Discurso del Ministro de Trabajo, Dr. Carlos Alfonso Tomada 20 de abril de 2004 - Sheraton Hotel Semana Argentina de la Salud y Seguridad en el Trabajo Este Ministerio desde el primer día de su gestión se ha comprometido en reorientar y fortalecer las acciones que venía desarrollando la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Este apoyo tiene la finalidad de: mejorar las condiciones de trabajo y disminuir la accidentalidad y las enfermedades, objetivos de fuerte contenido social pero que también deben ser valuados desde el punto de vista de su impacto económico porque un mejor lugar de trabajo contribuye a disminuir los costos y aumentar la productividad en las empresas y los ingresos familiares de los trabajadores. Estamos convencidos que promoviendo mejoras en el campo de las condiciones de trabajo se estará dando una señal a la sociedad respecto de la importancia que tiene para el gobierno la Salud de los Trabajadores. La Salud y Seguridad en el Trabajo es uno de los sectores donde se expresa la política social del gobierno. Al lado de las medidas destinadas al crecimiento del Empleo y de la cobertura de la Seguridad Social, las acciones en esta materia deben orientarse al mejoramiento de la calidad del Empleo, en el marco de las orientaciones de la Organización Internacional del Trabajo sobre TRABAJO DECENTE. Un ambiente de trabajo sano y seguro es un factor de productividad y competitividad. Este concepto va más allá de la simple valoración de los costos indirectos de los Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, para concebir el Trabajo en los términos de Calidad Total. En este sentido, no hay Calidad Total sin Calidad de Vida en el Trabajo. En una economía que se encontraba en crisis y que recién ahora está dando signos de una fuerte reactivación, los empresarios -presionados por la competencia para lograr mayores beneficios-, tendieron a descuidar la Seguridad, la Salud y las consideraciones ambientales de los Trabajadores. Se ha tolerado esta situación coyuntural, pero también tenemos memoria: no debemos olvidar que las obligaciones de los empresarios respecto a la Salud y Seguridad no son nuevas, sino de vieja data; precisamente el 21 de abril se recuerda el Día de la Higiene y Seguridad en el Trabajo en conmemoración de la promulgación de la Ley de Higiene y Seguridad en el Trabajo en el año 1972. Es decir, hace ya 32 años que nuestros empresarios cuentan con un cuerpo legal que los obliga a crear condiciones de trabajo dignas para sus trabajadores; y al decir dignas me refiero al sentido estricto de que quien va a trabajar lo haga en un lugar que no afecte su Salud y Seguridad; como ya se dijo muchas veces ES INMORAL QUE UN TRABAJADOR PIERDA SU SALUD DONDE VA A GANARSE LA VIDA. 1 Hemos tenido una crisis económica y social inédita que justifica muchas cosas, pero también hubieron “muchos años buenos”. ¿Qué pasó? ¿no se sembró? ¿por qué no se invirtió en prevención, en condiciones peligrosas, en mejorar los lugares de trabajo? Un accidente o enfermedad profesional no es obra de “la casualidad”, “la fatalidad” o “el azar”; reconoce causas múltiples y por supuesto consecuencias. En cuanto a las causas, claramente la falta de prevención: todos los accidentes son prevenibles y ello es obligación de los empleadores; con respecto a las consecuencias… lamentablemente siempre las sufren los trabajadores: pérdida, dolor y muchas veces la muerte. Las ART no han dado muestra de estar a la altura de las circunstancias: déficit en la realización de los Exámenes Médicos en Salud, poco o ningún asesoramiento a sus “clientes”, atención desviada principalmente a las “grandes empresas” en detrimento de las PyMES o Microempresas que constituyen la mayor parte del tejido económico. No dudamos que la conducción actual de la SRT cumplirá adecuadamente con sus funciones de contralor de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo de forma tal de lograr que éstas asuman definitivamente el papel que por Ley les corresponde, ya que si bien fueron “creadas como entidades con fines de lucro” no deben olvidar que son una parte importante del Sistema de Seguridad Social, lo que las obliga no a “maximizar sus ganancias” sino a prestar asistencia integral a quienes deben ser sus principales “clientes”: LOS TRABAJADORES. Pretendemos que en un futuro próximo cumplan con excelencia las prestaciones preventivas, asistenciales y económicas. Acciones que el Ministerio de Trabajo seguirá muy de cerca de través de la SRT que a tal efecto está estableciendo indicadores de cumplimiento de estas obligaciones por parte de cada ART. No duden que daremos a conocer públicamente sus resultados para que la sociedad en su conjunto los conozca y ejerza su “condena social “ en caso que alguna ART lo merezca. Este Sistema de LRT que puede ser criticado y sin duda mejorado, puede tambalear y ser atacado con razón si sus actores principales -empresarios y ART- no asumen definitivamente sus obligaciones Para terminar La experiencia diaria nos recuerda que, para todos, el trabajo es un aspecto definitorio de la existencia humana. El trabajo es un medio para sustentar la vida y satisfacer las necesidades básicas. Pero es también la actividad mediante la cual las personas afirman su propia identidad, tanto ante sí mismas como ante quienes les rodean. Pero no cualquier trabajo, sino el definido por la OIT como TRABAJO DECENTE: que significa un trabajo productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad, en el cual los derechos son protegidos y que cuenta con remuneración adecuada, protección social y condiciones dignas de salud y seguridad. Es fundamental para nuestra gestión de gobierno promover oportunidades para que los hombres y las mujeres puedan conseguir un Trabajo Decente. Les deseo éxito en las deliberaciones en la Semana Argentina de la Salud y Seguridad en el Trabajo, que estará garantizado por el nivel de las organizaciones y especialistas. 2