SUMARIO mg LA OTRA CARA DEL DEPORTE El golpe más duro Boxeo y patología neurológica. Se trata de un binomio que viene estudiándose prácticamente a lo largo de todo el siglo XX y que ha generado siempre mucha controversia. Y es que el casco protector, en ocasiones y según la dureza del combate, poco puede hacer para evitar un duro golpe en la cabeza del púgil. Teniendo en cuenta que estos golpes suelen repetirse durante largos períodos de tiempo, esta situación puede dar lugar a microtraumatismos neuronales que derivarán (o no) en patología neurológica. Puede que deriven y puede que no, porque si en algunos estudios científicos se ha concluido que el boxeo puede considerarse actividad de riesgo para el desarrollo de enfermedades neurológicas, dada su exposición continuada a los golpes, expertos en neurología aseguran asimismo que genéticamente existen unos individuos más predispuestos que otros al padecimiento de este tipo de dolencias y, por tanto, ser boxeador no significa padecer una enfermedad neurológica. La depresión y el Parkinson son dos de las patologías que se han relacionado con la práctica de este deporte. El ejemplo más famoso lo encontramos en el boxeador americano Cassius Clay, más conocido por el nombre que adoptó al convertirse al islamismo: Muhammad Alí. Considerado por muchos como el mejor boxeador de la historia, lo curioso es que Alí solía dar más gol- 514 Nº 5 6 - SEPTIEMBRE 2003 - P Á G 5 1 4 EL MATIZ La demencia pugilística es una enfermedad de tipo sumatorio. Tras años de entrenamientos y combates y después de haber recibido muchos golpes en el ring los boxeadores sufren microtraumatismos que provocan microroturas de las arteriolas del cerebro. A la larga, estas pequeñas hemorragias pueden provocar el entorpecimiento en los movimientos y el habla característicos de este tipo de demencia o parkinsonismo. Para evitar males mayores, las federaciones y organizaciones profesionales de boxeo han establecido normas y restricciones en el número de combates que los boxeadores profesionales pueden disputar, normas que afectan especialmente al púgil que ha sufrido pérdida de conciencia durante la práctica de este deporte. pes de los que recibía. Aún así, en 1982, ya retirado del cuadrilátero, el boxeador hacía público el que posiblemente fue el golpe más duro que había recibido en su vida: sufría la enfermedad de Parkinson. Cabe decir, sin embargo, que los trabajos que ven una relación entre Parkinson y boxeo son muy cautos en sus conclusiones y no desprenden evidencias científicas firmes. Más segura parece la literatura que hace referencia a los parkinsonismos y, en especial, a un tipo específico de demencia conocida como la "demencia pugilística", también denominada Síndrome de los Boxeadores. Fue descrita por primera vez en 1928 y presenta síntomas parecidos a los del Parkinson. Se caracteriza por manifestarse varios años después de la retirada del boxeador y sus síntomas suelen ser la inestabilidad en la marcha inicial, confusión mental y entorpecimiento muscular. REVISTA D E L A SEMG