deficiencia auditiva - IES Canarias Cabrera Pinto

Anuncio
DEFICIENCIA AUDITIVA
No oír significa una desconexión con el medio, que puede generar
un estado de inseguridad al que la persona sorda trata de hacer
frente, ayudándose de otros sentidos en especial de la vista y del
tacto.
Los déficit auditivos y lingüísticos obstaculizan su interacción
social, circunstancia que implica cierta dificultad para recibir el
punto de vista de los demás en suma, dificultad para interiorizar
las normas sociales.
CLASIFICACIÓN DE LAS DEFICIENCIAS AUDITIVAS
Es necesario hacer una distinción entre el término sordo e
hipoacúsico. Se denomina sordo a aquella "persona cuya audición
residual imposibilita la comprensión de la palabra por vía auditiva
exclusivamente, con o sin ayuda de prótesis auditivas". Y se
establece el término hipoacúsico para "aquellas personas cuya
audición residual hace difícil pero no imposible, la comprensión de la
palabra por vía auditiva exclusivamente, con o sin ayuda de prótesis
auditivas, teniendo formación básica del lenguaje interior".
1) Momento de su aparición.
ƒ
Hereditarias:
Cuando la pérdida auditiva está presente al nacer. Actúa
sobre el oído interno, dando lugar a malformación de
algunos de sus órganos.
ƒ
Adquiridas:
Se producen durante el desarrollo embrionario o después
del parto:
o Prenatales: Motivadas por diferentes embriopatías y
fetopatías (rubéola…)
o Perinatales: Producidas en el momento del parto
(anoxia, fórceps...).
o Postnatales:
Prelocutivas:
Aquellas sorderas que han sido adquiridas antes de los
tres años, aunque en muchas ocasiones sería más
correcto hacer esta clasificación atendiendo al nivel de
desarrollo lingüístico alcanzado.
Postlocutivas:
Esta denominación se utiliza para designar aquellas
sorderas, que se adquieren entre los tres y los cuatro
años, o más concretamente, cuando ya se haya
desarrollado el lenguaje.
2) Localización topográfica.
ƒ
Sordera de transmisión:
La alteración de la transmisión del sonido se produce a través
del oído externo y medio.
ƒ
Sordera neurosensorial:
Cuando existen lesiones en el oído interno o en la vía auditiva
nerviosa.
ƒ
Sordera mixta:
Cuando existe al mismo tiempo una sordera de transmisión y
neurosensorial.
3) Grado de pérdida.
Normoaudición
El umbral de audición tonal no sobrepasa los 20 dB en la gama de
frecuencias conversacionales. Ésta es la intensidad que percibe un
oído que no sufre ningún tipo de pérdida auditiva.
ƒ
Hipoacusias:
o Déficit auditivo ligero:
Este tipo de pérdida puede hacer más difícil la comunicación,
especialmente en ambientes ruidosos, pero no impiden un
desarrollo lingüístico normal, es decir, no produce
alteraciones significativas en la adquisición y desarrollo del
lenguaje. El grado de pérdida se encuentra entre los
umbrales de 20 y 40 dB. Pequeñas dificultades articulatorias.
o Déficit auditivo medio:
La pérdida auditiva se sitúa entre 40 y 70 dB. El niño tendrá
problemas para la adquisición del lenguaje, por lo que es
necesaria la adaptación de una prótesis, así como la
intervención logopédica. Pero ha de tenerse en cuenta que,
por norma general, podrán adquirir el lenguaje por vía
auditiva.
Articulación defectuosa. Lenguaje productivo limitado.
Capacidad para la estructuración del pensamiento verbal.
ƒ
Sorderas:
o Déficit auditivo severo:
La pérdida auditiva se sitúa entre 70 y 90 dB. Esta pérdida
supones importantes problemas para la comunicación
hablada y para la adquisición del lenguaje oral. La voz no se
oye, a no ser que ésta sea emitida a intensidades muy
elevadas. Percepción de algunos sonidos, pero imposibilidad
de adquisición espontánea del lenguaje. Las personas con
este grado de sordera necesitan el apoyo de la lectura labial,
y para ellas, es imprescindible el uso de audífono y el apoyo
logopédico para el desarrollo del lenguaje.
o Déficit auditivo profundo:
La pérdida auditiva supera los 90 dB. Esta pérdida provoca
alteraciones importantes en el desarrollo global del niño;
afecta a las funciones de alerta y orientación, a la
estructuración espacio-temporal y al desarrollo intelectual.
Será imprescindible el uso de audífonos o implante coclear,
una enseñanza intencional y sistemática del lenguaje.
o Cofosis:
La cofosis supone la pérdida total de la audición. Supone la
ausencia de restos auditivos se sitúa por encima de los 120
dB, aunque en muchas ocasiones una pérdida superior a los
100 dB. Implica una auténtica cofosis funcional. Sin
embargo, la pérdida total de audición es poco frecuente.
Características Psicológicas del niño sordo:
Desarrollo Cognitivo:
•
•
•
El niño sordo Adquiere el mismo nivel de desarrollo cognitivo
que el oyente, aunque más lentamente.
Son capaces de realizar juego simbólico, pero con mayor
retraso y limitaciones que los oyentes.
Los códigos utilizados por los niños sordos reflejan las
características del lenguaje natural de éstos. Tienen una forma
diferente de estructurar la realidad, una evolución diferente del
juego y del lenguaje.
Capacidad Intelectual:
ƒ
ƒ
Dentro de la población de personas sordas, el nivel intelectual
tiene una variedad similar a la que presenta la población
oyente.
Puede aparecer retraso mental cuando ciertas etiologías,
además de sordera producen afecciones neurológicas.
Memoria:
•
•
La capacidad de organizar los conceptos abstractos en la
memoria es similar a la de los oyentes.
Los procesos de organización y control de memoria en ambos
comienza a una edad similar.
Descargar