24-06-04: Larrañaga será el candidato presidencial del Partido Nacional La encuesta de finales de junio de Grupo Radar muestra que Jorge Larrañaga se impondrá holgadamente sobre Luis Alberto Lacalle en la interna del Partido Nacional. En el Partido Colorado no habrá sorpresas y el Esc. Guillermo Stirling será electo candidato presidencial por una abrumadora mayoría de votantes. El partido más votado en junio será el Encuentro Progresista-Frente Amplio, que conseguirá una mayoría absoluta de votos. La votación del domingo en términos porcentuales será muy similar a la registrada en las internas de abril de 1999, con una participación de algo más de la mitad del electorado. Clara ventaja de Larrañaga sobre Lacalle La encuesta realizada entre los días 13 y 20 de junio muestra que en el PN, contrariamente a lo indicado en los últimos días por otras empresas encuestadoras, Larrañaga obtendrá un claro triunfo sobre el precandidato herrerista. Larrañaga consigue la adhesión del 65% de los nacionalistas que afirman que votarán el domingo, frente a un 32% que señala apoyará a Lacalle. Un 2% de los entrevistados se mantienen indecisos y otro 2% apoyará a la Dra. Maeso. Considerando el conjunto del electorado, Larrañaga consigue un 12% de los votos y Lacalle un 6%. Intención de voto interna PN - 27 de junio (Universo: Todos los que afirman que concurrirán a votar al PN) 65% 32% Lacalle Larrañaga 2% 2% Maeso No sabe El triunfo de Larrañaga se consolida a partir del repunte electoral registrado en Montevideo durante el mes de junio. Mientras en mayo ambos candidatos aparecían empatados en la capital, en el mes de junio Larrañaga logró un crecimiento sustantivo pasando del 49% al 58%. A su vez, mantuvo una votación mayoritaria en el interior del país, a pesar de descender su adhesión (pasó del 69% al 64%). Pese a que Lacalle mejoró su votación en el interior del país (pasó de 30% a 35%), las tendencias en todo el país muestran que la victoria será indefectiblemente de Larrañaga (ver cuadro y gráfico). Montevideo Mayo 49 49 2 100 Lacalle Larrañaga Maeso Total Interior Junio 40 58 2 100 Mayo 30 69 1 100 Junio 35 64 1 100 Stirling en el Partido Colorado En el Partido Colorado la elección del domingo ungirá a Guillermo Stirling como el candidato presidencial para octubre. Pese a que su intención de voto descendió respecto al mes de mayo (pasó de 91% a 81%), el ex ministro del interior obtendrá, como era de esperar, un claro triunfo sobre sus contendores. Alberto Iglesias, candidato de la UCB, se ubica en el segundo lugar con el 7% de los votos, seguido por Lombardo con un 3% y Flores Silva con un 2%. Intención de voto interna PC - 27 de junio (Universo: Todos los que afirman que concurrirán a votar al PC) 81% Stirling 3% 7% 2% Lombardo Iglesias Flores Silva 7% No sabe Más atractiva resulta la disputa entre los grupos que auspician la candidatura de Stirling. La encuesta de Grupo Radar consultó a los encuestados que afirman que votarán a Stirling y que concurrirán a votar el domingo, respecto a la forma en que acompañarán esta candidatura. En tal sentido, la encuesta muestra que un 38% optará por votar a Stirling con las listas encabezadas por el quincista Alejandro Atchugarry, un 33% lo hará con listas encabezadas por el líder del Foro Batllista, Julio Sanguinetti, y un 23% optará por otras listas. Interna de la candidatura de Stirling (Universo: Todos los que afirman que concurrirán a votar) Lista 15 38% Foro Batllista 31% Otras Listas 23% No sabe 8% Se confirma el predominio del MPP en el Encuentro Progresista La votación del domingo confirmará finalmente la primacía del MPP de José Mujica en la interna del EP-FA. Consultados los encuentristas que votarán el próximo domingo sobre qué sector escogerán, los resultados muestran que un 34% apoyará al MPP-609, un 18% al Partido Socialista y un 11% a Asamblea Uruguay de Danilo Astori. En un cuarto lugar, aparecen con niveles de captación similares la Vertiente Artiguista de Arana, la Alianza Progresista de Nin Novoa (ambos 8%), y el Nuevo Espacio de Rafael Michelini (7%). Cierran la disputa en el EP-FA, la lista 1001 del Partido Comunista con un 3%, la 1303 de Carlos Pita con un 1% y otros grupos menores que agrupados marcan un 2% de la intención de voto encuentrista. Un 7% de los votantes de este partido se mantienen indecisos. I nte n ció n d e v o to in te r na EP - FA - 2 7 de ju n io ( Un iverso: Tod os los q u e afirm an q u e c on cu rrirán a votar al EP- FA ) 3 4% M P P 60 9 P S -9 0 1 8% AU -2 12 1 11 % V A -7 7 8% A P -7 3 8 8% N E -9 9 m il 7% 3% 1 00 1 C P-1 3 0 3 O tr os N o sa b e 1% 2% 7% El EP-FA alcanzará la mayoría absoluta de votos en junio Los resultados de la encuesta de Grupo Radar indican que un 52% de los votantes del domingo se inclinará por el EP-FA, un 30% votará por el PN, un 9% por el PC y un 1% por el Partido Independiente. El 7% de los electores que irán a votar el domingo se mantiene aun en duda, en tanto que un 1% manifiesta que votará en blanco. Intención de voto a los partidos - 27 de junio (Universo: todos los que afirman que concurrirán a votar) P.N. 30% P.C. 9% P.I. 1% No sabe 7% En blanco 1% EP-FA 52% Si consideramos la intención de voto para el 27 de junio a partir de la totalidad del electorado se observa que el EP-FA conscita el apoyo de un 32% del electorado, el PN un 18% y el PC tan sólo un 6%. CUADRO 1 El voto potencial extrapartidario La posibilidad de que el voto extrapartidario influya en el resultado de la interna del PN fue un tema largamente analizado durante las últimas semanas. Grupo Radar ha indagado sobre este fenómeno durante los últimos tres meses. Para ello, ha formulado a los votantes del EP-FA y del PC, la siguiente pregunta: “¿Participaría Ud en la interna del PN?, En ese caso, ¿por quién votaría?”. Los resultados muestran al igual que el mes anterior- que existe un 7% del electorado inclinado potencialmente a votar en un partido que no es de su preferencia para la elección de octubre. Un 5% corresponde a votantes del EP-FA y un 2% a votantes del PC. Si bien este grupo de votantes es realmente importante (unos 150 mil), las preferencias expresadas en la encuesta lo vuelven neutro a los efectos de la definición del pleito Larrañaga-Lacalle. Mientras un 4% dice que en caso de votar en la interna del PN lo haría por Larrañaga, un 3% considera que lo haría por Lacalle. Por tanto, en caso de existir voto extrapartidario, el mismo no afectaría mayormente el resultado de la interna nacionalista. Sí, en cambio, podría influir sobre la votación de los partidos, haciendo crecer al PN y por ende, decrecer a los otros partidos. Pero la interrrogante principal respcto a este punto consiste en saber si este tipo de comportamiento finalmente llegará a concretarse. Desde nuestro punto de vista, esto es difícil de saber, pues influyen aquí otras variables como (a) la prevalencia o no de la creencia de que la interna blanca se definirá por pocos votos, (b) el desarrollo de comportamientos estratégicos (votar al peor para favorecer la chance futura de mi partido) o comportamientos por afinidad (votar al más próximo en términos ideológicos) para evitar que el candidato más distante avance hacia la presidencia), o (c) el efecto de la prédica continua que durante el último mes los dirigentes encuentristas realizaron para que sus adherentes votaran en su propio partido. Por tanto, se mantiene la duda respecto a la concresión o no de este comportamiento. Únicamente las encuestas posteriores a la elección del domingo podrán confirmarar si el mismo existió o no. No obstante, vale señalar que en caso de suceder dificilmente afecte el resultado final de la disputa en el PN: Voto potencial extrapartidario ¿Participaría Ud en la interna del PN? En ese c aso, ¿por quién votaría? (Porc entajes sobre el total del electorado) 1 Colorados Encuentristas 1 3 2 Lacalle Larrañaga CUADRO 2 Algo más de la mitad de los habilitados concurrirá a las urnas el domingo. Uno de las grandes interrogantes de esta elección gira en torno al volumen de votantes que conurrirá a votar. La encuesta de Grupo Radar ha estudiado desde el mes de febrero la inclinación del electorado a participar de las internas partidarias. En abril y mayo los decididos a ir a votar alcanzaban el 46% y 47% respectivamente, pero en junio este porcentaje ascendió al 61%. Si se considera que el padrón electoral presenta un grado de depuración muy bajo, pues incluye a los casi cien mil ciudadanos que emigraron en los últimos cinco años y a los difuntos registrados en idéntico período, podemos considerar que el porcentaje “real” de electores alcanza aproximadamente el 91% de la cifra oficialmente divulgada. El ajuste del resultado de la encuesta a este universo, muestra que aproximadamente un 54% de los electores concurriría a votar el próximo domingo. Este resultado es prácticamente similar al registrado en las internas de abril de 1999 (53,7% de los habilitados). Sin embargo, vale aclaraR que el mismo está sujeto a diferentes contingencias que pueden o no efectivizarlo como los factores climáticos y los cierres de campaña de los diferentes candidatos. Nota de Análisis: "La primera etapa del ciclo electoral 2004-2005 en perspectiva histórica" Por Adolfo Garcé y Daniel Chasquetti El domingo culmina la primera etapa del ciclo electoral 2004-2005. Como es sabido, su principal finalidad consistió en seleccionar el candidato único de cada partido. La información disponible permite anticipar que las urnas consagrarán a Tabaré Vázquez, Jorge Larrañaga y Guillermo Stirling como candidatos de los tres principales partidos políticos de Uruguay. Desde luego, siempre se supo que Tabaré Vázquez sería nuevamente el candidato del EP/FA. También se sabía, desde marzo de este año, que Stirling, pese a los denodados esfuerzos de sus desafiantes, terminaría siendo el candidato del PC. La única duda de mucha gente estaba relacionada con el desenlace de la interna del PN. Este clima de certezas, esta sensación de “pasó lo que tenía que pasar”, se desvanece en un instante en cuanto se toma un poco de perspectiva histórica. Hace dos o tres años atrás era realmente muy difícil imaginar que ni Lacalle ni Sanguinetti fueran los candidatos de sus partidos. Los pocos que se atrevieron a pensar que Sanguinetti no sería el candidato del PC, nunca imaginaron en qué especialísimas circunstancias terminaría dilucidándose esta cuestión. Lacalle fue (para nosotros ya es un hecho) derrotado por Larrañaga. Sanguinetti, en marzo de este año, fue acorralado y obligado a retroceder por Stirling. Por favor, paciente lector de estas columnas: le pedimos que haga una pausa, respire hondo y nos acompañe en nuestro asombro. Estos dos hechos no pueden pasar desapercibidos. ¡Ni Lacalle ni Sanguinetti serán candidatos de sus partidos! Algo está pasando en la política uruguaya. Algo realmente importante. Es que no todos los días aparecen liderazgos como los de ellos. ¿Cuántos políticos como Luis Alberto Lacalle tuvo el PN durante el siglo XX? Podemos contarlos con los dedos de una mano. ¿Cuántos dirigentes de la trascendencia de Julio María Sanguinetti ha tenido el PC en ese mismo lapso? Pocos, realmente muy pocos. Obviamente, si no es frecuente que surjan, no pasa todos los días que su influencia se desplome. Más infrecuente es, todavía, que dos liderazgos de dimensiones tan significativas como los de los dos dirigentes mencionados se desmoronen al unísono. Alguien podría argumentar que nos estamos precipitando. Según este punto de vista la derrota de Lacalle en estas primarias no impedirá que siga conservando una cuota muy importante de poder dentro de la interna de su partido y dentro del sistema político uruguayo. En nuestra opinión, esta visión no es correcta: es mucho más razonable suponer que el 27 de junio de 2004 marcará un punto de inflexión definitivo en la carrera política de Lacalle. Si no ganó la interna habiendo presidido el Directorio del PN, habiendo controlado a la mayor parte de la bancada del PN, habiendo sido el principal interlocutor del Presidente Batlle, habiendo derrochado imaginación, audacia, trabajo y talento durante 5 años, habiendo protagonizado hechos políticos tan importantes como el relevo del ministro Alberto Bensión y la ruptura de la coalición, ¿por qué habríamos de pensar que sí podrá imponerse en la interna dentro de 5 años, siendo que contará a partir de las próximas elecciones con recursos de poder político significativamente menores a los que dispuso entre el 2000 y el 2004? Otro tanto podría argumentarse sobre Sanguinetti. Hay quienes piensan que, durante los próximos años, seguirá ejerciendo un poder importante en la interna de su partido. Desde luego, su participación en el debate público (especialmente si ocupa su banca en el Senado) y su influencia política dentro de su partido no serán irrelevantes. Sin embargo, lo sucedido durante esta primera parte del ciclo electoral muestra claramente que Sanguinetti cada vez incide menos en el debate público y que cada vez controla menos lo que ocurre dentro de su partido. Este último punto es especialmente significativo: la bancada del Foro (entre el 2005 y el 2009) será apenas una parte (ni siquiera es seguro que sea la mayor) de la diminuta representación parlamentaria de un insólitamente minúsculo PC. Dejemos constancia de las enormes diferencias entre los procesos de erosión del poder político del líder del Foro y del jefe del Herrerismo. Sanguinetti fue víctima, como dijimos oportunamente, de una conjura “de manual”. Durante mucho tiempo el líder del Foro esperó, pensó, calculó, especuló. Mientras tanto, otros dirigentes de su partido también esperaban, pensaban, calculaban y especulaban. Un buen día, uno de ellos, el más popular de todos, cansado de tanto esperar, se plantó firme y dijo: “voy a ser candidato”. Ese día, el líder del Foro ya no pudo especular más. Ante los hechos consumados debió dar un paso al costado y permitir la emergencia de Stirling. Fue un típico golpe de palacio. Discreto y punzante. Silencioso y letal. Los electores colorados casi no han tenido información sobre estos acontecimientos. El pleito en la cúpula lo decidieron un puñado de dirigentes, entre cuatro paredes. Lacalle, en cambio, fue derrotado públicamente por una extensa coalición de dirigentes nacionales y departamentales. Lacalle y Larrañaga dirimieron su pleito político de cara a los electores blancos, es decir, urnas mediante. El proceso que desembocó en la designación de Stirling, en cambio, involucró solamente a tres personas: a Sanguinetti, a Batlle y al propio ex Ministro. Naturalmente, ambos hechos, el ocaso de Sanguinetti y el de Lacalle, no solamente tienen diferencias como las que acabamos de señalar. En realidad, su ya mencionada simultaneidad no es obra de la casualidad. La ola que se lleva a Sanguinetti es la misma que la que se lleva a Lacalle. Es la ola, enorme, del malhumor de la opinión pública con los dos partidos que han estado en el gobierno y con sus principales dirigentes. Es la ola, tempestuosa, de repudio a las políticas liberales de los 90’ y los elencos políticos que las impulsaron. A Lacalle lo derrota Larrañaga haciendo un discurso “progresista”: subrayando su oposición al “neoliberalismo” del presidente Batlle, reivindicando el papel del Estado en la orientación del desarrollo económico y enfatizando la necesidad de atender la problemática social. Stirling, por su parte, vislumbró su oportunidad de desafiar al líder comparando sus niveles de popularidad con la abundante información existente acerca del desgaste de la imagen de Sanguinetti. La ciudadanía, que apoyó a Sanguinetti y Lacalle con fidelidad y paciencia durante quince años, ahora les da vuelta la espalda. En realidad, el desenlace de la primera parte del ciclo electoral 2004-2005 es el segundo “ensayo general” de lo que ocurrirá en octubre. El primer anuncio fue el referéndum sobre la Ley de Ancap cuando Vázquez y la mayoría de los dirigentes del EP/FA lograron vencer, con increíble comodidad, a una amplísima coalición integrada por el PC, el PN y el PI, que incluía a dirigentes tan consistentes como Sanguinetti, Stirling, Atchugarry, Lacalle, Gallinal, Larrañaga, Abreu, Mieres y Posadas. La exclusión de Sanguinetti y Lacalle de la oferta electoral de colorados y blancos es el segundo anuncio del clima que vive la opinión pública uruguaya después de la debacle 1999-2003. Evidentemente, el ciclo electoral 2004-2005 no quiere pasar desapercibido. Busca su lugar en la historia. La cosecha en la primera etapa ha comenzado a asegurárselo. Pero todavía faltan las elecciones nacionales y las municipales. También allí habrán grandes novedades. Ficha técnica La información que presentamos en esta nota surge de una encuesta realizada entre el 13 y el 20 de junio de 2004 entre 1017 ciudadanos. Los mismos constituyen una muestra representativa de la población de 18 y más años de edad residente en hogares particulares de localidades de todo el país con 2000 y más habitantes. Esta encuesta de opinión pública se realiza en forma periódica y tiene la particularidad de realizarse en un "panel" semipermanente de ciudadanos, lo que permite asegurar que las variaciones observadas entre una medición y otra se deben a cambios de opinión reales y no al cambio de muestra. Esta muestra es de carácter aleatorio probabilístico y su margen de error, para un nivel de confianza de 95%, no supera el ±2.4% cuando se analizan resultados sobre el total de la población. Este margen de error aumenta cuando se trabaja sobre segmentos más pequeños. Todas las encuestas fueron realizadas en forma telefónica en los hogares de los entrevistados. Montevideo fue dividida en 25 zonas geográficas, coincidiendo con las divisiones de ANTEL. Superponiendo los datos del Censo de Población con la zonificación de ANTEL, manteniendo fijas las características de cada zona y sorteando las demás cifras al azar, es posible diseñar una muestra probabilística de números de teléfono que respete la estructura dela población por barrio. En el Interior se realizaron encuestas en 50 localidades, utilizando una metodología similar de sorteo. La realización de las entrevistas fue tarea exclusiva del equipo de encuestadores que integra Grupo RADAR en forma permanente. El diseño de la muestra, la formulación de las preguntas y el análisis de la información estuvieron a cargo del equipo conformado por Alain Mizrahi, Director de Grupo RADAR, y los Polítólogos Daniel Chasquetti y Adolfo Garcé. Grupo RADAR y sus profesionales asociados adhieren al Código de Etica Internacional para la Práctica de la Investigación Social y de Mercado de ESOMAR (The World Association of Research Professionals) y en particular a su Guide to Opinion Polls.