http://ibm-server/index.php/editorial/32976-no-asoman-caudillos-despues-de-lacalle- Opinión No asoman caudillos después de Lacalle Viernes, 18 Noviembre 2016 Las últimas investigaciones sobre la preferencia de la gente que tiene como lema al Partido Nacional dan una abrumadora mayoría, cercana al cincuenta por ciento de Jorge Washington Larrañaga. Recordando el estancamiento y lenta bajante del Frente y que casi se mantuvo igual el Partido Colorado. En tanto en la colectividad oribista todo apunta al ex intendente de Paysandú que ha pregonado con un discurso firme en los últimos tiempos y se ha mostrado como la cara o el ala progresista de su partido. La otra mitad tiene una enorme preferencia por Luis Alberto Lacalle, al punto que entre ambos podrían asumir casi la totalidad de las preferencias partidarias como sucedió en la última interna. Luego llegan un montón de candidatos, legisladores, figuras relevantes del Partido, pero con poco predicamento a escala mayor como Ana Lía Piñeyrúa, Francisco Gallinal, Sergio Abreu, Luis Lacalle Pou, Jorge Saravia, Luis Alberto Heber, el diputado por Rocha maestro José Carlos Cardozo, o el ex canciller doctor Sergio Abreu. Pero nadie de estos reconocidos hombres y mujeres políticos pasan el tres por ciento de las preferencias de voto. A la gente que tiene como meta votar a los blancos hay que decirles que Luis Alberto Lacalle Herrera no será candidato en las próximas elecciones internas para que finalmente opte por otro. Allí recién comienzan a dibujar un escenario pensando en lo que tiene que ver con el resto de los candidatos, y una buena parte de lo que llevaba el ex mandatario va para Jorge Larrañaga y lo otro se distribuye entre todos los candidatos. La fuerza de Lacalle ha sido tal que el partido y sobre todo su ala (que puede ser tomada como la derecha de la colectividad) no es capaz de generar un caudillo de semejante envergadura. Lo que parece raro pero en realidad no lo es. Es muy pero muy difícil alcanzar figuras totales, capaces de liderar a un partido. Lo fue Wilson, ni hablar, Seregni, hoy Tabaré Vázquez que domina al Frente Amplio, en tanto el Partido Colorado contó con un líder del tamaño de Julio Sanguinetti, hombre de conducción firme de un sector creado a la luz de la democracia como el Foro Batllista, que durante años dominó la interna colorada. Después los colorados tuvieron al 1/2 http://ibm-server/index.php/editorial/32976-no-asoman-caudillos-despues-de-lacalle- fenómeno que encarna Jorge Batlle, quizás el bicho político más reconocido de todos los partidos, legislador, presidente, hombre de diálogo con todas las fuerzas. Pero notemos cómo a los colorados les cuesta superar a estas dos señeras figuras (ahora Bordaberry es indiscutido pero le costó ser la figura número uno de su lema) y al Frente le cuesta un perú superar la imagen de Vázquez, al punto que están por organizar procesiones rumbo a la casona de la calle Bushental pidiéndole que vuelva “si la biología se lo permite”. Lo que los blancos necesitan es un caudillo fuerte que acompañe a Larrañaga, que rastrille los votos más a la derecha de su partido pensando a su vez en que Bordaberry no se los birle, ya que los discursos y las propuestas asoman en muchos casos más importantes que las fronteras partidarias. Esa tarea no es solo de todos los que buscan su lugar en el gran escenario, sino también de Alianza Nacional, Larrañaga, Heber Da Rosa, y Rodrigo Goñi, que hoy dominan el Partido sabiendo que tienen al gran candidato, pero también que si no son capaces de fogonear otro polo no podrán dar el gran salto a la pelea con el Frente, seguramente en el ballotage que sueñan. Es cierto que no siempre asoma gente del nivel intelectual y político de Lacalle, que se puede decir que cada diez o veinte años los partidos presenta uno, pero al menos generar las alternativas para que todos los que sueñan con el partido tengan refugio en él y no busquen el cobijo de otro lema por entender que un candidato los representa mejor. 2/2