Rumasa y su influencia en la generación de la posguerra Antonio Agar Rumasa y su influencia en la generación de la posguerra © Antonio Agar ISBN: 978-84-8454-794-5 Depósito legal: A-640-2009 Edita: Editorial Club Universitario. Telf.: 96 567 61 33 C/. Cottolengo, 25 – San Vicente (Alicante) www.ecu.fm Printed in Spain Imprime: Imprenta Gamma. Telf.: 965 67 19 87 C/. Cottolengo, 25 – San Vicente (Alicante) www.gamma.fm [email protected] Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información o sistema de reproducción, sin permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. ÍNDICE INTRODUCCIÓN ................................................................ 5 Funciones principales de Rumasa .............................................. 7 Incautación del grupo por el I.N.I............................................... 9 La venta de Bodegas Paternina y Franco Española .................12 La venta de Galerías Preciados.................................................13 Conclusiones sobre la reprivatización......................................15 CAPÍTULO 1 La sociedad jerezana de los años cincuenta ........................ 17 CAPÍTULO 2 Don José María Ruiz Mateos, modelo de empresario......... 23 CAPÍTULO 3 La supernova Rumasa ......................................................... 31 Conjeturas sobre la conspiración de algunos poderes fácticos...44 Reflexión sobre la credibilidad de la Auditoria Arthur Andersen....................................................................................46 Sector Bebidas (Bodegas y Destiladoras) ................................50 CAPÍTULO 4 El idealismo como pulsión utópica. El quijotismo.............. 61 Rumasa y su quijotismo............................................................62 CAPÍTULO 5 La producción bodeguera de jerez, tipos de vinos .............. 69 La vendimia...............................................................................70 La fermentacion o el parto del vino..........................................73 Los pasos a seguir para convertir el mosto en vino de Jerez......74 Crianza de los vinos de Jerez. Sistema de soleras y criaderas....74 CAPÍTULO 6 Vinos y Brandys, producciones de las bodegas. El Reto de Rumasa ....................................................................................77 CAPÍTULO 7 Jerez, aposento del duende andaluz..................................... 85 Poemas y rimas sobre el vino ...................................................87 El vino, propiedades medicinales .............................................92 El tapeo. El Aperitivo hecho arte..............................................94 CAPÍTULO 8 El adoctrinamiento político en la juventud de la Posguerra .... 97 La filosofia de la Falange. La figura de José Antonio Primo de Rivera......................................................................................101 CAPÍTULO 9 Mi caminar por Rumasa .................................................... 105 Mi primera experiencia con la institución del Opus Dei .......109 Mi incorporación al grupo y mi encuentro con D. Luis Romero ....................................................................................117 Incorporación a Bodegas Paternina en Haro (Rioja) .............119 Mi labor en Bodegas Paternina...............................................119 Rioja. Un pedacito de cielo en la tierra ..................................124 Reconocimiento literario al vino de Rioja..............................126 Mi admiración y agradecimiento a Rioja y sus gentes ..........130 Conclusiones de mi gestión en Bodegas Paternina................137 Creación de una división de exportaciones para productos industriales...............................................................................139 CAPÍTULO 10 Mi aprendizaje con don Rafael padilla y mi gratitud ........ 147 Charlas y meditaciones filosóficas con Rafael Padilla...... 152 A la memoria de don Rafael Padilla Ruiz..............................155 CAPÍTULO 11 La filosofía de Rumasa...................................................... 157 La figura de doña Teresa Rivero ............................................160 EPÍLOGO.......................................................................... 163 INTRODUCCIÓN El propósito de este libro, no es otro que el de poner de relieve la importancia y el protagonismo que tuvo RUMASA en el despertar empresarial de Jerez y Andalucía en aquellos años difíciles de la Posguerra y cómo influyó decisivamente en una juventud marcada por el caos reinante y el relajamiento de las instituciones públicas que se erigieron en una sociedad paternalista con el consentimiento generalizado e impotente de los ciudadanos. Quiero centrar el contenido de estas páginas, bajo el ángulo más aséptico y distante de connotaciones políticas, con el fin de plasmar solo las facetas y singularidades que ilustren a los lectores sobre la verdadera dimensión social de este magnífico poliedro que supuso Rumasa y descrito dentro de la óptica de aquellos jóvenes andaluces que nacimos en la Posguerra y nos encontramos de bruces en los finales de la década de los cincuenta con una España autártica, dictatorial e ignorada por los países democráticos de Europa. La mayoría de los hogares de la clase media y jornalera que representaba el 95 % de la población, constaba en esos años con un promedio de grupos familiares de seis personas, más los abuelos. La atención primordial pasaba por la que los mayorcitos contribuyeran al sustento familiar lo antes posible. Aunque existían normas sobre la obligatoriedad de cursar los estudios primarios, la falta de control y el relajamiento en el cumplimiento era notable, lo que propiciaba que muchos chavales, abandonaran estos estudios básicos cuando se le daba una oportunidad de trabajo. Se daba el hecho de que la introducción al mundo laboral, no era especialmente complicada como actualmente, bastaba la petición y rogatoria a un señorito, capataz o encargado de un comercio, para que fuera acogido como recadero, botones o auxiliar de bodega 5 Antonio Agar sin exigencias contractuales. Se sometían a un fiel sometimiento y sumisión con jornadas que incluían sábados y a veces domingos. El valor preponderante entonces para el jefe era la fidelidad y el acatamiento de las órdenes, quedando en un segundo o tercer plano de la jerarquía de valores: el mérito, la iniciativa y el talante emprendedor. Es con este escenario sombrío, cuando irrumpe como un vendaval RUMASA e implanta su revolución empresarial. Don José María Ruiz Mateos acaba de firmar un ingenioso contrato con la más prestigiosa firma inglesa de importaciones de vinos, y como consecuencia de este trascendental acuerdo, garantiza el trabajo de numerosos puestos de trabajo y se inicia una etapa fundamental en la sociedad jerezana, desencadenándose una polvareda de esperanzas e ilusiones en las que el trabajo, la perseverancia, el orden y la disciplina, formaban el sustrato y la base de una pirámide a la que todos los empleados sin distinción de categoría podían aspirar, accediendo o elevándose según sus méritos al centro o a la cúspide en función de su entrega y rendimiento. A medida que los proyectos bodegueros se iban desarrollando con éxito en Jerez, Rumasa fue ampliando sus negocios dentro de la región andaluza, con la incorporación de actividades financieras, bancos comarcales y regionales y la creación de una gran empresa de proyección nacional, “Hispano alemana de Construcciones S.A.”. De esta forma se continuaba aperturando nuevas delegaciones en otras regiones de España, y en todas ellas aplicándose los mismos postulados de disciplina y perseverancia en el trabajo, espoleados por ese brioso jinete don José María Ruiz Mateos que seguía manteniendo firme las bridas de toda la organización, fustigando con su ejemplo de entrega y el trabajo bien hecho que le animaba a cabalgar con trote armonioso el corcel infatigable de RUMASA. Quiero remarcar aquellos episodios que influyeron en mi formación y en la de tantos jóvenes de forma decisiva en nuestras vidas, siguiendo normalmente un proceso escalonado en la jerarquía profesional, y que en la mayoría de los casos, a excepción de figuras profesionales ya consagradas, comenzábamos como auxiliares administrativos. 6 Rumasa y su influencia en la generación de la posguerra En mi caso, estaba ejerciendo de accounting clerk en la Base Naval de Rota y finalizando simultáneamente mis estudios de peritaje mercantil, cuando recibí la oferta de Rumasa, como tantos de mi generación, aceptando una posición de auxiliar administrativo en Hispano Alemana, recién constituida. Mi grata sorpresa fue la visita de don José María animándonos a perseguir metas más elevadas, por lo que nos dio el aliento necesario y mejor aún, el fondo monetario para poder seguir progresando en la conquista de titulaciones académicas superiores. ¿Cuántos empresarios en aquella época se preocupaban por estimular a sus empleados y les pagaban su formación académica? Decidí afrontar aquel reto, aceptando cursar los estudios de Profesorado Mercantil por libre claro está, y con el ánimo henchido me zambullí a la conquista de una tarea, difícil pero cargada de ilusiones y de promesas. Tal como expresé al principio, no voy a influir en los lectores con la opinión que yo pueda tener sobre las causas políticas que originaron la expropiación y los desastres económicos y morales que, esto produjo en muchos de los trabajadores del grupo. Sin embargo y en aras de buscar la verdad y con el loable fin de que los lectores elaboren su propio juicio, me veo obligado a exponer una serie de datos objetivos y concretos que se pueden constatar en hemeroteca e informaciones de la época de la expropiación. A saber: ¿Qué funciones venía realizando Rumasa en la sociedad desde sus comienzos y de forma permanente durante más de dos décadas? a) Formación y cobertura del pago de los jóvenes con inquietudes y aspiraciones académicas. b) Adoptar y responsabilizarse de empresas mal gestionadas. Reflotarlas, manteniendo los puestos de trabajo y mejorando sus instalaciones. c) Reinversión del 100% de las ganancias obtenidas en la creación de nuevos proyectos empresariales, o ampliación y consolidación de los ya existentes. 7 Antonio Agar d) Austeridad en el gasto, primar a los trabajadores destacados, ofrecerles puestos de mayor responsabilidad y atender puntualmente las nóminas y los pagos a proveedores. e) Dedicar atención económica y humana al personal más desfavorecido a través de la Fundación del Perpetuo Socorro. f) Rechazo de todos los gastos suntuosos, tanto de forma personal como colectiva, evitando incurrir en ostentaciones muy propias de los nuevos ricos de la época, como adquisiciones de yates, coches de lujos, fincas de ocio, etc. Teniendo bien presente las funciones arriba expresadas que Rumasa ejercía con evidente beneficio a la sociedad, súbitamente el Gobierno toma la decisión de UNA EXPROPIACIÓN BRUTAL a un grupo que de forma permanente está creando riqueza laboral, económica y empresarial. ¿Cuáles fueron sus razones? Como es lógico muchos ciudadanos no están normalmente al tanto de los movimientos y operaciones de las empresas, de sus batallas jurídicas, de sus luchas para competir en el mercado, bastante tienen para mantener su puesto de trabajo y llevar el sustento de la familia. Por esto hay un desconocimiento generalizado del porqué se borra del mapa a una organización que da tantos puestos de trabajo. Con el fin de no influenciar en los lectores, me limito a mostrar tres posibles premisas que podrían servir de apoyo a la decisión del Gobierno: 1) Por mantener saldos pendientes con organismos públicos, Hacienda, Seguridad Social, etc. 2) La amenaza que según los analistas del gabinete económico del Gobierno, gravitaba sobre el colectivo de trabajadores del grupo y la pérdida de sus puestos de trabajo. 3) La dimensión colosal que estaba alcanzando Rumasa en el universo empresarial como grupo bancario, y hotelero y el peligro que eso conllevaba de eclipsar a instituciones financieras secularmente establecidas. 8 Rumasa y su influencia en la generación de la posguerra Con esta interpelación a la masa de lectores, que cada cual haga su propia reflexión y encuentre la respuesta. Según el decreto ley promulgado por el Gobierno las causas se resumían en que era inevitable la intervención del grupo con nocturnidad y alevosía por razones de “interés social”. En otras palabras para salvaguardar la pérdida de los puestos de trabajo, es decir, se apoyaron en la premisa nº 2. La consistencia de este argumento se cae por su propio peso cuando se analiza, solo superficialmente como se desarrolló la REPRIVATIZACIÓN de las empresas del grupo, por lo que y siguiendo la línea de información a los lectores, voy a enunciarles los postulados más elementales de la misma para su más fácil comprensión. Incautación del grupo Rumasa por el Instituto Nacional de Industria (INI) Una vez intervenido el holding por el Estado el 23 de febrero de 1983, pasaron todas las empresas de Rumasa a formar parte del Patrimonio Nacional del Estado, a través de su organismo técnico el Instituto Nacional de Industria. Este organismo fue creado el 25 de septiembre de 1941 con el propósito de promover el desarrollo de los proyectos industriales españoles, atendiendo a una visión autártica de la incipiente economía de la nación. Dicho de otro modo, se trataba de organizar la escasa industria estatal, partiendo del principio de autosuficiencia económica y política y ajustándose al modelo de economía cerrada a que el régimen estaba obligado a realizar por el aislamiento de circulación de bienes a que estábamos sometidos por los países europeos y norteamericanos con regímenes democráticos, en respuesta al gobierno dictatorial que padecíamos desde la Guerra Civil. De esta forma el INI tuvo a su cargo empresas públicas con actividades industriales, como fue Ensidesa, en el caso de actividades de automoción fue Seat, la de actividades navieras fue Bazán y la de armamentos la denominaron Santa Bárbara. 9 Antonio Agar Dada la envergadura del grupo de Rumasa, con un conglomerado de empresas alrededor de setecientas, la reprivatización era a todas luces inviable para ser soportada por un solo grupo o empresa, por lo que se tomó la decisión de fragmentar las sociedades por sectores y actividades, de tal suerte que resultara más fácil su colocación en el mercado. A grandes rasgos la reprivatización, fue un montaje en apariencia ajustado a derecho, con mecanismos legales de licitación y en el que ofertaban sociedades que cumplían una serie de condiciones, a las que se le imponían dos requisitos insalvables: 1) Ingresar en las cuentas de los organismos públicos las cantidades que reflejaban el pasivo exigible de los balances y que correspondía solo a las deudas tributarias de la sociedad que se reprivatizaba. 2) Mantener intactos los puestos de trabajos. El Instituto Nacional de Industria, trasladó la gestión de la compleja reprivatización a la Dirección General del Patrimonio del Estado, quien a la sazón ostentaba el cargo de Director General don Javier Moral Medina. El Director General designó un equipo supuestamente preparado y capitaneado por dos de sus más fieles colaboradores. Don Amable Álvarez Guerrero, en calidad de Administrador General de la Rumasa expropiada con sede en Jerez. Don Carlos Barbáchano San Millán, a quien se le asignó las funciones de Gerente de la División de bebidas (vinos y licores) del grupo, con sede también en Jerez. Resulta al menos sorprendente en la forma y en el fondo de cómo gestionaron la venta de las empresas, y dado que sería tarea imposible de analizar detalle a detalle, es decir, reflejar empresa por empresa los pormenores de su reprivatización. Si es mi pretensión relatar sólo dos OPERACIONES que son lo 10 Rumasa y su influencia en la generación de la posguerra suficientemente demostrativas y que puedan servir de botón de muestra para que nuestros lectores, se hagan una idea de cual fue la Filosofía del Gobierno que de forma sistemática se desprendía de esa pesada carga buscando compradores dentro de su círculo de amigos empresarios, para poder liquidar lo antes posible el fantasma de Rumasa que le perseguía por los pasillos del Congreso. Antes de estudiar estas dos operaciones, merece la pena subrayar una serie de actuaciones de los responsables de la gestión, que no dejan de ser inquietantes, y que pone en tela de juicio la transparencia y el proceder ético de los interventores. ¿Saben los ciudadanos que don Carlos Barbáchano puso especial interés en la reducción drástica de las plantillas de trabajadores, con el pago consecuente de enormes indemnizaciones, con el propósito de aliviar el WORK FORCE o Masa Laboral de las empresas, todo ello previo a su reprivatización? Esto no llega a entenderse, primero porque iba contra los principios del decreto de expropiación, y luego porque favorecía a los compradores, en este caso a don Marcos Eguizabal, quien fue uno de los más llamémosle eufimísticamente “afortunado”. Incluso hay personas que conjeturan de que este interventor, formaba parte del entramado de empresas que licitaban por Bodegas Díez-Merito y Bisa, junto al empresario riojano Marcos Eguizabal. Como consecuencia de estos comentarios y posibles irregularidades, nos consta de la presencia y llamada al orden del Director del Patrimonio que se apresuró a viajar desde Madrid y a tomar carta en el asunto. ¿Conocen mis queridos lectores que el Sr. Amable Álvarez, a quien denominaban cariñosamente Mr. PROPER, por la limpieza laboral y eliminación de empleo que realizó en la empresas jerezanas y así adecuarlas, según su criterio a una rentabilidad óptima? También sabemos que casualmente, este señor después de la reprivatización estuvo de empleado en Bisa con Marcos 11 Antonio Agar Eguizabal y posteriormente con Bobadilla y Garvey… Los azares del destino. Tras este preámbulo que consideramos aclaratorio para la comprensión de este fenómeno de la reprivatización, nos centramos en las dos operaciones a la que nos hemos referido: a) La reprivatización de Bodegas Paternina y Franco Española. b) La reprivatización de Galerías Preciados. a) La Venta de Bodegas Paternina y Franco Española Es incuestionable que Bodegas Paternina ha sido por antonomasia la imagen del vino de Rioja, y también de los vinos de mesa de España, desde siempre. Don José María Ruiz Mateos consciente de ello y del peso que ha soportado en la historia vinícola de España, al finalizar la década de los setenta y una vez que España, se abría al Mercado Internacional, con otras marcas de vinos de Rioja, y como otras zonas como Ribera del Duero, regiones vinícolas de Cataluña, etc. Se consolidaban en esos mercados; se planteó adaptar sus bodegas como Paternina y Franco Española a estos nuevos tiempos, por lo que planificó una especie de aggiornamiento, de renovaciones y mejoras con el incremento de sus activos de botas de roble tanto americano como limousine francés. Fui testigo directo de estos cambios al ocupar el cargo de Director Financiero de Bodegas Paternina en el año 1981 y como esos progresos, no se limitaban solo a los factores de la producción, sino que también estas mejoras se aplicaban a la formación del equipo humano, tanto en idiomas, como en sistemas de trabajos tanto de controles administrativos como de elaboración y bodega. Nuestra meta era convertirnos en uno de los mayores exportadores de vinos de calidad y competir con los franceses en mercados como Estados Unidos y Canadá. Una vez en la plataforma de salida, con las inversiones realizadas, programaciones de publicidad y conciertos con 12 Rumasa y su influencia en la generación de la posguerra clientes, se nos vino encima el tsunami de la expropiación, arrasando ilusiones, puestos de trabajo y destruyendo la imagen que tantos años costó levantar. El nuevo propietario, don Marcos Eguizabal, sin experiencia bodeguera que lo avalara hizo válida su oferta de unas decenas de millones por unas propiedades bodegueras que valían miles de millones. Un disparate que forma ya parte de los más aberrantes misterios de la historia empresarial. b) La Venta de Galerías Preciados Este grupo lo conformaban una cadena de tiendas que fue la primera gran empresa de almacenes en España con vitola de un servicio personalizado y que tuvo su apogeo en la década de los cincuenta y sesenta. Su fundador, el empresario asturiano Pepín Fernández, que emigró a Méjico y Cuba, forjó su experiencia en unos centros comerciales de la Habana, y a su regreso a Madrid se instaló en la calle Carreta, creando su primera tienda con un servicio innovador y que se llamó Sederías Carretas. Su gran salto se produjo en 1943 con su primer centro de Galerías Preciados, comenzando la andadura de este grupo con un éxito vertiginoso que le permitió abrir nuevas tiendas en Madrid y poco más tarde en numerosas ciudades de España. Dada la envergadura tanto económica como financiera, que representaba esta rápida expansión Pepín Fernández aceptó la entrada como accionista de la Banca Urquijo que aportaba fondos suficientes para garantizar la viabilidad de un proyecto de tal calibre. Así transcurrieron en solitario sin competencia más de veinte años. A inicios de los setenta se introducía en el Mercado un competidor El Corte Inglés, que de la mano certera de un gran financiero, don Isidoro Álvarez, que con un gran equipo de profesionales, tuvo un comienzo arrollador, ganándole terreno comercial a Galerías Preciados, que coincidió con el ocaso vital de Pepín Fernández ya en esa época octagenario, y que no tuvo 13 Antonio Agar un sucesor que llevara la batuta para combatir la entrada de una competencia tan sólida. De esta forma transcurrieron unos años en que los resultados fueron descendiendo hasta cotas negativas, por lo que la Banca Urquijo, el principal accionista decidió vender el negocio que a su vez se había cargado de personal, por lo que podríamos decir que iba a los finales de los setenta a la deriva. Es en ese momento cuando don José María Ruiz Mateos se interesa por esta actividad, y de esta manera logra saciar su apetito de empresario audaz. La banca Urquijo tuvo noticias, y le hizo llegar a don José María que ya estaba analizando la operación, de la existencia de una firma alemana también interesada en Galerías Preciados. No se sabe a ciencia cierta si fue una estratagema del Urquijo o no, pero lo que desencadenó fue la precipitación de Rumasa por finalizar la operación sin haber llegado a un estudio final de su viabilidad. Cuando don José María se dio cuenta del lastre de personal, unos once mil empelados, no se amilanó; al contrario, para él era un nuevo challenge, un nuevo reto que afrontar en su ya dilatada vida empresarial. La operación tuvo lugar a finales de 1981 e inmediatamente descargó toda su energía y coraje para reflotar el grupo de tiendas, invirtiendo no solo recursos económicos, sino su mejor activo: “Sus ejecutivos insuflados de entusiasmo y dedicación”. Lo que sucedió, es que cuando estaba recogiendo los primeros frutos de su trabajo con la recuperación de su antigua imagen corporativa y fidelizando sus clientes, le sobrevino el duro golpe de la expropiación. Se especula sobre la intervención del círculo de asesores de la Presidencia del Gobierno, quienes recomendaron al grupo empresarial venezolano “Los Cisneros”, la adquisición de Galerías Preciados, por el montante de las deudas tributarias que ascendían a varios cientos de millones. ¿A cuánto ascendería su verdadero patrimonio inmobiliario?, seguramente habría que calcularlo exponencialmente. 14 Rumasa y su influencia en la generación de la posguerra El Grupo Cisneros nunca hizo un programa de viabilidad ni planificación de futuro, a lo sumo llegaron a efectuar una visita turística de los emplazamientos y tiendas de Madrid, limitando su compromiso a dar un pelotazo en toda regla. No consta de que llegaran siquiera a tomar posesión física del grupo, solo aparecieron como propietarios en la documentación registral y notarial. En breves meses colocaron la propiedad de Galerías Preciados a un grupo inglés por miles de millones de pesetas, en una rocambolesca operación llena de filigranas financieras, para más tarde recalar en el Grupo Corte Inglés. Otra reprivatización escandalosa, pero que en este caso alcanza, una dimensión especial por su magnitud y la relevancia del artífice de la operación que los anglosajones definen certeramente como “Due to the person who masterminded the business”. ¿Se enteraría quizás de los pormenores de la operación por los periódicos? Dejemos a los lectores que formulen su propio veredicto. Conclusiones sobre la reprivatización Una vez finalizada esta etapa de reprivatizaciones, nos encontramos que tanto previamente los administradores del grupo y posteriormente los nuevos empresarios no cumplieron con el requisito más importante de la licitación, que era el de mantener los puestos de trabajo, que asimismo era el fundamento del decreto de la ley de expropiación. Se sucedieron los expedientes de regulación de empleo, cosiguiendo al final defenestrar a la mayoría de los trabajadores. No acertamos a comprender cómo los sindicatos y la oposición permitieron estas barbaridades y no intervinieron para impedirlo. Concluimos que la reprivatización ha sido el ESPERPENTO NACIONAL más infame de la historia empresarial de España, y que de haber vivido Valle Inclán, seguramente hubiera escrito una enciclopedia Espasa sobre este ignominioso acontecimiento. 15 Antonio Agar Algunos cronistas y analistas han hecho un cálculo del coste que nos ha supuesto a los españoles esta disparatada expropiación, alrededor de unos setecientos mil millones de las antiguas pesetas, pero mi opinión es que esta cifra puede quedar corta y que nunca sabremos su verdadero valor. Nos queda pendiente otra incógnita que nunca despejaremos, pero que tendríamos que SIGNIFICAR Y PONER DE RELIEVE y es el dato que cuantitativamente no podemos sustanciar, pero que de manera incuestionable habría que añadir y que sumar a las setenta mil familias que componían el tejido laboral del grupo Rumasa en el año 1983 y que son LOS NUEVOS PUESTOS QUE NO LLEGARON A NACER, y que hubieran fortalecido esa masa empresarial en un momento histórico en el que se estaba gestando nuestra entrada en el Mercado Común. 16 CAPÍTULO 1 La sociedad jerezana de los años cincuenta En aquella época, Jerez constituía uno de los bastiones latifundistas de mayor envergadura, no solo de Andalucía, sino de España. Un grupo de familias de rancio abolengo mantenían secularmente en régimen de propiedad feudal, esas inmensas extensiones de tierras que consolidaron con capitalistas bodegueros de origen anglosajón en los siglos XVI y XVII y que conformaron unos bellos paisajes de fincas y cortijos, circundados con plantaciones vinícolas, grandiosas caballerizas y dehesas que mimaban al rey del campo “El Toro bravo”. Las capas sociales de aquellos años eran muy simples. Los terratenientes y la burguesía formaban la pirámide como era lo natural, descendiendo a otra segunda capa que como concepción retórica vamos a llamar clase media, pero que no difería sustancialmente de la que podríamos llamar la base de la pirámide: los jornaleros. La clase media constituida por funcionarios, comerciantes y empleados no se diferenciaba económicamente de la clase jornalera, tanto de bodegas, agrícolas o que atendían al ganado. Su distinción era más bien una figura retórica ya que los sueldos de la época eran muy semejantes, con la desventaja que el colectivo de la clase media, estaba obligado a realizar un esfuerzo económico, al menos dos veces al año, “El domingo de Ramos” y el día del “Corpus Christi”, ya que era costumbre estrenar unos zapatos, o unos pantalones bombachos, o un jersey. Mantener esa tradición en una España paupérrima, constituía para esta clase media una auténtica proeza, especialmente para aquellas familias numerosas (la mayoría pasaban de 6 miembros) 17 Antonio Agar fruto de la explosión demográfica de los años siguientes a la Posguerra. El mérito fue posible gracias a las heroicas madres que supervivieron a las penurias de una España, sometida a un régimen autárquico y aislado del conjunto de países europeos. Es hora de rendirle nuestro más cálido homenaje y nuestra más ferviente admiración por ese encomiable esfuerzo y resignación. Cuántas y cuántas madrugadas se pasaban en blanco, cosiendo y arreglando chaquetas y pantalones con la inserción de nuevos trozos de paños en la ropa que le había quedado pequeña a los mayorcitos, para que los pequeños tuvieran la ilusión de estrenar su propia vestimenta en esos días tan señalados. Todo ello agravado con la carencia de aparatos electrodomésticos que les hacía emplear un tiempo valioso en el lavado manual, secado y preparación del fuego a base de carbón, etc. Los valores de la sociedad estaban firmemente sustentados por la clase dominante y la Iglesia que en claro contubernio mantenían el acatamiento generalizado de la población, como expresaba Blasco Ibáñez: “El Sol seguía iluminando los campos, las viñas, los cortijos, pero un tanto desenfocado hacía la humanidad como si entre ella y el astro se hubiese interpuesto un velo fúnebre”. El campesino, el jornalero, después de una vida llena de privaciones, llega a la vejez decrépito y desamparado, y cuando en alguna ocasión, le asaltaban deseos de venganza y de reivindicaciones sociales tan elementales, justas y necesarias, quedaba seguidamente rechazada y abortada por la falta de garantía de éxito y por esa mezcla de honradez e ignorancia. Esta inseguridad en sí mismo le hacía entrar en un estadio de conformismo generalizado, acomodándose a una situación que les garantizaba la seguridad del sustento y guardando celosamente en lo más hondo de la sentina del alma, la terrible resignación del siervo. Los cronistas de la villa, comentaban que en una ocasión, en los albores del siglo XX, hubo un conato de movimiento revolucionario en la comarca jerezana, pero que no progresó, debido principalmente a dos razones: 18