COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 1 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 GUÍA DE MANEJO PARA RETRASO MENTAL CIE – 10 F7X DIAGNÓSTICO CÓDIGO Retraso Mental Leve. F70 F71 Retraso Mental Moderado. Retraso Mental Grave. F72 Retraso Mental Profundo. F73 F78 Otros Tipos de Retraso Mental. F79 Retraso Mental No Especificado. MAYO 2014 CONTENIDO No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 2 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 PRÓLOGO. INTRODUCCIÓN. OBJETIVOS. JUSTIFICACIÓN. 1. ETIOLOGÍA. 1.1. Definición. 1.2. Manifestación Común. 1.3. Síndromes Asociados. 1.4. Comorbilidad. 2. DIAGNÓSTICO. 2.1. Clasificación y Criterios diagnósticos. 2.2. Diagnóstico diferencial. 3. TRATAMIENTO. 3.1. Generalidades del tratamiento. 3.2. Intervención Psicológica. 3.3. Intervención Psicosocial. 3.4. Supervisión y seguimiento. 3.5. Pronóstico. 4. PLAN DE TRATAMIENTO Y RUTAS CLÍNICAS. 5. PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN. 5.1. Factores Predisponentes. 5.2. Promoción y Prevención. 6. INFORMACIÓN AL PACIENTE Y FAMILIARES. REFERENCIAS. PRÓLOGO Con el objetivo de intervenir, reducir y prevenir el impacto que producen los trastornos mentales sobre los individuos, las familias y las comunidades, emerge la necesidad de enfocar la mirada sobre una política de Salud Mental que brinde atención de calidad a la población afectada por dichas patologías, de manera integral. Dicha política invita a un cambio en la concepción misma de la salud, ampliando el panorama de la intervención exclusiva sobre lo orgánico y otorgando relevancia al componente psíquico, emocional, espiritual y relacional de los seres humanos. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 3 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 El concepto de Salud, según la OMS, sugiere que ésta es “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades” y agrega, al referirse a la Salud Mental, que ésta no es sólo la ausencia de enfermedades mentales, pues es “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”1. Además, la Salud Mental en la resolución No. 023558 de 1998, es definida como la “Capacidad que tienen las personas y los grupos de éstas para interactuar entre sí y con el medio en el cual viven. Agrega que es un modo de promover el bienestar subjetivo, el desarrollo y uso óptimo de las potencialidades psicológicas de carácter cognitivo, afectivas y relacionales, dirigidas al cumplimiento de metas individuales y colectivas, en concordancia con la justicia y el bien común”2. Teniendo en cuenta la relevancia que tiene para la Salud Mental la concienciación y el componente relacional, es importante hacer referencia al hecho de que este último introduce al individuo como un ser en contacto permanente con los seres humanos, las comunidades, las creencias, los sistemas políticos, las normativas, los demás seres vivos, las diversas culturas, los entornos y un contacto consigo mismo a nivel integral como ser biopsicosocial. De esta manera, el panorama de las relaciones del individuo se amplifica no sólo a nivel externo sino también interno, posicionando al sujeto como mediador responsable y consciente entre un sistema tanto individual como colectivo que requiere de reconocimiento, atención e intervención en los casos en que se presencia un malestar en las relaciones, afectándolas significativamente; invitación que no sólo recae sobre el personal de la salud, sino que también lo hace sobre el individuo y su contexto a modo de responsabilización. De esta manera, comprender las características de los malestares que ocurren sobre las relaciones entre los individuos de nuestro contexto, incita a la construcción de políticas de intervención específicas, más eficientes y enfocadas a la salud integral del individuo, tomando su bienestar como objetivo primordial; políticas que tengan en cuenta la promoción de la salud, la prevención del impacto negativo de los trastornos y la reducción de dicho impacto por medio de la 1 Organización Mundial de la Salud, Preguntas y respuestas en línea. 3 de Septiembre de 2007. 2 Citado en Echeverri, G., Otálora, N. (2005). Guía para la planeación del componente de salud mental en los planes territoriales de salud. Ministerio de la Protección Social. Bogotá, D.C. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 4 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 organización de los servicios de salud mental, provisión de servicios pertinentes, inclusión social, recursos humanos adecuados, vigilancia de eventos y servicios en salud mental, e investigación en asuntos prioritarios de salud mental3. Todo ello, invitación para que las diferentes entidades enfocadas al área de la salud dirijan intervenciones pertinentes sobre los trastornos mentales que aquejan a los respectivos grupos poblacionales, pues de la población colombiana, ocho de cada 20 colombianos presentaron trastornos psiquiátricos alguna vez en su vida, tres de cada 20 colombianos los han presentado en los últimos 12 meses, y uno de cada 14 los presentaron en los últimos 30 días, siendo más frecuentes los trastornos de ansiedad, aquéllos del estado del ánimo y los de uso de sustancias4, situación que justifica la preocupación en la implementación de diversas maneras de intervención en el área de la salud para promover de manera el bienestar integral del ser humano. INTRODUCCIÓN Teniendo en cuenta que el retardo mental es uno de los diagnósticos más frecuentes presentadas en los beneficiarios de los docentes adscritos al Régimen Especial de Salud, y que además exige la necesidad de ser atendida de forma integral por un conjunto de un equipo interdisciplinario de Salud Mental, se ha elaborado esta guía de atención en la cual se brinda la información y las indicaciones pertinentes acerca de este cuadro diagnóstico en función de dar a conocer acerca de su etiología, diagnóstico y tratamiento; con lo que se introduce en este último término la colaboración de diversos profesionales para propender por un tratamiento integral al paciente y su contexto. A partir del interés por fomentar el componente integral e interdisciplinario desde diferentes áreas de la salud, esta guía pretende dar un acercamiento desde la mayor cantidad de áreas posibles que se vean involucradas en la atención al paciente algún indicio o confirmación en torno al retardo mental. Ello da cuenta de que no es una guía de uso exclusivo del área psiquiátrica o psicológica, sino que invita a otras áreas de intervención en salud a ser partícipes del proceso por el que el paciente se encuentra a partir del diagnóstico. 3 Ministerio de la Protección Social (2005). Lineamientos de Política de Salud Mental Para Colombia. Editado por Ministerio de la Protección Social y Fundación FES Social. Cali. 4 Ibídem. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 5 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 Además, es importante mencionar tras evidenciar la relevancia del componente interdisciplinario, que la atención en torno a un diagnóstico no se reduce a la atención directa y unidireccional sobre ésta o sobre quien lo presenta, sino también sobre aquellos individuos que puedan verse afectados como pertenecientes a un grupo familiar o social en donde el paciente hace parte fundamental. Según estudios internacionales, aproximadamente en cada país el 1% de la población tiene retraso mental5; sin embargo, en los países menos desarrollados pueden llegar a tener cifras mayores, las cuales no se han comprobado debido a la fragmentación de información, pero a pesar de ello se estima que sólo el 5% de los niños accede a los servicios pertinente de atención6. Además, en el último año, en la IPS COLOMBIANA DE SALUD S.A., se ha diagnosticado algún tipo de retraso mental en 9 ocasiones, siendo parte de una de las diez primeras causas de morbilidad. Por este motivo, la realización de esta guía pretende dejar evidencia del conocimiento a nivel teórico, etiológico y estadístico respecto al retardo mental, pues su incidencia en la IPS COLOMBIANA DE SALUD S.A. ha generado la preocupación en la atención oportuna, y la necesidad en construir un plan de intervención a partir de los diferentes profesionales implicados en ofrecer servicios de salud a nivel integral a los usuarios. OBJETIVOS Objetivo General Proporcionar al personal de salud de la IPS COLOMBIANA DE SALUD S.A. los conocimientos necesarios sobre el Retardo Mental a nivel etiológico, de diagnóstico y de intervención para ser aplicados en la atención integral a los docentes y beneficiarios activos pertenecientes al régimen especial de salud. Objetivos Específicos • • Proveer información suficiente sobre el Retardo Mental, no sólo en su detección, sino también en su correcto diagnóstico. Informar las diferentes maneras de intervención de acuerdo a la severidad y clasificación del Retardo Mental a los diferentes profesionales de la IPS para su adecuado tratamiento. 5 Salud Mental en el Retraso Mental: El ABC para la salud mental, la asistencia primaria y otros profesionales. Grup Pere Mata; Londres. 6 Guía Clínica Restraso Mental. (s.f.) No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL • MANUAL DE CALIDAD Página 6 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 Involucrar a los profesionales presentes en la IPS en los diversos planes de tratamiento en el área de Salud Mental, propendiendo por una atención integral. JUSTIFICACIÓN El Retraso Mental es una de las condiciones mentales de mayor prevalencia que inicia antes de la madurez del individuo y que implica al menos al 1% de la población en cada país, aumentando su cifra en aquéllos con menos recursos y servicios en torno a la detección oportuna y atención7. El impacto de la discapacidad intelectual es mayor en regiones como América Latina y el Caribe ya que los niños, los adolescentes en zonas rurales y las mujeres son los más afectados por la pobreza, a su vez, condicionante del Retraso Mental. Aunque cada vez se identifican más causas genéticas de la discapacidad mental leve, a esta condición se le reconoce aún como de origen “sociocultural o familiar”. Retraso Mental y pobreza constituyen una relación bidireccional, ya que una desproporcionada mayoría de personas con discapacidad intelectual “sociocultural” son pobres, descienden de padres con un CI bajo o se ubican en las minorías o grupos marginales. Agregando que ´las personas con algún tipo de discapacidad intelectual experimentan condiciones de vida muy difíciles, atribuibles también a una discriminación sistemática y a la ausencia de protección jurídica8. Además, los principios del cuidado para las personas con retraso mental han sufrido cambios radicales durante los últimos años. El reconocimiento de su derecho para vivir una vida tan normal como sea posible, el cierre de las instituciones de larga estancia, el desarrollo de recursos basados en la comunidad, la influencia de las familias en la orientación de servicios y el mismo movimiento del sistema legal han sido algunos de los factores principales que han afectado el cuidado de las personas con retraso mental en EE.UU., Reino Unido, resto de Europa, Australia y Canadá. Diversos esquemas imaginativos de apoyo han surgido basados en un acercamiento holístico que pone el énfasis de manera creciente en la opción del usuario, su satisfacción y los resultados9. 7 Salud Mental en el Retraso Mental: El ABC para la salud mental, la asistencia primaria y otros profesionales. Grup Pere Mata; Londres. 8 9 Ibídem. Ibídem. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 7 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 En busca del desarrollo integral del individuo se hace indispensable mantener una adecuada estabilidad emocional y mental que contribuya a asumir y ejecutar cada una de sus funciones dentro de las diferentes áreas de su vida, de sus relaciones consigo mismo, con los demás, con sus labores. Ello debido a que las implicaciones en torno al retardo mental se ven asociadas de acuerdo a su severidad, pero pueden llegar a comprometer todas las áreas del individuo, su autocuidado y comprometer riesgos para su bienestar, implicando gran altos costos a la hora de enfrentar las consecuencias por los casos que no recibieron detección temprana ni intervención oportuna, tanto para el usuario como para sus familiares o allegados. Por este motivo, es imprescindible dar a conocer la información necesaria acerca de las diversas severidades y diagnósticos en torno al Retardo Mental, fundamentalmente de aquéllos con mayor prevalencia en la IPS, para proporcionar al personal de salud herramientas que permitan la detección oportuna y el diagnóstico adecuado; ello con el objetivo de brindar una atención eficiente y propender por el bienestar integral del individuo a partir del aporte que puede ofrecer cada uno de los profesionales implicados en el plan de tratamiento. 1. ETIOLOGÍA. 1.1. Definición. El retraso mental es una discapacidad que empieza antes de la madurez y tiene un efecto duradero en el desarrollo, produciendo reducción de las habilidades para ser independiente (daño en la función social) debido a la reducción de las habilidades para entender informaciones nuevas y aprender nuevas habilidades (daño de la inteligencia). Según la CIE-10, el retraso mental es un trastorno definido por la presencia de un desarrollo mental incompleto o detenido, caracterizado principalmente por el deterioro de las funciones concretas de cada época del desarrollo y que contribuyen al nivel global de la inteligencia, tales como las funciones cognoscitivas, las del lenguaje, las motrices y la socialización. El retraso mental puede acompañarse de cualquier otro trastorno somático o mental. De hecho, los afectados de un retraso mental pueden padecer todo el espectro de trastornos mentales y su prevalencia es al menos tres o cuatro veces mayor en esta población que en la población general. Además de esto, los individuos con retraso mental tienen un mayor riesgo de sufrir explotación o abusos físicos y sexuales. La adaptación al ambiente está siempre afectada, pero en un entorno social protegido, No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 8 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 con el adecuado apoyo, puede no ser significativa en pacientes con un retraso mental leve. Algunas de sus características importantes corresponden a la disminución del valor medio de la función intelectual general, acompañada por déficits significativos en el funcionamiento social en áreas como las habilidades sociales y la comunicación, añadiéndose dificultades en los logros de la independencia personal y la responsabilidad social. El comienzo del retraso mental debe producirse antes de los 18 años. Tradicionalmente, la función intelectual ha sido medida con tests de Coeficiente Intelectual (CI) y la disminución significativa del valor medio de la función intelectual se definió como un CI de 70 o menor. Sin embargo no se tratan actualmente los tests de CI con la flexibilidad necesaria que permita la exclusión del diagnóstico de retraso mental de algunas personas con CI más bajo de 70. Éste es el caso cuando no hay déficits significativos en las funciones adaptativas (personas afectadas en áreas tales como habilidades sociales, comunicación, habilidades de la vida cotidiana, etc.). Además, la característica esencial del retraso mental es una capacidad intelectual general significativamente inferior al promedio, que se acompaña de limitaciones significativas de la actividad adaptativa propia de por lo menos dos de las siguientes áreas de habilidades: comunicación, cuidado de sí mismo, vida doméstica, habilidades sociales/interpersonales, utilización de recursos comunitarios, autocontrol, habilidades académicas funcionales, trabajo, ocio, salud y seguridad. El retraso mental tiene diferentes etiologías y puede ser considerado como la vía final común de varios procesos patológicos que afectan el funcionamiento del sistema nervioso central. Se sugiere que existen causas orgánicas en la mitad de casos de Retraso Mental. Se señalan hasta 500 causas de naturaleza genética y/o cromosómica, que en conjunto, constituyen aproximadamente una tercera parte de las causas conocidas. Entre éstas se describen el síndrome de Down, de X-Frágil, de Turner, de Klinefelter, de Prader Willi, de Williams, de Angelman y las neurofibromatosis. El resto de las causas conocidas incluyen la prematurez, las complicaciones obstétricas (hipoxia e infecciones) y los problemas del neurodesarrollo principalmente. Además, a pobreza es el factor ambiental más destacado, mientras que el 50% de las personas con retraso mental no tiene una causa claramente identificable. La capacidad intelectual general se define por el coeficiente de inteligencia (CI o equivalente de CI) obtenido por evaluación mediante uno o más tests de inteligencia normalizados, No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 9 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 administrados individualmente (p. ej., We ch sl e r Intelligence Scales for Children-Revised, Stanford-Binet, Kaufman Assessment Battery for Children). Además, las personas con retraso mental suelen presentar incapacidades adaptativas más que un CI bajo. La capacidad adaptativa se refiere a cómo afrontan los sujetos efectivamente las exigencias de la vida cotidiana y cómo cumplen las normas de autonomía personal esperables de alguien situado en su grupo de edad, origen sociocultural, y ubicación comunitaria particulares. La capacidad adaptativa puede estar influida por distintos factores, entre los que se incluyen características escolares, motivacionales y de la personalidad, oportunidades sociales y laborales, así como los trastornos mentales y las enfermedades médicas que pueden coexistir con el retraso mental. Probablemente las ayudas terapéuticas pueden mejorar más los problemas de adaptación que el CI cognoscitivo, el cual suele ser un atributo mucho más estable a lo largo del tiempo. 1.2. Manifestación Común. No existen características, comportamentales o de personalidad, específicas que estén asociadas unívocamente al retraso mental. Algunos individuos con retraso mental son pasivos, plácidos y dependientes, mientras que otros son impulsivos y agresivos. La ausencia de habilidades para la comunicación puede predisponer a comportamientos perturbadores y agresivos que sustituyan al lenguaje comunicativo. Algunas enfermedades médicas asociadas a retraso mental se caracterizan por ciertos síntomas comportamentales (p. ej., el intratable comportamiento autolesivo asociado al síndrome de Lesch-Nyhan). A pesar de lo anterior, pueden tenerse en cuenta algunos signos de alarma durante la vigilancia rutinaria del desarrollo, como son10: • • • • • • 10 4 meses NO contempla un objeto, al menos por 3 segundos. 4 meses los ojos del niño, NO siguen a la persona que tiene enfrente y que se mueve a la derecha y a la izquierda.} 5 meses NO mira directamente a una persona y sonríe. 11 meses NO se sienta prolongadamente sin ayuda. 19 meses, aunque se le ayuda, NO camina en forma coordinada y NO alterna los pies en cada paso. 4 años, NO sube las escaleras sin ayuda, sin tomar el barandal y sin alternar los pies en cada Extraído de la Guía Clínica Restraso Mental. (s.f.) No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 10 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 paso. 1.3. Síndromes Asociados. El interés sobre los síndromes específicos en retraso mental ha aumentado en los últimos años cuando se reconoce que, aparte de las similitudes en rasgos físicos, hay conductas identificables que normalmente se presentan más en ciertos síndromes11. 1.3.1. Síndrome de Down. El síndrome de Down es una de las anomalías cromosómicas más comunes asociadas con retraso mental. Alrededor del 50% se resuelven en un parto espontáneo, naciendo vivos un 20%, lo que representa una incidencia de 1 por cada 700 nacidos vivos. La incidencia aumenta con la edad de la madre, así a los 20 años una madre tiene 1 posibilidad entre 1.500 de tener un niño con síndrome de Down. La posibilidad sube a 1 entre 50 a los 43 años. El screening y el diagnóstico prenatal son ahora posibles. El síndrome de Down en el 95% de los casos es debido a un cromosoma 21 extra (trisomía 21) mientras el 4% de los casos es resultado de una translocación y un 1% es debido al mosaicismo. Las personas con el síndrome de Down tienen una apariencia característica con los ojos rasgados, manchas de Brushfield (manchas en el iris), una nariz pequeña y la cara bastante plana. El infante podría ser hipotónico y tener orejas pegadas bajas. El pliegue de Simian (pliegue palmar simple) está presente en el 50% de los afectados con el síndrome. Personas con síndrome de Down tienen también riesgo de anomalías congénitas del corazón, cataratas, epilepsia, trastorno tiroideo y leucemia. Las personas con síndrome de Down tienen un retraso mental asociado y un mayor riesgo de desarrollar una demencia a lo largo de la vida. La depresión también se presenta, con relativa frecuencia, con síntomas de anorexia, mutismo y declive de las habilidades cognitivas. El diagnóstico diferencial entre la depresión y el principio de una demencia en personas con síndrome de Down puede ser muy difícil. 1.3.2. Síndrome X-Frágil. 11 Salud Mental en el Retraso Mental: El ABC para la salud mental, la asistencia primaria y otros profesionales. Grup Pere Mata; Londres. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 11 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 Se presenta cuando hay una área anormal en uno de los cromosomas X. Pueden afectarse hombres y mujeres, aunque más frecuentemente éstas son portadoras y transmiten el cromosoma anormal hacia su descendencia masculina. Es posible poder hacer el diagnóstico durante el embarazo, y también pueden descubrirse mujeres portadoras. La incidencia del síndrome X-Frágil probablemente es 1 sobre 1000, con un 5% de varones que tienen un retraso mental grave, pero el 20% de varones no están afectados. Debe anotarse que el síndrome afecta al 30% de las mujeres portadoras. Los rasgos físicos del síndrome X-Frágil son bastante inconstantes y no pueden utilizarse para hacer un diagnóstico. Estas personas tienen las articulaciones laxas, cara alargada y orejas grandes, testículos grandes, anormalidades cardíacas y cabeza grande con nariz larga. Varios trastornos se asocian al síndrome X-Frágil como el autismo y la hiperactividad. Las personas con X-Frágil tienen a menudo déficits cognitivos específicos y anormalidades en el habla. También se han descrito ansiedad, hiperactividad, depresión, conducta inadaptada y pueden ser cicladores rápidos. 1.3.3. Síndrome de Prader-Willi. El síndrome de Prader-Willi es debido a la pérdida del cromosoma paterno 15, causando materialmente retraso mental, y anomalías físicas asociadas con apetito insaciable, grandes ingestas, obesidad, pica, picor de piel, irritabilidad y obstinación. Las personas con esta condición se muestran a menudo enfadadas, agresivas y con conductas desafiantes si se frustran sus conductas de búsqueda de comida y tienen dificultades de personalidad, parcialmente debidas a su sensibilidad sobre su apariencia física. Se han descrito depresión y trastorno del humor cíclico. 1.3.4. Síndrome de Lesch-Nyhan. El síndrome de Lesch-Nyhan es un trastorno recesivo del eslabón X del metabolismo de la purina que tiene una incidencia de 1:380.000 nacimientos. Los rasgos son microcefalia, retraso mental, coreoatetosis, espasticidad, crisis comiciales, hiperuricemia, artritis gotosa y trastornos de conducta, destacando autoagresiones compulsivas severas que incluyen mordeduras de los dedos, de los labios y otras estructuras orales. Se han identificado anormalidades neuroquímicas entre las que se incluyen reducciones funcionales significativas de dopamina en los tractos mesolímbico y nigroestriado. 1.3.5. Esclerosis Tuberosa. La esclerosis tuberosa es un síndrome neurocutáneo hereditario que se presenta en, al menos, No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 12 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 1:7.000 nacimientos. Los tumores glióticos calcificados desarrollados en regiones corticales se suman a malformaciones de la piel. Aproximadamente dos tercios de las personas afectadas tienen retraso mental, del 70-100% tienen ataques epilépticos. Los problemas de conducta son habituales y se han descrito trastornos psicóticos. 1.4. Comorbilidad. Existe vulnerabilidad psiquiátrica en personas con discapacidad intelectual, las cuales presentan dos o tres veces más el riesgo de trastornos del humor, de ansiedad y de problemas de conducta. La presencia de retraso mental no descarta otros diagnósticos psiquiátricos adicionales. De hecho, en contaste a la población general (1%), la psicosis se reporta hasta en un 24%, el déficit de atención del 7% al 15% (vs. 3 a 5%) y la depresión varía de 1.1% a 11%. Sin embargo las dificultades de comunicación con estos usuarios hacen necesario que respecto al diagnóstico, se confíe más de lo común en los síntomas objetivos como la inhibición psicomotriz, la disminución del apetito y del peso y los trastornos del sueño en el caso de un episodio depresivo. Por su parte, parece importante enfatizar la presencia de agresión en niños con retraso mental sin lenguaje. Si la agresión se manifiesta en conjunto a otros síntomas tales como el insomnio, la hiperactividad, la hipersexualidad y la irritabilidad, sugiere la presencia de manía. La agresión que se presenta con otros síntomas como hiperventilación y agitación, en presencia de un estresor ambiental, sugiere más bien ansiedad, con frecuencia secundaria a demandas sociales o familiares excesivas. 2. DIAGNÓSTICO. Para un diagnóstico definitivo debe estar presente un deterioro del rendimiento intelectual, que da lugar a una disminución de la capacidad de adaptarse a las exigencias cotidianas del entorno social normal. Los trastornos somáticos o mentales asociados tienen una gran repercusión en el cuadro clínico y en el rendimiento. La categoría diagnóstica elegida debe, por tanto, basarse en la evaluación de la capacidad global, al margen de cualquier déficits de un área o de una capacidad concreta. El CI debe determinarse mediante la aplicación individual de tests de inteligencia estandarizados y adaptados a la cultura del paciente. Los tests adecuados deben seleccionarse de acuerdo con el nivel de funcionamiento individual y las invalideces concretas adicionales, por ejemplo, por tener en cuenta posibles problemas de la expresión del lenguaje, sordera y otros defectos físicos. Las escalas de madurez social y de adaptación aportan una información suplementaria siempre y cuando estén adaptados a la cultura del enfermo y pueden completarse con entrevistas a los padres o a las personas que cuidan a estos enfermos y que No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 13 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 conocen la capacidad del enfermo para la actividad cotidiana. Cuando se diagnostica Retraso Mental, es necesario buscar concienzudamente problemas psiquiátricos y del comportamiento ya que el estrés que produce el déficit intelectual y adaptativo hace que sea más probable esta asociación. La prevalencia de los desórdenes específicos varía ampliamente pero se puede considerar que el trastorno por déficit de atención, el autismo, la psicosis, la depresión, la auto-agresividad y los problemas conductuales son más frecuentes en este grupo que en la población general. Dentro de los diferentes cuadros diagnósticos se encuentran: CÓDIGO DIAGNÓSTICO F70 Retraso Mental Leve. F71 Retraso Mental Moderado. F72 Retraso Mental Grave. F73 Retraso Mental Profundo. F78 Otros Tipos de Retraso Mental. F79 Retraso Mental No Especificado. En términos generales la clasificación del Retraso Mental se realiza a partir del CI, que se expresa de la siguiente manera: CÓDIGO F70 F71 F72 F73 F78 F79 TIPO Leve Moderado Grave Profundo Otro No Especificado CI 50-69 35-49 20-34 <20 La capacidad intelectual general se define por el coeficiente de inteligencia (CI o equivalente de CI) obtenido por evaluación mediante uno o más tests de inteligencia normalizados, administrados individualmente (p. ej., Wechsler Intelligence Scales for Children-Revised, Stanford-Binet, Kaufman Assessment Battery for Children). La elección de instrumentos de evaluación y la interpretación de los resultados deben tener en cuenta factores que pueden limitar el rendimiento en los tests (p. ej., el origen sociocultural del No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 14 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 sujeto, su lengua materna y sus discapacidades sensoriales, motoras y comunicativas asociadas). Cuando en las puntuaciones de los subtests se produce una dispersión significativa, las aptitudes de aprendizaje del sujeto quedarán mejor reflejadas por el perfil de aciertos y fracasos que por el CI de la escala total derivado matemáticamente. Cuando aparece una discrepancia notable entre las puntuaciones verbal y manipulativa, puede llevar a confusiones el promediarlas a fin de obtener una puntuación CI total. Por otro lado, la discapacidad intelectual implica un nivel de funcionamiento intelectual subnormal. Sin embargo, el grado en que un individuo es incapaz de enfrentar las demandas sociales conforme a su edad da por consecuencia cuatro grados de severidad en el Retraso Mental. A continuación se presenta la estratificación tomando en cuenta los niveles de severidad del Retraso Mental, en tres grupos de edad, de acuerdo a tres áreas: la maduración y el desarrollo; el entrenamiento y la educación y la adecuación social- vocacional. 0 a 5 años Maduración y Desarrollo Grado Leve 6 a 20 años Entrenamiento y Educación aprender Desarrollo general de Puede habilidades sociales y de habilidades de hasta el 4to. comunicación. ó 5to. grado de primaria al Probablemente no sean llegar a los 18 ó 19 años de distinguidas hasta la edad. Puede integrarse a escuela. una sociedad. Puede hablar o aprender a Dificultad para alcanzar comunicarse. objetivos académicos del Moderado Algunas dificultades con 2do. grado de primaria. habilidades motoras. Severo Puede hablar o aprender a comunicarse. Limitaciones marcadas en Puede habilidades motoras. Aprender hábitos Lenguaje mínimo. Elementales de limpieza personal. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo 21 años y mayores Adaptación Social y Vocacional. Es capaz de realizar actividades sociales y laborales para su integración en una fuerza de trabajo con salario mínimo. Es parcialmente capaz de mmantenerse económicamente en trabajos manuales bajo protección. Podrá, parcialmente, Contribuir en su Manutención económicamente bajo supervisión total. Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 15 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 Retrasosignificativo, Mínima habilidad Profundo funcional en áreas sensoriomotoras. Necesita cuidados básicos. 2.1. Algo de desarrollo motor y de lenguaje. Puede aprender muy limitadamente habilidades de cuidado personal. Clasificación y Criterios Diagnósticos. CÓDIGO DIAGNÓSTICO F70 Retraso Mental Leve. F71 Retraso Mental Moderado. F72 Retraso Mental Grave. F73 Retraso Mental Profundo. F78 Otros Tipos de Retraso Mental. F79 Retraso Mental No Especificado. En todos estos diagnósticos se encuentra un tercer dígito que corresponde a las siguientes características en torno al deterioro del comportamiento en cada uno de las severidades del Retraso Mental: 3er Dígito DIAGNÓSTICO F7X.0 Deterioro del comportamiento nulo o mínimo. F7X.1 Deterioro del comportamiento significativo, que requiere atención o tratamiento. F7X.8 F7X.9 Otros deterioros del comportamiento. Deterioro del comportamiento de grado no especificado. 2.1.1. Retraso Mental Leve. (F70) Los individuos con retraso mental leve adquieren tarde el lenguaje, pero la mayoría alcanzan la capacidad de expresarse en la actividad cotidiana, de mantener una conversación y de ser abordados en una entrevista clínica. La mayoría de los afectados llegan a alcanzar una independencia completa para el cuidado de su persona (comer, lavarse, vestirse, controlar los esfínteres), para actividades prácticas y para las propias de la vida doméstica, aunque el desarrollo tenga lugar de un modo considerablemente más lento de lo normal. Las mayores dificultades se No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 16 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 presentan en las actividades escolares y muchos tienen problemas específicos en lectura y escritura. Sin embargo, las personas ligeramente retrasadas pueden beneficiarse de una educación diseñada de un modo específico para el desarrollo de los componentes de su inteligencia y para la compensación de sus déficits. La mayoría de los que se encuentran en los límites superiores del retraso mental leve pueden desempeñar trabajos que requieren aptitudes de tipo práctico, más que académicas, entre ellas los trabajos manuales semicualificados. En un contexto sociocultural en el que se ponga poco énfasis en los logros académicos, cierto grado de retraso leve puede no representar un problema en sí mismo. Sin embargo, si existe también una falta de madurez emocional o social notables, pueden presentarse consecuencias del déficit, por ejemplo, para hacer frente a las demandas del matrimonio o la educación de los hijos o dificultades para integrarse en las costumbres y expectativas de la propia cultura. En general, las dificultades emocionales, sociales y del comportamiento de los pacientes con retraso mental leve, así como las necesidades terapéuticas y de soporte derivadas de ellos, están más próximas a las que necesitan las personas de inteligencia normal que a los problemas específicos propios de los individuos con retraso mental moderado o grave. Si se utilizan test de CI estandarizados de un modo adecuado el rango 50 al 69 corresponde a un retraso mental leve. La comprensión y el uso del lenguaje tienden a tener un retraso de grado diverso y se presentan problemas en la expresión del lenguaje que interfieren con la posibilidad de lograr una independencia, y que puedan persistir en la vida adulta. Sólo en una minoría de los adultos afectados puede reconocerse una etiología orgánica. En un número variable de los afectados pueden presentarse además otros trastornos tales como autismo, otros trastornos del desarrollo, epilepsia, trastorno disocial o discapacidades somáticas. 2.1.2. Retraso Mental Moderado. (F71) Los individuos incluidos en esta categoría presentan una lentitud en el desarrollo de la comprensión y del uso del lenguaje y alcanzan en esta área un dominio limitado. La adquisición de la capacidad de cuidado personal y de las funciones motrices también están retrasadas, de tal manera que algunos de los afectados necesitan una supervisión permanente. Aunque los progresos escolares son limitados, algunos aprenden lo esencial para la lectura, la escritura y el cálculo. Los programas educativos especiales pueden proporcionar a estos afectados la oportunidad para desarrollar algunas de las funciones deficitarias y son adecuados para aquellos con un aprendizaje lento y con un rendimiento bajo. De adultos, las personas moderadamente retrasadas suelen ser capaces de realizar trabajos prácticos sencillos, si las No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 17 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 tareas están cuidadosamente estructuradas y se les supervisa de un modo adecuado. Rara vez pueden conseguir una vida completamente independiente en la edad adulta. Sin embargo, por lo general, estos pacientes son físicamente activos y tienen una total capacidad de movimientos. La mayoría de ellos alcanza un desarrollo normal de su capacidad social para relacionarse con los demás y para participar en actividades sociales simples. El CI está comprendido entre 35 y 49. En este grupo lo más frecuente es que haya discrepancias entre los perfiles de rendimiento y así hay individuos con niveles más altos para tareas viso-espaciales que para otras dependientes del lenguaje, mientras que otros son marcadamente torpes, pero son capaces de participar en relaciones sociales o conversaciones simples. El nivel de desarrollo del lenguaje es variable, desde la capacidad para tomar parte en una conversación sencilla hasta la adquisición de un lenguaje sólo suficiente para sus necesidades prácticas. Algunos nunca aprenden a hacer uso del lenguaje, aunque pueden responder a instrucciones simples. Algunos aprenden a gesticular con las manos para compensar, hasta cierto grado, los problemas del habla. En la mayoría de los que se incluyen en esta categoría puede reconocerse una etiología orgánica. En una proporción pequeña pero significativa están presentes un autismo infantil o trastornos del desarrollo, los cuales tienen una gran repercusión en el cuadro clínico y en el tipo de tratamiento necesario. También son frecuentes la epilIPSia, los déficits neurológicos y las alteraciones somáticas, sobre todo en los retrasos mentales moderados, a pesar de lo cual la mayoría pueden llegar a ser capaces de caminar sin ayuda. Algunas veces es posible identificar otros trastornos psiquiátricos, pero el escaso nivel del desarrollo del lenguaje hace difícil el diagnóstico, que puede tener que basarse en la información obtenida de terceros. 2.1.3. Retraso Mental Grave. (F72) Tanto el cuadro clínico, como la etiología orgánica y la asociación con otros trastornos son similares a los del retraso mental moderado, siendo lo más frecuente en este grupo unas adquisiciones de nivel más bajos que los mencionados en F71. Muchas personas dentro de esta categoría padecen un grado marcado de déficit motor o de la presencia de otros déficits que indica la presencia de un daño o una anomalía del desarrollo del sistema nervioso central, de significación clínica. 2.1.4. Retraso Mental Profundo. (F73) El cociente intelectual en esta categoría es inferior a 20, lo que significa en la práctica que los afectados están totalmente incapacitados para comprender instrucciones o requerimientos o para actuar de acuerdo con ellas. La mayoría tienen una movilidad muy restringida o totalmente inexistente, no controlan esfínteres y son capaces en el mejor de los casos sólo de formas muy rudimentarias de comunicación no verbal. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 18 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 Poseen una muy limitada capacidad para cuidar sus necesidades básicas y requieren ayuda y supervisión constantes. El CI es inferior a 20. La comprensión y la expresión del lenguaje, se limitan, en el mejor de los casos, a la comprensión de órdenes básicas y a hacer peticiones simples. Pueden adquirir las funciones viso-espaciales más básicas y simples como las de comparar y ordenar, y ser capaces, con una adecuada supervisión y guía, de una pequeña participación en las tareas domésticas y prácticas. En la mayoría de los casos puede ponerse de manifiesto una etiología orgánica. Lo más frecuente es que se acompañen de déficits somáticos o neurológicos graves que afectan a la motilidad, de epilepsia o de déficits visuales o de audición. También es muy frecuente la presencia de trastornos generalizados del desarrollo en sus formas más graves, en especial de autismo atípico, sobre todo en aquellos casos que son capaces de caminar. 2.1.5. Otros Tipos de Retraso Mental. (F78) Esta categoría debe usarse sólo cuando la evaluación del grado de retraso intelectual es especialmente difícil o imposible de establecer mediante los procedimientos habituales debido a la presencia de déficits sensoriales o físicos, tales como ceguera, sordomudez, y en personas con trastornos graves del comportamiento e incapacidad física. 2.1.6. Retraso Mental No Especificado. (F79) En estos casos hay evidencia de un retraso mental, pero con información insuficiente como para asignar al paciente una de las categorías anteriores. 2.2. Diagnóstico Diferencial. Los trastornos del espectro autista y los específicos del lenguaje pueden asociarse a cierto grado de Retraso Mental y confundirse con él. Particularmente debe considerarse que los niños con problemas severos del lenguaje puntuarían bajo en una prueba de inteligencia dependiente de instrucciones verbales. En el autismo se exhibirá un funcionamiento social deficiente en forma destacada. El diagnóstico diferencial principalmente se establece con: a) Inteligencia limítrofe (CI=71-84): debe recordarse que esta diferenciación debe ser cuidadosa, tomando en cuenta toda la información disponible y recordando que una puntación de CI entraña un error de medida de 5 puntos. b) Trastornos generalizados del desarrollo: aunque pueda coexistir el Retraso Mental, se destaca la alteración cualitativa de la interacción social y de la comunicación verbal y no verbal. c) Trastornos de la Comunicación: alteración del desarrollo en el área del lenguaje expresivo o No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 19 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 de la comprensión (mixto), sin déficit adaptativo importante. d) Trastornos del Aprendizaje: alteración destacada en el área de la lectoescritura o el cálculo aritmético, sin afectación generalizada del desarrollo ni déficit adaptativo. 3. TRATAMIENTO. 3.1. Generalidades del Tratamiento. El tratamiento, tras el diagnóstico de retraso mental, incluye un conjunto de intervenciones y actividades que se llevan a cabo por el personal de Salud Mental. Los componentes de este conjunto de intervenciones puede subdividirse, pero teniendo en cuenta la importancia de la interdisciplinariedad y el trabajo en conjunto entre el equipo de trabajo en salud mental, cuyas acciones y actividades se especifican en el Plan de Tratamiento correspondiente. El Plan Terapéutico se realiza con base a la severidad diagnóstica del retraso mental, e incluye, las siguientes pautas, teniéndose en cuenta que no todas ellas se presentan en cada tipo diagnóstico: a) b) c) d) e) f) Locación. Tratamiento farmacológico. Tratamiento psicosocial. Intervención psicoterapéutica. Psicoeducación. Elaboración de redes de apoyo. Inicialmente, es importante dar lugar en el proceso de intervención a la detección de otro tipo de enfermedades que acompañen el diagnóstico de retraso mental, con el objetivo de enmarcar las prioridades en cuanto a la atención y los focos a intervenir. A partir de la detección de las áreas comprometidas en cuanto al retraso mental, es importante dirigir al usuario a los tipos de intervención correspondiente, pues, si bien el retraso mental no es una condición que pueda ser “curada”, el objetivo de las diferentes maneras de atención está en mejorar el rendimiento en las capacidades que se encuentran comprometidas por el retraso mental y potencializar aquéllas que hacen parte de los componentes con que el individuo muestra más alto rendimiento. A continuación se dará una descripción de los diferentes modos de intervención y sus características principales a tener en cuenta tanto por aquellos profesionales que realizan la No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 20 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 atención de manera directa, como también para los que pueden llegar a derivar o recomendar cierto tipo de intervención. En el apartado correspondiente a la intervención psicológica se hará mención de las características del proceso psicoterapéutico a nivel general, sin hacer énfasis en alguna corriente teórico-metodológica específica con el objetivo de promoverla interdisciplinariedad de los diferentes profesionales de psicología que pueden aportar de su saber al tratamiento del trastorno. Parte de las características a mencionar son el número de sesiones aproximadas, teniendo en cuenta que su duración es de 30 minutos, decisión que ha sido establecida por la institución. 3.2. Intervención Psicológica. 3.2.1. Descripción. El proceso psicoterapéutico es uno de los métodos más utilizados a la hora de intervenir los diferentes diagnósticos de carácter mental de todas las severidades, utilizándose técnicas de acuerdo a las necesidades clínicas del paciente, a su contexto y preferencias, como también a partir de las habilidades del psicoterapeuta y los recursos con que cuenta a nivel profesional. A nivel general, el proceso psicoterapéutico se enfoca inicialmente en la sintomatología expresada por el paciente y el personal de salud que pudo remitirlo a valoración psicológica. A partir de una entrevista inicial no sólo se realiza una pesquisa diagnóstica, sino que se comienzan a identificar los posibles desencadenantes del motivo de consulta, los factores a nivel relacional que se encuentran involucrados con el malestar y la estructura psíquica que corresponde de manera directa con la manifestación sintomática. Usualmente en el área de la salud se utilizan intervenciones psicoterapéuticas breves, que se enfocan en la remoción del síntoma a partir del entrenamiento en nuevos comportamientos que permitan el cambio a nuevas formas de vida. Sin embargo, sea para un tratamiento a partir de reestructuración, un proceso de transformación o de cambio, es necesario en el primer momento del re-conocimiento por parte del paciente de sus propias identificaciones, así sean éstas llamadas esquemas maladaptativos, campo fenomenológico, rol neurótico, constelación de un complejo, o cualquier otra manera como alguna corriente psicológica se refiera al componente psíquico presente en el individuo que se encuentra relacionado con la sintomatología. Sin embargo, al tratarse de los casos en que se presenta diagnóstico de retraso mental el proceso y el objetivo en torno a la atención psicoterapéutica tiene un cambio fundamental, pues además de la responsabilización con el propio cuidado que el paciente debe tener, el direccionamiento de la atención psicológica va encaminado a promover una mejora en las No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 21 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 capacidades del individuo al relacionarse con los demás a fomentar comportamientos que le permitan ser más funcional en la sociedad, y a encontrar soluciones a las diferentes problemáticas que se encuentran de la mano con el diagnóstico. Además, es fundamental mencionar nuevamente la importancia que tiene la participación del paciente y de la familia en el proceso terapéutico, pues la constancia y el compromiso que se proponga influyen directamente en el desarrollo y cumplimiento de objetivos de tratamiento. Por este motivo la intervención psicológica busca movilizar al paciente de su postura de persona que padece, un rol de carácter pasivo y des-responsabilizado frente a lo que tiene lugar en su propia vida, no sólo ante sí mismo, sino también ante las personas que se encuentran a su alrededor. Para promover un proceso terapéutico basado en una relación psicólogo-paciente se pueden tener en cuenta algunas habilidades básicas para la entrevista clínica, las cuales se han demostrado ser más importantes y eficaces, las cuales son: • • • • • • • • • • Mantener el contacto visual con el paciente. Actitud empática. Empleo de preguntas abiertas. Escucha activa. Ritmo sosegado. Clarificar el motivo de consulta. No excesiva preocupación por tomar notas. Estar alerta a las claves sutiles de malestar psicológico. Estilo negociador. Estar atento al lenguaje no verbal (expresión facial, corporal,...). Apertura a lo social: Para ello se recomienda comenzar realizando preguntas sencillas del tipo: • ¿Hay alguna cosa que le preocupe? • ¿Ha vivido alguna situación difícil o conflictiva? Además, para llegar a una comprensión global del paciente y poder establecer los posibles aspectos implicados a partir del diagnóstico de retraso mental, el instrumento por excelencia es la entrevista clínica, en la cual se establecen o actualizan las bases de la relación y se recoge la información necesaria no sólo para orientar el diagnóstico, sino también para determinar el plan de tratamiento12. 12 Guía de Práctica Clínica para el Manejo de Pacientes con Trastornos de Ansiedad en Atención Primaria. 2008. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 22 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 Sin embargo, es importante tener en cuenta las áreas que se pueden encontrar comprometidas en cada una de las diferentes severidades del retraso mental, pues el enfoque terapéutico debe moldearse a las potencialidades y aspectos que se encuentran comprometidos por el diagnóstico. Así, el componente relacional no es el único aspecto a centrar en torno al aspecto social y familiar por parte del paciente. En algunas ocasiones el enfoque se realiza en el componente psicoeducativo al paciente y la familia, como también en las conductas y el autocuidado más allá de la responsabilización que implica la mayoría de los procesos psicoterapéuticos. La capacidad verbal, la capacidad para comunicarse y entablar un vínculo con el terapeuta puede ser un aspecto fundamental a la hora de enfocar el proceso terapéutico y los objetivos de la intervención, ya que en ocasiones, en los casos en que se cuenta con poca capacidad verbal del paciente, puede utilizarse un puente que promueva la empatía y el cambio, como puede ser un familiar que se encuentre con un vínculo fuerte con el paciente a la hora de iniciar la consulta. En ambos casos, es importante contar con un allegado del paciente que pueda proveer la información que quizás el usuario no pueda ofrecer con facilidad, como también para ofrecer la postura que los demás tienen del comportamiento y el estado del paciente. En dichos casos es importante recurrir inicialmente a la herramienta psicoterapéutica por excelencia que corresponde a la entrevista. La entrevista semiestructurada, es decir, aquella que se encuentra entre una entrevista libre y una dirigida, se adapta a las características del encuentro entre el profesional y el paciente (y su acompañante). Se inicia con preguntas de carácter más abierto que promueven la narración de los asistentes, para luego realizarse preguntas más específicas que consiguen no dejar interrogantes imprescindibles en la identificación del diagnóstico y el plan de manejo. A continuación se mencionarán algunos elementos fundamentales a la hora de realizar una entrevista semiestructurada. Fase Preliminar • • • Recepción empática. Conocer el motivo de consulta. Evitar el “ya que estoy aquí”, delimitando los motivos de consulta. Fase Exploratoria No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL • • • • • • • • • • MANUAL DE CALIDAD Página 23 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 Obtener información específica básica: Cómo son los síntomas. Localización. Intensidad. Cronología y evolución. Recoger información específica complementaria: Presencia de patología orgánica o iatrogenia. Factores desencadenantes: cambios, duelos… Entorno sociofamiliar. Antecedentes personales: episodios maníacos, depresiones previas… Situaciones que empeoran o mejoran. Exploración de la esfera psicosocial: Creencias y expectativas. Contenido del pensamiento. Afectividad. Personalidad. Fase Resolutiva Síntesis y enumeración de los problemas. Información al paciente de la naturaleza del problema. Comprobación de que ha entendido las explicaciones. Implicación del paciente en la elaboración de un plan diagnóstico-terapéutico: Acuerdos. Negociación. Pactos. Fase Final Toma de precauciones. Acuerdo final. Despedida. 3.2.2. Objetivo. Con base en el primer encuentro se comienza a diseñar un plan de intervención psicológica que tiene en cuenta la historia personal del paciente, su contexto y características, con el objetivo de fomentar el cambio a partir de las aptitudes y actitudes del paciente en el momento presente, con su historia personal y familiar, y con su disposición, compromiso y reflexión, y así llegar a resignificar su experiencia de vida, no sólo a nivel de la No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 24 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 sintomatología y el trastorno, sino también nutriendo las relaciones consigo mismo y los demás a partir de la meditación en cuanto al presente y la teleología de la afección. Todo ello con el objetivo de posicionar al individuo como ser responsable de sí mismo, a pesar de contar con un diagnóstico como el Retraso Mental, capaz de relacionarse de manera consciente con su entorno, con los demás seres y consigo mismo, como también con las imágenes que han emergido a partir de la enfermedad. El Retraso Mental suele ser un diagnóstico que desplaza la responsabilización del individuo y del cuidado que tiene sobre sí mismo; por lo cual es importante abordar la familia y los diferentes implicados en el acompañamiento para promover la responsabilización del sujeto por su propia vida a pesar del diagnóstico, para no llegar a ser considerado como un ente ajeno a una responsabilidad sobre su vida y su cuidado. Los objetivos del trabajo psicoterapéutico con el diagnóstico del Retraso Mental, es principalmente la detección de las áreas y aspectos que no sólo se encuentran comprometidos o deteriorados, sino aquellos que pueden ser potencializados para aumentar su rendimiento y capacidad para manifestarse. De esta manera, el objetivo de la intervención no se reduce únicamente a la disminución o anulación de la sintomatología, o del malestar referido por el paciente, sino que está demarcado por el bienestar integral y el reconocimiento de las propias formas de ser, reconociendo los límites que el diagnóstico implica, buscando maneras de afrontar las dificultades en las maneras posibles, como también potencializando aquellos aspectos que pueden llegar a ser sus fortalezas. 3.2.3. Duración. A partir de lo mencionado anteriormente puede determinarse una cantidad de sesiones aproximada para la intervención psicoterapéutica, teniendo en cuenta que la duración de cada una de ellas es de 30 minutos, y contando con la posibilidad de variar a partir de la severidad del diagnóstico y de las características del paciente. Por este motivo se sugieren entre 8 y 12 sesiones para la intervención individual o familiar en torno al retraso mental, dependiendo del caso. 3.3. Intervención Psicosocial. La intervención psicosocial es aquella que va dirigida a las relaciones del individuo consigo mismo, con su componente psicológico, social, familiar, e interpersonal en las diferentes áreas del ser humano, la cual no se refiere únicamente al tratamiento psicoterapéutico debido a los diferentes objetivos, herramientas y profesionales implicados; por este motivo se diferencia del apartado psicosocial aquél dirigido a la psicoterapia propiamente dicha. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 25 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 Así, los diferentes profesionales del área de la salud ofrecen un aporte fundamental en la intervención psicosocial a partir del enfoque que corresponde a cada disciplina; sin embargo, su mención y delimitación se hace más específica en los planes de tratamiento, en los cuales se definen las funciones y responsabilidades, y que involucra no sólo al área psicológica y psiquiátrica, sino también a los médicos, trabajadores sociales, químicos, enfermeros, entre otros. 3.3.1. Psicoeducación. El componente psicoeducativo busca promover el bienestar de los individuos a partir del conocimiento de la enfermedad, disolución de tabúes y solución de dudas que puedan emerger a partir de la mención, diagnóstico o tratamiento del trastorno. A partir de este tipo de intervención se favorece la adherencia al tratamiento, se disminuye la ansiedad y se invita a los pacientes a continuar con el ritmo de vida normal, apoyándose a enfrentar las dificultades. Por este motivo la dinámica de intervención es de carácter educativo, fomentando al conocimiento y comprensión, y en algunos casos, a la reflexión y responsabilización, no sólo a partir de la enfermedad como tal, sino también de su participación en las diferentes maneras de intervención y de los medicamentos que pueden ser prescritos. 3.3.2. Abordaje de los factores psicosociales estresantes actuales. Un componente fundamental a la hora de abordar al paciente es darle valor a su saber y su palabra, por lo que es recomendable intervenir en un espacio privado y darle la oportunidad de hablar al preguntársele su opinión sobre las formas como repercute el diagnóstico en las diversas áreas de su vida. A partir de esto se comienza a introducir al paciente en un rol activo y propositivo frente a su malestar, como también el posicionamiento de la familia y allegados frente al cuidado. El conocimiento de los factores psicosociales estresantes actuales permite el abordaje de las dificultades sociales y la capacidad para resolver los problemas relacionados con ellos con la ayuda de servicios o recursos comunitarios. En esta área es fundamental la labor de los trabajadores sociales, pues, además de lo anterior, se realiza una evaluación y manejo ante cualquier situación de maltrato, abuso y descuido. Además, se identifican los familiares de apoyo para involucrarlos lo más posible y de manera oportuna al proceso de tratamiento. 3.3.3. Restablecimiento de las redes sociales. Enlazado con el punto anterior, la identificación de las actividades sociales previas permite el reconocimiento de redes de apoyo más allá del área familiar que pueden ser de gran valor en el No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 26 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 tratamiento psicosocial del paciente. Hacer propósitos no evaluables a partir del logro académico, sino del logro adaptativo del individuo, como también fomentar por realizar actividades que fortalezcan las habilidades en general, tanto aquellas que se han visto comprometidas como aquellas que puede potencializar aún más, pues estimula las fortalezas y habilidades sociales del individuo y le permite recibir el apoyo desde diferentes áreas externas a la individual y familiar. 3.3.4. Terapia grupal. El acompañamiento psicoterapéutico a nivel individual se ve reforzado a partir de la intervención psicológica de carácter grupal, en donde participan grupos de individuos con el mismo diagnóstico, a sus familias o responsables, con el objetivo de fortalecer el vínculo con el tratamiento y brindar apoyo a sus pares. El trabajo grupal ofrece gran variedad de técnicas de trabajo y de ahondamientos respecto a la intervención, pues puede dirigirse por medio de talleres informativos o psicoeducativos, comprometer la reflexión y la responsabilización, o ahondar en el contenido privado de cada uno de los presentes con el objetivo de intervenir al grupo con las especificidades de cada uno de ellos. Los planes de intervención en el trabajo grupal competen al área de psicología, principalmente en la intervención psicoterapéutica del grupo. Sin embargo, el aporte de los diferentes profesionales en el componente reflexivo e informativo aporta un mayor panorama en la intervención de los componentes que conciernen al paciente. Además, es importante a la hora de configurar un grupo de apoyo o grupo terapéutico, delimitar los objetivos del tratamiento, los profesionales encargados, las sesiones a invertir, las temáticas a trabajar y la población a abordar, para así propender por una intervención eficaz en la medida de ser diseñada exclusivamente para cada caso o patología. 3.3.5. Intervención social. A partir de la detección de algún factor de riesgo, es importante la explicación al paciente y su familia de la repercusión que dicho factor tiene sobre el estado de salud, como también de la conveniente derivación al área de Trabajo Social que se encarga de un estudio e intervención que consiste en: a) Estudio y valoración socio-familiar completa. b) Diagnóstico socio-familiar, como aportación al diagnóstico global y al plan general de tratamiento. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 27 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 c) Tratamiento social individual-familiar. (El apoyo emocional puede ir acompañado de información, orientación, asesoramiento y gestión de recursos sociales). d) Atención social a nivel grupal. 3.4. Supervisión y Seguimiento. A partir de la severidad del trastorno y las áreas comprometidas, como también las fortalezas, se decide realizar un seguimiento periódico posterior a la intervención continua, con el objetivo de detectar los cambios en el estilo de vida del paciente y la familia que propendan por el desarrollo integral en torno al diagnóstico. Inicialmente, se tendrán en cuenta tres sesiones en los meses posteriores al finalizarse el tratamiento, con el objetivo de controlar y decidir cambios en torno al diagnóstico y su evolución. Se recomienda en la intervención tener en cuenta la prevención y manejo de la comorbilidad asociada con el diagnóstico, con el objetivo de invitar al cambio a nivel familiar y social a partir de las necesidades que se vayan presentando, contando además con el acompañamiento profesional en caso de considerarse necesario. 3.5. Pronóstico. Aunque el Retraso Mental no es una condición curable, el pronóstico es bueno en general si el parámetro del bienestar emocional es el criterio con el que se evalúa al niño. La expectativa de que el niño “sea feliz” o que sea “autosuficiente” traduce mayor aceptación de la familia. En contraste, en la expectativa familiar de “normalidad” se infiere mayor dificultad en la aceptación de la discapacidad y un grado variable de rechazo. Esta última circunstancia acarrea mayor sufrimiento al niño y a la familia. En el retraso mental leve puede decirse que el pronóstico es mejor y que incluso se logra “perder la etiqueta”, ya que estos individuos desarrollan sostén propio, se casan, etc. Sin embargo, diversos estudios señalan que estas personas no están libres de dificultades. Aunque 75% de estos individuos no requerirán servicios futuros, el funcionamiento adecuado en todas las áreas se señala presente sólo en el 25%. La pobreza y la pertenencia a minorías marginadas se asocian a este nivel de Retraso Mental. Su identificación es la más tardía y suele ocurrir en el transito escolar a lo largo de la primaria. El Retraso Mental Moderado presenta frecuentemente condiciones médicas asociadas, se identifica en la etapa preescolar y desarrollan un estatus de semi-dependientes con apoyo. El Retraso Mental severo No de Revisión 00 o profundo, se detecta desde la infancia temprana, los Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 28 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 portadores de este nivel de RM tienen problemas médicos concomitantes, convulsiones y dificultades conductuales de mayor severidad. El pronóstico es más sombrío13. 4. PLAN DE TRATAMIENTO Y RUTAS CLÍNICAS. Nota: La descripción de este apartado queda pendiente a la construcción de un Plan en Salud Mental, en donde se enuncien las rutas de intervención de los pacientes de esta área a partir de la atención de los distintos profesionales implicados. Para ello es importante la delimitación de cada una de las funciones de éstos, con el objetivo de ofrecer un plan amplio de tratamiento que abarque las distintas áreas del individuo. Sin embargo, a continuación se dará un bosquejo acerca de la ruta clínica respecto al área de Salud Mental a manera provisional: PROCESO PROFESIONAL ENCARGADO Valoración inicial, independiente del motivo de consulta. Consideración de remisión para el área de Psicología y/o Psiquiatría, a partir de la sospecha del diagnóstico de Retraso Mental. Valoración de las áreas comprometidas y comprobación en torno a las sospechas médicas, con el objetivo de remitir a neuropsicología para aclarar el diagnóstico. Intervención individual y/o familiar a partir del diagnóstico ofrecido, detectando áreas comprometidas y fortalezas encontradas. Elaboración de redes de apoyo, inclusión a la familia y personas interesadas en el paciente. Psicoeducación, historia de la enfermedad, aspectos básicos a nivel biológico, Información sobre fármacos y psicoterapia, cultura de autocuidado, favorecer adherencia al tratamiento. Médico Familiar, Enfermería. Médico Familiar, Enfermería, Trabajo Social. Psicólogo. Trabajador Social. Psicólogo, Trabajador Social y/o profesionales implicados en el tratamiento. Ante la presencia o sospecha de algún tipo de retraso mental es importante tener en cuenta ciertas acciones a realizar por el personal competente. 13 Guía Clínica Restraso Mental. (s.f.) No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL • • • • MANUAL DE CALIDAD Página 29 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 Realizar el diagnóstico diferencial correspondiente. Tener en cuenta la forma como el paciente o su familia manifiesta sus dolencias físicas y/o relacionales. Determinar la severidad del diagnóstico, remitiendo a neuropsicología en los casos que se confirme la posibilidad de éste al descartar otro tipo de aspectos asociados con el diagnóstico diferencial. Realizar la detección de la comorbilidad y remitir a partir de la severidad de las demás enfermedades asociadas. CRITERIOS DE REMISIÓN PARA PSICOLOGÍA • Detección de bajo rendimiento en diversas áreas del paciente. • Manifestación de malestar clínicamente significativo por parte del paciente o la familia. • Sospecha de retraso mental. CRITERIOS DE REMISIÓN PARA PSIQUIATRÍA • Comorbilidad con severidad moderada o grave. • Presencia de riesgo suicida. 5. PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN. 5.1. Factores Predisponentes. Los factores etiológicos pueden ser primariamente biológicos o psicosociales, o alguna combinación de ambos. En aproximadamente un 30-40 % de los individuos asistidos en centros clínicos no puede determinarse una etiología clara del retraso mental a pesar de las múltiples exploraciones. Los principales factores predisponentes son los siguientes: • • Herencia (aproximadamente un 5 %). Estos factores incluyen errores innatos del metabolismo heredados principalmente mediante mecanismos recesivos autosómicos (p. ej., enfermedad de Tay-Sachs), otras anormalidades de un único gen con herencia mendeliana y expresión variable ej., esclerosis tuberosa) y aberraciones cromosómicas (p. ej., síndrome de Down por translocación, síndrome de X frágil). Alteraciones tempranas del desarrollo embrionario (aproximadamente un 30 %). Estos factores incluyen alteraciones cromosómicas (p. ej., síndrome de Down debido a trisomía 21) o afectación prenatal por toxinas (p. ej., consumo materno de alcohol, No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL • • • 5.2. MANUAL DE CALIDAD Página 30 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 infecciones). Problemas del embarazo y perinatales (aproximadamente un 10 %). Estos factores incluyen malnutrición fetal, prematuridad, hipoxia, infecciones víricas y otras, y traumatismos. Enfermedades médicas adquiridas durante la infancia y la niñez (aproximadamente un 5 %): Estos factores incluyen infecciones, traumatismos y envenenamiento (p. ej., por plomo). Influencias ambientales y otros trastornos mentales (aproximadamente un 15-20 %). Estos factores incluyen privación de crianza y de estimulación social, lingüística y de cualquier otro orden, así como trastornos mentales graves (p. ej., trastorno autista). Promoción y Prevención. A partir de los factores predisponentes pueden realizarse algunos tipos de intervención a nivel del área de Promoción y Prevención, no sólo a partir de los componentes biológicos que invitan a la intervención en los programas prenatales, sino también en aquellos grupos enfocados en la atención en torno a los factores de la crianza que pueden promover la aparición o aumento de la severidad en el retraso mental. Dentro de las intervenciones que se pueden realizar por el área de Promoción de la salud y Prevención de la enfermedad, se encuentran tres tipos de intervenciones: Universales, Selectivas e Indicadas. 5.2.1. Intervención Universal. Se realiza a partir del fortalecimiento de los factores protectores en la población, por ejemplo, programas realizados desde el hogar que se enfoquen en el desarrollo de habilidades cognitivas, comunicativas, solución de problemas, destrezas sociales de niños y adolescentes. 5.2.2. Intervención Selectiva. Van dirigidas a poblaciones específicas con objetivos delimitados. La educación de pautas de crianza para los padres respecto a sus hijos, es un ejemplo importante, pues se enfocan en el suministro de información y capacitación de estrategias con el objetivo de promover el bienestar a partir de conductas más adecuadas. Varias intervenciones selectivas van dirigidas al afrontamiento de eventos importantes en la vida; por ejemplo, programas de niños que sufren la muerte de uno o ambos padres, que sufren dificultades ante la inmersión en la sociedad. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 31 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 5.2.3. Intervención Indicada. Son los programas dirigidos a las personas que presentan en un diagnóstico limítrofe a nivel del retraso mental, que si bien presentan algunas dificultades, no se llega a catalogar como un usuario con algún diagnóstico de retraso mental. Se suele utilizar un formato de grupo para educar a las personas respecto al reconocimiento de pensamientos negativos, comprensión del propio rol que proponen las dificultades académicas, sociales, o dificultades para resolver problemas. 6. INFORMACIÓN PARA EL PACIENTE Y FAMILIARES. Además de informar al paciente y la familia las implicaciones del diagnóstico en cada uno de los casos a partir de los resultados ofrecidos por las pruebas neuropsicológicas, es importante tener en cuenta la evaluación en conjunto de los aspectos comprometidos, las fortalezas y debilidades presentadas. Además, tener en cuenta los siguientes puntos: ¿Por qué son importantes las familias y cuidadores? El apoyo familiar y la cooperación pueden ser factores cruciales en el éxito del tratamiento, particularmente en los pacientes que viven en casa. ¿Qué necesitan saber las familias y cuidadores? Las familias y cuidadores necesitan ayuda para comprender la naturaleza del trastorno y sus orígenes. También deben quedar totalmente informados y deben ser involucrados discusiones sobre el programa de tratamiento/manejo, sus objetivos y razones. ¿Qué ayudas y apoyos necesitan las familias y cuidadores? Las familias y cuidadores pueden requerir: • Oportunidades para dar salida a sus ansiedades y sentimientos. • Ayuda en la aceptación y ajuste de la situación. • Consejo y apoyo en numerosas cuestiones prácticas. ¿Cuándo se requieren los soportes/intervenciones más intensos? No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación en las COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 32 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 Apoyos más intensos o intervenciones que llegan incluso al consejo individual o, en algunos casos a la terapia familiar, pueden indicarse cuando: • • Hay problemas significativos de ajuste, por ejemplo, en la conducta desafiante. Hay problemas específicos en la psicodinamia familiar que están en el origen o perpetuación del trastorno. Es esencial una valoración cuidadosa de los beneficios y de la capacidad de las familias/cuidadores para responder y cooperar antes de embarcarse en un programa intensivo de intervención. Información a la familia en el momento del diagnóstico y durante el tratamiento. Cuando se produce el diagnóstico de retraso mental, es común que las familias experimenten miedo, nerviosismo e incertidumbre; en estas situaciones, el logopeda puede proporcionar información apropiada sobre el trastorno y servir como punto de referencia. Además, y teniendo en cuenta que la esperanza de vida en muchos casos de Retraso Mental es bastante elevada, es importante que este trabajo de información se siga produciendo durante todo el periodo en que se esté llevando a cabo la intervención, tanto durante las etapas de infancia y adolescencia, como incluso durante la adultez. Entrenamiento de la familia como agente en la intervención. Se ha demostrado en múltiples investigaciones que una práctica beneficiosa en este tipo de casos es instruir a las familias a comunicarse de manera efectiva, e instarles a emplear actividades lingüísticas no estructuradas que permitan al niño mejorar su lenguaje. REFERENCIAS Bouras, N., Holt, G. & Dosen, A. (2002). Salud Mental en el Retraso Mental: El ABC para la salud mental, la asistencia primaria y otros profesionales. Grup Pere Mata; Londres. CIE 10. Trastornos Mentales y del Comportamiento. Meditor, Madrid, 1994. Estudio Nacional de Salud Mental. Ministerio de Protección Social. Grupo de trabajo del Hospital Psiquiátrico Infantil Dr. Juan N. Navarro. Guía Clínica Restraso No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación COLOMBIANA DE SALUD S.A. GUIA CLÍNICA PARA MANEJO DE RETRASO MENTAL MANUAL DE CALIDAD Página 33 de 33 CDS-GDM P-11 Revisión 00 Mayo 2014 Mental. (s.f.) Lineamientos de Política de Salud Mental para Colombia. Ministerio de la Protección Social. República de Colombia. Fundación FES-Social. 2005. Organización Mundial de la Salud OMS. Guía de Intervención de los mhGAP para trastornos mentales, neurológicos y por uso de sustancias en el nivel de atención de la salud no especializada. 2011. Organización Mundial de la Salud OMS. Prevención de los Trastornos Intervenciones Efectivas y Opciones de Políticas. Informe compendiado. Ginebra, 2004. Mentales: Retraso Mental: Definición, Clasificación y Sistemas de Apoyos. (2002). 10ma edición. AAMR, Washington. No de Revisión 00 Fecha Mayo 2014 Elaboró Psicólogo Aprobó Dirección Prestación