actuar humano

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ACTUAR HUMANO
Autor(a): José Miguel Gómez Villanueva
Seudónimo: Miguel
Puesto que la voluntad general es la base de la sociedad, no debe existir ningún tipo de
sometimiento a un líder, sino debe ser regida por la totalidad de sus integrantes, los cuales deberán
crear las normas y leyes sociales, que suplantaran el instinto natural que poseía, por la justicia que
lo lleva a actuar basado en distintos principios fundados en la razón, lo que genera que utilice la
moral en sus acciones. (Libertad natural por voluntad general y libertad moral).
Todos los miembros se dan a la comunidad en el momento en que se constituye y la comunidad
pasa a ser dueño de los bienes de los miembros, para asegurarlos. El derecho que tiene cada
particular sobre sus bienes queda siempre subordinado al derecho al derecho de la comunidad. Por
lo tanto al ofender a un miembro o atentar contra sus bienes, se ofende a la colectividad o atenta
contra la propiedad de la sociedad.
El pacto social da poder absoluto al cuerpo político sobre todos sus miembros, este poder dirigido
por la voluntad general toma el nombre de soberanía, cuya preocupación mas grande debe ser la
conservación del cuerpo político.
El pacto social crea igualdad entre los ciudadanos. La voluntad general no puede enajenarse y el
soberano solo puede ser representado por el mismo. Esta voluntad también es indivisible, la
voluntad o es general o no lo es.
El gobierno que es un cuerpo intermedio entre los súbditos y el soberano para su mutua
comunicación, encargado de la ejecución de las leyes (poder ejecutivo) y del mantenimiento de la
libertad (poder legislativo). El gobierno siempre pertenece al pueblo y sólo puede pertenecer a él.
El pueblo nombra a los jefes que deberán encargarse del gobierno establecido. El acto que
constituye al gobierno no es un contrato sino una ley, el pueblo puede nombrarlos y destituirlos
cuando le parezca.
Dentro de su obra (contrato social) Rousseau mas aya de proponerse explicar la existencia de una
forma de administración legítima, permanente y regida por el total de los integrantes de un estado;
puede exponer muchos puntos del derecho político que se utiliza en muchas naciones en la
actualidad. Además cabe mencionar su importante influencia en la revolución francesa.
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Después de este gran autor pasemos al más reconocido crítico del capitalismo Karl Marx SXIX,
quien define al hombre como un ser económico, con una conciencia e ideas que van cambiando
conforme el progreso o cambio de su realidad. La realidad determina las ideas.
Sin embargo todo el pensamiento de marx gira en torno a la economía, la cual dice rige los
fenómenos políticos, religiosos y culturales. Dedico su vida a intentar dominar el capitalismo,
demostrar que los economistas clásicos (Smith y Ricardo) se equivocaban, que el capitalismo no era
invencible.
El capitalismo es un modo de producción, que por cierto obtuvo muchos beneficios de la
revolución industrial. Dentro de este sistema en que vivimos la mayor acumulación de poder tanto
económico como político se encuentra en la minoría que controla los medios de producción, para
crear mercancías.
La mercancía es un objeto útil creado por el hombre capaz de satisfacer las necesidades ajenas,
esta utilidad esta condicionada por sus cualidades materiales, además para ser mercancía debe
poseer un valor para poder ser igualado e intercambiado por otra mercancía; este valor se mide por
la cantidad de trabajo que necesito el producto para su producción.
Todos los elementos de riqueza natural no subministrados por la naturaleza deben su existencia a
una actividad productiva específica. Para igual las mercancías ha existido un largo proceso, desde
igualar todas las mercancías a todas las mercancías, hasta la forma más completa de dinero que
conocemos.
La parte nada ética del capitalismo con respecto a las mercancías, es la enajenación de los
hombres hacia los objetos, ya sea una mercancía o dinero lo que interesa es acumular, deja de
importar el uso que pueda dársele a las mercancías, ahora solo importa su valor.
Esta clase burguesa, capitalistas dueños de los medios de producción tienen que cumplir el fin del
capitalismo, obtener una ganancia (plusvalía), enriquecer sus bolsillos mas aya de la inversión, el
capitalista a pagando el tiempo del obrero y todas las mercancías que produzca serán del capitalista.
Esta plusvalía se obtiene a través del trabajo excedente, es decir la explotación de la fuerza de
trabajo, esto es cuando el obrero rebasa los limites del trabajo y no crea valor alguno para el, sino
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crea plusvalía para el capitalista. La plusvalía vendría a ser la materialización del tiempo excedente,
la expresión exacta de la explotación de la fuerza de trabajo por el capitalista. El obrero trabaja
algunas horas para el y otras para el su jefe.
Karl Marx anuncio que el capitalismo desaparecería solo, la constante tendencia hacia los
extremos de las clases sociales lo llevarían a su fin, que la humanidad un día abriría los ojos y se
daría cuenta que no era un modo digno de vivir. Lo ideal era una sociedad en la que los individuos
cooperando según sus capacidades y recibiendo según sus necesidades, una linda sociedad
comunista.
En mi opinión el aporte más grande de este autor es su detallado análisis de la economía
capitalista. Llegando a la recta final continuare con autores un poco más contemporáneos, tomare
por ultimo al gran filósofo, además de una de las principales figuras de la Escuela de Frankfurt,
quien yo considero tiene una ideología marxista, Herbert Marcuse quien falleció a finales del siglo
pasado.
En su obra (el hombre unidimensional), el autor comienza con una reflexión sobre la nula
oposición de la sociedad a la industrialización, una sociedad que se somete como medio de
producción, para la productividad que destruye el libre desarrollo de las necesidades y facultades
humanas.
Los seres humanos merecen vivir de una modo digno y libre su vida, la sociedad necesita un
cambio cualitativo, entre mas crece la productividad mas se destruye la humanidad. En la sociedad
industrializada avanzada el aparato productivo tiende a hacerse totalitario, para poder borrar toda la
oposición y la tecnología sirve para instituir formas de control social.
Sin embargo las nuevas civilización se reconoce por el progreso técnico y la ausencia de libertad,
la sociedad que parece cada vez mas capaz de satisfacer las necesidades de los individuos por medio
de la forma en que esta organizada, priva a la independencia del pensamiento y a la autonomía.
El individuo se ve sometido a necesidades y posibilidades impuestas por el sistema, un aparato
que impone sus exigencias políticas y económicas, impone el tiempo de trabajo y el tiempo libre ,
un sistema capas de crear necesidades inútiles.
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Las necesidades humanas reales han sido sustituidas por otras falsas, que son intereses impuestas
al individuo para su represión, son aquellas que perpetúan su miseria, su infelicidad, son aquellas
que hacen que le guste lo que le dicen que le debe gustar.
Esta rara sociedad avanzada que sofoca necesidades e impone otras, probando la eficacia de los
controles sociales al ver la reproducción automática de los hombres de estas necesidades,
indispensables para la conservación del sistema, por el cual es capaz difundir e incrementar
necesidades.
La libertad interior de cada individuo, es decir su espacio privado en el cual puede ser el mismo,
hoy en día ha sido invadida por la realidad tecnológica, la distribución y producción en masa. Las
formas predominantes de control social son tecnológicas, pero ir en contra de este control perjudica
al individuo.
Cuando el individuo se ve indefenso ante el sistema, llega un punto en el que se identifica
automáticamente con la sociedad, es decir con la existencia que le fue impuesta, el sujeto es
devorado por esta alineación, los productos promueven una nueva pero falsa conciencia, lo que crea
una nueva definición de ideas, objetivos y aspiraciones.
La ausencia de voluntad opera en interés de los poderes establecidos, la técnicas de la
industrialización son técnicas políticas, esta civilización industrializada extiende elementos de
bienestar a la concentración económica de las necesidades empresariales, las cuales el gobierno
apoya e incluso algunas veces controla.
Marcuse ha mostrado en su obra, como el poder ideológico utilizado como instrumento de engaño
y control puede perjudicar a la gente menos beneficiada por la sociedad jerárquica capitalista.
Ahora, analicemos en base a lo que hemos visto a la sociedad actual mexicana, veamos si esta
asociación en la que vivimos cumple su fin, y si nuestro actuar cotidiano es de algún modo lo ideal.
Seguramente se han preguntado cual es el principal problema en México, y han llegado a
conclusiones que lo hacen ver como un lugar inhabitable, para este ejercicio expondré todos los
problemas del estado mexicano que se me ocurran e intentare irlos analizando en base a los autores
antes vistos.
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Vivimos en un México lleno de injusticia, en la cual tu situación económica decide que tanto
aplican las leyes sobre ti, ser pobre es prácticamente un delito pero los delincuentes ricos son
nuestros líderes y nos hemos acostumbrado.
Esto da la impresión de que la única forma de triunfar es ser un hombre poderoso, por cualquier
medio posible, incluso si se debe actuar de un modo maquiavélico, es decir mentir de un modo
astuto y hacer todo lo que convenga a intereses propios o simplemente ser un oportunista amoral.
Ahora bien, podemos culpar e incluso demostrar que la falta de oportunidades influye en gran
medida en el estado actual de nuestro país, así como de otros países de América latina; pero del
mismo modo podemos demostrar que esta situación se debe a los encargados de dirigirnos.
Actores con múltiples personalidades y el que tenga la mejor mascara accede al poder, puestos en
escena, en el primer acto salen prometiendo miles de cosas, y el publico lo cree, una buena
actuación incluso aplauden (otorgan votos) y en el segundo acto son los encargados de despojar al
pueblo de lo prometido, el publico se queja en sus lugares, pero el show debe continuar.
De una manera fácil se puede culpar a la falta de moral en los ciudadanos, somos unos maestros
del soborno, expertos en buscar la salida fácil, los campeones quebrantando leyes. Pero siempre con
la misma justificación, “si el lo hace yo también”. Ahora premiamos todo lo que algún día fue
considerado malo, y nos olvidamos de nuestros valores, conforme se avanza en la línea del poder se
vuelven insignificantes las leyes.
Claro no podemos olvidarnos de la mas importante, la globalización El capital financiero tiene
como rehén a nuestro país, el derecho laboral a quedado reducido al derecho de trabajar (lo que
quieran pagarte en condiciones impuestas). Se vive con el constante miedo a perder el trabajo,
temor a estar desocupado. El trabajo es una bendición y debe agradecérselo.
Los grandes capitalistas encuentran en nuestro Latinoamérica mano de obra barata y una gran
facilidad para explotar el medio ambiente, pero claro nos ponemos felices cuando nos dicen que la
inversión extranjera ha aumentado. Los empresarios influyen en la legislación de nuestras leyes y
dan cambio de jugosas donaciones al gobierno.
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Sometidos a estos salarios raquíticos, gracias a la ley de la oferta y la demanda hablando en
términos de empleo, los mexicanos se ven en la necesidad de endeudarse con los bancos, otra mafia
que cada vez controla mas territorio, y a la cual también podemos culpar de nuestras desgracias.
Claro pero en esta sociedad la apariencia importa, una sociedad en la que los medios nos han
creado un modelo de vida perfecta, por su puesto los culpables deben ser ellos, nos hicieron desear
un estatus, endeudarnos con un auto o con un celular de dudosa procedencia.
Podríamos nombrar mil cosas más por lo que el país se encuentra en caos, todas muy ciertas.
Pero no deben negarlo, también forman parte de esto, vivimos en un país en donde la deshonestidad
se ha vuelto costumbre, se ha vuelto un modo de vida, la única vía que conduce al éxito.
En este punto, puedo asegurar que el actuar humano no ha ido por el camino correcto, también
que el estado no ha cumplido su papel. Nacimos bajo este contrato social, el cual tiene por propósito
protegernos y sacarnos de los peligros que existen en aquel estado de naturaleza que hemos dejado
atrás. Pero preguntémonos ¿sirvió de algo?, ¿cuantas veces sales a la calle con el temor de ser
agredido, de perder tus pertenencias o tu vida?
Somos controlados por un sistema, por mas ridículo que suene, hemos caído en su círculo vicioso
de producir y consumir, lo que sea, pasamos a formar parte de una masa indefensa y carente de
voluntad propia que desea cambiar pero que no puede.
Siendo honestos no podemos destruir el sistema de un día para otro, pero podemos modificarlo
paulatinamente, viendo a México desde un punto histórico, las condiciones están puestas para que
se busque un cambio. Pero entre más tarde se busque este cambio, se vuelve más difícil conseguirlo
y se obtienen menos beneficios.
No esperemos a que las circunstancias nos lleven a luchar por ese cambio en el último momento,
utilicemos esa creatividad que caracteriza al mexicano, si piensen culpar a la falta de oportunidades,
piensen que hay gente que sueña con estar en su lugar para ayudar a los que viven como el, así que
no comiencen a ayudar asta adquirir un estatus mas alto, porque por que siempre habrá alguien
debajo de ustedes.
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Cuando quieran culpar a sus gobernantes recuerden que Rousseau dijo que nosotros somos
nuestros propios gobernantes, que somos los únicos capaces de tomar decisiones sobre el estado. O
a los bancos o medios de comunicación, ninguno de ellos los obligo a usar su tarjeta de crédito.
Así que debemos comenzar a liberarnos, asumamos las consecuencias de nuestras propias
acciones, dirijamos nuestras vidas hacia esa plenitud que Aristóteles tanto estudio. No nos
enfrentemos directamente contra el sistema, jamás lo venceríamos.
Tenemos que averiarlo desde su interior, dejar de ser una civilización consumista, y dedicarnos
más a la cultura. La sociedad esta totalmente conciente de los hechos, sabe que estamos
destruyendo el planta, que no vivimos de un modo sano, pero no imagina el tamaño de las
consecuencias y si así fuera esperaría al ultimo momento para preocuparse.
No existe ninguna solución mágica que destruya este problema mundial de raíz, podemos hacer
campañas para mejorar el medio ambiente pero no sirve de nada si todos las ignoran. Podemos
levantar una nueva institución que probablemente será cubierta por la corrupción en poco tiempo.
Ese es nuestro problema, si estamos limitados en cuanto a recurso para lograr un cambio en el
país, por que pensar tan en grande, reto a todo aquel que lea esto a formar parte de este cambio, a su
modo y con sus capacidades. Vallan con sus amigos más cercanos y ábranles los ojos, ayúnelos a
salir de esa falsa conciencia y a recuperar el control sobre su propia vida.
Organicen un club de lectura, eso nos hará crecer culturalmente, utilicen la tecnología para
continuar esta cadena que pretende despertar al humanidad, salgan a hacer ejercicio una hora diaria,
eso siria una hora menos de consumo de energéticos. Solo puedo concluir agradecido que hayan
dedicado algo de su tiempo a este escrito, siempre he pensado que cualquier texto cumple su fin con
el simple hecho de ser leído.
“EL RETO ESTA, QUIEN TENGA EL VALOR TÓMELO”
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Aristóteles. La política. 12ª ed. Madrid: Espasa-Calpe, 1974.
Aristóteles. Ética nicomaquea. 3ª ed. México: UNAM, 1972.
Balandier, Georges. Antropología política. Barcelona: Ediciones península, 1969.
Bobbio, Norberto. Estado, gobierno y sociedad. Fondo de Cultura Economica, 1989.
Bobbio, Norberto. Origen y fundamentos del poder político. México: Grijalbo, 1985.
Canetti, Elías. Masa y poder. Barcelona: Muchnik; Madrid: Alianza, 1987.
Dobb, Maurice. Introducción a la economía. Fondo de Cultura Económica, 1961.
Foucault, Michel. Microfísica del poder. 3ª ed. Madrid: Piqueta, 1979.
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Galeno, Eduardo. Patas arriba: La escuela del mundo al revés. Braille 1998.
Hobbes, Thomas. Leviatán. México: Gernika, 1994.
Maquiavelo, Nicolás. El príncipe. 8ª ed. Editores mexicanos unidos, 1985.
Marx, Karl. El capital. México: Grijalbo, 1978.
Marcuse, Herbert. El hombre unidimensional. Barcelona: Planeta-Agostini, 1993.
Rousseau, Jean-Jacques. El contrato social. México: Gernika, 1993.
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