,3 Bruselas, 24 de julio de 2002 ,PSXHVWRV HVSHFLDOHV OD &RPLVLyQ SURSRQH DUPRQL]DU OD ILVFDOLGDG DSOLFDEOH DO JDVyOHR SURIHVLRQDO &RQ YLVWDV D DXPHQWDU OD SURWHFFLyQ GHOPHGLRDPELHQWH \ D VROXFLRQDU ORV JUDYHVSUREOHPDVGHGLVWRUVLyQGHODFRPSHWHQFLDDTXHVHHQIUHQWDOD8(HQ XQRV PHUFDGRV GH WUDQVSRUWH SRU FDUUHWHUD DFWXDOPHQWH OLEHUDOL]DGRV OD &RPLVLyQ (XURSHD KD SUHVHQWDGR XQD SURSXHVWD SDUD DUPRQL]DU JUDGXDOPHQWH ORV WLSRV GHO LPSXHVWR HVSHFLDO DSOLFDGRV SRU ORV (VWDGRV PLHPEURVDOJDVyOHRSURIHVLRQDO\DSUR[LPDUORVWLSRVPtQLPRVGHOLPSXHVWR VREUHHOJDVyOHRQRSURIHVLRQDO\ODJDVROLQDVLQSORPR(VWDSURSXHVWDILMDUi XQWLSR³FHQWUDO´GHHXURVSRUOLWURVDSDUWLUGHOGHHQHURGH TXH VH LUi UHYLVDQGR FRQ DUUHJOR D OD LQIODFLyQ D SDUWLU GH GLFKR DxR /RV (VWDGRV PLHPEURV SRGUiQ LU UHGXFLHQGR JUDGXDOPHQWH ODV YDULDFLRQHV HQ WRUQR DO WLSR FHQWUDO KDVWD DOFDQ]DU XQ WLSR DUPRQL]DGR ~QLFR HQ 6H SURSRQHDSOLFDUDOJDVyOHRQRSURIHVLRQDOHOPLVPRWLSRPtQLPRGHOLPSXHVWR HVSHFLDOTXHDODJDVROLQDVLQSORPRSDUDHO\DTXHQRH[LVWHQUD]RQHV PHGLRDPELHQWDOHV QL GH RWUR WLSR TXH MXVWLILTXHQ OD DSOLFDFLyQ GH XQ WLSR PtQLPR LQIHULRU DO JDVyOHR FRPR RFXUUH DFWXDOPHQWH 3RU RWUD SDUWH OD SURSXHVWDSUHYpVXELUHOWLSRPtQLPRGHOLPSXHVWRDSOLFDEOHDFWXDOPHQWHDOD JDVROLQD VLQ SORPR GH HXURV D HXURV SDUD WHQHU HQ FXHQWD OD LQIODFLyQ&XDQGRHOWLSRPtQLPRGHOLPSXHVWRHVSHFLDODSOLFDEOH DO JDVyOHR SURIHVLRQDO VXSHUHORV HXURV FRQ DUUHJOR D OD DUPRQL]DFLyQ SURJUHVLYD GH OD ILVFDOLGDG GLFKR WLSR PtQLPR VH DSOLFDUi WDPELpQ DO JDVyOHR QR SURIHVLRQDO \ D OD JDVROLQD VLQ SORPR 'H HVWD IRUPD HO WLSR PtQLPR GHO LPSXHVWR HVSHFLDO DSOLFDEOH DO JDVyOHR QR SURIHVLRQDO \ D OD JDVROLQD VLQ SORPR QXQFD VHUi LQIHULRU DO DSOLFDEOH DO JDVyOHR SURIHVLRQDO \ VH LUi DMXVWDQGRSHUPDQHQWHPHQWHFRQDUUHJORDODLQIODFLyQ(OHQIRTXHFRP~QHQ PDWHULDGHILVFDOLGDGGHORVLPSXHVWRVHVSHFLDOHVVREUHHOJDVyOHRXWLOL]DGR SRUODVHPSUHVDVGHWUDQVSRUWHGHPHUFDQFtDV\SDVDMHURVSRU FDUUHWHUD HV XQRGHORVREMHWLYRVHVWDEOHFLGRVHQHO/LEUR%ODQFRGHOD&RPLVLyQVREUHOD SROtWLFDHXURSHDGHWUDQVSRUWHVGHFDUDDYpDVH,3 “Las grandes diferencias actuales entre los tipos del impuesto especial aplicados por los Estados miembros al gasóleo utilizado por las empresas de transporte por carretera han provocado graves distorsiones de la competencia en el Mercado Interior, especialmente desde la plena liberalización de este sector en 1998”, afirmó Frits Bolkestein, Comisario Europeo encargado de fiscalidad. “La presente propuesta contribuirá a establecer un marco general adecuado para la fiscalidad de los productos energéticos y colaborará en la protección del medio ambiente al fomentar una utilización más eficiente de los carburantes.” El Consejo de Ministros de la UE lleva varios años debatiendo la propuesta presentada por la Comisión en 1997 relativa a un sistema común de imposición de los productos energéticos (véase IP/97/211). En el Consejo Europeo de Sevilla, en junio de este año, la Presidencia española propuso una serie de directrices para orientar los futuros trabajos sobre la propuesta de fiscalidad de la energía. En los debates que tuvieron lugar en el Consejo, los Estados miembros subrayaron la necesidad de un tratamiento fiscal especial para el transporte de mercancías y pasajeros por carretera con el fin de contrarrestar las subidas de los costes de carburante, reconociendo a la vez la necesidad de luchar contra las distorsiones de la competencia provocadas por la aplicación de distintos tipos nacionales en los impuestos sobre el gasóleo. Ya a principios de este año la Comisión se comprometió a presentar una propuesta comunitaria para solucionar este problema. Esta propuesta distingue entre el gasóleo profesional, definido como el que utilizan los vehículos de más de 16 toneladas y los autobuses y autocares con capacidad para más de 9 pasajeros, del gasóleo destinado a usos particulares, que estaban hasta ahora sometidos a las mismas normas fiscales comunitarias. Los distintos tipos del impuesto especial sobre el gasóleo aplicados por los Estados miembros han provocado distorsiones de la competencia en el mercado del transporte internacional por carretera. Diversos estudios han concluido que, en el sector del transporte de mercancías, normalmente son vehículos de más de 16 toneladas los que realizan operaciones de transporte internacional y, en el del transporte de pasajeros, los autocares de turismo tienen generalmente capacidad para más de 9 pasajeros. *DVyOHRSURIHVLRQDO La propuesta prevé subir el tipo mínimo del impuesto especial aplicable al gasóleo, pasando de los 245 euros por 1000 litros actuales a un tipo común armonizado (“central”) en 2010. Dicho tipo central se fijaría en 350 euros para 2003 y se revisaría con arreglo a la inflación, sobre la base del índice de precios al consumo, a partir de dicho año. Entre 2003 y 2010, los tipos aplicados por los Estados miembros deberían inscribirse en un margen de fluctuación de 100 euros por encima o por debajo del tipo central. Dicho margen se iría estrechando cada año en 28 euros, aumentando el límite inferior y reduciendo el superior en 14 euros cada uno. En 2009 y 2010 el margen de fluctuación se reduciría en 30 euros, aumentando el límite inferior y reduciendo el superior en 15 euros. Ello daría lugar a un tipo armonizado, sin margen de fluctuación, en 2010. Para entonces, el tipo central revisado con arreglo a la inflación debería haber alcanzado, o incluso superado, los 410 euros. La Directiva de 1992 relativa a los tipos del impuesto especial fijaba un tipo mínimo sin establecer un límite máximo y, desde entonces, dichos tipos mínimos no se han revisado con arreglo a la inflación. En esta situación los Estados miembros optaron por enfoques muy diversos, con lo que los tipos actuales del impuesto especial sobre el gasóleo en los Estados miembros varían desde 245 euros hasta unos 750 euros por 1000 litros. El tipo de 350 euros es más elevado que el impuesto medio actual sobre el gasóleo en los Estados miembros (343 euros), tal y como recomendaba el Libro Blanco de la Comisión sobre la política de transporte. Por otra parte se irá revisando, por lo que no perderá valor con el tiempo. 2 La Comisión propone armonizar el impuesto especial aplicable al gasóleo profesional, ya que la fijación de tipos mínimos no bastaría para acabar con las distorsiones de la competencia en los mercados del transporte de mercancías y de pasajeros. Las empresas de transporte de mercancías y pasajeros por carretera que operan a través de las fronteras o en otro Estado miembro disponen, generalmente, de vehículos con grandes depósitos, lo que les permite aprovechar las diferencias, muy importantes, en los impuestos especiales nacionales aplicables al gasóleo, llenando sus depósitos en aquellos Estados miembros que cuentan con tipos más bajos y reduciendo así sus costes de explotación. Esta forma de turismo fiscal implica pérdidas de ingresos en los Estados miembros y perjudica al medio ambiente, ya que dichos vehículos efectúan desvíos y recorren distancias más largas de lo que lo harían si los tipos del impuesto especial fueran uniformes. Aquellos Estados miembros, como el Reino Unido, que actualmente aplican un tipo de derecho especial sobre el gasóleo más de 1,5 veces superior al tipo central comunitario podrían aplicar un tipo fuera del margen de fluctuación durante un periodo de siete años a partir de 2003, aunque deberían adoptar un plan de convergencia dirigido a introducir sus derechos especiales en dicho margen para el 31 de diciembre de 2009. En la práctica, la capacidad de los Estados miembros para perseguir unos objetivos más ambiciosos en materia de protección del medio ambiente, o para obtener ingresos adicionales mediante la aplicación de unos tipos mucho más elevados del impuesto especial sobre el gasóleo que los países vecinos, se ve limitada en cierto grado por el hecho de que sus empresas de transporte por carretera que operan en rutas internacionales no tienen más que adquirir su carburante en un país limítrofe. El periodo transitorio de siete años (2003–2010) permitiría a los Estados miembros que aplican al gasóleo un tipo bajo de derecho irlo aumentando gradualmente sin perturbar el equilibrio de las empresas afectadas. Por otra parte, limitará las dificultades presupuestarias en los Estados miembros que deban reducir sus tipos actuales de impuestos especiales. *DVyOHRQRSURIHVLRQDO\JDVROLQDVLQSORPR La propuesta pretende también animar a los Estados miembros a aproximar, a partir de 2006, el tratamiento fiscal otorgado al gasóleo utilizado con fines no profesionales al otorgado a la gasolina utilizada en los vehículos particulares. Con arreglo a las normas actuales, el nivel mínimo de derecho especial aplicable al gasóleo (245 euros por 1000 litros) es inferior al nivel mínimo de derecho especial aplicable a la gasolina sin plomo (287 euros por 1000 litros). No existe una justificación medioambiental para gravar el gasóleo no profesional a un tipo inferior al de la gasolina sin plomo. 3 Consecuentemente, la Directiva propuesta aproximaría gradualmente el tipo mínimo del impuesto especial aplicable al gasóleo no profesional al aplicable a la gasolina sin plomo. A partir del 1 de enero de 2003, el tipo mínimo del impuesto especial sobre la gasolina sin plomo pasaría de 287 euros a 360 euros, para tener en cuenta la inflación desde 1992 (cuando se fijó el tipo mínimo de 287 euros), y el tipo mínimo del impuesto especial sobre el gasóleo no profesional pasaría de 245 euros a 302 euros. Estas subidas resultan conformes a las directrices propuestas por la Presidencia española en el Consejo Europeo de Sevilla en el sentido de aumentar todos los tipos mínimos de la Directiva de 1992 para tener en cuenta la inflación – véase MEMO/02/121. Así, el tipo mínimo del derecho especial sobre el gasóleo no profesional se ajustaría al tipo mínimo de impuesto especial sobre la gasolina sin plomo, 360 euros, para 2006. La propuesta prevé además que el tipo mínimo del derecho aplicable al gasóleo no profesional y a la gasolina sin plomo nunca sea inferior al aplicable al gasóleo profesional. De esta forma, cuando el tipo inferior del derecho aplicable al gasóleo profesional supere los 360 euros, dentro de la aproximación gradual hacia un tipo central, dicho tipo mínimo se aplicará también al gasóleo no profesional y a la gasolina sin plomo. En consecuencia, el tipo mínimo del derecho aplicable al gasóleo no profesional y a la gasolina sin plomo se revisaría permanentemente con arreglo a la inflación, a semejanza del tipo central aplicable al gasóleo profesional. &RQWH[WR Los costes de carburante, impuestos incluidos, representan como media entre un 15% y un 20% de los costes de explotación para las empresas de transporte por carretera. El porcentaje de los costes de carburante, dentro de los costes totales de explotación, aumenta en relación directa con el peso del vehículo. Puesto que el impuesto especial representa casi el 60% del precio del gasóleo en el surtidor (IVA excluido), dicho impuesto representa entre un 10% y un 12% de los costes de explotación de las empresas de transporte de mercancías por carretera. El carburante supone entre un 10% y un 15% de los costes de explotación de las empresas de transporte de pasajeros por carretera. El porcentaje de vehículos privados que utilizan gasóleo en la Unión Europea ha aumentado sustancialmente desde principios de los noventa, como lo muestra el incremento de las cifras anuales de ventas de este tipo de vehículos, que representaron un 43% de las matriculaciones totales en 2001 frente a menos del 20% en 1990. La presente propuesta tiene como objetivo modificar las Directivas comunitarias 92/81/CEE y 92/82/CEE, que establecen una estructura común de los impuestos especiales, así como sus tipos mínimos, para la gasolina con plomo, la gasolina sin plomo y el gasóleo. El texto completo de la propuesta está disponible en el sitio web Europa: http://europa.eu.int/comm/taxation_customs/whatsnew.htm 4 5