Maestros. FREDA SARGENT. Una Maestra que no enseñaba. Seguramente si leyera esto diría How ridiculous! Y no por una actitud de arrogancia sino todo lo contrario: respondiendo a ese carácter austero poco indulgente, a veces demasiado autocrítico que la caracteriza. Pero paradójicamente debo decir que la mejor maestra que he tenido ha sido ella... si por maestra uno entiende esa persona que enseña por su estilo de vida. Y tambien debo aclarar que no es una maestra con mayúscula como la bruja de Goya que sube volando en una escoba furiosa y llena sde humos. No. Ella tambien muestra sus debilidades, su vulnerabilidad, su miedo y su temor a equivocarse... lo que conforma una persona que nunca está totalmente segura de sí misma, pero que igual está atenta a los cambios y abarca más humanismo que el maestro de mayúscula de corte Inquisidor. Digo paradójicamente maestra porque nunca recuerdo haber tomado una clase formal con ella....era mas bien una amistad mezcla de admiración ingenua cuando yo era estudiante de medicina y ella una pintora respetada entre un selecto grupo de intelectuales y pintores, ( Manolo Vellojín, Carlos Granada, Feliza Burzstyn Alicia Baraibar, Alonso Garces, ) que me llevó a escuchar de manera atenta lo que comentaba, lo que opinaba y lo que decía...su amor por Mozart, Bob Dylan, la poesía inglesa, Virginia Wolf, Marcel Proust, Lord Byron, los picnics en el campo, su gusto por la comida mediterránea, su juicio sobre la gente, en general un universo de ideas opiniones que me enseñaron los valores de lo cotidiano, lo austero, el amor por la naturaleza, la fascinación por las cosas en que nadie mas se fija. Con ella intercambiamos mis conocimientos de psicoanálisis (vía Simon Brainsky) con los libros que le enviaban de Inglaterra (cuando no había internet), sobre arte y psicoanálisis de Peter Fuller, escritos de Melanie Klein y otros temas que borraban las fronteras entre el arte y la vida. Con ella tomé la fascinación por lo abstracto, Rothko, en especial. Y aprendí a nunca tomar muy en serio los exitos....habiendo estado rodeada de gente como Sir Kenneth Clark, Lucien Freud, Yoko Ono, Cornelias Cardew , su marido Alejandro Obregón , el grupo de Barranquilla, siempre tenía una actitud muy inglesa de ambivalencia , de desapego y altivez , desprecio y al mismo tiempo fascinacion por la fama y el reconocimiento social , Que la remitía finalmente a su intimidad, que es lo que más valora, en la época que la conocí, a sus muebles pintados por ella misma, comprados orgullosamente en el Pasaje Rivas, la chimenea , los vinos chilenos y los Pielrojas que prendía con una estaca encendida en la fogata,..... sobre un tapete de Olga Amaral, hacia los años ochenta. A Freda le debo el amor a lo bello en el sentido amplio y vital de la palabra, el respeto al oficio, y el respeto a la soledad. Publicación del Libro Homenaje a los Maestros Fundación Compartir – 2008.