Manipulación de las espirales miofasciales (mf)

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Manipulación de las espirales
miofasciales (mf)
La fascia es un tejido extendido sobre todo el cuerpo sin solución de continuidad. Dada esta premisa
es natural que un estímulo en cualquier parte de la
fascia tenga repercusiones en otras partes del cuerpo.
Para que este estímulo pueda solucionar de modo definitivo un problema, hace falta que éste sea dirigido
al punto responsable del equilibrio.1 Desafortunadamente este punto no se localiza nunca donde se manifiesta el dolor. Para llegar a este punto hay tres vías:
– en la rigidez de un gesto motor se observa la
fluidificación de la sustancia fundamental de la
fascia, de modo que favorece el desplazamiento
de las fibras colágeno dispuestas en espiral.
• Si el problema se localiza en una sola articulación,
La fascia es el tejido que conecta las
diferentes partes del aparato locomotor
entonces del sitio del dolor, (CP), se llega al
centro de coordinación (CC) de la unidad mf;
• Si los dolores se reparten en más segmentos y
son despertados por los movimientos efectuados
en un plano del espacio, entonces se eligen las
secuencias de un plano;
• Si la descompensación esta en más sedes y es
despertada por más movimientos, se hipotetiza
entonces la implicación de una diagonal o una
espiral mf.
El dolor segmentario tiene su origen cerca a la
zona de dolor; el dolor de un plano tiene su origen en
más puntos alineados con la zona doliente; el dolor
de una espiral tiene su origen en más puntos dispuestos en más planos.
En su momento el tratamiento es conducido por la
comprensión del origen del problema:
– en lo segmentario se quiere reconducir el normal
juego articular, efectuado sobre la unidad mf que
mueve aquella articulación;
– en lo global se quiere recrear el equilibrio
postural, efectuado sobre las secuencias que
administran un plano del espacio;
1 Si en presencia de un dolor en el cuello no se considera el cc
responsable de la limitación del movimiento y el dolor, no se
conseguirá ningún resultado. Por ejemplo, si en presencia de un
dolor provocado por la rotación del cuello se va a tratar el cc de
coordinación de la lateroflexión no se tendrá ninguna mejoría.
Al contrario el tratamiento del cc de er-cl dará un beneficio in-
mediato, (Vara L., 1991).
La intencionalidad hace adaptar la mano a la necesidad:
“Manus sapiens potens est”.
En lo global la compilación de la carpeta puede no
tener en cuenta la unidad del cuerpo. En medicina
hay muchos especialistas que se interesan por molestias del aparato locomotor (Tabla 18), pero éstos a
menudo olvidan que cada parte de nuestro cuerpo es
insertada en el todo y que el elemento que conecta
entre ellos todas las estructuras es la fascia;
– la fascia une las unidades motoras
ipsodireccionales en la unidad mf;
– la fascia une las unidades mf hipsodireccionales
en la secuencia mf;
– la fascia une entre ellos los esquemas motores de
los diferentes segmentos con una espiral;
– la fascia forma el andamio del sistema nervioso
central (hoz del cerebro, dura m.);
– la fascia conduce la inervación del embrión y
forma las vainas de los nervios;
TABLA
18
Estructura del aparato locomotor
Componentes
Aparato l.
Patología
Especialista
Médico
Huesos
Dolores articulares
Ortopedista
Músculos
Dolores musculares
Algólogo
Nervios
Dolores nerviosos
Neurólogo
S. inmunitario
Dolores artríticos
Reumatólogo
A. circulatorio
Dolores vasculares
Angiólogo
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MA N IP U LA C I Ó N FA S CI A L
pa rt e
III
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Fig. 182. Verificación palpatoria del retináculo superior de los extensores, en correspondencia del centro de fusión ante-medio-pie
1.
Fig. 183. Tratamiento del cf an-me-pe 2 operado con el nudillo del índice, de modo de poder trabajar largo rato sin cansarse los
dedos.
Fig. 184. La carpeta comprende la verificación motora y palpatoria de los centros de fusión.
Ma n i p u l a ci ó n d e l a s e sp i ra l e s m i o f a s ci a l e s ( m f )
capítulo
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pa rt e
III
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– la fascia con las secuencias da un significado
direccional a la aferencia nerviosa;
– La fascia da con el epimisio una consistencia a los
músculos y con el epitenon un deslizamiento;
– La fascia refuerza las cápsulas articulares y se
enlaza con los ligamentos;
– La fascia con el periostio señala la desviación ósea
y la fractura;
– La fascia acompaña con las vainas
vasculo-nerviosas las venas y las arterias;
– La fascia es el sitio de inflamación, de las
reparaciones, del metabolismo;
– La fascia es el tejido que pone en contacto la
temperatura externa con aquella interna.
Si la fascia se enlaza con todas las estructuras del
aparato locomotor, es natural que su densificación determine las diversas patologías del aparato locomotor.
A menudo los pacientes quieren saber cómo se
ha establecido esta densificación, en cuanto esperan
así poder prevenir su reaparición. Las causas, que se
deducen normalmente de las diversas búsquedas, son
el abuso de la parte afectada, el estrés, el dismetabolismo.2
En el Gráfico 6, inspirado en una publicación de
Worrick-Wallden,3 observamos en las curvas identificadas con la letra A que el potencial genético reparativo es superior a la cantidad de elementos estresantes
sobre el aparato locomotor y ésta permite la completa
recuperación de la parte afectada. En B, en cambio, los
elementos estresantes superan la capacidad adaptativa
del cuerpo y entonces en la fascia empiezan a estancarse los catabolitos y otros procesos inflamatorios se
vuelven crónicos. En este punto hace falta intervenir
con un masaje depletivo, con un adecuado descanso
reparador y con una alimentación adecuada, de modo
que permita a las reservas energéticas reparativas restablecer la funcionalidad de la parte. Bajo la letra C
se nota que, al no haber sido efectuadas las anteriores
estrategias, se tiene una caída del potencial reparativo,
2 El gel coloidal forma la sustancia fundamental del tejido conec-
tivo. Los traumas, el mal empleo, la falta de movimiento, los
movimientos repetidos, una postura errada, causan una deshidratación de el gel y un endurecimiento de los haces de fibras
colágeno.
Esto causa un funcionamiento defectuoso de la fascia, de los
músculos y de los tendones. A esto puede contribuir una acumulación de toxinas, de catabólicos… (Scientific American., 1998).
3 Si la cantidad reparativa del cuerpo es balanceada con la acu-
mulación de los micros traumas, se tiene entonces un óptimo
mecanismo reparativo.
Si se tiene una escasa nutrición o un estilo de vida no regular,
(poco descanso, poco sueño), entonces el daño supera el proceso
reparativo del organismo con daños tisulares (Warrick M., 2009).
GRÁFICO
6
Agotamiento de los procesos de reparación
por consiguiente la densificación permanente de la
sustancia fundamental de la fascia. El dolor que se manifiesta es una tentativa que el cuerpo lleva a la práctica
para hacer respetar la parte y así poderla reparar. El
analgésico y los antidoloríficos, que cubren esta señal
de alarma, permiten el empleo anómalo de las articulaciones con consiguientes daños permanentes. A este
punto sólo el cirujano podrá poner remedio al daño.
Reportamos, ahora, el ejemplo de cómo curar un
quiste tendinoso o un dedo retraído con la manipulación de la fascia.
El quiste tendinoso es una forma de compensación que el cuerpo crea para remediar una tracción
anómala del músculo; éste en efecto, al no ejercitar
un estiramiento fisiológico sobre el tendón, necesita un corrector (quiste) a su tracción desviada. Esta
descoordinación está ligada con la fascia, que se ha
densificado por un empleo continuado y unidireccional, (síndrome de abuso). En este punto no es útil
comprimir sobre el quiste (consecuencia), pero hace
falta actuar sobre la causa, (densificación) del cc de la
unidad mf implicada.
Cuando la manipulación ha fluidificado la sustancia fundamental de la fascia, que coordina las unidades motoras que actúan sobre aquel tendón, entonces
se establece el proceso de curación. El quiste tendinoso o el dedo retraído no se solucionan inmediatamente, pero son necesarios algunos días con el fin que el
cuerpo reabsorba el quiste, que ahora ya no es necesario para corregir la alineación tendinosa.
A menudo las inmovilizaciones postraumáticas determinan la densificación de los tejidos blandos periarticulares.
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