta mutación postraumática de la personalidad se rige por la desconfianza,
sobrevienen con frecuencia elementos de la serie paranoide, sea un esbozo, en forma de una
tendencia a sobrevalorar la falta de interés o de estimación de los demás por él.
Los trastornos psicosomáticos que más a menudo acometen a las victimas del terrorismo se
localizan en el aparato digestivo y en el sistema cardiocirculatorio. En el sector digestivo, las
psicosomatosis postraumáticas más frecuentes son la úlcera de estomago o de duodeno y el colon
espástico o irritable. En el sector cardiocirculatorio, la enfermedad coronaria verdadera o aparente y la
hipertensión arterial. Entre ellos sobresalen los cuadros alérgicos y los ataques de jaqueca.
La acción depresógena de las experiencias de terror se despliega por varios canales: en primer
lugar, la tensión del estrés agudo o crónico, promotor de agotamiento emocional; en segundo término,
el recorte impuesto a las relaciones interpersonales por la propia experiencia traumático o por
consecuencias; en tercer lugar, el cambio de hábitos y costumbres ocasionado por el trauma o por sus
efectos.
Estas depresiones postraumáticas pertenecen al género de las depresiones situacionales o
depresiones condicionadas por una situación. Las llamamos “depresiones endosituativas” (Alonso,
1994. Pp. 301)
La acción psicopatológica inducida por un acontecimiento de violencia cobra su grado máximo
entre los sobrevivientes de un intento de asesinato, los lesionados físicos, los torturados, los
secuestrados y los alcanzados por la explosión de una bomba.
MANEJO DE SITUACIONES ESPECIALES.
Un conjunto integrado de actos individuales conexos, que afectan el orden público, constituye
una situación especial para la policía, lo cual conlleva que a veces se creen al interior cuerpos también
especiales para el manejo de estos fenómenos, que ya han trascendido los clásicos motivos del
policía.
¿Cuál debe ser el comportamiento y el manejo táctico de la policía frente a algunas situaciones
especiales que se presentan hoy, incrementadas en proporciones geométricas, tal como la hostilidad
16
inter – grupos, la subversión, la criminalidad organizada, el terrorismo, las calamidades públicas, los
procesos electorales, la prestación de los servicios públicos, etc.?
Ninguna ciencia o arte (la táctica, por ejemplo) tiene la panacea para resolver, de igual manera,
todas las situaciones que se dan e el transcurrir del tiempo, por similares que tales situaciones sean y,
aunque, en algunas ocasiones, tengan idénticas motivaciones y parecidos fines.
6.1 PROCEDIMIENTOS DE APREHENSIÓN
6.1.1 TÉCNICAS DE LAS DETENCIONES.
De acuerdo con los principios anteriores, el agente debe conservar un tacto especial, un aplomo
y serenidad únicos. Su valor esta entonces a prueba. Su sigilo debe ser el máximo. Primero, desarmar
al delincuente, registrarlo escrupulosamente, antes de conducirlo, y luego, si es necesario y ofrece
resistencia, intimidarlo y ponerle esposas. No todos los delincuentes son asesinos, pero un delincuente
con miedo puede ser el criminal más peligroso. Si el policía siente miedo, puede ser también más
peligroso que el más violento y arbitrario. Un buen agente no maltratará al individuo ya aprehendido.
Cuando la policía envía un delincuente a la cárcel, no debe guardar animosidad personal contra
él.
En el seguimiento de una banda de delincuentes, la policía no debe dormir, aun cuando éstos sí
duerman. Jamás es permitido que la policía maltrate a los delincuentes para que confiesen. Basta con
ganarse la admiración del detenido y darle buen trato.
El ciudadano.
2.2 LA POLICÍA ANTE EL INDIVIDUO.
La policía, al intervenir ante el ser humano, inicialmente lo ve como una silueta igual para todos
los casos. Posteriormente, a medida que vaya siendo conocedora de las características, lazos
especiales, hábitos, gustos, sentimientos del individuo con el cual interviene, se va formando el
concepto de la manera más indicada para ayudarlo. Antiguamente, los policías veían a los individuos
sólo por la contextura física o por la posición social (más por el vestido y el cuerpo, que por el alma).
Las personas son cada día más inteligentes y cultas. Esto ha ocasionado que tanto los
delincuentes como los ciudadanos, empleen preferencialmente el recurso de la inteligencia, el manejo
de la información y el ingenio para cumplir sus fines. De la misma de la manera el policía ha dejado de
ser sinónimo de fuerza bruta, agresividad, para tomar una función pedagógica y preventiva basada en
la reflexión, el conocimiento y el estudio de las ciencias del comportamiento, sociales y económicas,
que permiten entender y predecir las reacciones de los ciudadanos.
Por eso se ha desarrollado el concepto de seguridad blanca, inteligente o de bajo perfil utilizado
con óptimos resultados por la seguridad privada, opuesto al concepto de seguridad dura, negra o de
hierro, utilizada por grupos de choque, compuesto por individuos estilo “rambo”.
Nacen entonces dos perfiles tanto del ciudadano como del policía. Para la seguridad dura el
ciudadano “civil” es un adversario, un delincuente en potencia, un individuo peligroso, irrespetuoso de
la autoridad que hay que reprimir y castigar, al cual reprime con la fuerza y el temor.
Para la seguridad blanca, el ciudadano es ante todo una persona, con sus derechos, deberes y
cuyo comportamiento puede ser explicado y orientado, conociendo las leyes que rigen la psicología y
la sociología. Por tanto, hoy el policía debe ser un experto en el manejo práctico de las ciencias del
comportamiento.
(La Rotta Pp. 88).
2. 2. 4. OBSERVACIÓN DEL SER HUMANO.
En materia policiva “ver” es sinónimo de “percibir”, “observar”, “analizar”,”penetrar” en una
actitud, hasta el punto de que pueda trasladar lo que es objetivo y externo al policía, a su propio mundo
subjetivo.
17
La observación policial de un sujeto que por circunstancias delictuales, por simple peligrosidad
social o por prevención, haya habido necesidad de retener, para que luego el juez competente le
aplique las medidas correspondientes, debe ser con todo el respeto necesario, evitando desagrado por
respuestas u opiniones no gratas o que simplemente no estén de acuerdo con nuestro modo de
pensar.
De manera que la observación no sea llana, simple o pasajera, como se dice corrientemente,
externa, sino la más objetiva ahondando en las causas que motivan el hecho que se investiga o que se
presume. El policía debe ver más rápidamente con la mente que con el ojo; más con la memoria, con
la mente, con el conocimiento del pasado, pero con un pasado neutro, limpio de la influencia de los
sentimientos de culpabilidad, odio y rencor acumulados; para tener la sensibilidad y poder “ver”, el
pasado debe estar apaciguado, sin prevenciones ni prejuicios.
Al analizar una persona, deben tenerse en cuenta factores biológicos, psicológicos y sociológicos
que merecen particular atención (La Rotta Pp. 91-92).
AGRESIVIDAD REACTIVA, EXPRESIVA Y ESPONTÁNEA.
En el mundo psicológico hay un tipo especial de experiencias que se distinguen por activar
frecuentemente los comportamientos agresivos: son las frustraciones.
La relación proporcional entre agresividad y frustración varía mucho de unos sujetos a
otros. Es como si hubiese un coeficiente individual para transformar la frustración en
agresividad. Este coeficiente oscila a través de una gama sumamente amplia: en sus grados
más altos rige el traducir en comportamientos agresivos incluso frustraciones mínimas,
mientras que en sus grados más bajos, permite resistir o superar profundas frustraciones sin
apelar a la agresividad.
El valor de este dato llamado coeficiente de agresividad, depende sobre todo de las experiencias
infantiles precoces y del tipo de educación recibida. Uno de los parámetros pedagógicos que muy
pocas veces se toma en consideración es el de entrenamiento o educación formativa para tolerar
adecuadamente las frustraciones implicadas en la vida.
Además de la agresividad reactiva a las frustraciones, al temor a la impotencia o a las
amenazas, existe la agresividad expresiva donde se manifiestan la cólera, la ira, el odio, la
envidia, la venganza, los celos y otras emociones o sentimientos destructores, y la agresividad
espontánea, que se dispara automáticamente ante ciertos agentes o estímulos propios, mas o
menos igual que ocurre con la sexualidad y con la huida, y que funciona al servicio del impulso
de autoafirmación individual, tratando de proteger la integridad física y la dignidad de la
persona. (Alonso – Fernández Pp. 53-54).
LOS TRES CAUCES DE LA AGRESIVIDAD:
El reactivo,
El expresivo y
El espontáneo,
Más acentuadamente por el segundo de ellos, se ha incrementado la agresividad en los últimos
tiempos.
Es cierto que en las últimas décadas se han multiplicado especialmente las frustraciones y las
necesidades individuales, pero sobre todo las emociones malignas y violentas, la fuente de la
agresividad expresiva.
La agresividad expresiva se distingue como la forma de agresividad más nítida y
autónoma de las tres, como el origen de los comportamientos más destructivos, los que buscan
producir dolor y sufrimiento, heridas y exterminio.
La agresividad espontánea y la reactiva se combinan entre si con cierta frecuencia.
Ambas tratan de defender al sujeto contra los peligros de la vida.
18
Tienen una esencia evidentemente defensiva pero con mucha frecuencia como refiere
Mitscherlich, estas tendencias agresivas de carácter defensivo sufren una distorsión vivencial
interna de tipo paranoide impuesta por los mecanismos psicológicos defensivos de la
personalidad puestos en marcha por la actitud de alarma.
La realidad queda deformada al ser sometida a una elaboración paranoide dictada por el
temor y, como consecuencia de ello, se mezclan la agresividad defensiva necesaria para
dominar las amenazas y los riesgos de la vida con la puesta en marcha progresiva de una
agresividad especialmente anómala y violenta.
Muchas veces es determinable cual es el elemento más fuerte y primario en los
comportamientos agresivos, quedando la duda planteada entre si se trata de la intolerancia a una
frustración, la reacción a una agresión recibida o a una amenaza, o la proyección de potenciales
agresivos propios promovidos por la desconfianza u otro sentimiento destructivo.
Una explosión agresiva
en una situación amenazadora puede deberse al miedo
desenfrenado e incontrolable, a las fantasías de ira o enfado relacionadas con la situación, a un
comportamiento instintivo de defensa o a una mezcla de dos o tres clases de elementos.
(Alonso – Fernández Pp. 55).
La sistemática de las fuentes de violencia en la sociedad actual se concreta en cuatro órdenes:
Los factores individuales, cuyo conjunto podría ser descrito como la nueva mentalidad
burguesa, destacan los siguientes agentes de violencia: el hedonismo corporal, el egotismo
narcisista con hipertrofia del impulso de autoafirmación y del individualismo insolidario, la
crisis de valores con predominio de los afanes de poder, prestigio y lucro (factores
determinantes de la violencia), la falta de tiempo, la prisa y el consumo de drogas.
Los factores interpersonales de violencia que sobresalen hoy son los siguientes: el
descenso de la comunicación, los sentimientos de rivalidad y de competencia, como trama
interindividual y la crisis de la familia.
Los factores sociales que ejercen una mayor presión determinante en el sentido de la
violencia pueden ser enumerados así: la anomia, la organización social inmovilizada desde
hace siglos, el patriarcado machista, el paro laboral.
Y finalmente los factores ambientales que son los más importantes en cuanto a fuentes de
violencia son la ruptura con la naturaleza, la sustitución de esta por un metacosmos artificial, el
imperio de la burocracia, la defectuosa aplicación de la tecnología (equipo policiaco mal
empleado), el gran desarrollo de la industria del armamento, la conversión de las calles en una
selva de automóviles, el influjo de la televisión y de otros medios informativos, la sobrecarga de
estímulos y ruidos, la proliferación pornográfica y la escasez de espacio. (Alonso – Fernández
Pp. 63-64).
MARGINACIÓN Y DROGAS.
La actual sociedad facilita la caída de las gentes en la marginación y esta situación es una fuente
tremenda de violencia contra los demás, puede hablarse de una subcultura de la violencia. Este medio
integrado en su mayor parte por las clases económicas inferiores, se halla regido por una serie de
valores, actitudes y creencias entre las cuales figura el uso de la agresión física como un estilo de
interacción personal y un recurso para solucionar problemas. Desde la infancia el uso de la violencia
es permitido e incluso estimulado.
Tal subcultura de violencia pervive porque se va transmitiendo de generación en generación y
con frecuencia su trama se vuelve más criminógena con el uso de las drogas.
Las drogas mas criminogenas son los productos morfinices (coca). Su consumo habitual
conduce a la constitución de un mundo nirvanico donde la somnolencia o apatía relacionadas con la
añoranza de una vida mejor alternan con momentos de impulsividad agresiva de una intensidad
extraordinaria.
19
Entre las drogas que excitan la agresividad sobresalen también las anfetaminas y el alcohol. Las
anfetaminas estimulan la resistencia a la fatiga, el ritmo psíquico y las conductas violentas. Bajo su
impacto el pensamiento se desordena, la conciencia se nubla u oscurece y el comportamiento se
vuelve mas impreciso y amenazador contra los demás.
El alcohol libera la agresividad mediante la inhibición de las estructuras cerebrales superiores,
una de cuyas funciones consiste precisamente en controlar las vías transmisoras de la agresividad.
(Alonso-Fernández; Pp. 74).
ENTRENAMIENTO
La comunicación con el enemigo ha servido muchas veces para neutralizar la tensión de
hostilidad entre ambos formando el contrapunto de la violencia.
La defensa a nivel individual trata, sobre todo, de evitar las experiencias agresivas incontroladas.
La agresividad expresada de forma incontrolada se acentúa progresivamente conduce a posturas
sadistas. Mediante su control se le da salida orientada en lo posible como agresividad constructiva.
Si se pretende que la lucha individual contra la agresividad alcance mayor profundidad, debe ser
vivida como un esfuerzo por controlar el Caín que todos llevamos dentro. Para conseguir un
autocontrol suficiente, puede encontrarse gran ayuda en las técnicas de relajación, en la terapia
cognitiva (basada en que el cambio de pensamiento hacia un cauce más racional cambia los
sentimientos y la conducta) y distintos medios de terapia de grupo.
La sublimación de la agresividad se produce a través del trabajo, la creatividad y el deporte y lo
ideal es que tal sublimación se atenga al plan de vida prescrito por el proyecto elegido personalmente.
El tratamiento precoz de la amplia gama de alteraciones psíquicas que incrementan la agresividad
individual y la malignizan representa un medio importante en la lucha contra la violencia y la profilaxis
del crimen.
La ansiedad es una variante de la angustia, que se distingue de esta por su mayor proximidad al
pánico, por lo que el sujeto experimenta así mismo que cualquier cosa terrible puede pasarle de un
momento a otro. Mientras que la amenaza proviene en la angustia de la muerte, la responsabilidad el
pecado etc. en la ansiedad priva la zozobra: “cualquier cosa me puede pasar en cualquier momento”.
Como consecuencia de los sentimientos y emociones timéricos se pueden desencadenar
crisis de angustia neurótica o reacciones de ansiedad paranoide. La angustia normal se
contrapone a todos los demás fenómenos de la serie timérica como si fuera un escudo contra
ellos. Y a su vez cuando el sujeto previamente afectado por angustia es presa de miedo reactivo
o de angustia neurótica, dicho en términos generales, aquella no solo se diluye, sino que se
degrada y al perder sus cualidades específicas, se incorpora al sufrimiento afectivo del sujeto
propio de una situación terrorífica o de una neurosis angustiosa y en ocasiones lo refuerza
(Alonso-Fernández; Pp. 89).
Las emociones y sentimientos timéricos son incompatibles, a partir de cierto grado, con la
lucidez de la conciencia. Una conciencia es lucida cuando permite al sujeto percatarse con
suficiente claridad de las cosas que acontecen en su vida mental y en la realidad que le
circunda.
La falta de lucidez, inducida aquí por una experiencia timérica, deja al sujeto a merced de
los contenidos mentales que hacen irrupción en su interior, generalmente en consonancia con
la índole del afecto que ha conmocionado la conciencia desviándola del sendero de la claridad
hacia la obnubilación.
Una conciencia timérica es una conciencia a la vez ofuscada u obnubilada, una conciencia
de contenidos oscuros, desordenados e inaccesibles en una amplia medida al control del
sujeto.
La conciencia propia del terror autentico y del miedo pánico es una conciencia alterada
por la obnubilación y el estrechamiento crepuscular, que no ofrece condiciones suficientes
para pensar y actuar racionalmente y resistirse a los influjos irracionales de la violencia.
20
REFERENCIAS
Alonso – Fernández, F. Psicología Del Terrorismo: La personalidad del terrorista y la patología
de sus victimas. Masson – Salvat. 1994. España.
Feldman, Robert S. (1999) Psicología. Con aplicaciones a países de habla hispana. México. Mc.
Graw Hill. Cáp.9.
Olvera, Alan V. Al filo de la muerte: Mantener control. Fundación Frederick Olvera, A. C. 2004.
pp. 50.
Clarckson, Michael. Intelligent Fear. Key Porter Books Limited, Toronto Canada. 2002. (trad.
cast.: Miedo inteligente. (Cómo aprovechar la tensión que generan las situaciones de riesgo), España,
Paidos, 2003. Introducción, Cap. 15; Cap. 18; Cap. 19.
Zaczyk, Christian. L’ agressivité au quotidiene. Bayard Éditions, Paris. 1998. (trad.cast.: La
agresividad (Comprenderla y Evitarla), España, Paidos, 2002. Cap. 1; Cap. 3; Cap. 4.
Feldman, Robert S. (1999) Psicología. Con aplicaciones a países de habla hispana. México. Mc.
Graw Hill. Cáp.9.
La Rotta Bautista Luis E. Estrategia Y Táctica Policial. Recopilación y apuntes. Plaza & Janes
Editores. Colombia. 1990.
Marina J.A. y Penas M.L., Diccionario de los sentimientos, ed. Anagrama, 1999 ISBN 84-3396691-X.
Diccionario ideológico de la Real Academia Española, Ed. Gustavo Gili, 1997 ISBN 84-252-01268.
Márquez A. Jorge L.: Sistemas de guerra Psicológica. Guerra Psicológica, Quality Data S.A.
Lima Perú. 2001.
-http://www.cdc.gov/spanish/niosh/docs/99-101sp.html).
21
¡Error!
Directa: golpes y heridas
Física
Indirecta: golpes a un
sustituto de la victima
Agresión activa
Directa: insultos
Verba
l
Indirecta: murmuración
Directa: impedir un
comportamiento
Física
Indirecta: rechazo a participar
En un comportamiento
Agresión pasiva
Directa: negativa a hablar
Verba
l
Indirecta: negativa a
conformarse
EL MIEDO Y EL ESTRÉS.
ESTRÉS Y MIEDO.
ESTRÉS DE COMBATE.
MANEJO DEL ESTRÉS DE COMBATE.
EFECTOS POSTERIORES.
DESORDEN DEL ESTRÉS TRAUMATICO.
Al miedo lo podemos definir como una reacción automática, a una amenaza percibida, que
resulta en una respuesta física, emocional, perceptual y cognoscitiva predecible, por parte del
organismo implicado.
Al miedo se le ha llamado entre otras cosas “debilidad” o “cobardía”, significado para unos la
aparición de algo espantoso, que los saca de balance y los destruye. En realidad hay que considerarlo
como un regalo de la naturaleza que nos ayuda a mantenernos vivos. Es una herramienta poderosa,
que al igual que un arma de fuego nos ayuda a sobrevivir.
Para utilizarlo adecuadamente y sobrevivir, es necesario conocerlos, Aceptarlo y dominarlo. Esta
respuesta es necesario entenderla, no solo en relación a la sobrevivencia física, sino a la sobrevivencia
jurídica y psicológica.
La sensación del miedo se asocia directamente con la respuesta corporal denominada estrés
agudo, también conocido como estrés de combate, es una respuesta atávica, fruto de la evolución,
desarrollada naturalmente hace miles de años por los mamíferos, para ser utilizada como herramienta
de sobrevivencia.
22
¿Que es el estrés? Hans Seyle lo definió originalmente como, Respuesta no especifica del
organismo ante cualquier demanda que se le imponga”
Esta respuesta es una reacción adaptativa del organismo, que puede ser de tipo psicológico
(mental) o fisiológico (física - orgánica) ante la demanda del agente que la produce (estresor) también
se le conoce como Síndrome General de Adaptación.
El estrés o síndrome general de adaptación, presenta las siguientes fases:



Fase de Alarma. Ante la aparición de un peligro o estresor se produce una reacción de
alarma durante la cual cae la resistencia por debajo de su nivel normal.
En esta etapa, todos los procesos que se producen son reacciones encaminadas a
preparar el organismo para enfrentar una situación conflictiva, realizando una tarea o
esfuerzo.
En esta primera fase se produce la la actividad del eje hipófisis suprarrenales, con la
liberación un cóctel hormonal, lo que produce una serie de síntomas y signos siempre
iguales, pero dependiendo de la situación, de mayor o menor intensidad.
Fase de Resistencia o adaptación. En esta etapa de organismo intenta superar, afrontar
o adaptarse a la presencia de los factores que perciben como una amenaza, por lo que:

Se normalizan los niveles de cortiCOSTOroides, y

Tiene lugar la desaparición de sintomatología.
Fase de Agotamiento. Ocurre cuando la agresión se repite con frecuencia o es de larga
duración, y cuando los recursos de la persona para conseguir un nivel de adaptación no
son suficientes produciéndose:

Alteración tisular.

Aparicion de Psicologías psicosomáticas.
El estrés se clasifica en:


Eutres o estrés positivo.
Distress o estrés negativo.
El estrés obedece a un estresor que mantiene la mente abierta y creativa, y prepara al cuerpo y
mente para una función optima. La persona afectada por este tipo de estrés es creativa y motivada.
Por lo tanto el eutrés es beneficio para la persona, por lo que produce mejoramiento del nivel de
conocimientos, ejecución de tareas etc.
El distrés es producto de la presencia de estresares negativos, como un mal ambiente laboral,
problemas económicos, familiares, peligro de sufrir lesiones o perder la vida, etcétera, Si se mantiene
durante mucho tiempo, produce desequilibrios fisiológicos y sicológicos que producen una baja en la
productividad laboral, aparición de enfermedades psicosomáticas etcetera.
Debemos considerar que un mismo estresor puede ser positivo para una persona y negativo
para otra.
En este caso se pueden definir tres tipos de estrés:
1.
Estrés crónico, que por sus características puede ser llamado eutrés o distréss.
2.
Estrés agudo o de combate.
3.
Estrés postraumático o desorden de estrés postraumático.
ESTRESS DE COMBATE.
El estrés agudo o de combate se manifiesta en forma de miedo, sentimiento que se deriva de
percibir una situación que pone en peligro nuestra vida, Los cambios físicos que se presentan al sentir
miedo, se deben a la estimulación automática del Sistema Nervioso Autónomo. S.N.A.
El S.N.A. controla la capacidad de respuesta automática del cuerpo, lo que nos permite estar
listos para la acción, a fin de tener la capacidad de sobrevivir en estados de emergencias repentinos y
que ponen en peligro la integridad física y nuestra vida.
Se debe recordar que por otra parte, el Sistema Nervioso Central S.N.C. se encarga de regular
las funciones concientes del individuo, en el caso de una emergencia su acción es muy lenta.
El S.N.A. se compone de:
23


Sistema Nervioso Parasimpático S.N.P. se encarga de controlar los estados de baja
estimulación, situaciones de ausencia de riesgo y del funcionamiento automático rutinario
del organismo, como mantener la presión sanguínea.
Sistema Nervioso Simpatico. S.N.S. Es El que se encarga de manejar los estados de alta
estimulación, ya sea que exista una situación estimulante (excitación) bajo control
Paracaidismo, deportes extremos etc,) o una situación peligrosa (miedo, pánico), que nos
puede dañar (agresión armada, etc.)
La estimulación a niveles medios puede resultar atractiva, pero al momento de sobrepasar cierto
nivel se vuelve negativa hasta un punto en el que se presenta el miedo, pudiendo transformarse en
pánico con perdida de control que puede producir respuestas ilógicas y peligrosas Para el mismo
sujeto que las sufre.
El miedo es la señal que nos proporciona la naturaleza para que sepamos que existe una
situación potencialmente peligrosa, y que tenemos que reaccionar para no sufrir daño. El organismo
sufre profundos cambios químicos y nerviosos que proporcionan una ventaja extra de sobrevivencia.
Estos cambios pueden provocar, indistintamente y de forma segura, la aparición de una de las
siguientes respuestas:



Pelear.
Huir o,
Paralizarse.
PELEAR.
Al pelear la naturaleza no espera que se sigan las reglas, La programación natural del ser
humano, indica que es imperioso salvar la vida, y que debe utilizarse cualquier medio al alcance del
individuo, Se presentan acciones de gran fuerza o velocidad, que no corresponden a niveles normales
del desempeño corporal cotidiano.
HUIR.
Es una respuesta natural de sobrevivencia. Es una respuesta que busca evitar una confrontación
a la primera señal recibida de peligro. Esta respuesta generalmente se da cuando se percibe que el
peligro que se enfrenta, deriva de una amenaza de proporciones mayores a nuestra capacidad.
PARALIZARSE.
Si no se puede huir o el oponente es mas fuerte, rápido, ágil, etcétera, La respuesta natural
puede paralizarse.
MANEJO DE LAS RESPUESTAS DEL POLICÍA.
El policía no puede huir o paralizarse, su función es pelear y/o defender a las personas, En todos
los casos debe evitar la confrontación, pero en casos necesarios e indispensables, hará uso de la
fuerza (deber jurídico) cuando la situación que enfrente así lo requiera y lo exija, pero siempre al pelear
lo hará, bajo control.
Aunque su vida este en peligro y deba utilizar fuerza mortal, debe aplicar esta fuerza con
medida, buscando únicamente lograr el control del agresor, teniendo la capacidad de detenerse
cuando lo halla logrado.
Esta conducta es difícil de realizar, sobre todo cuando se percibe daño corporal grave o la
muerte, y la evaluación de las acciones a tomar, se toma difícil ante una situación absolutamente
confusa.
Es necesario recordar que el huir no es una opción para el policía (la retirada táctica no se
considera huida), su obligación es controlar la agresión. Por otra parte, si sufre parálisis, lo más
seguido es que pierda la vida.
PARA QUE EL POLICÍA NO HUYA O SE PARALICE, Y PUEDA PELEAR BAJO CONTROL,
NECESITA PREPARARSE FÍSICA, TÉCNICA, Y TÁCTICAMENTE.
24
El entrenamiento adecuado le proporciona la capacidad de desarrollar una respuesta, que le
permita manejar los cambios que sufran psicológica y físicamente, y de forma adecuada usarlos en su
ventaja, tanto en la esfera física, como en la emocional, perceptual y cognitiva.
La ventaja de someterse a un entrenamiento adecuado se refleja en:


El entendimiento correcto y preciso de la dinámica de la confrontación, y por lo tanto.
El control adecuado de la situación en la totalidad, al mejorar el desempeño integral, en
una situación de alto nivel emocional y físico.
Al momento de la confrontación se liberan substancias químicas (hormonas), que causan miedo
– paico y/o coraje causando cambios en las siguientes categorías.



Física.
Sensorial – Perceptual.
Cognoscitiva – Conductual.
CAMBIOS FÍSICOS.
Se pueden experimentar.













Incremento del ritmo cardiaco.
Tensión muscular.
Temblores corporales.
Respiración rápida y superficial.
Tensión nerviosa.
Nauseas.
Nudos en el estomago.
Sudoración
Boca seca.
Sensación de hormigueo en las manos, piernas y cara.
Insensibilidad al dolor.
Urgencia por orinar y/o defecar.
Carne de gallina.
Estos cambios preparan al cuerpo para desarrollar una respuesta, ya sea pelar, huir o
paralizarse. Al percibir una amenaza o sufrir los efectos indicados se presentan acciones de pelear,
como golpear, correr, etc. Y en ocasiones esta tan disminuida la percepción que heridas graves se
perciben hasta terminar el evento al que se enfrento.
LA ESCALA DE COLORES, BLANCA, AMARILLA, ROJA, GRIS Y NEGRA.
Para comprender mejor los efectos que la liberación de hormonas provoca en el organismo y
definir en que nivel de excitación es mejor confrontar la agresión, es necesario conocer el código de
colores que nos ubica y dirige. Este código nos permite clasificar a que nivel se presentan los efectos
físicos en el organismo y que esperar de ellos, para utilizarlos positivamente a nuestro favor.
Es indispensable conocer, que aunque de una forma general y con fines de orientación, se
asignan una frecuencia cardiaca a cada etapa, en realidad el desempeño del sujeto variara
dependiendo de su condición físico – atlética, además del grado y calidad del entrenamiento al que se
halla sometido, entre otros factores inherentes a cada individuo
Para contar con una guía, se utiliza la frecuencia de los latidos cardiacos como referencia y de
conformidad a estos parámetros fisiológicos se designarán las siguientes condiciones.
CONDICIÓN BLANCA.
En esta condición la persona se encuentra despierto, pero con la mente desconcentrada y
desconectada de su entorno, no se encuentra preparado para afrontar una agresión, se encuentra en
una situación vulnerable. Esta condición es para victimas. Evítela concientemente todo el tiempo, ya
que normalmente se ve, pero no se observa.
25
LA FRECUENCIA CARDIACA ES LA NORMAL, 60 – 100 LATIDOS POR MINUTO.
CONDICIÓN AMARILLA.
En esta situación la persona se encuentra atento al medio ambiente, por lo que puede responder
más rápido a una agresión, su frecuencia cardiaca es similar a la de la situación blanca, la diferencia
entre ambas esta en el grado de alerta en el que se encuentre. EN ESTA SITUACIÓN SE DEBE
ESTAR TODO EL TIEMPO.
CONDICIÓN ROJA.
Esta es la situación en que se considera que la persona esta en el mejor nivel para pelear y
sobrevivir. Las habilidades motoras complejas, el tiempo de reacción visual y el de reacción
cognoscitiva, están a su máximo, aunque hay que recordar que el control fino se empieza a deteriorar
A PARTIR DE LOS 115 LATIDOS POR MINUTO, LLEGANDO HASTA LOS 145 COMO LIMITE.
CONDICIÓN GRIS.
ESTA CONDICIÓN SE DA ENTRE LOS 145 Y 175 LATIDOS POR MINUTO.
Esta es una situación difícil de entender, ya que las habilidades de las personas empiezan a
sufrir un deterioro importante a partir de los 145 latidos por minuto, aun es posible de continuar
desempeñándose a un nivel aceptable, después de este parámetro, si se ha entrenado
adecuadamente. Lográndose una aclimatación (inoculación) ante el estrés.
La preparación ante el estrés se logra buscando que todas las acciones a realizar están
gravadas en la memoria muscular a través de un entrenamiento correcto. Si se ha entrenado
adecuadamente creando memoria muscular Positiva “piloto automático” se puede prolongar el
desempeño obtenido en la situación roja y continuar peleando en la situación “Gris”.
Con entrenamiento adecuado, acondicionamiento físico y práctica, podemos desarrollar
habilidades que algunos piensan que es imposible lograr. La aclimatación al estrés se da al
proporcionar pequeñas dosis de estrés, seguidas de periodos de recuperación y repetir estos
ciclos en forma especifica. Debe darse tiempo a que la adaptación se lleve a cabo y debe haber
suficiente entrenamiento repetitivo diariamente para ayudar a que este se grave en la persona y
ayude a reforzar los reflejos instintivos del individuo para controlar los efectos del estrés
elevado.
CONDICIÓN NEGRA.
DESPUÉS DE ALCANZAR LOS 175 LATIDOS POR MINUTO, LAS CONDICIONES FÍSICAS Y
MENTALES DE LA PERSONA SUFREN UN DETERIORO RADICAL.
El corazón late tan rápidamente que no puede llenarse de sangre antes de volver a latir, por lo
que la cantidad de sangre que llega a todo el cuerpo y en especial al cerebro disminuye y por lo tanto
la cantidad de oxigeno en el cerebro para que este funcione adecuadamente no esta presente.
Además de los procesos cognoscitivos se deterioran debido a que el cerebro conciente deja de
funcionar y medio funciona y toma el control. Es indispensable que el cerebro conciente, la corteza
cerebral se encarga de llevar a cabo las funciones superiores de pensamiento, y el cerebro medio,
hipotálamo, se encarga de desempeñar las funciones automáticas de emergencia.
CAMBIOS SENSORIALES – PRECEPTÚALES.
Bajo efectos de gran tensión emocional, y física los sentidos operan de forma diferente a la
normal, presentándose.

VISIÓN DE TÚNEL.
Este se deriva de la perdida de la visión periférica, la visión se vuelve estrecha, se pierde
la profundidad de la percepción y la habilidad de ver detrás de la fuente del peligro.

INCREMENTO DE CLARIDAD VISUAL.
Aunque exista visión de túnel, los detalles que normalmente no se perciben, se vuelven
más nítidos, el fogonazo de un arma, en algunos casos se reporta haber observado los
proyectiles o haber tenido una imagen del arma o de detalles aislados del sujeto que
representa el peligro.
26

DISTORSIÓN DE LA AUDICIÓN.
Uno de los problemas que se presentan con mayor frecuencia es la disminución de los
sonidos, hasta en ocasiones perderlos totalmente. En otras, ni siquiera se sienten la
sensación de zumbidos provocados por los disparos, Por esta situación en ocasiones no
se recuerda cuantos disparos se efectuaron. No se escuchan los gritos de otras personas
En otras situaciones e escuchan los sonidos mas fuerte que lo normal, y se han obtenido
informes que se han presentado las diferentes situaciones en un evento.

DISTORSIÓN DEL TIEMPO.
En ocasiones se percibe el evento en cámara lenta, situación que ocurren pequeños
lapsos de tiempo, parece que ocurre en minutos, en otras situaciones el tiempo parece que
se acelera y en otras situaciones se producen ambos efectos.

DISOCIACIÓN.
Se puede sentir un sentimiento alejado de la situación, como si se estuviera soñando y se
estuviera fuera del cuerpo, se puede pasar en un momento de “una sorpresa” a otro de un
total alejamiento. Después del evento se siente que paso todo en una zona obscura, a
pesar del tiempo se puede seguir pensando que todo fue un sueño.

PARALASIS TEMPORAL.
En esta situación se trata de responder a la agresión, sin embargo el cuerpo no obedece,
si está en peligro la vida, el efecto debe ser superado inmediatamente.
CAMBIOS COGNOSCITIVOS CONDUCTUALES.
Durante la fase inicial de la confrontación, se liberan químicos corporales, los que causan que la
percepción sea diferente a la que se tiene normalmente, por lo que los pensamientos sufren una
distorsión que hace que se actué en forma diferente a la normal.

CONDUCTA AUTOMÁTICA.
La mayor parte de las personas involucradas en eventos traumáticos realizan acciones sin
pensar, de forma automática respondiendo a lo que están acostumbrados a realizar.

PERDIDA DE MEMORIA.
Es normal no recordar partes del evento. Los recuerdos pueden recordarse como detalles,
algunos muy claros y otros obscuros.

PENSAMIENTOS INTRUSIVOS.
Se pueden sentir pensamientos que no tienen relación con lo que esta sucediendo. Tanto
en situaciones pasadas como en otras que aun no suceden.

DISTORSIÓN DE LA MEMORIA. Se puede pensar que los eventos pasaron de una línea
diferente a la real.
CAMBIOS PERCIBIDOS DURANTE SITUACIONES O EVENTOS ESTRESANTES.
La Doctora Alexis Artwhol encontró en sus estudios lo siguiente:












Disminución del sonido un 88 %.
Visión de tune 82 %.
Piloto automático 78 %
Incremento en la claridad de la visión. 65 %
Disminución del tiempo, percepción en cámara lenta 63 %
Pérdida de la memoria de una parte del incidente 61 %
Perdida de la memoria en algunas de las acciones realizadas 60&
Disociación 50 %
Pensamientos molestos y distrayentes. 36 %
Distorsión de la memoria 19 %
Sonidos intensificados. 17 %
Aceleración del tiempo, percepción en cámara rápida 17 %
27

Paralisis temporal 11 %
El Doctor Hong y Roland, encontró lo siguiente:

Sonidos mas tenues 51 %

Experiencia en visión de túnel, 45 %

Incremento de la atención 41 %

Incremento de la atención 41 %

Disminución del tiempo 40 %

Sonidos que son más ruidosos 23

Perdida de la memoria de una parte del incidente 22 %

Aceleración del tiempo 20 %.
ESTADOS DE ESTIMULACION Y PENSAMIENTOS.
En términos generales se puede identificar que existen dos clases de forma de pensar, el Doctor
Seymur Epstein las define como:


Pensamiento racional (baja estimulación)
Pensamiento experiencial (alta estimulación)
Los cambios cognoscitivos en la percepción, resultan del efecto provocado en el individuo por
estados de alta estimulación.
PENSAMIENTO RACIONAL.
Se presenta cuando existe una amenaza inmediata, por lo que el individuo se encuentra
sometido a una baja de estimulación. En ese estado se tiene el lujo del poder tomar el tiempo
necesario para pensar en la solución adecuada. El patrón del pensamiento sigue un método deductivo
llevado paso a paso, que puede ser fácilmente explicado a otras personas.
PENSAMIENTO EXPERIENCIAL.
Es la clase de pensamiento que se presenta cuando se percibe una amenaza y el sujeto se
encuentra afectado por la liberación hormonal inducida por un estado de alta estimulación. Bajo una
situación de amenaza, el pensamiento experiencial dominara y reducirá o eliminara la habilidad de
pensar en forma racional, reflexiva y creativa.
Se realiza sin esfuerzo, automáticamente, está orientada hacia la acción, es mucho más eficiente
que el pensamiento racional, pero no necesariamente más preciso. Por esto se recomienda no tomar
decisiones en éste estado, calmarse, razonar y luego determinar que se debe hacer.
El pensamiento experiencial se aplica cuando se sigue el instinto, corazonada o intuición. La
intuición, no tiene nada de mágico, es simplemente la acción del cerebro que analiza en forma rígida la
situación y encuentra una respuesta inmediata, que en ese momento es la que se considera la más
adecuada.
Esta respuesta es difícil de explicar como fue tomada. Este tipo de pensamiento no sigue una
secuencia de análisis paso a paso, se toma realmente sin saber por que se tomo. Es el tipo de
pensamiento que se presenta en una confrontación de alta peligrosidad. Al confrontarse con un sujeto
altamente peligroso e irracional., el policía debe utilizar ese tipo de pensamiento basando su actuar en
el instinto, el entrenamiento y respuestas automáticas que lo mantengan con vida.
Cuando se piensa experiencialmente se responde a lo que se percibe en el momento. La
respuesta será automática y basada fuertemente en el entrenamiento, experiencia y creencias. Es muy
difícil ser creativo cuando se presenta una situación de alto estrés, por lo que es esencial que el
entrenamiento nos programe para ganar.
CARACTERISTICAS DEL PENSAMIENTO RACIONAL Y EXPERIENCIAL.
EL PENSAMIENTO RACIONAL, Se basa en un análisis concienzudo de:
28










Menos apremiante derivada del intelecto.
Conducta determinada por un análisis conciente de los hechos.
La realidad es abstracta, basada en palabras y símbolos.
Lento, menos eficiencia en el proceso de análisis de información.
Orientado hacia acciones y reflexiones de efecto posterior.
Cambios basados en la velocidad del pensamiento y se puede cambiar de forma rápida.
Más analítico y específico.
Más integrado, Menos lagunas de memoria y más coherente.
Más conciente, nos sentimos en control de nuestras emociones y pensamientos.
No requiere auto validación, requiere justificación por vía lógica y uso de evidencias.
EL PENSAMIENTO EXPERIENCIAL esta basado en:










Una impresión general.
Más apremiante, derivado de la emoción.
La conducta se determina por “Vibraciones” del pasado (Incluyen entrenamiento).
Proceso rápido y eficiente de la información.
Orientado hacia la acción inmediata.
Los cambios se basan en las experiencias repetitivas o intensas (incluyendo
entrenamiento) y son lentos para ser cambiados.
Basado en generalidades y estereotipos.
Menos integrado, mayores lagunas de memoria y más disperso.
Más subconsciente “supeditadas a las emociones”
Auto validado ”experimentar es creer”
Entender los cambios cognitivos, preceptúales y conductuales derivados de la acción bioquímica
en nuestro organismo, es de gran importancia para nuestra supervivencia física, fisiológica y legal.
Cuando las acciones bajo un gran estrés se juzgan en la tranquilidad de una oficina, y no se conocen
ni se toman en cuenta, los efectos producidos bioquímicamente en el organismo en el momento de la
confrontación, el juicio al que se llegue será equivocado.
COMO COMBATIR EL MIEDO.
¿QUÉ ES NECESARIO HACER PARA UTILIZAR EL MIEDO EN NUESTRA VENTAJA?
Como ya se ha mencionado, se puede aprender a sobrevivir una situación de alta estrés
inoculándose en contra de este, es como recibir una vacuna para prevenir alguna enfermedad. Es
posible inocularse en contra de una situación altamente estresante utilizando un proceso conocido
como: Entrenamiento de Inoculación de Estrés E.I.E.
EL ENTRENAMIENTO DE INOCULACIÓN DE ESTRÉS CONSISTE EN TRES ETAPAS.



Conceptualización del agente estresor.
Adquisición de habilidades y ensayarlas.
Aplicación y seguimiento.
CONCEPTUALIZACION DEL AGENTE ESTRESOR.
Durante esta fase se debe realizar tres actividades.



Anticipar el estresor.
Entender que el problema es real y se nos puede presentar.
Evaluar el nivel actual de habilidades.
Se debe tener una idea clara de lo que se puede enfrentar, tanto interna como externamente a
fin de formular un plan de sobrevivencia basado en condiciones reales, por lo que es necesario.
29



ENTENDER Y ACEPTAR LOS EFECTOS DEL MIEDO. En vez de pensar en el miedo
como una fuerza negativa, se debe pensar en el, como un implemento de ayuda que nos
alerta y prepara para sobrevivir. El miedo es positivo, es una fuente de energía y fortaleza
opuesta al pánico mal manejado.
ANTICIPAR LA POSIBILIDA DE ENCONTARSE EN UNA SITUACION EN LA QUE
EXISTE EL PELIGRO DE PERDER LA VIDA. Es imperativo que se que se anticipen
posibilidades de encontrarse en una situación de este tipo. Es conveniente revisar
antecedentes de hechos reales sucedidos a otros policías y personas, conociendo detalles
y análisis de cada caso.
SER HONESTO CONSIGO MISMO EN REALCION AL NIVEL DE EFECTIVIDAD EN EL
USO DE HABILIDADES DE SOBREVOVENCIA QUE SE TIENE; Una confrontación que
implica la presencia de fuerza mortal es un evento complejo en el que requieren converger
una cantidad diversa de habilidades que se deben desempeñar exitosamente. En una
situación en la cual no puede fallar.
ADQUISICION DE HABILIDADES Y ENSAYO.
Durante esta fase se utiliza la información que se recopilo en la fase anterior, para diseñar un
plan de entrenamiento, que proporcione las habilidades necesarias para sobrevivir, se deberá:
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Aprender las habilidades técnicas necesarias para lograr un buen desempeño.
Aprender las habilidades psico fisiológicas para obtener un buen desempeño.
Entrenar sistemáticamente, construyendo habilidades relacionadas que fortalezcan un
sentimiento de confianza y maestría.
Entrenarse siguiendo los principios generales para la capacitación en el uso de la fuerza
mortal que son:
- Realismo.
- Repetición.
- Evaluación de desempeño.
- Responsabilidad Ética: (Social, Institucional, y Personal).
ES NECESARIO CONSIDERAR LAS SIGUIENTES ÁREAS DE ENTRENAMIENTO Y
ENSAYO:
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ACONDICIONAMIENTO FISICO.
La buena condición física – atlética ayuda a sobrevivir una confrontación y al estrés físico y
emocional que le sigue.
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HABILIDADES TACTICAS.
Las personas sien ten un grado mayor de miedo, o aun de pánico cuando no se sienten
preparados para manejar la amenaza. La amenaza siempre será menos importantes que
el grado de preparación. Este entrenamiento debe ser real, A mayor preparación mayor
control y menos miedo.
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RECABAR INFORMACION DE CONFRONTACIONES Y ELABORAR ANALISIS.
Se debe dedicar una buena parte del tiempo para realizar las investigaciones sobre las
confrontaciones violentas. Se pueden consultar como fuentes de información, periódicos,
revistas, libros, internet, por personas sean especialistas o no.
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ESTADO MENTAL.
Es importantísimo educarse a sí mismo acerca de las consecuencias posteriores a una
confrontación muy violentas, para así educar también a la familia en relación a los efectos
negativos provocadas por las mismas
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SOBREVIVENCIA JURIDICA.
Es necesario mantenerse actualizado en relación a nuestros derechos y deberes jurídicos
durante una confrontación violenta.
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SOBREVIVENCIA MENTAL.
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Se debe decidir desde este momento, que se va a ganar cualquier confrontación violenta
que se nos presente. El arma mas importante es nuestro cerebro, debemos tener la actitud
ganadora y mantenerla por siempre.
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IMÁGENES MENTALES.
Además de mantener una actitud mental positiva, es necesario mentalmente revisar
situaciones de gran tensión antes que sucedan.
APLICACIÓN Y SEGUIMIENTO.
El cambio constante en las situaciones cotidianas, hace que siempre exista algo nuevo que
aprender. La aplicación de nuestras habilidades en la práctica diaria, hace posible que encontremos
puntos altos y bajos en la aplicación de las mismas. El termino significa la necesidad de permitirse a si
mismo, el analizar y criticar nuestro desempeño, para encontrar formas de mejorarlo a través de
fortalecer nuestras habilidades.
COMO CONTROLAR EL MIEDO.
Para minimizarlo y controlar el miedo, debemos:
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Estar actualizado en el conocimiento y aplicación de las tácticas policiales. Además de
entrenarse constantemente en el uso de las mismas.
Desarrollar un sentimiento de confianza en base al conocimiento de nuestras habilidades
reales. Se debe conocer que técnicas funcionan cuando sea necesario. Mientras mas
competente sea uno, menos sentimiento de menos estará presente.
Debe practicar escenarios mentales en situaciones de alto riesgo, al menos una vez por
semana.
Aprender que respuesta fisiológica se presenta en situaciones de huir o pelear, y entender
que nos puede pasar, no importando lo valientes que seamos.
Entender y aceptar la posibilidad de que algún día tengamos la necesidad de emplear
fuerza mortal
Revisar las situaciones de alto riesgo en las que hemos estado implicados en el pasado y
analizar que hicimos en el pasado que hicimos bien y que requiere ser mejorado.
Esforzarse constantemente en mejorar nuestra capacidad de observación y evaluación.
Confiar en nuestros instintos.
Desarrollar un poderoso deseo de sobrevivir, no importando el tipo de situación a la que
nos enfrentemos.
Mantener un alto nivel físico – atlético.
Conocer las tendencias criminales en nuestra zona de trabajo.
Mantenerse mentalmente positivo.
Asegurarse de recibir asesoría psicológica tanto personal como familiarmente, después de
la ocurrencia de un evento traumático.
EL QUE NO PUEDE DISPARAR.
Aunque el concepto personal es controlar una resistencia o agresión sea del nivel que sea,
cuando esta agresión pone en peligro la vida, es necesario repelerla utilizando fuerza mortal, pudiendo
provocarse la muerte del agresor.
No se debe perder el enfoque del control y hacer que este prevalezca sobre la idea de lastimar,
castigar o matar.
Se privara de la vida para conservar la propia, solo cuando el agresor tenga a su alcance
el medio para matarnos (armamento), que tenga la oportunidad de usarlo en nuestra contra, y
demuestre la intención de utilizarlo con el fin de privarnos de la vida.
Es mUy común que el policía se niegue a disparar en contra de otro ser humano, aun cuando su
vida o la de otros este en peligro. Un policía debe estar preparado para sobrevivir a una confrontación
armada, y para que esta acción se de, se requiere tener las habilidades y el deseo de matar, cuando
no existe otro medio de sobrevivir.
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Para tener la habilidad, hay que entrenar, no para se pistolero ni asesinos, si no para ser
efectivos al usar el armamento y sobrevivir. Y por otra parte no volverse un peligro para las personas
que debemos proteger.
Pero es necesario conocer que la capacitación o el entrenamiento solo es un factor, que no se
funciona sino se tiene el deseo de sobrevivir, y para ello matar para lograrlo, cuando se es
absolutamente necesario, hay que recordar que se actua en contra de individuos que están
determinados a matarnos para cumplir con su propósito de robar, lastimar, secuestrar o acabar
nuestras con vidas, y que en algunos casos, están dispuestos a privarnos de nuestras armas y usarlas
en contra nuestra.
Es indispensable la preparación para el momento, pensar en las acciones que llevemos a cabo,
saber que tarde o temprano se podrá presentar la situación, y que nuestra vida y la de otros dependerá
de nuestra situación. Si fue necesario matar a alguien, esto permitió que otro viviera. Si no se piensa
que se puede realizar la acción de matar, bajo extrema necesidad de salvar vidas, entonces es mejor
dedicarse a otra actividad.
Para prepararnos para terminar con la vida de alguien justificadamente debemos recordar:
NO TENGO DESEO DE MATAR A NADIE, PERO SI ALGUIEN SE COLOCA FRENTE A MI Y
MI ARMA Y TRATA DE MATARME O DE MATAR A OTRA PERSONA, DEBER HACER LO QUE LA
SOCIEDAD ESPERA DE MI, QUE ES ENTRENARME, ARMARME Y EQUIPARME , ADEMAS DE
EJERCER EL DEBER JURIDICO Y DERECHO LEGAL DE DEFENDER LA VIDA DE LOS
CIUDADANOS.
BASE PSICO-FISIOLÓGICA.
El conocer el mecanismo de funcionamiento de la mente y el cuerpo del individuo resistente
permite aplicar técnicas y tácticas que incrementan la efectividad de las maniobras de control y evitan
causar daño innecesario.
Las reacciones psíco fisiológicas ante la tensión emocional aguda: estrés agudo, consideran los
siguientes aspectos.
1.
2.
3.
4.
Tiempo de reacción.
Componentes psíco fisiológicos de la resistencia.
Principios de control.
Puntos de aplicación.
TIEMPO DE REACCIÓN.
Se define como el lapso de tiempo que tardo un individuo en percibir un estímulo y realizar
una respuesta, Se compone de:
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Percepción.
Análisis y/o evaluación.
Toma de decisión.
Respuesta.
PERCEPCIÓN.
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El individuo a través de los sentidos corporales percibe un estímulo o estímulos.
ANÁLISIS/EVALUACIÓN.
Los estímulos llegan al cerebro, donde son comparados con experiencias previas, que se
guardan en las memorias de corto y largo plazo.
TOMA DE DECISIÓN.
Al comparar el estímulo contra la memoria de corto o largo plazo, el individuo toma una decisión
y define la acción a realizar.
RESPUESTA.
Después de realizar el análisis y tomar una decisión, el individuo realiza la acción que considera
más apropiada.
De todo el proceso realizado, éste es el componente de la reacción que los demás perciben.
COMPONENTES PSICO FISIOLÓGICOS DE LA RESISTENCIA.
Los componentes psíco fisiológicos de la resistencia son:
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El cerebro.
El nervio transmisor.
El Nervio efector.
Los Músculos.
EL CEREBRO.
Todas las conductas resistivas se inician y terminan en el cerebro. El individuo decide resistirse y
su cerebro manda la orden para iniciar la acción, y en su caso la orden de terminación de la misma.
EL NERVIO TRANSMISOR.
El cerebro manda la orden de resistir a través de un nervio transmisor, que está formado por la
unión de innumerables células nerviosas (neuronas).
EL NERVIO EFECTOR. MÚSCULO.
El nervio transmisor, lleva la orden de resistir hasta la terminación de éste, en donde provoca
una reacción del músculo.
PRINCIPIOS DE CONTROL.
Los principios de control, atacan de forma efectiva a los componentes de la resistencia, dando
ventaja táctica para lograr el control del individuo que se resiste. Estos principios son:
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El convencimiento.
La complacencia al dolor.
La distracción.
El aturdimiento.
El desbalance corporal.
La disfunción motora.
EL CONVENCIMIENTO.
Se fundamenta en la capacidad del individuo de razonar y entender lo que no debe hacer, o de lo
que no le conviene resistirse. El componente de la resistencia afectado durante el convencimiento, es
el cerebro.
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LA COMPLACENCIA AL DOLOR.
Es la capacidad del individuo que resiste en percibir dolor y obedecer las órdenes que se le dan,
evitando así el sufrir más estímulos dolorosos. El componente de la resistencia que se afecta es el
cerebro, el que debe de estar en condición de percibir la estimulación dolorosa que es conducida por
el nervio transmisor.
LA DISTRACCIÓN.
Se basa en cambiar el foco de atención del individuo que se resiste, a fin de debilitar la
respuesta de resistencia y lograr el control. Los componentes de la resistencia afectados durante esta
son: cerebro y nervio transmisor.
EL ATURDIMIENTO.
Se fundamenta en la aplicación de estímulos de gran intensidad, que provocan que el cerebro no
pueda manejar una gran cantidad de información y pierda relación temporal con el medio ambiente.
Los componentes de la resistencia que se afectan son: nervio transmisor y cerebro.
DESBALANCE CORPORAL.
Esta basado en la aplicación de una o de maniobras que provoquen que el individuo que se
resiste sea sacado de su centro de gravedad, ubicado a nivel de la línea media de la pelvis. Los
componentes de la resistencia que se afectan son: nervio efector y los músculos.
DISFUNCIÓN MOTORA.
Se basa en la aplicación de estímulos de gran intensidad, normalmente impactos con manos
vacías o armas intermedias, que provocan una respuesta de autodefensa muscular que paraliza e
inhabilita al músculo de manera temporal, impidiendo sus funciones normales de movimiento. Los
componentes de la resistencia afectados son: nervio efector y músculo.
PUNTOS DE APLICACIÓN.
Ubicados en el cuerpo humano se encuentran diversos sitios, conocidos como puntos de presión
o motores, los que al ser manipulados apropiadamente, facilitan el control de una persona que se
resiste ilegítimamente.
La aplicación de los principios de control (complacencia al dolor, distracción, aturdimiento,
desbalance corporal y disfunción motora) sobre estos puntos, afecta directamente a los componentes
de la resistencia (cerebro, nervio transmisor, nervio efector, músculo) facilitando el manejo y control del
individuo resistente.
BASE TÁCTICA.
El diseño de las maniobras de control debe estar relacionado a la dinámica real que presentan
las conductas resistentes ilegítimas, para esto es indispensable contar con los conocimientos teóricos,
técnicos y tácticos a emplear, la base de estos conocimientos Tácticos básicos son:
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El espacio.
El tiempo.
La distancia.
El posicionamiento táctico relativo y
La verbalización.
EL ESPACIO.
Es el área que se encuentra alrededor del agente de policía. Se consideran tres zonas:
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Zona personal. 1 metro.
Zona social. 3 metros.
Zona pública. 6 metros.
Mientras mejor se controle este espacio, mejor es la posibilidad táctica de sobrepasar cualquier
conflicto.
TIEMPO.
Se refiere al tiempo de reacción. En una situación táctica, el tiempo se mide en fracciones de
segundo.
DISTANCIA.
Se debe conservar una distancia entre el policía y el posible rival que permita observar al mismo
tiempo los ojos y los pies de este. A mayor distancia, mayor tiempo para reaccionar y mejor
perspectiva de la situación.
POSICIONAMIENTO TÁCTICO RELATIVO.
Es la ubicación del policía sobre el terreno. Define sus acciones. Esta ubicación permite
coordinar las acciones del policía al trabajar en equipo con sus compañeros. Se definen las siguientes
posiciones.
POSICIÓN 1: ENTREVISTA.
Es la que adopta el policía para entrevistar a cualquier individuo.
POSICIÓN 2: APOYO.
Es la que adopta el o los compañeros que apoyan al policía que realiza la entrevista. Evitar caer
en fuego cruzado.
POSICIÓN 2 ½: TRANSPORTE.
Es la que se aplica ante la necesidad de transportar a un individuo que no ha sido esposado. El
responsable del transporte siempre se coloca del lado izquierdo del individuo.
POSICIÓN 3: ESPOSAMIENTO.
Es la que se aplica para aplicar las esposas en un individuo complaciente.
VERBALIZACIÓN.
Todas las maniobras de control se deben iniciar con órdenes verbales audibles, claras y
precisas. Al momento de aplicar una técnica física de control se deben seguir aplicando órdenes
verbales.
PROPÓSITO DE LA VERBALIZACIÓN.
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Dirigir las acciones del individuo que se busca controlar.
Evitar en la medida de lo posible el escalamiento de la resistencia.
Al aplicar medidas físicas de control, hacer saber al individuo la respuesta que se espera
de él.
PROCESO DE LA VERBALIZACIÓN.
Se debe de aplicar el siguiente proceso al verbalizar para lograr el control de la resistencia:
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Ordenes de advertencia.
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Ordenes de dirección.
Ordenes de estabilización.
Monitoreo.
Dialogo para tranquilizar.
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