Del buen samaritano a nuestros días, aspectos éticos en la

Anuncio
Del buen samaritano a nuestros días, aspectos éticos en la asistencia
hospitalaria.
Dr. Armando García Querol
La propuesta apunta a una reflexión a considerar algunos aspectos de la asistencia
que se presentan como inadecuados. A considerar sus relaciones con la cultura dominante y
sus consecuencias.
Finalmente a revisar posibilidades de reacción o de respuesta a estos desafíos.
El enfoque que propongo está encuadrado por una recomendación de Spinoza que
dice "No llores, no te rías, trata de entender".Es muy pertinente porque en el análisis de los
problemas que se presentan en el mundo de la asistencia sanitaria, se polarizan dos
actitudes, una en tono de lamento moralizante, desde pacientes, equipo y administradores,
sobre las dificultades que se observan, otra la posición de que en estos temas no vale la
pena hablar, de lo que se trata es de arremangarse y entrar en acción.
Es importante abandonar este lugar común, porque resulta un abordaje estéril de la
cuestión.
Con el objetivo de entender iniciamos la consideración con el reconocimiento de
una realidad. Muy frecuentemente nuestras instituciones asistenciales aparecen más como
lugares donde se cumplen distintos roles profesionales, que como lugares privilegiados para
el encuentro entre personas.
Esto se puede enunciar como caras de la deshumanización en la asistencia.
A pesar de los enormes avances obtenidos en la misma y del aumento de la
sensibilidad de la sociedad en el sentido de la autonomía de los pacientes se observan
dificultades que pasamos a analizar en los campos donde se manifiestan.
En el campo de la cultura dominante. Signado por la presencia de la ambivalencia,
en una suerte de cara y contracara se observa en forma simultánea un aumento del
bienestar, que se acompaña de la aparición de nuevas situaciones de sufrimiento.
El reemplazo de las ideologías por un pragmatismo sin alma.
Una concentración en el mundo privado, y el éxito personal que coexiste con
importantes avances en la solidaridad.
En el campo de la medicina. Cierta concepción reductiva de la salud. La vida
medicalizada. Donde la oferta de servicios se multiplica. Donde la ambivalencia se expresa
de distintas formas, por una parte extraordinarios avances de la ciencia por otro avance de
la patología derivada de la violencia y la contaminación. Por un lado avance en la esperanza
de vida, por otro un escenario de soledad y abandono para estos momentos.
La dificultad para integrar la realidad vital del sufrimiento y la muerte, y su
aceptación. Resulta en una forma de expropiar derechos fundamentales.
En el avance de la tecnología, se observan también junto a beneficios enormes
aspectos deshumanizantes que se manifiestan en lo cultural afectando escalas de valores.
1
Gabriel Marcel explica bien las consecuencias de dar el tratamiento de problemas en
circunstancias de misterio. Definido el problema como algo que se presenta como un
obstáculo en el camino que debe ser removido esto resulta en un criterio de utilidad y la
solución es de tipo técnica.
Cuando se trata de un misterio, como es la realidad del sufrimiento y la muerte, yo
estoy implicado, formo parte del mismo, el enfoque aquí es de tipo no técnico sino moral.
Queda implícito las consecuencias prácticas que en la asistencia devienen cuando se aplican
criterios técnicos, referidos a eliminar o suprimir situaciones que requieren un enfoque
moral.
En lo relacional la mentalidad técnica es empobrecedora de la visión de la persona,
y esta es una concepción que tiende a enraizarse en la institución
En el campo de la organización y política sanitaria se observa paralelamente a los
beneficios de la organización del trabajo, la presencia de una burocratización de los
servicios que se expresa como:






Fraccionamiento de objetivos
Dispersión de responsabilidades
Cotidianización de la tarea, es decir que ante situaciones únicas dar respuestas
estándar
Consecuencias directas a nivel institucional
Privilegio de lo técnico administrativo
Marginación de ciertas categorías de pacientes.
Esto produce a nivel de los pacientes, sensación de soledad de ausencia de
autonomía, no ejercicio de la responsabilidad, pasividad e impotencia ante la exclusión de
las decisiones.
A nivel del personal las dificultades se expresan como sensación de ambiente
inadecuado, falta de gratificación por el trabajo, indefinición o ambigüedad en los roles.
A nivel de los administradores se lamenta la falta de recursos para dar respuestas a
las necesidades de los pacientes.
Surge la pregunta acerca de si es posible influir en los valores de la cultura desde la
asistencia.
Una asistencia humanizada se inspira en los valores reconocidos de



Dignidad de la persona
Respeto a la vida
Compasión
¿Cómo llegar a la matriz cultural de las decisiones de la sociedad con estos valores?
Proponemos el camino de la comprensión, del respeto y de la confrontación

A través de una respuesta humana al sufrimiento
2


Del respeto a la autonomía, con generosidad y gratuidad, con la práctica de un
consentimiento informado que no sea sólo un mecanismo de defensa del profesional
Del reemplazo de la aplicación de una lógica técnica, donde se puede hacer todo lo
que es factible, por una lógica ética donde los procedimientos son guiados por los
valores de la persona.
En el tema de la distribución de los recursos, ante su inexorable escasez, ofrecer un
menos que sea cualitativamente un más, con creatividad.
Finalmente lograr llegar con el sistema a los excluidos, a los que exhiben la vida
frágil. No se trata de que accedan los que pueden, debe llegar a todos. El Padre R. Brown lo
explicó con la imagen de una marcha. La vanguardia se ocupa del rumbo, la retaguardia
marca el ritmo. Aquí los desafíos se presentan a) a mejorar la calidad de la vanguardia,b)
proteger a los que pueden caminar bien c) dedicar las mejores cabezas y los mejores
corazones para cuidar a las expresiones de la vida frágil. El precio de no hacerlos será la
dureza de corazón.
Las posibilidades de acción directa a nivel institucional, las resumo en dos planos
Se trata de proyectos a largo plazo por medio de respuestas a corto plazo.
A nivel organizativo
Por medio de un servicio de Acogida que vele por humanizar las circunstancias que
el paciente debe sobrellevar.
En el trabajo interdisciplinar, con buena definición de roles, entrenamiento en la
interdisciplina, eliminación de todo lo que signifique anteponer intereses personales al bien
del paciente, las disputas de poder, jerarquizando lo que significa ayudar y recibir ayuda
entre los miembros del equipo.
En el servicio pastoral, el rol del capellán, cuidando evitar la disociación profesional
en su tarea.
La inclusión del voluntariado en la tares.
La inclusión ya en marcha de Dtos. De ciencias Humanas, cuya misión es convocar
a las mismas a colaborar con las biomédicas para recuperar un enfoque integrador de las
necesidades del paciente.
La otra posibilidad que resulta esencial es la personal, se trata de un itinerario de
crecimiento personal, que también ha sido propuesto como principio bioético de
Autodesarrollo.
Se trata de una posibilidad de respuesta al desafío de cotidianización de la tarea,
serían sus etapas.



Asumir aspectos personales deshumanizados
Identificar en nuestras motivaciones necesidades y valores
Interiorización de estos valores
3

Lograr coherencia entre necesidades y valores y explicitarlos en la praxis.
Quizás, para concluir, este puede ser una camino para que la asistencia influya sobre
la cultura como una poderosa fuerza humanizadora, para bien de los pacientes y de quienes
los cuidan.
4
Descargar