Tribunal_Gallego_de_Defensa_de_la_Competencia

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OBSERVACIONES SOBRE EL LIBRO BLANCO PARA LA REFORMA DEL
SISTEMA Ii.SPAÑOL DE DEFENSA DE LA COMPETENCIA
DEL
TRIBUNAL GALLIi.GO DE DEFENSA DE LA COMPETENCIA
El pasado 20 de enero, el Ministerio de Economía y Hacienda presentó en
Madríd el Libro Blanco para la Reforma del Sistema Español de Defensa de la
Competencia. Este Libro Blanco (LB) constituye un paso adelante de indudable
importancia para la actualización y mejora del sistema español de defensa de la
competencia, que como el propio LB indica se ha consolidado como uno de los
elementos principales de la política económica en la actualidad.
El Tribunal Gallego de Defensa de la Competencia fue creado por la Ley
6/2004 de 12 de julio, reguladora de los Órganos de Defensa de la Competencia de la
Comunidad Autónoma de Galicia, y comenzó su andadura efectiva el pasado 1 de
enero. A pesar de su corta experiencia, esta institución desea contribuir de manera
constructiva al proceso de reforma legal e institucional del sistema español de defensa
de la competencia. A ese efecto se realizan los siguientes comentarios, que giran
fundamcntalmente sobre aquellos aspectos que pueden tener una mayor incidencia
práctica sobre los órgano~ dc dcfensa de la competencia autonómicos.
l.
Estos comentarios. se inspiran en los principios de cooperación institucional,
coordinación, reciprocidad y respeto a la legalidad, que deben existir en todo caso entre
los diferentes órganos de las administraciones públicas, máxime cuando existe un
reparto de competencias en diferentes ámbitos territoriales, como sucede en este caso.
El propio Libro Blanco señala que la ejecución de las competencias de las
CCAA en esta materia se encuentra en fase incipiente. Siendo esto totalmente cierto,
cabe señalar que el propio Libro Blanco identifica numerosos puntos en que la reforma
propuesta puede tener consecuencias en el ámbito territorial. Esto es verdad sin duda
alguna para la refonna misma que en el futuro se acuerde de la Ley de Defensa de la
Competencia, que obviamente condicionará de modo innegable la actuación de los
órganos autonómicos, al modificar el marco legislativo en que se desarrolla su
actuación.
Pero, incluso, yendo un poco mas allá cabe identificar algunos aspectos que
merecen una consideración detenida.
1.- En primer lugar, cabe establecer como principio generaJ'que debe informar cualquier
moditkación competencial, el respeto a la delimitación de competencias entre los
distintos órganos territoriales, lo cual es valido no sólo para la atribución de funciones y
competencias ya existentes si no para cualesquiera otras que puedan crearse cn cI futuro.
El propio LB reafinna este principio con claridad cuando señala, en distintas ocasiones
en que puede existir alguna duda al respecto, que los órganos autonómicos podrán
disponer de idénticas facultades que la futura Comisión Nacional de Defensa de la
Competencia en sus respectivas Comunidades. Asi sucede en dos aspectos de gran
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importancia como son las ayudas públicas, en el punto 210, y la proyección social de la
competencia, en la nota 152 del punto 214 del LB.
Este planteamiento del LB es plenamente' acertado y debería verse
con'espondido con un desarrollo legislativo que limite ,la futura actuación de la
Comisión de Defensa de la Competencia al ámbito nacional, reconociendo implícita o
explícitamente el derecho y la oportunidad de las Comunidades Autónomas a
desarrollar idénticas competencias en sus respectivos ámbitos autonómicos. Esto resulta
especialmente interesante y adecuado en lo referente a ayudas públicas y normas y actos
administrativos emanados de los poderes autonómicos que puedan ocasionar una
restricción a la competencia.
2. En segundo lugar, una revisión completa del sistema de defensa dc la competencia
sería oportuno que contemplase, además de la modificación o sustitución de la Ley
16/1989, de 17 de julio de Defensa de la Competencia, la reforma de otras nonnas
relacionadas, como es el caso relevante de la Ley [/2002 de 21 de febrero, de
Coordinación de las Competencias del Estado y las Comunidades Autónomas en
materia de defensa de la competencia. La existencia de la Ley 112002 como norma
independiente pierde parte de su sentido en el marco de un proceso general de revisión
de la Ley 1611989 a la quc se remite, por lo que podría ser pertinente la integración de
su contenido en el texto general que regule la defensa de la competencia.
3. Podría aprovecharse l.a remode1ación de la Ley 112002, en caso de aceptarse este
punto de vista, para adap~ar la norma a las nuevas realidades que se planteen en la futura
Lcy de Defensa de la C6mpetencia, delimitando las competencias a que nos hemos
referido en el punto plimero de esta nota. Asimismo, podría utilizarse esta remodelación
para incluir en materia de competencia el nuevo enfoque que ya se está dando en otros
campos administrativos a la representación internacionaL En este sentido, este Tribunal
se muestra dispuesto a participar en cuantos asuntos puedan tener relevancia para la
Comunidad Autónoma de Galicia.
4. Otra instancia que podría ser objeto de modificación en el contexto de la eventual
reforma de la Ley 1/2002 seria el establecimiento de reciprocidad en 10 expresado en el
artículo 5 punto tres de esta Ley, referente a la comparecencia en los procedimientos
administrativos tramitados por los órganos de defensa autonómicos, de manera que los
órganos autonómicos puedan a su vez participar en los procesos de la Comisión
Nacional que tengan una relevancia especialrflente significativa en el ámbito de sus
Comunidades, sin perjuiCio del respecto a la eficacia en el desempeño de la función.
5. Respecto a la detlnición de Jos casos de mcnor importancia, cabc plantear que su
definición exacta pueda depender del ámbito territorial en ,que se produzca la conducta
prohibida. En este sentido se comparte el punto de vista expresado 'en el LB en el
sentido de no pennitir que las conductas de menor importancia dejen de constituir
motivo para una infracción y que, por tanto, puedan ser perseguidas por los órganos
autonómicos o, en su caso, por los jueces, según indica el punto 136.
6. Se respalda la opinión de LB en
Su punto 89 (ív) de manera que se refuerce la
coordinación entre el ámbito administrativo y el jurisdiccional mediante la posibilidad
de que los jueces puedan solicitar infonnes a las autoridades de la competencia; y se
apoya también en el punto 89 (v) que menciona la necesidad de disponer de un canal de
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infomlación sistemático de los litigios existentes a la autoridad de competencia a fin de
intervenir en aquellos casos relevantes desde el punto de vista del interés publico.
Santiago de Compostela 18 de marzo de 2005
EL PRESIDENTE
ILMA. SRA. DIRECTORA GENERAL DE DEFENSA DE LA COMPETENCIA
MINISTERIO DE ECONOMIA y HACIENDA
MADRID