LA GRAVIOLA La Naturaleza encierra secretos que el hombre a pesar de de los inconvenientes y trabas que las poderosas organizaciones interesadas en obtener fabulosas utilidades van poniendo en el camino poco a poco va descubriendo. Si bien de cada fruto que Dios ha creado en la Tierra como alimento medicamento se podría escribir una historia de sus propiedades, quiero referirme en estos momentos a la Guanábana, (Annona muricata). Este fruto es el del árbol llamado según los distintos países donde se cultiva con distintos nombres: En México se lo llama “Zapote agrio; en Venezuela, guanábana, catoche, catuche; en Cuba y Puerto Rico, cabeza de negro o guanábana; en las Antillas Francesas, corossoller, cachimán épineux; en las Antillas Inglesas y Florida, soursop; en Java, mangka welanda. En general se la conoce con el nombre de Graviola. A este fruto milagroso de la naturaleza se le han descubierto múltiples propiedades curativas, pero uno de los más importantes es que elimina las células cancerosas sin dañar las células sanas, que por el contrario las fortifica para evitar los daños causados por los radicales libres. La fuente de esta información proviene de uno de los fabricantes de medicamentos más grandes del mundo, quien afirma que después de 20 pruebas de laboratorio realizadas a partir del año 1970 los extractos revelaron lo siguiente: -1º) Destruye las células de 12 tipos de cáncer, incluyendo el de colon, de pecho, de próstata, de pulmón y de páncreas. -2º) Los compuestos de este árbol demostraron actuar 10.000 (diez mil) veces mejor que el producto “Adriamycin”, una droga quimioterapéutica, que se emplea normalmente en el mundo para retardar el crecimiento de las células cancerosas. -3º) Pero lo que es todavía más asombroso; es que con este tipo de terapia natural con el extracto de Graviola, o guanábana, se destruyen solamente las malignas células del cáncer, no afectando en modo alguno a las células sanas. ¿Cómo esto no se ha dado a publicidad antes? se preguntaran muchos de nuestros lectores. La respuesta es muy sencilla aunque muy lamentable. Nuestra salud y aún las vidas de los habitantes de esta nuestro maravilloso Planeta están bajo el control del poder económico, quienes lucran con la enfermedad y como, la Graviola es una planta que actúa muy bien y sana, no conviene que se divulguen sus propiedades. Una gran corporación americana, multimillonaria, inició la búsqueda de una cura para el cáncer y su investigación se centró en la Graviola. Todas sus partes mostraron ser útiles: las hojas, raíces, la pulpa y las semillas. Todas ellas han sido usadas durante siglos por los curanderos y los indígenas nativos de América del sur, en el tratamiento de las enfermedades del corazón, asma, problemas artríticos etc. Ante las primeras evidencias, la mencionada compañía gastó ingentes sumas de dinero para probar las propiedades anti cancerígenas del árbol asombrándose de los resultados obtenidos. Esto parecía que se iba a convertir en la fuente de millonarias utilidades. Pero se encontraron con un gran obstáculo insalvable; el árbol de la Guanábana o Graviola es completamente natural, razón por la cual no es patentable bajo la ley federal. Por lo tanto no era posible obtener las jugosas ganancias que se esperaban de ello. No se podían hacer de ninguna manera ganancias serias. Esta compañía entonces optó por tratar de sintetizar dos de los ingredientes del potente anti cancerígeno del árbol de la Graviola. Si ellos hubieran podido aislarlos, estarían en condiciones de patentarlo y ganar billones de dólares. Pero se encontraron con un nuevo e infranqueable muro para no hacerlo. El producto original es imposible de reproducir: No encontraron manera alguna para que esta compañía pudiera protegerse comercialmente si divulgaba los resultados de sus investigaciones, sin obtener antes una patente exclusiva. Como este sueño no se pudo realizar y se han evaporado las fabulosas ganancias, la compañía archivó el proyecto decidiéndose abstenerse de publicar los resultados obtenidos de su investigación. Pero como la verdad siempre sale a la luz por más que la queramos rodear de sombras, un científico honesto que participó en la investigación, cuya ética profesional y su hombría de bien no le permitía cohonestar tal decisión, resolvió arriesgarse poniéndose en contacto con un firma dedicada a estudiar las plantas de la Amazonia y por fin el milagro se hizo. Cuando los investigadores del Instituto de Ciencias de La Salud se enteraron de las buenas nuevas, comenzaron a investigar la posibilidad que la Graviola pudiera tener para combatir el cáncer. La evidencia de la efectividad curativa de la graviola es asombrosa y la forma en que se pretendió encubrir esa verdad no se hicieron esperar, levantando una ola de indignación entre las personas honestas que investigaron este producto. El Instituto Nacional del Cáncer realizó la primera investigación científica en 1976. Los resultados mostraron que las hojas de la graviola y sus tallos son eficaces atacando, y destruyendo las células malignas. Inexplicablemente, los resultados se recogieron en un informe confidencial y nunca se entregaron a la opinión pública. Desde entonces la graviola ha demostrado en 20 pruebas de laboratorios independientes que su poder anti cancerígeno es muy potente, aún que todavía no se han adelantado pruebas a ciegas (doble-ciego) que son las utilizadas por la ciencia médica como referencia para juzgar el valor del tratamiento. Estudios en distintos laboratorios han descubierto que la graviola es un poderoso antioxidante; evita el envejecimiento prematuro; es antiviral; antiparasitario; estabiliza la hipertensión; está indicado para personas obesas, hipertensos y cardiacos. Puedes ser útil para tumores malignos sin perjudicar las células sanas. Un estudio de la Universidad Católica de Corea del Sur declaró en un periódico Natural products (Productos Naturales), que un elemento, químico de la graviola (Guanábana) fue utilizado para matar las células del cáncer de colon de manera selectiva, con una potencia 10.000.- (diez mil) veces superior a la Adriamicina normalmente usada en la medicina alopática. La parte más significativa del estudio de la Universidad Católica de Corea afirma que la graviola mostró ser selectiva al atacar las células del cáncer, mientras dejaba intactas las células sanas, al contario que la quimioterapia tradicional que ataca, sin discriminación a las células en proceso de reproducción (como las del estómago y el cabello), usando efectos colaterales a menudo devastadores como nauseas y la pérdida del pelo. Otro estudio reciente, de la Universidad de Purdue, encontró que las hojas del árbol de graviola matan células de seis tipos de cáncer, en especial el de próstata, el de páncreas y los pulmones. ¡Una verdad oculta por más de siete años al fin ha sido revelada!!! Este producto a se ha divulgado por toda América del Sur, y cultivado por los Indígenas del Brasil, está finalmente disponible en América. Esperamos que en todo el mundo.