PERFIL ACADÉMICO INTRODUCCION AL DISEÑO CURRICULAR EN EL POSGRADO Rocío Santamaría Ambriz Beatriz Ramírez Vera Edith Jiménez Ríos La Universidad Nacional Autónoma de México ofrece alrededor de 310 opciones de formación académica en educación superior (61 en nivel licenciatura y 252 en el posgrado). En el caso del posgrado estas 252 posibilidades de formación de recursos humanos se traducen, actualmente, en 77 especializaciones, 130 maestrías y 45 doctorados. Asimismo, el proceso de aprobación de planes de estudio adquiere una dinámica particular por lo que respecta al nivel de posgrado. La Coordinación Federal de Estudios de Posgrado recibe anualmente un promedio de 25 proyectos ante el Consejo de Estudios de Posgrado, instancia que debe emitir una opinión previa a la sanción definitiva del Consejo Universitario, cuyo promedio de aprobación es de aproximadamente ocho planes de estudio cada año. Los datos anteriores muestran la intensidad con que se desarrolla la actividad de diseño curricular en las diferentes facultades y escuelas de la Universidad referentes al posgrado. A este respecto es importante hacer notar que la elaboración y formulación de los planes de estudio se lleva a cabo, en cada una de las dependencias, fundamentalmente por personal académico experto en su propia disciplina, pero que no necesariamente posee el conocimiento de la teoría y la técnica del diseño curricular. Si se considera que un plan de estudio es (o debiera ser) la expresión concreta, sistemática y coherente de un proceso de diseño, esto implica el análisis de diversos elementos y requisitos teórico-prácticos involucrados en un determinado contexto social y su relación con un proceso educativo particular. En este sentido la elección y aplicación de una determinada metodología de diseño curricular constituye un elemento fundamental para el establecimiento de planes de estudio que respondan a nuestra realidad socioeconómica y educativa y no sólo como documentos cuya única función sea la de legitimar y “oficializar” decisiones a priori. Por otra parte, es evidente que el diseño curricular en el nivel de posgrado ha de adoptar características propias y diferentes del que se desarrolla en otros niveles educativos ya que una de las funciones del posgrado es la de formar recursos humanos que se ocupen, con una actitud crítica, de la producción de conocimientos, y no únicamente de su ejecución técnica y profesional. De acuerdo con lo anterior, el propósito de esta sección es la de presentar un programa continuado de publicaciones periódicas en el que, de una manera gradual, se desarrollen temas fundamentalmente de corte metodológico aplicables al diseño y evaluación de planes de estudio, que apoyen el trabajo realizado por los especialistas de las diferentes áreas del conocimiento, principalmente en el nivel de posgrado. El primer tema de este programa ofrece un resumen de los antecedentes históricos en el campo del diseño curricular, así como algunos de los modelos que han sido aplicados en México en diversos ámbitos y niveles educativos. Después de esta introducción general al campo del currículum y teniendo en cuenta los aspectos que, en general, se consideran necesarios para elaborar un plan de estudio, los temas que conformarán el contenido de las publicaciones posteriores serán los siguientes: Fundamentación del plan de estudio Perfil del egresado Organización curricular Estrategias de aprendizaje Evaluación del plan de estudio Cada uno de los temas será tratado en función de las particularidades de las variantes del posgrado que se consideran en la educación superior (especialización, maestría y doctorado). Antecedentes históricos El currículum constituye un campo de estudio que se ha conformado con la contribución de diferentes autores cuyos planteamientos han dado origen a diversas teorías y modelos que actualmente comprende su vasto campo. A partir del conocimiento y análisis del desarrollo del campo y de los supuestos teóricos en que se sustenta, podemos incorporar un modelo curricular que se adecúe a las condiciones actuales de nuestra realidad educativa. Con este propósito, a continuación se citan los estudios de diferentes autores que ofrecen una panorámica de los momentos históricos por los que ha pasado el diseño curricular así como los planteamientos de sus principales representantes. La constitución formal del campo del currículum surge en Estados Unidos con Franklin Bobbit quien en 1918 publica su libro El currículum. De acuerdo con González Gaudiano,1 esta obra surge como respuesta a las transformaciones exigidas a la escuela norteamericana, la cual debe adaptarse al lugar recientemente adquirido como resultado de la Primera Guerra Mundial y a las nuevas expresiones del capitalismo que transita en pocos años, de una estructura competitiva individualista a un sistema corporativo. El planteamiento de Bobbit se centra fundamentalmente en la preparación del niño para la realización de tareas en su vida adulta. De esta forma, los niños son considerados como materia prima que debe ser modelada y adaptada para hacer frente a las variadas demandas de la vida; el currículum es visto como la organización del tiempo y de las actividades a manejarse de acuerdo con principios administrativos.2 En esta etapa González Gaudiano señala que en la década de los veinte cobran fuerza otras concepciones y propuestas curriculares que se contraponen en algunos aspectos, al planteamiento de Franklin Bobbir. Entre estas destaca el trabajo de John Dewey, el cual toma como eje del currículum al niño y no a la vida adulta, influye también la demanda de participación por parte de os profesores en la toma de decisiones con relación al currículum. La conformación de estas concepciones curriculares constituye la primera ruptura dentro de este campo que puede expresarse como: currículum para la vida adulta vs. currículum centrado en el niño.3 Hacia 1940 se reanuda la discusión de la década de los veinte buscando la consolidación de la teoría curricular y el mejoramiento de la educación a través del perfeccionamiento del currículum lo cual, de acuerdo con Díaz Barriga, marca el surgimiento de la teoría curricular4 que se concreta con los trabajos de Ralph Tyler e Hilda Taba. En relación con los modelos de Tyler y Taba, Díaz Barriga señala “la etapa inicial de la propuesta curricular se caracteriza por efectuar una discusión más sólida sobre los problemas de los planes y programas de estudio. Si bien efectúan tal discusión a partir de plantear la necesidad de elaborar objetivos conductuales (Tyler), o refiriéndose a metas y especificaciones concretas (Taba) determinan un conjunto de consideraciones extensas para la definición de tales objetivos”. Para Tyler los objetivos educativos se establecen a partir de los resultados de los análisis de diversas fuentes y filtros aplicados para su elaboración, ya que, considera” ninguna fuente única de información puede brindarnos una base para adoptar esta decisiones sensatas y amplias sobre los objetivos de las escuelas. Cada una de aquellas fuentes posee ciertos valores y todas deben tenerse en cuenta al proyectar un programa educacional amplio”.5 Por ello, las fuentes que propone Tyler son el alumno, la sociedad y los especialistas. Y los filtros son la filosofía y la psicología para seleccionar los objetivos que” sean en verdad asequibles en buena medida en el tiempo de que se dispone y realmente importantes... realizar esa selección exige tamizar la heterogénea serie de objetivos que se hubiesen formulado, para eliminar los menos importantes y más contradictorios. La filosofía educativa y social adoptada por la escuela puede constituir el primer tamiz. Parte de esta filosofía, definirá qué valores se estiman esenciales para una vida satisfactoria y eficaz”.6 La psicología del aprendizaje es el segundo filtro propuesto por Tyler para la selección de los objetivos, ya que esta disciplina permitirá distinguir los cambios que pueden esperarse como consecuencia de un proceso de aprendizaje. Después se procede a la selección de las actividades de aprendizaje de acuerdo con la conducta que se espera establecer en el alumno en términos de: pensamiento, actitudes sociales, etcétera. Esta selección se realiza con ase en el principio de que el aprendizaje se adquiere por medio de las experiencias personales del alumno; es decir, por sus reacciones al medio. La evaluación es el último paso del modelo tyler, la cual tiene como objeto descubrir hasta qué punto las experiencias de aprendizaje, tales como se las proyectó, producen realmente los resultados deseados; por lo tanto supone determinar los aciertos y defectos de los planes. Además, es una manera de lograr la información que le interesa el alumnado en relación con los aciertos de la escuela. En el cuadro 1, se observa la forma en que Díaz Barriga esquematiza el modelo pedagógico propuesto por Tyelr.7 Posteriormente, Hilda Taba inicia la etapa que podría caracterizarse como “Diseño de planes de estudio” que es donde el desarrollo curricular se consolida para llegar a la incorporación de un modelo técnico en la teoría curricular. Su libro Elaboración del curriculo tiene, de acuerdo con Díaz Barriga,8 tres grandes méritos: a) Establece una clara distinción entre planes de estudio y programas escolares (es necesario tener presente que en general el término currículo era empleado indistintamente); b) Propone una clara articulación entre la teoría y la técnica de elaboración de planes y programas. En este sentido, por primera vez se insiste en que la metodología de la elaboración es resultado de opciones teóricas. c) Establece a las psicologías del aprendizaje como fundamento de la elección de los contenidos y de los planes de estudio. En este punto desataca la manera como Taba polemiza con diversas teorías del aprendizaje, desde las precientíficas (como la disciplina mental, cuya presencia se muestra en la estructuración del contenido de los planes de estudio) hasta las diversas posiciones científicas: conductismo, teoría del campo, etcétera, dos cuestiones son importantes aquí: su crítica explícita al conductismo y su opinión de que eventualmente podría recurrirse a una aproximación psicoanalítica. El modelo de Taba está constituido por siete pasos y proporciona los elementos que deben ser considerados cada vez que se va a elaborar, aplicar y/o evaluar un plan de estudio. El desarrollo de la teoría curricular se centra en la “investigación de las demandas y requisitos de la cultura y la sociedad, tanto para lo presente como para lo futuro... el análisis de la cultura y la sociedad brinda una guía para determinar los principales objetivos de la educación, para la selección del contenido y para decidir sobre qué habrá de insistirse en las actividades de aprendizaje.9 Este modelo origina los primero intentos de sistematizar los contenidos de un plan de estudio, dando lugar a lo que se denomina “Enfoque sistémico”. Los siete pasos que constituyen el modelo de Taba para la elaboración de los programas de estudio son: diagnóstico de las necesidades, formulación de objetivos, selección del contenido, organización del contenido, selección de actividades de aprendizaje, organización de las actividades de aprendizaje, determinación de lo que se va a evaluar y de las maneras y medios para hacerlo. El cuadro 2 representa gráficamente el modelo de Hilda Taba. Como consecuencia del lanzamiento del Sputnik en la Unión Soviética, se originan críticas a la forma tradicional de abordar el currículum ocurriendo que la década de los cincuenta se caracterice por un desplazamiento de los especialistas en currículum, por parte de los especialistas en las disciplinas académicas, tomando el contenido como el factor central que podía ser seleccionado y organizado únicamente por expertos en las diferentes áreas del conocimiento. En esta etapa toman fuerza las aportaciones de autores como: Mager, Popham, y Baker, representantes de la nueva tendencia denominada Tecnología Educativa. De acuerdo con Alicia de Alba,10 esta etapa se caracteriza por: • La planeación por objetivos sustentada en una psicología conductista. • Enfasis en la coherencia entre objetivos, enseñanza y evaluación. • El énfasis en las actividades de aprendizaje se encuentra en las indicaciones para el docente contenidas en los objetivos y no en el conocimiento de las características del alumnado como lo habían planteado Tyler y Taba). • Manejo mecanicista y simplista de los programas escolares a través de las cartas descriptivas. • Relación mecánica entre los elementos didácticos que desconoce la dinámica de los procesos de aprendizaje. En la década de los setenta se realiza una expansión del modelo de Tecnología Educativa en América Latina, principalmente en México donde influyó en la formación de los especialistas en educación. En esta época los trabajos de gran parte de los expertos se enmarcan bajo los lineamientos de esta tendencia. Un modelo de diseño, característico de esta corriente teórica y que influyó en la creación de planes de estudio en gran parte de las instituciones mexicanas, es el propuesto por Raquel Glazman y María de Ibarrola, quienes en su libro Diseño de planes de estudio proponen un diseño de plan de estudios por objetivos. En este modelo11 la primera etapa del diseño se constituye por la determinación de objetivos generales, los cuales son una guía que dará contexto, orientación y justificación al contenido del plan, estos corresponden a los objetivos institucionales y disciplinarios. Los objetivos generales se traducen en operaciones fáciles de realizar, mediante la definición de objetivos de dos niveles más concretos: objetivos intermedios y objetivos específicos, estos últimos se obtienen desglosando los objetivos generales para determinar los comportamientos que deberán aprender los estudiantes; a su vez, los objetivos específicos pueden remodelar a los generales en el caso de que éstos no prevean todos los objetivos específicos que se consideren necesarias dentro del plan de estudio. Los objetivos intermedios son enunciados que abarcan los comportamientos y los contenidos de grupos de objetivos específicos; se definen a partir de la agrupación de estos últimos, traduciéndose en el objetivo final de un programa de estudio. Una vez determinados los objetivos, se procede a la estructuración del plan de estudio que consiste en: a) jerarquización de los objetivos intermedios, b) establecimiento de secuencias y c)determinación de metas de capacitación gradual, quedando de esta forma el plan de estudio completamente diseñado. Finalmente las autoras de este modelo señalan que el diseño de un plan de estudio es un proceso continuo en la medida en que se introduzca a la evaluación como una actividad periódica y constante cuyas principales funciones son: a) Proporcionar información sobre criterios y experiencias que se han considerado para la enseñanza de las profesiones. b) Valorar el plan de estudio vigente por comparación con un modelo de los objetivos que debe perseguir y de la forma en que debe estar organizado. c) Valorar los procesos y operaciones aplicados durante el diseño del plan y los resultados de ellos. d) Valorar los recursos utilizados para lograr los objetivos planteados. El modelo de Glazman e Ibarrola se presenta gráficamente en el cuadro 3. Otro ejemplo metodológico de diseño curricular característico del denominado “enfoque sistémico” es el modelo que propone Frida Díaz Barriga y otros.12 La primera etapa en esta propuesta la constituye la fundamentación del proyecto curricular que se desea establecer y que permitirá al diseñador contar con las bases necesarias para la toma de decisiones. Las subetapas que integran la fundamentación son: • Investigación de las necesidades que puedan ser abordadas por el profesionista. • Justificación de la disciplina, perspectiva o materia de estudio elegida como la más viable para satisfacer las necesidades detectadas. • Investigación del mercado ocupacional que se presenta al profesionista. • Investigación sobre las instituciones nacionales o extranjeras que ofrecen carreras afines a la propuesta. • Análisis de los principios y lineamientos universitarios pertinentes. • Análisis de la población estudiantil. La segunda etapa del modelo corresponde a la determinación del perfil profesional, el cual es necesario para establecer las metas que se deseen alcanzar, determinando el tipo de profesionistas que se intenta formar y elaborando un documento que contenga las habilidades y conocimientos que poseerá el profesionista al egresar de la carrera. Las subetapas que comprende el perfil profesional son: • Investigación de los conocimientos, técnica y procedimientos de la disciplina aplicables a la solución de los problemas ya identificados. • Investigación de las áreas en las que podría efectuarse el trabajo del profesionista. • Análisis de las tareas potencialmente realizables por el profesionista. • Determinación de niveles de acción y poblaciones donde podría ser incorporado el trabajo del profesionista. • Desarrollo de un perfil profesional a partir de la integración de las áreas, tareas y niveles determinados. • Valoración del perfil profesional. La siguiente etapa del modelo es la organización y estructuración del currículum, el cual se elabora con base en el perfil profesional que proporciona los indicadores necesarios para decidir cuáles van a ser los contenidos, organización y estructura del plan de estudio. Las subetapas de esta fase son: • Determinación de los conocimientos y habilidades requeridos para alcanzar los objetivos especificados en el perfil profesional. • Determinación y organización de áreas, temas y contenidos que consideren los conocimientos y habilidades especificados anteriormente. • Elección y elaboración de un plan curricular determinado. • Elaboración de los programas de estudio para cada curso del plan curricular. Finalmente, este modelo propone como cuarta etapa: el diseño de un plan de evaluación continua del currículum, que es necesario para adecuarlo de manera permanente a nuevas necesidades, a los avances de la disciplina y para determinar los logros y deficiencias del plan en operación. Las subetapas que comprende el plan de evaluación son: • Evaluación interna • Evaluación externa • Restructuración curricular Este modelo incluye las actividades a desarrollar en cada una de las subetapas mencionadas anteriormente. Las cuatro etapas de este modelo se representan gráficamente en el cuadro 4. Continuando con la descripción del desarrollo que ha tenido el campo curricular, se encuentra que, durante la segunda mitad de la década de los setenta toman mayor importancia las posiciones críticas en relación con el campo del curriculum, de acuerdo con Alicia de Alba, 13 esta tendencia denominada “Reconceptualista” surge a partir del rechazo a las ópticas positivas y neopositivas que desarrollan problemas como un análisis simplista, mecanicista y ahistórico del discurso curricular. De acuerdo con la autora, los soportes conceptuales de esta tendencia son, entre otros, la teoría crítica de la escuela de Frankfurt, las aportaciones marxistas y neomarxistas, las aportaciones de corte etnográfico, algunas aportaciones del psicoanálisis y los trabajos de la pedagogía de la liberación, específicamente los de Freire. Entre los principales representantes de esta tendencia se pueden citar autores como: Giroux, Pinar, Apple y McDonald, En México esta tendencia se desarrolla principalmente entre 1982 y 1983, años en los se producen trabajos de análisis y evaluación en relación con las propuestas curriculares vigentes. Sin embargo, esta reflexión conceptual es producto de los primeros proyectos curriculares alternativos e innovadores que se produjeron en la década de los setenta. Esta etapa se caracteriza en nuestro país por:14 • Desarrollo y transformación de la crítica a la tecnología educativa (de la fase “ingenua” a la incorporación de la teoría crítica). • Etapa de mayor madurez en la reflexión. • Análisis de los resultados obtenidos. • Crítica y autocrítica de lo alcanzado. • Recuperación del sentido histórico dentro del campo. • Recuperación incipiente de la capacidad negativo- constructiva en el pensamiento educativo. • Influencia (aún incipiente) de los teóricos de la nueva sociología de la educación y del movimiento reconceptualista. • Énfasis ene le análisis curricular a través del estudio de la práctica cotidiana. Influencia de ópticas etnográficas en el campo del currículum. • Tendencia a la consolidación de espacios y grupos de trabajo dedicados al campo curricular. Énfasis en la lucha de espacios socioacadémicos. • Crisis en la relación constructor del discurso-protagonista-escucha: la conformación del mito del currículum. A partir de los orígenes y desarrollo del discurso curricular, no podemos negar la importancia que tienen las aportaciones de los diferentes teóricos del currículum en el desarrollo de propuestas y estudios que reflejan el contexto educativo mexicano; sin embargo, es necesario realizar mayores esfuerzos para conformar una teoría curricular propia de nuestra realidad, que solucione los problemas y necesidades característicos de una sociedad como la nuestra y, sobre todo, que ponga el énfasis en los propósitos y características del nivel educativo en el que se pretende impartir la enseñanza. Cuadro 1 Modelo Pedagógico lineal R. Tyler ESPECIALISTAS ALUMNO SOCIEDAD Sugerencias objetivos Objetivos sugeridos Filtro de filosofía Selección y Organización de objetivos Filtro de psicología Objetivos definidos Selección de actividades de aprendizaje Organización de actividades de aprendizaje Evaluación de experiencias Reiniciación del ciclo Fuente: Díaz Barriga, Angel, “Didáctica y currículum”, Ediciones Nuevomar, México, 989, p. 16. Cuadro 2 Ordenación de elementos para la elaboración del currículo. Hilda Taba. Diagnóstico de necesidades Formulación de objetivos Selección de contenido Organización de contenido Selección de actividades de aprendizaje Organización de actividades de aprendizaje Fuente: Díaz Barriga, Angel, “Didáctica y currículo”, Ediciones Nuevomar, México, 1989, p. 19. Determinación de lo que se va a evaluar Cuadro 3 Etapas del proceso de diseño, Glazman e Ibarrola Determinación de objetivos generales Operacionalización de los objetivos generales Agrupación de los objetivos específicos y determinación de objetivos intermedios Determinación de objetivos específicos Estructuración de los objetivos intermedios Jerarquización de los objetivos intermedios Establecimiento de secuencias Metas de capacitación gradual Evaluación Del plan vigente Del proceso de diseño Del nuevo plan Fuente: Glazman, Raquel y De Ibarrola, María, “Diseño de plaens de estudio por objetios de aprendizaje”, CISE-UNAM, México, 1981. Cuadro 4 Metodología de derivación curricular. Etapas. Frida Díaz Barriga 1. Fundamentación de la carrera profesional. 2. Determinación del perfil profesional. 3. Organización y estructuración curricular. 4. Evaluación contínua del currículum. Fuente: Díaz Barriga, Frida y otros, “Metodología de diseño curricular para la enseñanza superior”, en Perfiles educativos, núm. 7, CISE-UNAM, México, 1984, p. 33.