CÓMO ESTABLECER NORMAS PARA MEJORAR LA CONVIVENCIA FAMILIAR - Establezca unas normas básicas de convivencia pero no intente regularlo todo. - Comience con pocas normas e introduzca nuevas normas cuando las primeras ya estén asentadas y/o se hayan convertido en un hábito. - Elogie, en un principio, el cumplimiento de la norma para que acepten mejor la norma impuesta (“Has llegado puntual, veo que eres responsable/puedo confiar en ti”). - Establezca consecuencias para el cumplimiento/incumplimiento de la norma, comuníquesela al hijo y deje la responsabilidad en sus actos. Recuerde que siempre ha de aplicar las consecuencias establecidas para que la norma sea útil y efectiva, ya que si no las aplica el hijo entenderá que sus acciones no siempre son corregidas e intentará traspasar los límites continuamente. - Revise las normas periódicamente: muchas de las normas que tenía con 12 años ya no sirven cuando tiene 16. - Establezca normas básicas de convivencia para todos basadas en el respeto y negocie las normas menos importantes (manténgase firme con respecto a las normas básicas y sea flexible con las normas menos importantes). o Las faltas de respeto no se pueden tolerar en la convivencia familiar y ha de tener una consecuencia inmediata. o El horario de vuelta a casa hace referencia a normas más flexibles que en determinados momentos se pueden negociar (“normalmente vuelve a las 23 h. pero en verano puede volver a las 00 h. y la noche de fin de año hasta las 2 h.”). - Recuerde que, con respecto a las normas y su cumplimiento, el ejemplo de los padres es fundamental y ellos estarán también muy atentos para comprobar que los adultos también las cumplen (si fumamos, mentimos o hablamos por teléfono mientras conducimos o no usamos el cinturón de seguridad, los hijos verán que los padres también incumplen ciertas normas establecidas e intentarán saltarse el cumplimiento de aquellas normas que le disgutan). - Póngase de acuerdo con su pareja o padre/madre del niño (independientemente de que estén casados/separados, convivan en el mismo hogar o no) para establecer las mismas normas y su cumplimiento. - Razone con él el motivo que tenemos para establecer una norma y razone las normas básicas de convivencia para que entienda el sentido y la utilidad de las mismas (El que no se pueda robar me da la tranquilidad de que, por norma general, nadie se apropiará de algo mío). - No discuta con su pareja/padre/madre del niño/a las diferencias que tienen con respecto a las normas establecidas. Es normal que cada padre tenga un criterio diferente a la hora de establecer las normas porque cada uno ha recibido una educación diferente pero lo más importante es que el hijo perciba que padre y madre “juegan en el mismo equipo” y ambos le van a exigir lo mismo. - No levante el castigo o elimine una consecuencia establecida por el otro progenitor ya que así le está quitando la autoridad, y podrían hacer lo mismo con las consecuencias que hayamos establecido nosotros. - Cuando no exista una buena relación con el padre/madre del hijo, recuerde que éste es lo más importante y no se trata de “ganar la batalla” a la otra parte. Desautorizar lo impuesto por el otro progenitor es un aspecto que siempre puede volverse en nuestra contra. - En la medida en la que el hijo vaya cumpliendo las normas y aceptando las nuevas normas impuestas hay que responderle dándole más autonomía para que aprenda ser independiente y responsable e interiorice que tiene más ventajas cumplir las normas que no cumplirlas. - Recuerde que una norma que no tiene una consecuencia es una norma que no es efectiva.