IV. Poder germinativo. Pureza. Valor real

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IV
PODER GERAIINATIVO. PUREZA. VALOR REAL
Hemos aludido anteri^rmente a varios conceptos : poder germinativo, pureza y valor real. No
estará de más ponerlos en claro, dada su especial
importancia.
Se entiende por poder o facultad germinativos,
el número de granos que germinan de cada ciento
separados a dicho efecto. En esos cien granos
deben entrar lo mismo los grandes que los pequeños, los tersos que los arrugados, los claros como
los oscuros. Cada centenar destinado al ensayo
(I) reflejará lo más fielmente que sea posible la
condición naturalmente distinta de las semillas de
la muestra que se analiza, en la proporcióíi que
figuren en dicha muestra. Correspondiendo las semillas a la especie, ninguna debe excluirse del
análisis, a menos de estar rota.
(I) Generalmentc, para cada ensayo de germinación,
se toman 400 ó 50o granos en lotes de cien, hallando
la media de los resultados.
Hay tablas, relacianes o estados que expresan
el poder germinativo normnl de las semillas. Cuando los datos obtenidos por el análisis difieren scnsiblemente de dicha cifra, las semiiias no dehen
emplearse para la siembra.
Et ensayo del poder germinativo está al alcance
de cualquier labrador. l3asta situar en platos soperos, en pequeñas cazuelas o en recipientes análogos, sobre trozos de algodón en rama, arena de
río calcinada o cualquier otro medio adecuado que
se humedezca convenientemente, las semillas que
se desee ensayar. Se colocan ciento en cada plato
convenientemente espaciadas y se ponen estos en
una habitación abrigada donde pueda esperarse
una temperatura ^omprendida, a ser posible, entre i5 y 2z grados. La humedad de la arena o
del subtratum que se emplee no debe ser nunca
excesiva, pero es preciso que no falte. Para cada
muestra que se ensaye conviene preparar unos
cuatro platos con too granos cada uno. Pasado
un período de días variable con las semillas-en
gerleral de io a i4-se dá por tenninado el ensayo
y se cttentan los granos germinados en cada plato
lo que dará el correspondiente tanto por ciento.
Sumados los tantos por cientos de los distintos
platos y divididos por el número de ellos se tendrá
la cifra media representativa del poder germinativo de la muestra. Si aquélla es, por ejemplo, 83,
querrá decir que de cada ioo granos hay sólo 83
en condíciones de ser planta.
La rapidez con que se efectúa la germinación
--energía o velocidad germinativa-es otro dato
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yue nos sirve para apreciar la calidad de las semilias.
Si es fundamentalmente interesante conocer el
poder germinativo de las semillas, nu ]u es menos
la determinación de su pureza. La pureza expresa la cantidad por ciento, en peso, de ]as semillas
de la especie que nus preucupa. Yorque es corriente, y sobre todo en cumercios poco cuidadosos de sus productus, que las semillas destinadas
a la venta estén mezcladas con impurezas diversas; resiáuos minerales : tierra y partículas de are na; residuos veqetales: fragmentos de tallos y
hojas, semíllas extrañas, glumas, raspas o aristas,
brácteas, granos rotos ; resiáuos aaiimales : deyecciones, restos de insectos, etc., etc. Tales impurezas no sólo juegan en el peso y volumen sin tener
la menor consecuencia ehcaz en la pradera si se
trata de materias inertes (tierra, tallos, etc.), sino
que pueden ser origen de pérdidas al tra^arse de
semillas de plantas invasoras y más todavía de
especies parásitas cumo la cuscuta, temible para
alfalfas y trébales. Con una semilla, rica en impurezas, sembraremos, engañados por el peso, menos semilla de la que debamos emplear por hectárea y no^ expondremos a llevar a la tierra, según Ia calidad de dichas materias extrañas, gérmenes nocivos o no, para ]a vida de la pradera.
Las semillas que compremos en el comercio deben tener el grado de pureza propio de las buenas
semillas, de las semillas normales y limpias que
pueden emplearse sin riesgo.
Consecuencia del poder germinativo y de la
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pureza es el llamado "valor real". I:1 valor real
tiene en cuenta conjuntamente para cada semilla.
su facultad germinativa y su pure^a. El valor
real de toda semilla indicarít el tantu por ciento
en pcso de los granos gerrninables que posee, separando aquéllos cíe ]a especie en cuestión que
no germinan y cuantas materias (impurezas)
acompañan a la semilla. ]'1 valor real se calcula
multiplicando su pureza por el poder germinativo
y dividendo el producto por ciento. Yero esta cifra no representa en absoluto el vator real o agrícola de la semilla, siendo complemento importante
la reseña,en los $oletines de análisis, de la procedencia u origen, granos duros, exístencia de cuscuta, etc.
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