Cultura Romana

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Cultura Romana
El mundo griego fue fundamental para el desarrollo del arte romano junto a las
aportaciones de la cultura etrusca. Sin embargo, también tuvo una indiscutible
personalidad, manifestada principalmente en la arquitectura.
Posteriormente el arte romano repercutió enormemente en las culturas occidentales,
siendo la base cultural de Occidente hasta nuestros días.
El arte en Roma se puso al servicio de nuevas necesidades. Esto explica el nacimiento
de nuevas manifestaciones y también la aparición de un arte con gran centralización y
unitarismo, no sólo en Roma sino también en el resto del Imperio.
Las principales características que aporta el arte romano como novedad son:
•
Preocupación, en la arquitectura, por el juego de masas que viene por los
elementos usados en la construcción.
•
Arquitectura mucho más colosal.
•
Como elemento arquitectónico básico, se utilizan el arco, la bóveda y, por
tanto, la cúpula.
•
Roma fue la creadora del relieve histórico, continuo y narrativo.
El arte romano se puede dividir de forma similar a la historia del Imperio en tres
periodos:
•
Periodo de la República: s. VI (hacia el 510) - 27 a.C.
•
Periodo de Augusto: la época clásica: 27 a.C. - 14 d.C.
•
Periodo imperial: dividido a su vez en:
•
De Tiberio a Trajano: 14 - 117
•
De Adriano a Alejandro Severo: 117 - 235
•
De Maximino a Constantino: 235 - 315
Arquitectura Romana
La construcción abovedada y el empleo de un primitivo hormigón es una de las
principales características que poseía. Los romanos emplearon profundamente
el arco y la bóveda. Ésta se forma con dovelas de una masa confeccionada
con puzolana y cascajo. Las bóvedas solían tener gruesos arcos de ladrillo, ya
paralelos, ya diagonales pero embebidos en la bóveda misma, que servían
como sujeción provisional y como refuerzo interior de la bóveda. Un ejemplo
soberbio es la cúpula del Panteón de Agripa en Roma.
Los edificios romanos, según su uso, podían ser muy sobrios o muy suntuosos.
Puentes y acueductos son austeros y funcionales, mientras que templos y palacios son
lujosos y monumentales, con un claro fin representativo. Las edificaciones más nobles
se revestían de piedra formando órdenes, que no reflejaban la estructura interior real.
Se decoraban los muros de los edificios suntuosos con pinturas y los pavimentos
con mosaicos.
Ordenes Romanos
La arquitectura romana adaptó los tres órdenes griegos y el llamado etrusco
modificándolos y añadiéndoles otra forma de capitel que se definió por
los arquitectos renacentistas con el nombre de orden compuesto. De
esta suerte, se cuentan cinco órdenes, a saber:
•
El orden Dórico, por más que lleve este nombre, es originario
de Egipto, de quien lo tomaron los Dorios.
•
El orden Jónico, más delicado y elegante que el anterior, se
compone de tres partes: la Basa, el Fuste y el capitel, que
forma unas volutas en espiral. Fue inventado unos quinientos
años de nuestra era, y gozo de gran preferencia dentro de los
constructores Jonios, de quienes tomo su nombre, por más
que al igual que el Dórico, también este diseño es nativo de
Egipto.
•
El corintio, bello y rico y mucho más delicado que los
anteriores,
fue
inventado
según
aseguran
algunos
historiadores, por Calimaco, y ejecutado por primera vez en Corintio,
importante ciudad del Peloponesio.
•
El orden Compuesto o Romano, no difería de este ultimo más que por la
disposición de las volutas de su capitel.
•
El orden Toscano, el más antiguo, el más robusto de todos, se cree que tuvo
su origen en la Toscana. Esta columna sola y sin ningún arquitrabe, es la más
indicada para eternizar la gloria de los grandes hombres.
Acueductos
Los romanos típicamente construyeron numerosos
acueductos para servir a cualquier gran ciudad en
su imperio, así como muchas ciudades pequeñas y
centros de producción industrial. La misma ciudad
de Roma, siendo la ciudad más grande, tenía la
mayor concentración de acueductos, con agua
proporcionada por once acueductos construidos a lo
largo
de
un
período
de
quinientos
años.
Proporcionaban agua potable y numerosos baños y fuentes en la ciudad, así como
finalmente se vaciaban en serrerías, donde desempeñaban su última función, la de
remover los desperdicios.
Cristianismo
Roma, como la mayoría de los pueblos de la antigüedad adoptó una religión politeísta,
que contaba con dioses para todos los romanos, y con una religión familiar, que
nucleaba a sus miembros, en torno a la adoración de sus antepasados muertos. La
prédica de Cristo fue rechazada en Roma, al punto de costarle la vida al propio Jesús,
y sus seguidores fueron perseguidos y condenados por la mayoría de los
emperadores.
Nerón, fue uno de los emperadores que más se ensañó con los cristianos, que no
adoraban a los dioses locales, y se negaban a reconocer al emperador como un ser
divinizado. Las ideas de caridad e igualdad cristianas, parecían oponerse al espíritu
guerrero y jerárquico de los romanos. Por estas causas, acusó a los cristianos del
incendio de Roma, ocurrido en el año 64.
Los emperadores Trajano y Adriano, fueron más tolerantes con el cristianismo, con la
condición de que no violaran las leyes romanas.
En
el
año
285, Diocleciano,
persiguió
al
cristianismo considerándolo una amenaza para el
imperio. Esta nueva religión que primero fue
adoptada por los grupos sociales más humildes,
comenzó a ser predicada por todos los sectores
de la sociedad. La explicación puede encontrarse
en la crisis que se vivía en esos momentos, tanto
en materia de seguridad, como económica y de
valores espirituales. El cristianismo ofrecía una nueva oportunidad de reivindicación
moral y religiosa.
Diocleciano privó a los cristianos de todos sus derechos, quemó copias bíblicas y
demolió iglesias. Esta hostilidad cesó recién con el decreto de indulgencia,
de Galerio del 30 de abril del año 311, donde se reconoció a los cristianos existencia
legal.
El emperador Constantino, en el año 324, asumió el poder total de Roma, atribuyendo
su asunción a fuerzas divinas. Un panegirista galo, anunció que el nuevo emperador
había tenido una visión de Apolo, en un santuario de la Galia. La visión era de una cruz
encima del Sol, seguida de las palabras “con ésta vencerás”. A la noche siguiente,
Cristo se le apareció en un sueño, mostrándole el sentido de lo que había vislumbrado.
La tarde anterior a la batalla del puente Milvio, el 28 de octubre del año 312, tuvo otro
sueño, donde se le ordenó pintar en los escudos de sus tropas el monograma cristiano.
Al vencer a Majencio, y con ello acceder al poder en todo occidente, relacionó ese
triunfo con la simbología usada. Como tributo a su victoria, erigió un arco en roma,
donde se escribió que el tirano Majencio había sido derrotado “por inspiración de la
divinidad y su grandeza de espíritu”, refiriéndose al propio Constantino.
En el año 313, se promulgó el edicto de Milán, por parte de Constantino I, a cargo del
Imperio Romano de Occidente y Licinio, del de Oriente. En esa fecha el Imperio estaba
compuesto por 50.000.000 de habitantes de los cuales los cristianos representaban el
10 %. Las propiedades de los cristianos que les habían sido confiscadas les fueron
devueltas. El cristianismo comenzó a convivir en un pie de igualdad con el paganismo.
Luego de vencer a Licinio en Adrianópolis, se apoderó, en el 324 de todo el imperio.
Reconoció públicamente sus errores y la salvación que Dios le había concedido.
En el año 325 se reunió el concilio de Nicea (Asia Menor), donde se reunieron
trescientos obispos, con el fin de lograr la unidad religiosa del imperio, ya que el
cristianismo había sido objeto de distintas interpretaciones. El arrianismo, sostenía que
Cristo era el primogénito de Dios pero no su misma sustancia, sino una criatura de
origen temporal. En el concilio triunfó la tesis opuesta consagrándose la trilogía del
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, siendo la misma sustancia el Dios Padre y el Hijo.
Los que no aceptaran esa fe serían desterrados.
En el año 326, Constantino se dirigió a Roma, lugar en el que había estado en el 315,
pero esta vez se negó a concurrir a una procesión y sacrificio en el Capitolio. La nueva
capital se estableció en Constantinopla, donde antes había estado Bizancio y fue
consagrada en el año 330, transformándose en ciudad cristiana, a pesar de que
siguieron subsistiendo resabios del anterior paganismo, como estatuas y templos
paganos, que ya no eran tenidos como sagrados. Se establecieron importantes
iglesias, como la de la sagrada sabiduría.
En tanto, en Roma, en el 326, año de la visita de Constantino, se ejecutó a su hijo
Crispo, en Pola, Dalmacia, por orden del propio Constantino, acusado de haber tratado
de seducir a su madrastra, Fausta, esposa de Constantino. Fausta también falleció a
causa de un supuesto accidente en la bañera, donde se ahogó, aunque muchas
versiones indican que fue la madre de Constantino la encargada de asesinarla, cuando
se enteraron de que la acusación contra Crispo era falsa.
La madre de Constantino, ante estos hechos se dirigió en peregrinación a Tierra Santa.
Estos hechos hicieron sospechar a los opositores de Constantino que su conversión
obedecía a razones de expiación de pecados por la cruel e injusta muerte de sus
familiares.
El bautismo de Constantino se produjo en el año 337, en su lecho de muerte, y fue
enterrado en la iglesia de los Santos Apóstoles, en Constantinopla.
El emperador, Juliano el Apóstata (361-363), nuevamente comenzó una política
persecutoria del cristianismo, pero a su muerte, el cristianismo resurgió con mayor
intensidad.
El emperador Teodosio, el 27 de febrero del año 380, proclamó al cristianismo
RELIGIÓN OFICIAL DEL IMPERIO ROMANO.
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