No se puede obligar a aprender - Universidad Marcelino Champagnat

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Se aprende cuando se quiere y
se puede aprender
Dr. Marino Latorre Ariño
Universidad Marcelino Champagnat
Septiembre, 2016, Lima - Perú
Enseñar es una actividad subversiva* porque a través del conocimiento el
estudiante se convierte en un sujeto subversivo* de la situación en la que vive
(el sistema político, económico, social, religioso, etc.). Es lo que quiere decir
Bruner, J. al afirmar: “La educación es peligrosa, porque introduce… (en la
conciencia de las personas) el sentido de la posibilidad”. Es lo que afirmó
Malala, Y. al hablar en la ONU: “Un niño, un maestro, un lápiz y un libro pueden
hacer la diferencia y cambiar el mundo” (ONU, 2013).
* Significado de subversivo: “Que pretende alterar el orden público o destruir o
cambiar la estabilidad política, social o moral de un país.”
Para que estas ideas se hagan realidad es necesario plasmarlas en el aula de
clase; para ello el profesor debe saber qué es aprender y cómo se aprende. Si
los profesores no saben en qué consiste el aprendizaje, tienen las mismas
posibilidades de favorecerlo que de obstaculizarlo (Claxton, G. (1987, pp. 213239). El mayor enemigo del aprendizaje es el maestro que no para de hablar en
clase, dice John Holt (citado por J. A. Marina 2015, p. 95).
Cuento: Un pedagogo dice a sus estudiantes (los futuros maestros), el primer
día de clase,
- “Este verano ha enseñado a hablar a mi perro. Está ahí fuera y si
quieren puede entrar para hacerles una demostración”.
Ante la aceptación entusiasta y unánime de los estudiantes, introduce el perro
en el aula, lo tumba sobre la mesa; pasan cinco minutos y el perro no dice una
palabra. Pasan otros cinco minutos, y el perro sigue sin hablar.
Un estudiante se levanta y dice:
- Señor profesor, su perro no habla.
El profesor esboza una sonrisa y dice:
- Ahí quería yo llegar. Recuerden, que yo les he dicho que había
enseñado a hablar a mi perro, pero no que mi perro hubiera aprendido”.
Moraleja: Lo importante no es que el profesor enseñe a los estudiantes, lo
importante es que estos aprendan.
Presento algunos principios para que se produzca el aprendizaje:
1. No se puede obligar a aprender. El aprendizaje y el desarrollo se
dan espontáneamente, en tanto que no se puede forzar sino tan solo facilitarlo.
“Lo importante no puede ser impuesto por mandato y cuanto más complejo
sea, menos puede forzarse” (Fullan, M. 1993, pp. 21-22).
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La tarea del profesor no es enseñar sino poner al estudiante en situaciones en
las que pueda aprender, porque el que aprender es el estudiante. Pues no se
aprende cuando alguien (el docente) quiere enseñar, sino cuando alguien (el
estudiante) quiere y puede aprender. Digo quiere y puede aprender, porque el
proceso secuencial, y es ese: primero el estudiante debe querer aprender y
después debe poder conseguir lo que quiere (es decir, debe tener los
conocimientos previos requeridos para aprender los nuevos conocimientos).
2. El aprendizaje tiene su tiempo. Todo aprendizaje demanda un
tiempo para ser asimilado. Seguir el consejo de Comenio, J. A.: El arte
educativo es seguir e imitar a la naturaleza. La naturaleza se vale del tiempo
favorable. La naturaleza empieza sus obras por lo más interno. La naturaleza
cuando empieza una operación no la abandona hasta que la finaliza. (Latorre,
M. 2016, p. 248). Un ejemplo de esto es que hay sistemas educativos (como
Finlandia) que piden que el estudiante aprenda a leer y escribir a partir de los 7
años de edad. Antes de llegar a esta edad los niños se encuentran en
ambientes educativos ricos (familia y colegio) donde se estimula su cerebro,
(desarrollan el neo-córtex y el sistema límbico), de manera que cuando llega el
momento del aprendizaje formal de contenidos lo realizan con facilidad. Es el
llamado “efecto Médici”*, que expresa que el desarrollo y el aprendizaje se
producen en ambientes ricos en creatividad y estímulos. Se cumple el aforismo
de Comenio: “La naturaleza se vale del tiempo favorable. La naturaleza
empieza sus obras por lo más interno”.
* La expresión hace referencia a la ciudad de Florencia (Italia) del Renacimiento en la
que gobernaba la familia Médici que vio una concentración sorprendente de genios
(Leonardo da Vinci, Maquiavelo, Rafael, Miguel Ángel, etc.). También se le llama
“efecto Procope”, en recuerdo de un café-bar de París donde se reunían los
revolucionarios franceses para preparar la Revolución Francesa (1789). Hoy
podríamos hablar del “efecto Silicon Valley… (California)”. En el bar Wagon Whelel, en
Mountain View, se reúnen los ingenieros de Silicon Valey donde dicen los entendidos
que surgieron las grandes ideas de la tecnología digital. Es el lugar de los emprendedores, centro mundial de la innovación tecnológica.
3. No se puede aprender aquello para lo que no se está preparado.
La sugerencia es tener una idea exacta de lo que se está enseñando y ajustar
el aprendizaje a la respuesta y necesidades del estudiante. El arte pedagógico
de un buen profesor es saberse mover en la ZDPróx de L. Vigostky. La preparación que se exige al estudiante, como dijimos antes, es: a) preparación
emocional –querer aprender-- y b) preparación psicológica –disponer de los
conocimientos previos que permitan aprender los nuevos contenidos--. El
interés del estudiante indica claramente su preparación y disposición para
aprender lo que se le quiere enseñar.
4. Lo que se necesita o se quiere saber-aprender, se aprende antes.
Solo se aprende algo que esté relacionado con la satisfacción de una necesidad, deseo, interés, etc. o para evitar alguna amenaza. La única motivación es
la calidad de nuestra supervivencia. “El interés es el motor de la actividad y del
aprendizaje”.
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Ejemplo. Bill Gates era un niño muy inteligente, hijo de una profesora de la
Universidad de Washington, que se aburría en clase. Cuando tenía unos 13
años (1968) sus padres el enviaron a un colegio privado, en Lakeside. Allí
encontró un club informático que tenía una sola computadora. A partir de
entonces Bill vivió en la sala de la computadora. Aprendió por sí mismo y con
otros compañeros a manejar y programar aquel aparato. Mejora la
programación de lenguaje basic y lo aplica. ¿Qué le movía? El interés, afán de
experimentar, adquirir habilidad para manejar aquel aparato. “Programar el
aparato” era unan actividad apasionante. “Vivía en estado flow…” La computadora que utilizaba era una PDP- 8, --Digital Equipetment—que ocupaba el
espacio de un armario de un metro y medio de altura. “Estoy seguro de que
una de las razones por las que estaba tan decidido a ayudar a que se
desarrollara el ordenador personal era porque quería tener uno para mí", ha
dicho varias veces Bill Gates.
En 1974 (tenía 19 años) dejó Harvard al iniciar sus estudios. A los 31 años ya
era multimillonario. En 2008, Bill Gates abandonó definitivamente Microsoft
para dedicarse íntegramente a sus labores en su fundación, que había recibido
el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 2006.
Hay que cambiar el chip de los estudiantes y de los profesores. Un estudiante
con estrés, aburrimiento, con problemas emocionales y con frustración,… no
puede aprender, pues “Sin gozo no hay aprendizaje…”
5. La regla de oro de la calidad del aprendizaje en un colegio o en
aula es saber combinar las dos variables: exigencia y apoyo. Proponer altos
niveles de exigencia a los estudiantes y proporcionarles todos los apoyos
necesarios para que se consigan las metas señaladas.
6. Cuando las personas se sienten amenazadas, dejan de aprender.
El profesor debe diferenciar entre el desafío y la amenaza. El profesor debe
reconocer las señales del estudiante que se siente amenazado. Cuando un
estudiante no puede seguir el proceso de aprendizaje lo que conviene es hacer
una pausa. Un discurso del profesor no mejorará las cosas.
7. El estudiante no puede ceder su responsabilidad al profesor, ni el
profesor dejar toda la responsabilidad al estudiante. El estudiante es quien
aprende, no el profesor. El poder del profesor es un poder prestado, circunstan-cial, que se da mientras el estudiante va alcanzado la autonomía. El estudiante
tiene el derecho y la responsabilidad de decidir su objetivo y el profesor elegir
el mejor camino para lograrlo.
8. La finalidad de la acción del profesor es conseguir que el
estudiante pueda prescindir se su mediación, pues “el maestro es un guía que
ayuda a sus estudiantes a prescindir de sus servicios”. La misión del profesor
no es la de enseñar sino la de poner al estudiante en situaciones en las que
pueda aprender y apoyarlo para que lo realice. El papel del profesor es el que
actúa de forma eficiente pasando casi desapercibido; su tarea es parecida a la
del catalizador en una reacción química. No es educativo dejar al niño que
haga lo que quiera en el aula sin un objetivo concreto; este objetivo lo señala el
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profesor. Los estudiantes dicen: “Nos reunimos y dialogamos…; formamos
grupos y analizamos…” “El aprendizaje lo dirigimos los propios estudiantes…”.
Para poder recorrer un camino y llegar a una meta es necesario que alguien (el
docente) lo haya recorrido primero; su labor será orientar al estudiante para
que lo recorra de la mejor manera posible y sin tropiezos. Pero el camino lo ha
de recorrer el estudiante.
9. De todas las cosas que el profesor enseña lo que mejor enseña
“es su propia personalidad”. Un estudiante aprende sobre sí mismo y sobre
el profesor. Un profesor puede ser o no ser un buen modelo para el estudiante.
Si el profesor no da ejemplo de lo que dice, de poca utilidad será toda prédica
que haga. “Los estudiantes aprenden más por los ojos que por los oídos”. “El
buen profesor explica, el profesor superior demuestra. El maestro inspira.”
10. La "enseñanza" es parte de un contexto de aprendizaje. Saber es
conocer y poder relacionar los conocimientos. La esencia del aprendizaje es la
creación de asociaciones entre las diversas partes de las ideas que tenemos
sobre el mundo, que se activan a la vez y de forma consecutiva; lo que se
aprende, queda ligado al contexto en el que se ha aprendido. Por lo tanto, una
de las tareas del profesor es la de modificar los rasgos no esenciales del
contexto en el que se aprende, para que éste no domine a los contenidos y se
fijen en el estudiante los rasgos relevantes y generales del proceso de
aprendizaje.
Bruner, J. (1988) postula que “el aprendizaje supone el procesamiento de la
información y que cada persona lo realiza a su manera”. Para Bruner, lo más
importante en el aprendizaje son las estructuras que se forman a través del
proceso de aprendizaje.
Sintetizamos su teoría del aprendizaje así:
1. El crecimiento se basa en la interiorización de estímulos recibidos. El
niño comienza a reaccionar frente a los estímulos que ha almacenado, de
manera que no sólo reacciona frente a los estímulos del medio, sino que es
capaz de predecirlos en cierta medida.
2. El desarrollo intelectual consiste en una capacidad creciente de
comunicarse con uno mismo o con los demás, ya sea por medio de palabras o
por símbolos.
3. El desarrollo intelectual se basa en una interacción sistemática entre
un maestro y un estudiante y del estudiante con sus colegas (aprendizaje
colaborativo).
4. El lenguaje facilita el aprendizaje, como instrumento mediador entre el
estudiante y el medio social y herramienta para poner en orden el ambiente.
5. El desarrollo intelectual se caracteriza por una capacidad cada vez
mayor para resolver simultáneamente varias alternativas, para atender a varias
secuencias al mismo tiempo y para organizar el tiempo y la atención de manera
apropiada a cada una de esas exigencias múltiples.
Bruner habla del aprendizaje por descubrimiento. Define este aprendizaje
como “el proceso de reordenar o transformar los datos de modo que permitan ir
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más allá de los mismos datos, yendo hacia una nueva comprensión de los
mismos y de la realidad”.
Los principios que rigen el aprendizaje por descubrimiento son los siguientes:
- Cada niño es un pensador creativo y crítico.
- El entrenamiento en las estrategias de descubrimiento es más importante
que la enseñanza de la materia de estudio.
- El método del descubrimiento es el principal para transmitir el contenido.
- La capacidad para resolver problemas es la meta principal de la educación.
- El verdadero conocimiento es aprendido por uno mismo.
- El significado es producto exclusivo del descubrimiento creativo.
- El conocimiento verbal es la clave de la transferencia.
- El descubrimiento organiza de manera eficaz lo aprendido para poder
emplearlo.
- El descubrimiento es generador de motivación y confianza en sí mismo.
- El descubrimiento es una fuente primaria de motivación intrínseca.
- El descubrimiento asegura la conservación del recuerdo.
- La enseñanza expositiva es autoritaria.
La metodología que propone es la inducción ya que el mundo intelectual
progresa de lo concreto a lo simbólico, --de lo más claro y evidente a lo más
abstracto y complejo–. Bruner plantea que es adecuado que la secuencia de
aprendizaje siga esta progresión.
No estamos de acuerdo con Bruner cuando afirma que la enseñanza expositiva
es autoritaria. Se afirma que no hay que ofrecer explicaciones y directivas a los
niños para que desarrollen su inteligencia a partir de sí mismos. ¿A partir de
qué, si no conocen nada? ¿De su propia constitución infantil que es eminentemente compulsiva y poco reflexiva? Las orientaciones de una persona que ha
recorrido el camino del aprendizaje y de la convivencia social, son esenciales
para que el niño pueda aprender y pueda vivir con otros de manera satisfactoria, dando por supuesto que una cosa es orientar y otra, bien diferente, es
hacer lo que tiene que hacer el niño.
Podemos preguntarnos si es mejor el aprendizaje por descubrimiento que el
aprendizaje por exposición. Probablemente, la respuesta sea que da lo mismo,
en tanto el estudiante pueda aprender el nuevo conocimiento de forma
significativa y funcional. El aprendizaje por descubrimiento es mejor utilizarlo
con los niños pequeños y el aprendizaje por exposición y experimentación es
mejor para los estudiantes mayores. Si un estudiante tuviera que descubrir
todos los conocimientos que existen tardaría mucho tiempo y no lo conseguiría
en su totalidad. Por ejemplo, el cálculo infinitesimal lo descubrieron dos genios
de las matemáticas, Isaac Newton y Gottfried Wilhelm Leibniz (es una incógnita
quién fue del primero de los dos y aún están enviándose cartas y discutiendo
en la otra vida sobre quién fue el primero), y es cosa poco probable que un
descubrimiento matemático de tal magnitud lo consiguieran la mayoría de los
estudiantes actuales. Sin embargo lo aprenden fácilmente, por exposición y
ejercitación, a través de la explicación de un profesor.
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También se habla, a veces, del juego como un medio para aprender. “Sin duda
el juego es una actividad fundamental en los niños y adultos… y aprovechando
la inclinación del niño al juego se le puede enseñar muchas cosas”. Sin
embargo “la mayoría de las cosas que la escuela debe enseñar no se
adquieren jugando” (Savater. F. 1997), y menos aún a partir de los cursos
superiores de primaria, en la secundaria y en la universidad.
El mejor servicio que un profesor puede prestar a un niño es enseñarle a
aprender a aprender por sí mismo, ayudarle a desarrollar un conjunto de
habilidades cognitivas –capacidades-destrezas-- y emocionales –valoresactitudes-compromiso personal-- para que pueda utilizar estrategias útiles para
potenciar lo aprendido –aprendizaje funcional-- y desarrollar una actitud de
aprendizaje en las diferentes experiencias de la vida.
Referencias
Bruner, J. (1988). Desarrollo cognitivo y educación. Madrid: Morata.
Claxton, G. (1987). Enseñar, en Claxton, G. Vivir y aprender. Madrid, España:
Alianza.
Fullan, M. (1993). Change forces. London: Falmer Press.
Latorre Ariño, M. (2016). Teoría y Paradigmas de la educación. Lima, Perú: SM
Malala, Y. (2013). Discurso ante la Asamblea de la ONU. Nueva York, USA.
Marina, J. A. (2015). Despertad al diplodocus. Una conspiración educativa para
transformar la escuela y todo lo demás. Barcelona, España: Ariel.
Savater. F. (1997). El valor de educar. Madrid: Ariel.
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