Los trastornos de la Personalidad

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“EDUCANDO CORAZONES PARA TRANSFORMAR EL MUNDO”
Los trastornos de la Personalidad
¿Conoces a personas desconfiadas y suspicaces?¿Tienes alguna amistad narcisista o
dependiente? Los trastornos de personalidad no son algo exótico, sino formas de conducta
desadaptadas que podemos encontrarnos en nuestro entorno laboral, social o familiar.
En la vida cotidiana, mucha gente tiene tendencia a explicar la conducta que le resulta
desagradable con expresiones como es un “loco”, “sádico” o “paranoico”. Y así lo excluyen del
resto de “nosotros, las personas decentes”. De esta manera, la gente ya no necesita preocuparse
por su conducta. Este pensamiento nos hace olvidar la influencia de las presiones situacionales
cuando surgen muchas conductas anómalas. Numerosas variables situacionales pueden hacer que
personas “normales” se comporten de forma desadaptada.
Pero ¿qué diferencias hay entre normalidad y anormalidad en personalidad? La
normalidad
puede ser concebida como “la capacidad de funcionar autónoma y
competentemente, la tendencia a adaptarse al entorno social de forma efectiva, una sensación
subjetiva de satisfacción y eficiencia y la habilidad de autorrealizarse o de alcanzar las propias
potencialidades. Por tanto, la anormalidad puede ser entendida como un déficit de estas
cualidades”.(Millon, Los trastornos de la personalidad, pag 20).
De la definición de Millon, podemos inferir que las personas con alteraciones o desórdenes
de personalidad muestran pautas de conducta rígidas e inflexibles, que perjudican tanto un día su
ajuste interpersonal como a su realización social.
Bogamos en un medio vasto, siempre incierto y flotante empujados de un extremo a otro.
Cualquiera cosa a la que creamos poder aferrarnos para tener una seguridad vacila y nos
abandona; y si la seguimos, escapa de nuestras manos, se escurre y huye en una huida eterna.
Nada se detiene para nosotros. Éste es el estado que nos es natural, aun siendo el más opuesto a
nuestras inclinaciones: arden de deseos de encontrar una tierra firme. (Pascal)
¿Qué características comunes podemos atribuir a las alteraciones de la personalidad? Las
más frecuentes son:
-
Surgen en todas las culturas y grupos sociales
San pautas de conductas limitadas y rígidas que impiden nuevos aprendizajes y
conductas.
- Causan fragilidad emocional en situaciones estresantes.
- No son desórdenes homogéneos. Cada narcisista, por ejemplo, muestra diferencias
individuales respecto a su grupo.
- Existen pocos datos sobre su etiología.
Hay dos grandes sistemas de clasificación de los trastornos de personalidad; el CIF-10
(Clasificación Internacional de las enfermedades), y el DSM-IV (Manual de Diagnostico de la
Asociación Americana de Psiquiatría, 1994). Nosotros seguimos la clasificación establecida por los
psicólogos Th. Millon y G. Everly, en su obra La personalidad y sus trastornos (1993), ya que las
clasificaciones posteriores arrancan de sus investigaciones.
Estos investigadores consideran que la personalidad consiste en pautas de afrontamiento
aprendidas, son formas complejas y estables de manejarse en el entorno. En su obra establece una
clasificación de once personalidades anómalas de menos (narcisista) a mayor gravedad
(esquizoide) con extensas descripciones de cada una de las alteraciones. En la evaluación de la
personalidad siguen este esquema de análisis:
- Conducta aparente: la manera en que el individuo se muestra ante los demás.
- Conducta interpersonal: cómo interactúa el individuo con los demás.
- Estilo cognitivo: la naturaleza característica de proceso de pensamiento del individuo.
- Percepción de si mismo: la manera en que el individuo se ve así mismo.
- Qué mecanismo de defensa utiliza .
Los principales trastornos de personalidad son:
 Personalidad antisocial (antes psicópata): se trata de un individuo frío, duro e insensible,
ambicioso y agresivo con baja tolerancia a la frustración. No se inhibe ante el peligro o el
castigo. Descuida los derechos y el bienestar de los demás. Sus patrones cognitivos son
rígidos e inflexibles, evita las emociones tiernas por considerarlas signos de debilidad.
 Personalidad narcisista: es presuntuoso, esnob, mimado y explotador. Sobrevalora su
importancia personal. Dirige sus afectos hacia sí mismo más que hacia otros. Espera que
los demás reconozcan su valor único y personal. Quiere ser el centro de atención, es
emocionalmente lábil y se comporta de forma exhibicionista.
 Personalidad dependiente: caracteriza por la docilidad. Tiene sensación de falta de ayuda,
de apoyo y de reafirmación, baja autoestima, y con sentimientos de inferioridad, prefiere
abdicar la propia responsabilidad y control en los demás. Subordina sus deseos a los
demás y cuando está solo, se siente incapaz de desarrollar una vida constructiva. Presenta
una falta de habilidades para interactuar en su ambiente.
 Personalidad histriónica: es superficial, frívolo, caprichoso y no empático. Su conducta es
excesivamente dramática, exagerada y afectivamente lábil, y sus relaciones
interpersonales se caracterizan por la inmadurez, la seducción y la manipulación. Busca
nuevas aventuras y sensaciones independientemente de que sean interpersonales o
materiales.
 Personalidad pasiva-agresiva: personalidad ambivalente y negativista. Tendencia a ser
oposicionista, no complaciente, malhumorado, pesimista y crónicamente quejosos. Suele
estar descontento desmoralizar a los demás. El pasivo agresivo muestra rápidos cambios
de humor, y parece inquieto, inestable y errático en sus sentimientos.
 Personalidad compulsiva: tiene tendencia a construir su mundo en términos de reglas,
normativa, esquema y jerarquía. Se relaciona con los demás según su rango y status. Los
valores convencionales son las reglas con las que vive. Es afectivamente reprimido,
solemne y serio. No expresa su afecto por miedo a experimentar emociones
incontrolables.
 Trastornos de la personalidad por evitación:
a.- Leve: se caracteriza por sentimientos de aislamiento y soledad, combinados con temor
al rechazo y la humillación interpersonal.
b.- Grave: presenta hipersensibilidad, no sólo al rechazo sino también a la vergüenza así
como una baja autoestima. Son reacios a entablar relaciones interpersonales.
 Trastorno esquizoide:
a.- Leve: consiste en la incapacidad para percibir el humor o las necesidades de los demás.
Se trata de personas insensibles y poco comunicativas. Pueden parecer imprecisos sobre
sus metas, ser indecisos en sus acciones o permanecer absortos en sí mismos, y están
aislados socialmente. Trabajan calladamente y rara vez atraen la atención de quienes
están en contacto con ellos. Orientan sus capacidades hacia intereses que no demandan
contacto interpersonal. Los acontecimientos que en otros cusan angustia, alegría o
tristeza, en el esquizoide no tienen ningún efecto.
b.- Grave: emocionalmente fríos, indiferentes a la interacción interpersonal, tienen pocos
amigos. Estas personas perecen experimentar fatiga crónica. Su discurso habitual es lento
monótono. Su conducta motora parece letárgica y carente de expresividad.
 Trastorno esquizotípico: La persona esquizotípica tiene una conducta errática, puede
parecer excéntrica y extravagante en sus acciones. Prefiere el aislamiento social y realiza
actividades que son extrañas para los demás. Su estilo cognitivo es reflexivo y autístico,
incapaz de orientar sus pensamientos de forma lógica. Su expresión afectiva es apática e
insensible. Suele considerarse a sí mismo como desamparado, vacio y sin sentido de la
vida.
 Trastorno limite: puede parecer impulsivo, desarrolla crisis espontaneas e inesperadas,
por lo que su conducta es impredecible. Se comporta de forma paradójica; aunque
necesita el afecto de los demás. Actúa de forma manipulativa. Experimenta conflictos
entre sus necesidades de dependencia y la gran capacidad de individualismo. Puede
manifestar trastornos de identidad, debido a que no está seguro de quien es ni de adónde
se dirige.
 Trastorno paranoide: es la tendencia a estar siempre a guardia ya desconfiar de los
demás, combinada con el deseo de estar libre de relaciones personales íntimas, en las que
exista un pérdida de poder, de independencia y de autocontrol. La persona se vuelve
suspicaz, resentida y hostil. Responde con ira a lo que se asemeja al ridículo, la decepción,
el desprecio o la desconsideración. Es incapaz de aceptar sus propios errores y
debilidades, y mantiene su autoestima atribuyendo sus deficiencias a los demás.
(Psicología, Bachillerato, McGraw-Hill 1997)
Comenta las siguientes frases:
1.- El conocimiento de sí mismo es mejor aprendido, no por la contemplación, sino por la acción.
(Goethe)
2.- Siempre representa uno su propio papel, aunque pretenda representar el de otros.(Montaigne)
3.- Dos caminos divergían en el bosque y yo fui por el menos transitado. Y eso hizo que todo fuese
diferente.( R. Frost)
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