El Teatro Real presenta una nueva producción de Boris Godunov, de Modest Musorgski, con 10 escenas y orquestación original del compositor EL ESPEJISMO DEL PODER Estreno en Madrid de la versión completa con la instrumentación original de Musorgski de 1872, y la incorporación de la escena de la catedral de San Basilio, de la versión de 1869. La dirección musical de la ópera será de Hartmut Haenchen, que vuelve al Teatro Real después del éxito de su interpretación de Lady Macbeth de Mtsensk, la pasada temporada. La puesta en escena está a cargo del director holandés Johan Simons -director del prestigioso Münchner Kammerspiele de Múnich- que dirige una ópera por primera vez en España. Günther Groissböck debutará en el rol titular de la ópera, acompañado por grandes intérpretes en los papeles protagonistas: Dmitry Ulyanov (Pimen), Anatoli Kotscherga (Varlaam), Stefan Margita (príncipe Chuiski), Michael König (Grigori), Julia Gertseva (Marina), Evgeny Nikitin (Rangoni) y Andrey Popov (el Idiota). Debido a la larga duración de la versión que se ofrecerá en Madrid, de aproximadamente 4 horas, las funciones comenzarán a las 19.00 horas y el domingos a las 18.00 horas. Coincidiendo con el estreno de Boris Godunov, el 28 de septiembre se inaugurará la exposición “Los otros artistas del Teatro Real”, con la que se celebra su 15º Aniversario. El día 25 de septiembre a las 19.30 horas, dentro del ciclo Enfoques, con entrada libre, Gerard Mortier y los directores de la producción debatirán sobre la obra maestra de Musorgski. La ópera se retransmitirá en directo en España, por Radio Clásica, el día 13 de octubre, y en diferido para Europa, Estados Unidos y Japón, a través de la UER. Madrid, 20 de septiembre de 2012 - El Teatro Real ofrecerá, entre los días 28 de septiembre y 18 de octubre, 9 funciones de Boris Godunov, de Modest Musorgski (1839-1881), una de las óperas señeras del siglo XIX y referencia en la música rusa de todos los tiempos. La ópera se presentará con las nueve escenas de la última edición original de Musorgski de 1872, más la escena de la catedral de San Basilio, procedente de la primera versión del compositor, de 1869. En su vida atribulada y breve (42 años), marcada por una salud endeble, una personalidad desequilibrada y problemas con el alcohol, Musorgski intentó dar voz al “alma rusa”, partiendo del folclore de su país y de la prosodia del idioma. Su formación musical heterodoxa y su temperamento caótico e impetuoso afloran en su producción artística, pero también su genio, su talento y su espíritu visionario. En Boris Godunov se puede encontrar la esencia del afán creador de Musorgski, marcado por la búsqueda de la verdad en la expresión de las emociones, que subyace, para él, en la espontaneidad de la expresión oral, con sus entonaciones e inflexiones. Esta obsesión por la autenticidad en el lenguaje musical —que tiene su paralelismo en el realismo de la literatura rusa—, alejaron al compositor de los cánones de la tradición operística europea y impulsaron la creación de una “ópera orgánica”, en la que la línea melódica nace de las palabras y fluye sin ataduras, apoyada por una orquestación esencial y muy efectiva, aparentemente rudimentaria, al servicio de la expresión dramática. Partiendo de la obra homónima de Aleksandr Pushkin, la ópera narra el inquietante drama interior de Boris Godunov, torturado por su conciencia hasta la muerte, en la Rusia zarista del siglo XVII, minada por las luchas de poder palaciegas y el hambre del pueblo, cuya miseria y esperanza son manipuladas por predicadores, demagogos y falsos profetas. El director de escena holandés Johan Simons enmarca la acción en un decorado monumental que evoca los grandes edificios de la dictadura soviética, concediendo al pueblo ruso un papel protagonista, capaz de alzar su voz para cambiar el devenir de la historia. La dirección musical de la ópera -en cuyo reparto destacan Günther Groissböck (Boris Godunov), Dmitry Ulyanov(Pimen), Anatoli Kotscherga (Varlaam), Stefan Margita (príncipe Chuiski), Michael König (Grigori), Julia Gertseva (Marina) y Evgeny Nikitin (Rangoni) y Andrey Popov (el idiota)-, estará a cargo de Hartmut Haenchen, que vuelve a dirigir el Coro y la Orquesta Titulares del Teatro Real (Coro Intermezzo y Orquesta Sinfónica de Madrid) después de haberlo hecho la pasada temporada en la ópera Lady Macbeth de Mtsensk, de Dmitri Shostakov.