Liquidez de un activo financiero

Liquidez de un activo financiero
Resumen:
La liquidez, es la capacidad que tiene un producto financiero para cumplir con las condiciones de
convertirse en dinero de manera inmediata y hacerlo sin experimentar pérdidas. Un producto
financiero será más líquido si dispone de un mercado secundario y si su volatilidad en él es baja.
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Texto del programa:
Los activos o productos financieros se definen por tres características: liquidez, seguridad y rentabilidad, y se
diferencian unos de otros por el distinto nivel que tienen en esas tres características.
Dedicaremos el espacio de hoy a la primera de ellas: la liquidez o capacidad de un producto financiero para cumplir
dos condiciones: convertirse en dinero de manera inmediata y hacerlo sin experimentar pérdidas.
La primera condición es que se pueda vender inmediatamente, es decir, que podamos transformarlo en cualquier
momento en dinero. Aunque esto pueda parecer muy difícil, no lo es si estamos dispuestos a rebajar
considerablemente el precio que nos ofrecen.
Vamos a poner un ejemplo, supongamos que disponemos de unas acciones de una empresa y queremos venderlas
porque necesitamos el dinero urgentemente. Salvo que exista un mercado en el que se negocien habitualmente
estas acciones, o mercado secundario (como, por ejemplo, la bolsa de valores), nos resultaría muy difícil venderlas
inmediatamente a no ser que bajemos el precio hasta encontrar un comprador.
Si, finalmente, lográramos vender estas acciones, por ejemplo a un precio inferior a la mitad de su valor, se
cumpliría la primera condición ya que habríamos obtenido el dinero rápidamente, pero para poder decir que este
producto financiero es realmente líquido se tiene que cumplir además la segunda condición, que la venta la
hagamos sin sufrir pérdidas.
Cuando nos ofrecen un producto financiero ¿Cómo podemos saber si es más o menos líquido?
En primer lugar, informarnos de si existe un mercado secundario, es decir, un mercado en el que se pueda negociar
la venta de este producto. Si, además, tiene un gran número de operaciones de compraventa, la liquidez será
mucho mayor.
En segundo lugar, hay que valorar que la variación de los precios en ese mercado sea la menor posible. Cuanto
mayor sea la oscilación del precio del producto financiero, es decir, lo que conocemos como volatilidad, mayor es el
riesgo de sufrir pérdidas si queremos vender rápidamente, porque puede suceder que, en ese momento, la
cotización o el precio sean muy bajos.
De acuerdo con estos dos criterios: existencia o no de un mercado secundario y nivel de volatilidad que existe en él,
podemos ordenar la liquidez de los productos financieros, desde los depósitos a la vista, que son los que tienen la
máxima liquidez, pasando por aquellos que tienen mercados secundarios hasta llegar a los que no tienen mercados
y, por tanto, mucha menor liquidez.
Dirección de Educación y Divulgación
Para finalizar, algunos consejos:
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Recuerde que la liquidez no depende solamente de la capacidad de vender rápidamente un producto financiero,
sino de hacerlo sin experimentar pérdidas.
Que adquirir productos de baja liquidez supone que, al no disponer del dinero, pueden perderse mejores
oportunidades de inversión que puedan surgir.
Que si va a necesitar el dinero en un futuro cercano, invierta en productos que sean líquidos. Los depósitos a la
vista son los más líquidos y ya con menor grado de liquidez, pero todavía elevada, están los fondos monetarios,
la deuda pública o las acciones susceptibles de negociarse en mercados secundarios.
Y finalmente, tenga en cuenta que hay una relación inversa entre liquidez y rentabilidad. Normalmente, a mayor
liquidez, menor rentabilidad.
Dirección de Educación y Divulgación