Lectura del artículo “SALVANDO LA DISTANCIA ENTRE EL POSITIVISMO Y LA HERMENÉUTICA EN LA INVESTIGACIÓN PSICOANALÍTICA” (Luyten, Blatt y Corveleyn) Mario Coll Tras la lectura del artículo “SALVANDO LA DISTANCIA ENTRE EL POSITIVISMO Y LA HERMENÉUTICA EN LA INVESTIGACIÓN PSICOANALÍTICA” (Luyten, Blatt y Corveleyn), he desarrollado unos ocho puntos de reflexión que de acuerdo a mi criterio centran básicamente la problemática que nos ocupa. Evidentemente no pretendo ni mucho menos tener respuestas definitivas, pero sí creo tener criterios muy claros al respecto. El corazón del artículo reside en la tesis de que dentro del psicoanálisis hallamos dos corrientes enfrentadas y quizás algunos sectores eclécticos que tratan de llevar a cabo un aggiornamiento entre ambas. Una corriente estaría más centrada en el significado y en la interpretación así como principalmente en el método tradicional del estudio de casos (sería la más cercana a la metodología del fundador del Psicoanálisis) y la otra más del lado de la investigación, estaría más centrada en las relaciones causa-efecto y basada principalmente en métodos tomados de las ciencias naturales y sociales. Pero por otro lado la polémica sólo tiene su interés si lo que se pretende es justificar el estatuto científico del Psicoanálisis; sin embargo, si se pasa de soslayo ante la pregunta de si es o no es una ciencia el Psicoanálisis y el punto sobre el que pivotamos es el de su efectividad o eficacia nos encontramos en otro lado. Se trate de una hermenéutica-pues lo que se hace en una sesión es leer e interpretar el texto del analizante o paciente-, se trate de una terapia –pues hay una cura y una dirección de la misma- o bien nos interese la doctrina analítica como herramienta para interpretar textos literarios, creaciones artísticas o cinematográficas, lo cierto es que el Psicoanálisis ha influido y condicionado ¡Y de qué manera! Las principales creaciones del hombre contemporáneo así como ha invadido con su terminología los principales discursos de la civilización incluido los del hombre de la calle. Esto es incuestionable. Ahora bien si nos decidimos a entrar en batalla creo en primer lugar que debemos atrincherarnos en el lado de “significado e interpretación y método tradicional de estudio de casos”(1ª reflexión) pues es el defendido por Freud, que al fin y a la postre es el responsable de estos líos. No cabe duda de que el propio Freud educado bajo el imperio del Positivismo trató de ajustar su descubrimiento a las coordenadas de éste (recordemos su” psicología para neurólogos” y que curiosamente dejó inacabada) y la dejó inacabada porque (y aquí conecto con la 2ª reflexión) el Pisicoanálisis sería una ciencia fronteriza, a caballo entre las Ciencias Naturales y las del Espíritu o Humanidades y de ahí la dificultad para su encasillamiento. ¿Por qué nos atrevemos a crear este enmarque? (3ª tesis) pues porque el objeto de estudio es distinto al de las demás ciencias, es evanescente, pues del Inconsciente sólo podemos dar cuenta mediante sus formaciones pero cuando han dejado la huella (del sueño una vez despiertos, del acto fallido o del lapsus una vez admitidos) y sólo en el síntoma encontramos la permanencia necesaria para llevar a cabo un anclaje y elaborar un trabajo clínico. Cuando Grunbaum habla de una contaminación de los datos empíricos por parte del analista debido al propio dispositivo analítico de asociación libre etc, olvida que no hay ciencia cuyos datos al ser observados no sean modificados o contaminados por la mirada del observador-como muy bien se ha comprobado en la Física cuántica-(Heisenberg y el principio de incertidumbre)- por otra parte se olvida de algo muy importante y es de que un analista puede estar mejor o peor analizado, lo cual evidentemente puede tamizar y seleccionar la escucha , reforzando así la tesis de la importancia del análisis propio del analista, pues del mismo modo que si nos ponemos en manos de un cirujano los habrá más o menos hábiles, tanto es así que puede suponer la diferencia entre vivir o morir , no por ello culpamos a la Cirugía en sí. Quiero tocar ahora el criterio de falsación (no creo que la traducción de “falsificación” sea la correcta) tan importante para Popper en el proceso determinante de lo que es o no científico ya que precisamente sí se da con el Psicoanálisis ¿pues que otra cosa hizo Freud sino cuestionar hasta la saciedad una y otra vez cada descubrimiento, volver a él y dejar lo que no cuadraba de lado. Ahí tenemos su aproximación a las histéricas y su conocido “mis histéricas me engañan” precisamente tuvo que reajustar su teoría sobre la Histeria al comprobar que no siempre se daba el abuso sexual infantil en la génesis de la misma. Por otra parte cuando Popper considera que el Psicoanálisis hace trampa y tiene respuestas para todo y leemos el ejemplo del hombre que tanto si se casa con una mujer parecida a su madre como si no, encontramos explicación, habría que remontarnos al artículo sobre “ El Psicoanálisis silvestre” sobre el cual ya previno Freud, sobre las precipitadas y aventuradas interpretaciones, a veces guiñolescas. No es así. Un analista no sabe nada de entrada, se le supone un saber : sujeto supuesto saber-SSS- y es el motor del trabajo, pero no cuenta con explicaciones o cuadros definitivos como en un DSM y este punto hay que conectarlo con algo que cuesta entender a los críticos del Psicoanálisis: nosotros estamos defendiendo una subjetividad-la del sujeto en su narración- lo que haya pasado o dejado de pasar de verdad nos importa un bledo; lo que importa es cómo se subjetivó en la persona en cuestión y esto hace “inestadisticable” el asunto. Por otra parte los efectos de cura sintomática no se pueden verificar más que en un tiempo relativo a cada sujeto, lo que para algunos es un triunfo en unos meses para otros es cosa de años(aunque las mejoras sintomáticas y los logros en el mundo se pueden constatar mucho antes y en la cotidianeidad). Pero evidentemente hay un Real que cambia y hay una nueva articulación simbólica de la que da fe el paciente en su nuevo discurso. Finalmente y creo haber tocado los ocho puntos a reflexionar no creo que Freud tratara de llevar acabo “Weltanshaung” alguna-nada más lejos de su interés- precisamente esas cosmovisiones absolutas y cerradas que luego han canalizado tantos delirios son las dignas de sospecha o no hemos leido ese texto en que Freud reconoce que ante el Genio artístico o literario el Psicoanálisis no puede hacer otra cosa que deponer humildemente las armas.